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Ley Milei entre el palacio y la calle: aprobación en general y lo que se viene

A las 8.50 de hoy, con 142 votos a favor, 106 en contra y 5 abstenciones, se votó en general la Ley Bases, que cercena derechos sociales y busca consolidar beneficios para los sectores de poder. La traducción de quienes votaron: «darle herramientas al gobierno». Pese a los discursos supuestamente opositores, los legisladores le dieron a Javier Milei la delegación de facultades por un año, la posibilidad de privatizar empresas estatales y una reforma laboral, además de los perjuicios para futuros jubilados, entre otras cosas. Paradójicamente, en esos temas el Congreso queda reducido a un elemento de decoración política, que acaba de aprobar normas no solo dictadas sino redactadas en muchos casos por los propios lobbies empresarios. Fueron 20 horas de intervenciones que comenzaron el lunes al mediodía. ¿Qué es lo peor del proyecto? Publicamos el texto completo y algunos intercambios de lavaca con legisladores. Pablo Carro y lo desastroso. Raúl Godoy del FIT y Zanón, lo que perjudica a los jóvenes y lo ambiental. Cristian Ritondo y el rebaño. Daniel Arroyo y la implosión social. Ahora resta el debate en particular, que no se votará artículo por artículo sino por «capítulos» en bloque, para eludir el cuestionamiento de temas específicos. Se calcula otra posible mayoría oficialista, aunque nunca conviene subestimar lo imprevisto. Detalles, imágenes y voces de lo que ocurría en la calle y en el recinto.
Producción de lavaca.org.
Fotos: Juan Valeiro.
Un muñeco de Javier Milei y una leyenda: “La casta son los jubilados”. Una bandera de Jubilados Insurgentes cruza Rivadavia, mientras todavía los efectivos de Gendarmería y Prefectura están adentro de las camionetas, resguardándose del frío.


Foto: lavaca
Otra bandera: “Las centrales nucleares argentinas no se venden”. Una señora escribió a mano: “Si se aprueba la ley bases 9 de cada 10 mujeres no se van a poder jubilar”. Otra: “Jubilada en peligro de extinción”. Un señor escribió en un cartón: “29 de abril, feliz día gatito alcahuete de los empresarios”. Luego aclara a lavaca: “Sin ofender a los animales”.
Entonces llegan los primeros policías para aplicar el Protocolo Bullrich, mientras se suman organizaciones sindicales, asambleas y trabajadoras y trabajadores de distintas empresas estatales, que proponen hacer un semaforazo: llevan en carteles las fotos de diputados de la UCR, fundamentalmente, el sector llamado “dialoguista”, colaboracionista o pseudo opositor que se espera le brinde los votos al gobierno. Le muestran las fotos a todos los vehículos que pasan por Rivadavia. Ese sector incluye a parte de la UCR, pero también a todo el PRO, parte de Hacemos Coalición Federal, los provinciales con obediencia debida a sus gobernadores.


Foto: lavaca
Los diputados deben cruzar Rivadavia (semaforazo mediante) desde el edificio Anexo hacia el recinto, pasar por la pasarela de la resistencia:
-¿Cómo vas a votar?
-Cuidado con lo que votás.
-No traicionen al pueblo.
-¿Vos sos diputado?
Un joven de anteojos agita un ejemplar de la Constitución Nacional como reconociendo a cada diputado. No los conocía, en realidad, pero los detectaba por lo obvio: eran los que venían con custodia. Los gritos del joven de anteojos, acompañados por el resto en cada semaforazo:
-¡Burros!
-¡Ignorantes!
-¡Atorrantes!
“No conocemos a todos, a algunos les preguntamos si son diputados, pero esos son los que más te cagan”, dice Zulema, de Jubilados Insurgentes, agrupación que no distingue entre oficialismos y oposiciones: “Algunos pasan y hacen la señal en V, pero nosotros les reclamamos igual” cuenta justo antes de que pase el sindicalista de la CTA Hugo Yasky.
-Yasky, ¡paro general!– gritan todos al unísono, mientras se arma la canción: “Paro, paro, paro, paro general”.

