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Tomas, asambleas y paro en el Estado contra los despidos: lo que empieza

El gremio estatal ATE decidió realizar un paro nacional el viernes, después de un día de tomas y asambleas en distintos organismos del Estado en repudio a los despidos masivos. La lluvia no impidió las movilizaciones ante la certeza de unos 11.000 despidos en el sector público que el vocero del presidente Manuel Adorni corrigió hacia arriba: 15.000. Lo hizo en plena mañana, como una provocación más mientras las fuerzas policiales se desplegaban hacia las sedes estatales en conflicto. Nada pudo evitar ni disimular los reclamos, que derivaron en un plenario por la tarde que convocó en el paro para el viernes. Lo que se vio y escuchó en las calles, pasos futuros y pronósticos de un abril agitado.
Textos: Lucas Pedulla y Franco Ciancaglini.
Este miércoles la mañana parecía una noche. Se vieron imágenes muy diferentes en los organismos del Estado: en cada caso, trabajadoras y trabajadores que intentaban resistir o torcer de algún modo la política de desempleo impulsada por el gobierno nacional.
Hubo lugares, como el Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), donde se vio una cola de personas bajo sus paraguas esperando resignadamente que les informen su situación.

Una imagen muy distinta se vio y vivió en el INADI, donde trabajadoras y trabajadores empujaron hasta vencer la resistencia policial y de la seguridad al grito de “unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode”.
Así lograron instalarse dentro del edificio para llevar a cabo una asamblea.

Entre esos dos ejemplos, cada dependencia buscó su modo de plantarse frente a la situación que el gobierno parece dispuesto a seguir agravando. Un plenario de ATE realizado durante la tarde determinó la convocatoria a un paro del sector para el próximo viernes 5, que posiblemente incluya una marcha hacia el Ministerio de Economía que todavía comanda Luis Toto Caputo. La CGT también tuvo reunión, y Héctor Daer confirmó que están estudiando posibles movilizaciones y medidas (un paro) durante abril, aunque el tema se terminará de definir la semana próxima.

El día de los paraguas. En este caso, frente a Desarrollo Social.
Desempleo en Trabajo
Samanta tiene 38 años, es insulinodependiente y en julio cumpliría 10 años como trabajadora en la cartera de Trabajo –antes Ministerio, hoy relegada a Secretaría– pero previo al fin de semana largo de Pascuas recibió un mail a las cinco y media de la tarde.
“Me echaron”, dice allí, en Leandro N. Alem al 650, con lágrimas en los ojos. Así se enteró de que fue una de las 520 personas despedidas en la cartera laboral. “Trabajaba justamente en el área que reinserta en el mercado laboral a poblaciones vulnerables, llamada Dirección de Enlace con Políticas Sociolaborales. Y dependemos de una subsecretaría que no sabemos si va a estar en el próximo organigrama, porque no hay estructura nueva ni funcionarios nombrados”.
Samanta habla debajo de una lluvia que no cesa, en la puerta de la Secretaría de Trabajo, uno de los escenarios del llamado de ATE para ocupar organismos, dependencias y ministerios estatales en rechazo a los despidos, cifra que el gremio calculó en más de 11 mil familias y que al rato el vocero Manuel Adorni elevaría a 15.000. Las asambleas se replicaron también en el INADI, Desarrollo Social, ENACOM, Servicio Meteorológico Nacional, entre otras.
En Trabajo se escuchan dos cantos que acompañaron la jornada:
- “Pettovello no te lo decimos más, si nos tocan compañeros qué quilombo se va armar”.
- “Techint, basura, vos sos la dictadura”.

Foto Lina Etchesuri para Lavaca
El ministerio de Techint
Las razones de la última consigna son públicas. El actual secretario de Trabajo es Julio Cordero, que no esconde en su perfil de Linkedin que trabajaba a tiempo completo como abogado de Grupo Techint, liderado por el magnate Paolo Rocca.
Para confirmar de qué se trata todo, Rocca apareció en la lista de la revista Forbes entre los milmillonarios del mundo (5.600 millones de dólares). Es el segundo argentino, detrás de Marcos Galperín, aunque en realidad Rocca no aparece allí como argentino sino italiano. El Grupo Techint (cabeza, además, del negocio petrolero por ejemplo en Vaca Muerta) es al que le abrieron las puertas de Trabajo para colocar a su gente. Por eso allí desembarcó también Ernesto Rona, que se desempeñó durante décadas en el área de recursos humanos de la corporación. Un tercer nombre vinculado a Techint es Miguel Ángel Ponte, hombre de la ministra Sandra Pettovello en Capital Humano, ministerio del que hoy depende Trabajo.
Por eso el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, afirma desde el micrófono: “Rocca designó más funcionarios en el Gobierno que la propia fuerza política que ganó las elecciones. Estamos obligados a repensar viejas consignas del movimiento obrero. En los 90 decíamos que hay que fortalecer al Estado para liberar la Nación, pero hoy con Milei nos damos cuenta que si el Estado se fortalece o se debilita depende de quién lo mira. Si lo miramos de nuestro lado, decimos que están destruyendo el Estado y el servicio del pueblo, pero la AEA (Asociación Empresaria Argentina) está diciendo: felicitaciones Presidente”.

