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Fallo histórico: perpetua a uno de los asesinos de Tehuel, crimen agravado por “odio a la identidad de género” y por su desaparición

Este viernes fue condenado a prisión perpetua Luis Ramos, uno de los asesinos de Tehuel de la Torre, varón trans que continúa desaparecido desde 2021. Tenía 22 años. Es el primer juicio en el país que incorpora la noción de “odio a la identidad de género”. Considera además el homicidio aunque el cuerpo no se haya encontrado. Los detalles, las voces de la madre de Tehuel y de quienes acompañaron, como Rosa Bru, y la palabra de la ministra provincial Estela Díaz en contraposición al negacionismo del ministro nacional de Justicia.
Por Franco Ciancaglini
La justicia no es un día de sol: Tehuel de la Torre sigue desaparecido pero finalmente el Tribunal N° 2 en lo Criminal de La Plata consideró probada su muerte violenta a manos de Luis Ramos y de Oscar Montes (aunque este último será juzgado, increíblemente, en otro proceso). El primero y más joven de los dos fue condenado este viernes a prisión perpetua ya que los jueces Claudio Joaquín Bernard, Ramiro Lorenzo y la jueza Silvia Hoerr consideraron en el crimen el agravante de “odio a la identidad de género”, como lo planteaban la familia y la fiscalía.

El tribunal que dictó un fallo inédito en el país. Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org
El fallo es histórico. Fundamentalmente, porque es el primer juicio que incorpora esta mirada en el caso de un varón trans en nuestro país. Y lo hace citando jurisprudencia internacional de la CIDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos), los principios de Yogyakarta, la Declaración Universal por los Derechos del Hombre, así como argumentos del amparo en el primer matrimonio igualitario en la provincia de Buenos Aires, en contraposición a la tendencia del actual gobierno nacional de volver a instalar una mirada binaria.
En segundo lugar, es histórico porque considera a la desaparición de Tehuel como un agravante en la pena. Es decir que no solo plantea una sentencia por homicidio sin cuerpo, sino que mencionó cómo esta ausencia “impide la posibilidad de cerrar el duelo” como parte del ensañamiento y el odio.

La emoción en la calle, al conocerse el fallo. Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org
Y tercero, los jueces y la jueza dieron lugar a otros dos pedidos –de la familia, representada por Flavia Centurión y Cristián González, así como de la fiscalía a cargo de Juan Caniggia– que hacen que el juicio, en vez de cerrarse, abra nuevas perspectivas:
- Solicita la creación de un protocolo específico de búsqueda de personas LGBTIQ+ desaparecidas.
- Da pie a la declaración de emergencia social de las personas travestis y trans en la provincia de Buenos Aires.
Estas dos solicitudes fueron enviadas hoy como un despacho al Ministerio de Mujeres y Diversidad boanerense, cuya Ministra responde al final de esta nota.

Luis Ramos: prisión perpetua. Resta el juicio al otro acusado. (Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org)
Un fallo histórico
“Está probado legalmente y acreditado que el homicidio se realizó por dos personas, por razones de odio y que ocultaron sus restos mortales, que no han sido hallados”, sintetizó la secretaria del tribunal, Claudia Bravo, sobre las palabras del juez Bernard, presidente del Tribunal.
La lectura de los fundamentos de la sentencia duró casi cuarenta minutos. La primera parte se centró en reconstruir la línea del tiempo de las últimas horas de Tehuel de la Torre (mediante datos de la tarjeta SUBE, la geolocalización del celular, los mensajes de texto, información almacenada en Google, y testigos), hasta su desaparición.
Se ubicó así su último rastro en el radio de la casa de Ramos, donde un peritaje clave encontró luego manchas de sangre compatibles con la del joven trans, además de su celular y una campera quemados. Estas pruebas sirvieron para contrastar a su vez las contradicciones de la versión de la defensa.
De esta manera el fallo retomó otro de los hitos de la historia judicial de nuestro país: la de probar un crimen a pesar de que no haya cuerpo. En los fundamentos el Tribunal consideró que la pena se agrava por la desaparición del cuerpo de Tehuel y que eso “impide la posibilidad de cerrar el duelo” generando, además, “la ilusión de que puede estar vivo en algún lugar; cuando la razón nos muestra que es un engaño de quienes lo siguen buscando”.
“El imputado no sólo le quitó la vida a Tehuel motivado por el odio a su identidad de género, sino que quiso desaparecer lo único tangible que queda de un ser humano cuando muere, impidiendo que sus seres queridos puedan tener su cuerpo para despedirlo”, mencionaron.

