Nota
Un triunfo de La Resistencia: el tambo cooperativo frenó el desalojo
La Corte Suprema de la provincia de Santa Fe suspendió provisoriamente la orden de desalojo contra el tambo cooperativo La Resistencia de Nuevo Alberdi, Rosario, que debía concretarse mañana. Hoy se realizará un festival en Ciudad Futura para celebrar el triunfo y seguir reclamando una solución definitiva.
El último tambo de la ciudad de Rosario, Santa Fe, se llama La Resistencia: pocas veces un nombre fue tan consecuente con su destino.
La Resistencia es una cooperativa de gestión social de 7 hectáreas, ubicada en el barrio Nuevo Alberdi: las últimas 250 hectáreas de campo en la ciudad, y el botín más deseado por los especuladores inmobiliarios que quieren generar diversos negocios privados amenazando también a las 200 familias que viven allí.
Los empresarios, que venían impulsando aprietes y el desalojo, sufrieron una dura derrota ayer, cuando la Corte Suprema provincial admitió el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido para la Ciudad Futura, que participa de la gestión del tambo, y suspendió por unanimidad la orden de desalojo cuya fecha límite estaba prevista para mañana, jueves 8 septiembre.
La medida del máximo tribunal de Santa Fe dejó en suspenso el fallo de la Cámara de Apelaciones, cuya aplicación, no obstante, era de difícil cumplimiento por el rechazo que generaba. Para resistir la expulsión, se había organizado un festival y vigilia en el tambo con, entre otros, las actuaciones de Bruno Arias y el cantante rosarino Homero Chiavarino.
El festival se realizará igual, hoy a las 17 horas, para celebrar la decisión judicial y reclamar la suspensión definitiva de la orden de desalojo.
El mismo había sido promovido por la empresa Cimar S.A., de Mario Jáuregui, que, aparentemente, quiso emular las delirantes propuestas de aquellos que venden lotes en la Luna: aunque no poseía la propiedad de las tierras, vendía los terrenos.
Al leer la sentencia de la Corte, más de un buitre inmobiliario habrá dicho “qué mala leche”, lamentándose. Pero justamente la buena leche –la que más paga al productor, industrializada allí mismo en una mini planta láctea que le da valor agregado en origen– y el concepto que sustenta el proyecto –concebir a las periferias como un lugar de producción integrado a la comunidad para, así, discutir el modelo de ciudad y desarrollo urbanístico– son las que produjeron el enorme consenso social que salió en su defensa.
El fallo de la Corte no es, en efecto, fruto del azar, sino un triunfo de la movilización que generó la defensa del tambo, paradigma de un modelo de producción justa y sustentable.
No es, tampoco, el triunfo de un sector político determinado ya que su defensa fue asumida por buena parte de la comunidad y viralizada a través del lema “La Resistencia somos todos”.
La Resistencia es, entonces, mucho más que un tambo: es un ejemplo de lo que la construcción colectiva puede hacer.
Es un estornudo: contagia. Y lo hace en la cara de un patrón que intenta asociar el concepto de lo narco a la palabra periferia.
Por eso, La Resistencia es un territorio sin patrón que corporiza una disputa de época: comunidad versus corporaciones.
Y, por eso, también, es necesario adentrarse en sus vericuetos.
La leche vale más que un palo verde
Antonio Salinas es uno de los integrantes de Ciudad Futura que hace años está ligado al tambo. Desde Rosario, celebra el fallo del máximo tribunal provincial: “Es una buena noticia. El fallo es un manto de legitimidad para la resistencia y para seguir produciendo esa tierra”.
La sentencia de la Corte se generó a partir de un recurso de queja en rechazo a un fallo previo de la Cámara de Apelaciones, que había revocado una suspensión del desalojo por cinco años, dictada en primera instancia, basada en la Ley 13.334.
Dicha norma provincial establece que no pueden desalojarse unidades productivas familiares. Si bien la Corte ratificó el fallo original y frenó el desalojo, aún resta que se pronuncie sobre la cuestión de fondo.
Juan Monteverde es concejal de Rosario y uno de los referentes de Ciudad Futura. También se refiere a la resolución judicial: “La Corte dio admisibilidad al planteo ya que la decisión de la Cámara era arbitraria e inconstitucional”.
Lo que está por debajo del fallo judicial, y explica buena parte del resultado, es el poderoso trabajo desplegado –en el tambo y fuera de él– para exponer todo lo que está en juego a partir de esta situación puntual.