Asamblea en el hall del ENACOM.
“Hoy no termina nada”
Estima Aguiar que este esquema de despidos estatales abarca en teoría de 14 a 21.000 casos. ATE realizó un monitoreo de la situación hasta ahora, con el resultado parcial de casi 7.000 despidos:
- Anses: 1.200.
- Secretaría de Trabajo: 517
- Secretaría de Agricultura Familiar: 900
- INCAA: 170
- Ministerio de Capital Humano: 800
- Centros de Referencia de Desarrollo Social (CDR): 600
- Agencia Nacional de Discapacidad: 332
- Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf): 300
- Indec: 100
- Personal Civil de las Fuerzas Armadas: 280
- Secretaría de Comercio: 225
- Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo): 120
- Secretaría de Cultura: 208
- Nación ART: 200
- Acumar: 120
- Subsecretaría de la Mujer: 150
- Conicet: 87
- Servicio Meteorológico Nacional: 80
- Secretaría de Derechos Humanos: 12
- Administración General de Puertos: 185
- Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV): 89
- Parques Nacionales: 79
- Vialidad: 67
- Ministerio de Economía: 26
- COPREC (Servicio de Conciliación Previa en las Relaciones de Consumo): 25
- Secretaría de Energía: 21
- CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte): 2
- Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP): 40
A esos 7.000 hay que agregar el anuncio del vocero de que se llegará a 15.000.
Aguiar denuncia la militarización en muchos organismos para evitar las asambleas. “Los despidos son todos ilegales. No los vamos a aceptar. Por eso resolvimos estos ingresos masivos y simultáneos. La historia nos demostró que es con lucha la única posibilidad de revertir esta situación. Sé que hay debates, algunos que dicen que se abrió alguna mesita de diálogo para ver si reincorporamos uno o dos compañeros. Pero yo me formé en un sindicato en el sabemos que siempre perdemos, si el diálogo, si no está precedido por un plan de lucha. Por eso hoy no termina nada: hoy empieza todo. Vamos a hacer un plenario con 1.000 delegados para profundizar el plan de lucha y un paro nacional antes de que termine esta semana. No podemos, a la pérdida de derechos, sumarle la ineficacia para defendernos”.

Asamblea en la Secretaría de Derechos Humanos.
La destrucción del Estado
Bajo esta lluvia escucha Sol. Tiene 39 años, hace 20 años se desempeña en Trabajo, hace 2 es planta permanente. Calcula que “zafó” de esta tanda de despidos pero que no sabe si será una de las próximas, cuando terminen los contratos que el Estado prorrogó por otros tres meses: “Trabajo en la Dirección Nacional de Protección e Igualdad Laboral. En nuestra subsecretaría echaron a 13 personas. Es tremendo. Y en tres meses viene otra tanda. Estamos sin autoridades, acéfalos, desde que asumieron estamos boyando, sin tareas. Es desesperante. El fin es la destrucción del Estado, la desregulación absoluta. Vienen por todo”. Se le humedecen los ojos: “Tengo un hijo autista. Es un hogar monomarental. Soy yo con mi hijo. Ser trabajadora estatal es mi identidad. Amo lo que hago”.
Daniela Frencie es delegada general de la Junta Interna de ATE en Trabajo y explica a lavaca: “El sentido de este desguace está enmarcado en el plan estratégico del gobierno y del grupo económico que se hizo cargo de la cartera laboral para pegarle a políticas clave como: 1) la conciliación laboral, 2) el seguimiento de paritarias, 3) los planes de formación profesional, 4) las estrategias de políticas de igualdad laboral en el mercado de trabajo, 5) la inserción territorial que tiene este organismo para poder garantizar las políticas”.
Traduce: “Desguaza todo esto para ir por el trabajo y el derecho de todos los laburantes”.

Aguiar, con chaleco verde, durante el acto en Trabajo. Foto: Lina Etchesuri para lavaca
Eso entendieron también algunos referentes sindicales que llegaron en apoyo.
- Hugo Yasky, secretario general de la CTA de lxs Trabajadorxs: “Hay que construir un plan de lucha. La unidad no se declama, se construye con hechos”.
- Jorge Yabkowski, por la CTA Autónoma: “Le mandamos una carta a la CGT para que ponga fecha del paro. Mucho más temprano que tarde tendremos ese paro general para parar esa ofensiva”.
- Abel Furlán, secretario general de la UOM, que denuncia más de 8.000 despidos en el sector desde diciembre: “Sabemos lo que significa un telegrama en el seno de nuestras familias. Es un gobierno totalmente insensible que viene a atropellar al pueblo en general”.
- Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria: “Si el gobierno no cambia las políticas, va a ser el voto popular el que cambie al gobierno”.
A cada orador la calle le respondía el mismo canto: “Paro paro paro, paro general”.
A la calle también llegan videos o imágenes de las otras sedes. En el INADI, las trabajadoras logran vencer el cerco de la policía y entran. En la Secretaría de Derechos Humanos se realiza una asamblea masiva. Sobre Leandro N. Alem, el delegado de prensa de ATE en Trabajo, Hernán Izurieta, subraya la importancia de la medida: “Nosotros y nosotras defendemos los edificios donde trabajamos cotidianamente, las políticas públicas, los puestos de trabajo, los derechos laborales, económicos y sociales de nuestro pueblo. Quienes agreden, son violentos y quieren ver sufrir a nuestro pueblo, son los funcionarios que están dejando a miles de compañeros en la calle”.

