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La revolución de la vereda

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Gas pimienta a mansalva, golpes con los escudos, violencia estatal absurda. El protocolo de Patricia Bullrich funcionó durante la marcha de jubilados de este miércoles en modo preelectoral, antes del comicio porteño del domingo. Fue visible la provocación policial, tanto por el estilo del operativo como por el caos creado en la zona. La violencia tuvo un saldo de aproximadamente 100 personas heridas y cuatro detenidas. El cura Francisco “Paco” Olveira fue metódicamente gaseado (al menos cuatro veces) junto a otros cinco religiosos (en la foto de portada, el sacerdote Rodolfo forcejeando con las fuerzas de seguridad). En medio de los golpes, y antes del Padrenuestro y el Himno, Paco dijo que los jubilados con su movilización están protagonizando “la revolución de la vereda”.

Desde temprano se vio la maniobra del ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Las llamadas fuerzas de seguridad cortaron insólitamente la Avenida Rivadavia a la altura del Congreso.

La revolución de la vereda

La prefectura no sabe o no quiere custodiar el mar (pesca ilegal), ni los ríos (narcotráfico a granel). El misterio: ¿qué estará custodiando en esta vereda porteña? (Fotos: Tadeo Bourbon/lavaca.org)

Eso obligaba al tránsito que venía por Rivadavia a girar obligatoriamente a la derecha por Callao, en una zona angosta por la presencia de las propias vallas policiales. Había muchos más efectivos que manifestantes.

Los jubilados y jubiladas hacían sus clásicos semaforazos pero la Policía y la Prefectura se lanzaron a agredir a la gente que estaba no sobre el asfalto sino sobre la vereda de Callao.

Método policial: le pegan con el escudo a personas de más de 70 y 80 años. El segundo método fue la lluvia de gas pimienta sobre gente que no estaba interrumpiendo tránsito alguno (la circulación de vehículos, se reitera, era interrumpida por el propio operativo con sus vallas). Hubo decenas de afectados, incluyendo a toda la prensa (los cronistas y reporteros de lavaca tampoco fueron privados de tal entusiasmo policial, cosa reflejada por otros medios como Cítrica e Infonews).

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Óleo calcáreo para los atacados con gas pimienta . (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

La presencia de Francisco “Paco” Olveira (cura en Opción por los Pobres) junto a otros cuatro sacerdotes y un pastor exacerbó a los cuatro drones policiales que sobrevolaban Callao, y a los efectivos “antidisturbios” con sus cascos y pertrechos, que en las últimas semanas eternáuticas comenzaron a ser llamados “cascarudos”.

Ante cada agresión policial, los religiosos intentaban interponerse con lo cual los golpes y gases se re-direccionaban también hacia ellos. La gente se preocupaba pero Paco respondía, con los ojos inyectados y tosiendo: “Yo estoy bien, los que están mal son los jubilados”. Había una imagen de la Virgen que también recibió su fumigación de gas pimienta, aunque al menos no le pegaron con los escudos.

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Uno de los detenidos. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

Esto se repitió varias veces. La policía forcejeaba con jubilados y también con sacerdotes, que terminaron rezando un padrenuestro y cantando el Himno Nacional. Entre los drones que sobrevolaban Callao y la inflación represiva a ras del piso, apareció una mariposa que se refugió entre periodistas y provocó un revuelo fotográfico: una nota color. Poco después, emigró hacia lugares menos inhóspitos.

Cuando todo parecía calmado y sobre Callao ya no había policías, otro grupo apareció cortando parte de la avenida, y estuvo allí una media hora sin aplicación de protocolo alguno y con los autos que de todos modos circulaban por el carril que les dejaban: nueva demostración de lo arbitrario de la violencia estatal. Recién después aparecieron prefectos, que le ganaron de mano a los motoqueros policiales y dispersaron al grupo de manifestantes que se fue antes de que lo echen.