“La idea del tambo representa un ejemplo de lo que planteamos sobre las ciudades: que no sólo tienen que ser un lugar de consumo”, sostiene Tomás Monteverde, el hermano de Juan y también parte de la organización ligada a La Resistencia.
El lunes, antes del fallo de la Corte, Tomás estuvo en Buenos Aires para recoger algunas adhesiones frente a la orden de desalojo. En ese marco, también, propuso pensar el asunto más allá de la cuestión puntual: “La discusión del tambo grafica la lógica inmobiliaria avanzando sobre derechos sociales. El tambo resiste a eso: además de querer seguir produciendo, es un ícono de una forma de entender qué tipo de ciudad queremos. Se trata de la última área de tierra que queda en Rosario. Todo alrededor está lleno de emprendimientos inmobiliarios: al lado del tambo está el country Palo Verde, en el que viven funcionarios del gobierno».
El sistema
La cuestión que señala Tomás Monteverde expone la matriz del conflicto: quién define el diseño y la función de las periferias: ¿el mercado? ¿El Estado? ¿El vínculo espurio que establecen entre ambos? ¿Qué grado de participación tiene la comunidad? La matriz lleva el conflicto a la raíz: al origen.
El tambo La Resistencia surgió hace 40 años, fundado por Alberto Rodríguez. Dos décadas atrás, dejó el emprendimiento en manos de un empleado suyo, Oscar Licera, quien lo gestiona desde entonces. Cuando los integrantes de Giros, el movimiento social que fue el preámbulo de Ciudad Futura, comenzaron a militar en el barrio, conocieron a Oscar. A la par, se enteraron de los aprietes que sufría para despojarlo del lugar. La maniobra incluía una estafa: el comodato que Jáuregui, haciéndose pasar por el dueño de las tierras sin ningún documento que lo probara, le hizo firmar. Según ese curioso documento, el empresario le cedía al tambero la tenencia de las tierras en las que el productor ya tenía derechos.
Una estafa.
Tras ello, Jáuregui intentó todo tipo de maniobras para expulsar a Licera. Otros empresarios ligados a medios de comunicación rosarinos –La Capital– también quisieron meterse para sacar tajada. Varios miembros de Giros se mudaron al tambo para anticiparse a un posible desalojo y acompañar a Oscar.
Estaba empezando a nacer La Resistencia.
Tomás aporta pistas para comprender el embrollo: “En todo el expediente judicial no hay ningún documento que certifique que Jáuregui ni los otros empresarios que aparecieron después sean los dueños de ese lugar”. Más: “A lo largo del juicio, descubrimos que esta situación puntual es, en realidad, el modus operandi que tienen varios especuladores: van a un tipo como Oscar, que hace 20 años vive y labura ahí y tiene derechos adquiridos; le hacen firmar un comodato que, al vencer, les permite quedarse con esos derechos posesorios. Hacen un juicio por desalojo, la Justicia actúa por inercia, el que firmó el comodato se tiene que ir y con ese comodato vencido, automáticamente empiezan a hacer todos los trámites para quedarse con el título de propiedad definitiva”.
Ésa situación se repite en otros casos similares.
La vaca atada
El desarrollo del tambo merece dimensionar qué es lo que se quiere desalojar. Con tiempo y trabajo, La Resistencia atravesó un período de tecnificación y mejora de la capacidad productiva. Con financiamiento nacional de la gestión anterior, crearon una fábrica de dulce y otra de quesos, frente al tambo, lo que convirtió al lugar en una unidad de producción. Oscar y otros vecinos del barrio formaron una cooperativa –La Resistencia– que en medio de la actual crisis del sector lácteo produce entre 400 y 600 litros de leche por día, de los cuales se industrializa la totalidad para elaborar quesos y dulce de leche.
Pensando en un modelo de ciudad, crearon un mundo nuevo.
Esta es, también, otras de las facetas del tambo: él éxito de su modelo social de gestión, que también se verifica en la comercialización: generaron una red de socios que compran una canasta mensual de productos. Además, Ciudad Futura armó una cadena de distribución denominada Misión Antiinflación, que elimina intermediarios y permite comercializar el grueso de la producción a precios económicos.