Teoría de lo desastroso
“La última vez que nos vimos, justo cuando estábamos hablando, se vino abajo el anterior proyecto de Ley Ómnibus, pero no creo que ahora tengamos la misma suerte” dice el diputado Pablo Carro (Unión por la Patria) al cronista de lavaca, en el Salón de Pasos Perdidos mientras en el recinto –más que un debate– se producía una sucesión de monólogos.
Explica el diputado: “Lo que se va a aprobar es desastroso, no solo por la cuestión de las delegación de facultades. Se elimina la moratoria previsional para las mujeres, lo que llamamos habitualmente «amas de casa”. En materia laboral es toda una regresión. Se elimina el monotributo social”.
Dato práctico: de los menos de 4.000 pesos actuales, el monotributo “social” pasará a costar unos 25.000. En lugar de ayudar a la formalización, esto promete ser una oda al trabajo en negro. Continúa Carro: “Vuelve el impuesto a las ganancias pero le bajan a los grandes contribuyentes bienes personales Es todo regresivo por donde lo mires. Esto es un desastre, es malísimo, no hay un artículo que le sirva a la mayoría”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
Juzgando caras
¿Y qué ocurrirá? Sostiene Carro: “A juzgar por las caras pareciera que tienen todos los votos para aprobar, no solo en general sino también en particular. Me parece que con el artículo 3 nos vamos a dar cuenta rapidito. Si el artículo 3 pasa, el que dice que pueden intervenir y fusionar organismos del Estado como el INCAA, el Enacom, el CONICET, estaría todo dicho. Aclaran que no se pueden disolver, pueden hacer cualquier cosa, diluírtelos en la práctica”.
-¿Qué otro artículo hay que atender?
-El 4 permite hacer lo mismo con sociedades del Estado, el canal público, Radio Nacional, Arsat, Educar, todos contenidos públicos. El artículo 5 permite echar mano del fondo fiduciario entre varios; el fondo universal es el que pagan las telefónicas, el 1%, y que se ha usado porque subsidian una parte de los emprendimientos de cooperativas o Pymes, para llevar conectividad a los barrios populares. Y después el artículo 7 es el de las privatizaciones; si pasan esos, van a pasar todo.
El diputado se queda pensando: “En el 3, la Coalición Cívica vota en contra o se abstiene; yo creo que se van a abstener. O sea, ni siquiera van a votar en contra. Me parece que están más preocupados por darle todo al gobierno, con el argumento de que necesita las herramientas, y no quedar pegados a nuestra posición que es de rechazo. Lamentablemente me parece que vamos a una sesión de ese tipo”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
¿Quién se moviliza?
Carro habla cree que es difícil saber hoy qué ocurrirá en el Senado, después de la hipotética media sanción en Diputados: “Habría que ver. Hicimos una movilización espectacular el martes pasado. El miércoles llamaron a las comisiones para dictaminar el jueves, dictaminaron en un ratito, y el mismo jueves llamaron para sesionar. Se movieron rápido. De acá al Senado hay más tiempo. Entonces lo que hoy aparece como protesta de la calle, que es relativamente escasa, me parece que va a crecer”.
“En el Senado los números están más ajustados. Si eso ocurre vamos a estar mucho más cerca de voltear el DNU porque en buena medida, esta ley le permite hacer prácticamente todo lo que tenían en el DNU, habiéndose agregado la reforma laboral. Si bien aquí es atenuada, la otra, la del DNU, estaba objetada judicialmente. Ahí quedan algunas cosas afuera, como la ley de alquileres y alguna cosa más, pero en general y en buena medida, quedan validados para hacer prácticamente todo lo que venían haciendo. Por ejemplo el artículo 3 establece que se pueden disolver fusionar, transferir a la provincia, reestructurar todos los organismos del Estado como Conicet, Enacom, INT, INTI, INTA, Incucai, y después hay una lista de los que no pueden ser disueltos, donde está Conicet y demás. Pero después viene otro artículo que dice que pueden ser intervenidos, así que vos fijate, en esa lista de los que no pueden ser disueltos, está el INCAA cuando al INCAA ya lo tienen virtualmente cerrado; que no lo disuelvan es que nos van a dejar el nombre de fantasía, pero está cerrado, no está funcionando. Entonces, con esto, lo que van a tener es la legalización de lo que vienen haciendo”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
La fragmentación y el aceite
-¿Entonces, cómo ver la cuestión hacia adelante?
-Me parece que hay que entender que la pelea que tenemos con Milei es de fondo. Y así como la semana pasada fuimos capaces de construir una gran movilización en defensa del sistema universitario, ahora hay que construir una alternativa. En algunos casos ganaremos –como la semana pasada– y en otros perderemos como perdemos hoy. Son todas batallas y hay que entender que la pelea con Milei es una pelea política de fondo que tiene que dar el conjunto de la sociedad. No la van a ganar ni los estatales, ni los universitarios, ni los aceiteros, ni ningún sector por sí mismo. Hay que entender que necesitamos ganar una mayoría social y para eso hay que construir argumentos, construir nuevos liderazgos y hay que acumular pelea en la calle. Y que todo eso va a llevar tiempo.
Nadie va a ganar por separado, pero todo aporta. El comentario del diputado sobre los aceiteros se refiere al paro por tiempo indeterminado de los que han pasado a ser sindicatos cruciales del país: los del gremio de trabajadores aceiteros. Es el grupo de trabajadores mejor pago del país, y de ellos dependen las exportaciones de soja transgénica que resultan el único modo que ha encontrado la clase política y económica (antes y ahora) de conseguir dólares. El comunicado de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines anunció el paro por tiempo indeterminado junto al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) “por salarios y condiciones laborales dignas para toda la clase trabajadora y en rechazo a la Ley Ómnibus, llamada ‘Bases’ por el gobierno nacional, que pretende imponer una regresiva Reforma Laboral con tercerización, fraude laboral, facilidad para despidos discriminatorios, reinstalación del Impuesto a las Ganancias y privatizaciones de empresas del Estado y recursos que son patrimonio de todo el pueblo argentino”. Plantea la Federación que el proyecto favorece la tercerización y la precarización, entre otras cosas. “Amplía el período de prueba de 3 a 6 meses, y en algunos casos puede ser de 8 y hasta 12 meses, para atemorizar y disciplinar a las y los trabajadores. Favorece la discriminación y despidos por causa de origen étnico, racial, religioso, gremial, de salud, condición física, ideología u orientación sexual. Ataca a las mujeres: durante el embarazo se podrá trabajar hasta 10 días antes del parto, lo que ahora sólo es posible si el parto se adelanta. Así, el empleador podrá ‘sugerir’ a las trabajadoras que trabajen casi hasta parir”.
Otro argumento: “Como toda reforma laboral que quita derechos, no va a generar más empleo, ni registración, ni crecimiento económico. Nunca ocurrió en ningún lugar del mundo, no será esta la excepción”.
El rebaño
Cristian Ritondo, jefe del bloque PRO, dice a lavaca: “El gobierno ha hecho un gran esfuerzo, todos los bloques renunciamos a algo, porque cuando tenés una ley de este tipo y nadie tiene una mayoría automática, todos tenemos que aportar. A veces uno quiere más cosas, en el caso nuestro, queríamos que esté sumado…. lo de jubilaciones de Presidente y vicepresidente, eh… que tengamos, en todo lo que tiene que ver con la modernización laboral, con muchos más artículos… más privatizaciones, sin duda hubo que llegar a consensos y el consenso dio esto… Si se cumple con los consensos que tenemos, creo que se va a votar la ley tal cual vino dictaminada”.
Para ustedes, ¿es una buena ley?
-Es una buena ley, un gran avance, o sea, tener 9 o 10 empresas que podés privatizar, es importante; tener todos los fideicomisos sin poder tocar ninguna, poder tocar en los fideicomisos y rearmarlo, es importante; tener una reforma del Estado, con muchos organismos, es importante; tener una moratoria donde pueden ir las Pymes, es importante; tener una ley de régimen de inversiones, es importante; tener, digamos, un blanqueo que pueda traer con la situación del país, es importante; que la baja inflación, es importante; y acompañarla con una ley que dé garantías es importante.
¿Garantías para quién?
Falta muchísimo, estamos en un momento duro, estamos en un momento durísimo, pero los argentinos en algún momento había que parar el cambio, porque haciendo las mismas políticas, íbamos a tener los mismos resultados.
¿Están los números para la media sanción?
Está alineado el rebaño para que no haya ninguna sorpresa, a ver si todos cumplen con lo que venimos trabajando, y los que dieron la palabra, con su cantidad de diputados, con los problemas que tienen otros bloques, de que no todos votan igual, a lo que hoy tengamos el número hoy mañana, cuando terminó, ojalá tengamos los votos suficientes para la ley de bases, y para el paquete fiscal.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
Lo narco y lo absurdo
El diputado Daniel Arroyo decide algo raro: que espere la televisión, para hablar con lavaca.
¿Cuáles son las principales alarmas de este proyecto? Explica Arroyo que varias cosas lo alarman, pero tres principalmente.
- “Una es el tema del blanqueo, permite la entrada de dinero del narcotráfico, permite que alguien entre 500 000 o un millón de dólares sin preguntarle de dónde viene. Eso va a generar situaciones muy críticas para Argentina en el próximo tiempo. Eso es estructural y es muy complicado”.
- “Segundo el tema: ganancias. Volvemos para atrás con la cuarta categoría de ganancias y una parte importante, casi un millón de trabajadores, van a volver a pagar ese impuesto y volvemos con algo muy atrás y absurdo y es incluir las horas extras y el aguinaldo. Entonces una persona va a trabajar el sábado, hace horas extras y gana menos que si no hubiera ido a trabajar. O un médico hace una guardia más y gana menos plata que si no lo hubiera hecho.
- Y hay varias cuestiones más, pero el tema de la moratoria jubilatoria también lo veo como un retroceso claro. En la práctica la mayor parte de las mujeres no es que se va a jubilar, va a acceder a una pensión a los a los 65 años que es 80% de la jubilación mínima, que de por sí es muy baja”.
Agrega: “Creo que son los tres temas como más críticos en la vida cotidiana, en un proyecto que es absurdo, que es el retiro del Estado, que todo el mercado lo ve. Esto del retiro del Estado, el modelo extractivo y la posibilidad del blanqueo de plata de mercados ilegales: la conjunción de todo eso, abre cuestiones muy críticas”.
Lo bestial y lo extractivo
Arroyo continuó la charla.
-¿Qué modelo de sociedad orienta esta Ley?
-Un país con 2/3 en la población afuera de un modelo de carácter extractivo, que no genera desarrollo local, no genera cadenas de producción, no promueve el desarrollo industrial. No hay ninguna razón para incorporar trabajadores a partir de esta ley en un esquema donde se van perdiendo trabajadores. La orientación es horrible nada de Estado y todo al mercado a lo bestia. Una ley de bases debería sentar las bases para adelante. Esto sienta las bases para atrás esto claramente un retroceso.
¿Y las facultades delegadas?
-El Presidente utiliza muy mal sus facultades. Es cierto que todos los presidentes tuvieron facultades delegadas por el Congreso, pero nadie hizo un decreto tan bestial como el que permitió que las prepagas se fueran al demonio y que no se pudiera regular nada, o que efectivamente las tasas de internet de la tarjeta de crédito no tuvieran regulación. Y después lo otro que a mí me parece que también diferencia con la ley original es que incorporó una reforma laboral que hasta ahí no estaba y que claramente no hace lo que tiene que hacer, una reforma laboral que es promover el empleo joven, que es incentivar la generación de trabajo para pymes y para profesionales. Yo veo realmente que esto es un retroceso. Hay mucho malo, pero lo peor es la delegación de poder. Es un drama con un Presidente que ha hecho cualquier cosa con el DNU.
-¿En qué perjudicaría en este caso?
-Tendría control en lo económico, lo energético, lo administrativo. Va a poder reformar el Estado como quiere, la moneda que quiere y hasta ahora lo ha hecho muy mal: le han recortado 20-30% de personal estatal sin ninguna lógica o racionalidad.
-¿Podrá privatizar, por ejemplo, Aerolíneas?
-Sí, la ley le va a dar mandato para privatizar o concesionar varias empresas. Está también ARSAT, toda la comunicación pública, radio y televisión pública. Y también esa delegación de facultades, que se le da en un contexto donde el tema energético, litio, energía, minerales. Nosotros necesitamos no el carácter extractivo de este esquema, sino el carácter de que eso genere valor agregado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
La implosión social
Calcula Arroyo que la aprobación en general y en particular podría darse. Otro tema.
–Se habla y escribe mucho de las discusiones internas del peronismo: Axel, Máximo, Cristina, el PJ, internas por WhatsApp, en medio de este debate crucial. ¿Influye o puede influir?
-Eso es más chico que el microclima. Ando todo el tiempo por la calle y a mí nadie nunca me preguntó nada de eso: todos preguntan por el precio de la leche, el pan, si llegamos a fin de mes, o no llegamos, qué pasa con el boleto del colectivo, qué pasa ahora con las tarifas. En mi opinión el 2025 es ciencia ficción porque el problema de la sociedad es llegar al fin de semana. Aún quienes creen que este es el rumbo y quieren seguir apoyando al gobierno sienten que están en un vacío grande. Yo no le doy ninguna importancia a las internas: no creo que eso tenga ninguna incidencia hoy sobre el bloque.
-Pero estamos ante un momento de fragmentación política.
-Fragmentación política pero no por cosas chiquititas, sino porque hay un debate grande para dónde va la Argentina: qué políticas hay que ganar, para dónde hay que ir. Qué es el peronismo, cómo el peronismo le habla a la sociedad, una sociedad que estuvo dispuesta a votar cualquier cosa sin saber a dónde iba. Creo que poner el acento ahí. Lo otro de verdad es entretenido para incentivar las broncas. Pero está fuera del juego de lenguaje que no toma la sociedad de verdad. Salgo a la calle y me para un montón de gente que quiere que esto termine rápido. Nunca nadie me habla de la internita, de la chiquitita; eso no lo ve nadie en verdad, yo no le doy importancia verdad y no creo que hoy tenga ningún reflejo en el bloque.
-Y si se aprueba la ley, ¿qué va a pasar en la calle?
-Ahora en términos concretos, no creo que vaya a pasar nada, pero sí la sociedad va a ir viendo, a medida que avancen los efectos de esto, que vamos a estar cada día un poco peor. No creo que haya un conflicto social fuerte en el corto plazo, sí creo que habrá un fenómeno de implosión social porque estamos todos sacados: un partido de fútbol del barrio que debería terminar con un par de cargadas, termina los tiros, o una discusión de tránsito. Se siente esa violencia, pero no es explosión, es una implosión.
Dicho esto, Arroyo marchó hacia la zona en la que iban a hacerle la entrevista televisiva.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
El trabajo y la juventud
Raúl Godoy es un obrero que anda con su gorra de Zanon, fábrica recuperada de Neuquén en la que pidió licencia sin goce de sueldo para sumarse como asesor en el bloque del Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT). Algunas ideas sobre el presente y la ley.
“Lo que quieren hacer con lo laboral no va a crear más trabajo, sino precarizar al que ya existe. Las empresas no van a contratar a pibes nuevos sino a los obreros con experiencia, para quitarles derechos y tratarlos como aprendices. Es una degradación del trabajo. Mano de obra barata, para que ganen solo los empresarios”.
“Ponen el ejemplo de UOCRA, la construcción. Te aclaro que trabajé en la construcción, soy oficial albañil y lo conozco de adentro. A vos te van descontando de tu sueldo para el momento en que la obra termine, para que esa sea tu indemnización. Acá eso significa quitarte el derecho, que vos mismo juntes tu indemnización para que te echen cuando quieran”.
“Vos como joven, con esta ley, hoy entrás sin derechos casi en todos lados. A los pibes les quita toda posibilidad de entrar y pensar que van a ascender, que les va a ir bien, salvo en casos muy puntuales. En general, olvídate de toda la historia del ascenso social”.

