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Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)

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No hay diputados que los visiten ni se tomen fotos con ellos. En Tucumán hay más presos en las comisarías (2.700) que en las ocho unidades carcelarias de la provincia (2.000). Ese número la coloca en el 2º puesto a nivel nacional con respecto al hacinamiento en comisarías. Las denuncias y videos de la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura muestran por ejemplo 17 personas amontonadas en celdas de 3 x 4 en algunas comisarías, y otras en las que hay amontonadas 80 personas en tres calabozos. En un caso hay además 19 policías imputados por torturas masivas. En esas comisarías ninguna persona debería estar más de 24 horas, pero hay detenidos que están hace más de 4 o 5 años sin condena (salvo la de subsistir allí). Y a quienes tienen condena (que no deberían estar allí sino en las cárceles, en otras condiciones) no les permiten la libertad condicional y salidas transitorias que plantea la ley, agravando la superpoblación de presos.  

Además, según datos oficiales, la “puerta giratoria” funciona al revés del lugar común. Promedio: cada día hay 6 personas detenidas, y solo una liberada, lo que implica un aumento exponencial del problema.

Todo esto podría ser parte de alguna serie de ficción carcelaria, pero es la realidad. Los datos son tan graves que interviene un comité contra las torturas: uno de sus integrantes, Fernando Korstanje, fue golpeado en la Comisaría 1º por la propia policía.

La situación del castigo convertida en un fin en sí mismo, un proceso de humillación y degradación personal contra lo que dicta la Constitución. La “infrazoología” para los detenidos. Los delincuentes exitosos premiados por los gobiernos, frente a los fracasados e ineficaces. La teoría de la cárcel como un mal negocio, y las opciones que podrían aliviar la situación.

Por Francisco Pandolfi

Esto no es ficción.

Esto es Tucumán.

En la Comisaría 1º de la capital, las mujeres viven en un pasillo de menos de un metro de ancho.

La Comisaría de Yerba Buena tiene una denuncia por torturas masivas en la que se imputó a 19 policías. Allí, por ejemplo, Ángel Rojas está condenado a 5 años y 3 meses, debería haber tenido salidas transitorias desde agosto de 2023 y gozado de la libertad condicional desde el 21 de junio de 2024. Está por cumplir cuatro años encerrado en una comisaría.

En la Comisaría 8ª de San Miguel de Tucumán están alojadas 17 personas en un calabozo de 3 metros por 2 metros (como se ve en el video). O sea, casi tres personas por metro cuadrado.

Esto no es ficción. Esto no es El Marginal. Esto es Tucumán.

Video en la Comisaría 8º.

Años hacinados

Según el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) existen estándares mínimos de habitabilidad, tanto para cárceles como para comisarías o lugares provisorios de detención. “En una comisaría debe haber 6 metros cuadrados para el primer preso, 4 metros cuadrados más para el segundo, 4 más para el tercero, y así sucesivamente por cada uno que se agregue para dormir”. En una cárcel, donde se realizan actividades extras, las dimensiones se amplían: “Se calculan 12 metros cuadrados por cada uno”.

Con estos cálculos, en la Comisaría 8ª donde hay 17 presos en una celda, debería haber uno solo. No es la única tortura. “En una comisaría no se puede estar más de 24 horas, pero hay presos que están hace más de cuatros años, todos hacinados, en total oscuridad”, afirma Fernando Korstanje, que aporta otro dato para graficar la situación que buscan prevenir: Tucumán es la única provincia del país que tiene más presos en las comisarías (2.700) que en las cárceles (2.000).

Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)

Imágenes obtenidas por la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura en la Comisaría 5ª.

“Las cárceles tienen un cupo, que cierran cuando no entran más presos; en cambio las comisarías no, siempre entra uno más”. Así lo plantea Fernando Korstanje, uno de los designados en la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura. Tiene 62 años, es pedagogo y docente en la Universidad Nacional de Tucumán. La Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura es un organismo público. “Un mecanismo que viene en cascada desde las Naciones Unidas a Tucumán y a otras provincias, a partir de un tratado que para Argentina tiene rango constitucional y es de cumplimiento obligatorio”. Se creó en 2012 pero se puso en funciones 10 años después. “Y no al 100%”, denuncia.

–¿Qué se hace con los informes?

–Se elevan al Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, pero fuera de eso que es lo obligatorio, lo que se haga localmente es según el caso, la conveniencia, la oportunidad. Hay veces que se los ponemos, por ejemplo, en la mesa al director de la cárcel, para que eso mejore. Lo mismo con los jueces, lo mismo con los abogados defensores y también podemos hacer una denuncia penal sobre situaciones específicas. Pero no funciona. Por último el Comité Nacional informa al Subcomité de Prevención de la Tortura, que es un organismo también independiente pero internacional, que puede realizar inspecciones en el país, a las cárceles que les parezca.

Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)

Cuerpos hacinados en la Comisaría 8º.

Funcionarios invisibles

La comisión debería ser integrada por 9 personas. Seis que representan al Estado y tres a la sociedad civil (Silvia Rojkés, Andrés Romano y él). Fernando dice que los componentes de los poderes políticos son los únicos que cobran salarios y viáticos, como funcionarios provinciales, y también los únicos que no hacen nada: el secretario de Derechos Humanos Mario Racedo (“con quien tenemos diálogo pero no integra la comisión”); el Ministro Público de la Defensa Washington Navarro Dávila y el Ministro Público Fiscal Edmundo Jiménez.

Los otros tres son legisladores, dos por la mayoría, uno por la minoría: “En 2022 fueron designados pero nunca asumieron, nunca hablaron con nosotros ni nos respondieron mensajes. De hecho, ya vencieron sus mandatos”. Se trata de Raúl Ferrazzano, Maia Martínez (Unión por la Patria) y Raúl Pellegrini (UCR). Sintetiza Korstanje: “Solo funciona la parte de la sociedad civil, pero con una estructura presupuestaria de una debilidad inmensa”.

Peor que en un zoológico

Korstanje se presenta como “un militante contra la tortura”. Una de las formas a la que se enfrenta lleva el nombre de hacinamiento, al que describe como “infrahumano”. El fallecido criminólogo Elías Neuman agravaba más aun el concepto: “Él hablaba de infrazoología. Ningún juez aceptaría que sus mascotas vivan así, en las condiciones que viven estos seres humanos. Me preocupa que la tortura que se le está ejecutando a todos los presos del país no importe”.

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Comisaría 5ª de Tucumán.

Según la Convención, se denomina “tortura” a todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas”.

Torturas, una al lado de la otra

Fernando enumera qué torturas ve, escucha, siente, en las comisarías tucumanas:

1– La salud: “Por supuesto que hay gente sarnosa, con todas las enfermedades que tenía, más todas las que se agarró detenida. En una convivencia con tantas personas es evidente que no hay ningún tratamiento que valga. Los mecanismos de salud hacen la pantomima que atienden a los presos uno por uno, cuando ellos bien saben que tienen que estar aislados. Predomina el criterio de la supuesta seguridad, pero no es seguridad; es castigo, liso y llano”.

2–La falta de asistencia jurídica es otro eslabón de esta cadena que aprisiona hasta asfixiar. Hay un camino recurrente: abogado privado previo al juicio (quien lo puede pagar) y abogado público tras la sentencia. “Los abogados privados pueden ser útiles mientras estás enfrentando un juicio, donde se juega la libertad, la expectativa es importante y la cobranza del defensor está garantizada. Si perdió el juicio, en general, el acompañamiento durante la condena no le interesa el abogado y en muchos casos tampoco se le puede seguir pagando, entonces aparece la mayoría de los defensores públicos que, como ganan lo mismo, les da igual si al preso lo torturan o no, si sale antes o si sale después. Tampoco atienden las llamadas de las personas privadas de la libertad ni conocen las comisarías; no los visitan en las audiencias, que las miran por zoom. Jueces, fiscales, defensores ya no van a verlos, no los huelen y esto no es algo despectivo: muchos presos huelen mal y es importante olerlos para saber con quién estás hablando, que el juez conozca la comisaría, que se le vea el cuerpo entero para descubrir cómo lo torturaron y le rompieron una pierna”.

3–Las condenas: “Su ejecución, por ley, determina que a la mitad de la condena podés empezar con salidas transitorias. La misma ley dice que a los dos tercios cumplidos tenés el beneficio de la libertad condicional, o sea, estar libre. Hay mucha gente que se queja por la ‘puerta giratoria’ y no es así. Si alguien tenía que cumplir 10 años, sale a los 7 porque la ley dice que no hay que tener a alguien en la cárcel y abrirle la puerta el último día, sino que sea progresivo, para que se vaya adaptando a la sociedad. Para este beneficio, la persona condenada debe haber hecho lo que se llama el tratamiento penitenciario: ir al psicólogo, participar de actividades educativas, trabajar, hacer deporte, tener visita de sus familiares y haber tenido buena conducta…”.

Fernando hace un silencio y su respiración se agita, como síntoma de un enojo que no disimula: “¿Qué buena conducta puede tener alguien en un pabellón totalmente hacinado. Los jueces le exigen al preso toda esa serie de actividades que son imposibles de cumplir en una comisaría. Como comisión pedimos que solo se contemple el requisito del paso del tiempo, lo cual es irrefutable”.

En 2015, dos fiscales presentaron un habeas corpus para denunciar que había 400 presos en comisarías. Hoy, la cantidad casi se septuplicó: 2.700. Dice Korstanje: “En ese momento ya era escandaloso, pero ahora, habiéndose multiplicado la cifra, el mismo Ministerio Público Fiscal se niega a las salidas transitorias porque aducen que deben pasar más tiempo en comisarías, que ellos mismos no conocen. Resulta fácil pedir mano dura sin haber entrado a un calabozo”.

Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)

Delincuentes exitosos vs fracasados

¿Por dónde se empieza a transformar la situación? “Desagotando las comisarías, aplicando activamente el calendario fijado por ley”.

Puede imaginarse que eso incentivaría los discursos sobre inseguridad. Replica Korstanje: “Seguridad no es equivalente a castigo. Lo que se está viendo en esas comisarías es castigo y es tortura, que no se expresan en seguridad para los ciudadanos”.

La descripción del tema: “Por empezar es una selección de algunos tipos de delitos, y de algunos tipos de miembros de la sociedad. Es doblemente selectivo el sistema de persecución del crimen. Persigue algunos criminales y a otros no, por algunos delitos y otros no”.

¿Por ejemplo? “Lavado de activos en vez de ser perseguido por la Justicia, por la policía, es cada tanto premiado con una ley de amnistía, de blanqueo, y es aplaudido porque traen al país fondos ilegales que nunca declararon y no sabemos de dónde salieron. Ese delito y todos los delitos de cuello blanco no son perseguidos y tampoco son perseguidos ciertos estratos de la sociedad, sino los más vulnerables, los más débiles. Los delincuentes fracasados, los ineficaces, son los atrapados. Entonces no es seguridad. Yo le propondría a la sociedad que en vez de cargar con la culpa de tolerar esta situaciones –que la tendríamos que tener todos– hagamos algo para prevenir”.

El ejemplo argentino

Sin romanticismo, agrega: “No romantizo que aquel que comete delitos es por necesidad y no tuvo oportunidades y es un pobre tipo que está obligado a cometer un delito. Eso no es verdad, pero tampoco es verdad lo contrario. Hay una cosa desde el nacimiento: educación, salud, trabajo, afecto, amor contención familiar, oportunidades, que tienen que ver con quién es quién en la sociedad. Entonces me preocuparía por tratar de equilibrar eso en vez de empujar a gente a querer tener lo que otros tienen. El sistema capitalista está pensado así para que cada uno quiera aspirar a tener. Hasta los trámites para el certificado de incidencia que necesitan los presos para salir de la comisaría se hace por Internet, con un celular, con una computadora, que muchos familiares no tienen”.

“Y en términos más políticos históricos situados en la Argentina diría que somos un ejemplo mundial que hemos juzgado los peores crímenes de lesa humanidad con la ley en la mano, sin torturar ni fusilar a nadie, garantizándole abogados del Estado a quienes hemos juzgado dando un ejemplo de legalidad y de ejercicio ciudadano democrático. ¿Cómo entonces vamos a torturar al que robó un celular? Si le hemos garantizado el debido proceso, las condiciones de alojamiento, de alimentación, de salud a los peores y somos un orgullo por eso internacionalmente hablando, ¿cómo vamos a dejar que ese orgullo se ensucie porque tenemos a los rateritos de ropa de la soga hacinados en comisarías y torturados?”.

6 presos diarios x 1 que sale

¿Por dónde se sigue? “Ante esta situación que estamos viviendo en Tucumán el Poder Judicial no dice nada, y el Poder Ejecutivo sólo informa que va a construir una cárcel. Pero esa no es la única solución: hay un abuso de la prisión en desmedro de otros recursos que tienen los jueces como las prisiones domiciliarias y condicionales, las probation, etcétera. La cárcel no es el único remedio, entre comillas, que puede aplicar un juez. Que no haya cárcel no es sinónimo de impunidad”.

Para comprenderlo mejor trae un ejemplo con una seguidilla de preguntas: “¿Si está preso en su casa pasa una gran vida? ¿No vivimos en la pandemia sufriendo que no podíamos salir? ¿O vivimos algo lindo confinados en nuestras casas?”.

En Tucumán, por día, ingresan seis personas a prisión y sale una, según los datos que surgen de las propias fuerzas policiales. Con matemáticas de primer grado se entiende que hay cinco presos más por día. “Ni esta provincia ni cualquier otra está en condiciones de construir lugares para albergar a tanta gente”, deduce.

El mal negocio de la cárcel

Korstanje está parado sobre la calle Idelfonso de las Muñecas (en memoria de un tucumano, sacerdote y guerrillero que libró batalla en la Independencia del Alto Perú) a la altura 1658, en el centro de San Miguel de Tucumán. Cuando habla con lavaca permanece en la puerta de la comisaría 5ª, de donde acaba de salir.

“Las cárceles y las comisarías no son una vía muerta, no son un lugar donde la gente no vuelve más. Y eso pasa porque los presos regresan a la sociedad en condiciones mucho peores, peorísimas”, es su neologismo.

