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25 de Mayo: dos actos en Córdoba, entre la libertad, la represión y una plaza semi vacía

Sin Pacto de Mayo ni Ley Bases, Javier Milei eligió el Cabildo de Córdoba para celebrar el 214° aniversario de la Revolución de Mayo frente a una Plaza San Martín llena por la mitad (entre 4 y 5 mil personas). Fue alabado por los presentes, que chiflaron al gobernador provincial y al intendente municipal. Más temprano, otro acto reunió a las cuatro centrales obreras cordobesas, que previamente habían cortado los accesos al aeropuerto para darle la no bienvenida al Presidente, y fueron reprimidos por la policía local. También fueron detenidas al menos dos docentes que intentaron entrar al acto de Milei con carteles de protesta. Voces e imágenes de un día donde la libertad y la patria se pusieron en actos.
Por Lucía Ceresole desde Córdoba
Foto portada: Juan Cristian Castro
A las 15:12 horas, el presidente de la Nación, Javier Milei sale de una de las quince puertas que tiene el Cabildo de Córdoba.
Saluda y mueve las manos en señal de arenga, mientras un grupo de personas en Plaza San Martín grita desde abajo “¡Libertad!”. Es el 214° aniversario de la Revolución de Mayo.
Milei desaparece sin previo aviso, la muchedumbre hace murmullos y recupera fuerzas para volver a gritar cuando el presidente aparece de nuevo, esta vez con su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia de la Nación. Hasta un nene sentado en una valla grita “¡el Jefe!” y dos chicos que habían levantado sus celulares apenas aparecen deciden hacer un pacto:
— Guardemos los teléfonos, así disfrutamos.
Cuatro horas antes, el cielo no estaba dispuesto a darle la bienvenida a nadie. Las nubes se amontonaban en Córdoba, con un clima frío y expectante. En el 70 dos señores conversan sobre una amiga a la que este mes le aumentaron el alquiler a $75.000. “Tampoco podía pagarlo antes”, dice uno. Como un virus que se expande en un espacio chico los pasajeros empiezan a darse cuenta que no van a poder llegar a su destino. Toda la zona está cortada por la llegada del presidente de la Nación. Y también por una contra-marcha de las cuatro centrales obreras cordobesas: CGT Córdoba, CGT Regional Córdoba, CTA de las y los Trabajadores y CTA Autónoma. También se sumó UTEP.

Inventar o errar
La elección de Córdoba para el acto del 25 de mayo fue bautizada por una diputada local de La Libertad Avanza, Cecilia Ibáñez, como un festejo: “Es una cuestión simbólica de federalismo real”, dijo en Radio Nacional Córdoba unos días antes. Ahora, en Santa Rosa y General Paz, frente a la emisora radial que el gobierno nacional busca privatizar, y donde hoy hay un abrazo simbólico y una radio abierta. Algunos hinchas de equipos cordobeses improvisan un picadito de fútbol delante de una bandera que planta otro tema involucrado en las afrentas privatizadoras: “El club es de los socios”.
Como en un engranaje de un reloj antiguo, Gustavo es hoy una pieza vital. Jubilado e integrante del Foro Solidario Córdoba, sostiene una bandera celeste y blanca que tiene varias postas y 50 metros de largo. Es la última adquisición de la organización y fue pagada con las colectas que hacen en las rondas de jubilados en Plaza San Martín. Ya llevan nueve. Gustavo habla sobre el esquema económico: dice que lo que está ocurriendo es “una expoliación a los flacos bolsillos de la mayoría, que le sacan recursos a los que menos tienen y que las consecuencias están a la vista”. Sigue: “Todo va a caer, ventas, fábricas y comercios. Por eso siempre llevo este cartel que expresa ‘o inventamos o erramos’ porque la reconstrucción nacional es imprescindible”.
Miguel Berrotarán es otra parte vital para que la larga tela, que se extiende como una alfombra patriota en dos cuadras, se sostenga. Jubilado y ex secretario general de la Asociación Bancaria Córdoba explica en causa y consecuencia el desfinanciamiento: “Nos han degradado el 82% móvil y si le agregás que hay un alto grado de precarización en los jóvenes, por lo tanto son trabajos en negro y que los salarios no son sujetos a aportes, no se trasladan a los jubilados. También hay un perjuicio para los sistemas previsionales y obras sociales. Todos pierden aportes”.