El Congreso decorativo
Lo que negociaron, según Godoy. “Todos los días estaban cambiando cosas. Una locura. Y en medio de las bombas de humo y las bombas de estruendo, no podés ver lo que hay detrás de todo esto. Hasta que la gente caiga, van a pasar dos o tres semanas. Hay además un rol pérfido de las conducciones políticas”.
Facultades delegadas: “Firmarle un cheque en blanco a este tipo (Milei) es peligrosísimo”.
El propio Milei dijo que no le importa que voten esta ley. “Creo que es cierto. Él quiere un estado policial, plenos poderes, que el congreso sea una cuestión decorativa”. Aclaración: decorado con aumentos salariales que no reciben los jubilados.
“Pero aunque a Milei no le importe nada más que seguir destruyendo, los del gobierno que no son psiquiátricos necesitan un marco de legalidad para mostrarle al FMI, al establishment, a los propios Estados Unidos, que hay algún viso institucional en todo esto. Milei capaz que ni se da cuenta, pero los vivos que están alrededor suyo sí”.
Sobre lo ambiental: “Hay 61 artículos de este proyecto relacionados con la energía. Ahí también le delegan facultades al Presidente, a medida de las exigencias de las petroleras. En ese rubro, en Neuquén lo sabemos muy bien, además de desabastecer al mercado interno para exportar, además del ataque al bolsillo con el encarecimiento de los combustibles, hay un piedra libre para seguir reventando los territorios con modelos como el del fracking. Paolo Rocca y las demás empresas, felices”.
De madrugada continuaban las exposiciones infinitas, esperando llegar a la aprobación en general. El resto de esta saga aún está por escribirse.
Los cuero-duro
En la calle, frente al anexo del Congreso hay una carpa con jubilados y jubiladas. Noelia Guzmán es una de ellas, preside el Centro Nacional de Pensionados y Jubilados de ATE, tiene su pechera verde, y afirma que se van a quedar toda la noche: “Siempre en la lista de ajuste los primeros somos nosotros. El gobierno quiere elevar la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años. Quiere bajarnos la ley de moratoria. No le alcanzó con el 34% que le pusimos para que su déficit fiscal quede en cero. Nos quiere terminar de matar. Pero no lo va a conseguir porque vamos a seguir luchando. No nos va a vencer. Tenemos cuero duro, venimos de luchas muy difíciles como la dictadura militar. Lo único que puedo decir, compañeros, es que salgan a la calle, porque esta lucha no es solamente pedir aumento de sueldo sino que en el futuro ustedes sean felices, y no como estamos viviendo nosotros”.
Sobre la plaza, mientras tanto, el panorama es similar a las jornadas de debate de la Ley Ómnibus: hay banderas de Polo Obrero, MST, PTS, AGD-UBA, MTL. Hay un escenario y las voces van pasando. Un detalle es que todas las voces son de jubilados y jubiladas. Una jubilada de una asamblea porteña (“El 65% de las mujeres que se jubilan son por moratoria”, advierte), otra del sindicato docente Ademys, otro de la CTA, otro de Jubilados Clasistas, otra del Plenario de Trabajadores Jubilados: “Esta ley es antiobrera y antijubilatoria”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
De frente escucha atento Juan Manuel, arquitecto de 60 años, vecino de la Ciudad, que tiene un cartel provocador: “¡Agarrá la pala, zurdo! Para enterrar las Bases”. No vino con ningún partido ni agrupación, está por su cuenta: “Esto es una estafa al pueblo. Es saqueo. Van a dejarnos en pelotas. No entiendo cómo no hay nadie, más gente, porque afecta a todos. Recién vi un ferroviario, pero la privatización de los ferrocarriles ya sabemos cómo terminó: cierre de ramales, muerte de pueblos y así con todo”. Conla luz roja del semáforo grupos de trabajadores se instalan frente a los autos con un cartel: “Todos somos Aerolíneas Argentinas”.
Se sumaron banderas de la UTEP (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular) y del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), dos que suman otras siglas, personas y color al paisaje de agrupaciones y organizaciones de izquierda. Hay asambleas de barrios porteños y también algunos gremios como Satsaid (televisión y servicios audiovisuales), SUTEP (Sindicato Unido de Trabajadores de Espectáculo Público) y SICA (Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina). Hay cordón de fuerzas de seguridad y enfrente, un policía federal mira la plaza con binoculares.
Una columna de jubilados y jubiladas, sin dudas el sector más enérgico durante este día, comienza una caminata que da una primera vuelta a la manzana del Congreso. Cantan “Milei, basura, vos sos la dictadura” cuando pasan por la puerta de Diputados y “Ju-bi-lados, carajo”, con la entonación de “piqueteros”, al pasar frente a la puerta del Senado. María del Carmen es una de ellas y tiene uno de los carteles más significativos: “Jubilada en peligro de extinción”. Cuenta muy seria qué significa: “Vine para no morirnos de hambre. ¿Qué te parece que puede hacer un jubilado con la mínima? Me mantiene mi hijo”.
Un policía de la Ciudad se le acerca y dice que caminen más despacio porque no le puede seguir el ritmo. Cuando la columna pasa enfrente de las banderas ubicadas en la Plazoleta del Congreso, cercadas por la policía, ambas se unen en un canto: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode”. Un jubilado se para enfrente de los policías y les muestra en la cara un cartel escrito a mano:
“Diputados: los estamos viendo. No disparen contra el pueblo”.

