CABA
Desaparecide: ¿dónde está Tehuel de la Torre?

La madre de Tehuel habla por primera vez con los medios sobre la desaparición del joven trans. Denuncia que la investigación es lenta, que hay personas que saben qué ocurrió pero callan, y las insta a que se animen a hablar. Retrato de una familia pobre en el conurbano bonaerense, y de la vida de Tehuel en ese contexto. Lo que dicen los grupos autoconvocadxs que sostienen la consigna de aparición con vida. El hermetismo de la fiscal. Y la lupa sobre dos sospechosos que mantienen un pacto de silencio.
Por Inés Hayes y Melissa Zenobi.

Son las 10 de la mañana y pese a las restricciones por la pandemia, la autopista que va de la ciudad de Buenos Aires a Ezeiza está poblada de camiones y autos. La avenida principal para entrar a San Vicente está llena de árboles frondosos y hay un cartel que presenta al Museo Histórico 17 de Octubre, prueba de que Perón y Evita vivieron un tiempo en esta localidad de 20 mil habitantes que queda a 56 kilómetros de la Capital Federal. Rodolfo Walsh y el filósofo Alejandro Korn también vivieron aquí. Si bien fue una localidad pujante a mediados del siglo XX, hoy la mayoría de su población vive bajo la línea de pobreza.
Para llegar a la casa de Tehuel hay que atravesar el centro local y hacer seis cuadras por calles de tierra. En la entrada, un móvil policial custodia a la familia: “Está desde que nos amenazaron cuando comenzamos a buscar a Tehuel”, dice Norma, su mamá, sentada en la cocina de su casa. “Es la primera vez que hablo con un medio”, cuenta mientras mueve los pies sobre el piso de tierra.
En la habitación de adelante duerme su hijo más chico (16 años) y en la cocina, sobre un aparador, está el cartel con la foto de Tehuel pegada a un cartón que dice “Buscamos a Tehuel: cualquier dato comunicate con la fiscalía”. En el baño, un espejo de puerta de ropero se apoya contra una pared; y al lado del baño hay otra habitación con una ventana que da al patio. La casa es de madera y el techo, de chapa.
“Me cuesta dormir y a la mañana cuando me levanto no puedo creer que no esté Tehuel, que no podamos tomar mate en el patio y hablar de nuestras cosas”, sigue Norma con los ojos llorosos. En el patio crecen los zapallos y una planta de ají: “Esta la puso Tehuel pero se la están comiendo los caracoles”, sigue Norma mientras mira una rosa roja que ha crecido tanto que es más alta que el techo de la casa.
El jueves 11 de marzo, cuando Tehuel desapareció, Norma había ido a la casa de su hija Verónica a cuidar a sus nietas porque su hija estaba con bronquitis. El trayecto de San Vicente a Alejandro Korn no supera los once minutos en auto, pero Norma debe tomar un colectivo que la deja en la ruta y desde ahí caminar un largo trecho por calle de tierra. Cuando llueve como hoy la zona se vuelve intransitable; por eso cuando va a lo de Verónica se queda unos cuantos días. Como aquella vez. “Les encargué a mis hijos que cuidaran las gallinas y regaran las plantas”.
Cuando volvió, Tehuel ya no estaba.
Teoría de la conspiración
En el patio cae un rayo y empieza a llover. Ella sigue recordando un llamado: “Tehuel se fue el jueves y no volvió, se fue a trabajar de mozo y no volvió –me dijo Michelle, su pareja, por teléfono– y yo me quedé paralizada”, cuenta Norma sobre la forma y el momento en que se enteró de que su hijo no había vuelto.
El sábado 13 de marzo Michelle fue a hacer la denuncia a la comisaría local pero no se la tomaron porque era menor; faltaban unos días para que cumpliera los 18 años. Entonces Verónica se levantó de la cama, con fiebre y bronquitis, y acompañó a Norma hacer la denuncia por la desaparición.
Desde entonces la vida familiar cambió para siempre: “Hasta el primer mes fue muy duro, no hablaba con los medios. Recién ahora me estoy reponiendo y activando. Fui una vez a hablar con la fiscal (Karina Guyot, de la UFIJ-San Vicente) y ahora tengo que volver a ir”, dice Norma mientras las gotas caen ahora también adentro, a través del techo de chapa. Se acomoda el pelo castaño detrás de las orejas y sigue: “Yo me pongo a hacer cosas para no pensar, pero es muy difícil: es todo muy raro”.