Con estos elementos sobre la mesa, lo que se intenta desalojar no es sólo un tambo de la periferia de Rosario, sino un modelo de producción colaborativa que, junto a los vecinos del barrio, resiste la codicia de diversos proyectos inmobiliarios que aspiran a la especulación más salvaje.
Un dato más enmarca la avidez por esas tierras de Nuevo Alberdi: la zona es inundable. “El negocio está montado a partir de la inundabilidad –narra Tomás. Los operadores inmobiliarios cuentan con la información de qué zonas van a dejar de ser inundables a partir de determinada acción de gobierno. Una zona que cambia su rótulo de ‘inundable’ a ‘urbanizable’ aumenta su valor 1000 por ciento: ahí está el negocio”.
Agrega: “No es sólo el negocio de un par de gente, es un sistema. Esos terrenos se valorizan si el Estado hace cosas para que dejen de ser inundables. ¿Quién se queda con el valor urbano que se genera a partir de la debida intervención del Estado: la sociedad o un grupo empresario?”.
La respuesta explica por qué La Resistencia tiene un nombre exacto y por qué es mucho más que un tambo que produce quesos y leche.
La Resistencia es la comunidad.
Nota
Megaminería, patotas y Cornejo junto a Milei: la asamblea de Uspallata resiste al proyecto San Jorge
En la localidad mendocina de Uspallata el gobierno provincial junto a la multinacional Solway -radicada en paraísos fiscales, con denuncias de contaminación y agresión a pobladores originarios de Guatemala- buscan imponer (otra vez) el proyecto minero San Jorge, rechazado por la comunidad desde hace más de 15 años. Esta vez la ofensiva se dio a través de la represión (patota de la UOCRA, un vecino detenido y varios allanamientos), y la censura. El rol de la Justicia, los daños y perjuicios de la megaminería en una zona cordillerana y de glaciares, y la resistencia de un pueblo que sigue de pie: “Sin licencia social no hay minería”. El agua como recurso estratégico, y la figura del gobernador Cornejo, que mientras tanto se encuentra junto a Karina Milei en la «feria minera más importante del mundo en Canadá».
Por Francisco Pandolfi
Uspallata es una localidad del departamento de Las Heras, en el norte de Mendoza, que está a 120 kilómetros de la capital provincial y a 90 del paso fronterizo con Chile. Es un sitio estratégico: pasa la ruta del Mercosur. E histórico: albergó el Paso Sanmartiniano y el Camino del Inca. Uspallata es el pueblo argentino más grande a menor distancia del cerro Aconcagua (62 km). Y es, también, el epicentro donde el gobierno mendocino junto a la empresa multinacional Solway Holding, buscan imponer (por enésima vez) un proyecto minero de cobre, oro y plata, sin la licencia social y pese a la vigente Ley 7.722 que regula la actividad minera, prohibiendo el uso de sustancias tóxicas para el cuidado del ambiente y el agua.
Al proyecto minero San Jorge (PSJ) intentan instalarlo desde 2007, y es desde ese entonces que tiene la resistencia de la población. A inicios de este año volvió la ofensiva gubernamental y empresarial, sostenida en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Volvió con la fuerza de los millones, y también de la censura y la represión.


¿Qué está pasando en Mendoza?
A fines de enero se inauguró en Uspallata una oficina de la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros, en un acto al que acudieron empresarios del sector, legisladores y funcionarios provinciales y municipales, así como el intendente de Las Heras, Francisco Lo Presti. Nora Moyano tiene 73 años e integra la Asamblea de las Heras por el Agua Pura de Mendoza. Le dice a lavaca: “El intendente, que en un año de gestión no fue nunca a Uspallata para conocer las necesidades de la gente, apareció para este acto acompañado por la patota de la UOCRA. Vinieron a amedrentar a las vecinas y vecinos de Uspallata en contra de la minería. A uno de nuestros compañeros la patota de la UOCRA se le vino encima, le rompió el tabique, y un vecino comerciante, para evitar que le siguieran pegando agarró un matafuegos de un negocio y le tiró el polvito (sic) para que se fueran”. Agrega Nora: “Este vecino se llama Mauricio Cornejo y el lunes 24 de febrero iba caminando por la calle del pueblo y lo detuvieron. Desde ese día está preso. A eso hay que sumarle varios allanamientos a vecinos de las asambleas. Es una locura lo que está pasando. Es tal la ambición y codicia que avanzan y ya no respetan ni las mínimas leyes de nuestras libertades democráticas. Defender el agua y los bienes comunes no es delito. Delito es llevar a la patota de la UOCRA a pegarle a los vecinos”.
