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Veto confirmado contra el financiamiento universitario: el triunfo de la derrota y el fracaso del éxito

El resultado: 160 votos en la Cámara de Diputados intentaron mantener la Ley de Finaciamiento Universitario contra 84 a favor del veto dictado por Javier Milei, y 5 abstenciones. La primera reacción: este jueves habrá paro en las universidades del país y proseguirán las tomas estudiantiles. Detalles de la jornada, lo que plantean desde los gremios universitarios, dos frases de un diputado del PRO, y un final ya clásico con la policía capturando a unas 10 personas –varias de ellas menores que fueron liberadas– con un saldo hacia la noche de 6 detenidos por el enfrentamiento con un libertario y supuesta “resistencia a la autoridad”. Entre aparentes triunfos y posibles derrotas políticas, en la calle un jubilado brindó a lavaca un breve editorial de tres palabas mirando hacia el Congreso: “Nadie está ganando”.
Por Anabella Arrascaeta, Sergio Ciancaglini, Lucas Pedulla. Fotos: Fotos Juan Valeiro/lavaca.org
El empleado del Congreso murmura la información: “Sale el veto temprano”. La consulta: “¿En serio?”. La respuesta: “Y… la casta”.
Eran las 11 de la mañana. A las 15.30 el veto estaba confirmado. Ganaron la votación quienes intentaron sostener la Ley de Financiamiento Universitario por 160 a 84 (con 5 abstenciones) pero la perdieron al no alcanzar los 2/3 necesarios de los votos para frenar el veto de Javier Milei.
Hubo 27 oradores. Votaron por la Ley UP, UCR, FIT, Encuentro Federal, Coalición Cívica, los diputados de Santa Cruz y la ex LLA Lourdes Arrieta, y en favor del veto principalmente LLA, PRO, los llamados “radicales con peluca” que antes habían apoyado la Ley y esta vez votaron en contra, salvo un oportuno ausente, y el apoyo de los supuestos peronistas que obedecen al gobernador tucumano Jaldo y al catamarqueño Jalil, que negoció algo con la Casa Rosada y ordenó a su diputada Fernanda Ávila (secretaria de Minería durante el gobierno anterior) no bajar al recinto.

La empresa de demolición
La diputada Arrieta era profusamente entrevistada mientras en las pantallas del Salón de los Pasos Perdidos se veía a Miguel Ángel Pichetto cuestionando el veto de Milei: “Creen que ganan, pero en realidad pierden, inevitablemente pierden, como perdieron con un sector muy importante de la sociedad argentina que son los jubilados”.
Sobre el programa económico el legislador activó las metáforas: “Es un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación, una sociedad anónima de destrucción masiva de lo poco que nos queda de un poco de bienestar del Estado argentino. Una empresa de demolición S.A».
Un rato más tarde el diputgado deUP Eduardo Valdés recordó que Alejandro Finocchiaro (del PRO, ministro de Educación durante el macrismo) fue profesor y decano en la Universidad de La Matanza. Finocchiaro, al ser aludido, pidió la palabra porque no estaba en la lista de oradores, y dijo un par de cosas reveladoras. “Si en una disputa de poder yo tengo que elegir entre votar con el populismo que ha dejado el efecto devastador de una guerra en la RA, o un gobierno que me habla de prosperidad, de libertad, de hacer grande a la Argentina de vuelta, señor presidente, yo me corto la mano antes de votar con el kirchnerismo”. La oración muestra el fondo del sentido de su voto, aunque es poco probable que se corte la mano, promesa que también viene incumpliendo el primer mandatario.

Luego Finocchiaro admitió algo más complicado todavía: “Acá estamos hablando de una disputa de poder y de un mensaje que este recinto va a dar a los mercados internacionales, a los inversores que tanto necesitamos y a las consultoras de riesgo«. Traducción posible: el veto no tiene ningún componente propositivo, educativo o de futuro, sino la intención de pagar deuda externa y, supuestamente, mostrar el déficit cero como imán para posibles inversiones. Dijo luego Leopoldo Moreau (UP) a lavaca: “Finocchiaro fue el más sincero. Dijo que votaba para cumplir con los mercados. El tema no es la Universidad pública, ni cumplir con la sociedad argentina, sino si se cumple con el FMI y los acreedores privados y los inversores invisibles. Digo esto porque por un lado no hay inversores, y por otro se están yendo empresas muy importantes del país”.