Lo que se sí se sabe: Tehuel salió de su casa el jueves 11 de marzo a las 7 de la tarde para encontrarse con Luis Alberto Ramos quien, presuntamente, le había propuesto un trabajo de mozo para un evento. Desde que comenzaron a buscarlo se allanaron diferentes viviendas y terrenos, así como la casilla donde vivía Ramos. Allí se encontró el celular de Tehuel destruido y su campera quemada. Ninguna de estas pistas sirvió hasta ahora para encontrarlo a él; tampoco los rastrillajes que se hicieron con les vecines y la policía.
“La línea de investigación más fuerte es que Ramos lo asesinó y hubo una conspiración entre Montes y Ramos, los dos detenidos que hay hasta el momento. Además hay dos personas más que pueden estar involucradas”, dice el abogado de la familia, Alejandro Valle. “Hasta ahora solo se encontró la campera de Tehuel quemada y el teléfono roto y su carcasa”.
El primer detenido fue Ramos. “A Ramos lo detuvieron en Dock Sud”, sigue el abogado Valle. “Había cambiado su fisonomía, se había cortado el pelo, teñido de rubio. Estuvo 9 años en prisión en General Las Heras por un homicidio cometido en Lomas de Zamora y salió en libertad condicional. Está caracterizado por los vecinos como una persona violenta, que vendía drogas y oficiaba de puntero en un barrio marginal”, detalla.
El segundo detenido es Oscar Alfredo Montes, imputado por falso testimonio y encubrimiento ya que, a pesar de declaró no conocer a Tehuel, la DDI de La Plata obtuvo una foto de celular en la que están Tehuel, Ramos y Montes compartiendo una cerveza en una casa que no fue reconocida.
Al cierre de esta edición tanto Ramos como Montes se habían negado a declarar.
Que los detenidos hablen es uno de los reclamos de la familia de Tehuel. Yo creo los detenidos no quieren seguir embarrándose más de lo que están: por eso no hablan”, dice a MU Michelle, pareja de Tehuel.
Roscas para el barrio
Norma trabajaba cuidando a personas mayores. A veces de noche, a veces de día, a veces en el hospital. “Pero con el Covid se cortó todo. Cobré el IFE dos veces, y cobraba la Asignación Universal por Hijo por mi nene más chico, pero cuando comencé los trámites de la prensión, me sacaron la Asignación”.
Tras la desaparición de su hijo, agradece la ayuda del Ministerio de las Mujeres de la provincia de Buenos Aires, desde donde recibió apoyo económico: “Lo necesitaba porque en este momento no tengo nada. Hace poco que falleció mi esposo”.
Recuerdos de la cotidianeidad y de su hijo: “Tehuel se levantaba y nos sentábamos afuera a tomar mates, conversábamos. Era una persona sin maldad, muy buena. No me decía mamá, me decía vieja. Si necesitaba algo o un mandado, iba a comprar, estaba siempre sonriendo, haciendo chistes, era muy alegre y teníamos una relación muy compañera: siempre me avisaba cuando salía”.
Aquel 11 de marzo también Tehuel salió de su casa en la calle Buenos Aires al 500 de San Vicente; fue visto por última vez entre las 19.30 y las 21 de ese día por las calles Mansilla al 1200 o Frías al 800. Norma no tiene una hipótesis formada de qué pasó, y mientras espera poder reunirse con la fiscal del caso, Karina Guyot, dice sobre la investigación: “Ella a veces me dice que hay cosas que no puede decirme y otras que sí, porque debe reservar algunos datos. Pero yo creo que la causa va más lenta de lo que debería. Los dos detenidos están con preventiva, pero siguen sin declarar. La justicia siempre es lenta”.
En la mesa de la cocina vuelan mosquitas sobre una bolsa de pan y en el secador hay platos, vasos y cubiertos limpios. Vuelve el recuerdo: “Con Tehuel hacíamos rosquitas o bolas de fraile y él salía a vender por el barrio, o los fines de semana iba a la laguna. Ahora estamos haciendo el contrapiso de la pieza, pero yo quiero que vuelva Tehuel”.