El clima de una época.
Izurieta avisa que van a hacer un cordón para dejar entrar a lxs despedidxs y realizar la asamblea dentro del edificio. En esa fila, donde se ven rostros con mucha angustia y ojos humedecidos, Samanta está a punto de entrar a Trabajo, pero antes llega a decir a lavaca: “Arrasaron con el cupo laboral trans, con compañeros que tienen tratamiento prolongado, con enfermedades crónicas. Es deshumanizante”.
Samanta entra. Afuera, sigue lloviendo.
Evita y el capital humano
El rostro de Evita sigue estampado sobre el edificio de Desarrollo Social, que ahora es parte de “Capital Humano”. La mayoría de las ventanas de las oficinas de sus 22 pisos están sin luz. Muchas de las personas que allí trabajan se encuentran afuera, en la calle, bajo sus paraguas, concentradas en reclamo de los más de 1.200 despidos en esta dependencia.
En la puerta sobre la calle Lima, dos hombres corpulentos que se identifican como de UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación) dividen las filas entre las y los trabajadores “de Desarrollo” y los “de Salud”, que comparten edificio.
Del primero, 1.200 trabajadores fueron despedidos, contando este edificio, Anses y cientos de oficinas territoriales distribuidas por todo el país. De Salud, por el momento, ninguno.
“En Capital Federal ya hay 11 mil despidos con nombre y apellido y lugar de trabajo, así que protestamos para lograr su revinculación”, dijo a lavaca Daniel Tano Catalano, secretario general de ATE Capital, en la puerta del edificio de Evita. “Y sabemos que puede subir ese número ya que hubo gente que todavía no fue notificada”, adelantó minutos antes que el vocero presidencial precisara la cifra de 15.000 despidos totales al momento.
En Desarrollo, una de las políticas más desarmadas fue la de los llamados Centros de Referencia que no se encuentran en el centro porteño, sino en las distintas provincias acercando los distintos programas estatales. Dice Catalano: “Desde diciembre para acá todos los centros de referencia y los lugares de asistencia directa sobre las infancias no están recibiendo ningún tipo de estructura. Los pibes entre 3 y 4 años y los centros de asistencia, no tienen los subsidios que recibían. Las personas que tienen enfermedades crónicas no tienen medicamentos. Personas con enfermedades oncológicas tampoco… Todo se afecta”.
El Ministerio se encuentra paralizado de hecho desde el cambio de gobierno. Del subsecretario para abajo, no hay funcionarios designados, por ende no hay tareas. ¿Hay algún criterio en los despidos? Catalano: “No. Despidieron a gente con veinte, diez, treinta años de antigüedad; compañeros de planta permanente, compañeras que están embarazadas; despidieron del cupo de discapacidad, del cupo travesti trans. O sea, no hubo criterio. Armaron una franja y simplemente los echaron. No se preocuparon por ver tareas y funciones”.
La entrevista se interrumpe porque la policía irrumpe: cruza desde el Ministerio, donde estaba apostada por orden de Patricia Bullrich, hacia la plaza donde sucede la concentración. En una muestra de provocación, se paran al lado de las y los trabajadores, que no cortaban la calle, ni siquiera parcialmente. Luego de algunos empujones, los efectivos logran que nadie siquiera pise el cordón.
La sobreactuación policial, sin sentido, durará menos de 30 minutos. Se retiran, y evitan confrontaciones innecesarias, que nunca se sabe si no es su verdadero objetivo.
Políticas integradoras
José Gazpio luce una bolsa de consorcio como chaleco, pero no está haciendo una performance, sino protegiéndose de la lluvia con lo que tenía a mano. Fue despedido el miércoles pasado por mail: “Vi el correo el jueves a la mañana”, cuenta. “Lo veíamos venir, ya habían llegado comunicaciones de otras dependencias. Sabíamos de los compañeros de Anses, del Servicio Meteorológico y sabíamos que los compañeros que estábamos en Desarrollo Social, específicamente en áreas referidas a la asistencia social, como la Secretaría de Economía Social, muy vinculada al Potenciar Trabajo. Ellos no creen en el Estado en términos generales pero en lo específico sabíamos que podíamos ser destinatarios de estas medidas”.