En la esquina de Colón y General Paz, la izquierda empieza a encolumnarse; una bandera dice “El Correo Argentino no se vende, se defiende”; una mujer construye una barricada con dos sillas en la entrada de una panadería; empieza a armarse un escenario; una señora pasa sosteniendo un teléfono que apunta a su cara y que muestra lo que hay detrás suyo: “Mirá qué resistencia hay en Córdoba”, le dice a alguien del otro lado.
Sobre el camión, que ahora es un escenario, hay una decena de representantes de organizaciones sindicales. Buscan con los ojos entre la multitud a los suyos, los saludan, posan para las cámaras. Gritan todos juntos “¡La patria no se vende!” hoy, un 25 de mayo, en el 214° aniversario de la Revolución, mientras el presidente todavía no salía desde Buenos Aires hasta Córdoba.
Parece que el cielo ya está dispuesto a dar la bienvenida y brotan los primeros rayos de sol del día. Empieza a sonar el Himno Nacional Argentino.
Una dirigente toma el micrófono y lee el documento que menciona estos conceptos: La patria no se vende, colonia, país soberano, grieta, los de abajo somos mayoría, hambre y caída de la industria, tarifazos, recesión, cementerio de fábricas cerradas, modelo neoliberal, 2001, pesadilla anarcocapitalista, esperanza, memoria, San Martín, Juana Azurduy -ahora son dos voces las que gritan-, no al DNU, no a la Ley Bases, viva la patria.
Al cerrar, alguien suma: “¡Milei culiadazo!”.

Una fiesta libertaria
El camino hasta el centro cordobés implica varios metros, varias calles cerradas y varias vallas. Hay una única entrada por bulevar San Juan y postas de policías que controlan mochilas. Las que hacen el recibimiento en Plaza San Martín, frente al Cabildo de Córdoba, son sus dueñas: las palomas. Hay silencio, no hay música, y hay muchas banderas argentinas.
En las afueras del Patio Olmos, el shopping neurálgico de la ciudad, una nena de cinco años mueve sin parar una bandera argentina y le pregunta a su mamá cuánto falta para llegar a ver a Miei.
Norma “Bety” Luján está despierta desde las 6 de la mañana. En varios autos hicieron 500 kilómetros para llegar a Córdoba desde Santiago del Estero. Fue precandidata a diputada nacional por La Libertad Avanza y es presidenta del partido en esa provincia. Junto a otros votantes y adherentes sostienen una bandera argentina con letras de cartulina pegadas que dice “LLA Santiago del Estero”. Dice: “Somos la segunda fuerza en este momento pero seguramente seremos la oposición más firme en Santiago. El gobierno nacional está cumpliendo lo que prometió. Un par de meses más y vamos a llegar al dígito sostenible que nos va a permitir el crecimiento que merecemos: el despegue económico y la baja de inflación. Esperamos que el presidente vaya a la provincia y ponga sus ojos ahí porque Santiago es una provincia feudal, postergada, sin crecimiento privado”.
La acumulación de expectativa rompe el silencio de espera con gritos y aplausos frente a la llegada de los Granaderos. Alguien grita “¡viva Milei!” todos responden con las mismas palabras. Son casi las 14:00 horas y la plaza muestra varios espacios vacíos. Quienes están se agolpan frente al escenario donde ya está dispuesto un atril esperando al presidente de la Nación que viene en el avión presidencial. Acá también suena el himno pero sólo con la música. Todos levantan la voz y lo cantan, banderas argentinas en alto. Gritan ¡Libertad! y siguen con otro cántico que va a sonar varias veces durante la tarde: “Cristina se va presa”.
Por la Plaza San Martín pasean mascotas y personas haciendo “vivos” en redes sociales. Caminan mirando y hablando a la cámara de sus celulares. Si se encuentran con algún referente de La Libertad Avanza se acercan, le ponen la cámara, sonríen. El encuentro entre votantes, fieles y adherentes cordobeses es una fiesta, pero la convocatoria está lejos de ser masiva.
“De un lado fila de hombres, del otro mujeres”, dice un joven con una gorra que reza “Las fuerzas del cielo” y que maneja la puerta para entrar al “sector preferencial” ubicado frente al escenario. Son jóvenes de menos de 35 años que deciden quién va pasando. La otra posta es la policial donde controlan a los que tienen mochilas. Todos se van acomodando en sus lugares. Nadie sabe que a pocas cuadras la policía reprime con gas lacrimógeno y balas de goma a integrantes de movimientos sociales.