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El enemigo policial: los ancianos. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

Paco Oliveira dejó algunas reflexiones para lavaca. “Los jubilados están haciendo la revolución de la vereda. Lo que estamos viviendo se parece a la dictadura, pero no nos pueden hacer desaparecer. Aunque me quieran hacer un juicio, yo digo que son actitudes y políticas nazis”. Otro aspecto del tema: “Ya pegaron la semana pasada, ahora lo mismo. Me rompieron la estola, que para mí es un símbolo sagrado. Fue con violencia. Y nos pegaron y gasearon estando en la vereda”. La idea original era rezar en la vereda del edificio Anexo de la Cámara de Diputados, pero el sector era inaccesible por las vallas policiales. “Me parece que nos tienen miedo a los curas, o tienen miedo de que recemos. No vamos a dejar de rezar ni de movilizarnos con los jubilados y jubiladas, que son quienes están pagando la mayor parte de este ajuste”.

La revolución de la vereda

El cura Paco atendido tras uno de los ataques que sufrió. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

Dirigiéndose a la policía que lo miraba impasible: “Soy un ser humano, todos los que estamos aquí lo somos. Yo sé que los mandan a hacer esto, pero por lo menos hagan el menor daño posible. No pongan esa saña, porque así nunca vamos a tener una patria de hermanos”. Luego los religiosos y laicos con sus imágenes rezaron un Padrenuestro y cantaron el Himno.

Según informó la Comisión Provincial de la Memoria hubo al menos 100 heridos, y cuatro detenidos como saldo de una represión de las fuerzas federales que califica como “brutal”.

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El cartel describe una forma de política de Estado. La gendarmería al acecho. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

“Frente a una movilización pacífica, los efectivos avanzaron contra los manifestantes golpeando con sus escudos y palos, y lanzando gases químicos, incluso con pistolas Byrna. Siguieron reprimiendo y golpeando cuando la gente ya estaba en la vereda, y mientras se asistían a las víctimas de la represión. Entre las personas heridas, hay 5 curas y un pastor, personal de salud de la Posta de Salud y Cuidados, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios e integrantes del equipo de la CPM que se encontraba monitoreando el despliegue policial en el marco de la protesta social”.

Entre tantos temas, de lo que casi no se habló aunque es el trasfondo de todo, es de la destrucción sistemática de los ingresos y del sistema de salud destinado a jubilados que, como decía el sacerdote, son los que en mayor medida pagan el ajuste.

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Inesperada aparición de una mariposa en medio de los disturbios. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

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Jubilados y policías: bastones de distinto tipo. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

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Lo que ataca la violencia estatal. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

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El recuerdo para el fotógrafo Pablo Grillo, que sigue pelando por su salud. (Fotos: Tadeo Bourboun/lavaca.org)

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Informe Albanese: Anatomía de un genocidio

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«Mientras la vida en Gaza está siendo destruida y Cisjordania está bajo un ataque cada vez mayor, este informe muestra por qué continúa el genocidio de Israel: porque es lucrativo para muchos», asegura el informe «De la economía de la ocupación a la economía del genocidio» presentado por la relatora especial de Naciones Unidas Francesca Albanese (fotos: Amnistía Internacional).

En el documento dirigido al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la Relatora Especial describe la maquinaria corporativa que sustenta el conflicto. Dentro de las empresas señaladas por participar en una «economía de genocidio» se encuentran la mexicana Orbia Advance Corporation y la brasileña Petrobras. También aparece el grupo español Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) y dos multinacionales, Drummond y Glencore, que exportan carbón a Israel desde Colombia.

El informe señala puntualmente:

  • Empresas armamentísticas: israelíes -Elbit, Israel Aerospace Industries- e internacionales -Lockheed Martin-.
  • Multinacionales tecnológicas: Microsoft, Google y Amazon, junto con empresas especializadas como Palantir, proveen sistemas de datos, nube e inteligencia artificial que permiten una vigilancia masiva de la población palestina.
  • Empresas de maquinaria pesada: Caterpillar, HD Hyundai y Volvo, suministran el equipo esencial para la demolición de viviendas e infraestructura palestina.
  • Empresas constructoras: Heidelberg Materials y CAF, beneficiadas por la edificación de colonias subsidiadas por el Estado israelí.
  • Empresas que monopolizan servicios básicos: Chevron (energía) y la estatal israelí Mekorot (agua). En Argentina, Mekorot ha firmado convenios con varias provincias para el control del agua.
  • Bancos internacionales: BNP y Barclays suscriben bonos del tesoro israelí y financian el creciente déficit presupuestal alimentado por el gasto militar.
  • Aseguradoras: Allianz y AXA.
  • Especuladoras financieras: fondos soberanos como el noruego y de pensiones como el de Quebec, además de gestoras de activos como Blackrock y Vanguard.