La falta de llegada de dólares indica que en el exterior no se ve con serenidad el nivel de conflictividad que genera el propio gobierno (cosa que hasta un ex aliado como Pichetto había advertido) y eso explica la salida de los lingotes de oro para poner como garantía de futuros préstamos. En varios sentidos, los triunfos oficialistas podrían incubar sus derrotas de los próximos tiempos. En el Salón de los Pasos Perdidos Arrieta era desplazada de las cámaras por Fernando Iglesias, hasta que Martín Menem llamó a votar.
Tras el voto, flotó una idea: el gobierno se maneja con vetos, que luego no encuentran en Diputados los 2/3 para frenarlos. Esa es la política, que a la vez consolida una minoría parlamentaria que en cada votación depende de nuevos arreglos y negocios que a la vez van cebando cada vez más a diputados sinuosos.
¿Qué gana el PRO con todo esto? No se sabe del todo el contenido de los últimos encuentros entre el asesor y cerebro oficial, Santiago Caputo, y el dirigente y ex empresario Mauricio Macri. Alguien menciona en Diputados: “Al PRO ya no le queda otro camino que alinearse tras Milei”. También cunde la teoría sobre la intención de Macri de colocar ministros propios que expandan su poder y capacidad negociadora, y compensen a su enemiga interna Patricia Bullrich, convalidando la política de casta tan poco casta del actual oficialismo.
En cualquier caso, el macrismo queda incluido en esa noción de que quienes creen que ganan algo, tal vez están quemándolo todo.

El aumento que los docentes niegan
El gobierno había anunciado la noche anterior un aumento del 6,8% a docentes y no docentes de las universidades, como para diluir la conflictividad ante el día de la votación, cosa que repitieron todos los diputados que votaron por el veto. Una curiosidad: el gobierno suele reclamar que quienes piden fondos expliquen de dónde saldrán (como si no fuese el propio gobierno el encargado de tal tarea), pero en este caso aplican el 6,8 sin que se conozca el origen, pero demostrando, al revés de lo que decía Milei, que sí hay plata, que usan en equipos bélicos obsoletos o en alimentar a los servicios de espionaje interno, por nombrar dos cosas.
Francisca Staiti, Secretaria General de CONADU Histórica diría más tarde a lavaca: “Lanzamos este paro de 24 horas para mañana jueves como reacción inmediata de repudio al veto, porque era necesario responder ante esta atrocidad. Mañana hay reunión del Frente Sindical para analizar la situación y en un rato tenemos reunión de la mesa de CONADU Histórica en el mismo sentido.
¿Qué diferencia hay entre lo que anunció el gobierno ayer y lo que proponía la ley?
Nosotros teníamos paritarias docentes y no docentes en paritarias diferentes, porque tenemos un convenio colectivo de trabajo diferente. Paritábamos sin ser considerados empleados estatales porque no lo somos. La lógica de este gobierno es ponernos en la misma paritaria a docentes y no docentes y la pauta salarial que están intentando imponer es la de empleado público.
¿Y ahora?
La situación actual es que nuestra paritaria está desvirtuada, en enero recibimos 0% de aumento, por eso necesitamos una paritaria que contemple recomponer salarios. La ley decía que nuestro salario se recomponga de acuerdo al índice inflacionario, que es como veníamos paritando hasta ahora: con el gobierno anterior hacia final de 2023 logramos equiparar. Hoy estamos 60% por debajo. El aumento que anunciaron no soluciona el tema, porque la ley lo que hacía era recuperar.
En el comunicado de ayer se habla de un retroactivo, ¿no es así?
No hay retroactivo. Lo que hay es un 6,8% de recomposición, como el de los empleados estatales.
El retroactivo lo anuncian sobre la la garantía salarial.
¿Qué es?
La garantía salarial docente es lo que garantiza que ningún docente cobre menos que la canasta básica, eso es lo que publicó ayer Capital Humano, no sabemos cuál es el monto, si se va a tomar de referencia la canasta básica o si se va a tomar el decreto que ya existe de garantía salarial que se aplica a docentes en la paritaria nacional. Pero sobre eso hay un agravante: ese decreto está firmado el 22 de agosto pero no tiene fondos para pagarlo. Ahora no sabemos si va a pasar lo mismo: hacen un anuncio pero Economía no habilita los fondos para el pago.