“Entonces, al que pide únicamente castigar, castigar, castigar y cárcel, cárcel, cárcel para lograr justicia, hay que enseñarle que es un muy mal negocio. ¿Quién le va a dar trabajo a alguien que estuvo preso de esa manera? Los presos no pueden usar celulares, ¿y quién le va a dar trabajo a alguien que sale de la cárcel después de 15 años y no sabe usar un celular?”.

¿Qué vio en la Comisaría 5º?

–Nadie tendría que estar más de 24 horas allí, pero encontré gente que está hace casi cuatro años encerrada sin ver una luz. Literalmente. Quise sacar fotos y no se ve nada. Hay videos que son impresionantes en cuanto al hacinamiento, pero siempre hay uno más impresionante que el anterior. Si hay algo de lo que estoy seguro es de que nadie se merece las penas que están cumpliendo, porque son ilícitas, son torturas. No figura en ninguna parte del Código Penal que te van a matar de hambre, de frío, que te van a desnudar y ponerte de rodillas o tirar en una habitación con muchísimas personas. Si eso no es una tortura, ¿qué es?

¿Qué significan muchísimas personas?

–Hay 80 personas en tres calabozos. El más grande mide 3.5 x 4. Los otros dos, la mitad. O sea, el piso del calabozo son los colchones, no se ve otra cosa en la base. Debajo de los colchones, están las tapas de las cloacas. Una de las celdas está al aire libre, porque antes era parte del patio. Como techo le colgaron un plástico, así que cuando llueve se quedan ahí, mojándose, o se van a los otros dos calabozos.

¿Salen de sus celdas en algún momento? “Nunca. La más grande, que está en el fondo, no tiene absolutamente nada de luz y directamente es un pasillo. Hay pérdida de agua permanente y tienen un solo baño con letrina. La ducha está afuera. Tienen agua fría y caliente”.

Korstanje filmó un video desde adentro, a oscuras. Se ve poco, pero la voz de un detenido se escucha bien nítida: “Nos marginaron totalmente a los internos, quitándonos todo. Y acá estamos, sin derecho a hacer ningún reclamo”.

Video en la Comisaría 5º de Tucumán.

Policías en acción

Último dato: el propio Korstanje fue agredido en la Comisaría 1º de Tucumán, al querer cumplir su deber de inspeccionarla.  El jefe de la Comisaría Esteban Molina se lo impidió, planteando que necesitaba una orden. Falso: Korstanje le leyó la norma legal que lo habilita a inspeccionar sin las supuestas “autorizaciones superiores”. Molina siguió negando, y Korstanje se quedó en el hall de la Comisaría. Al rato apareció otro policía sin identificación diciéndole que se fuera. Korstanje le pidió que se identificara. Como el uniformado se negó, le tomó una foto con su celular.

Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)

El policía que golpeó a Fernando Korstanje, integrante de la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura. Una vez tomada esta foto se produjo la agresión.

La respuesta fue un puñetazo en la cara, y la amenaza de seguir golpeándolo y la de “meterle el celular en el culo”. La denuncia de Korstanje contra el agresor no identificado (pero fotografiado) y contra el jefe de la Comisaría quedó a cargo de la Fiscalía Especializada en Delitos Complejos del Centro Judicial Capital.

Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)

El titular de la Comisaría donde se produjo el ataque, Esteban Molina, que negó a la Comisión la posibilidad de inspeccionar el lugar para lo cual está facultada por ley.

Se pregunta Fernando: «El problema es que si le hacen eso a un comisionado que tiene funciones otorgadas por la ley para poder inspeccionar, ¿qué no ocurrirá con el pobre preso que está detenido allá adentro?”. 

Fernando Korstanje corta la llamada con lavaca, arranca el auto y va a visitar a otra comisaría.

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38º Encuentro Plurinacional: primer día,  dos milagros

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Por Claudia Acuña

Fotos: Line Bankel

(Enviadas especiales a Corrientes)

En tierra guaraní el estadio que lleva el nombre de un emblema del chamamé –Cocomarola– está repleto de personas y emociones. Desde el escenario las mujeres que conforman la comisión organizadora de este 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Intrersex y No Binaries sostienen la foto de Loan, el niño desaparecido hace ya un larguísimo año y medio, mientras leen el documento que prepararon para recibir a las más de 15 mil mujeres y disidencias que esta mañana desafían el sol correntino. Hablan de femicidios sin justicia – como el de la periodista Griselda Blanco, asesinada en mayo de 2023 en Curuzú Cuatiå– , hablan de los miércoles de golpes policiales a las y los jubilados, hablan de la precarización laboral, del empobrecimiento de más de la mitad de la población de esta provincia, del incumplimiento del acceso al derecho al aborto y a la educación sexual, entre otros temas de la larguísima lista de padecimientos que justifican la necesidad de pensar comunitariamente cómo enfrentarlos. “Que la lucha deba darse en soledad”, dirán, y le advertirán al Presidente: toda opresión genera rebeldía. Para eso estamos aquí hoy: para organizarla. “A más odio, más amor feminista”, sintetizan. 