Rosa Bru, la madre de Miguel, también desaparecido en 1993. Fotos Lina Etchesuri/lavaca.org
La mayor parte de los fundamentos desarrollaron el del inciso 4 del artículo 80 del Código Penal que considera al homicidio como motivado por “el odio por la identidad de género”. Para esto se basaron en testimonios de testigos que mencionaron el desprecio de Ramos hacia la identidad Tehuel, varón trans. Entre las pruebas consideradas por los jueces y la jueza se mencionó que Ramos mostraba trans-odio refiriéndose a Tehuel como ‘chico-chica’ o bajo comentarios como “qué desperdicio de mujer”.
Uno de los extractos del fallo sobre este punto: “(Ramos) Estableció los parámetros de su relación personal con Tehuel no reconociendo en público su identidad sexual con frases como ‘chico chica’ o ‘la mujer es para el hombre y el hombre para la mujer’, de forma que no pueden más que tomarse como despectivas. Además, lo condicionaba económicamente al prometerle trabajo y ofrecerle dinero, creando de esta forma una dependencia económica, por lo que sin lugar a dudas el imputado se aprovechó de la vulnerabilidad de la víctima”.
En su alegato, la Fiscalía había profundizado estos argumentos acerca del contexto de violencia y odio que atraviesan las masculinidades trans, “donde la exclusión laboral es apenas una de las múltiples discriminaciones que afrontan en el día a día”. El Tribunal ratificó hoy esta conducta como enmarcada en una “situación de desprecio por la identidad de género no exclusiva de nuestra sociedad, ya que hay varios casos alrededor del mundo», considerando que «las personas trans se encuentran en situación de vulnerabilidad desde muy temprana edad».
Tehuel tenía 22 años en marzo de 2021, cuando viajó desde su casa en San Vicente hasta Alejandro Korn para encontrarse con los acusados en la casa de Ramos por un supuesto trabajo. Desde aquel día la pregunta está vigente: ¿Dónde está Tehuel?
Lo que falta
Este juicio, que había comenzado el 15 de julio de este año y duró siete largas audiencias, centró su investigación sobre el rol de Luis Alberto Ramos, quien optó por ser juzgado por un Tribunal técnico. El otro imputado por la muerte y desaparición de Tehuel, Oscar Montes, será juzgado en un juicio por jurados que todavía no tiene fecha prevista.
Miles de personas acompañaron la lectura de la sentencia desde la puerta de los Tribunales, bajo una intensa lluvia. Entre ellas estuvo Rosa Bru, que dijo a lavaca: “El juicio no se cierra hoy. Estamos celebrando esta condena, pero la pregunta sigue: ¿a dónde está Tehuel?”.
Al salir del edificio, la mamá de Tehuel, Norma Nahuelcura declaró en el mismo sentido: “Quiero agradecer a todos los que vienen acompañando para hacer justicia por mi hijo. Esto no termina acá porque queremos que se condene al otro responsable y que se siga buscando a Tehuel para que descanse en paz. Que nunca más haya otros Tehueles, que nunca más haya violencia hacia las personas trans”.

Entrevista a Estela Díaz: el desafío de juzgar sin cuerpo
La titular del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Géneros y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, conversó con lavaca tras presenciar la lectura de la sentencia por el crimen de Tehuel de la Torre.
¿Qué resalta del fallo?
El fallo claramente muestra lo que significa leer la legislación vigente en Argentina y los tratados y convenciones de derechos humanos que Argentina tiene ratificados. Es ajustarse a la ley. Es ejemplar, porque lo que tenemos para atrás es muchas páginas de impunidad cuando ocurren travesticidios y transfemicidios. Los crímenes de odio son acompañados por impunidad. Por lo desafiante que es juzgar sin cuerpo, han demostrado que se puede hacer, que se puede construir prueba sólida, y ajustarse a nuestro marco de derechos. Sienta un precedente histórico.