José Gazpio: «Lo veíamos venir».
José era trabajador de la Dirección nacional de Políticas Integradoras, junto a otros 9 compañeros. Él y dos más fueron despedidos. Sus tareas: “Hasta el cambio de gobierno estábamos muy abocados a un programa llamado Plan Federal de Ferias. La idea era fortalecer ferias de la economía popular con material, instrumentos, gazebos, carteleras, articulaciones con los municipios para que los dejen trabajar, etc. Con el cambio de gobierno no tuvimos tareas, como miles de compañeros de distintos ministerios. No sabíamos quiénes eran nuestro jefes (los conocimos hace poco), nunca hablaron con nosotros de nada, de qué debíamos hacer. O sea: tampoco podían saber ellos qué hacíamos, ni por qué nos debían echar”.
José confirma que casi todas las secretarías se encuentran paralizadas. Grafica sobre lo que genera la falta de personas designadas: “El Estado es una estructura jerárquica, si no hay líneas de trabajo, quienes estamos abajo somos peones, no es que podemos tomar decisiones por nuestra cuenta ni mover expedientes”.
Con el Estado paralizado, no solo los trabajadores están sin tareas sino que las políticas de asistencia no llegan, en un contexto de desastre económico. “Si a nosotros nos dicen que esto que estábamos haciendo no es necesario, nosotros no hubiéramos tenido problema de hacer otra cosa. Pero nadie nos dijo nada. Esa fue la estrategia”.
¿Esa estrategia tuvo un criterio de despido?
Yo creo que no hay criterio. Cuando vos decís que vas a echar 70 mil tipos lo que querés es desmantelar el Estado. Por ejemplo la Datse, organismo que garantizaba el acceso a medicamentos caros a personas que no los pueden pagar, que sufren enfermedades de baja incidencia (son pocas las personas que las padecen en la sociedad). ¿Cuál es el criterio de desarmar eso? Es un crimen.
¿Cómo termina esto?
Hay un sector de la población que sigue enojado, y se dicen cosas absurdas como recesión con esperanza, con ilusión. Pero cuando el conjunto de la población empiece a no llegar a fin de mes, y tenga que recortar cosas que ya no puede recortar, tendremos más acompañamiento los sectores que estamos peleando desde el día uno.
¿Cuál va a ser la estrategia?
Hay una doble estrategia: cagarnos a piñas o militarizar todos los conflictos, y por otro lado somos todos chorros, delincuentes, y con eso desgastan, difaman, pero es imposible que este rumbo económico tenga algún futuro para la mayoría. Yo no la veo.
¿Qué ves hacia adelante, en lo laboral, en lo personal?
Yo tengo un hijo por venir, va a nacer en mayo. A mí no se me caen los anillos. Soy un laburante y voy a conseguir laburo, seguramente…
¿Y las cuentas?
Acá ganamos menos que la canasta básica, tengo dos hijos, mi compa labura como municipal y cobra la mitad o menos que yo. Pagamos alquiler, y nos alcanzaba hasta ahí, ahora menos… Será difícil conseguir laburo con estas características en este escenario donde todo el mundo está buscando laburo, o porque tiene que tener un laburo más o porque la rajaron de otro lado. Y así, aumenta la explotación. No sé si esta gente tiene algún cargo de conciencia, si piensa que la gente la está pasando mal o simplemente no le importa.
¿Vos qué creés?
Que no le importa.
Cómo se sigue
Desde abajo de un gazebo el micrófono pasa por algunos representantes sindicales. Se grita por la reincorporación de las y los despedidos. Se habla de una “violencia nunca vista” contra los trabajadores estatales. Se menciona que lo que se defiende no son solo los puestos laborales, sino la función del Estado misma, su alcance y su eficiencia. Y se vaticina que esto recién comienza.
“Vamos a hacer una asamblea en cada sector de trabajo”, dice Catalano a lavaca. “Se va a mandatar a la Seccional Capital para un paro el viernes. La idea es marchar y ver si podemos abrir la mesa de negociación para que la gente vuelva a trabajar. No vamos a prestarnos a la confrontación con la policía que propone este gobierno para preservar a las y los compañeros”.
¿Cómo sigue todo esto?
Debería ser con un movimiento obrero que nos organice para dar mejor las peleas, las organizaciones sociales siendo parte de ese debate y la estructura política en el parlamento dando los debates que deba dar y creando las condiciones para que Milei dé una vuelta de tuerca a lo que está generando que es realmente nocivo. Si no tiene resistencia, no va a revisar nada de lo que está haciendo.
¿Qué tan lejos se está de ese debate y esa estructura?
Ojalá la CGT que se junta hoy pueda brindar un día y un lugar para juntarnos y manifestar de manera colectiva. Si no, el miércoles que viene los movimientos sociales van a agarrar la calle y habrá que acompañarlos. Hay que estar en todos lados: no podemos abandonar la calle.

Foto: Lina Etchesuri para Lavaca
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Mapumundi: Lef y una cartografía de la situación mapuche
Lefxaru Nawel es ciudadano argentino de nacionalidad mapuche, werken (vocero) de la comunidad, abogado, profesor universitario, rockero y papá, entre otras cosas. Fue uno de los detenidos en julio por reclamar que se cumplan las leyes. Su mirada sobre el gobierno de las corporaciones, Occidente, el fin del cinismo, los cascarudos, el racismo y el odio, el progreso, el fracking, la pobreza, el agua, Vaca Muerta, la democracia y algunos datos sobre las utopías y el futuro. Por Sergio Ciancaglini.
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Elecciones 2025: la noche de las urnas