Foto: Juan Valeiro para lavaca
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Garrahan: con el corazón en la calle y en la salud pública

Una conmovedora y masiva marcha acompañó el reclamo del Hospital Garrahan, en crisis por decisión del gobierno de Milei que, al mismo tiempo, ataca a la salud pública, hiper endeuda al país, subsidia y financia todas las bicicletas financieras y fomenta la especulación con el dólar. La movilización partió del Garrahan, llegó a Congreso y de ahí a Plaza de Mayo, con el apoyo explícito de transeúntes, automovilistas y comerciantes a cada paso. Lo que dicen médicos, profesionales y pacientes de un hospital emblemático que atiende a todos los niños, niñas y adolescentes del país con patologías complejas. La teoría sobre el odio a los trabajadores públicos, los reclamos que apuntan a una canasta básica como mínimo, ante un gobierno que en lugar de intentar solucionar el problema tiende a empeorarlo, y sigue con la política de la motosierra, que por definición solo es capaz de amputar al sistema de salud, mientras en el hospital una señora era intervenida para donar parte de su hígado a un bebé de 5 meses. ¿Quién gana y quién pierde con lo que pasa en el Garrahan? El documento completo que se leyó durante el acto.
Por Francisco Pandolfi
Fotos Juan Valeiro
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Dentro del Hospital Garrahan, en la puerta del área de radiología hay un cartel que no debería estar ahí, pegado. O no debería estarlo en condiciones normales. “Buscado por vaciar al Garrahan”. Debajo se ve la foto de Mario Lugones, ministro de Salud, con una inscripción: “Quiere robarle la salud a las infancias para beneficiar su propio negocio”.
Esa imagen se repite por todo el establecimiento, junto a otros que informan sobre el paro de actividades que arrancó a las 7 de la mañana de este jueves y se extenderá hasta las 7 de mañana del viernes (se mantuvieron el servicio de guardia y la atención a pacientes internados) y convocan a la movilización que está empezando ahora mismo, cuando médicos y enfermeros y personal administrativo se alistan en la puerta para movilizar primero al Congreso, y desde ahí hacia Plaza de Mayo.

Otra de las cartulinas pegadas en los pasillos hace foco en los trabajadores: “Defendamos al Garrahan y a sus laburantes”. Uno de ellos es un médico anestesista que está de guardia y prefiere no dar su nombre. No va a marchar, pero baja a la puerta del hospital para bancar la resistencia colectiva. Trabaja aquí hace más de treinta años. Sintetiza la gravedad del problema: hay un equipo de seis perfusionistas que se encargan, en las operaciones y trasplantes de corazón (se hacen promedio dos por día) de mantener al corazón latiendo mientras se realiza la intervención. En los últimos meses tres de los seis profesionales, con más de quince años de trayectoria, renunciaron por los bajos salarios. “Si se va un perfusionista más, hay que cerrar el programa, porque es imposible se sostener”.
Esto (y tanto más) es lo que está en juego hoy en el Hospital Garrahan.

El odio al trabajador público
Arranca una movilización que cuadra a cuadra se volverá más masiva. Se canta “el hospi no se toca, el hospi no se toca”.
Se pregunta si el hospital está y la masa contesta que sí.
Se pregunta si los laburantes están y se contesta que sí.
Se pregunta si las familias de los pacientes están y se contesta que sí.
Y se pregunta si el sueldo está, y la respuesta es unánime: “Nooooo”, con esa o que se extiende en el aire y que da más fuerza a seguir cantando.
Mercedes Méndez, Meche, es licenciada en enfermería y trabaja en el hospital hace 31 años: “El desfinanciamiento viene desde hace un año y medio y las consecuencias son evidentes: muchos profesionales ya abandonaron el hospital. El gobierno es consciente de lo que está generando, porque para ellos la salud es un gasto y no una inversión. Va en la misma línea del ataque a los jubilados y a las personas con discapacidad”.
Agrega: “La salud y la educación pública siempre estuvieron al límite con todos los gobiernos, nunca estuvimos cómodos y siempre tuvimos que salir a luchar por nuestros derechos. Pero esta gestión vino a endurecer todo, con un odio de clase al extremo, que viene a decirnos que nos odia por ser trabajadores públicos. O sea no tiene lógica lo que hacen. Vienen por todo lo que quedaba y no se lo vamos a permitir, porque la salud pública debe seguir siendo un bastión a preservar”.
¿Qué está en riesgo hoy? Enumeran trabajadoras y trabajadoras del hospital:
- “Una red integral de atención que asiste a todos los niños, niñas y adolescentes del país con patologías complejas”.
- “La formación de profesionales que se capacitan en el Garrahan para asistir a pacientes pediátricos en todo el país, desde La Quiaca a Tierra del Fuego”.
- “Los avances tecnológicos en ciencias médicas que ayudan a disminuir la mortalidad y mejoran la calidad de vida de pacientes pediátricos con enfermedades graves”
- “Los avances científicos en medicina pediátrica que se realizan en la institución y se replican en numerosos centros de atención”.
Otro de los afiches muestra un corazón abrazado por dos manitos, y el lema “El pueblo abraza al Garrahan”. La frase parece haber presagiado lo correcto, lo que sucede, lo que está pasando en el camino que arranca en la puerta del Garrahan, sigue en avenida Entre Ríos hasta llegar al Congreso de la Nación. Y luego a Plaza de Mayo.

La pelea de Morena
Morena es una de los miles y miles de pacientes de todo el país que se atiende en el Garrahan. Tiene 11 años de edad. Vino a la marcha con su mamá Rosario y su abuela Noemí. Cuentan que en pandemia a Morena le dieron la vacuna Moderna contra el Covid y le provocó una enfermedad en la sangre: Púrpura Trombocitopénica Inmune (PTI). Dice Noemí: “La internaron en el Garrahan cuando tenía 3 mil plaquetas, y lo normal es 150 mil. Corrió peligro su vida”. Morena estuvo más de un mes internada y se sigue tratando actualmente. Dice Rosario: “Mucho tiempo debimos venir todos los días a control, ahora cada seis meses porque está mejorando”.
Completa su abuela Noemí: “Este gobierno busca matarnos en vida. No se entiende que se metan con quienes salvan la vida de bebés, niños y adolescentes, que son nuestros hijos, nietos y sobrinos. Siento asco, bronca y sobre todo impotencia, porque sólo pueden tomar estas decisiones quienes tienen una mentalidad asesina y el gobierno esto lo demuestra todos los días”.

