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Periodismo transgénico

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Por Darío Aranda
Es uno de los mayores aparatos mediáticos del país. Cuenta con suplementos de diarios, sitios web, programas de radio y televisión, y hasta un canal que transmite 24 horas al día. Son cientos de periodistas que difunden las bondades del modelo agropecuario en base a transgénicos y agroquímicos. Pero las empresas van por más: lanzaron una campaña mediática titulada “el campo hace bien” y buscan mejorar su imagen en las ciudades. La última: Monsanto inauguró programa en la TV Pública.
El conflicto por la resolución 125 (2008), las denuncias y pruebas sobre los efectos nocivos del herbicida glifosato, y los cuestionamientos a los transgénicos, entre otros factores, incrementaron las críticas al agronegocios. Las empresas del sector tomaron nota, y además de mantener (y aumentar) la pauta publicitaria para el conglomerado de medios, iniciaron campañas inter-institucionales.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) es el organismo que debe controlar los agroquímicos (organizaciones de pueblos fumigados, médicos que trabajan con poblaciones afectadas e investigadores de universidades públicas cuestionan al Senasa por su complicidad con las empresas). En mayo pasado realizó una charla para periodistas titulada “Jornada sobre glifosato”. Abordó los “mitos” que hay sobre el herbicida, hizo eje en la “baja toxicidad” y en lo inofensivo que sería si se lo manipulase según lo sugerido por las compañías.
La charla fue organizada junto a Casafe (Cámara de Sanidad y Fertilizantes), conformada por Monsanto, Bayer, Syngenta, Basf, Dupont y una decena de empresas productoras de químicos.
Ni siquiera cuidaron las formas: el taller con periodistas se hizo en la misma sede de las empresa de agroquímicos (Reconquista 611).
“Buenas prácticas agrícolas (BPA)”, es el término utilizado por las empresas para justificar que con determinados cuidados pueden fumigar con agroquímicos hasta diez metros de las viviendas y no afectar la salud de la población. Esa argumentación es muy cuestionada por las organizaciones de pueblos fumigados, especialistas en derecho ambiental y por los propios ingenieros agrónomos, que sindican como irreal a las BPA.
Las grandes empresas del sector conformaron la “Red BPA”. Sobresalen Aapresid y Aacrea (empresarios-productores del agronegocios, hoy dentro del Gobierno y con gran capacidad de lobby), Bolsa de Cereales, CRA, Coninagro, Sociedad Rural, Ministerio de Agroindustria de Nación, Uatre, INTA. Las grandes empresas aparecen camufladas en “cámaras” u ONG: Casafe (Cámara de Sanidad y Fertilizantes) reúne a todas las grandes empresas empresas de agroquímicos: desde Bayer/Monsanto y Syngenta/ChemChina, para abajo. Idéntica situación es la de ASA (Asociación de Semilleras Argentinas), donde dominan las mismas empresas de agroquímicos, y se suman la “nacionales” Don Mario y Bioceres, entre otras. En las ONG sobresale Barbechando (espacio de lobby del agronegocios en el Congreso Nacional) y Fertilizar (impulsan la venta de insumos químicos para el campo).
“El campo hace bien”, fue la campaña mediática que lanzaron. Intentan “acercar el campo a la ciudad”; mejorar su imagen. El domingo 4 de diciembre realizaron su primer maratón, en Palermo, bajo la consiga: “El campo hace bien. Hace bien correr”. Impecables remeras blancas, con las tres letras clave (“BPA”) en color celeste y del lado derecho del pecho; y vivos celestes, verde/amarillos (como pequeñas ramas verticales) del lado izquierdo.
Amplia difusión mediática y dudosa concurrencia (ninguna foto panorámica de los corredores).
El ministro de Agroindustria de Buenos Aires y ex gerente de Monsanto, Leonardo Sarquís, participó del maratón y subió a Twitter una foto, elongando junto a la ex presidenta de Aapresid (y actual funcionaria de Agroindustria de Nación), Beatriz “Pilu” Giraudo. El hashtag fue: “#ElCampoHaceBien”

Suple miento

Clarín publica los sábados el suplemento “Rural”. La Nación sale a la calle con “Campo”. Algunos titulares: “El área de soja certificada crecerá 30 por ciento esta campaña (entrevista a gerente de empresa Syngenta)”. “Se aprobó un nuevo evento biotecnológico en maíz”. “El agro cordobés reclama más obras e infraestructura”. “La soja juega su futuro entre América de Sur y Estados Unidos”. “Premio INTA: los mejores en calidad alimentaria”. “La semilla será protagonista en 2017”.
Una antigua frase define al negocio: “Periodismo es aquello que se publica en los espacios libres que deja la publicidad”.
En los suplementos campestres es muy notorio: publicidades de Dow AgroSciences, YPF, Rizobacter, Syngenta, Expoagro (feria que organizan ambos diarios en sociedad), Don Mario Semillas, Nissan, Bayer, Amarok, entre otros.
No hace falta ser periodista para confirmar la vinculación entre publicidades y notas. Son parte de un mismo modelo agropecuario. No se lee una crítica a las consecuencias: fumigaciones con agroquímicos, desmontes, afecciones en la salud y, mucho menos, a la irregular manera de aprobación de semillas transgénicas ni la carterización del mercado (tres empresas dominan casi el 90 por ciento del mercado: Bayer-Monsanto, Syngenta-ChemChina y Dow-DuPont).
Simple ejercicio mental: una multinacional tabacalera anuncia el lanzamiento al mercado de un cigarrillo que no afecta la salud. Los periodistas replican la noticia sin siquiera dudar del nuevo producto milagroso.
Monsanto, Syngenta o Dow lanzan una nueva semilla de soja (o maíz). Se utilizará junto a un cóctel de químicos (glifosato, glufosinato de amonio, 2-4D). La publicidad afirma que es más productiva que otras semillas, que no afecta la salud ni el ambiente. Decenas de periodistas reproducen la noticia sin siquiera dudar, mucho menos se preguntan cómo se aprobó esa semillas y, jamás, solicitan los estudios que dan cuenta de la veracidad del discurso empresario.
Por contraposición, cuando aparece algún estudio científico que cuestiona los agroquímicos se les despierta el gen de la mirada crítica y minimizan (o defenestran) al académico en cuestión. En Argentina hay más de cien estudios de universidades públicas (UBA, La Plata, Río Cuarto, Litoral, Rosario) que dan cuenta de las consecuencias de los químicos. Nunca fueron tapa de los suplementos campestres.
El caso más grotesco es Héctor Huergo, jefe del suplemento rural de Clarín. Se autodefine en twitter como “relator militante de la segunda revolución de las pampas” y, como muchos “periodistas agropecuarios”, tiene conflicto de intereses entre los temas que escribe y los auspicios personales. Su programa de televisión (jueves a las 22 en Canal Rural) y su sitio web personal (laindustriaverde.com.ar) tiene pauta publicitaria de Pioneer-DuPont, Casafe (Cámara de Sanidad y Fertilizantes, donde están todas las empresas de químicos) y Agrofy (mega-empresa agropecuaria Cresud, del millonario Grupo Irsa).
También es accionista de Bioceres, empresa en la que es socio con referentes de Aapresid (empresario de siembra directa y espacio de lobby político) y con Gustavo Grobocopatel (titular de uno de los mayores pooles del siembra del continente).
Una decena de diarios provinciales tienen suplementos campestres similares y repiten la misma lógica (difusores del discurso empresario) medio centenar de sitio web.