Luego de presentar públicamente este informe, Albanese fue sancionada por Estados Unidos y amenazada por su presidente, Donald Trump.  El Alto Comisionado de las Naciones Unidas urgió a que se retiren dichas sanciones y se respete el rol que cumplió: “los relatores especiales de la ONU, al igual que otros actores del sistema de derechos humanos, abordan cuestiones delicadas y a menudo divisivas que son de interés internacional. Esa es la naturaleza de su trabajo” e instó instó a los Estados miembros a abstenerse “de cualquier acto de intimidación o represalia contra los relatores especiales”.

Las conclusiones del informe Albanese son contundentes: describe los “motivos razonables” para calificar de genocidio el ataque israelì a la población palestina y recomienda el embargo de armas a Israel, así como la obligación de reconocer el daño producido y de hacerse cargo de las reparaciones que correspondan.

A continuación, el texto completo de las conclusiones:

Informe Albanese: Anatomía de un genocidio

VII. Conclusiones

93. La abrumadora naturaleza y escala del asalto de Israel a Gaza y las destructivas condiciones de vida que ha infligido revelan la intención de destruir físicamente a los palestinos como grupo. Este informe concluye que existen motivos razonables para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión de los siguientes actos de genocidio contra palestinos en Gaza:

asesinato de miembros del grupo;

  • causar graves daños físicos o mentales a los miembros del grupo;

e infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial.

Los actos genocidas fueron aprobados y se les dio efecto tras las declaraciones de intención genocida emitidas por altos cargos militares y gubernamentales.

 94. Israel ha tratado de ocultar su conducción eliminacionista de las hostilidades calificando la comisión de crímenes internacionales como respetuosa del DIH. Distorsionando las normas consuetudinarias del DIH, incluidas la distinción, la proporcionalidad y las precauciones, Israel ha tratado de facto a todo un grupo protegido y a su infraestructura vital como “terrorista” o “de apoyo al terrorismo”, transformando así todo y a todos en un objetivo o en un daño colateral, y por lo tanto eliminable o destruible. De este modo, ningún palestino de Gaza está a salvo por definición. Esto ha tenido efectos devastadores e intencionados, costando la vida a decenas de miles de palestinos, destruyendo el tejido de la vida en Gaza y causando daños irreparables a toda su población. 

95. El genocidio de Israel contra los palestinos de Gaza es una fase de escalada de un largo proceso colonial de supresión. Durante más de siete décadas este proceso ha asfixiado al pueblo palestino como grupo -demográfica, cultural, económica y políticamente-, tratando de desplazarlo y de expropiar y controlar su tierra y sus recursos. La Nakba en curso debe detenerse y remediarse de una vez por todas. Es un imperativo que se debe a las víctimas de esta tragedia altamente evitable y a las futuras generaciones de esa tierra.

 VIII. Recomendaciones

 96. La Relatora Especial insta a los Estados miembros a que apliquen la prohibición del genocidio de conformidad con sus obligaciones inderogables. Israel y los Estados que han sido cómplices de lo que puede concluirse razonablemente que constituye genocidio deben rendir cuentas y ofrecer reparaciones proporcionales a la destrucción, la muerte y el daño infligidos al pueblo palestino. 