El gobierno obtuvo el 41% de los votos en la elección de medio término con menor índice de participación desde el regreso de la democracia. El enigma es qué cosas se acomodan y desacomodan a partir de este lunes en el que la vida continúa, aunque no está claro todavía de qué modo. Estuvimos en los búnkers y sus alrededores, que tal vez brinden algunas pistas sobre lo que se viene.
Por Lucas Pedulla, Franco Ciancaglini y Claudia Acuña
Fotos: Lina Etchesuri y Juan Valeiro
La calle del búnker
La primera en llegar fue Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad, futura senadora, con una sonrisa que escondía el 50 por ciento de votos que sacó en la Ciudad.
Luego fue el presidente Javier Milei, que levantó un cartel que decía, de un lado, “las fuerzas del cielo – Virrey del Pino”, y del otro, “el futuro es en libertad”.
En tercer lugar, el ministro de Economía Luis Caputo.
Finalmente, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, acompañada del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dos que tampoco escondían buenos gestos: «Estamos contentos», dijo la hermana.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Todavía faltaban tres horas para que los primeros –y definitivos– resultados se multiplicaran en los cientos de celulares encendidos en la esquina de Córdoba y Maipú, frente al Hotel Libertador, convertido nuevamente en búnker de La Libertad Avanza en estas elecciones de medio término que tuvieron una participación del 67,8% del electorado, el número más bajo desde el regreso de la democracia en 1983. Hasta hoy, la baja participación en cada elección desdoblada hacía suponer que el perdedor era el oficialismo, ya que la ausencia se medía desde ese electorado desencantado con las políticas del gobierno.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Pero este domingo el mapa de la Argentina coloreado de violeta casi por completo hizo quemar todos los manuales una vez más, en un país cuya capacidad de asombro no tiene techo ni tampoco umbral de dolor. Y ni hablar del principal golpe: la victoria por menos de un punto (apenas 46.612 votos, al cierre de esta nota) en la provincia de Buenos Aires, principal bastión electoral por su caudal, lugar donde LLA se había comido una paliza de 13 puntos en las elecciones desdobladas de septiembre.
Una lectura rápida indica que, en territorio bonaerense, Fuerza Patria sacó 261.000 votos menos y LLA, 881.000 más. Un fiscal libertario comenta su sorpresa en esta calle que comienza a cantar sus primeros versos –»kuka tira piedra»– y lo dice abriendo bien grandes los ojos después de haber estado todo el día en una escuela de Pilar, norte del conurbano bonaerense: «Perder por seis puntos era un buen resultado, imaginate esto».