Ciencia go home

Argenbio es la organización de lobby científico-político fundado por las empresas Syngenta, Monsanto, Bayer, Basf, Bioceres, Dow, Nidera y Pioneer, todas productoras de transgénicos y agroquímicos. Lanzó la campaña “Transgénicos 20 años” (https://www.transgenicos20.argenbio.org). Es un sitio de publicidad transgénicos, aunque con un intento de discurso científico y técnico. Argenbio, junto a la Embajada de Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Agroindustria organizaron el seminario “El desafío de comunicar lo que hacemos”, con el objetivo de fortalecer “el potencial de la agrobiotecnología para el desarrollo sustentable y equitativo de la región”.
Según la gacetilla de prensa, “destacados especialistas compartieron su experiencia y brindaron herramientas para optimizar la diseminación de la agrobiotecnología, mejorar la percepción en la opinión pública y contribuir al diálogo fluido entre los distintos actores de la cadena en la región”.
La apertura estuvo a cargo del Secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria, Néstor Roulet, quien planteó que la biotecnología aplicada al agro permitirá “aumentar la productividad cuidando el medioambiente”. Pidió “mejorar la comunicación entre sus eslabones y la sociedad”.
   David Mergen, consejero agrícola de Estados Unidos en la Argentina, Paraguay y Uruguay, remarcó que persiste el desafío de “explicar al público los beneficios de la agrobiotecnología para alimentar a una población en crecimiento”.
Participaron los directores de la cámara empresaria Maizar, Martín Fraguío; de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA), Martín Rapella; la coordinadora de proyectos especiales del Instituto Nacional de Semillas (Inase), Mónica Pequeño Araujo; funcionarios de la Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria (Conabia –organismo clave en la aprobación de transgénicos) y los equipos de comunicación de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y de la Bolsa de Cereales.

   Locos x la TV

“Locos por el campo”, es el nombre del programa que Monsanto, Toyota y Aacrea estrenaron en la TV Pública (en 2015 estaba en América 24). Va los domingos a las 14. Lo conduce Fernando Entín, que se autodefine como “galerista de arte, palermitano”. Y propone “visitar diversos establecimientos para conocer cómo se producen la soja, el trigo, la leche, la carne y el vino, entre otras cosas; conocer los desafíos cotidianos”.
Monsanto (adquirida este año por la alemana Bayer) es la mayor empresa de semillas transgénicos del mundo y creadora del cuestionado glifosato.
“Una empresa con intereses específicos en un sector estratégico no puede construir imaginarios sobre el campo en un medio público porque estarán dirigidos a sostener esos intereses (individuales y comerciales), y eso lejos está de los intereses ciudadanos. Esto nos llama a reflexionar acerca del rol de los medios públicos y en particular tratar de entender cuál es la época que se está viviendo en esta materia en la Argentina”, cuestionó Francisco Godínez Galay, del Centro de Producción Radiofónico (CPR), organización dedicada a la producción y a la investigación en comunicación.
Idéntica crítica le cabe a Aacrea, empresarios del agronegocios que, con un discurso “técnico” e intereses particulares (de ganancia y rentabilidad), establecen desde la televisión qué modelo de campo es el deseable para el país.

En primera persona

Matías Longoni ingresó a Clarín Rural en 1998 (proveniente de Telam). Duró un año y medio bajo las órdenes de Héctor Huergo (mandamás del suplemento Rural y con línea directa al cuarto piso, donde están los gerentes y directores). Pasó al “cuerpo del diario”, sus notas sobre temas rurales se publican en la sección política. Es un referente en el periodismo del agronegocios (aunque a él no le gusta ese término para llamar al sector).
Es un caso poco común en el periodismo de diarios porteños. Es una “firma conocida” y al mismo tiempo tiene vida gremial, de asambleas, discusiones paritarias y marchas en la calle junto a trabajadores. En 2012 fue uno de los seis trabajadores del diario que fue elegido delegado gremial. Desde el año 2000, cuando Clarín echó a más de cien trabajadores (incluidos los delegados), la empresa no permitía la organización sindical. Los postulados fueron trabajadores de carrera y con espalda para soportar presiones de la empresa. Longoni denunció públicamente las situaciones laborales en Clarín. Hace pocas semanas aceptó un retiró voluntario de Clarín, luego de 18 años en el diario.
“Yo no veo al periodismo agropecuario como vos”, comienza la entrevista que durará 45 minutos.
“Nunca sentí que hubiera temas prohibidos para escribir. Lo que falta es involucrarse con el tema, laburarlo, aunque también es cierto que muchas veces no hay estímulos por parte de jefes para ciertos temas”, señala. Y afirma que “entre el 70 y 80 por ciento” de la información agropecuaria la generan “las corporaciones”. Y ahí incluye empresas, Estado y universidades. “Los periodistas somos cada vez menos. A muchos les es más fácil copiar y pegar”, y replicar la información de esas corporaciones.
Sobre las fumigaciones con agroquímicos, se excusa. Dice no escribir porque él no cubre “ambiente”, pero señala que si alguien en la redacción tomara el tema: publicaría, con mayor o menor libertad, pero publicaría.
Afirma que en el suplemento Rural de Clarín sí hay temas vedados. Donde señala que se responde mucho a la pauta publicitaria. “Es totalmente sesgado el suplemento. Además Huergo no es periodista, es un empresario. Tiene negocios en todos lados, muchos son públicos, con los feedlot, con las semilleras”.
Reconoce que muchos medios del agro son más “un folletín de las empresas que periodismo”, y lo compara con el periodismo automotriz: “Está financiado por publicidad de las empresas, que son las que venden tecnología e insumos. ¿Es criticable? Sí y no. Muchos son medios autogestivos que viven de eso, como los que venden corbatas…”. Al instante aclara que sabe que no es lo mismo, pero sostiene el ejemplo: “Son medios que para sobrevivir tienen que subordinarse a la pauta”. Destaca que un contrapeso podría ser el estado, pero de inmediato se contesta: “Para que el kirchnerismo te diera pauta debías entregarle el culo”.
   -Uatre (sindicato de trabajadores rurales) pauta en muchos medios. ¿Compra silencio?
“Algunos compran silencios. Otros establecen solidaridades. Saben que tenés un medio y ayudan, como cualquier anunciante que ve que le puede servir para difundir lo suyo”, grafica y aclara: “Ningún periodista está obligado al silencio”.
Reconoce que el periodista agropecuario se siente parte de un sector, por eso tira para ese lado (siempre dentro del agronegocios). Y explica por qué: “El peor de los productores, el más garca, es más rescatable que el mejor de los políticos”.
Defiende al periodismo agropecuario, pero también lo cuestiona. Y lo pone en contexto: “Somos mejores que el periodismo político y económico, donde hay cada uno… Pero en líneas generales sufrimos lo mismo que otros periodistas, la pauta pública y privada que marca agenda, y las malas condiciones de trabajo”. Refiere a la precarización, bajos salarios, multitrabajo. Y resume: “El problema no es el periodismo agropecuario, el problema es el periodismo”.
Longoni sigue en el sector. Conduce (desde hace nueve años), Bichos de Campo (Canal Metro), junto a otros siete periodistas. Se emite los viernes a las 21.30. Entre sus anunciantes están Monsanto, Nitrap (agroquímicos) y Uatre.