97. La Relatora Especial recomienda que los Estados miembros: 

(a) Apliquen inmediatamente un embargo de armas a Israel, ya que parece haber incumplido las medidas vinculantes ordenadas por la CIJ el 26 de enero de 2024, así como otras medidas económicas y políticas necesarias para garantizar un alto el fuego inmediato y duradero y restablecer el respeto del derecho internacional, incluidas sanciones;

 (b) Apoyar a Sudáfrica para que recurra al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en virtud del artículo 94(2) de la Carta de las Naciones Unidas tras el incumplimiento por parte de Israel de las medidas de la CIJ antes mencionadas; 

(c) Actuar para garantizar una investigación exhaustiva, independiente y transparente de todas las violaciones del derecho internacional cometidas por todos los actores, incluidas las que constituyan crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y el crimen de genocidio, incluyendo:

 i) cooperando con los mecanismos internacionales independientes de determinación de hechos/investigación y rendición de cuentas;

 (ii) remitiendo inmediatamente la situación en Palestina a la CPI, en apoyo de su investigación en curso; 

(iii) el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los principios de jurisdicción universal, garantizando investigaciones y enjuiciamientos auténticos de las personas sospechosas de haber cometido crímenes internacionales, incluido el genocidio, o de haber colaborado en su comisión, empezando por sus propios nacionales; 

(d) Garantizar que Israel, así como los Estados que han sido cómplices en el genocidio de Gaza, reconozcan el colosal daño causado, se comprometan a no repetirlo, con medidas de prevención, reparaciones completas, incluido el coste total de la reconstrucción de Gaza, para lo que se recomienda el establecimiento de un registro de daños con un proceso de verificación y reclamaciones masivas que lo acompañe;

(e) En el seno de la Asamblea General, desarrollar un plan para poner fin al statu quo ilegal e insostenible que constituye la causa fundamental de la última escalada, que en última instancia culminó en el genocidio de Gaza, incluso mediante la reconstitución del Comité Especial de la ONU contra el Apartheid para abordar exhaustivamente la situación en Palestina, y estar dispuestos a aplicar las medidas diplomáticas, económicas y políticas previstas en la Carta de las Naciones Unidas en caso de incumplimiento por parte de Israel; 

(f) A corto plazo y como medida temporal, en consulta con el Estado de Palestina, desplegar una presencia internacional de protección para limitar la violencia utilizada habitualmente contra los palestinos en el territorio palestino ocupado; 

(g) Garantice que la UNRWA recibe una financiación adecuada que le permita satisfacer las crecientes necesidades de los palestinos en Gaza.

 98. La Relatora Especial pide a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos que redoble sus esfuerzos para poner fin a las actuales atrocidades en Gaza, entre otras cosas promoviendo y aplicando con precisión el derecho internacional, en particular la Convención sobre el Genocidio, en el contexto del territorio palestino ocupado en su conjunto.

(Fotos: Amnistía Internacional)

Informe Albanese: Anatomía de un genocidio

 

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Jubilados: el triunfo es seguir

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El Congreso de la Nación convirtió en ley el primer triunfo social que se logró al sostener en la calle, todos los miércoles y durante casi dos años, un reclamo que ni los gases ni los palos ni las detenciones arbitrarias pudieron desalentar.

Lo que deriva, ahora, es también el primer gran desafío político para un gobierno agobiado por la debilidad de su plan económico –debilidad que ahora quiere atribuir a esta decisión legislativa– y desgastado por una retórica abusiva que lo está dejando sin aliados y rodeado únicamente por aduladores, odiadores y especuladores.

La aprobación de un aumento de las jubilaciones del 7,2%, un incremento del bono de 70.000 a 110.000 y la extensión de la moratoria extinguida por decreto fue suficiente para que, además, comenzaran los reproches públicos de la interna oficialista, que tuvieron a la gran perdedora de esta pulseada –la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich– como vocera.

La estrategia de la ministra de sofocar con palos y criminalización el reclamo social dejó ayer en evidencia su fracaso, tal como había sucedido en su anterior gestión al frente de esa cartera en tiempos de Mauricio Macri presidente.

Lejos de aprender la lección, la repitió cosechando idéntico resultado. Lo sintetiza Beatriz Blanco, 81 años, la jubilada golpeada, tumbada y gaseada durante una la jornada de protesta del 12 de marzo (en la que también fue atacado el fotógrafo Pablo Grillo que continúa su arduo proceso de rehabilitación): “Si no aflojamos, lo logramos: esa es la lección de hoy”.