Afuera se lo dedicaron a al ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona…
Realmente, es una semana muy particular en ese sentido. Cúneo Libarona negando que todo esto exista, y este Tribunal señalando que esto es hacer justicia y este es el marco constitucional y legal de la Argentina. Lo que él dijo está por fuera de la ley, está por fuera del respeto a la libertad de las personas, y de una concepción profunda y plena de lo que es vivir en libertad y en respeto e igualdad ante la ley. Cúneo Libarona arrasó con eso, lo quiso dar por tierra. Bueno, no: lo que está vigente en la Argentina es lo que dijo este fallo, no lo que él dijo en Diputados.
El fallo también libra dos despachos a su Ministerio: el protocolo y la emergencia.
El tema del protocolo de búsqueda de personas ya lo estamos trabajando. Nosotros tenemos conformada desde que se creó el Ministerio (Nota de R: año 2020) la mesa interpoderes, donde están el Poder Judicial, el Legislativo y el Ministerio. En la reunión primera que hicimos este año para fijar la agenda de trabajo conformamos una comisión que está trabajando en tranversalizar la perspectiva de género en el protocolo de búsqueda de personas. Seguramente pronto tendremos respuestas de esto.
¿Este año?
Este año.
¿Qué se puede adelantar de ese protocolo?
La especificidad es que si vos buscás una persona sobre la que te dicen que no se sabe su paradero en un contexto de violencia de género, o si es una persona LGTIBQ+, hay que buscar otras situaciones, hay que inmediatamente poner el contexto en la búsqueda. Eso es lo que venimos trabajando con el Ministerio de Seguridad, de Justicia, con la Procuración de la Corte, para ver cómo ponemos estas variables en juego a la hora en que se busca una persona. Lo que ya se ha avanzado es en la búsqueda de manera inmediata, no se espera 48 horas. Pero además hay que tener la mirada del contexto de violencia de género y si la persona es una persona travesti, trans, o de la diversidad sexual.
¿Cómo se hace para coordinar una emergencia con un Estado Nacional que va en otra dirección?
Lamentablemente en la Nación están vulnerando todos los derechos de todos los habitantes de la Argentina; el Estado nacional está desentendiéndose de sus responsabilidades, pero en la provincia de Buenos Aires creemos y estamos convencidos que es con Estado presente. Por lo tanto, el Estado tiene que dar cuenta dónde no se llega, qué poblaciones tienen especial vulnerabilidad. En ese sentido vamos a seguir trabajando en políticas concretas.
¿Cómo entra la Policía Bonaerense en este esquema?
Estamos trabajando con la Ley Micaela en toda la Provincia y particularmente en el Ministerio de Seguridad. Es de los ministerios donde más alcance hemos llegado a tener, no solo en autoridades y funcionarios, sino en personal policial. Hay un trabajo sostenido con ellos, es más: en la gestión pasada crearon una auditoría especial en Asuntos Internos para policías denunciados por casos de violencia de género y violencia institucional, lo cual marca un camino de especial interés y compromiso del gobierno de la Provincia en esa razón. Por supuesto, los seres humanos y nuestra sociedad siguen conviviendo con estigmas y discriminación sexual, mucho más en un contexto donde el gobierno nacional alienta la estigmatización y promueve el odio. Ese es un contexto que nos preocupa muchísimo: hay que redoblar nuestros esfuerzos.

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Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

La calle volvió a dar una respuesta de movilización, encuentro y solidaridad frente a un Congreso en el que Milei –presidente del país– se dedicó a dirigir el griterío de sus barras contra opositores. Y un radical (si es que tal identidad existe) que cobra millonadas como diputado, se dedicó a balbuceos acaso onanistas con respecto a las diputadas, defendiéndose luego con una teoría delirante. La presencia en la plaza de Fabián, el padre de Pablo Grillo, el fotógrafo agredido por las fuerzas de seguridad del oficialismo. La idea sobre lo que hay que organizar. Una marcha de la Gorra que denuncia la violencia institucional, historias sobre cómo recuperar el humor y la ironía, un “Rappi” que cuenta su día y la teoría sobre Luis Caputo en plan verdulero.
Por Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
La Cámara de Diputados se renovó con la presencia en el recinto del presidente Javier Milei y su hermana Karina, secretaria General de la Presidencia, festejando a viva voz que el resultado de las últimas elecciones, más el movimiento de algunos diputados que se autoperciben peronistas, transforman a La Libertad Avanza en la primera minoría, lo que le facilitaría el tratamiento de las reformas que el gobierno quiere imponer, como la laboral. Todo esto con barras comandadas por Milei hostigando con cantitos a los opositores.

