CABA
Escena Política Día 1: cómo se piensa la desobediencia cultural
El primer día intensivo del Congreso Transversal Escena Política movilizó cuerpos de artistas, periodistas, abogados y participantes desde el Centro Cultural Paco Urondo al Caras y Caretas. De la videoconferencia con Bifo y la acción de abogados manteros en pleno microcentro a los apuntes de talleres sobre el cuerpo, el pensamiento, el extractivismo, el baile y Lopérfido. Todo partió de una pregunta: cómo la inteligencia colectiva se organiza en acción. Apuntes de un día intenso.
La pregunta no era sencilla.
La respuesta, menos.
El primer día intensivo del Congreso Transversal Escena Política, tras la jornada de apertura en el Centro Cultural Caras y Caretas, comenzó a las 11 de la mañana en el Centro Cultural Paco Urondo, y durante todo el día se buscó la construcción de un pensamiento que respondiera a un interrogante inquietante: cómo la inteligencia colectiva se organiza en acción.
Por ese motivo, el día uno del Congreso arrancó con una videoconferencia con el filósofo, teórico de los medios y activista Franco Berardi, mejor conocido como Bifo, quien dialogó con un auditorio repleto durante dos horas. “Mi camino personal ha estado marcado en la percepción del hecho de que todo es posible. Es lo que lo que yo he aprendido de mi experiencia vital, pero al mismo tiempo me doy cuenta del hecho de que vivimos como una ceguera en la cual no somos capaces de ver cuántas posibilidades de aprender hay en el futuro”.
Los medios de comunicación juegan un papel clave en la construcción de esa ceguera. “Los media no nos dicen qué tenemos que pensar, porque somos libres y podemos pensar lo que queremos, lo que hacen es definir el contexto en el que podemos pensar, el imaginario. Los media son esencialmente herramientas de producción de la ceguera, no porque nos impiden ver sino porque transforman el campo amplio en un campo muy estrecho de probables”.
Bifo destacó el paro nacional de mujeres de Argentina y Polonia: “¿Cuál es la novedad? Se está manifestando la dimensión de la corporeidad como una autonomía de la corporeidad emocional, es como el territorio que el capitalismo neuro-totalitario no puede integrar en sí mismo”.
Abogados Manteros
Tras la videoconferencia comenzaron dos actividades en simultáneo. Una de ellas fue un diálogo peripatético que consistió en una caminata desde el Paco Urondo al Caras y Caretas. La otra fue una acción llamada “Abogados Manteros”, que consistió en ubicar a expertos y expertas en materia legal, con trayectorias en organismos de derechos humanos y litigios internacionales, en Lavalle y Florida, pleno microcentro porteño. Allí arrojaron mantas y realizaron consultas legales y jurídicas “a la gorra” (10 pesos), para visualizar una problemática que ha marcado al espacio público de la Ciudad de Buenos Aires en los últimos años: la persecución policial y estatal a los manteros.
El cuerpo social
De 15 a 18, ya en Caras y Caretas, se desarrollaron talleres con diversos colectivos. Uno de ellos –Contra la crítica- estuvo coordinado por lavaca y contó con la participación del filósofo, investigador y científico Miguel Benasayag, hoy radicado en Francia. “El cuerpo social actual se encuentra casi muerto, hacen falta muchas operaciones para sanarlo, pero ninguna hoy es posible”, sostuvo. “Grecia es un ejemplo: votás lo que querés, pero son los técnicos de la macroeconomía los que dominan. Lo es que todavía posible es lo imposible: desarrollar nuevas experiencias y paradigmas”.
En ese sentido, y a partir de su trabajo con el Foro Arte y Época, en Francia, Benasayag subrayó la importancia del arte. “El arte tiene esa posibilidad de no estar capturado por el objetivo. Aceptar la no finalidad como estructuración de mi acto tiene que ver con el arte, porque yo estoy en un aquí y ahora, en esta situación, y eso es lo más bello. Lo que podemos hacer es actuar con potencia, por y para la situación. Los límites son los que permiten la potencia: que haya cuerpos quiere decir que no todo es posible, pero que no todo sea posible implica pensar nuevos”.
Escapar de la pirámide
Luego de los talleres fue la puesta en común, donde se sintetizaron los principales aportes de los trabajos colectivos realizados en cada uno de ellos. El primero en hablar fue Benasayag, quien planteó qué puede hacer el arte por el periodismo. “Lo que tratamos de comprender es la relación entre la función del arte y los movimientos sociales, tratando de explicar -contrariamente a lo que pensaba mi generación- que el arte no es un mero instrumento del movimiento social. El arte puede dar a los movimientos sociales una estructura para que no queden entrampados en la búsqueda de puestos, de lugares, que lleva a esa repetición permanente del fracaso de los movimientos revolucionarios. La idea es que para poder escaparse de la disciplina actual, el rol del arte es fundamental porque en un mundo capturado por el utilitarismo, es lo único que te permite pensar dónde se encuentra un lugar que resiste a esto. Siempre se busca cuál es la llave del cambio, despreciando el camino, la multiplicidad conflictual, sin ver que el paradigma artístico es el único que permite pensar un modo de vida, de lucha, que no quede entrampado en esa visión de pirámide”.