Sorpresas desde adentro

Dante Rofi ingresó a La Nación Campo en 1997 y se mantiene en el suplemento. Era el típico periodista agropecuario hasta 2004, cuando estaba en el festival de Cosquín y vio que el folklorista Raly Barrionuevo subía al escenario a doña Ramona Bustamente, abuela campesina que resistía el avance de topadoras de empresarios sojeros. Esa misma noche, León Gieco le dedicó su recital a los campesinos del norte cordobés.
“¿Cómo podía ser que cubría campo y nunca había escuchado de esos campesinos?”, se preguntó. Volvió de vacaciones y comenzó a preguntar por esos campesinos. No tardó en dar con Apenoc (Asociación de Productores del Norte de Córdoba), una de las patas de lo que luego sería el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC). Comenzó a conocer de otro campo, agricultura familiar, indígenas y también de las consecuencias del modelo de agronegocios: desmontes, desalojos, fumigaciones con agroquímicos.
Ya nada fue igual.
“La mayoría de los periodistas agropecuarios se olvida que son periodistas y pasan a ser representantes de las empresas”, resume sobre el sector.
Sobre por qué actúan así, Rofi descarta que sea por ingenuidad.  “Están validando un discurso. Creer que lo hacen por ingenuidad es subestimarlos. Saben muy bien lo que hacen”.
Resalta que en La Nación es clara esa línea que se baja, con editoriales sobre las bondades del modelo y apoyo al glifosato. “Si sos empleado, la lógica es ir por esa línea, no plantear otras posturas, no pensar mucho. Repetís el verso de que el mundo tiene hambre, los transgénicos producen alimentos y cierra por todos lados. Te surgen programas de radio, auspiciantes para el programa de TV, en el diario te quieren. Así la vida es hermosa”, sentencia.
Rofi es cotidiano usuario de redes sociales. En Twitter dejó siempre claras sus posturas de apoyo al kirchnerismo, su fanatismo por Racing y la crítica a algunos editorialistas del diario en el que trabaja. Discutió mil veces con sus pares y jefes. Cuando eran diez en el suplemento (años 2007) y ahora que son sólo cuatro (tres editores y él). “Se enojan cuando decís algo de los agroquímicos. Te saltan con el discurso de las empresas, que no hay pruebas científicas, pero la verdad es que no quieren ver las pruebas”, explica.
Está convencido que muchos periodistas del sector prefieren no conocer. Cita nombres de colegas pero para evitar problemas se pone en primero persona: “Cuando conocés lo que pasa, lo que provoco este modelo de agro, ya no podés volver a ser el mismo. Te cambia la vida”.
Rescata la convivencia con su jefe del suplemento. Saben que piensan distinto, se respetan, conviven. Va a cumplir veinte años en La Nación Campo y sumó trabajo (ad-honorem), dos veces por semana tiene una columna radial en la FM Tierra Campesina, de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) de Mendoza. Allí dice todo lo que piensa, del agro y de la política nacional.

La hora de la verdad

Sábado. 6 de la mañana. “La hora del campo”. Conducido por Alejandro Cánepa, se extiende durante tres horas. Comienza con la clásica “Zamba de mi esperanza” y antes del minuto es interrumpida por el auspicio del programa: “Dow AgroSciences”.
Cánepa arranca con buenas noticias: “En su gran mayoría, el campo está arrancando”. Precisa datos del Indec de mayor venta de maquinaria agrícola. Agrega: “Hay pueblos donde la industria metalmecánica toma 30 o 40 personas y es muy importante”.
Picado de noticias breves. Gobierno de Entre Ríos “asistirá” a productores de arroz, Chaco pidió devolución de fondos de tabaco a Nación, Buenos Aires aprobó ley de “feedlots” (engorde de corral –muy cuestionados por el impacto en el ambiente, alimentarlos con transgénicos y abuso de antibióticos–).
“La gente en el mostrador quiere cada vez más alimentos de feedlots”, afirma Cánepa en base a ninguna prueba. Paso siguiente, anuncia que hoy hablarán con el presidente de la cámara de empresas de feedlot.
La producción del programa es Gastón Ibañez, columnista Marcelo Pinto y César Tapia (conduce también en Canal Rural el programa de Coninagro, una de las entidades de la Mesa de Enlace).
Cánepa insiste en la mayor venta de maquinaria agrícola. Recuerda que viajó con el presidente de esa cámara de empresas a Estados Unidos, invitado por Aapresid.
Las publicidades a lo largo del programa son de Banco Galicia, Chevrolet, Cooperativa de Seguros La Dulce, Dow AgroSciences, Biogénesis Bagó y una decena de agroquímicos que intercalan frases como “la soja no se mancha” o “estimulante para el campo”, “sabemos cómo proteger tu soja”, y siempre finaliza con un locutor que lee a toda velocidad (como si fuera la letra chica de un contrato) “cuidado, puede afectar la salud y el ambiente”.
El próximo 9 de febrero cumplirá quince años al aire. Cánepa agradece especialmente a Dow AgroSciences y Biogénesis Bago porque lo “acompañan desde el inicio”. Y señala que Biogénesis fue parte de la creación misma del programa.
Mensajes grabados de oyentes. Productor de Chaco pide que se le baje impuestos a las empresas del agro que dan trabajo. Cánepa lo secunda: “Es buena la idea”.
Otro mensaje, sobre la buena producción de trigo y la apertura de mercados internacionales. El conductor comenta: “Macri cumplió con el campo (por baja de retenciones). El campo cumplió con Macri”. Pinto cuestiona que Macri haya calificado su primer año de gestión con un 8. Cánepa replica: “Fue lamentable lo de los últimos diez años. Ahora hay diálogo”. Pinto retruca: el ministro Alfonso Prat-Gay había anunciado 25 por ciento de inflación anual y fueron 40.
Cambio de tema. Agradecen a la empresa de ropa Cardón, que envió tres mates de regalo y viste a Cánepa desde 1990. Informan la apertura de cuatro locales en Paraguay. Pie justo para, con la excusa del día nacional del mate, entrevistar a “la primera sommelier de mate”. Más de 25 minutos sobre los “secretos” del mate y la yerba (tipo de mate, temperatura de agua ideal). Ni una mención a la explotación histórica del primer eslabón de la cadena, los tareferos (cosechadores de yerba). Es una regla en los programas agropecuarios invisibilizar la situación de los trabajadores del agro y mucho menos se cuestiona al sindicato Uatre (Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores), donde Gerónimo “Momo” Venegas se maneja como patrón de estancia. Causalidad, o no, la Uatre coloca mucha pauta publicitaria es los programas del sector.
Música de Abel Pintos, Dúo Coplanacu, José Larralde, Horacio Guaraní. Canciones que hablan de aspectos sociales y que podrían sonar en cualquier peña con público de izquierda.
Cánepa relata que estuvo con las cuatro cadenas de granos (las empresas de soja, maíz, girasol y trigo se reúnen por sector) y el denominador común fue el pedido de una nueva ley de semillas, que saldría en abril/mayo de 2017. No explica que es impulsada por grandes empresas (nucleadas en la Asociación de Semilleros de Argentina, entre ellas Monsanto).
Entrevistan a Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que quiere una nueva ley, pero “no la lay talibán que quieren ASA y Monsanto” (los productores quieren pagar una sola vez, cuando compran la semilla. Las empresas quieren que sigan pagando por varias cosechas luego de la compra).
Explica que, como “gesto de buena voluntad”, las cuatro entidades (Sociedad Rural, CRA, Coninagro y Federación Agraria) viajarán con Aapresid y Aacrea a la sede de la empresa Pioneer en Estados Unidos. Que seguramente se hablará del tema. Celebra que Macri le haya “devuelto la normalidad al sector”.
Cánepa, que también tiene programa en Canal Metro, avisa que son “plurales” y llamarán a ASA y a Monsanto.
La hora del campo tiene competencia. En radio La Red (AM 910, “La Red Rural”), en Rivadavia (AM 630, “Bichos de Campo”), en Mitre (AM 790, “Mitre y el Campo”), entre otros.
También hay tiempo para un médico veterinario que recomienda doble vacunación y antibióticos para los rodeos. Promete que (drogas mediante) no se enfermarán y darán buena producción. El veterinario es de Biogénesis Bagó.
El programa se acerca al fin. Aún hay espacio para dar cuenta de los premios “a la excelencia agropecuaria”, que otorgan el diario La Nación y Banco Galicia. Uno de los premiados, la empresa Red Surcos (de Santa Fe). Entrevista con su presidente, Carlos Calvo. Explica que ganó en la categoría “innovación y desarrollo” porque lograron que el herbicida 2-4D tenga “menor impacto, se volatilice menos y sea más sustentable”.
Cánepa complementa: “¡Qué bueno, hace que no se vuele, cae en el lugar y queda ahí. Qué buena invención. Bien merecido el premio!”.
El directivo de Red Surcos se despide y señala que es un honor ser auspiciante del programa de Cánepa.
Dos minutos para las 9 y el fin del programa. Alejandro Cánepa termina con una oración: “Nuestra señera, virgen de Luján, ayúdanos en nuestras tareas diarios y proyecciones, ahora y en la hora de nuestra muerte. Virgen de Luján, en vos confiamos”. Silencio y las últimas tres palabras: “Auspició, Dow Agrosciences”.