El artículo 213 bis
Eugenia Segura conforma la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata, que denuncia la persecución del gobierno provincial con Alfredo Cornejo (UCR) al mando. Alfredo y Mauricio tienen el mismo apellido, pero no son parientes. Uno es el gobernador de Mendoza. Otro, está preso. Eugenia dice que “el foco y el ojo” de lo que pasa en su pueblo “hay que ponerlo en el artículo 213 bis del Código Penal”. Explica el por qué: “La figura penal que se agarran para detener a Mauricio apunta a convertir toda forma de protesta y organización en algo que puede ser tildado de terrorista; no importa si hacés algo que esté contra la ley o no, igual te pueden imputar porque hay un otro que se supone hizo algo ilegal y es de tu organización, lo cual debería ser completamente inconstitucional. Es inadmisible que corran el arco de los derechos humanos como lo están haciendo”.
El artículo 213 bis fue incorporado al Código Penal en 1984 y refiere al delito denominado de “prepotencia ideológica”, y apunta contra quien “comete, organiza o toma parte en agrupaciones que tengan por objeto principal o accesorio imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor”. La pena es de 5 a 15 años de prisión.
Exclama Nora Moyano: “Estamos sufriendo una persecución y en esta peligrosidad nos encontramos. No puede ser que a tantos años de recuperar la democracia todavía esté en vigencia un artículo que nos quieren aplicar a todos los que somos de las asambleas socioambientales por defender el agua y los bienes comunes”.
Censura
En el marco de un ciclo de cine y ante la ofensiva minera, el 14 de febrero se iba a proyectar en el Club Gimnasia y Esgrima de Mendoza, el documental “HAM, historia del agua en Mendoza”, sobre cómo el pueblo revirtió la derogación de la Ley 7722 en 2019, que además de la decisión del entonces gobernador Rodolfo Suárez (UCR), también contaba con el apoyo del presidente de la Nación, Alberto Fernández (PJ).
Se iba a proyectar, hasta que desde parte de la comisión directiva del club la dieron de baja por ser una película “politizada”. Rápidamente se consiguió otro lugar (la radio comunitaria La Mosquitera), pero no cesó el hostigamiento. Bernardo Blanco es el director de HAM y le cuenta a lavaca: “Desde temprano se empezó a presentar la policía y a preguntar si iba a realizarse una manifestación por el agua o qué íbamos a hacer. Primero vinieron dos agentes, luego cuatro y después ya eran nueve. ¡Un montón! Tenían la intención de entrar y pudrirla”. A partir de este nuevo amedrentamiento, se pensó la idea de hacer funciones simultáneas de HAM: el sábado pasado se realizaron 29 en Mendoza y 46 en todo el país. Dice Bernardo: “Fue muy fuerte la respuesta de la gente en todo el país. Esto va más allá de los nombres propios y de la película, lo interesante es el fenómeno social/cultural/político que se pone de manifiesto con tantas proyecciones simultáneas”.
HAM es un documental independiente que “cumple la ley de cine, califica apta para todo público y tuvo su estreno en salas comerciales. Esto lo digo para acentuar aún más los intentos de censura y la presencia policial”, destaca el director.
HAM puede verse de manera gratuita en la plataforma BAFilma.
El fondo de la cuestión
¿A qué se oponen quienes se oponen al proyecto San Jorge?
Nora: “Nuestra provincia tiene agua por el deshielo de los glaciares de la Cordillera de los Andes. Por ella vivimos, cultivamos; por ella ustedes conocen la vid de la que hacemos el vino. Eso defendemos: el agua, nuestros bienes comunes, nuestros glaciares. Con los explosivos que usan en la megaminería van a destrozar las vegas alto andinas (pequeños oasis en el desierto). El polvillo que generan no se auto consume y en esa zona de vientos fuertes irá hacia los glaciares. La contaminación no sólo afectará a Uspallata: el río Mendoza es una cuenca que atraviesa toda la provincia y cuyo cauce desemboca en Neuquén, Río Negro, La Pampa y el sur de la provincia de Buenos Aires”.
