Nota
II Foro de Revistas Culturales Independientes: Tremenda alegría
El II Foro Social de Revistas Culturales Independientes, organizado este fin de semana por AReCIA en la Manzana de las Luces, culminó con la presentación de las nuevas autoridades y un canto colectivo que, con guitarra y a capella, improvisó Ivo Ferrer con Los Tremendos, para acompañar el tema Aliento de Dragón, que dice:
“qué alegría verte sonriendo
y que estés acá, cerca de mí”.
Esa alegría es la que recorrió los tres días de este encuentro que contó con la presencia de las delegaciones de Arecia del interior del país. Editores independientes de Mendoza, Misiones, Tucumán, Bariloche, Concordia, Rosario y Santa Fe, se sumaron a los nodos de La Plata y Capital para intercambiar experiencias y organizar estrategias para nacionalizar la campaña por la urgente sanción de la Ley de Fomento a las revistas culturales independientes, que desde mayo de este año espera su tratamiento en el Parlamento.
Homenajes y nuevas autoridades
La Asamblea General de Arecia consagró por unanimidad y por consenso su nueva conducción y diseñó su organización interna. La Comisión Directiva está ahora integrada por Daniel Badenes (revista La Pulseada), Sergio Ciancaglini (revista MU), Marlene Wayar (revista El Teje), Diego Gassi (Rock.com.ar), Nahuel Lag (revista NaN), Mariela Acevedo (Revista Clítoris), Gustavo Zanella (Periódico Andén) y Julia Pomiés (revista Kiné).
Se constituyeron, además, las secretarías de Seguimiento Legislativo, coordinada por Marianne Pécora (Periódico Vas), de Fortalecimiento Interno, a cargo de Ailín Bullentini (revista NaN), de Vínculos y Relaciones Institucionales, a cargo de Laura Yanella (revista Güarnin!) y de Derechos Humanos, coordinada por Claudia Acuña (revista MU).
La Asamblea también decidió, en forma unánime, nombrar como socios honorarios de Arecia a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, y a la revista La Garganta Poderosa.

La nueva Comisión Directiva
Fin de semana agitado
La apertura de este segundo Foro Social fue el viernes y arrancó con la poderosa performance de Laura Zapata y Big Mama Laboratorio, el grupo de la villa La Cava que sacudió a los presentes. Luego, Claudia Acuña, de la revista MU, resaltó el difícil año que tuvieron que enfrentar las revistas independientes: desde el salvaje ataque a la activista del movimiento trans, Diana Sacayán, integrante de El Teje, pasando por el juicio que debe enfrentar en estos días la revista Barcelona, demandada por una defensora de genocidas; hasta el asesinato de Kevin Molina y la grave situación que atraviesa el barrio de Zavaleta, sede de la revista La Garganta Poderosa. “Situaciones que no podemos acompañar solo con un comunicado, sino con el compromiso de estar juntos en sus reclamos y acciones”. Acuña también subrayó otro de los problemas que debió afrontar el sector este año: “En este momento, las revistas culturales independientes que se comercializan en kioscos de la Capital estamos pagando 11% más que las editadas por los monopolios”.
Segundo informe sobre el sector de revistas independientes (descargar en formato .pdf)
Luego, el diputado socialista Jorge Rivas, desde la computadora que le presta su voz, resaltó que el proyecto de Ley de Fomento presentado en mayo pasado en el Parlamento y suscripto por 12 legisladores nacionales, “tiene por objeto aportar la necesaria protección del Estado a medios gráficos independientes no sólo del poder político sino también de los sectores concentrados de la economía.”