Políticos rockstars
A las 14:50 horas, el gabinete nacional empieza a acomodarse frente al escenario. Así pasan también por las cámaras que muestran lo que ocurre delante con tres pantallas distribuidas a lo largo de todo el Cabildo. El vocero presidencial, Manuel Adorni, aparece en pantalla y todos gritan. “Adorni, Adorni, Adorni”. No ocurre lo mismo ni con el Ministro de Defensa, Luis Petri, ni con el Ministro del Interior, Guillermo Francos. Pero vuelven los gritos cuando aparece Martin Menem, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Argentina. Y aplausos cuando presentan a la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
La reprobación tajante y los abucheos aparecen cuando la locutora nombra a dos funcionarios locales: el gobernador de la Provincia de Córdoba, Martin Llaryora, y el intendente de la Ciudad de Córdoba, Daniel Passerini.
Javier Milei se para frente al público de Córdoba, en una plaza todavía con espacios vacíos, lee y dice: “Doctrina, libertad y democracia, cadenas de la tiranía, independientes, padres fundadores, potencia mundial -todos gritan Ley Bases-, Nación empobrecida y analfabeta que pasó a ser la niña mimada de Occidente, propiedad privada, Mitre, Sarmiento Avellaneda y Pellegrini, abandonamos los principios y nos dejamos engañar por los cantos de sirenas, sentar las bases de un futuro distinto para nuestros hijos, fe, Dios, patria, decadencia. prosperidad, Consejo de mayo -algunos gritan plebiscito-, reducción de impuestos -todos festejan-, superávit fiscal, argentinos de bien, ajuste más grande de la historia de la humanidad, arquitectos de nuestro propio destino, libertad peligrosa”.
Una pareja sale de Plaza San Martín y camina hasta el bulevar principal con su mascota, una perra vestida con una campera rosa, atada con una correa.
— Hija, ¿Queres un poco de libertad? -dice la mujer y la suelta.
La perra avanza.

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La marcha sin fin

La señora de canas y anteojos sacude su dedo índice a centímetros de la cara del policía. Es menuda y el uniformado es del tamaño de un gorila con casco y palo, pero no es la abuela la que tiembla cuando le grita:
-Mirame a los ojos: a mí me estás pegando. A mí, que tengo 70 años y dos hijas que estudiaron para no ser policía como vos.

Fotos: Juan Valeiro/ lavaca.org
En el piso del Congreso de la Nación hay seis jubilados y cinco fotógrafos que están siendo asistidos por la posta sanitaria para mitigar el gas con el que los cegaron –que no es ni lacrimógeno ni pimienta y activa su laceración con cualquier medio húmedo, como el sudor de esta tarde infernal-, mientras la multitud canta:
“Qué feo, qué feo, qué feo debe ser/ pegarle a un jubilado para poder comer”.
Los peatones que ven la escena desde la vereda de enfrente editorializan al paso:
“Se están robando a los pibes y ustedes están pegándole a los jubilados”.
“Oíme tortuga: son cuatro por cada viejo de 80 años. Qué fácil te ganás la guita”.
“El día que tu jefa reparta la plata del operativo entre los jubilados van a tener que ir a laburar en serio, ratas”.

Uno de los atacados por el gas pimienta policial. La gente cantó: «Qué vergüenza, qué vergüenza, pegarle a jubilados por dos pesos con cincuenta». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así es el final de otro miércoles de la ronda que repiten cada semana las personas que trabajaron toda su vida y aportaron durante décadas para gozar de un derecho que se ha transformado en un extraño privilegio: ser el sector social más perjudicado por las políticas de ajuste, pero también el único que no claudica ni se calla.

Uno de los hinchas de Chacarita, presente en la marcha en el Congreso. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así lo explica Carlos, el jubilado que conmovió a los hinchas de Chacarita – un club de fútbol experto en el pogo policial– que hoy se sumaron a la ronda con la intención explícita de protegerlos:
“Trabajé durante 40 años en el correo. No me regalaron nada. La estoy pasando mal, pero no estoy acá por mí porque yo ya estoy jugado: tengo 75 pirulos. Estoy acá por mis cuatro hijos y mis dos nietos. Estoy acá porque les quiero dejar un país digno para que puedan vivir en paz”.