¿Hay diálogo?
No hay negociación abierta. El lunes publicaron un comunicado diciendo “a pesar del rechazo…” pero el lunes no hubo reunión de paritaria si no mesa técnica. Hay una manipulación de información por parte del gobierno. Los comunicados más que una señal a los docentes eran un mensaje a diputados y diputadas para la negociación.
¿Cómo se sigue?
Creo que lejos de frenar el conflicto lo que hicieron fue tirarle leña al fuego. Hay tomas, marchas. Creo que los diputados y diputadas que apoyaron el veto no midieron las consecuencias del conflicto universitario.
Oscar Vallejos, Secretario Adjunto de CONADU Histórica, sobre la diferencia entre lo que planteaba la ley y lo que dieron, planteó a lavaca: «La ley fijaba que debía salvarse la diferencia entre salario e inflación que es del 63,5%. Para salvar esa diferencia, hay que aplicar un 35% aproximadamente sobre el salario de septiembre. Entonces nos equiparan con la administración pública central, pero sin recomposición. Y nos quedamos con una diferencia en contra del 63,5%”.

Con la ley vetada, el conflicto sigue abierto.
La diputada Vanina Biasi (que además es trabajadora no docente universitaria) explicó: “Hemos visto las conductas de los diputados, diputadas y senadores, que son capaces de venderse por un puesto en cualquier momento. No queremos naturalizar que el método de la coima, el método de comprar a un diputado, sea el que se instale dentro del Congreso de la Nación sin que nadie diga nada. Ahora la pelota está en el campo de la lucha estudiantil y docente. Allí está lo principal”.
Daniel Arroyo (UP): “Se ha instalado muy fuerte que se cambie el voto de un mes para otro. Con una minoría instalan leyes, pero es un mecanismo no puede funcionar en el tiempo. Políticamente hay que construir una mayoría todavía más amplia para evitar todo esto. El fondo es que hay cada vez más gente en comedores y merenderos, hambre, pobreza y familias cada vez más endeudadas porque no les alcanza para pagar lo cotidiano. Van pateando hacia adelante. El tema del endeudamiento familiar es uno de los problemas críticos para el futuro”.
Al cierre de esta edición se conocía la siguiente nómina de detenidos: Sebastián Alejandro Boero, un ciudadano extranjero aparentemente canadiense, Emanuel Fernandez Morandi, Alan Javier Moreno, Jorge Ezequiel Benítez, Roberto Mariano Gómez.

Milei como acrónimo
Afuera, la calle no es la misma de la semana pasada. A la masividad de aquella foto de dron con una Plaza de los Dos Congresos colmada se contrapone otra: algunas universidades y centros de estudiantes, sectores de izquierda, organizaciones piqueteras y los jubilados, quizá el sujeto más activo desde diciembre a la fecha. Hoy es miércoles, y como cada semana realizan la ronda alrededor del Congreso, pero antes hay asamblea: “La CGT y las CTA, ¿dónde están? El Hospital Bonaparte y los jubilados les enseñamos a luchar. Esa es la salida. Coordinarnos. Coordinar todas las luchas. Algunos dicen que soy optimista, pero creo profundamente en la fuerza que tenemos. Vamos a vencer. Gracias compañeras”.
La ovacionan.
Alrededor hay carteles de los más variados:
- “No al veto contra el futuro. Por el derecho a la universidad pública y gratuita”.
- “Obreros y estudiantes como en el Cordobazo”.
- “Diputados, los estamos mirando”.
- “Construyan caniles para los diputados que ratifican el veto del enano fascista”.
- “Si no sos cobarde ponete de este lado”.
- “Las canas no se manchan”.
- “Milei: vetate de Argentina y dejá mi educación tranquila”.

Otra jubilada tiene un cartel con un acrónimo con Milei:
- Mentiroso.
- Incapaz.
- Lunático.
- Estafador.
- Indeseable.
Sobre Callao y Rivadavia, se sientan tres estudiantes: Yasmín (28), Eze (22) y Sofía (26). Son estudiantes de Psicología en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y llevan una bandera que dice: “Psico no finge demencia”. Eze responde qué significa: “Es una respuesta. El coordinador de la carrera, que es radical, a los estudiantes de primer año les dijo que este es un contexto en el que hay que fingir demencia. Le decimos que ni pedo”.