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Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases

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Detenciones ilegales y acusaciones falsas. Patadas, palazos y balas de goma. Mujeres esposadas 15 horas en camionetas y pasillos, humilladas al ser desnudadas en celdas abiertas. Carceleros que tiran gas pimienta a los varones estando presos. Estas son algunas de las denuncias que exdetenidxs en la Ley Bases comunicaron en conferencia de prensa en el Serpaj, donde pidieron por la liberación de las cuatro personas detenidas, el rechazo a las apelaciones del fiscal federal Carlos Stornelli y el pedido de cierre de todas las causas. Además convocaron para este viernes una concentración con un festival en Plaza de Mayo, a un mes de la cacería, de 15 a 19.30 horas. Cómo viven hoy quienes estuvieron presos y qué dicen los abogados: “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad”. Y la voz de Emilia, pareja de Daniela, detenida: “Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

Por Lucas Pedulla

Gabriel Famulari tiene 41 años y está sin documentos. Saca de su bolsillo el papel que le dieron en los tribunales federales de Comodoro Py para su reemplazo: una hoja A4 doblada en cuatro partes que dice “Acta de excarcelación”. Hace casi un mes fue detenido en la cacería que el Gobierno desplegó con cinco fuerzas de seguridad distintas durante las protestas de la Ley Bases, y fue liberado por falta de mérito -es decir, por falta de pruebas- cinco días después por decisión de la jueza María Servini. Sin embargo, es una de las siete personas a quien el fiscal federal Carlos Stornelli apeló la excarcelación. No se enteró por su abogado -un letrado de la Defensoría oficial- sino por un mensaje de WhatsApp. 

“Stornelli apeló mi libertad”, dice Gabriel a lavaca una vez concluida la conferencia que la Coordinadora Por La Libertad de lxs Presxs de la Ley Bases convocó en el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), para exigir la liberación de las cuatro personas que siguen detenidas: Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Cristian Valiente y Roberto de la Cruz Gómez. Piensa Gabriel sobre esa apelación, que pesa sobre otras seis personas exdetenidas: “Somos nosotros como podría ser cualquiera, pero puntualmente somos gente que no está enrolada en organizaciones. Así hay más saña y por ahí piensan que, quizá, no tengas gente que salga a defenderte”.

Cuenta que, cuando lo llevaron al penal, en uno de los “interrogatorios ilegales” le preguntaron si estaba en alguna “orga”, de dónde era, en qué partido militaba. “Me rodearon un montón. Ese maltrato fue sistemático, porque te preguntaban siempre que podían. Y les dije: ‘Sabés que soy un perejil, porque si militara en algún lado ahora habría 500 personas afuera’”. Gabriel no milita en ninguna organización o partido, y el 12 de junio había ido tarde porque sabía que la ley se votaría de madrugada. “No estuve ni cuando tiraron los piedrazos. Sólo filmé una persona que estaban deteniendo en situación de calle. De hecho me subo a la vereda, tal como ordenaron los policías que estaban por la zona, y cuando me doy vuelta, sobre Callao, a media cuadra del Molino, escucho que dicen ‘ahora, ahora’, y me agarran por la espalda”. 

Desde entonces no recuperó su DNI. En el penal le dijeron que estaba en la comisaría 28 y en la comisaría 28 le dijeron que estaba en el penal. “En la 28 protesté y, a los 10 minutos, vino alguien que me dio mi tarjeta de débito y mi SUBE, que estaba todo junto en la billetera junto con el documento. Ya no sé qué pensar”, dice, y es tan sólo una de las historias cuyas vidas cambiaron para siempre hace un mes, tras 33 detenciones al voleo.

Cuatro de ellas todavía siguen detenidas. 

Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases
El flyer de convocatoria para el festival del viernes.

La barbaridad jurídica

La última persona liberada fue Facundo Gómez, el vendedor de cafés de Plaza Serrano (Palermo), a quien detuvieron mientras estaba hablando con su mamá. La noticia se conoció el jueves pasado, minutos antes de que comenzara la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que fue masiva. Al mismo tiempo las partes se notificaron de los rechazos de las otras cuatro excarcelaciones. La decisión la tomó la Cámara de Apelaciones con los votos en contra de Martín Irurzun y Eduardo Farah. “Los votos tienen nulo fundamento técnico-jurídico”, dice a lavaca Daniel Vázquez, abogado de Daniela. “El fallo dice, en líneas generales, que tanto ella como los que quedan presos podrían entorpecer la investigación estando libres. Planteamos que es una barbaridad. Los detenidos están en un penal, la totalidad de la prueba instrumental y documental son de cámaras del Gobierno de la Ciudad y medios masivos. No hay ningún elemento de prueba que pueda ser entorpecido por los detenidos”. El único juez que votó a favor fue Roberto José Boico.