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Esto es, ni más ni menos, que le dieron vuelta la elección al peronismo, como pasó en su escuela. Su interpretación: «Hay una ancha avenida del medio que ve linealmente que el peronismo ganó y subió el dólar, aumentaron los precios y que el país se va a incendiar. Por eso, salió a votar». De todas formas, la participación fue baja, algo que tendía a perjudicarlos: «Te digo algo, porque hoy lo vi: para mí los que no fueron a votar son los del peronismo. No te olvides que ellos siguen su interna». El fiscal se mete a los festejos. Algo de ese antikirchnerismo y antiperonismo reloaded es lo que incita a estas cientos de personas a entonar con voz ronca: «Che Peluca, peronismo y kirchnerismo no queremos nunca más».
Por la avenida Córdoba pasan colectivos, autos y taxis que tocan bocina y sacan sus cuerpos por las ventanas que estimulan esa excitación. Por allí celebra Carlos, 45 años, vendedor de banderas con el logo del león, discapacitado y medicado, que lamenta la gente que tiene que salir a pedir por la emergencia: “Cuando se hagan auditorías y todo esté bien, la plata va a estar”. Vino de Berazategui, sur conurbano, donde votó la lista que seguía teniendo como cabeza a José Luis Espert, acusado de recibir dinero narco: “Mirá, si a mí me compran una bandera, yo no sé de dónde viene la plata. Si hizo algo, que pague”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
El efecto Espert no se siente para nada. Las respuestas son pragmáticas: si robó, que lo metan preso. Luis, + 40, vino de Quilmes, también del sur, es herrero y dice que le está yendo bien: “Fui, voté esa lista, pero le creo a Milei, porque quiero un cambio, un futuro para mis nenes. Vamos a ver qué pasa. Pero mi apuesta es el cambio”.
Kevin, 24 años, es barbero, vecino de Recoleta: “Espert es un tipazo, pero si sos delincuente, adentro. Tiene que hacerse cargo, aunque todavía hay mucho que investigar”. Miranda, de 22, trabaja en una tercerizada, y vino con él: “Sí, él dijo cárcel o bala, entonces que se haga cargo: la ley es para todos igual, para mí, para él, para Karina o para Milei”.
Así es la doctrina liberal libertaria, explica Kevin, que dice que está en los mejores años de su vida: “No somos Suiza, somos un país pobre, estamos nadando en la profundidad pero de a poco estamos sacando cabeza. Hay que ponerle garra”. Para Miranda, la elección es fundamental para que “Milei siga con las reformas” y que el Congreso no se las trabe, “como los vetos”, aclara.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Algunos de ellos fueron por la emergencia en discapacidad, el financiamiento universitario y aumento de las jubilaciones. “¿Pero de dónde va a salir la plata?”, repregunta, en uno de los clásicos argumentos de Milei, al punto de posponer la reglamentación de las leyes.
¿Pero no se contradice con las retenciones cero a los agroexportadores? Miranda no titubea: “Es una apuesta para que entren dólares al país”.
Luis, en sus sesenta, es jubilado y tiene una “artritis brava”, por lo que camina con dos muletas sujetas a sus antebrazos. Lleva una remera de Milei de las elecciones 2021, cuando entró al Congreso por primera vez. Plantea una lógica microeconómica, bien de hogar, que se repite con eficacia en otros entrevistados: “Sé que el mejor ministro de economía soy yo. Si gano 100 y gasto 120, el problema soy yo. Todo arranca desde el hogar. No digo que Milei es papá y nosotros los hijos, pero está ordenando la casa. Hay que tener conciencia. El gobierno anterior jubiló gente a mansalva y mis familiares peronistas me dicen que me van a sacar la pensión, pero acá estoy. Es inútil entender la desgracia de los que apoyan al gobierno anterior, pero bueno: tenemos cuatro generaciones criadas en la vagancia. Movilizaban gente por migajas. Así la acostumbraron”. Sobre Espert, no duda: “¿Y quién lo acusa? ¿El setentista extremista de Taiana? ¿Por qué llegó la dictadura? Y vamos, no fueron 30 mil: el peronismo mató más gente con la pandemia que el militarismo”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Beatriz, en sus veintis, es cordobesa pero vive a la vuelta del Hotel hace un año. No votó, porque todavía no hizo el cambio de domicilio, y trabaja en el rubro textil. “Está bravo. La venta, todo. Muchos esperando a ver qué pasa hoy. Algunas competencias nuestras nos dijeron que tenían un botón para pausar páginas y ver qué iba a pasar con las elecciones. Por el dólar, viste”. Pero ella, que no votó, igual banca: “Es más que nada un cambio”, repite.
Tema jubilaciones, economía, discapacidad: “Milei está hace dos años. ¿De quién es la culpa? ¿Del anterior, del nuevo, o del próximo? Yo perdí el año en mi universidad, hace dos años, porque no paraban de hacer paros. Y no fue por hoy”. Cuenta que tenía un abuelo radical y otro peronista, que hasta el último momento cantó la marcha: “Me contó que era policía en el Cordobazo, pero que ese día dejó el servicio porque no iba a reprimir al pueblo”. Le pregunto si sabe que ese 29 de mayo de 1969 estudiantes y obreros salieron a las calles en contra de una política económica de características similares a la de hoy. “Es verdad”, dice Beatriz y sonríe, aunque revolea los ojos. “Pero así es Argentina: cíclica”.
La euforia sigue.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
De todo lo que esta calle de esta Argentina cíclica vuelve a mostrar, como ya lo hizo en este mismo lugar durante el balotaje de 2023 con personas de barrio que no eran sólo aquellos vestidos de Jason y Jokers dispuestos para la foto satírica o la burla progre, los principales flashes apuntan a una nena, toda vestida de violeta, en brazos de su madre. La chiquita, con un brazo, la abraza, y con el otro agita una motosierra –también violeta– hecha con telgopor y con algunas firmas escritas con fibrón negro. “Son de Milei”, dice Sol, su mamá, comerciante del barrio porteño de Villa Crespo. Su hija, llamada Isa, y de tan sólo 7 años, la agita, feliz, y solo canta, como estas ¿doscientas?, ¿trescientas?, personas, dos palabras:
–Cristina tobillera.
Una reportera de RTVE de España la mira, por largo rato, como queriendo entender ese entusiasmo, esa sonrisa, ese fervor. Le pregunta a Sol, de 40 años, qué siente.
Ella pronuncia, entre el medio del ruido, la palabra esperanza.
La reportera la mira, con esos ojos ajenos, tan de otro país, como quizá millones estén mirando ahora estos resultados, esta noche, este fervor, que no se mide en algoritmos ni tampoco en marchas, pero que está ahí, tan a la vista, tan al lado, una vez más.
Los puntos y el knock out
Los puntos que se descontaba Fuerza Patria le sacaría a LLA en la provincia de Buenos Aires fueron bajando con el correr de las horas: de 10 a 5 puntos de diferencia, de 5 a empate. Había un cóctel programado que rápidamente pasó a estar en duda, lo que hizo que la prensa se abalanzara sobre los últimos sánguches de fiambre, con una voracidad que mataba la espera y el nerviosismo en un Hotel Gran Brizo de La Plata, dominado por el silencio y las caras largas.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
Mientras tanto, llegaba por whatsapp el conteo de mesas de otras provincias con mejores números para LLA y se instalaba la idea de una elección nacional pareja. Tampoco fue así. A las 20 ya se hablaba de derrota. Y a las 21, con los primeros resultados, la sorpresa fue que se perdía incluso en la provincia de Buenos Aires. Fue knock out.
Indicios: más temprano el “cuervo” Larroque, Carli Bianco y Gabriel Katopodis habían llegado juntos al hotel-búnker y evitaron hablar con la prensa. El hermetismo duró hasta que el gobernador Axel Kicillof dio su discurso a las 22.30, después del de Milei. Los que dieron la cara ante los cronistas no fueron los candidatos bonaerenses sino algunos sindicalistas, que ocuparon un palco al costado del escenario principal.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
Hugo Yasky fue el primero en contestar a la prensa tras los resultados: “Se ratifica un escenario de polarización a nivel nacional; quedan de pie dos grandes fuerzas. Evidentemente, la operación rescate del gobierno de Estados Unidos a Milei tuvo efecto”.
-¿Las listas estuvieron bien armadas?
-Si gana un candidato que tuvieron que bajar porque está sospechado de ser narco, fijate que la cosa no pasa por ahí.
-¿Hay autocrítica?
-La vamos a hacer con la seriedad y el tiempo que se merece.
-¿Le da la razón a Cristina el resultado?
-No, no se trata de eso. Este resultado demuestra que La Libertad Avanza terminó de incorporar al PRO y a gran parte de los votantes del radicalismo.
-¿Cuál es la propuesta para lo que viene?
-Necesitamos fortalecer la unidad y pensar una propuesta hacia la gente- finaliza Yasky.
Que esos sigan siendo temas pendientes tal vez explica parte de lo ocurrido este domingo.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
La gente
Tomasa, arquitecta, es una de las tantas anonadadas con el resultado:
-No me lo imaginaba, pero bueno, es parte de la presión que sembró Estados Unidos, ese temor de que si Milei no ganaba… Yo creo que la gente votó con ese miedo, con esa hipótesis.

