CABA
Huevos de oro
Ulises de la orden, documentalista. Desierto Verde es un viaje a las profundidades del modelo sojero. Voces e imágenes que dan cuenta de lo que está en juego y lo que está cambiando.Creyó que se trataba de una historia de ciencia ficción. Hacía poco había terminado el montaje de Tierra Adentro, su excelente documental sobre la Campaña del Desierto, y estaba buscando tema para su próximo film. La respuesta le llegó de manera alarmante: un amigo suyo, historiador, oriundo del partido bonaerense de Pergamino, le contó que su nietito había nacido con una malformación severa y que los médicos de un hospital de La Plata habían sugerido que la enfermedad podía deberse a una intoxicación crónica de la madre con agrotóxicos. Ulises quiso verificarlo. Habló con médicos y encargados de varias áreas del hospital, pero sólo encontró evasivas. De a poco, se adentró en un submundo totalmente oculto para él. Convocó a un guionista (Mariano Starosta) para que lo ayudara con la investigación. Le contó su idea y cómo quería encararla desde el punto de vista cinematográfico y político. El resultado fue un riguroso trabajo que lleva un título que lo resume todo: Desierto Verde.
Darse cuenta
El caso de las fumigaciones, las enfermedades y las muertes del Barrio Ituzaingó-Anexo, en las afueras de Córdoba Capital, fue el eje a partir del que Ulises de la Orden articuló un relato basado en una minuciosa investigación no sólo de la contaminación, la deforestación y la degradación del suelo a partir del monocultivo de soja transgénica, sino también de lo que este modelo implica desde un punto de vista político, económico y cultural. “Lo que nos estamos dando cuenta masivamente es de que la gallina de los huevos de oro es tóxica; que este modelo de producción industrial y transgénico es peligroso y produce mucho daño”, cuestiona el director. Y pregunta: “¿Cuál es el daño? ¿Cómo se produce? ¿Realmente hay daño? ¿A qué se debe? ¿Hay alternativas? Si las hay, ¿no producen daño? Todas esas voces hacen a este problema de una altísima complejidad que pude abordar de múltiples aristas”.
Voces y debates
Algunas voces destacadas del documental:
- Pat Mooney, director ejecutivo del ETC Group: “Cada vez que haya monocultivo en cualquier lugar del mundo se pone en riesgo la supervivencia de los suelos y de las personas. El monocultivo de la soja en el sur de América Latina es una tragedia latente. Dañará la disponibilidad de los alimentos a largo plazo”.
- Gustavo Grobocopatel, presidente del grupo Los Grobo Agropecuaria, conocido como el “rey de la soja”: “Cada planta se va a parecer más a una planta industrial que a una planta verde”.
- Raúl Montenegro, titular de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional de Córdoba: “Hoy en día no solamente nos enfrentamos a los plaguicidas en términos de la dosis que mata, sino que –y creo que ese es el principal problema actualmente– nos enfrentamos a la dosis crónica que no mata inmediatamente. Es la que, acumulada e interactuando con otras pequeñas dosis, incrementa las enfermedades y aumenta la mortalidad”.
- Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia: “Cuando se usan agroquímicos, eso genera riesgos. Ahí hay dos posiciones. Una es no regular y que los riesgos sean evaluados una vez que se producen los daños. A esa posición la llamamos reactiva. No es bueno, porque una vez que se causa daño a la salud o a los bienes ambientales, ya no hay retorno. Entonces la posición debe ser proactiva: regular antes para prevenir y evitar. Pero el problema fundamental es cómo se aplica y ahí creo que hay que trabajar mucho la participación ciudadana. Hay que involucrar a los pueblos, a las organizaciones no gubernamentales. En un pueblo del interior de país, el que sabe y ve el problema es ese que lo detecta antes, y por eso hay que darle participación y acción”.