Las partes tienen 10 días para apelar ante la Cámara de Casación Federal. “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad -sostiene Vázquez-. Es la expresión de un gobierno ultraderechista con prácticas violatorias de la Constitución y los tratados internacionales. Lo estamos afrontando en las calles y, jurídicamente, en los tribunales”. El abogado también defiende a Sofía Ottogali, la primera de las liberadas, otra de las apeladas por Stornelli. “La fiscalía no fundamentó absolutamente nada. No hubo ningún planteo nuevo, ni siquiera un adorno”. Todos los abogados ya presentaron los memoriales por sus represantados y representadas, que fueron elevados a la Cámara. “Podría y tendría que resolver hoy, pero tiene la potestad de tomarse cinco días”, dice Claudia Leaños, abogada de Sasha Lyardet, la joven estudiante de la UNSAM, otra de las apeladas. 

Estos atropellos fueron presentados por familiares y exdetenidxs en el Serpaj, acompañados por organismos, legisladores y diputados de la izquierda y del peronismo. Otra de las que habló fue Emilia, pareja de Daniela y compañera en el MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez): “Tuvimos la posibilidad de verla, y a pesar del contexto de mierda, la compañera está fuerte, entera, pero lo que principalmente la sostiene es que está organizada. Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

A Daniela la acusan de quemar bicicletas del gobierno de la Ciudad, aunque Emilia explicó a lavaca que esta acusación es falsa y dio su versión de los hechos. David Sica está en situación de calle, y lo acusan de pegarle a una policía, cargos que él negó. Roberto de la Cruz Gómez es empleado de una panadería, lo acusan de tirar piedras, delito que también negó. El último es Cristian Valiente, trabajador de una verdulería, a quien denunciaron por tener una granada de mano, pero en realidad era un aerosol químico de los que usan las fuerzas para gasear manifestantes. Su hermano Jonathan dijo a lavaca: “Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

Las familias convocaron a una concentración con festival este viernes 12 de julio, a cumplirse un mes de las detenciones, en Plaza de Mayo. La cita es a las 15 horas y se extenderá hasta las 19.30. Habrá música en vivo con Sudor Marika, Paula Maffia, El príncipe idiota, La piba berreta, Saga.hfk, Flopa Lestani, Julio y Agosto (banda de Santiago Adano, uno de los exdetenidos) y La perra que los parió.

Compartimos el comunicado redactado por exdetenidxs y familiares, leído este miércoles en el Serpaj. 

Somos un grupo de liberadxs de los 33 detenidxs el 12 de junio en la movilización en contra de la votación de la Ley Bases.

Nos detuvieron ilegalmente, mediante acusaciones falsas y violencia brutal de la policía, con patadas, palazos y balas de goma en algunos casos. Nos llevaron a distintas comisarías y alcaldías sin decir en ningún momento cuál era la causa de detención, sin poder hablar con un abogado/a, sin poder usar los celulares, sin ver a ningún familiar, mucho menos a un médico. Desoyendo pedidos de Habeas Corpus, vulnerando nuestros derechos más básicos.

Las mujeres estuvieron/estuvimos 15 horas en una camioneta y pasaron/pasamos la noche ahí esposadas, para luego pasar el segundo día en el pasillo de una comisaría sin agua y donde la policía no les/nos dio ni un plato de comida. Cuando la causa pasó a fuero federal, las/nos trasladaron a la Unidad 29 en el edificio de Comodoro Py, las/nos desnudaron una por una en una celda a puertas abiertas donde había tránsito de gente, en lo que fue una situación de humillación más para ellas/nosotras. Las que no fueron/fuimos excarceladas el viernes 14, terminamos en el Complejo Penitenciario de Mujeres de Ezeiza.

Los varones fuimos/fueron a tres cárceles de máxima seguridad: Devoto, Ezeiza y Marcos Paz. Algunos fueron puestos contra una pared y les tiraron gas pimienta en la cara. Convivimos con ratas, cables de electricidad sueltos en habitaciones inundadas habiendo riesgo de quedar electrocutados.

Cabe destacar que en todo momento, tanto en las comisarias como en los penales, se nos preguntaba insistentemente si formábamos parte de alguna agrupación política, que habíamos hecho o si tirábamos piedras, lo que constituye interrogatorios extrajudiciales que las fuerzas de seguridad tienen prohibido por ley hacer.

Queremos remarcar la situación de ilegalidad de todas las detenciones y el contexto de violencia institucional por el que pasamos porque creemos que tiene que ver directamente con una estrategia política de este gobierno, que no somos lxs primerxs ni vamos a ser lxs últimos, pero nos preocupa ver como la criminalizacion de la protesta está en escalada. Y al mismo tiempo que aumenta la represión, nos entristece ver como vacían los espacios de memoria y de DDHH tan necesarios para nuestra historia y el fortalecimiento de la democracia.

2)

Desde que nos detuvieron sufrimos incontables delitos llevados a cabo por las fuerzas policiales y el personal del Servicio Penitenciario Federal pero ello no es nada comparado con el sentimiento indefensión que genera las irregularidades procesales de la causa por que:

No son peores las lesiones y amenazas, que los procesamientos que aún sufren David Sica, Cristian Valiente, Daniela Arredondo y Roberto De la Cruz Gomez, que siguen detenides después de casi un mes, y Facundo Gómez, excarcelado el pasado jueves.

No es peor ver las actas de detención ser llenadas horas después de las mismas y firmadas por el propio personal policial en lugar de ser firmadas por testigos, que las apelaciones de Fiscalía de las faltas de mérito de 7 personas de las que no hay ni una sola prueba.

No son peores los apremios ilegales, que la confirmación por parte de la sala del rechazo de las excarcelaciones de nuestros 4 compañeres. Todo este despliegue ilegal y antijurídico tiene un solo fin: amedrentarnos, hacernos creer que pueden hacer con nosotrxs lo que quieren.

Hoy en día toda esta estigmatización por parte del poder, desde que nos llamen terroristas que queríamos hacer un golpe de Estado hasta la privación de la libertad que aún continua en 4 casos, nos ha dejado secuelas. Muchxs de nosotrxs sufrimos persecución policial, política, laboral y mediática. Nos han amenazado y hostigado por redes sociales. Nos ha parado la policía para verdugearnos y hacernos requisa solo por mostrar el dni. Muchxs estamos con estrés post traumático que nos impide hacer nuestra vida normal, por lo que les pedimos que nos sigan acompañando hasta que se cierre este armado judicial.

Creemos que somos un ejemplo para mostrarle al pueblo que seas quien seas, hagas lo que hagas, si vas a protestar contra las políticas de hambre de este gobierno, sos un terrorista que puede terminar en un penal de máxima seguridad sin siquiera estar procesado. Tenemos claro que no fue contra nosotres, sino contra todes los que quieren seguir viviendo en libertad y democracia.