Carlos, el jubilado que cada miércoles marcha con la camiseta de Chacarita y esta vez impulsó que llegue parte de la barra del club a apoyar el reclamo. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Sobre el Presidente:
“Milei es un pobre tipo. Está mal de la cabeza. Yo le aconsejaría que, por el bien de todos los argentinos, dé un paso al costado: nos va a hacer un gran favor. Está muy mal asesorado, y tiene al lado esas lacras de los Caputo: esos sí… esos sí qué saben lo que están haciendo. Yo nunca tomo revancha con nadie, pero a esos dos me gustaría encontrarlos cara a cara para preguntarles qué significa para ellos ser tan ambiciosos –casi enfermos– de la plata y el poder a costa del hambre de los argentinos. Pero es mi opinión personal, porque acá no hablamos de política. Acá venimos a reclamar nuestros remedios y nuestra dignidad. Acá venimos todos los miércoles y nos encontramos con personas como esa abuelita de 82 años que nos dice ´hoy no almorcé´: Por ellas estamos. Lo único que queremos es dar la vuelta al Congreso y que no nos peguen”.
Carlos llora.

Una imagen de esta época. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
“No estás solo”.
Dos hinchas de Chacarita lo abrazan y le prometen:
Lo rodean, también, una familia con esa misma camiseta: el padre, jubilado; la hija, investigadora del Conicet y lesbiana; el nieto, quinto grado de la escuela pública. Será ella quien presenta así al trío para señalar, con esas etiquetas sociales, lo que significa estar ahí hoy: “Unir la luchas, unir las fuerzas: la indiferencia no es una opción.”

Acorralados: jubilados apretujados y víctimas del gas pimienta de la policía. La canción: «Qué veo debe ser, pegarle a jubilados para poder comer». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
La hinchada suma, además, esa poética instantánea, que acribilla sin pausa al doble cordón policial:
“No tenemos casco/ no pegamo`a jubilados/Somos locos y borrachos / porque somos funebreros”.
Refieren así a la identidad de ese club de fútbol, que nació vecino al cementerio, pero en el territorio del Congreso el verso se reinterpreta: son quienes entierran al miedo.

Retrato de un miércoles. La bandera para cubrirse de los gases policiales. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así, sumando gota por gota personas y organizaciones hasta ser multitud, la ronda gira por los grises muros del Congreso, desbordando el desproporcionado cordón de policías y gendarmes, que tira palos y gases sin piedad, pero también sin suerte: la vuelta se completa.
El final, literalmente, es realmente otro: no habrá fin. Lo anuncia el gesto de Zulema y Keiko, dos jubiladas insurrectas, cuando con elegancia y picardía apoyan ambas los dedos en los labios para lanzarle besos a los uniformados, con una promesa:
“Nos vemos el miércoles”.

El abrazo y una convicción: «Nos vemos el miércoles». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
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El vacío

Mercedes golpea la cacerola con una cuchara mientras grita:
“Pueblo, despierte”.
Lo repite infinitas veces. Por momentos agrega su por qué:
“Nos gobierna un estafador”.
Me dice –muy enojada– que tiene “los huevos al plato” porque mientras en Instagram la colman de likes, en la calle la dejan sola.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca
Fue, sin embargo, su solitaria cacerola la que se escuchó por cadena nacional en momentos en que la camioneta blindada del Presidente pasó por Avenida de Mayo hacia el Congreso de la Nación, para dar inicio a su segunda apertura de la labor legislativa. Eran las nueve en punto de la noche y en la calle lo que había era un enorme vacío custodiado por cientos de uniformado pertenecientes a cinco fuerzas de seguridad. La oscuridad de la noche sin luna, los cortes de calles, las vallas y la sobredimensionada custodia del paso presidencial –que incluía francotiradores y aparatos inhibidores de drones– reforzaban la imagen distópica de un operativo que no parecía de seguridad, sino de aislamiento.