38º Encuentro Plurinacional: primer día,  dos milagros

Fotos: Line Bankel /lavaca.org

Bajar línea, subir movimiento

La ceremonia inaugural fue iniciada con un rito ancestral para invocar las condiciones necesarias para lograr que el encuentro sea fecundo: agradecer para abrir.

Lo que se abrió, también, fue la grieta.

Por un lado, que podríamos llamar arriba, surgió la intención de predicar el propósito del Encuentro.

Por el otro, que llamaremos al lado, drenó la necesidad de escucharse.

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Uno interfirió en el otro y no necesariamente a veces sucede el viceversa, aunque en este caso ya se verá cómo se produjeron varios milagros.

Las pasiones tristes – Spinoza dixit– organizadas en partidos políticos signa el debate sobre el destino del próximo Encuentro, que se votará el lunes: CABA o Córdoba son las ciudades candidatas a la disputa.

El primer milagro correntino: tras 38 oportunidades perdidas hará su debut en la tradicional arena feminista Cristina Kirchner, a través de un audio que se convoca a escuchar este domingo a las 12, en la Plaza Arazaty. “Habla ella”, rezan los volantes que se repartieron profusamente durante la ceremonia de apertura. Desde el wing izquierdo el azote fue en cada taller y con el objetivo de imponer “un plan de lucha”.

38º Encuentro Plurinacional: primer día,  dos milagros

Fotos: Line Bankel /lavaca.org

Lo sintetiza así la diputada Romina del Pla, del Frente de Izquierda: “Nosotras venimos a dar una batalla importante, porque está claro que las mujeres y las diversidades somos las principales víctimas del ajuste de Milei y de los gobernadores. Así que aquí hay que dar un gran debate sobre la necesidad de un gran plan de lucha contra la reforma laboral, por la defensa del derecho al aborto y contra este borrador de ley educativa que pretende restaurar la enseñanza religiosa, haciéndonos retroceder a inicios del siglo 19 y la reforma laboral que ya se comprometieron a apoyar varios gobernadores a través de diputados que, en realidad, entraron al Congreso a través de listas que decían que había que enfrentar a Milei. El debate que estamos dando en los talleres es para armar un plan de lucha con asambleas de base en los sindicatos que realmente enfrente a este gobierno”.

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Fotos: Line Bankel /lavaca.org

En la vereda, resguardadas bajo paraguas rojos, media docena de integrantes de Ammar –la organización de trabajadoras sexuales– comparten sus expectativas sobre lo que vendrá. Georgina Orellano, una de sus referentes, las explica así:

“Aparte de encontrarnos, que ya es mucho, esto nos sirve para poner en común nuestras distintas realidades que todas vivimos en un contexto de mucha precariedad. Nos ayuda a comprender si las compañeras que viven en diferentes provincias sufren la conflictividad social de manera parecida a la que soportamos nosotras en las zonas de trabajo sexual o en los barrios populares donde vivimos. Pero en estos momentos, además, a nosotras nos parece que los feminismos tenemos que poder recuperar el debate político lejos de consignas que ya no representan, centrándonos verdaderamente en la raíz de nuestros problemas, que tienen que ver con economías que están totalmente urgidas por el hambre y por la necesidad imperiosa de hacer plata como se pueda para sostenerse. El feminismo tiene que poner ahí no solamente el ojo y la oreja, sino el corazón y el cuerpo, para tenderle una mano a esas compañeras y para que así vuelvan a sentir que el feminismo es una salida para todas”.

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¿Y cuál sería esa salida?

–Las salidas las vamos a construir a partir de reconocer que hay prácticas dentro de la política institucional partidaria, inclusive dentro del feminismo, que ya no podemos repetir más. Hay que poner más creatividad, hay que poner más el cuerpo, hay que dejar de hablarnos a nosotras mismas y entender que el modelo de la derecha que nos gobierna es el de la limpieza: tiene que ver con una higienización. Entonces hay cuerpos y vidas que son descartables, hay cuerpos que no merecen transitar en el espacio público y contra ellas van con todo: con el Derecho Penal y con el acorralamiento por parte de la fuerza de seguridad. Creo que si no entendemos ese punto de que hay vidas que para este gobierno son descartables y esas vidas son las de las pobres, vamos a seguir contando muertas y sin encontrar la salida.

38º Encuentro Plurinacional: primer día,  dos milagros

Fotos: Line Bankel /lavaca.org

El segundo milagro

Por la tarde el ring se encarnó en el Parque Camba Cuá, donde diferentes ofertas partidarias realizaron asambleas para exponer sus ideas.