Pobreza trans
Activistas trans, travestis, no binaries, marikas, intersex, lesbianas, bisexuales, gays, organizaciones políticas, culturales, sociales, sindicales y educativas se organizaron en “Autoconvocadxs por Tehuel”. Desde que desapareció, las asambleas se realizan de manera virtual y reúnen a más de 200 personas de todo el país que siguen reclamando en las calles y en las redes su inmediata aparición con vida.
Florian, activista trans no binarie de distintas organizaciones, se sumó a Autoconvocadxs “con el objetivo de poder construir transversalmente una voz colectiva que nos permita decir lo que no parece estar instalado en la agenda de la sociedad como debería: hay un pibe trans desaparecido hace dos meses”.
Lo que conecta el grupo autoconvocado es la situación de pobreza en la que vivía Tehuel junto a su familia, agudizada por su condición de varón trans, las dificultades para encontrar trabajo –Michelle, su pareja, contó que cada día “se levantaba con la esperanza de que lo llamen por algún trabajo”- y las facilidades para encontrar peligros. Florian: “Salió de su casa al encuentro de un trabajo precario y todavía lo estamos buscando”.
La activista Marlene Wayar es una de las integrantes de Autoconvocadxs y señala los graves errores en los que incurrió la investigación en esos primeros días: “Se buscó el NN de una persona femenina, luego se corrigió y se buscó un NN masculino”. Explica el impacto: “Esto habilita o cancela hipótesis posibles que en los primeros momentos son muy importantes”. Insiste Marlene: “Tehuel es el primero de nosotres en calidad de desaparecido. Siempre nos enteramos cuando los cuerpos de nuestres compañeres aparecen sin vida. Somos apariciones sin vida de cuerpos asesinados, desmembrados, quemados, violados, torturados, abandonados. Queremos que Tehuel aparezca con vida, queremos que no se baje la intensidad de la búsqueda, y que se dejen de lado las lecturas estereotipadas sobre nuestros cuerpos”.
Coi Bressan es activista y milita en la organización “Transistemas”, que a su vez integra TodesporTehuel: “Estamos en constante movimiento para dar a conocer este caso, que no es un caso aislado”, dice Coi y explica que las masculinidades trans no están en la boca y en el imaginario de mucha gente. “Al principio no solo tuvimos que salir a buscarlo, sino también salimos a defender su identidad y sus pronombres”, recuerda.
“Esto es resultado de una total invisibilización de nuestras identidades”, asegura Coi, que se autopercibe travo –travesti masculino–. “¿Qué buscan cuando buscan una persona trans pero sobre todo una masculinidad trans? ¿Qué cuerpo? ¿Con qué pronombres? ¿Quién lo busca?”, se pregunta el joven de Baradero, provincia de Buenos Aires.
Para les autoconvocades que Tehuel haya desaparecido tras estar desempleado y yendo a buscar un trabajo no es una casualidad sino la causa; por eso siguen impulsando y reclamando el tratamiento de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero: “Necesitamos el cumplimiento del Cupo Laboral Travesti-Trans-No binaries. Es urgente que nos acompañen en este pedido para que dejemos de tener miedo de ser el próximo Tehuel”.
Al cumplirse dos meses de la desaparición, el Equipo de Antropología Forense Argentino se incorpora a la investigación. El abogado Alejandro Del Valle suma las últimas novedades: “Se están recolectando muestras en el cinturón ecológico de Benavídez para que el Equipo busque rastros genéticos”. Otras de las novedades tiene que ver con la aparición de una nueva prueba: “Está a la espera de peritaje el celular de Priscila, la ex pareja de Ramos, que fue borrado el mismo día que el de Ramos”. “Tenemos esperanza de que ahí pueda aparecer algún indicio que pueda esclarecer algunas cuestiones, pero por ahora sigue en espera”.
“Les pido que no tengan miedo, que no les va a pasar nada”, dice Norma cruzada de brazos mientras en la cama su hijo menor se tapa hasta el cuello con una frazada oscura a cuadros.
¿Por qué creés que no hablan?
Porque hay códigos o porque tienen miedo a las represalias.
¿Qué le dirías a esa gente?
Que hablen. Que digan dónde está.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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