El palacio. Fotos: Juan Valeiro para lavaca
Adentro del Palacio le esperaba lo mismo: un inmenso recinto vacío ante el cual el Presidente intentó monologar durante una hora veinte minutos. No pudo. Bastó también una sola interrupción –la del diputado radical Facundo Manes– para que quede en evidencia que este es su momento débil. La segunda evidencia fue el anuncio de que enviará para su aprobación el acuerdo con el FMI, que está –dijo– próximo, pero que depende –no dijo– de ese voto positivo para que se realice.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Cuando la realidad entorpece la puesta, quien irrumpe en escena es Santiago Caputo. Esta vez acaparó la atención al amenazar al diputado Manes, delante de las cámaras. Otra vez.
No fue el único que agredió a quienes estaban en el Salón de los Pasos Perdidos, esa clásica antesala del recinto convertido hoy en un ring de exhibición de patoteadas por sus secuaces. Otra muestra de debilidad: allí solo ataca quien pierde.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
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‘A little something-something’: la investigación de The New York Times que revela el entramado de coimas detrás del criptogate

El prestigioso diario norteamericano publicó este viernes, día previo al discurso presidencial en el Parlamento, una investigación realizada por Jack Nicas y David Yaffe-Bellany. Las revelaciones: el rol de Mauricio Novelli; el audio de Hayden Davis, las audiencias pagas.
Por Jack Nicas y David Yaffe-Bellany para The New York Times
El escándalo comenzó con un tuit.
«El mundo quiere invertir en Argentina», publicó Javier Milei, presidente de Argentina, a las 7:01 p.m. del Día de San Valentín, ofreciendo un código para comprar una nueva criptomoneda.
La moneda digital se llamaba $Libra y había sido creada 23 minutos antes.
En las siguientes horas, miles de personas invirtieron. El valor de $Libra se disparó.
Luego colapsó abruptamente. Los mayores accionistas habían vendido sus monedas, dejando a casi todos los demás con pérdidas colectivas de 250 millones de dólares.
Para los veteranos de las criptomonedas, fue un clásico «rug-pull» (estafa donde se retira el apoyo repentinamente). Una celebridad promociona una nueva moneda digital, los precios se disparan y luego los insiders, que poseen la mayoría de las monedas, retiran el apoyo: venden sus participaciones con grandes ganancias a expensas de los inversores amateur que llegaron después.
Para Argentina, fue un escándalo nacional. Los críticos dijeron que el presidente acababa de estafar a sus ciudadanos. La oposición pidió su destitución. Los ciudadanos argentinos presentaron una docena de denuncias penales. Un fiscal federal abrió una investigación, con Milei como objetivo.
Luego, Milei partió hacia Washington. En la Conferencia de Acción Política Conservadora el sábado, dio un discurso combativo antes que el expresidente Trump, el otro presidente que este año promovió una nueva criptomoneda que se disparó y luego colapsó. Esa moneda, $Trump, generó enormes ganancias para los insiders y pérdidas acumuladas de 2 mil millones de dólares para más de 800.000 inversores.
Trump ha alegado ignorancia. «No sé si me benefició», dijo. «No sé mucho al respecto». (La familia Trump y sus socios comerciales ganaron casi 100 millones de dólares solo en comisiones por la moneda).
Tras el creciente escándalo de $Libra en Argentina, Milei adoptó un enfoque similar. Dijo que no ganó ni un centavo. En cambio, culpó a una pequeña startup en Singapur, KIP Protocol, que pocos en la industria cripto conocían.
«Notarán que la empresa que organizó el lanzamiento, KIP, declaró explícitamente que yo no tuve nada que ver», dijo en una entrevista en horario estelar la semana pasada.
Pero la historia de Milei ha comenzado a desmoronarse, mostrando cómo las criptomonedas y la política se han mezclado cada vez más para enriquecer a los poderosos y quitarle a casi todos los demás.
Los orígenes del escándalo de $Libra se remontan a una conferencia en Argentina el año pasado, donde un consultor cripto estadounidense y un socio comercial argentino de Milei intentaron vender acceso al presidente, según entrevistas y documentos revisados por The New York Times. Finalmente, esto llevó a reuniones en las oficinas presidenciales y una asociación planeada con Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports.