Imagen de la 9º Marcha de la Gorra en Congreso, acompañando a los jubilados, contra la violencia institucional y policial. Fotos Juan Valeiro /lavaca.org
La transmisión osciló entre esas imágenes y otras perlitas, como el micrófono abierto de un diputado por donde se escabulleron ciertos comentarios desagradables respecto de la apariencia de algunas diputadas. Sus pares señalaron al radical chaqueño Gerardo Cipolini como el responsable, aunque se defendió con un argumento tan extraño como esa Cámara, en la frontera del delirio: “La tecnología ha avanzado a límites irreconocibles. Tal vez uno sale diciendo cosas que no ha dicho”.
Pablo: la recuperación del humor
El devenir de ese palacio, entre cantos, saludos y gestos que acaparan la atención de los portales supuestamente periodísticos sigue diferenciándose mucho de la calle que todos los miércoles separa la valla que cruza de punta a punta la plaza.
“El Congreso vallado a espaldas del pueblo es más que una metáfora”, define a la perfección Fabián Grillo, papá de Pablo, el fotógrafo herido en su cabeza por una granada de gas lacrimógeno el 12 de marzo, brutal ataque que lo mantiene internado desde entonces, y del cual sigue recuperándose.

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org
El domingo Pablo cumplió 36 años, y por eso jubilados y jubiladas se acercan a Fabián a saludarlo saludarlo y preguntarle cómo está Pablo.
“Está bien, está mejorando, y lo volvieron a trasladar del Hospital Ramos Mejía al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca. También habla, discute y putea”. Para Fabián esos son grandes indicadores de mejora de su hijo.
Además, está manejando humor e ironía. Cuenta que un médico cubano, tras una charla de ocasión, le dijo: “Amigo, entre bomberos no nos pisamos la manguera”. Y Pablo le respondió: “Yo no soy bombero”.
Fabián se ríe. En minutos tiene que irse a una muestra fotográfica en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, frente a la plaza de Congreso, pero antes lo invitan a la asamblea de la Mesa Coordinadora de Jubilados. “Soy el papá de Pablo, pero no quiero hablar en nombre de él, porque Pablo habla y habla bien”, dice, lo que despierta emociones y aplausos. Fabián cuenta que a partir de octubre es un jubilado más y por eso viene también a marchar: “Esto es lo que nos va a levantar. Es por lo cual le pegaron a Pablo, porque él iba a mostrar la lucha de los jubilados unida con las hinchadas y los gremios. Esa imagen no podía pasar: ¿cómo puede ser que haya solidaridad?”.
Pero la hay, dice Fabián: “Acá estamos”.
La hincha que trabaja para el barrio
Gabriela, hincha y vecina de Dock Sud (y la imagen que encabeza esta nota), es una de las tantas que organiza esa solidaridad. Sobre una mesa tiene desplegados paquetes de fideos, arroz, polenta, azúcar, salsas, botellas de aceite, latas de arvejas, bolsas con cebollas. Con otros cómplices junta donaciones para que jubilados, personas en situación de calle, o con alguna discapacidad –hoy es el Día Internacional que los conmemora– se lleven después de la marcha. “Es para hacer algo, porque en el barrio está todo complicado. Tengo tres hijos, soy mamá soltera, y sé lo complicado que es, así que imaginate para un jubilado de la mínima. Incluso en el barrio se ve que alguno se quiere hacer el vivo subiendo los precios en la verdulería, por lo que un vieji se tiene que caminar diez cuadras para conseguir precio. Es horrible lo que está pasando, porque de repente Caputo es el verdulero”.

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org
Gabriela se interrumpe porque llega un chico con la mochila de Rappi, en su bici, a dejar donaciones. “¿Ves? Por esto lo hacemos, esto es la solidaridad”, dice Gabi, emocionada.
¿Cuánto hay que pedalear?
El trabajador de Rappi se llama Gastón, tiene 31 años y vive en Isidro Casanova, partido de La Matanza. Su vida laboral es una síntesis de este momento. Trabaja en una empresa logística, pero solo cuando lo llaman: para eso tiene que estar atento a las notificaciones que le llegan al celular. “Es cuando abren la convocatoria”, dice. Y después agrega la descripción de buena parte del presente: “Son las formas en las que hoy se está precarizando el trabajo”.

