Nota
Territorio MU: ojalemos!
Con flores en la cabeza y al grito de «aborto libre, ya» y «orgasmos para todas, ya!» una procesión de treinta mujeres avanzó por Avenida de Mayo, luego por Florida y entró el jueves pasado al Centro Cultural Borges agitando una consigna: «mujeres unidas jamás serán vendidas». Luego, depositaron La Virgen de los deseos en su altar, dando así comienzo a la muestra El mensaje es el mensaje: la fuga del periodismo hacia la comunicación que la cooperativa lavaca preparó para conmemorar sus primeros 10 años y que se exhibe hasta el 10 de octubre en el Borges (Viamonte y San Martín, de 10 a 21).
La boliviana Charo Adrián, integrante de Mujeres Creando y directora del jardín de infantes feminista Mi mamá trabaja fue la encargada de leer el poema a la Virgen de los deseos escrito por María Galindo, fundadora del movimiento. Para quienes ya conocen el trabajo de ese colectivo la lectura tuvo un plus emocional: Charo es quien encarna a la monja que celebra una misa feminista en la puerta de la Catedral de La Paz en un capítulo de la serie Mamá no me lo dijo que escribió y dirigió Galindo. En idéntico tono, recitó las estrofas consagradas a la rebeldía y la pasión femenina, rodeada por las mujeres con flores en la cabeza que venían de agitar a su paso la ciudad y la escuchaban sentadas en el piso de la sala, rodeadas por las siluetas pintadas por la artista Veroka Velásquez atravesadas por la bella frase de Ítalo Calvino, que es el lema de esta muestra. Sobre las páginas del periódico MU que atraviesan las siluetas de 10 integrantes de lavaca se lee: «El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio».
Sin guión
En la sala hay una docena de cajones de verdura o fruta que contienen los borradores de trabajo de cada área de lavaca: los exámenes y apuntes de la Cátedra Autónoma de Comunicación Social, las galeras de los libros editados, las fotocopias del primer número de MU, los informes, carteles y materiales de Alerta Argentina, los sourvenir de El Poeticazo, las notas de la página web, los poster de las muestras Ningún pibe nace para chorro y Ninguna mujer nace para puta, todos dispuestos para ser revueltos y llevados por quienes estén interesados. En las paredes hay textos, fotos y dibujos. El San Pedófilo de El Niño Rodriguez y las Lecciones de sexo para curas de Diego Parés, por ejemplo. O el croquis que recuerda quiénes estaban en el despacho presidencial aquel 19 de diciembre de 2001 en el que se decretó el estado de sitio. También hay 3 fotos de Sergio Kowalewski que recuerdan el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kostecki y un espejo con el texto del capítulo televisivo Ninguna mujer nace para puta que dio origen a la muestra y el libro que editó lavaca en conjunto con Mujeres Creando y que devuelve a esta producción su identidad perdida: la colectiva. Escobas con camisetas gritan consignas creadas con idéntico espíritu. «Desobediencia: por tu culpa voy a ser feliz» es la que recuerda que Mujeres Creando fue la madre de muchas de las acciones que quedaron estampadas en las paredes y en la memoria de la ciudad, como lo testimonian los stenciles que cubrieron la Plaza Once cuando fue declarada «Plaza de los prostituyentes», en junio de 2007 y en tiempos en que no había ni dinero ni guión para hablar de «trata».
La concepción
La proyección del video «Gustavo Benedetto, presente», del canadiense Avi Lewis dejó en claro el parto de lavaca: el 19 y 20 diciembre, en la calle. Ese registro fílmico fue otro espejo para sorpresa de algunos de los presentes. Fue el caso de la ahora diputada y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Victoria Donda cuando, también sentada en el piso de la sala, se encontró con su imagen frente al altar callejero con que se recordaba el asesinato de Gustavo todos los días 20, en aquellos convulsionados días de 2002.
Desde el video, la prima de Gustavo proclamaba: «Sé que Gustavo quiere vernos enteros. Y que allá arriba nos está mirando. Por eso le digo: vamos a hacer todo lo posible por intentarlo». De lo que hablaba Adriana en aquel entonces y una vez más era de la lucha por la memoria y contra la impunidad. Contra la violencia de Estado y el cerco mediático. ¿De dónde sacamos fuerzas para intentarlo?, se preguntó en voz alta una de las fundadoras de lavaca. La respuesta llegó con la poesía de Daniela Andújar, quien cerró esa fiesta de apertura recitando el poema que le dedicó a sus amigas y amigos de lavaca: Ojalemos. Dice así:
OJALEMOS!!!
OJALEMOS CON LAS GLÁNDULAS
OJALEMOS CON LOS BRAZOS
OJALEMOS CON LOS ABRAZOS
EXTENDIDOS
EXTENDIBLES
OJALEMOS A LA HORA DE DORMIR
OJALEMOS AL PASO
OJALEMOS AL ATARDECER
OJALEMOS INCLUSIVE
CUANDO
LA VIDA SE PONE FLÁCCIDA
OJALEMOS AUNQUE TARDE
OJALEMOS AUNQUE EL HORIZONTE ESTÉ HERIDO POR ESCUADRAS
OJALEMOS CONTRA LOS ESCUADRONES
LOS DEL TERROR
Y LOS DEL COMEDOR
OJALEMOS CON LAS AMAZONAS REFORESTANDO
NUESTRO ORGULLO DE BOMBACHAS
OJALEMOS BORDÁNDONOS LA FRENTE CON LA LOCURA QUE NOS CURA
OJALEMOS FALOPEADOS DE DULZURA, JOLGORIOSAS DE PRIMAVERA,
OJALEMOS CON TODOS LOS ARTISTAS
QUE AGUJEREAN LAS PAREDES CON VENTANAS…..
OJALEMOS POETICANDO SIN REMEDIO,
OJALAR CON LA LAVANDINA Y CON LA WEB
OJALAR CON LA REJILLA Y CON LA PUNTILLA,
CON CADA MEDIALUNA SERVIDA PARA NO SERVIR
OJALAR CADA COMIDA, CADA CAFÉ, CON FE EN CADA COSA,
CADA COSA OJALADA SE VUELVE BRILLO,
UN ABRAZO HASTA EL OTRO ABRAZO,
UN ABRAZO QUE DESCOMPONGA LA SOLEDAD,
OJALAR EN SÍ, YA ES JÚBILO,
YA ES REVANCHA CUMPLIDA
YA ES ALGUNA GRACIA ALCANZADA
MU, NOS DESEAMOS TODOS LOS OJALÁS QUE FESTEJEN UNA Y MIL VECES
UNA VIDA QUE VALGA LA ALEGRÍA, NO LA PENA,
ASÍ QUE FELIZ VIDA AL TERRIORIO MU,
DONDE LAS UTOPÍAS SE COSEN BAILANDO….
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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