El segundo milagro correntino: las arengas tuvieron que apurar su final ante el avance de quienes se colocaron al lado de las travestis y trans en la marcha que, finalmente, logró mover a todas hasta construir una marea de casi quince cuadras que recorrió la costanera a esa hora en la que el horizonte se tiñe de rojo para enmarcar el color león del Paraná. Mientras por una calle paralela avanzaba otra columna convocada para agitar los verdes pañuelos del aborto legal. 

38º Encuentro Plurinacional: primer día,  dos milagros

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38º Encuentro Plurinacional: así comienza todo

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Crónica del viaje a Corrientes al Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Intrersex y No Binaries. Los temas de conversación entre docentes sobre lo que ven en las escuelas: la dependencia del celular, el consumo, la aceleración. La motosierra aplicada a la educación. Y los temas del Encuentro: las violencias, el cuidado, la organización, junto a un río que grita auxilio.

Por Claudia Acuña

Fotos Line Bankel

Enviadas especiales a Corrientes

Colectivo hasta el tren, diez estaciones, dos subtes, otro colectivo y cinco cuadras a las corridas, todo bajo la lluvia torrencial y en una noche sin luna, hasta llegar a un lugar desconocido donde tampoco te conoce nadie. Así empieza el Encuentro para Marisa, impulsada desde Monte Grande hasta Caballito por una convicción que solo activa esta ceremonia: lo de lo amigable.

María es economista, acaba de cursar una maestría en cuidados, también vino sola y tampoco conoce a ninguna de las treinta y pico de mujeres de todas las edades que se asociaron para esta colecta que permitió alquilar el micro que nos llevara a Corrientes Capital, cita del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Intrersex y No Binaries.

Son casi 14 horas de viaje, porque hay tormenta, mucha niebla y porque el apuro no es por llegar, fue por venir. Ahora que ya están -ya estamos- juntas, de lo que se trata es de hacer lo que venimos a hacer: compartir.

Lo que circula es el mate, pero lo que domina el intercambio es algo todavía más difícil y escaso: la escucha.

La maestra de primer grado de una escuela del barrio de Once dirá que lo que la tiene muy preocupada es la dependencia del celular y la alteraciones que esta adicción genera en chicos y chicas muy chicos, muy chicas, que cada día tienen menos acceso al consumo, y más necesidad de consumir.

Piensa en voz alta: este ha sido el mayor fracaso político de mi generación.

38º Encuentro Plurinacional: así comienza todo

Cordobesas en murga: para algunas es el primer Encuentro del que participan. Fotos: Line Bankel /lavaca.org

Ella, que todavía no llegó a los 35, que nació en la Villa Itatí de Quilmes, que tuvo la posibilidad de elegir otro destino que el de su madre -fregadora de mugre ajena por horas- no ha sabido o no ha podido transmitirles a sus alumnos ni a sus vecinos que tener cosas o dinero para adquirirlas no es lo que te hace ni feliz ni importante, ni libre ni nada, pero eso es lo que sin duda y sin respiro desean todos y cada uno, desde los que tienen 6 años hasta los que a los 12 ya abandonan la escuela para pegar el salto hacia lo único que anhelan: conseguirla, como sea.

Una colega -docente del lejano oeste- pregunta si nota que los chicos están demasiado acelerados, alterados, con un ritmo físico mucho más intenso que lo habitual. 

Varias confirman. 

Consulto: ¿alguien las preparó para enfrentar situaciones de menores intoxicados por el consumo de sus madres amamantadoras?

Nadie.

Cuentan luego que en Capital ya empezaron a sufrir un plan piloto para que en las escuelas secundarias la prioridad se ancle en tres materias: lengua, matemática e inglés. Que ya comenzaron a desplazar docentes de otras áreas, o a no reemplazar esas vacantes cuando se generan, lo que ha significado una pérdida de -mínimo- el 10% de los puestos de trabajo en los colegios afectados por ese plan. 

Así, sin pausa, avanzan, dirá otra. 

La cuarta completa: “Ayer en Parque Rivadavia organizamos un festival para denunciar todo esto y éramos menos que los docentes afectados”. 

La quinta apunta a la cuestión que marca a fuego a este encuentro: “Seguimos sin poder generar reacción”.

No hay militantes de partidos políticos en este micro, pero sí mujeres que hacen política sindical, barrial, académica y ambiental. La mayoría ya ha participado de otros encuentros y por eso están particularmente atentas de “las nuevas”: saben que hay un antes y un después y esa diferencia la marca el durante. Y ese durante ahora mismo son ellas, las que preguntan y escuchan, las que hablan y miran a los ojos, las que rompen la impotencia con carcajadas. 