3)

Por último, queremos agradecer la solidaridad de las redes humanas tejidas por distintas personas y organizaciones de todo el arco político, que se nuclearon en la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases. Aprovechamos para que se amplíe la convocatoria y se sumen más organizaciones porque entendemos, ahora más que nunca, que la unión hace la fuerza.

Vamos a seguir con solidaridad, amor, lucha y trabajo, mucho trabajo, teniendo el objetivo principal de la Liberación de Cristián, David, Roberto y Daniela y el sobreseimiento de lxs 33 imputadxs.

Como dijo nuestro compañero Facundo: nuestras convicciones están intactas y seguimos defendiendo el derecho a la protesta y luchando por nuestro lugar en las calles.

Para ello, queremos invitarlos el próximo viernes 12 de julio, a un mes de las detenciones, a concentrarnos en Plaza de Mayo a partir de las 15 y compartir el Festival Solidario #Faltan 4, organizado por la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases.

¡Libertad a todos lxs presxs politicxs!

¡Cierre de todas las causas !

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Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia

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420 trabajadoras y trabajadores (de 700 al inicio del conflicto; alrededor de 300 tomaron retiros voluntarios) volverán a trabajar en una agencia dividida: el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., específicamente para el tema de la pauta oficial; y creó RTA Noticias bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina. “Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”, dice a lavaca una de las delegadas del sindicato SiPreBA, que repasa la situación. El desgaste, las presiones, las y los compañeros que no están; la histórica agencia, que tampoco. Lo que se logró con la lucha: reconocimiento de antigüedad, del estatuto del periodista profesional, de los convenios colectivos y de la representación sindical. Y volver a trabajar. Lo que falta, y lo que empieza a partir de hoy.

Por Francisco Pandolfi

“Si se calla el periodismo, también se calla la vida”.

Esa inscripción pintada en un corazón de madera estuvo colgada durante cuatro meses en una de las carpas montadas en la puerta de la Agencia de Noticias Télam. Un medio público fundado el 14 de abril de 1945, que en sus 79 años intentó ser cerrado, privatizado y vaciado por gobiernos variopintos: peronistas, radicales, macristas y militares. Una agencia que se encargaba de dos actividades: por un lado la pata publicitaria, que distribuía la pauta oficial; por el otro la pata informativa, a través de una agencia de noticias federal con un alcance de punta a punta del país.

En la apertura de sesiones legislativas, el viernes 1º de marzo pasado, el presidente Javier Milei anunció por cadena nacional la promesa de “cerrar la agencia Télam”. Y cumplió, en un pestañear: el lunes 4, las dos sedes porteñas amanecieron valladas. Los trabajadores desde entonces no pudieron entrar a sus edificios y fueron “dispensados” de cumplir tareas.

Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia
La postal del conflicto: la sede de Bolívar, vallada por la Policía. Al lado, los trabajadores montaron uno de los acampes. Foto: somostelam

Un paso importantísimo

La resistencia estuvo a la altura de los acontecimientos: ese mismo día, las y los trabajadores junto al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), instalaron dos carpas en las puertas de los edificios de las calles Bolívar 531 y avenida Belgrano 347. La lucha colectiva se mantuvo, indeclinable. E instó a que cuatro meses después, el 1 de julio, el gobierno decretara la reconversión de Télam en APE S.A.U. (la Agencia de Publicidad Estatal Sociedad Anónima Unipersonal), que se encargará del eje publicitario. Las funciones periodísticas continuarán dentro de Radio y Televisión Argentina (RTA), en una agencia de noticias pública. Anteayer se sacaron las vallas y se levantó el acampe. El corazón de madera fue descolgado, cuidadosamente. 

Hoy, 130 días después, los trabajadores de Télam vuelven a trabajar.

Un empleado de la agencia desde hace más de 15 años cuenta que el lunes, ni bien quitaron el vallado, entró al baño del edificio de Bolívar y se le “explotaron los ojos de tanto llorar”. Dice que prefiere no dar su nombre hasta firmar el nuevo contrato. 

Andrea Delfino es una de las delegadas de Télam e integrante del SiPreBA. Le cuenta a lavaca que hace 34 años trabaja en la agencia, que es periodista en la sección economía. Ella fue una de las que anteayer ya firmó el nuevo contrato que la une a RTA Noticias. Detalla la situación: “Con la vigencia del DNU 70/2023, el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., que va a funcionar en el edificio de la calle Bolívar específicamente para el tema de la pauta oficial. Allí irán un centenar de compañeros, que ya trabajan en ese rubro. Cambia el nombre de la empresa, pero las condiciones laborales no se modifican”. 

Sobre el eje informativo, explica: “Todos los demás, o sea periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos, infografistas, empleados de administración, recursos humanos, comercialización, pasamos a formar parte de RTA Noticias, una nueva unidad de negocio que funcionará bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina, igual que Radio Nacional y la Televisión Pública. Nosotros trabajaremos en el edificio de Belgrano”. Al margen de los datos, abre el corazón: “Estamos dando un paso muy importante al volver a trabajar. Muy importante –remarca Andrea, con la u del “muy” extendiéndose en el aire por un par de segundos–. Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”. 

Radiografía de un vaciamiento

Como la relación de dependencia es con una nueva empresa, el lunes pasado se inició la firma de contratos, que continuará hoy y los próximos días. “Las condiciones son las mismas que teníamos hasta el 3 de marzo: se nos reconoce la antigüedad, el estatuto del periodista profesional, los convenios colectivos y la representación sindical de la Comisión Interna del SiPreBA para quienes somos delegados”.

Sin embargo, cambiaron muchos otros aspectos. Dice Andrea: “Dieron de baja el portal, la cablera y nos achicaron un montón en lo periodístico. En total éramos más de 700 trabajadores y quedamos 420 entre las dos empresas. O sea, hay 300 personas menos. Por lo tanto, habrá que hacer todo un reordenamiento de secciones, porque hay algunas que quedaron desmanteladas”.

Sergio Arboleya hace 30 años que trabaja en Télam, donde empezó como colaborador. Hace 15 que es editor de la sección Espectáculos. “Vengo usando la idea del milagro, porque en este contexto de ajuste salvaje, de recorte, de persecución en todo lo estatal, es una alegría haber sostenido el trabajo y en breve ya arrancaremos a producir noticias para la cablera de RTA. El aspecto milagroso se dio a partir de la resistencia, con tantos días de acampe, con una organización que realmente funcionó muy bien, con un manejo del SiPreBA que ha sido eficaz para lograr lo que parecía imposible: conservar los puestos de trabajo de aquellos que finalmente decidimos quedarnos”.

Respira profundo: “Esto resulta muy impresionante, pero no disimula la pérdida de un montón de colegas de enorme valor que se fueron un poco asustados por la política expulsiva de los retiros y que dejan un hueco enorme en la estructura periodística. Y también entender que la marca Télam, con esa simbología, con esa carga, ya no existe más. Hablábamos el otro día con un compañero sobre si podremos recuperar un poco el sentido de la agencia, en este nuevo lugar. Aún con las críticas que podía tener a sus gestiones y a nuestra propia falencia para plantarnos como colectivo de trabajadores a hacer realmente la agencia federal, plural, sabíamos que Télam funcionaba en una dimensión, con sus abonados en todo el país, con su red de corresponsalías que ahora han quedado prácticamente todas afuera”.