Eugenia: “Uspallata es un pueblo de montaña que está en un valle. En Mendoza tenemos solamente tres oasis, el norte, el centro que es el valle de Uco y el sur. En el norte, donde está Uspallata, nace el río Mendoza que abastece al Gran Mendoza, donde vive la mayor parte de la población; más de un millón de habitantes beben de ese río, que riega las más de 250 mil hectáreas de malbec y que también sostiene el cuarto polo industrial del país. Uspallata se ubica en las nacientes de este río que el proyecto megaminero va a contaminar. Estamos protegiendo el área natural Uspallata- Polvaredas, patrimonio cultural, natural, paisajístico, un lugar bellísimo. Lo estamos haciendo desde hace más de 15 años de manera pacífica, y así seguiremos”.

Nora Moyano (a la izquierda) y parte de la Asamblea de las Heras por el Agua Pura de Mendoza, en una de las movilizaciones en Uspallata.
El rol de la Justicia
Otro actor clave en este conflicto es la Corte Suprema de la Nación, que en 2021 se hizo eco de la apelación de la minera San Jorge ante la ley 7.722 y declaró inconstitucional un puñado de palabras del artículo 1, que hacía referencia a la prohibición de “otras sustancias tóxicas similares”.
Este era el Artículo 1° completo:
A los efectos de garantizar debidamente los recursos naturales con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico, se prohíbe en el territorio de la Provincia de Mendoza, el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo.
La Corte Suprema eliminó el “otras sustancias tóxicas” y consideró constitucional el resto de la ley. ¿Qué permite esa eliminación? Detalla Nora: “El fallo facilita la explotación de proyectos mineros que utilicen otras sustancias también muy contaminantes y dañinas para la salud, como el xantato, la poliacrilamida y otras, que están incluidas en la ley de residuos peligrosos y son prohibidas. Son tan graves como el cianuro y el mercurio, así que ahora está abierta la puerta para que revienten nuestra cordillera, nuestra montaña, pasarla por una sopa química por el proceso de flotación a través del xantato o la poliacrilamida”.
Daños y perjuicios
¿Qué perjuicios trae el Xantato? Enumeran desde las asambleas:
-No sólo es altamente tóxico para la salud humana y de animales y plantas, sino que además es muy inflamable, explosivo y reactivo.
-Su combustión produce gases irritantes, corrosivos y/o explosivos.
-Reacciona violentamente al contacto con el agua y el dióxido de carbono, generando disulfuro de carbono, más tóxico aún.
-La inhalación de subproductos gaseosos de sus reacciones al contacto con el agua y el aire puede causar lesiones o la muerte.
-El contacto con la piel u ojos puede causar severas quemaduras.
-Las fugas pueden causar contaminación.
Retoma Nora: “El gobierno mendocino está tocando las leyes ambientales para adaptarlas a este negocio. Por ejemplo, el código de minería lo reformó Cornejo a sus intereses; tampoco cumplen la ley de glaciares, ni de bosque nativo. Sólo arrasan y arrasan. También acaban de presentar el plan maestro donde se revierten las históricas prioridades de la Ley de Agua, (que data de 1884 en Mendoza), y que establece que primero está el consumo humano, el riego agrícola, los árboles, las industrias, no la minería. Si llegaran a votarlo en la Legislatura, que es lo más probable porque casi no hay oposición, el gobernador tendrá la potestad de hacer lo que quiera y eso será gravísimo para los mendocinos. Están constituyendo, como decía Jauretche, un nuevo estatuto legal del coloniaje”.
La preocupación en Nora se le nota en su habla acelerada. “No tenemos problemas con la minería común, tanto la ripiera, como la cementera. Estamos en contra de la megaminería metalífera hidrotóxica que llevan adelante megacorporaciones internacionales como Solway, que además de estar radicada en paraísos fiscales, tiene denuncias de contaminación y agresión a pobladores originarios de Guatemala. A esa gente no la queremos. No queremos su violencia. Y como decimos junto a Víctor Jara, tenemos derecho a vivir en paz”.

Viernes 7 de febrero, Ciudad de Mendoza. Manifestación contra el proyecto minero San Jorge.