38º Encuentro Plurinacional: así comienza todo

Dos amigas recién llegadas desde Jujuy: el décimo Encuentro al cual asisten. Fotos: Line Bankel /lavaca.org

Una quiere saber el detalle de los talleres que comenzarán el sábado y seguirán en loop y en simultáneo hasta el domingo. Otra lee desde el celular en voz alta los ejes temáticos que plantea la oferta de esos talleres: 

Activismos y organización

Tierras y territorios

Cuidados

Salud

Trabajo y desocupación

Violencias

Trata

Coyuntura geopolítica

Religiosidades.

La tercera completa:

-De coger, ni hablar, ¿no?

La erótica del encuentro es esa risa, como lo será la carcajada masiva que representa históricamente la marcha de cierre y también cada momento compartido al lado de ese río que grita auxilio porque vale más que el oro y, como nosotras y como todo, está ahora mismo en peligro.

Algo que se llama feminismo debería escucharlo. Y honrarlo.

Ya veremos: esto recién comenzó.

38º Encuentro Plurinacional: así comienza todo

El río Paraná, segundo más largo de Sudamérica. Por allí pasa la Hidrovía cuya licitación enfrenta a Macri con Milei. Fotos: Line Bankel /lavaca.org

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Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

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La todavía ministra Patricia Bullrich había planteado durante la mañana: “Recordatorio para los que su ‘trabajo es provocar la crisis de este Gobierno’. ¿Quieren marchar contra Trump, Milei, el FMI y una modernización que ni conocen?”. La “modernización” parece ser conocida como reciclado de medidas contra la sociedad. Trump, Milei y el FMI también son bastante conocidos. La marcha de jubilados se realizó pese a todo. Y llegó a Plaza de Mayo. La charla de una mujer con Jorge Taiana, la indagatoria al policía acusado de tirar al piso a la jubilada Beatriz Blanco, y un llamado a la inteligencia.  

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos lavaca.org, Juan Valeiro y Line Berkel.

A Dolores le dicen Doly, y tiene un cartelito colgado con un piolín negro, que por lo casero llama la atención. Parece un imán, que a uno la lleva a hablar con ella. “Luche como un jubilado”, se lee a distancia.

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Doly en Congreso: «Todos los días mando mensajes: Caputo, ¿dónde está el oro?» Foto Juan Valeriro /lavaca.org

Al acercarse, Doly cuenta que viene de Lanús, tiene 71 años, viene todos los miércoles y que se entretiene por X cada vez que el Ministerio de Economía hace una publicación: “Le pregunto: ‘¿Caputo, dónde está el oro?’. Así todos los días”, ríe y al instante se pone seria cuando explica que la lucha de los jubilados “debería ser un ejemplo”, pero que cada vez se sienten más solos. Dice que no hay un solo motivo, sino muchos porqués.

  • “Porque meten miedo pegándonos todos los miércoles”. 
  • “Porque la sociedad no se moviliza en conjunto, sino por separado”.
  • “Porque los sindicatos tendrían que despegarse de la CGT que ya sabemos no hará nada”.
  • “Porque tendría que formarse una nueva CGT, como alguna vez sucedió”. 
Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Foto Juan Valeriro /lavaca.org

En la concentración de jubiladas y jubilados de este miércoles estuvo unos minutos Jorge Taiana, diputado recientemente electo por la provincia de Buenos Aires, por Fuerza Patria. Dolores le cuenta a lavaca: “Yo soy peronista, pero hablando con él me liberé”. El diálogo:

–¿Dónde están, Jorge? ¿Por qué no vienen a acompañarnos?

–A partir del 10 de diciembre voy a asumir en el Congreso y como legislador voy a tratar de…

–Jorge, el 10 de diciembre vamos a estar todos muertos. Los jubilados venimos todos los miércoles acá, y no hay uno que dé la cara. 

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

La movilización llegó a Plaza de Mayo. Foto: lavaca.org

Doly señala las vallas que dividen la avenida Entre Ríos y la plaza. “¿Sabés para qué son?”, pregunta en voz alta: “Para que quienes están en el Congreso no nos vean, para no escuchar lo que tenemos para decir”. Y ella dice: “Me jubilé en 2014 cobrando casi un 80% de la jubilación. Y en los últimos años, con Macri, con Alberto, con Milei, perdí casi la mitad del poder adquisitivo. Es un desastre. A mí me ayudan mis dos hijos y más o menos la pechugueo, pero sabés lo que es no poder comprarle un regalo a tu nieto. Antes lo hacía, y hace ya un montón de tiempo que no puedo, es muy triste”.

Por eso, Doly marcha.

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

La imagen de la revista MU de la referente de la Soberanía Alimentaria Miryam Gorban (fallecida el 22/10) también acompañó las marchas. La sonrisa y el cuchillo de cocina entre los dientes. Foto: lavaca.org

“No soy yo”

Este martes declaró Pablo Alexis Aldama, oficial ayudante de la Policía Federal Argentina, acusado por la agresión a la jubilada Beatriz Blanco en la represión desatada el pasado 12 de marzo –el mismo día que hirieron gravemente al fotógrafo Pablo Grillo y Jonathan Navarro perdió la visión de un ojo. Beatriz cayó de nuca a la vereda, golpe que le provocó lesiones en la cabeza. El policía, que desde enero cumple funciones en el Batallón II de Infantería, presentó un escrito de 55 páginas ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1, a cargo de María Servini, en el que pidió su sobreseimiento. 