Sofi cita a Charly García en su canción “Bancate ese defecto”, del siempre actual Clics modernos: “Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal. La demencia es un tipo de diagnóstico, y se popularizó hasta banalizarla, hacer como que no pasa nada. Pero no, acá estamos: no nos vamos a resignar con que a Milei lo votó la mayoría, con que hay que quedarse en casa, porque no vamos a entregar nuestro futuro”.
Yasmín y una lectura: “Hay un sentido común que se está creando de quedarnos en casa con nuestros malestares y las noticias que recibimos de la realidad, tristes, a la espera de votar el año que viene mientras los elefantes pasan por atrás. Tenemos que organizarnos y dejar de pensarnos como sujetos atomizados. Dejar de ser individuos para pasar a ser sujetos activos, sin esperar que otros resuelvan los problemas por nosotros”.
En la plazoleta del Congreso, estudiantes de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) demuestran que una protesta también puede ser artística y poética. Un grupo del departamento de Folklore baila tango. Iván (21) y Camila (23) son una de esas parejas: él se vino a estudiar de Chaco y ella, de Río Gallegos. “Quieren a la gente analfabeta -dice Camila-. Por eso son tan crueles. La única forma que tengo de estudiar es la universidad pública: si tuviera que pagar el alquiler, el pasaje de colectivo, más la universidad, no podría”. Suma Iván: “Hoy no te alcanza ni siquiera para comprarte algo para comer”.
Sentadas sobre el cordón, un grupo de estudiantes de la licenciatura de Artes Escénicas tiene una clase abierta de la materia de Dibujo, y están ilustrando la protesta. Julia, 24 años: “Anoche hicimos una vigilia, porque la preocupación es por el presupuesto. Si siguen así no vamos a poder seguir cursando”. Maira, 30 años: “El arte es la base de todo, el dibujo, la ciencia. Todo tiene que ver con la creatividad. Es fundamental ponderar eso, hacerlo visible”. Maira y la crueldad de esta época: “Es una cuestión de poder”. Julia suma: “Quieren ir contra la cultura, la creación de conocimiento y el pensamiento crítico”.
¿Quién gana?
A minutos de la votación, sobre Rivadavia, una de las que espera es Daniela Calarco, militante del MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez), una de las 33 personas detenidas el día de las protestas contra la Ley Bases. Mientras espera definiciones sobre la causa, sigue saliendo a la calle: “Es obligación seguir estando porque defendemos los mismos derechos. Es profundo el convencimiento que teníamos todas las personas detenidas de que lo que hacíamos era lo correcto. Por eso nos seguimos encontrando en el lugar de lucha que es la calle. Les salió el tiro por la culata: donde no había organización sólo generaron más organización y resistencia”.
Tras la votación, las organizaciones que quedan empiezan a desmovilizar. Algunos cantan el himno, otros insultan a la policía. La presencia de efectivos infiltrados y provocadores libertarios provocan corridas que los obligan a esconderse en un local de venta de empanadas sobre Callao. De a poco se acercan las motos policiales, con su consecuente kit de gases, detenciones y cacería. Uno de los detenidos se identifica como canadiense y, como puede, expresa en español: “Yo no estaba haciendo nada”. Otro es Roberto de la Cruz Gómez, quien ya había sido detenido durante la Ley Bases.
Al cierre de la tarde, llega un comunicado de sindicatos docentes universitarios, con firma de CONADU Histórica, CONADU, FEDUN, CTERA, FAGDUT, FATUN y UDA, convocando a un paro el jueves para “consolidar” un “plan de lucha en defensa del salario y el presupuesto universitario”. Subraya que la voluntad popular fue “defraudada” y que “la democracia ha cedido al manejo antirrepublicano de gobernar por decreto del Gobierno Nacional”. Alerta por la conformación de “una alianza política que es incapaz de conmoverse ante el sufrimiento de las grandes mayoría”. Y cierra: “Este Frente Sindical manifiesta nuevamente la voluntad de luchar para defender la universidad pública, la salud y la educación pública, las jubilaciones dignas, por niñeces protegidas y un país igualitario”.