El documental también cuenta con las destacadas voces, entre otras, de Andrés Carrasco, titular del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA; Vandana Shiva, escritora, física y militante india, ganadora del Premio Nobel Alternativo; Medardo Ávila Vázquez, coordinador de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados; y, por supuesto, las Madres de Ituzaingó, el movimiento que se formó para pelear contra las contaminaciones y las muertes en ese barrio de las afueras de Córdoba capital.
Geopolítica de la soja
Uno de los puntos fuertes del documental es la inclusión de la voz de la agroindustria. “La construcción de un relato necesita de una fuerza que se oponga. Y mi sensación es que cuanto más inteligente sea la fuerza que se opone, más tenés que desarrollar tu propuesta para superarla en términos de legitimidad, retórica, elegancia y factibilidad”, señala Ulises. “Lo que pasa en el territorio con las víctimas es necesario, pero también hay que ir a otros niveles para dar la discusión como la dan ellos. Porque vos escuchás hablar a Grobocopatel y hasta parece que tiene un discurso progresista y en ese tono yo quería darles la pelea”.
El argumento principal de las corporaciones, cada vez que asoman su cabeza en la hora y media que dura la película, es el mismo: la soja transgénica es el motor principal de producción de alimentos que salvará al mundo de la desnutrición. Ulises, entonces, cita datos: en Estados Unidos, el 60 por ciento de la producción sojera se utiliza para forraje y el 30 por ciento para biodiésel. Es decir, sólo un ínfimo porcentaje es destinado para comida. “Estos granos de exportación son commodities. La tonelada de soja vale según el precio de especulación en la bolsa de Chicago, que referencia a todo el mundo. Y este tipo de especulación hace que el precio de los alimentos aumente exorbitantemente, como lo hizo en la última década. Una variación de un pequeño porcentaje significa un volumen enorme de dinero a nivel mundial, y a su vez, que haya gente que en algún lugar del mundo no vaya a poder comprar el pan ese día”.
¿En qué situación se encuentra Argentina, cuyo modelo sojero ya acapara más de la mitad de las tierras cultivables del país? La respuesta trasciende los límites criollos: son profesores y ejecutivos chinos quienes explican la importancia geopolítica de la producción de soja transgénica. Esto es: China tiene la dura tarea de alimentar 1.300 millones de personas que, a medida que incrementan su poder adquisitivo, tienden a comer más carne, cuya producción requiere de la importación de granos que el gigante asiático no puede producir por sí sola. ¿La salida? Elemental, Watson: 50 millones de toneladas de soja provenientes de Estados Unidos, Brasil y Argentina.
El cambio es cultural
Este modelo queda sintetizado en el histórico juicio que se realizó a mediados de 2012 en Córdoba, en el que un productor agropecuario y un aerofumigador fueron condenados a tres años de prisión condicional por contaminar y afectar la salud de la población del Barrio-Ituzaingó Anexo. La batalla fue dura, y si bien las Madres no festejaron la pena por considerarla insuficiente, la sentencia sentó un precedente: ellas tenían razón. El documental registra las voces de los testigos, las intervenciones del tribunal y las insólitas defensas esgrimidas por los abogados de los acusados. “Creo que tenemos que generar conciencia social y presionar a nuestros dirigentes y políticos. Y eso está empezando a pasar. Muy lentamente, pero pasa. No es un cambio que va a venir de los gobiernos, porque excede su temporalidad y su geografía. El cambio tiene que ser cultural y global. Y empieza por nosotros mismos. Un ejemplo: si nosotros reorganizáramos nuestras dietas, sobraría alimento en el mundo”.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Disparatemos: artistas al poder
Un experimento con artistas clave de la escena independiente cruzó textos y discursos políticos con música, danza, canto y perfomance en MU Trinchera Boutique. Qué nació como resultado de las Postas Culturales Sanitarias. Los cambios de percepción que implicó la pandemia, la vuelta a los escenarios, la creación de comunidades de sentido y la necesidad de encontrarse, más acá de Zuckerberg. ¿Que queremos ser, y qué no? Por Claudia Acuña.
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