Testimonio arriba de la bicicleta sobre la situación laboral: el pedaleo infinito. Fotos Juan Valeiro /lavaca.org
Por eso en los días libres se pone el casco, se sube a la bici y pedalea como Rappi, desde las dos de la tarde hasta las doce de la noche.
–¿Cuánto llegás a hacer por día?
–Treinta lucas.
Hace una mueca al ser consultado sobre el prejuicio de que muchos trabajadores de Rappi son afines al gobierno. “Muchos trabajadores de muchos rubros lo votaron, pero sí, hoy prima un individualismo muy fuerte”, define. La reforma laboral le parece “horrible”, pero reconoce que su generación es parte de una época que no conoció casi ninguno de los derechos que la Ley de Contrato del Trabajo consagra: “Es cierto. Y ese es el problema”.

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org
Delante de sus ojos avanza la movilización de jubiladas y jubilados, hoy acompañada por la novena Marcha de la Gorra, cara a cara con la policía, pero sin incidentes, salvo por los picos de calor que descompensan a algunas personas. “Siempre que puedo, vengo a acompañar a los jubilados”, se despide Gastón, en un pedaleo que seguirá hasta la medianoche.
Tal vez haya que dejar de mirar lo horrible, de prestarle atención y darle importancia –como todo lo que ocurrió dentro del Congreso. Y convenga pensar la organización de la solidaridad de la que hablan Fabián, Gabriela y Gastón, como una de las tantas claves para pensar esta época y lo que se viene.

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org

Fotos Juan Valeiro /lavaca.org
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Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

La Cámara de Diputados mendocina aprobó por 32 a 13 la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de cobre San Jorge, declaración que había sido impugnada por el CONICET y por las asambleas provinciales. Hubo un “consenso” contrario a las comunidades y a los pueblos originarios, poco transparente y hecho de la materia del lobby, en el cual el oficialismo provincial, el radicalismo, el PRO y la sinuosa actitud peronista coincidieron casualmente con las corporaciones, el oficialismo nacional y la prédica de medios beneficiados con el avance minero. (Dato: por esas cosas es que en Mendoza se hablaba de la “casta política” muchos años antes que el concepto fuera plagiado según es público y notorio). Curiosidad: lo votado en Mendoza implica menos regalías aún que las que otorgaba a la provincia el RIGI que ya era en sí un punto de remate de bienes que las grandes empresas valoran tanto, pero por los que no pagan.
Tras la votación, la gente que estaba en la calle inmediatamente resolvió marchar a la Casa de Gobierno, y seguir en estado de alerta hasta que el proyecto sea tratado en el Senado. La censura en el CONICET y lo que pasó durante la votación.
Por Francisco Pandolfi
Son las 18 horas, 34 minutos, 20 segundos. En la Cámara de Diputados de Mendoza se acaba de debatir de forma expeditiva y de votarse el cuarto y último expediente minero del día: la Declaración de Impacto Ambiental al proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Se aprueba por 32 a 13. Las 4 iniciativas mineras ahora pasan al Senado, donde se presume que a principios de diciembre también se votarán a favor.

La multitud, afuera, se entera, explota de indignación y canta ante una hilera numerosa de policías clavados en la puerta de la Legislatura mendocina:
“La cordillera, que linda está,
y si la tocan
qué quilombo se va a armar”.
De aprobarse en el Senado la Declaración de Impacto Ambiental, le permitirá a la Minera San Jorge S.A (perteneciente a la multinacional Solway Holding) llevar a cabo la explotación minera metalífera en Uspallata y conformarse como el primer proyecto de explotación de cobre en el país, en una zona que atraviesa la cuenca del río Mendoza, la cual abastece a una población de 1,5 millones de habitantes, a más de 9.000 industrias y riega 250 mil hectáreas de cultivos. Hoy la Cámara de Diputados votó a favor pese a la Ley 7722 que prohíbe el uso de sustancias tóxicas, como un modo de proteger el ambiente, el agua y la salud, tanto de las personas como de los territorios.

Expo fotográfica en la plaza: diputados y diputadas que votan en favor del extractivismo.
En 2011 la Legislatura había rechazado por unanimidad un estudio de impacto ambiental similar al votado hoy. Mientras que en 2019, luego de derogar la Ley 7722 de defensa del agua, una movilización histórica obligó a la Legislatura a restablecer la norma unos días después.
Con la votación consumada en Diputados, en la puerta de la Legislatura se armó una asamblea multitudinaria donde las distintas asambleas y vecinos autoconvocadxs empezaron a plantearse los pasos a seguir. No para mañana, sino para ya: el consenso fue marchar, desde ese mismo momento, a la Casa de Gobierno. Así empezaron a caminar y a cantar, cuadras enteras, en un grito unificado: “No se negocia, el agua de Mendoza” en un loop colectivo.