El diputado Jorge Rivas, impulsor del Proyecto de Ley
La diputada María del Carmen Bianchi confesó que lo firmó sin leerlo. “Mis asesores, que saben que jamás hago algo así, se sorprendieron, pero lo hice porque conozco la situación de este sector y también porque sentía que estaba saldando una deuda: cuando estaba al frente de la Conabip, una revista se acercó y nos contó su difícil situación y nos pidió si podíamos ayudarlos comprándoles algunos ejemplares. Lo hicimos, pero creo que contribuimos a fundirlos porque ellos tuvieron que afrontar el costo de esos ejemplares y el trámite de pago demoró años”. Se refería así a la revista Lezama, editada en 2004 por los periodistas Luis Bruchtein y Eduardo Blaustein.
El director de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi recordó las batallas que libró junto a sector para frenar la imposición del IVA en tiempos del gobierno de De la Rua y el ministro Domingo Cavallo, que cedieron a las presiones de los grupos monopólicos que lograron imponer ese impuesto, pero no pagarlo: lo descontaron de las cargas sociales. Lograron así vaciar con una sola maniobra dos cajas: la impositva y la social. “Recordé hoy, justamente, que en ese momento fatídico para el sector una de las personas que escuchó nuestros reclamos fue la diputada Margarita Ferra de Barto, que acaba de fallecer en un accidente. Basta leer esa noticia en Clarín para tener un ejemplo concreto de cómo y cuánto necesitamos una prensa seria, independiente y democrática. Cuánto necesitamos que Arecia arrecie con esas prácticas delesnables de la prensa corporativa”.
El cierre de la primera jornada estuvo a cargo de un ángel: Paloma del Cerro. “Curandera curando” sonó mágica y maravillosamente para sanar el ánimo y recuperar la alegría del encuentro.

Paloma Del Cerro
Formación y deformación
El sábado fue el turno de los talleres y work shops. Software libre, comercialización y distribución fueron los temas centrales.
Dos representantes de la Sociedad de Distribuidores de Diarios y Revistas compartieron, a cielo abierto, la situación del sector. Algunos datos:
- La Nación hace 8 años no tenía una revista. Hoy tiene más de 25. “Lo mismo pasa con otros diarios. Se han dado cuenta que tenían que crecer hacia ese negocio para dominar el circuito”.
- Hoy La Nación y Clarín dominan el 50% del mercado de venta de diarios y revistas. Ninguno de sus productos se comercializa a través del Centro de Distribución, tal cual exige la ley que regula al sector.
- Por día se distribuyen entre 60 y 70 títulos, con 350 camiones, que llegan a más de 400 los fines de semana.
- Los kioscos del circuito Capital y Gran Buenos Aires bajaron de 6.000 a 5.200 en los últimos 2 años. “Cada kiosco cerrado representa una deuda que tuvo que pagar el circuito”.
- Clarín llegó a vender 1.200.000 ejemplares. Hoy vende 140 mil. “Clarín cae por su propio peso, por la guerra mediático-política y por la falta de credibilidad”.
- Este mes La Nación impuso a los canillitas que la salida de la revista Violetta tenga un privilegio más: paga sólo el 22%, en lugar del 33% fijado por ley.
- “El IVC es un invento de los editores para salir a vender publicidad con cifras infladas”.
La recomendación de los distribuidores fue clara: “Cada revista cultural debe encontrar su propio punto de sostenibilidad. Y para encontrarlo es clave calcular la tirada en función de las posibilidades de venta, y no del costo de impresión. La imprenta te puede decir: por unos pocos pesos más, hacés el doble. Pero hay que ver si el mercado puede comprar el doble. Esto nos pasó la semana pasada con Página 12, cuando se incendió la imprenta y tuvieron que salir a buscar de urgencia otra. Esa otra les sugirió que editaran un 40% más. Y ese 40% salió a pasear: no se vendió. ¿Quién gano? La imprenta, porque el editor tuvo que pagar ese mayor costo y nosotros –distribuidores y canillitas- tuvimos de hacerlo circular sin ganar un peso, porque solo cobramos si se venden los ejemplares”.

Claudia Acuña, Presidenta saliente
Finalmente, Claudia Acuña de la revista MU, resumió la propuesta de las revistas culturales independientes de trabajar junto a canillitas y distribuidores para enfrentar juntos la crisis que produjo el modelo corporativo en este sector: “En un negocio donde todos mienten podemos aportar lo que siempre hacemos: decir la verdad”.
Antes de que el grupo D.U.H.A.L.D.E. enchufe el encuentro al ritmo del conurbano punk, una ronda resumió el trabajo de las delegaciones de Arecia del interior del país: los pasos para comenzar a organizarse, recuperar “autoestima”, visibilidad y fuerza para dar la batalla juntas y con una mismo objetivo: “la Ley es una herramienta que nos une y nos nutre”, sintetizó una de las tres revistas que llegaron desde Tucumán.