Desde el colapso, ha surgido evidencia que contradice las afirmaciones del presidente; los críticos en Argentina han acusado a su círculo íntimo de aceptar sobornos; y el consultor estadounidense, a quien Milei se refirió el mes pasado como un asesor, ha admitido acumular 100 millones de dólares con el esquema.
«Este es un juego de insiders», dijo el consultor estadounidense, Hayden Davis, sobre las criptomonedas en un video la semana pasada. «Es como un casino no regulado».
‘Un pequeño algo-algo’
El mundo cripto estaba emocionado con Milei.
Como economista libertario, había dicho que quería abrir su nación financieramente afectada a nuevas monedas. Así que cuando se anunció que hablaría en una conferencia cripto en Buenos Aires en octubre, los líderes de la industria acudieron en masa.
La conferencia fue organizada por Mauricio Novelli, un pulcro trader de 29 años con conexiones de años con Milei.
En 2020, Milei comenzó a enseñar en la pequeña academia de inversiones de Novelli y se convirtió en el promotor de la escuela, publicando repetidamente sobre ella en línea, hasta que fue presidente. En 2022, publicó sobre un nuevo proyecto cripto de Novelli, llamándolo «un modelo económico sostenible en el tiempo». Poco después, colapsó.
En la conferencia, Novelli cobraba a los patrocinadores 50.000 dólares por un espacio para hablar y un encuentro con Milei, según cuatro asistentes que pagaron la tarifa.
Sin embargo, esas personas dijeron que la reunión con el presidente resultó ser una rápida foto grupal. Para obtener más tiempo, dos de ellos dijeron que los organizadores de la conferencia les dijeron que costaría más.
«Decían: ‘Oye, ya sabes, danos un pequeño algo-algo y podemos conseguirte una reunión'», dijo Charles Hoskinson, un multimillonario de criptomonedas que fundó una de las plataformas más grandes de la industria, Cardano.
Otro asistente dijo que Novelli ofreció una reunión con el presidente si la persona firmaba un contrato de 500,000 dólares por «servicios de consultoría» vagos, según una copia del documento vista por The Times.
Pero Novelli no era el único que vendía acceso a Milei.
Davis, un joven de 28 años con cabello rubio rizado y gafas doradas llamativas a quien Novelli había conocido en un evento cripto en Denver, también les decía a los asistentes a la conferencia que tenía «control» sobre Milei y podía intermediar en acuerdos, según mensajes vistos por The Times.
«Todo, desde que Milei tuitee» hasta «todo lo que sea público de Milei, básicamente, aparecer en cosas, etcétera, tengo control sobre muchas de esas palancas», dijo Davis en un mensaje de audio a un emprendedor, obtenido por The Times.
«Pero», añadió, «hay un costo». Insinuó que ese costo podría ser de millones de dólares. «No estoy tratando de estafar a nadie», dijo, usando un expletivo.
Otro emprendedor dijo que Davis hizo una oferta aún más descarada por escrito: entregaría una reunión con Milei y una asociación con el gobierno argentino a cambio de aproximadamente 90 millones de dólares en criptomonedas durante 27 meses, según una copia de la propuesta vista por The Times.
No hay evidencia de que Milei estuviera al tanto de las propuestas. Davis y Novelli, a través de portavoces, declinaron comentar.
Tres meses antes de la conferencia, en julio, Novelli y Davis visitaron las oficinas presidenciales de Argentina, según registros gubernamentales obtenidos por el diario argentino La Nación. Los registros muestran que su anfitriona fue la hermana del presidente y jefa de gabinete, Karina Milei.
En noviembre, visitaron nuevamente las oficinas presidenciales. Después, Novelli y Davis brindaron con champán en el Four Seasons de Buenos Aires, diciendo a otros que acababan de firmar un acuerdo con el presidente, según La Nación.
Luego, el 30 de enero, Milei publicó una foto de él y Davis, diciendo que el estadounidense «me estaba asesorando sobre el impacto y las aplicaciones» de la tecnología relacionada con las criptomonedas.
‘El proyecto KIP Protocol’
