Nota
Un emporio del shopping aprovecha la pandemia para intentar reinstalar la megaminería en Esquel
La minera canadiense Yamana Gold informó la firma un acuerdo con un grupo argentino encabezado por Eduardo Elsztain para resucitar en Esquel el proyecto Suyai, de extracción de oro. La actividad está prohibida en la provincia de Chubut desde que en la propia Esquel, justamente, se produjo un plebiscito (marzo de 2003) que rechazó por el 82% de los votos la intención de instalar una minera, en aquel entonces Meridian Gold. Un whatsapp que llega desde Esquel con la noticia plantea a lavaca tres palabras: “Otra vez sopa”.

Elsztain es propietario de IRSA, el grupo de bienes raíces más grande de Argentina con shoppings como los de Abasto y Alto Palermo, Patio Bullrich, el hotel Llao, Cresud (un millón de hectáreas de campos) y un tercio del Banco Hipotecario, entre muchas otras cosas. “El extractivismo urbano, sojero y financiero, busca ahora también ser minero” plantea en la nota que reproducimos más abajo el sitio No a la Mina.
Elsztain ya viene incursionando en la minería en Salta, San Juan, Río Negro y Santa Cruz a través de la empresa Austral Gold, y tiene el control del mayor grupo económico de Israel, el IDB (Israel Discount Bank).
Mientras el mundo está pendiente de la pandemia, Yamana Gold informó que Elsztain, con su socio Saúl Zang, invertirá 2 millones de dólares para incorporarse al proyecto como primer paso para llegar a un 40% del paquete accionario.
¿Cuál será la función de los nuevos socios? Explica Yamana Gold: “El grupo argentino asumirá la responsabilidad de todos los asuntos ambientales, sociales y de gobierno (ESG) y, en particular, liderará los esfuerzos de permisos destinados a avanzar en el proyecto a través de sus diferentes etapas de desarrollo”. La traducción obvia de la oración es: lobby. Elsztain será el encargado de intentar que el hasta ahora fracasado proyecto de Yamana Gold pueda realizarse.

Puede recordarse que en diciembre pasado el presidente Alberto Fernández anunció que se lograría avanzar con la minería tanto en Chubut como en Mendoza. Lo hizo en una reunión ante la Asociación Empresaria Argentina, al hablar ante figuras como Paolo Rocca (Techint), Héctor Magnetto (Clarín) y Eduardo Elsztain, entre otros.
Pese a esas efusiones, la maniobra para derogar la ley mendocina chocó con una histórica movilización social que frenó la avanzada minera, como lo reflejó la revista MU: https://www.lavaca.org/mu145/el-mendoaguazo/
En el caso de Chubut la noticia llega a una provincia arrasada por la crisis que mezcla años de macrismo, el gobierno o desgobierno del señor Mariano Arcioni, y la pandemia: una estrategia típica de lo que Naomi Klein llamó “La doctrina del shock”, que las corporaciones utilizan con aval estatal para incrementar poder, concentración y ganancias, y avanzar con proyectos extractivos ante sociedades shockeadas por otros problemas. La argucia de la empresa consiste esta vez en presentar a Suyai como un proyecto subterráneo que no utilizará cianuro.
Todo indica que se avecina nuevamente una situación conflictiva ya que la ciudadanía de Esquel y de Chubut ha rechazado históricamente este tipo de proyectos en tanto no cuenten con licencia social.
Han sufrido fraudes legislativos (https://www.lavaca.org/notas/fraude-a-cielo-abierto-la-maniobra-para-habilitar-la-mineria-en-chubut/), represiones estatal/patoteras, (https://www.lavaca.org/notas/violencia-minera-en-chubut-patotas-de-la-uocra-golpean-a-vecinos/)
Y hasta espionaje a los asambleístas por parte de la Agencia Federal de Inteligencia (https://www.lavaca.org/notas/esquel-espionaje-de-organismos-de-inteligencia-contra-vecinos-y-ley-antiterrorista-contra-los-mapuche/)
Un primer síntoma de lo que se viene es esta nota del prestigioso sitio web No a la Mina, uno de los principales referentes informativos internacionales sobre la cuestión minera en la Argentina y el mundo, que reproducimos íntegramente.
Mineras acechan Esquel: Yamana formó una sociedad para el proyecto Suyai
La minera canadiense informó que cerró un acuerdo con Eduardo Elsztain y con Saúl Zang, empresarios argentinos que obtendrán participación en el emprendimiento si logran modificar el conjunto de leyes que prohíben la actividad y sobre todo, si no se chocan contra un pueblo que ya demostró saber defender su territorio.
Por: Noalamina.org
Repasamos la historia del proyecto, su cambio de nombre y quiénes son los empresarios que hoy apuestan a concretarlo.
Yamana Gold y Suyai
Yamana Gold es una empresa multinacional con sede en Canadá, ya conocida en Argentina. Es propietaria de los yacimientos y proyectos Cerro Moro en Santa Cruz, Gualcamayo en San Juan, Agua Rica en Catamarca (frenada por la justicia tras una demanda presentada por la población) y el proyecto Suyai. También participa en un 12% en La Alumbrera, empresa con denuncias por contaminación y fue señalada en Chile y Honduras por filtraciones en sus yacimientos.
Suyai, es el nombre con el que la empresa presenta internacionalmente al proyecto en el Cordón Esquel. En 2011 los vecinos se percataron que se estaba promocionando a escondidas el proyecto ya rechazado por el famoso plebiscito de 2003 y prohibido por legislación provincial ese mismo año. Además, el proyecto se encuentra en un área roja protegida por la Ley de Bosques y viola la Ley de Glaciares según estudios independientes sobre permafrost.
El cambio de nombre es una estrategia más de mineras y gobiernos que no se dan por vencidos: en 2014 intentaron hacer de la Iniciativa Popular una ley minera, en 2018 el ministro Juan José Aranguren ofreció a Esquel en una feria minera en Canadá; en 2019 el gobierno saliente agregó a Chubut en el Catastro Minero Unificado y el gobierno entrante le dijo a empresarios que “habían logrado” la explotación minera en Chubut. Pero las leyes siguen vigentes, y aún no han logrado nada.
Nuevo intento: esta vez con nuevos socios “locales”