Rajar de las estructuras
Desde el taller Primero hay que saber rajar (una escritura del agite), se planteó la importancia de ubicar la escritura al servicio de vincular vida y política. “La escritura concebida como una máquina al servicio de los comunes posibles. Una escritura que exagere, provoque cosas, que no sea solo de registro. Antes de la escritura hay un raje y un momento sensible que después se traduce a texto. Ya se va escribiendo antes de escribir”. Desde lxs participantes del taller subrayaron el Paro Nacional de Mujeres y al colectivo Ni Una Menos como un eje de vinculación para ejemplificar cómo la escritura debe responder a lo caliente, a lo que late, al murmullo que se escucha. Una mujer que participó en la movilización en Mar del Plata sostuvo: “Sentir esa indefensión y, al mismo tiempo, el sentimiento de comunidad de estar todos juntos. Lo que primaba ahí era la emoción. Había una subjetividad diferente donde se jugaban cosas nuevas que estaban presentes, pero más que nada en lo emocional. Eso quedó flotando. Algo que nos tocaba profundo, pero sin una respuesta intelectual. Lo importante es apropiarnos de la experiencia y ponerle palabras. Fue un paro, un parar para demorarse, de estar en lo que está pasando, de hurgar en otros sentidos. Y de parar a la violencia. De mantenerse vivo y bien potente. No explicarlo, ni representarlo o controlarlo, sino seguir sintiéndolo”.
La potencia es colectiva
Más ideas, esta vez acerca de lo se apuntó como un problema recurrente en los colectivos: “Una dificultad para hablarnos hacia dentro. En nuestro taller surgieron términos como: destapar, demostrar, convencer. Siempre cuando se habla a un otro se hace desde una verdad que descubriría algo, de alguien que es dueño de lo que dice. Pero si esa verdad es enunciada colectivamente tiene un valor más que una enunciación más. La potencia de la enunciación crece cuando es colectiva”.
Bailar
Desde el taller La hazaña colectiva (política del goce de la actividad nocturna de la Ciudad de Buenos Aires), coordinado por el club de baile Hiedrah: “Queríamos ser parte de una escena política. Nos empezamos a preguntar por qué teníamos tanta necesidad de bailar, y entendimos que esa necesidad expresa que el baile es un espacio de construcción cultural yde militancia social. Los cuerpos ordenados o desordenados son un espacio de gestión. Deconstruir qué significa para el neoliberalismo personas bailando en un espacio reducido. Discutir los microfascismos. Tomar la noche como espacio de encuentro de cuerpos, proponer un convide de otro tipo de dinámicas, estar atento a cómo encontrarnos”.
La captura de lo extractivo
Desde Contra la crítica surgió otra reflexión: “Hablamos de la relación entre ciencia, comunicación y arte. Para el proyecto macroeconómico actual que nos gobierna, un cuerpo es una cantidad de información, por lo tanto el objetivo de este poder es capturar toda esta información para capturar todo lo vivo. Y a eso llamamos modelo extractivo, entendido como un sistema de captura cultural, estética, política, económica. Pero los cuerpos tienen algo que no pueden disolverse en información, y para la neurociencia, en lugar de tomar ese dato como un síntoma de resistencia, lo decodifica como un error, como falta de información. Lo que le falta para perfeccionar la captura de lo vivo. Pero Lla vida es una trama de lazos sutiles imposibles de capturar. Por eso en esta época el sistema de resistencia está más en los signos a-semánticos porque no son capturables por el lenguaje, que es una máquina de dar sentido a lo que sentimos”.
El pescado
Al finalizar el día, el Colectivo Trabajadores de la Cultura dio una conferencia en un gran auditorio repleto. Los artistas analizaron lo que llamaron el Caso Lopérfido. El pez por la boca muere o cómo hacer saltar un Ministro con palabras. Se proyectaron videos que registraban distintos momento todo lo que sucedió desde las declaraciones del ex Ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, sobre los desaparecidos. Los trabajadores de la cultura independiente analizaron -cual conferencia teórica –académica- cómo acciona un colectivo frente a una coyuntura determinada, cuando lo que sucede lo mueve a hacer algo. También sumaron al debate cómo se generan ámbitos de participación política en acciones concretas.
La recopilación de materiales fue amplia y variada. Se pudo ver en pantalla gigante cuáles fueron las reuniones con representantes del poder gubernamental y cómo organizaron sus acciones artísticas para hacerle frente a cada contestación negativa sobre el pedido de renuncia. Se analizaron las estrategias discursivas del Gobierno de la Ciudad.
Los videos dieron cuenta de qué manera se sostuvo con el cuerpo la imagen de Lopérfido como un Ministro Negacionista. “Los artistas tenemos ojos y oídos en todas partes. Estamos en sus reuniones. Sabemos quiénes son. Eso nos sirvió para organizarnos”, sostuvieron y agregaron: “Hubo que trabajar para refinar la estética de las acciones y para que no quedara como algo endogámico del teatro y la danza. Cuando llegamos con el repudio al Bafici fue un salto”.
Por último, entre aplausos, cerraron la charla con una pregunta muy a tono con el Congreso: ¿Cómo se sigue?
La respuesta es parte del debate de este sábado.











Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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