Beatriz no está confiada ni esperanzada: “Estoy decidida”, dice para definir qué espera en los próximos días, cuando se defina si el Congreso apoya o desactiva el anunciado veto del presidente Milei.

Esa decisión que define el estado de ánimo de Beatriz tiene un por qué: “ya no estamos tan solos y eso nos permite creer en nosotros. Nuestra fuerza es seguir”.

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La independencia de los jubilados

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Hubo marcha alrededor del Congreso vigilada por 26 vehículos de Gendarmería y Policía Federal como anticipo de las movilizaciones convocadas para la semana próxima. Sin embargo fue un 9 de Julio sin violencia contra quienes manifiestan, mientras lavaca planteaba una pregunta a jubiladas y jubilados: ¿De qué hay que independizarse?  

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos: lavaca.org

“Tengo 48 años de aportes y no llego a 500 mil pesos de jubilación. No puede ser que ni siquiera tenga para un gustito de comprarme un dulce de batata” dice a lavaca Hugo, 74 años, mientras marcha alrededor del Congreso. Tiene una barba blanquísima que le envidiaría Papá Noel. Vino desde Villa Domímico. Su síntesis para un 9 de Julio: “De lo que tenemos que independizarnos es de este gobierno, que no da para más”.

La independencia de los jubilados

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, proclamó la Independencia de estas tierras. Ese día, las manifestaciones populares se concentraron en los alrededores de la Casa de Tucumán, coreando el grito de «Viva la Patria». 

209 años después, este 9 de julio de 2025, afuera de ese Congreso de la Nación integrado por diputados y senadores, jubiladas y jubilados proclaman de qué falta todavía independizarse en un contexto de jubilaciones licuadas (el haber mínimo a $379 mil), de barrida de la moratoria previsional y de la gratuidad los remedios.

Hugo sigue describiendo la situación tras sus 48 años de aportes, a través de un montón de preguntas: “¿Dónde está lo que pagué durante tantos años? ¿Cómo como? ¿Cómo vivo? ¿Quién me explica eso?”. Agrega otro elemento: “Soy epiléptico, tomo un remedio que me sale 200 mil pesos. Con mi señora ya no comemos a la noche. Esto es una esclavitud”.

La independencia de los jubilados

Un dolor en el pecho

Graciela, 78 años, es de Libertad, Merlo: “Tenemos que independizarnos de esta mierda de gobierno y de todo lo que nos explotan día a día. Estoy viviendo mal, no me puedo comprar los remedios que necesito. Nos han quitado todo a los jubilados. Este es un gobierno democrático, elegido por una votación, pero tremendamente dictatorial”. 

Un poco más joven, Osvaldo tiene 72 julios. Llegó desde Claypole donde vive. Dice que hay que independizarse de lo que define del siguiente modo: “Es una mafia que está regalando el país, todos los bienes naturales. Volvimos a depender de Estados Unidos, nos endeudan cada vez más, es un desastre”. Cuenta que cobra la mínima y que tiene un dolor en el pecho cada vez que lo visita alguno de sus seis nietos: “Me piden un yogur y no se los puedo comprar. Mis hijos no me ayudan aunque quieran, porque están peor”. Hace una pausa. Confiesa. “Te digo la verdad: ya no ceno, me tomo un té, no me da para otra cosa”.

La independencia de los jubilados

Lo que quiere Milei

Alrededor del Congreso, esta vez sin vallas, dos ejércitos desproporcionados están apostados para evitar vaya a saber qué: Gendarmería Nacional (15 vehículos) y Policía Federal (11 vehículos). Pero no pueden impedir que los y las jubiladas marchen alrededor del palacio legislativo, al grito de “qué vergüenza, pegarle a un jubilado por dos pesos con cincuenta”, aunque evidentemente los haberes de los llamados efectivos son otros.

Surgen algunas preguntas entre los manifestantes:

¿Cuánto cuesta un operativo así de desmedido?

¿Por feriado se les paga doble a ese montón de uniformados?

¿Qué sentido tiene tanta parafernalia de seguridad?