Un pueblo de pie
El pueblo mendocino dio una lección en 2019 de cómo organizarse (y vencer) al tándem lobby minero y apoyo estatal. En aquel entonces, enormes movilizaciones en toda la provincia torcieron la votación de diputados y senadores en sólo 10 días. Seis años después, Mendoza vuelve a estar en alerta. Cuenta Nora: “A raíz de todos estos atropellos volvimos a salir a la calle. Hicimos multitudinarias manifestaciones en Uspallata y en la Ciudad Capital. A mucha gente le parece increíble que nuevamente quieran hacer lo que no lograron en el 2019, pero hay motivos”. Describe: “Tenemos un gobernador lamebotas del presidente, que hasta salió a defender lo que dijo Milei sobre el saludo nazi de Elon Musk. Así de bestial. Cornejo es un alfil de Milei y hay muchos intereses económicos por encima de las necesidades y decisiones de nuestro pueblo. Volvieron a la carga porque sienten que tienen más poder aún que antes, por la ligazón con la Casa Rosada”.
Cornejo acompañó a la Ley Bases, al Rigi y al Pacto de Mayo. Ahora mismo, al cierre de esta nota, está en Canadá junto a la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y otros cinco gobernadores (San Juan, Catamarca, Jujuy, Santa Cruz y La Rioja) en la PDAC 25, la feria minera más importante del mundo.
Cierra Nora: “Cornejo durante todos estos años generó una especie de suma del poder público: tiene a su favor el poder judicial y también el legislativo, que le vota todo. Construyó una red muy fuerte de contención, y al frente de toda esa telaraña estamos nosotros, de pie, nunca arrodillados. Y así seguiremos, defendiendo nuestro patrimonio, defendiendo lo que es nuestro”.
Nota
57 femicidios en el año, infancias huérfanas cada dos días: Informe mensual del Observatorio Lucía Pérez

Según datos del Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez, hubo 26 femicidios durante febrero, contabilizando un total de 57 en los dos primeros meses del año. Estos crímenes dejan, a la vez, un saldo de 35 infancias huérfanas. Si bien existe una ley que obliga al Estado a brindarles una protección integral económica, de acompañamiento y de acceso a la salud, desde que asumió la actual gestión no se otorgó ninguna: la Ley Brisa no se cumple. Los otros indicadores de la violencia patriarcal de este 2025: 43 intentos de femicidio, 15 desaparecidas, 595 funcionarios denunciados.
El cuerpo de Carolina Ríos, 43 años, fue encontrado por una de sus diez hijas. Maite y Carolina, las mayores, le pidieron luego a la prensa que difundiera este mensaje : “Necesitamos ayuda para poder criar, vestir y mandar a nuestros hermanitos a la escuela. Hoy estamos destruidas, y hacemos todo lo posible para seguir adelante y no quebrarnos ante nuestros hermanos menores».
Tres días antes asesinaban a Ailén Oggero, de 32 años, delante de sus hijos de 11 y 4 años. El mayor fue quien avisó del crimen a los vecinos.
A Otilia Cubilla Jara, de 65 años, también la encontró asesinada su propio hijo.
Estos son solo tres de los 26 femicidios y travesticidios que ocurrieron durante febrero.
Una síntesis de la violencia que marca los dos primeros meses del año:





Toda la información sobre cada uno de estos casos está disponible en la web del Observatorio Lucía Pérez, el primero y único autogestionado y público.
Una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por nuestra cooperativa.
Nota
Trabajadores de Morvillo toman la fábrica tras el anuncio del cierre de la planta, que implica 200 despidos

Una histórica empresa gráfica de Avellaneda -donde se imprimen títulos de la editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias– anunció su cierre dejando a 200 trabajadores en la calle. Se enteraron por un comunicado pasadas las once de la noche del martes y la respuesta fue unánime: ingresaron a la imprenta e iniciaron una permanencia pacífica en defensa de los puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la firma faltó a la audiencia. Los argumentos empresariales de caída de la producción y los argumentos obreros: “Somos las principales víctimas de esta situación”.
Por Lucas Pedulla
El obrero gráfico Enrique Andina terminó su jornada de trabajo en Anselmo Morvillo SRL a las 22 horas y se marchó a su casa, como todos sus compañeros, como todos los días. Muchos estaban llegando a sus hogares cuando pasadas las 23 horas les llegó un comunicado de la histórica imprenta, que terminaba de la siguiente manera:
“Con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante. Sabemos acerca del impacto, no sólo económico, sino emocional que tiene para cada uno dejar parte de nuestra historia en el recuerdo, y los relatos que hemos compartido siempre con nuestras familias. Le dejamos a cada uno de ustedes, nuestra gratitud por su invaluable esfuerzo y el deseo de que todos puedan superar este trago amargo con la capacidad de levantarse que los caracteriza”.
