CABA
¡Extra!: Periodismo por chicos
Cordones desatados es un periódico hecho por niñxs de entre 7 y 11 años. Qué informan. Cuál es el riguroso método que utilizan. Y cómo debaten la realidad para hacer comunicación autogestiva. POR LUCÍA AÍTA
Lxs chicxs se ríen. Hablan de política, desigualdad y medio ambiente, pero mientras lo hacen se ríen. En una mesa en ronda en una librería de Villa Crespo funciona una de las sedes de la redacción de Cordones Desatados, un periódico cuyos redactores tienen entre 7 y 11 años. Sus noticias salen de abajo pero apuntan bien alto: cuestionan el mundo que los rodea.
En una época que se quedó sin palabras para entender lo que pasa, lxs chicxs aprovechan los encuentros semanales -que se asemejan a reuniones de sumario- para inventarlas. Nada de lo que encuentran en los diarios y noticias que van a definir como “de grandes” es tomado como una realidad inalterable. O lo cuestionan o lo dan vuelta. Todo se puede mirar de otra forma y volver a repreguntar. Así encuentran la forma de comunicar lo que les (pre)ocupa de la mejor manera. ¿Qué tienen para decir lxs niñxs del mundo que los rodea? ¿Y quiénes están dispuestos a leerlo?
La redacción
ucía (7 años) llega, saca un diario de su mochila y recorta una nota que habla de los inconvenientes que trae el exceso de consumo de pan. Le gusta que el título lleva la palabra “locos”.
León apoya sobre la mesa un libro que aporta información sobre el crecimiento del agujero en la capa de ozono y sus peligros. Abre la boca asombrado por todo lo que contaminan los aerosoles y recuerda en voz alta otra nota que ya hicieron sobre el calentamiento global. Todos juntos miran un mapa que apoyan sobre la mesa y que no es para hacer la tarea de la escuela, sino para buscar la información que requiere hacer una nota de su propia revista.
“Es para leer nosotros y para que lean los grandes también”, dice Lucía sobre el periódico mientras pinta con marcadores de colores una superheroína llamada Superzapatita que acaba de inventar para la contratapa de la revista. Superzapatita tiene un poder muy útil para usar frente a políticos y fakenews: un lazo de la verdad. La portada de ese último número (el n° 10) dice “Noticias Falsas” en muchos colores y como bajada una exclamación: “¡No!”. Y lleva a Pinocho como chico de tapa.
Lucía pinta mientras cierran una ronda en la que se hicieron grandes preguntas sobre economía, sociedad y geopolítica. No las etiquetaron ni dividieron bajo esos nombres, pero las hicieron igual. “Los chicos traen recortes de noticias, libros, temas que les interesa contar, investigar, dibujar. Se trata de plantear un nivel de información que no es el que ofrecen ni el diario de los grandes ni la tele ni la radio”, dice Jessica Fainsod, periodista, escritora y dramaturga, creadora y coordinadora del espacio. “Es un periódico que hacen con las preguntas que les generan las noticias del país y del mundo. La selección de noticias es parte del trabajo de encontrar algo que tengan ganas de leer. Son noticias que traen de la casa o que, a veces, escuchan en el colectivo, en la escuela”.
Fainsod fue redactora y colaboradora en varios medios (Clarín, Viva, Suplemento Sí y Los inrockuptibles, entre otros) y también es madre de un niño y una niña. Escribió una obra de teatro para chicos, Había una vez rock, y un cuento, Andar por las nubes. Con esa mirada atenta sobre lo infantil, Jessica comenta que no es tan difícil como parece que la actualidad les despierte interés a lxs chicxs: “Están en contacto con ella todo el tiempo y, por ende, tienen también una mirada al respecto”, dice. Y concluye: “En el periodismo hecho por chicos son mucho más importantes las preguntas que las respuestas. Se trata de formar lectores más que periodistas”.
¿Qué preguntas?
Algunos ejemplos de charlas de sumario:
“Ganó Bolsonaro”, dice Uriel, respira y agrega: “Un nazi”.
“¿Qué es un nazi?”, les pregunta Jessica.
“Es un tipo de la segunda guerra mundial. Que odia a los judíos”, responde rápido León.
“Pero que también odia a los homosexuales y a los negros”, dice Uriel.
“¿Qué quiere decir que los odia?”, se escucha en voz alta.
“Que si tuviese un hijo así no lo toleraría. O que los esclavizaría. Eso es odio”, concluye León y mientras mira Brasil en el mapa resuelve: “¡Ya sé! Podemos crear cómo sería el país oficial de Cordones Desatados”.
2. Convocan a una marcha en Argentina para que no saquen a Apu (el personaje de origen indio) de la serie Los Simpsons. “Debe ser porque es racista sacar a un indio”, dice Uriel.
“¿Qué es racista?”, pregunta Jessica.
“Racista es que sólo porque tu piel sea de color violeta sos inferior a la persona que tiene piel de color amarilla, por ejemplo”.
“Igual para mí lo de la marcha por un dibujo me parece un poco exagerado”, resume.
3. Y otro día, otro grupo:
“¿Qué es reprimir?”, preguntó una nena en el taller mientras hablaban de “lo que pasó el día del paro”.
“Reprimir es ponerse triste”, pensó en voz alta Joaquín, de 10 años.
“Reprimir es controlar por la fuerza un estado de ánimo determinado”, aseguró Valentino, de 10 años sin dejar de dibujar un camión hidrante tirando un chorro de agua a un grupo de manifestantes.
“Reprimir es cuando tus emociones se paran”, dijo Vicki, de 9 años levantando la mano.
“Reprimir es cuando no permitís que alguien se exprese”, sentenció Pilar, de 11 años.
Algunos titulares de la revista demuestran lo bien que investigan y cuestionan la realidad. También qué les interesa o qué les toca. En “El ratón del ahorro” hablan de cómo la inflación influye en los precios. En “¿Qué es una protesta?” cuestionaron la represión policial a la escuela itinerante docente. En “¿A qué juegan los presidentes?” se preguntan por las bombas y guerras en Siria. En “Basura rica” problematizan la comida conocida como chatarra.
Cordones Desatados no tiene sponsors: se autogestiona. Los primeros números no fueron impresos pero a partir del número tres los padres empezaron a decir que querían llevar las noticias a la escuela. Se puede conseguir en escuelas, librerías y hasta en una carnicería en Colegiales que publicó el primer aviso de la revista. También se puede leer en la web (está subido al Issue) o suscribirse. “La repercusión fue grande porque no existía un periódico hecho por chicos para chicos: siempre está pensado al revés”. Como resume Lucía (7 años), la diferencia está clara: “El nuestro es más divertido”.
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
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