Al finalizar, Eugenia Segura de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata le señala a lavaca la hoja de ruta: “Alerta y movilización permanente hasta el próximo paso, que es el Senado”.

Valle de Uco, junto a la ruta. Atardecer, mensaje, y el comienzo de una nueva movilización contra la megaminería.
La censura en el CONICIET
En la noche del martes 24 de noviembre, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Mendoza emitió un comunicado institucional sobre el proyecto megaminero San Jorge, horas antes de que este mediodía se empezara a tratar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) –finalmente aprobada (como se preveía) por la Cámara de Diputados–.

Este era el link con el documento publicado en su web oficial https://mendoza.conicet.gov.ar/comunicado-institucional-del-conicet-mendoza-sobre-el-proyecto-san-jorge-cobre-mendocino. Sin embargo, al hacer click no te lleva a ningún comunicado, porque la posición del CONICET Mendoza hoy cambió, repentina y sospechosamente.
La postura (inicial) del Conicet la reproducimos este mismo miércoles en lavaca:
Algunos extractos: “En los últimos días observamos que avanza el trámite administrativo para otorgar la Declaración de Impacto Ambiental, sin que la empresa haya respondido sustantivamente a las objeciones y sugerencias vertidas en el dictamen técnico y en la mayoría de los informes sectoriales presentados. Muchas de esas objeciones constituyen requerimientos y exigencias importantes consideradas prioritarias para la habilitación de un proyecto como PSJ Cobre Mendocino”.
Otro tramo: “Se identificaron importantes deficiencias en el Informe de Impacto Ambiental. La falta de datos actualizados, de líneas de base completas y de estudios adecuados sobre agua, biodiversidad, patrimonio arqueológico y aspectos sociales impide una evaluación confiable de los impactos que el emprendimiento podría generar en la cuenca del río Mendoza”.

El horizonte de montañas en las que nace el agua: lo que buscan seguir protegiendo las comunidades mendocinas.
Y además: “Dado que estos vacíos de información limitan la toma de decisiones responsables y pueden comprometer recursos naturales, culturales y comunitarios de alto valor, se considera necesario que las autoridades soliciten la revisión y ampliación del estudio antes de continuar con el proceso administrativo. Sólo una evaluación completa y rigurosa permitirá resguardar el interés público y garantizar la protección del ambiente y del patrimonio de la provincia”.
Sin embargo, ese posicionamiento viró a otro publicado este mediodía https://mendoza.conicet.gov.ar/comunicado-de-la-direccion-y-el-consejo-directivo-del-conicet-mendoza/
En este caso el CONICET Mendoza no denuncia “importantes deficiencias”, ni “objeciones sin responder”, ni “vacíos de información” en la Declaración de Impacto Ambiental. Ahora, lo que dice es que “El CONICET Mendoza no está en contra de ninguna actividad productiva que contribuya al desarrollo de la región”.

Eugenia Segura, de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata, le dice a lavaca desde la puerta de la Legislatura mendocina: “Esta es la línea divisoria de aguas entre la ciencia digna al servicio de los pueblos y la mercenaria, si se le puede llamar ciencia todavía. Mejor dicho, los profesionales al servicio de las corporaciones, sin importar las consecuencias éticas ni legales de sus actos y omisiones”. Desde lavaca nos comunicamos con el CONICET Mendoza para consultar qué había pasado o qué había cambiado, pero el telefonista de guardia que atendió explicó que nadie del CONICET podía atender.
La Asamblea de Trabajadorxs del CONICET, este miércoles por la tarde difundió un texto en redes sociales:
- “Queremos expresar nuestra máxima preocupación por la baja de un comunicado institucional sobre el #ProyectoSanJorge. Este escrito fue producto de un trabajo de investigación riguroso realizado por investigadorxs de nuestra institución. Sin explicaciones, el mismo fue removido de la web oficial del organismo horas después de su publicación. Decidimos poner en circulación su contenido nuevamente y llamar a la comunidad a defender la ciencia pública, soberana y digna que llevamos adelante desde Conicet”.
El gallinero y el consenso
Todo había comenzado a las 9.30 de la mañana, hora a la que las asambleas mendocinas por el agua convocaron a las puertas de la Legislatura donde la Cámara de Diputados, a partir del mediodía, debatió y terminó aprobando la media sanción al paquete de 4 proyectos mineros que el gobernador Alfredo Cornejo (UCR) envió al poder legislativo el miércoles 29 de octubre, tres días después de ganar las elecciones de medio término.