El reclamo y las promesas falsas
Se va sumando gente al andar. Hay trabajadores que en la caminata entregan volantes a la gente que mira, que aplaude, que está atendiendo en sus negocios mientras la marea humana cada vez es más numerosa y ahora llega al Congreso de la Nación. Allí, a principios de julio, la Cámara de Diputados trató la emergencia para el Garrahan, pero la sesión se levantó por discusiones entre el bloque de La Libertad Avanza y el peronismo. Y la emergencia quedó sin tratar.
¿La emergencia? La recomposición salarial del 100%; que el sueldo base para cualquier ingresante sea el que determina la canasta básica familiar: un millón ochocientos mil pesos; y el aumento presupuestario del hospital.
Las y los trabajadores del Garrahan comenzaron con el reclamo por la recomposición salarial hace más de un año. Le prometieron un bono y tampoco lo cumplieron. Llevan 14 paros y no sólo no fueron escuchados por el gobierno nacional sino que la situación empeoró: el gobierno difundió el 2 de julio un reglamento que degrada las condiciones laborales de los residentes en hospitales nacionales al buscar convertirlos en “becarios”, detrimento a la formación a largo plazo. (https://lavaca.org/actualidad/otro-ataque-a-la-salud-publica-y-al-garrahan-las-movilizaciones-que-se-vienen/)

El símbolo de la crueldad
Eliana lleva un cartel que dice “la salud pública es salud socioambiental”.
Eliana trabaja como administrativa del hospital hace 12 años y en la actualidad está en el área de servicio social. Dice que hoy el Garrahan es un símbolo de lucha, compromiso, amor, de igualdad por atender a todo tipo de paciente, pero también de la crueldad: “Están poniendo en peligro la salud de los niños, niñas y adolescentes no solo de nuestro hospital sino de todo el país y de Latinoamérica. Los tratamientos están en peligro, las formas de atención, los médicos que se van imposible de recuperar en sus saberes”.
Eliana cuenta la supervivencia en números concretos: “La pérdida salarial es casi del 100% desde noviembre del 2023 a la actualidad. En este último año nuestro aumento fue menor al 3%. Yo cobro 800 mil pesos con más de 10 años de antigüedad. Hicimos una cuenta con otros trabajadores del Garrahan y descontando alquiler y el resto de los impuestos, nos quedan 4.415 pesos por día para vivir. Con eso tenemos que comer, comprar un remedio, sostener a tus hijos. O sea, vivir así es imposible”.

Si el Garrahan gana
La marcha ahora llega a Plaza de Mayo y un océano de gente inunda las calles porteñas. Adelante solo se ven miles de cuerpos. Atrás, también. Están todos los sectores de la salud pública a nivel nacional, además de varios gremios, un grupo de sindicatos de la CGT, las dos CTA, y muchísimas organizaciones barriales, estudiantiles, culturales y sociales: desde la actriz Mirta Busnelli, el dirigente Ricardo Alfonsín y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. No hay un policía y no hay disturbios, lo que evidencia un signo de estos tiempos: «Cuando la movilización es multitudinaria, no hay protocolo que valga», dicen desde la cabecera. Mientras la ciudad de Buenos Aires es el epicentro de esta movilización, profesionales de la salud realizan cortes, paros y marchas en todo el país en reclamo de los recortes presupuestarios en todos los hospitales de Argentina.
Desde la cabecera de la marcha –que lleva una bandera con el lema “Por el Garrahan, la salud pública y todas las luchas”, dicen: «Si el Garrahan gana, gana la clase trabajadora. Si el Garrahan gana, Milei tiene un problema».
Termina la marcha en Plaza de Mayo.
Mientras tanto, en el Hospital Garrahan una señora está siendo intervenida quirúrgicamente. Le está donando parte de su hígado a un bebé de 5 meses en el Hospital de Pediatría de mayor complejidad de Latinoamérica.