La gente que se fue lo hizo mediante retiros voluntarios que, semana tras semana, el gobierno nacional renovaba por decisión del ahora ex interventor de los medios públicos Diego Chaher (la semana pasada tomó su lugar el ingeniero aeronáutico y espacial Eduardo González). La delegada Delfino retoma: “Este conflicto tuvo mucho de psicológico, porque no hay nada peor que tener a la gente sin tareas; fue destructivo. Nos jugaron en contra muchas presiones, tanto externas como internas. En cuanto a las externas, la empresa extendió cada semana el programa de retiro voluntario, a la par que algunos medios publicaban notas que buscaban generar miedo: si no agarrabas el retiro, parecía que se venía el apocalipsis”.

Trabajar para volver a trabajar

Las presiones también las hubo internas y “bien intencionadas”. Describe un aspecto neurálgico de la resistencia: “Los fines de semana eran momentos clave y por eso los lunes o martes hacíamos las asambleas. En el fin de semana es común encontrarse con los seres queridos, que con la mejor intención te decían ‘pero te parece seguir yendo’; ‘hace frío y llueve’; ‘¿por qué estás haciendo una cobertura si en realidad estás dispensado de trabajar?’. Esa presión bien intencionada fue la más difícil de vencer y superar. Con el paso del tiempo, notamos que si nos hubiésemos quedado dispensados y tranquilos en nuestras casas viendo Netflix, esta resolución no hubiese pasado. Me parece importante resaltarlo, porque en una época en que se habla tanto del individualismo y que te hacen creer que solo te salvás por tu mérito, el resultado de esta lucha colectiva muestra lo contrario”.

Desde el 4 de marzo hasta la reconversión de Télam, cada semana se renovaba la dispensa a cada uno de las y los trabajadores. “El presidente que dice que en el Estado somos todos ñoquis, nos está haciendo ñoquis, porque nos está pagando sin trabajar”, solían repetir desde los acampes, como una manera de desarticular el relato oficial. Con la agencia fuera de funcionamiento, decidieron lanzar el sitio web somostelam.com.ar e informar desde ahí. Al frente del portal estuvo Andrea Delfino: “Decidimos arrancarlo con el fin de que la sociedad sepa que nosotros estábamos trabajando para volver a trabajar. Nos enfocamos mucho en cubrir los despidos en el sector público y en el privado. Era difícil mantener esperanza, pese a que en Télam finalmente no hubo despidos. Hubo días muy difíciles y las asambleas parecían terapias de grupo. Las reuniones nos contuvieron y nos organizaron; las conducciones de SiPreBA y de FATPren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) siempre estuvieron poniendo el cuerpo, al igual que delegados de otros medios de comunicación. Cuando hablo de los lazos de la base, me refiero a los lazos sociales que se fortalecen en estas instancias, al contrario de lo que esperan quienes generan estas acciones para desorganizar a los trabajadores”.

¿Qué no pudo lograr el gobierno?

Andrea: Callarnos, cerrarnos. Nos silenciaron durante cuatro meses y hoy estamos volviendo a laburar. Si logramos un resultado positivo dentro de este contexto es porque fuimos muy tozudos. Y porque tuvimos bien claro lo que queríamos, que se resume en algo hermoso que dijo un compañero en una asamblea: “Yo no quiero ser el último que apague la luz; quiero ser el primero que prenda la computadora cuando volvamos”. Ese es el espíritu del colectivo Télam.

Hoy, algunas luces se volvieron a encender.

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Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

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“Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”, dice el hermano de Cristian Valiente. Familias de personas que continúan presas realizaron ayer un encuentro para organizarse y desarmar las mentiras con las que se sostienen sus acusaciones. El caso de Cristian y el de de Facundo Gómez, que hablaba con su mamá cuando lo detuvieron: la justicia no tiene filmado sus supuestos “disturbios”, pero lo encarceló igual. Las causas armadas sobre los más vulnerables, mientras nunca se detuvo a quienes causaron los destrozos, por ejemplo, del auto de Cadena 3. Además, el fiscal Stornelli insiste con meter presas a siete personas que ya fueron liberadas por la jueza Servini por falta de pruebas. El terror que continúa, los ataques de pánico, las condiciones de detención: se puede colaborar económicamente con las personas detenidas (el alias: LIBRESYA) y existen 5 puntos de acopio de mercadería detallados en esta nota. Qué necesitan: abrigo, frazadas, comida. Las familias llaman al 10 de julio a una nueva conferencia y al 12 a una concentración en Plaza de Mayo.

Por Lucas Pedulla

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

Jonathan dice que está un poco nervioso porque nunca habló en público, y ahora hay un aula llena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, dispuesto a escucharlo. Tiene 34 años y es el hermano de Cristian Valiente, una de las cinco personas -junto a Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Facundo Gómez y Roberto María De la Cruz Gómez– que sigue detenida en Ezeiza tras la cacería del Gobierno durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, hace ya tres semanas.

Todavía no pudo ver a su hermano porque no tenía su documento; espera hacerlo el próximo fin de semana.

Vino con su compañera, su hija y un perrito desde Moreno, oeste profundo del conurbano, a pedir por favor que lo liberen: “No tiene justificación. La gran mayoría están detenidos solamente por protestar. Y mi hermano, mientras estuvo detenido, le hicieron un desalojo en la casa: cuando salga ahora no tiene dónde estar”.

El lugar de donde desalojaron a Cristian era una pieza de un hotel céntrico. Allí había trabajado tres años como portero: “Uno con todos los derechos y dos, en negro”, cuenta el hermano. Denunció la situación y fue a juicio, que determinó que debía vivir allí hasta que le pagaran lo que debían. Casualmente, un derecho que la Ley Bases barrió en su capítulo de reforma laboral.

A Cristian -41 años, dos hijos- lo acusan por provocar “disturbios”, “arrojando piedras y otros objetos contundentes” contra la policía, pero sobre todo por haberle “secuestrado entre sus pertenencias” una granada de mano. En su indagatoria, él aclaró que no se trataba de una granada sino de un aerosol químico de los que usan las fuerzas de seguridad para gasear en las manifestaciones; y que lo encontró en las propias inmediaciones del Congreso, y se lo guardó para mostrarlo a un canal de televisión porque había vencido en 2022. “Decían que lo vendía en el mercado negro -dice Jonathan a lavaca, y no lo puede creer-. Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808269566549622911

Este encuentro, motorizado por la Comisión de Solidaridad de la coordinadora por la liberación de lxs detenidxs y el cierre de todas las causas, fue el ámbito para que Jonathan pueda, por primera vez, dimensionar esa locura.