Pese a ser un día laboral, la convocatoria en contra de la megaminería fue multitudinaria y creció a medida que avanzó el día sobre la Plaza Independencia, frente al Palacio Legislativo. De fondo, las montañas, como símbolo de lo que se busca que no sea arrasado. El paisaje también fue de aplausos, cacerolazos, bombos, redoblantes y cientos de carteles. Algunos más directos, exigían el “no a la megaminería”.
Otros más simples: “El agua es del pueblo”.
Los poéticos: “Somos gotas de un mismo río”, ese río llamado Mendoza y que está en juego si se aprueba el proyecto San Jorge, en la localidad de Uspallata. En una de las vallas lindantes para que las y los honorables diputados no se mezclen con la gente, alguien colgó una cartulina blanca: “Gallinero cerrado por falta de huevos”.
Nadie ve en directo lo que pasa. Ni el pueblo movilizado en las afueras ni quien quisiera seguir la votación en algún otro lado del mundo.
Lo que pasa en Diputados no se transmite. Se oculta.
Mientras la gente sigue de pie en la calle, cantando, gritando, bailando, refugiándose bajo sombrillas o en las sombras que dan las abundantes copas de los árboles.
Desde adentro del recinto iban confirmándose, una por una, las previsibles malas noticias.
Primero se debatió de forma expeditiva y se votó el Fondo de Compensación Ambiental, apuntado a conformar un fondo para afrontar catástrofes ambientales que produzcan las empresas y las revierta el Estado. Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.
Segundo tema: se debate de forma expeditiva y se vota el proyecto de ley de regalías mineras, que estipula que una empresa puede pagar como máximo el 3% (igual que la vigente ley nacional), renunciando al límite del 5% que fijaba el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones). Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.
La gente, afuera, canta: “No se vende, el agua no se vende”.
Tercero, se debate de forma expeditiva y se vota el expediente Distrito Minero Occidental II, que abarca 27 proyectos de exploración en la localidad de Malargüe. Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.
En las calles se repudia megáfono en mano esa escena de negociados con rostro de “consenso”: “Se acaba de aprobar totalmente fuera de toda legalidad. La Ley 7722 establece que por cada proyecto minero de exploración tiene que entrar a la Legislatura una declaración de impacto ambiental. Y acaban de aprobar 27 proyectos con una sola declaración de impacto ambiental”.
Lo que sigue es un repudio generalizado. El grito de “ladrones” fue de lo más elegante y suave que se destinó a semejante aberración legislativa.
Por último, se debatió de forma expeditiva y se votó la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Se aprueba con 32 votos (en la imagen figuran 31 por error) a 13 (los siete votos negativos los sumó el peronismo que en la aprobación del dictamen se habían abstenido).
La multitud, afuera, explotó otra vez de indignación. Se cantó: “La cordillera, que linda está, y si la tocan qué quilombo se va a armar”. Allí comenzó la asamblea, y los primeros signos de la hoja de ruta a seguir, que empezó con una inmediaa movilización.
Esta historia continúa.


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Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Increíblemente sigue sin haber ni asomo de respuesta oficial alguna a los jubilados y jubiladas (salvo la indiferencia en unos casos , la represión en otros). Este miércoles volvieron a marchar en la zona de Congreso. Mientras el gobierno y sus funcionarios se abrazan a los saltitos en las reuniones de gabinete y apenas atinan a debatir el control de cajas opacas y millonadas de dólares, este sector sigue siendo víctima de dos herramientas: motosierra para los medicamentos y servicios, licuadora para sus ingresos. Un miércoles entre alquileres, comida saladita, indiferencia, sombreros Piluso, testarudez para seguir, carteles y nuevos hits musicales.
Por Lucas Pedulla Fotos Juan Valeiro
Miguel, 73 años, vecino de Once, cobra la jubilación mínima (en diciembre será $340.879,59, más el bono de $70.000, y se sumará el aguinaldo), pero solo de alquiler tiene $450.000. Su señora también cobra la mínima –mismos valores–, por lo que pasa lo siguiente: “una jubilación sirve para comer y otra, para el alquiler”.