La Asamblea de AReCIA
Somos tremendos
El domingo fue el turno de la Asamblea General. Luego y en simultáneo los editores se nuclearon en tres espacios: un taller de software libre para editores, que estuvo a cargo de la rosarina revista El Eslabón, el Espacio de Pensamiento fotográfico, coordinado por Julieta Colomer y Lina Etchesuri, de la revista MU y el debate sobre la judicialización de libertad de expresión, representado por el juicio Pando vs. Barcelona. La editora de esa revista, Ingrid Beck, el especialista en Derecho Penal, Pablo Jacoby y Stella Binn, representante de Fopea fueron los encargados de resumir lo que esta demanda representa: por primera vez en democracia se retiró de circulación a una revista. Jacoby detalló que ese pedido de Pando fue rechazado por la jueza de primera instancia, pero admitido por la Cámara de Apelaciones, que ni siquiera dio lugar a que la revista objetara su fallo: procedió sin más a retirar los ejemplares de los kioscos. Ahora, con esta nueva demanda, Cecilia Pando pretende obtener 70 mil pesos “y prensa para su causa, que es la defensa de genocidas –señaló el doctor Jacoby-. Nosotros no nos oponemos a que esta gente tenga la posibilidad de dirimir sus reclamos en la justicia, que es algo que no tuvieron las personas que estos genocidas hicieron desaparecer. Lo que nos preocupa es el resultado de este reclamo, porque un fallo adverso correría las fronteras de la libertad de expresión, criminalizando la sátira.”
Los integrantes de Arecia explicaron las consecuencias que este tipo de juicio tienen sobre medios autogestionados: “El proceso mismo se convierte en una condena, porque implica dedicarle recursos y tiempo, dos factores clave y siempre escasos para un editor independiente”.
Stella Binn resumió luego la labor de Fopea en la defensa de periodistas y medios amenazados, agredidos o judicializados. Expresó la especial preocupación que tiene esa organización en estos momentos: la mayoría de las denuncias les llega desde pueblos chico y medios comunitarios. “Y en esos casos es muy difícil lograr que esa información se difunda”. Luego de compartir ejemplos concretos de estos casos y sus implicancias (“hay mucho miedo y preocupación porque muchas veces las amenazas y aprietes alcanzan a las familias de los periodistas”), el editor de una revista de Misiones, presente entre el público, confirmó con su caso tanto la situación descripta por Binn como la labor de Fopea: “A mi me detuvo la policía en medio de la cobertura de una movilización. No me dieron tiempo ni a sacar la credencial del bolsillo. Un amigo se comunicó con la gente de Fopea y fueron los únicos que reclamaron por mi detención. Me largaron, pero tardé mucho tiempo en recuperar la confianza de caminar por la calle tranquilo”.

Rodolfo Hamawi. Director nacional de Industrias Culturales
En un rincón el patio donde Mariano Moreno imprimió el primer diario criollo y anticolonial, La Gazeta, mujeres y hombres armaron una rueda alrededor de Susana Kesselman para dar comienzo a un taller sobre La novela corporal y feminismo: memorias y estereotipos que determinan cómo nos sentamos, caminamos y somos. Primero, Mariela Acevedo, de la revista Clítoris hizo reflexionar con los pies sobre conocidas frases hechas que se repiten acerca del feminismo: por ejemplo, “el feminismo es igual al machismo, pero al revés” o “la perspectiva de género es más abarcadora que el feminismo”. Cada integrante del grupo debía pararse a la izquierda o a la derecha, según si estuviera o no de acuerdo con estas afirmaciones, o en el medio si no supiera qué responder. Luego, fue el turno de ponerle el cuerpo a los ejercicios propuestos por Kesselman, que coronó el movimiento grupal con breves conceptos de Focault, Deleuze y Artaud. Se escucharon claros y profundos porque la técnica de Kesselman es esa: mover primero el esqueleto hasta hacerlo oreja, cabeza y corazón.
Así llegó la hora de bailar y cantar con Ivo Ferrer y Los Tremendos.
La hora del abrazo sin despedida, y la alegría de saber que lo que comenzó, sigue.
Fotos: Lina Etchesuri
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.