Tomasa, sus banderas y reflexiones sobre la gente, Taiana, Kicillof y Cristina.
Agita dos banderas argentinas, una en cada mano.
-Al peronismo esto le tiene que dar fuerzas.
-¿Y el antiperonismo?
-Una elección más, una menos, no importa: el tema es que esto implica la entrega de soberanía, del agua, de los ríos, del petróleo.
-¿Y por qué la gente no vota por eso?
-No lo quieren ver.
-¿Quién te gusta?
-Taiana: no le pudieron hacer una campaña en contra.
-¿El gobernador?
-Me consta que se está haciendo cargo de lo que abandona el Estado nacional, como el Astillero Río Santiago.
-¿Y Cristina?
-Me está demostrando que tenía razón en muchas cosas.
-¿Qué falta?
-Intuición. Y amor. Lo contrario del amor es el miedo.
“No puede ser”, repite a su lado Andrea, que cree que en los números finales “hay algo raro”. Primero habla del sistema de votación –por primera vez en formato de boleta única–pero luego reflexiona sobre la mezcla entre estrategias electorales y errores propios.

Andrea, su sobrina (con bolsos listos para irse a Europa a buscar trabajo y horizonte) y Soledad.
Comenta que algunas colegas enfermeras suyas votaron a Milei por una razón: “Quieren un cambio”. A su lado, su sobrina psicóloga ya tiene listos los bolsos para irse a vivir a Europa. Explica: “Los efectos de esto van a durar muchos años”. Menciona otra calidad de vida, la posibilidad de ejercer, más oportunidades.
Acá la van a estar esperando…
-Vamos a seguir laburando para que esto se termine– dice Andrea.
Pero Soledad, su amiga, acota:
-Si llegamos.
Habla, literalmente, de la muerte.
-Hicimos algunas cosas mal, es cierto. Pero estos… Spagnuolo, lo de Espert… no entiendo.
Vienen de ver a Cristina en el balcón de la calle San José, y ahora están bajo una llovizna esperando a Kicillof. Las sigue moviendo el amor, frente a lo que consideran odio ajeno:
-Es una lástima, porque la pagamos todos. Se llevan todo. Y este desastre va a durar años.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
Otro de los que está pegado a la valla es Martín, a la espera de que salgan los dirigentes “para reconocer que se perdió”. Para él también “hay algo raro: no me cierran los números”. No lo puede creer.
Es jubilado, exferroviario. Cuenta que se le acercan personas a pedirle comida en un pequeño local con el que complementa sus 600 mil pesos de jubilación (tras 40 años de aportes).
-Me da pudor, me da vergüenza que la gente pida para comer. Lo que está pasando no tiene precedentes.
Habla del mismo ministro de Economía que endeudó al país con Macri primero, y ahora, en nombre de las finanzas. Y vuelve a sacudir la cabeza en señal de incredulidad:
-Si vos me decís: ganó porque hizo obras… ¿qué obra hizo? Los jubilados, los discapacitados estamos por el piso.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
-¿Cómo se explica?
-No tiene explicación, no me va a entrar en la cabeza. La miseria que hay en la calle, no hay trabajo. Endeudaron al país y metieron a Cristina presa. ¿Y ellos? Son estafadores, son evasores, y no dan explicaciones. ¿A quién beneficiaron? Solamente los peronistas van presos.
Sobre ese tema cuenta: “Soy peronista por mi papá. Me crié en los 70, en una casa donde escondían la foto de Perón y Evita porque te perseguían”. Ahora se expresa libremente acá, pero también se siente en una encerrona: “Hay algo muy oscuro, muy turbio. Estos tipos no me merecen ningún respeto, porque no respetan al pueblo”.
-¿La gente se va a dar cuenta de eso?
-No. Porque la justicia que tenemos en Argentina es in-justicia. Hay que empezar de nuevo muchas cosas. No es solo esperar las próximas elecciones.
Otro de los que aceptó hablar con lavaca fue Héctor Daer, secretario general de la CGT.
-Le escuché decir que en una elección se gana o se pierde por un voto, pero que no hay que andar con caras largas. Ahora bien, ¿cómo pensar la composición del Congreso?
-Los números siempre van a depender de un sector que pendule, el mismo que hoy votó “por afuera” o “por el medio”, entre comillas. Es ese sector que dice “no estoy de acuerdo con esto ni con lo otro”, pero después termina votando todo. Esos sectores van a tener que refrendar en el Congreso los discursos que tuvieron durante la campaña. Fijate que desde el último trimestre del año pasado el oficialismo tuvo fracaso tras fracaso en el Congreso. Y con algo inédito: se ven obligados a promulgar una ley porque el Congreso les rechazó el veto, pero dicen “hasta que no me digan cómo se financia, no la aplico”. Eso no se vio nunca en la Argentina. Son cosas que la democracia tiene que resolver. Que en plena campaña el propio Presidente diga que lo único que aspira es a tener un tercio para sostener sus vetos habla de la poca creatividad y de la escasa consideración por el Poder Legislativo. Muchas de las cosas que estamos viendo son insólitas.


Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
-Después de septiembre, ¿cómo se explica este resultado? ¿También es la gente eligiendo esas cosas insólitas?
-No hay que enojarse con el votante. Tal vez nos equivocamos en el debate. Desde el movimiento obrero, en 2023 fuimos claros sobre lo que se venía, pero parece que no alcanzó. Ahora veremos los resultados y analizaremos en qué nos equivocamos.
-¿En qué sentido hubo errores?
-El peronismo tiene representación sobre sectores muy heterogéneos. A veces concentramos el discurso en los derechos laborales, las conquistas, pero eso representa solo una parte de la población. Hay otro sector que no goza de esos derechos, y en esa heterogeneidad quizás no logramos universalizar el mensaje, hablarle a más gente. No es fácil, porque hay que unificar el discurso, definir qué hacer. Y parece que eso no se hizo.
-¿Cómo se puede corregir de acá en adelante?
-Hay que laburar para lograrlo. Si no fuéramos optimistas, estaríamos todos en casa tomando el último mate y yéndonos a dormir. Pero somos optimistas, y por eso seguimos acompañando.
¿El armado electoral o la estrategia pudieron haber sido mejores?
-Cuando se firman las listas, todos son los mejores y las mejores, ¿no? Pero bueno, después la realidad te acomoda.
-¿Cómo estará la calle de acá a diciembre?
-La calle va a tener un termómetro que tiene que ver con las cuestiones sociales, más que nada. La legitimidad electoral no te da legitimidad absoluta para hacer lo que se te ocurra. Esto es día a día.
-¿Hay un paro en el horizonte?
-Por ahora no. Ya vimos en el último paro que hubo un sector grande que no pudo movilizarse porque cobra por día trabajado. Entonces las dificultades para vaciar todo con medida fuerza no son las mismas que antes.
-¿Y si el oficialismo avanza con una reforma laboral?
-Ahí sí. Ahí vas a tener a todos los trabajadores encolumnados. Olvidate.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
La jornada terminó a las 23 horas, después de que hablara Axel Kicillof, único orador, ladeado por la vicegobernadora Verónica Magario. Hizo una lectura de las elecciones bonaerenses (“muy ajustada”), le habló al gobierno y dijo que hay que redoblar el esfuerzo para construir una alternativa: “Ni miedo ni resignación. Más esfuerzo, más militancia y más trabajo. Vamos a usar todos los recursos para seguir funcionando como escudo y como red. Pero además de ayudar y proteger, es nuestra obligación construir una alternativa que le muestre a nuestro pueblo que hay otro camino”.
En el escenario lo acompañaron Máximo Kirchner, Sergio Massa y Juan Grabois, entre otros. Finalizaron cantando tibiamente la marcha peronista.
Mirando a la izquierda
Es más importante transformar que interpretar, proclama el principio básico del marxismo, pero lo que este domingo impregna el primer piso del club vasco donde se reúne la dirigencia y militancia del Frente de Izquierda es el aroma de la prudencia, a pesar de tener algo para festejar: una diputada por Capital (Myriam Bregman) y dos por provincia de Buenos Aires (Nicolás Del Caño y Romina Del Pla). La cosecha porteña fue importante: en mayo fue de 3,6% y hoy, el 9%, mérito sin duda de La Rusa, como apodan a Bregman.

Fotos: lavaca.org
La cautela la siembra el contexto: no es el Congreso de la Nación el escenario de ninguna transformación. “Es la calle”, dirá Del Pla, sin dudar y aferrándose a la memoria reciente “Lo mismo sucedió con Macri, que ganó las elecciones de medio tiempo y envalentonado quiso imponer la reforma laboral y jubilatoria y así le fue después”.
Juan Carlos Giordano –quien reemplazará a Del Caño en la rotación de su banca como diputado nacional– suma otras cuentas: “La gente que no fue a votar representa casi diez millones”. En su mirada esa cantidad hay que facturarla también a la oposición al gobierno, junto con el casi 60% que eligió otras fuerzas. ¿Será así? Para Cele Fierro no hay duda: “Solo hay que mirar un poco lo que sucede en el resto del mundo donde al mismo tiempo que la ultraderecha llega a controlar los aparatos de gobierno también hay una multitud que no deja de expresarse en las calles para defender otros valores”. Por ahí, creen, pasará lo que transforma: el voto con los pies.

Fotos: Lina Etchesuri/ lavaca.org
Actualidad
Ian Moche: la revolución de la empatía
En tiempos de elecciones, elegimos a Ian. Fue atacado por el Presidente y todo el aparato estatal como supuesto símbolo del “curro” en discapacidad, cuando ni siquiera cobra la pensión que le correspondería. El curro era otro: el director de la ANDIS, Diego Spagnuolo, quien también chicaneó a Ian, está involucrado en la alta trama de corrupción que salpica a todo el entorno presidencial, droguerías, laboratorios. Esta misma semana hubo una movilización de las personas con discapacidad reclamando la aplicación de la Ley de Emergencia votada por el Congreso por amplísimas mayorías, que el gobierno se niega poner en marcha. Esto es: corrupción, mientras se le niegan derechos y recursos a las familias. En el caso de Ian, niño activista sobre la neurodivergencia, esta es una historia que habla de manera simple de cosas complejas: de empatía, de humor, de amor, de familia, de apoyos y de futuro. De la vida de un niño por ser feliz, en un país hostil. Compartimos la nota publicada en la MU 206.
Por Franco Ciancaglini. Fotos: Lina Etchesuri.
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