Dos semanas después de esa publicación, un emprendedor tecnológico en Singapur recibió una llamada inesperada de Novelli.
El emprendedor, Julian Peh, fundador de una startup llamada KIP Protocol, dijo que había conocido a Novelli en la conferencia de octubre. Peh fue uno de los pocos asistentes que realmente obtuvo una reunión con Milei. (Dijo que solo pagó para patrocinar el evento).
Pero en los meses siguientes, Peh dijo que no tuvo contacto con el presidente argentino ni con su oficina. Luego, Novelli lo llamó el 13 de febrero para proponerle un nuevo proyecto, dijo: el lanzamiento de una criptomoneda llamada $Libra que finalmente financiaría pequeñas empresas en Argentina.
Novelli describió un plan que involucraba a Davis lanzando $Libra y a la empresa de Peh, KIP, distribuyendo fondos a las empresas, dijo Peh.
No era el fuerte de su empresa: KIP construía tecnología relacionada con la inteligencia artificial. Pero Peh dijo que aceptó de todos modos.
Libra se lanzó con el tuit de Milei. El presidente linkeó a un sitio web que describía el proyecto Libra como teniendo «una misión clara: impulsar la economía argentina». Al final había un único descargo de responsabilidad: «Proyecto de iniciativa privada desarrollado por KIP Network Inc © 2025».
Era antes del amanecer en Singapur. Peh dijo que se despertó con mensajes confusos de sus colegas: ¿Qué era $Libra?
Con el precio colapsando después del boom inicial, Peh dijo que Novelli luego le indicó que publicara un mensaje en X apoyando la moneda. Novelli proporcionó el texto exacto en inglés y español, dijo.
Peh dijo que siguió las instrucciones. «La moneda $LIBRA ha sido un éxito. Queremos agradecer a todos por su confianza y apoyo», publicó la cuenta de KIP. «Queremos aclarar que este es un proyecto de empresa privada, el presidente Milei no estuvo ni está involucrado en el desarrollo de este proyecto, como él mismo ha mencionado. Esto es completamente una iniciativa privada».
Dos minutos después, la cuenta de Milei repudió a $Libra.»Obviamente no tengo ninguna conexión»,publico en su cuenta en X. «No estaba al tanto de los detalles delproyecto». Borró el post inicial promoviendo a $Libra.
Diez horas después, la oficina de Milei emitió un comunicado culpando a Peh y llamando a $Libra el «proyecto de Kip Protocol». El comunicado decía que Peh le había presentado el proyecto a Milei y que Peh le había presentado al presidente a Davis como representante de Kip.
«Davis no tenía ni tiene ninguna conexión con el gobierno argentino y fue presentado por representantes de Kip Protocol como uno de sus socios», dijo la oficina presidencial.
Eso pareció contradecir las visitas anteriores de Davis a las oficinas presidenciales, incluso antes de que Milei y Peh se conocieran.
La empresa de Novelli también emitió un comunicado culpando a Peh y Davis por $Libra. Dijo que no había ganado nada.
Peh dijo que se dio cuenta de que se había convertido en el chivo expiatorio. KIP «se convirtió en una parte conveniente para proporcionar cobertura a otras partes», dijo la empresa en un comunicado.
‘Profundamente amañado’
Parte del atractivo de las criptomonedas es que las transacciones son rastreables públicamente. Así que los expertos analizaron $Libra y encontraron un desastre.
Más de 10.000 cuentas cripto, que representan el 86% de los inversores, perdieron un total de 251 millones de dólares, según Nansen, una firma de datos cripto.
Al mismo tiempo, los datos mostraron que las cuentas conectadas al lanzamiento de $Libra obtuvieron enormes sumas.
Normalmente, los creadores de una nueva criptomoneda controlan un gran porcentaje del suministro. Pero las reglas programadas en la moneda a menudo bloquean la venta de esas acciones durante un período de tiempo determinado, evitando que los insiders obtengan ganancias y colapsen el precio.
Sin embargo, las cuentas cripto que crearon $Libra podían vender de inmediato. En cuestión de horas, esas cuentas, que controlaban el 80% de las monedas, habían cobrado casi 90 millones de dólares, según Bubblemaps, una firma de análisis cripto.
Otros 33 millones de dólares en ganancias fueron a cuentas que se crearon justo horas antes del lanzamiento, y que luego compraron y vendieron rápidamente $Libra después de su lanzamiento, lo que sugiere que quienes las controlaban podrían haber sabido que la moneda llegaba.