Yamana Gold anunció la firma de un acuerdo en el que un grupo empresario argentino, pagando un monto inicial de dos millones de dólares asumirá la responsabilidad de todos los asuntos ambientales, sociales y de gobierno y en caso de lograr la aprobación del proyecto, tendrá derecho a adquirir hasta un máximo de 40% de participación en el mismo. Es decir, que el grupo local se jugará la obtención de la licencia social, el permiso ambiental, la modificación de las leyes provinciales y todo lo que las sucesivas empresas propietarias del proyecto (Meridian Gold y Yamana Gold) no han podido conseguir desde 2002 a la fecha.
¿Y quién es este grupo? Se trata de la compañía de bienes raíces más grande de Argentina (shoppings de Abasto, Alto Palermo, Patio Bullrich y el Hotel Llao entre otros), que tiene destacadas inversiones bancarias (un tercio de Banco Hipotecario) y agrícolas (Cresud + un millón de hectáreas). El extractivismo urbano, sojero y financiero, busca ahora también ser minero. En el país lo conocemos como IRSA (Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima), pero tiene fuerte participación en la Bolsa de Nueva York así como en la conducción de uno de los tres primeros bancos de Israel, país donde más apostó en los últimos años con cadenas de supermercados, negocios inmobiliarios y desarrollo tecnológico.
Su presidente, Eduardo Elsztain uno de los hombres más ricos del país y su vicepresidente Saúl Zang han sido premiados en el mundo empresario por cotizar en alza en las bolsas en los últimos 25 años. Se trata de empresarios ávidos en aprovechar las oscilaciones económicas para comprar cuando los precios son bajos y vender después: Elsztain conoce bien la famosa frase de que las crisis son oportunidades. Esto puede ser cierto para empresarios como él, más que para quienes realmente sufren las crisis.
Un contexto para que los especuladores especulen
En plena pandemia, el mundo capitalista parece que se desmorona. Pero en realidad, muchos están ganando y las ganancias para algunos no se detienen, incluso pueden aumentar. En momentos de incertidumbre, las propiedades y los metales preciosos se presentan como la posibilidad de inversión frente a la incertidumbre: su precio no se desploma. Esto hace que, mientras el precio del petróleo se derrumba a niveles históricos, el valor del oro sube, y empresarios comienzan a interesarse en proyectos que hasta hace poco se veían inviables, como el de Esquel, donde asumieron hoy la gestión de relaciones comunitarias y se comprometen a la obtención de los permisos legislativos y ambientales de los que hoy carecen.
La situación a nivel provincial en Chubut es angustiante. Problemas estructurales, históricos, nos han llevado a una crisis que los gobernantes se esfuerzan en empeorar. En estos últimos tres años, casi ininterrumpidamente, el gobierno ha empobrecido a sus trabajadores y retrasado el pago de salarios llevando al resto de la economía provincial al colapso. La toma de deuda provincial actúa como lo hace en todo el viejo tercer mundo: la deuda se fuga, no se invierte, y se paga exportando naturaleza, condicionando el territorio a más deuda. La caída histórica del precio del petróleo parece llegar como el tiro de gracia hacia una provincia a la que pareciera, se le busca imponer la megaminería como una salida que sabemos que no es tal. Y sino, basta mirar las provincias mineras que lejos están de ser ejemplo de desarrollo y bienestar.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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