Reproducimos el documento completo que se leyó en la marcha.
Compañeros y compañeras, familias, trabajadores, trabajadoras, estudiantes,
jubilados: “Gracias por estar hoy llenando esta plaza”, abrazando esta lucha que no es
sólo nuestra, sino de todo un país.
Esta enorme movilización llega a la Plaza de Mayo para decirle bien fuerte al gobierno
de Milei: ¡no al vaciamiento del Hospital Garrahan! ¡Basta de ajuste a la salud pública!
¡Recomposición salarial ya para sus trabajadores y trabajadoras!
Queremos destacar que esta tarde no estamos solos en Plaza de Mayo: se está
desarrollando una verdadera jornada nacional, con acciones en todos los rincones del
país.
La asamblea de trabajadoras y trabajadores del Garrahan, que agrupa a todas las
profesiones y oficios que sostienen el funcionamiento hospitalario, y es impulsada por
los sindicatos combativos de la institución (Junta Interna de ATE y la Asociación de
Profesionales y Técnicos) y el colectivo de trabajadores autoconvocados, resolvió esta
movilización como parte de su plan de lucha. Sin embargo, la jornada fue rápidamente
abrazada por un colectivo mucho más amplio que el interior del Garrahan: se hizo
bandera del pueblo argentino, empezando por las propias familias que atienden a sus
niños, niñas y adolescentes en el hospital. A la vez por diversas organizaciones
sindicales, sociales, políticas y de DDHH; también, por ciudadanos y ciudadanas de a
pie, que han venido a sumar su cuerpo y su voz, y poner un límite a la destrucción.
La pelea de los trabajadores y trabajadoras del Garrahan es causa nacional por
muchos motivos. En primer lugar, porque plantean un reclamo elemental: que nadie en
el hospital debería ganar menos que el costo de la canasta familiar ($1.800.000).
¡Basta de trabajadores bajo la línea de pobreza!
Mediante la intervención institucional y el estrangulamiento financiero disfrazado de
austeridad, el gobierno ataca al hospital, vaciándose su recurso humano,
abandonando su infraestructura y generando condiciones laborales insostenibles para
sus trabajadores. Estamos atravesando una crisis grave, persistente y cada vez más
profunda que ha dañado y amenaza con destruir el rol del Hospital como centro de
referencia para la salud pública de alta complejidad. Hay que destacar que el
Garrahan es protagonista insustituible en la red pediátrica nacional.
Por eso, hoy decimos con fuerza en esta Plaza de Mayo: “El Hospital Garrahan no se
toca”
Ante este conflicto, la actitud destructiva del gobierno y sus tentáculos que infiltran la
cúpula directiva del hospital ha sido desinformar y mentir a la población. Al mismo
tiempo, difamar, agredir y amenazar a sus trabajadores. Nos han acusado de ñoquis;
mintieron sobre la composición de todo el plantel; engañaron sobre el presupuesto que
viene recortando al hospital; tildaron de “ideológicos” a comités de trabajo
interdisciplinarios y al conflicto de generado por intereses ajenos al hospital, cuando en
realidad está sostenido por asambleas abiertas y masivas de trabajadores.
¿Por qué mienten? Tal vez porque no soportan ver que una institución pública pueda
ser sinónimo de excelencia y humanidad. Porque les incomoda que exista un hospital
que demuestra todos los días con intervenciones quirúrgicas innovadoras,
tratamientos de vanguardia y un equipo de salud que está comprometido con la
institución que lo colectivo funciona y que el cuidado de las infancias y adolescencias
de la Argentina no se rige por las lógicas del mercado.
Ahora, Lugones y Milei redoblan la apuesta al nombrar un interventor como Director
Médico. Pirozzo no tiene antecedente alguno en pediatría, y sólo es designado por su
trayectoria como vaciador del Sommer y del Bonaparte, hospitales en los que ejecutó
despidos masivos.
Pero si el gobierno redobla la apuesta, nosotros aquí movilizados también lo hacemos.
Le recordamos al gobierno que en el Garrahan hay una larga historia de lucha por
salario, condiciones de trabajo y, en definitiva, su defensa, más allá del poder de turno.
Esta plaza colmada es un mensaje contundente al gobierno de Milei y al empresario
Lugones: este pueblo no va a permitir que se lleven puesto al principal hospital
pediátrico del país y a la salud pública sin pelear. Con los métodos que venimos
empleando -asambleas, paros, movilizaciones- insistiremos en que el gobierno dé
respuesta a nuestros reclamos y exigiremos la aprobación de cualquier ley que sea
favorable a ellos, como la ley de Emergencia Sanitaria Pediátrica, que ya ha obtenido
dictamen en comisiones para ser tratada y esperamos sea apoyada masivamente por
legisladores de todo el país.
Resulta claro que la agresión al Garrahan forma parte de un ataque a la salud pública.
El sistema de residencias se ha mostrado en el mundo y en la Argentina como la mejor
forma de capacitación de posgrado. Los residentes son parte esencial del sistema y
del equipo de salud y constituyen la garantía de su funcionamiento futuro. La reforma
intempestiva e inconsulta del empresario Lugones al sistema de residencias
nacionales expresada en la resolución 2109 debilita la formación, precariza
condiciones laborales y rompe un sistema probado, justo y eficaz. Expresamos nuestro
más enérgico rechazo a esta reforma y reivindicamos la organización y lucha de los
residentes que deben contar con salarios y condiciones laborales dignas en todas las
jurisdicciones del país. ¡Basta de precarización, pobreza y aprietes! ¡Sin residentes no
hay hospital!
El propósito de desmantelar toda responsabilidad del Estado nacional respecto de la
salud pública se completa con los despidos a mansalva en instituciones fundamentales
de nuestro sistema sanitario. Repudiamos los despidos en los hospitales Posadas,
Sommer y Bonaparte durante este 2025 y seguimos exigiendo la reincorporación de
todos. Repudiamos, también, la reciente creación de la ANES (Administración
Nacional de Establecimientos de Salud), cuyo único propósito es profundizar los
recortes. Antes, hubo despidos en el Ministerio y se desmantelaron las Coordinaciones
Nacionales de TBC, Lepra, Hepatitis y HIV. También se cerró el Instituto Nacional del
Cáncer y se desfinancian el Clínicas, el Roffo y en general los hospitales universitarios.
Estas políticas debilitan las posibilidades de diagnóstico, prevención y tratamiento. Así,
se dañan las vidas de nuestro pueblo. La reciente pérdida de Araceli Julio pone en el
centro de la escena el accionar irresponsable de este gobierno, pues ella fue una de
tantas personas que tuvo que luchar contra los recortes en el dispendio de medicación
oncológica por parte de la DADSE.
Trabajadores en distintas jurisdicciones, provincias y municipios del país, desde
Ushuaia a La Quiaca, enfrentan las medidas de ajuste en el Sistema Público de Salud.
Hoy mismo, junto a esta enorme marcha, hay movilización en Rosario, paro en
Chubut, paro y movilización en Neuquén y La Rioja, acto en el Hospital Central de
Mendoza y asambleas en Chaco y todos los hospitales de Río Negro.
Nos dicen que “no hay plata”, mientras el gobierno acaba de destinar 4200 millones de
dólares al pago de deuda externa. ¡La salud pública necesita recursos ya!
Como si todo esto fuera poco, tenemos el ajuste brutal en discapacidad, que afecta en
forma generalizada a las personas en esa condición y a los trabajadores de salud que
se desempeñan en el área. Exigimos la inmediata implementación de la ley
recientemente sancionada.
Desde esta plaza decimos: que se vaya el empresario Mario Lugones. Que renuncie
ya. ¡La salud y la vida no son mercancías!
Evidentemente, lo que ocurre con el Garrahan en particular y la salud pública en
general tiene el mismo origen que tantos otros padecimientos que está sufriendo
nuestro pueblo. El vaciamiento planificado también afecta a la educación y al sistema
científico-tecnológico. Lo mismo ocurre con el teatro independiente y la cultura en
general. La destrucción salarial corre a la par de la miseria jubilatoria. Los despidos en
el estado se emparentan con la desocupación creciente en el sector privado. La
crueldad contra usuarios del sistema de salud va de la mano con el recorte de
alimentos en los comedores populares. Por eso, no es casual que en esta plaza
estemos juntos trabajadores y trabajadoras del Garrahan y decenas de hospitales de
todas las jurisdicciones; residentes de la nación, la CABA y la Provincia de Buenos
Aires; trabajadores de organismos fundamentales del Estado afectados por fusiones y
cierres; trabajadores que enfrentan despidos en distintos sectores de la industria;
jubilados que se plantan todos los miércoles y nos convocan especialmente a movilizar
el próximo 23 de julio; docentes y estudiantes que pelean por la educación pública;
organizaciones sociales y piqueteras que resisten en los barrios.
Hoy 17 de julio y desde esta plaza, decimos con fuerza: el Garrahan nos necesita. Nos
necesita defendiendo cada puesto de trabajo, cada área, cada servicio. Porque
cuando atacan al equipo de salud, no atacan a individuos; atacan a un entramado que
recibe, cuida, diagnostica, cura y acompaña a quienes llegan desde todos los rincones
del país.
Hoy, la salud de nuestras infancias y adolescencias está en riesgo. Duele decirlo, pero
es urgente hacerlo. Lo que está pasando atenta directamente contra un sistema de
salud pública e integral que se está desmantelando frente a nuestros ojos. Es por todo
esto que no podemos naturalizar la indiferencia, aceptar la violencia como forma de
gobierno, ni permitir que nos arrebaten los derechos que nos pertenecen.
Necesitamos darle continuidad a esta potente convocatoria con un paro activo
nacional, una enorme y superior Marcha Federal y un verdadero plan de lucha. Las
centrales obreras -en especial la CGT- tienen esa responsabilidad. Sin embargo, no
nos vamos a quedar cruzados de brazos y así cómo construimos desde abajo, con
asambleas, Cabildo Abierto y articulaciones de distinto tipo esta Plaza por el Garrahan,
la salud pública y todas las luchas, vamos a estar poniendo lo mejor de nosotros para
garantizar la continuidad de este 17 de julio, más masivo, más contundente y con el
mismo compromiso.
Viva la lucha de los trabajadores y trabajadoras del Garrahan
Porque nuestras chicas y chicos no son un gasto, son el futuro.
Defendamos la salud pública.
Defendamos a las infancias.
La salud no se negocia.
La dignidad no se entrega
El Garrahan no se toca.
Por el Garrahan, la salud pública y todas las luchas
Actualidad
Llueva o truene: otro miércoles de gases, coreografía y resistencia

Una especie de “Bailando bajo la lluvia” fue lo que hicieron jubiladas y jubilados este miércoles, llevando de acá para allá a policías, gendarmes y prefectos que no atinaban a aplicar el inútil protocolo oficial, salvo atacándolos con gas pimienta. Ni con esa violencia absurda y desproporcionada pudieron. Los + 70 bajaban a la calle, subían a la vereda, iban a contramano, cambiaban de dirección. El fondo de la cuestión sigue siendo el mismo: personas que reclaman porque trabajaron toda su vida y a las cuales el gobierno les licuó sus haberes. Lavaca conversó con quienes enfrentaron a la lluvia y el frío, que parecen saber de sobra lo que significa resistir. Mensajes para las elecciones de octubre, la locura actual, las ollas en el país rico. ¿Cómo ir a una marcha con este clima meteorológico y político? La descripción de lo que viven, la alegría de moverse, y para colmo, la invitación a otra marcha para este jueves, por el Garrahan.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi
Fotos: Juan Valeiro
Un jubilado marcha y al mismo tiempo grita exaltado “contra viento y marea”.
Lo dice al aire, una y otra vez.
Contra viento y marea; contra viento y marea.
Segundos después Luis le dirá a lavaca, mientras las gotas de lluvia se le esparcen por la pelada, por la cara, por todo el cuerpo: “Cómo no voy a gritar contra viento y marea. Tengo 75 años y acá hay gente de 80 y pico bajo la lluvia. No tenemos nada que perder, a mí me da lo mismo estar muerto que vivo, te digo la verdad”.