La independencia de los jubilados

Este jueves está prevista la sesión en el Senado para tratar el aumento de jubilaciones. Opina Hugo: “Milei ya dijo que lo volverá a vetar. Y eso que sería un miserable aumento, es una vergüenza, es un desalmado, una mala persona”. Argumenta Graciela: “No tengo expectativas, porque aunque el Congreso apruebe todo, el señorito que tenemos por presidente lo veta. Él quiere a los jubilados sin nada, muertos”.

La independencia de los jubilados

Señalando la corrupción

Teresa dice que pasó los ochenta y que es de un territorio innombrable: La Matanza. Se presenta como militante comunitaria en Laferrere, con acción en la casa de salud barrial, y cuando se le pregunta por el día patrio, se enciende: “Hay que independizarse de la corrupción”, dice y señala al Congreso: “Si pueden tirarlo abajo, tírenlo, porque no me representa a mí ni a ninguno de los que estamos acá. Nosotros hacemos la patria grande, con este bastoncito que ves hice mucho por esta Patria, la amo y me la están robando. Luché mucho por ella, hijo. Mucho”. Nos pide que escuchemos un tema de Horacio Guarany,

“Qué te ha pasado justicia”. Lo que se cantaba en el siglo pasado:

A ver, señor diputado,

¿qué le ha pasado que se olvidó

del bendito pueblo obrero

que usted en campaña siempre nombró?

Tengo mis hijos pidiendo,

que por la calle siempre se ven

y usted se aumentó la dieta, 

y yo a la dieta la hago muy bien.

Alicia, 80 años, es otra de las jubiladas con esa dieta (cobra la mínima, $304.723,90 más el bono de $70.000), y dice que hay que independizarse de todo: “Somos una colonia. Se han posesionado de nuestros recursos naturales, el agua, el litio, el petróleo, están regalando las mineras, la educación, la salud, la jubilación. En realidad, no tenemos nada”. 

La independencia de los jubilados

¿Qué necesitamos?: “Otra independencia”, sintetiza Alicia, que integra Jubilados Insurgentes.

Mónica, 72 años, de la Asamblea de Vecinos de Boedo, viene siempre los miércoles sin importar si llueve o hace frío, y la hace corta: “Hay que independizarnos del presidente cipayo que tenemos, de Estados Unidos y de Israel”.

A su lado está Ricardo, 84, de Lanús, conurbano sur: “Llegamos al 9 de Julio con despidos masivos, garrote y gaseo a trabajadores del INTI, de Vialidad Nacional, con una CGT traidora. Esto, con huelga y un plan de lucha se termina. En 1919, los trabajadores de la Semana Trágica luchaban por trabajar ocho horas en lugar de doce y se cargaron 700 cuerpos. Hoy la clase argentina trabaja por salarios de hambre y no se para de manos”.

Pertenece a una agrupación llamada Bastones en rebeldía y dice que viene por quienes no pueden estar por razones de salud. “Acá tiene que venir más gente, somos seis millones de jubilados…”. Se enoja, mueve la cabeza y cuenta que tiene siete categorías para englobar a quienes no vienen cada semana a lo que se transformó en el epicentro de la resistencia a este gobierno: 1) Los indiferentes 2) Los indecisos 3) Los adormecidos 4) Los que naturalizan todo 5) Los resignados 6) Los mesiánicos 7) Los hiperindividualistas. Dice que no tiene necesidad económica, pero que prefiere seguir marchando.

La independencia de los jubilados

Las 14 organizaciones que integran la Mesa de jubiladas y jubilados en lucha convocan para el próximo miércoles 16 de julio, desde las 15, a una “gran marcha antirrepresiva entre todos los sectores que hoy padecen la crueldad de este gobierno”.

Llaman a marchar el jueves 17 con los trabajadores del Hospital Garrahan.

El 9 de julio de 1816 marcó la independencia política “de España y de toda dominación extranjera”, pero siguieron existiendo muchas formas de dependencia: económica, cultural, productiva, mental. Toda relación entre aquellos eventos de Tucumán y las cosas que ocurren 209 años después, ¿serán pura coincidencia? A más tardar la semana próxima las calles volverán a decir lo suyo.

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