Los inversores estaban furiosos. «No se trataba solo de las pérdidas, sino de la actividad de los insiders», dijo Nicolas Vaiman, director ejecutivo de Bubblemaps. «Muestra cuán profundamente amañado estaba el juego».
‘¿De quién es el dinero?’
Un rug-pull cripto suele ser misterioso: el dinero desaparece y nadie sabe quién se lo llevó.
Sin embargo, un día después de que $Libra colapsara, Davis se presentó. «Estoy aquí para aclarar las cosas», dijo en un video publicado en X. «De hecho, soy el asesor de Javier Milei».
Luego criticó a Milei. En un comunicado, Davis dijo que Peh era «completamente inocente» y que «solo puedo suponer que los asociados de Milei intentaron culpar a Julian para protegerse».
Después de eso, dio dos entrevistas en YouTube, incluso a Dave Portnoy, el fundador de Barstool Sports. Portnoy dijo que tenía un acuerdo con Davis para promocionar $Libra, pero se retiró en el último minuto. «Gracias a Dios», dijo, añadiendo un expletivo.
En las entrevistas, Davis dijo que había controlado enormes cantidades de $Libra y vendió esas participaciones cuando los precios estaban altos. También dijo que el equipo que creó Libra había comprado rápidamente la moneda justo después de que saliera al mercado, una práctica llamada «sniping» ampliamente vista como engañosa en los círculos cripto.
Ahora tenía control de 100 millones de dólares, dijo, y quería hacer las cosas bien.
«¿De quién es el dinero?», preguntó Portnoy.
«Es, es, es, es el, es el», respondió Davis, tartamudeando. «No lo sé. Definitivamente no es mío. Es, es de Argentina».
No hay indicios de que Davis haya devuelto dinero, excepto a Portnoy, quien dijo que perdió 5 millones de dólares en $Libra.
En las entrevistas, Davis dijo que las llamadas memecoins como $Libra y $Trump, criptomonedas crudas y especulativas vinculadas a celebridades o memes en línea, estaban esencialmente amañadas.
Los datos muestran que algunas memecoins recientes podrían haber sido respaldadas por las mismas personas.
Un análisis de Bubblemaps mostró que la cuenta cripto que creó $Libra estaba estrechamente vinculada a la cuenta que creó $Melania, una memecoin promovida por Melania Trump que también colapsó. Las dos cuentas eran engranajes clave en una red de billeteras cripto que transferían fondos entre sí, mostró el análisis.
En YouTube, Davis dijo que estaba involucrado en $Melania, pero no explicó su papel exacto.
La oficina de Melania Trump declinó comentar.
‘Un presidente descuidado’
Mientras el universo cripto estallaba en indignación, Milei enfrentaba una crisis en Argentina.
El mercado de valores cayó. Un aliado político clave, el expresidente Mauricio Macri, lo llamó «descuidado». La prensa etiquetó el escándalo como «Cryptogate».
Un fiscal federal ha abierto una investigación, incluida la conducta de Milei, y Milei ordenó a la oficina anticorrupción de Argentina que investigara.
Luego llegó una acusación más grave: La Nación y el sitio de noticias cripto CoinDesk publicaron mensajes de texto que, según dijeron, mostraban a Davis diciéndole a alguien que «poseía» a Milei porque «envío $$ a su hermana».
La hermana de Milei ha actuado durante mucho tiempo como la guardiana del presidente, y él regularmente se refiere a ella como «el jefe».
El portavoz de Milei, Manuel Adorni, dijo que las acusaciones de soborno eran «insultantes». Milei y su hermana no respondieron a las preguntas de The Times. Davis ha negado desde entonces haber pagado a cualquiera de ellos.
Cuando se le preguntó en televisión si algún funcionario había ganado dinero con $Libra, Milei respondió: «No puedo decirlo. Tengo plena confianza en todos mis funcionarios». Apoyó a Novelli y nuevamente culpó a Peh.
Sin embargo, añadió que, en cualquier caso, tenía poca simpatía por las víctimas de la estafa. «Si vas a un casino y pierdes dinero, ¿cuál es el reclamo?», dijo. «Sabían muy bien los riesgos».
Tres días después, otro multimillonario de criptomonedas publicó que quería llevar una nueva conferencia cripto a Argentina.
«MUCHAS GRACIAS», respondió Milei. «Sería una gran oportunidad para nuestro país».
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