También pudo hacerlo Elena, la mamá de Facundo Gómez, 31 años, cuyo trabajo era ir con su carrito por Plaza Serrano, en Palermo, vendiendo cafés: “Lo detuvieron mientras hablaba por teléfono conmigo -dice mientras muestra un cartel con el rostro de su hijo, sonriente-. La causa debería caerse porque lo ponen arriba de una valla, diciendo que arengaba y tiraba piedras, pero la comunicación con mi hijo se detiene en el momento en que lo están deteniendo. Intenté llamarlo, hasta que me atendió una persona que supongo que era un policía, y me dice que le estaban haciendo averiguación de antecedentes. Le pregunto por qué, y me dice porque estaba en un lugar que no debía estar. Mi hijo grita bien fuerte: ‘¡Yo no estaba ahí!’”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808262187380588878

Elena remarca que no hay registro fotográfico ni fílmico de Facundo, y su otra hija, Micaela, dice a lavaca que al fotógrafo que registraba su detención le rompieron la cámara: “Lo presentamos como testigo. Dijo que le pidió a Facundo que gritara su nombre, y cuando iba a hablar le pegaron una piña en el estómago”.

Elena dice que su hijo no aparece en los videos: “Ellos (la justicia) dicen que han mirado 100 horas, pero Facundo no aparece”. Y agradece la convocatoria: “Es una causa totalmente ilegal y armada para amedrentar y que no salgamos a protestar para que aceptemos todo lo que ellos quieren. Quiero la libertad de los cinco”.

El aula, llena, la abraza con un aplauso.

Crueldad sin paz

Una mesa afuera del aula junta donaciones (galletitas, paquetes de yerba, azúcar, latas de arvejas, jugos en polvo, lavandina, shampoo, toallitas) mientras otras personas de la coordinadora pasan con una caja de cartón para juntar dinero. Adentro, sobre la pared, una gigantografía de Rodolfo Walsh recuerda su Carta abierta de un escritor a la junta militar.

En bancos de madera, mientras tanto, se van sentando, entre otras personas, exdetenidos como Gonzalo Duro, Fernando Leone, Sofía Ottogali y Santiago Adano -liberadxs en las primeras 17 excarcelaciones, el viernes 14 de junio-, o Juan Spinetto y Camila Juárez Oliva, liberadxs en una segunda tanda de 11 faltas de mérito dictadas por la jueza María Servini, el martes 18.

Es que, además de las causas abiertas y la solidaridad por las cinco personas que aún siguen presas, la alerta continúa, porque el fiscal federal Carlos Stornelli apeló y pidió nuevamente la prisión preventiva sobre siete personas: Ottogali, Spinetto, Juárez Oliva, Sasha Lyardet, Nicolás Mayorga, Gabriel Famulari y Brian Ortiz.

“Nos siguen criminalizando cuando la jueza ya dictó la falta de mérito”, dice Camila a lavaca. La falta de mérito se dicta cuando se considera que no hay elementos suficientes para acreditar el hecho que se imputa. La propia Servini habló de la “orfandad probatoria” en las acusaciones de Stornelli. Camila, junto a Sasha y Nicolás, es una de lxs tres estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) detenidxs: “Es una crueldad, porque todos los días me acuesto y miro la ventana porque no sé si un policía va a venir a decirme ‘agarrá tus cosas’, y ya en mi cabeza pienso que no tengo que agarrar ropa oscura para entrar al penal. Así está funcionando mi cabeza. Hasta que la Cámara no se expida, no estoy en paz”.

La sala II de la Cámara de Apelaciones, conformada por Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun, tiene ahora la palabra.

El docente Spinetto, otro de los “apelados” por Stornelli, dice lavaca: “Es ridículo, porque no aporta nada nuevo para apelar e insiste sobre algo que jurídicamente está zanjado. Básicamente lo que está haciendo Stornelli es continuar con la maquinaria de armado de causa. No tiene ningún sostén jurídico”.

Donaciones, acopio y concentración

La Comisión de Solidaridad abre el encuentro. Sus integrantes recuerdan que hay un alias (LIBRESYA) para contribuir a un fondo solidario común con montos de $500, $1000 o $2000. También subrayan que lxs detenidxs necesitan ropa de abrigo clara (no gris, sin capucha), frazadas de una plaza, y elementos de almacén. Los puntos de acopio:

  • ATE / INCAA: Lima 319, 1er piso, oficina 101.
  • SUTEBA Tigre: Santa Fe 11028, General Pacheco.
  • Mutual Sentimiento: Av. Lacroze 4181.
  • ATE Sur – Lomas de Zamora: Boedo 120.
  • ATE Alte Brown – Pte Perón: Somellera 481.

Luego habla Gonzalo Duro, trabajador judicial, uno de los exdetenidos: “En ese pabellón éramos 15 personas desconocidas y ahora somos amigas. Es una realidad y habla de la transversalidad del problema”. A continuación, Camila recuerda a Daniela Calarco Arredondo: “Le estamos tratando de juntar plata porque tiene que pagar el alquiler. También para pagarles el transporte a sus padres, que viven en Mar del Plata”. Grisel, hermana de Sasha, suma la preocupación por las apelaciones de Stornelli, y pide asistencia psicológica porque muchxs continúan con ataques de pánico. Valora la importancia de estos encuentros y pide, también, monitorear las trabas que les están poniendo los penales a las visitas familiares, para que el Sistema Penitenciario no siga “vulnerando derechos”.

Luego, y por un largo rato, pasan voces de diversos partidos y agrupaciones que hacen caracterizaciones del Gobierno. Algunos traen reclamos urgentes, como los trabajadores despedidos del Hospital Posadas o de la fábrica de neumáticos FATE, pero otros gritan pedidos de paro a la CGT. El músico Santiago Adano, otro de los exdetenidos, agradece con sensibilidad la solidaridad y el acompañamiento, pero sugiere avanzar en lo operativo del encuentro. Algunos no parecen escucharlo, y siguen. Otros sí, y piden acompañar, por ejemplo, la ronda de las Madres de este jueves en Plaza de Mayo para continuar la visibilidad por los detenidos. La propuesta es aceptada.

Las familias y exdetenidos, a su vez, proponen una nueva conferencia de prensa en el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para informar sobre la situación de las detenciones y las causas. En asamblea votan realizarla el miércoles 10. También votan, para el viernes 12, a un mes de la protesta, realizar una nueva concentración en Plaza de Mayo, con posibilidad de festival, buscando la convocatoria del amplio abanico político que movilizó la última vez, el día de las últimas excarcelaciones. Silvia, la mamá de Camila, recuerda que la urgencia de esos días fue lo que juntó a sindicatos, organismos, referentes de la izquierda y del peronismo: “Vengo a reforzar la idea de unidad, como lo hice desde el día uno”.

Cerca de las diez de la noche, la asamblea concluye.

Los ejes que se refuerzan:

  • Libertad a las cinco personas que siguen detenidas.
  • Pedir el rechazo de la Cámara a las siete apelaciones de Stornelli.
  • Cierre de todas las causas.

Leé la nota de tapa de la nueva MU: Qué es la libertad.
Sasha y su hermana, dos caras de lo que se vivió adentro y afuera tras la cacería policial el día de la votación de la Ley Bases. Sus reflexiones sobre la estigmatización, la persecución, y la vida en ¿libertad? Las redes y la calle. El ego y lo colectivo. Hablan Ramona y Santiago, también detenidos sin pruebas, con torturas. La organización entre familias. Y el reclamo por los que todavía están adentro.

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases
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LA NUEVA MU. No podrán

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