Policía Aeroportuaria (?) movilizada contra la marcha de jubilados.
Luis, ¿por qué decís eso?
Vivo con 10 mil pesos por día, ¿cómo querés que haga? Laburé toda mi vida para estar a los 75 años vendiendo alfajores en la calle. ¿A vos te parece?
¿Qué pensás de la decisión del presidente Javier Milei, de querer vetar el aumento a las jubilaciones y el bono?
Es una locura. Por eso digo que no tenemos nada que perder. A mí lo único que me mantiene vivo es mi nieta y el venir acá todos los miércoles, pero ya no puedo más.
A Luis cada miércoles se lo ve sosteniendo un cartel distinto en la puerta del Congreso, con un hilo conductor: la creatividad.
¿El de hoy? “26 de octubre, de 9 a 18, no te olvides de sacar la basura”.

El próximo 26 de octubre se realizan en Argentina las elecciones legislativas.
La olla en el país rico
Contra viento y marea, llueve o truene, con sol o ciclogénesis, la marcha de cada miércoles se hace igual. Manuel tiene 69, integra la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones de Jubiladxs y Pensionadxs, y celebra que, después de varios miércoles, volvieron a juntarse frente a la puerta del Anexo de la Cámara de Diputados. “Este tipo viene por todo –denuncia Manuel, en referencia al presidente Milei–. Quiere llegar a elecciones y lograr una minoría para privatizar el sistema previsional. Sólo busca un subsidio a la vejez”.

Más PNA (?) detectando a quién tenían que reprimir.
Lo escuchan Susana (44 años, de Montegrande) y Alicia (71, de Parque Patricios), dos amigas que tienen campera, saco, guantes, gorrito y la boca tapada por bufandas enormes. No tienen paraguas y la lluvia obliga a sacarse los lentes para ver, al menos, algo. Pero aquí están, porque ya no pueden comprar carne, yogures y ni que hablar de darse un gustito afuera. “Día a día de lucha y resistencia hasta que se vaya este gobierno hambreador”, dice Susana. Alicia cuenta que vive a dos cuadras del Hospital Garrahan, institución por la que también marchará este jueves: “Hacemos olla todos los lunes y esta semana dimos 65 porciones. No damos abasto. Un país tan rico, y así estamos”.

Opiniones de San Martín acerca de la corrupción y el gobierno.
Lo escucha también Elvio, que es cura en Paso del Rey y la semana próxima cumplirá sus primeros 83 años. Lleva un paraguas que comparte con quien ve desguarnecido. Cuenta que en su barrio cada día hay más gente durmiendo en la calle, y cada día más gente sin llegar a fin de mes, y cada día más gente sin poder comer. Sintetiza: “Estamos viendo, en vivo, el desguace del país”.

La marcha que se hizo pese a todo.
Y entonces dice que no queda otra que moverse: “No cambia que llueva: mientras no nos escuchen, nos tendrán acá”.
Entre la pesca y el futuro
Quien no lo escucha es Julio César, que camina de una esquina a otra, sin parar (como la lluvia). Muestra un cartel a los peatones y a los autos que transitan por la zona, porque “hay que plantar semillas”. El pedazo de cartón –al que le trajo en una bolsa para resguardarlo del agua– dice: “No estamos por la plata, estamos por la patria”.
Julio César primero pide no hablar porque tiene mucha bronca. Luego se suelta, y se emociona. Cuenta por qué dijo presente pese al clima adverso: “Iría a pescar con lluvia, iría al médico con lluvia. Entonces, ¿cómo no voy a venir acá?”. Sobre la frase que comparte con orgullo: “No vengo por 20, 30 lucas que nos puedan aumentar, si es por eso me quedaría en mi casa. Vengo por tu futuro”.
Se lo dice al cronista. Se lo dice a la sociedad.

Una de las personas gaseadas este miércoles.
Pasame un piloto
El acto de cada miércoles con “radio abierta” se suspende por la lluvia. Alguien propone: “Compañeros, todavía quedan cinco por hablar, pero por la lluvia proponemos pasarlos para la semana que viene y poder marchar”.
El “sí” de esta vereda es unánime. La marcha comienza. La decisión parece sorprender a la propia policía. “¡Pasame un piloto!”, le grita un jubilado a un prefecto, que se alista sentado en su camión previo a salir a la calle.
Verónica marcha. Confiesa que dudó en quedarse durmiendo la siesta, pero que una frase del cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa la hizo levantarse de la cama y venir, como cada miércoles: “Donde hay una injusticia, ahí hay que estar”.

En la vereda con cartón manuscrito. La libertad de expresión siempre amenazada por el protocolo.
Y entonces vino: “Aunque caigan soretes de punta, había que estar porque no podemos confiar en lo que votó el Senado. Ya Milei dijo que vetará el aumento, así que le tiene que quedar claro que nos tendrá que seguir viendo todos los miércoles”. Hace una pausa, y subraya: “Tooooodos los miércoles, así que miren estas caritas que de acá no nos movemos”.
Como si la masa estuviese escuchando a Verónica, se canta: “Si llueve, si llueve, los viejos no se mueven”.

Desproporción y violencia estatal frente a un sector atacado de modo principal por el gobierno, que les licuó sus haberes.
Bailando bajo la lluvia
En parte es verdad, porque persisten a la lluvia torrencial bajo decenas de paraguas o a la pura intemperie; pero en parte es mentira, porque si hay algo que hacen hoy las y los jubilados es moverse. Como miércoles previos, repiten su coreografía, esa que inventaron para gambetear los gases federales. Una enumeración a modo de descripción:
- Dan vuelta al Congreso.
- Bajan a Entre Ríos.
- La Federal se acerca y ellos se suben a la vereda.
- Marchan hacia Hipólito Yrigoyen y bajan a la calle.
- La Prefectura corre de atrás y busca posicionarse a la altura para cortarles el paso.
- Alguien grita: “¡Para el otro lado”, y la marcha lo sigue. Se suben a la Plaza en dirección a Rivadavia.
- Cuatro prefectos amagan cortar el paso, pero los jubilados los echan: “La plaza es nuestra”.
- La marcha llega a Rivadavia y cortan la esquina de Rodríguez Peña.
- Llega la Gendarmería corriendo, y alguien grita: “¡Para el otro lado!”. Y vuelven a cruzar la plaza hacia Yrigoyen.
Mientras en la cara de los gendarmes, prefectos y federales hay bronca y desgano (lo demostraron gaseando, al menos, dos veces, y filmando ilegalmente a los manifestantes), en los rostros de los jubinautas (ver MU 204) hay una mezcla de picardía y desafío: “Mirá cómo los estamos haciendo correr”, se ríe una integrante de Jubilados Insurgentes.

Jubiladas improvisan un bailecito, empapadas y felices por otro día de resistencia.
La coreografía dura cuarenta minutos y no se detiene nunca. Sobre la vereda en la esquina de Rodríguez Peña, un jubilado saluda a quienes siguen fieles bajo la lluvia. “Ya los hicimos bailar –dice, en relación a los policías que parecen exhaustos–. Quedaron en ridículo. Mañana la seguimos en la calle, bancando a los compañeros del Garrahan”.
La marcha lo aplaude y despide: “Unidad de los trabajadores”.