Clima de época.
De todas formas está buscando dónde acceder a algún bolsón de mercadería porque hasta hace poco lo ayudaba su hijo –enfermero–, pero ya ni eso. El kilo de morrón en la verdulería le salía $5.000, así que le terminó comprando a un vendedor ambulante, que vendía medio por $1.000. “No quieren que lleguemos a un 2001, pero nos están empujando para allá”, dice en tono chaqueño, tierra de donde se vino hace 20 años porque, explica, Dios atiende mejor la salud en Buenos Aires. La única salida, piensa, es seguir insistiendo, cada miércoles: “Mi parrilla tiene herrumbre”.
Sobre vecinos y siestas
Olga, 70 años, vive a dos cuadras de esta Plaza a la que viene cada miércoles. Todas las semanas la ve así, movilizada. Y escéptica: “Mejor ni hablemos de mis vecinos, porque si pudieran salir a pisarnos, ahora mismo, nos pisarían”. Cuenta que está mal porque el alquiler se le fue a $600.000, el mismo valor que su jubilación. Su hija, por suerte, la mantiene, de lo contrario no podría vivir. La hija tiene tres trabajos: docente en una universidad, administrativa en otra y artista en un grupo de teatro. Ahora se viene la reforma laboral –encima–, pero Olga revolea los ojos al pensar qué es lo que puede pasar en las calles: “Hay mucha indiferencia, porque amenazan con que la jornada se va a extender 12 horas, pero muchos ya están laburando eso. Oíme, lo de trabajar 8 horas, salir de la fábrica y disfrutar tu vida, se terminó. Hoy la guita fácil está matando a la fábrica”.
¿Por qué seguir viniendo? “Porque es la lucha”, dice. “Por Norma Plá”, agrega. “Y porque si nosotros nos bajamos, el gobierno se queda durmiendo la siesta”.

Almorzar, cenar, y el hit del día
Carlos, 73 años, también tiene la reforma laboral en la cabeza, por la que armó un cartel en su casa de Avellaneda, sur conurbano, y lo trajo al miércoles que no falta nunca:
- “Es ahora, CGT. Mañana puede ser tarde”.
Carlos sabe que no hay mucho tiempo. Tampoco espera nada del Gobierno: “Si no tiene piedad con un discapacitado, imaginate con un jubilado. Espera que pasemos de largo”.
Confiesa que hay una palabra que viene odiando mucho: “Gobernabilidad”. Eso siente que garantizó la CGT y los partidos políticos al no querer salir a la calle. Es radical, pero también le habla a los peronistas: “El pueblo está de este lado de las vallas. No puede ser que voten contra nuestros intereses. ¿Pero sabés qué va a pasar? A mitad del 2026 le van a soltar la mano y se van a candidatear en 2027. Los únicos pelotudos que seguimos bancando somos nosotros”. Pese a todo –y a todos– Carlos se mete de lleno en la marcha.

Carteles de la Ciudad intervenidos para la marcha. En este caso, con la foto de Carlos (Chaca), uno de los jubilados emblemáticos de cada miércoles.
Estela, 63 años, también de Avellaneda, es más práctica: “La CGT está comprada”. También se indigna con los partidos políticos: “No hay unión”. Se embronca con algunos que no están en esta calle, en este cara a cara con la policía –como ella–, o con la bandera argentina que utiliza como capa, o con ese sombrero Piluso que tiene un cartelito que la pinta de cuerpo entero, aunque se le dibuja una sonrisa: “Jubilados testarudos”.

Expresión de arte conceptual acompañando la manifestación.
Lo testarudo, en Estela, se manifiesta en que no va a dejar de venir y de estar, sobre todo porque su jubilación mínima, con la que antes podía proyectar el mes y más tarde la semana, ahora solo le alcanza para comparar precios en lo diario. Ni hablar –dice– los remedios, porque hoy a muchos se les juega pensar si almuerzan para no cenar.

Editorial político en siete palabras.
–¿Y esta noche?
–Espero comer algo saladito. Puede ser fideo. O arroz. Es muy penoso. Perdoname, pero me pone mal.
Estela se mete a la marcha, la misma de Miguel, Olga y Carlos, y tantos otros y otras, que están siempre, pase lo que pase, siendo los mismos, en horarios distintos, con un sol imposible o en una sombra de radio abierta que tampoco interpela. Todos saben que hay que repensar estrategias, formas, pero que el lugar para hacerlo sigue siendo esta calle.
De fondo, mientras tanto, se escucha el hit del día, al menos mostrando otra impaciencia:
Luchen todos,
no rompan más las bolas,
a ver si se dan cuenta:
la lucha es una sola.


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