El texto cerraba con esta firma: “La Dirección”.
Así como llegaron a sus casas, los obreros volvieron a la gráfica, ubicada en Avellaneda, municipio al sur del conurbano bonaerense. Andina contextualiza: “Somos 200 compañeros; yo tengo 17 años de trabajo y muchos tienen más de 30 y 40 años de antigüedad. En la pandemia vivimos una situación similar pero logramos mantener nuestras conquistas. Somos la gráfica que más cobraba dentro del gremio, pero esto fue imprevisto”.
La respuesta fue unánime: los trabajadores votaron la permanencia.
Avon, papel & toma
Anselmo Morvillo SRL inició sus actividades en 1974 desarrollando folletos cosméticos. En su página web cuentan que en 1988 incorporó la primera rotativa de tecnología de punta, “única en el país en esa época”, y sumó la segunda tres años después. Cuentan que crecieron más del 70% en la segunda década de los noventa y que hoy, en su planta de 13500 metros cuadrados de Avellaneda, los folletos comerciales representan un 70% de la producción, mientras que los trabajos editoriales significan el 30% restante. Andina cuenta que, entre las publicaciones, se encuentran títulos de la Editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias.
En el comunicado que “la Dirección” les mandó a los obreros, a quienes se refirió como “queridos compañeros de tantos años”, la empresa expresó su posición:
- “Hemos atravesado las reiteradas crisis económicas de nuestro país, los cambios en el mercado gráfico con la marcada implosión por el avance tecnológico y el comportamiento poco ético de algunos de nuestros colegas competidores”.
- “Fuimos golpeados por la Presentación en Concurso de algunos de nuestros clientes y por la Quiebra de nuestro cliente número dos, ARCA Distribuidores. Luego, a la escalada de precios internacionales de la mayoría de los insumos y repuestos, se le sumó la exigencia de pago anticipado del papel y la desaparición del crédito internacional. Todas situaciones que enfrentamos con mejor éxito que muchos de nuestros colegas”.
- “En el año 2014 RR Donelley cerró su planta de Argentina, en enero de 2016 AGR también cerró sus puertas, y en enero de 2020 IPESA cerró la mayor parte de su operación”. Una aclaración: tras el abandono empresarial, Donelley fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y, hoy, es una cooperativa gestionada sin patrón.
La empresa describe un contexto “tan negativo” en el que inscribió la caída del 63% del volúmen de producción: “Avon, que como bien saben representa más de la mitad de nuestro trabajo, dejó de imprimir catálogos y mudó su comercialización a internet. Esto nos dejó en una situación económica y financiera terminal”.
Los trabajadores respondieron con la permanencia pacífica y otro comunicado que respondía los argumentos de la empresa: “Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”.
Gris de espera
Enrique Andina integra la Comisión Interna y explica: “Estamos en permanencia pacífica para preservar las fuentes de laburo. A lo largo del día se hizo presente el sindicato. Exigimos una presentación en el Ministerio de Trabajo y también hicimos un pedido de plenario de delegados para discutir con todos los delegados los pasos a seguir”.
El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no se presentó a la audiencia. “Está incumpliendo -dice Andina-. Mientras tanto, nosotros seguimos sin tener comunicación de la empresa. Tampoco atienden los teléfonos. La última comunicación oficial fue el comunicado de anoche. Eso deja un gris, porque estamos en la calle sin un mango, pero no hay un telegrama de despido ni nada”.
Los trabajadores tienen sólo rumores, desde un cierre definitivo hasta la posibilidad de la llegada de inversionistas “que reclaman despidos masivos”, según denuncian. “Se olfateaba que la situación venía rara, pero nadie pensó que todo fuera de esta manera -dice-. La convocatoria acá fue masiva, y agradecemos también que se acercaron de otras ramas, como médicos del Garrahan. La intención es difundir el conflicto y rodearlo de solidaridad para lograr lo que necesitamos, que es que la patronal se siente a discutir”.
Mientras esperan, en las próximas asambleas decidirán los pasos a seguir: “Es un golpe fuerte, pero uno tiene que estar fuerte, también, por la familia. La mayoría de los compañeros son sostén de hogar. Estamos dispuestas a lucharla hasta el final y no aflojarle hasta encontrar una solución, que es sostener las fuentes de trabajo con las mismas condiciones que teníamos hasta ayer antes de recibir el comunicado”.
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