Actualidad
Informe Albanese: Anatomía de un genocidio

«Mientras la vida en Gaza está siendo destruida y Cisjordania está bajo un ataque cada vez mayor, este informe muestra por qué continúa el genocidio de Israel: porque es lucrativo para muchos», asegura el informe «De la economía de la ocupación a la economía del genocidio» presentado por la relatora especial de Naciones Unidas Francesca Albanese (fotos: Amnistía Internacional).
En el documento dirigido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Relatora Especial describe la maquinaria corporativa que sustenta el conflicto. Dentro de las empresas señaladas por participar en una «economía de genocidio» se encuentran la mexicana Orbia Advance Corporation y la brasileña Petrobras. También aparece el grupo español Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) y dos multinacionales, Drummond y Glencore, que exportan carbón a Israel desde Colombia.
El informe señala puntualmente:
- Empresas armamentísticas: israelíes -Elbit, Israel Aerospace Industries- e internacionales -Lockheed Martin-.
- Multinacionales tecnológicas: Microsoft, Google y Amazon, junto con empresas especializadas como Palantir, proveen sistemas de datos, nube e inteligencia artificial que permiten una vigilancia masiva de la población palestina.
- Empresas de maquinaria pesada: Caterpillar, HD Hyundai y Volvo, suministran el equipo esencial para la demolición de viviendas e infraestructura palestina.
- Empresas constructoras: Heidelberg Materials y CAF, beneficiadas por la edificación de colonias subsidiadas por el Estado israelí.
- Empresas que monopolizan servicios básicos: Chevron (energía) y la estatal israelí Mekorot (agua). En Argentina, Mekorot ha firmado convenios con varias provincias para el control del agua.
- Bancos internacionales: BNP y Barclays suscriben bonos del tesoro israelí y financian el creciente déficit presupuestal alimentado por el gasto militar.
- Aseguradoras: Allianz y AXA.
- Especuladoras financieras: fondos soberanos como el noruego y de pensiones como el de Quebec, además de gestoras de activos como Blackrock y Vanguard.
Luego de presentar públicamente este informe, Albanese fue sancionada por Estados Unidos y amenazada por su presidente, Donald Trump. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas urgió a que se retiren dichas sanciones y se respete el rol que cumplió: “los relatores especiales de la ONU, al igual que otros actores del sistema de derechos humanos, abordan cuestiones delicadas y a menudo divisivas que son de interés internacional. Esa es la naturaleza de su trabajo” e instó instó a los Estados miembros a abstenerse “de cualquier acto de intimidación o represalia contra los relatores especiales”.
Las conclusiones del informe Albanese son contundentes: describe los “motivos razonables” para calificar de genocidio el ataque israelì a la población palestina y recomienda el embargo de armas a Israel, así como la obligación de reconocer el daño producido y de hacerse cargo de las reparaciones que correspondan.
A continuación, el texto completo de las conclusiones:

VII. Conclusiones
93. La abrumadora naturaleza y escala del asalto de Israel a Gaza y las destructivas condiciones de vida que ha infligido revelan la intención de destruir físicamente a los palestinos como grupo. Este informe concluye que existen motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión de los siguientes actos de genocidio contra palestinos en Gaza:
asesinato de miembros del grupo;
- causar graves daños físicos o mentales a los miembros del grupo;
e infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial.
Los actos genocidas fueron aprobados y se les dio efecto tras las declaraciones de intención genocida emitidas por altos cargos militares y gubernamentales.
94. Israel ha tratado de ocultar su conducción eliminacionista de las hostilidades calificando la comisión de crímenes internacionales como respetuosa del DIH. Distorsionando las normas consuetudinarias del DIH, incluidas la distinción, la proporcionalidad y las precauciones, Israel ha tratado de facto a todo un grupo protegido y a su infraestructura vital como “terrorista” o “de apoyo al terrorismo”, transformando así todo y a todos en un objetivo o en un daño colateral, y por lo tanto eliminable o destruible. De este modo, ningún palestino de Gaza está a salvo por definición. Esto ha tenido efectos devastadores e intencionados, costando la vida a decenas de miles de palestinos, destruyendo el tejido de la vida en Gaza y causando daños irreparables a toda su población.
95. El genocidio de Israel contra los palestinos de Gaza es una fase de escalada de un largo proceso colonial de supresión. Durante más de siete décadas este proceso ha asfixiado al pueblo palestino como grupo -demográfica, cultural, económica y políticamente-, tratando de desplazarlo y de expropiar y controlar su tierra y sus recursos. La Nakba en curso debe detenerse y remediarse de una vez por todas. Es un imperativo que se debe a las víctimas de esta tragedia altamente evitable y a las futuras generaciones de esa tierra.
VIII. Recomendaciones
96. La Relatora Especial insta a los Estados miembros a que apliquen la prohibición del genocidio de conformidad con sus obligaciones inderogables. Israel y los Estados que han sido cómplices de lo que puede concluirse razonablemente que constituye genocidio deben rendir cuentas y ofrecer reparaciones proporcionales a la destrucción, la muerte y el daño infligidos al pueblo palestino.
97. La Relatora Especial recomienda que los Estados miembros:
(a) Apliquen inmediatamente un embargo de armas a Israel, ya que parece haber incumplido las medidas vinculantes ordenadas por la CIJ el 26 de enero de 2024, así como otras medidas económicas y políticas necesarias para garantizar un alto el fuego inmediato y duradero y restablecer el respeto del derecho internacional, incluidas sanciones;
(b) Apoyar a Sudáfrica para que recurra al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en virtud del artículo 94(2) de la Carta de las Naciones Unidas tras el incumplimiento por parte de Israel de las medidas de la CIJ antes mencionadas;
(c) Actuar para garantizar una investigación exhaustiva, independiente y transparente de todas las violaciones del derecho internacional cometidas por todos los actores, incluidas las que constituyan crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el crimen de genocidio, incluyendo:
i) cooperando con los mecanismos internacionales independientes de determinación de hechos/investigación y rendición de cuentas;
(ii) remitiendo inmediatamente la situación en Palestina a la CPI, en apoyo de su investigación en curso;
(iii) el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los principios de jurisdicción universal, garantizando investigaciones y enjuiciamientos auténticos de las personas sospechosas de haber cometido crímenes internacionales, incluido el genocidio, o de haber colaborado en su comisión, empezando por sus propios nacionales;
(d) Garantizar que Israel, así como los Estados que han sido cómplices en el genocidio de Gaza, reconozcan el colosal daño causado, se comprometan a no repetirlo, con medidas de prevención, reparaciones completas, incluido el coste total de la reconstrucción de Gaza, para lo que se recomienda el establecimiento de un registro de daños con un proceso de verificación y reclamaciones masivas que lo acompañe;
(e) En el seno de la Asamblea General, desarrollar un plan para poner fin al statu quo ilegal e insostenible que constituye la causa fundamental de la última escalada, que en última instancia culminó en el genocidio de Gaza, incluso mediante la reconstitución del Comité Especial de la ONU contra el Apartheid para abordar exhaustivamente la situación en Palestina, y estar dispuestos a aplicar las medidas diplomáticas, económicas y políticas previstas en la Carta de las Naciones Unidas en caso de incumplimiento por parte de Israel;
(f) A corto plazo y como medida temporal, en consulta con el Estado de Palestina, desplegar una presencia internacional de protección para limitar la violencia utilizada habitualmente contra los palestinos en el territorio palestino ocupado;
(g) Garantice que la UNRWA recibe una financiación adecuada que le permita satisfacer las crecientes necesidades de los palestinos en Gaza.
98. La Relatora Especial pide a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que redoble sus esfuerzos para poner fin a las actuales atrocidades en Gaza, entre otras cosas promoviendo y aplicando con precisión el derecho internacional, en particular la Convención sobre el Genocidio, en el contexto del territorio palestino ocupado en su conjunto.
(Fotos: Amnistía Internacional)

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