Aldama acusa a la jubilada de 82 años de pegarle “desde atrás con un palo similar a un bastón” y romperle su casco de policía. Además, dice que él no fue quien empujó a Beatriz sino su superior, el Oficial Inspector Céspedez, aunque “accidentalmente”. 

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Beatriz Blanco, 81 años, la mujer golpeada por la policía el 12 de marzo. «Se cae hacia atrás sobre la vereda, aunque infiero que ello pudo responder a la propia inercia de la señora teniéndose en cuenta su avanzada edad». Según Bullrich Beatriz es una patotera (?). Según el policía acusado, se cayó sola. Foto: Line Berkel /lavaca.org

Así lo declara: “No soy yo, Pablo Aldama, quien tiene contacto con la Sra. Blanco al momento del hecho, la que por cuestiones que desconozco, se cae hacia atrás sobre la vereda, aunque infiero que ello pudo responder a la propia inercia de la señora teniéndose en cuenta su avanzada edad”. 

El efectivo reconoció haber usado gas pimienta “una sola vez para persuadirla de dejar de agredir al personal policial”. Y refuta a la propia Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que en su informe afirma que uno de los efectivos extendió su brazo contra Beatriz y, a partir de ese impacto, cayó al piso. 

Sin embargo, es miércoles, y Beatriz marcha. 

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Foto: lavaca.org

3. La inteligencia es seguir

A las 10.55 de la mañana la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, escribió en la curiosamente llamada “red social” X”: “Recordatorio para los que su ‘trabajo es provocar la crisis de este Gobierno’. ¿Quieren marchar contra Trump, Milei, el FMI y una modernización que ni conocen? Perfecto, respeten el protocolo, sobre la vereda y sin violencia”. El posteo tenía la referencia de un video suyo anterior donde decía, en tono amenazante: “Entiéndase por Protocolo Antipiquete: las manifestaciones, sobre la vereda. No se corta la calle”.

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Micaela, fotógrafa agredidas de la semana pasada. Los puntos, hematomas y golpes. Foto: Line Berkel /lavaca.org

Menos de siete horas después, pasadas las 17, la calle no sólo estaba cortada sino que era la pasarela principal, liberada por la Policía de la Ciudad, por donde la marcha de jubilados y jubiladas avanzaba como hacía semanas no sucedía. Por allí camina, cámara en mano, Micaela, la fotoperiodista que recibió un palazo en el ojo en la represión de la semana pasada. Fue un oficial de la misma fuerza que ahora despeja las calles la que la dejó con el ojo izquierdo morado, un pequeño derrame, un punto debajo de su ceja y un malestar en todo ese lado de la cara –del cachete hasta la pera–, con una presión sobre las cervicales que le dan ganas de vomitar.

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Foto Juan Valeriro /lavaca.org

Al lado está Emiliano, su compañero, que tiene a su madre todavía convaleciente: Nora, de 70 años, fue empujada en la misma represión, y estuvo unos minutos inconsciente en el suelo, congelando la respiración de quienes la rodeaban. “Todavía siente un hormigueo en el brazo izquierdo –cuenta su hijo–. Le cuesta cortar la comida, la tienen que ayudar”. 

Hoy Nora no vino. Pero cientos, miles, sí, que marchan después de una radio abierta larga, y llegan hasta Plaza de Mayo sin inconvenientes, donde habrá otro acto más. Algunos se preguntan de la eficacia de los miércoles, pero entre tanta pregunta dubitativa, Silvia López, 69 años, trae un silbato que no deja de soplar y dos latas de atún que no deja de golpear. Vino de Ensenada, provincia de Buenos Aires, a 59 kilómetros de esta Plaza a la que asiste cada semana con su bastón porque tiene mal la pierna de toda una vida como peluquera y comerciante. Cobra la mínima que no le alcanza para mucho, como la garrafa que pagó ayer a 18.000 pesos. La cosa está dura pero, dice Silvia, hay que reafirmar la inteligencia.

–¿Cómo?

–Hay que seguir. Seguir viniendo. Para que te escuchen. Porque mientras la gente siga viniendo acá, ellos saben que el problema continúa.

Silvia sigue. 

Y también, como Doly y Beatriz, y tantos otros y otras cada miércoles, marcha. 

Marcha de jubilados más allá de Trump, Milei, el FMI y Bullrich

Un clásico: la sonrisa de Juan José, y su momento de baile de cada miércoles, sobre su silla de ruedas. Foto Juan Valeriro /lavaca.org

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