Queda para los días posteriores el análisis de qué ganó el Gobierno con esta votación. Luis, un jubilado de 75 años, uno de los que fue gaseado hace poco en los miércoles de ronda, lo pone en duda con una sonrisa. Tiene dos carteles. Uno dice: “Queso para las ratas”, y sobre el cartón tiene pegados dos pedazos de queso en dos ratoneras. El otro: “Si votaste a Milei cortate las…”, y le sigue el símbolo de una tijera y dos bolas navideñas grises.
“Esto me da ánimo -dice, sosteniendo la sonrisa-. ¿Por qué? Imaginate, con 8000 pesos por día estoy muerto, pero sigo gracias al cariño que me da la gente. Hace un mes Bullrich me lastimó. Éramos 15 y 20, pero mirá todos los que somos ahora. ¡La gente hasta me aplaude! Y no lo digo por ego, o por ser fanfarrón, mirá: el otro día, cuando fui al Bonaparte, llevaba un cartel que decía ‘Milei, pedí turno y hacete atender acá’. Antes no podía salir con carteles, pero ahora todos me sacan fotos”.
Mira al Congreso: “Piensan que están ganando, pero no. Nadie está ganando”.
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Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Dos fotoperiodistas detenidas. Seis personas heridas. ¿Cuál es la causa de la tendencia represiva creciente, y en particular contra la prensa? Lo que plantean quienes monitorean la violencia policial, con cifras concretas, a cinco meses del ataque al fotógrafo Pablo Grillo que este miércoles volvió a ser operado. Mientras tanto, en Congreso se volvió a marchar: las divisiones entre diversos grupos, y lo que los une como sector que sigue siendo símbolo de movilización en estos tiempos. ¿Cómo se vive hoy? El combate a la naturalización, datos sobre emperadores, el diálogo trans con un medio oficialista. Vetos, votos y una pregunta: “¿Nos pueden entender?”.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
“Estamos acá porque le tenemos más miedo al hambre que a la represión”.
Quien habla es Gladys, 63 años, enfermera jubilada del hospital Rawson. Lo dice pasadas las 3 de la tarde, ni bien había arrancado la concentración de jubiladas y jubilados para exigir el “no al veto” del gobierno de Javier Milei a la módica suba de los haberes que en realidad no es una suba sino devolver ese 7,2% arrebatado con el shock inflacionario que generó al asumir.
En Congreso, dos horas después, pasará lo de siempre y lo que nunca podrá naturalizarse: la represión policial, en este caso acompañada de dos detenciones arbitrarias por parte de la Policía de la Ciudad, en la esquina de Rodríguez Peña y Bartolomé: Camila Luciana Rey, fotógrafa y Yazmín Orellano, ambas de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) fueron capturadas al voleo.


Camila Luciana Rey y Yazmín Orellano. El momento de la detención «al voleo» en Congreso, y la imagen de la policía llevándolas en la comisaría. Fueron liberadas después de las 22 horas.
El puñado de fotógrafos y periodistas que presenciaron el hecho afirmaron: “Las cazaron”. Minutos después, la fuerza de seguridad porteña se las llevó en una camioneta a Combate de los Pozos 155. Luego fueron trasladadas a la comisaría de Tacuarí e Independencia. Las acusan de “lesiones”, “atentado y resistencia a la autoridad”. Después de las 22 ambas fueron liberadas.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) contabilizó seis personas heridas en dos eventos represivos de la tarde. La tendencia: hasta fines de junio, la CPM había registrado en seis meses 130 detenciones arbitrarias contra 93 del 2024. En el mismo período, las personas heridas también superaron a todas las del año pasado: 1.251. Entre ellas hubo 179 trabajadoras y trabajadores de prensa. El informe completo puede leerse aquí: https://www.comisionporlamemoria.org/project/informe-especial-represion-de-las-fuerzas-de-seguridad-a-las-manifestaciones-publicas/
Rodrigo Pomares, del Centro Provincial de la Memoria, planteó a lavaca: “Hay una preponderancia en la represión hacia los sectores de los medios y fotoperiodistas, y un límite muy concreto al desempeño de los medios de comunicación y en algunos casos de quienes cubrimos las manifestaciones con el objetivo del monitoreo”.
Para Pomares “La motivación más evidente es que quieren evitar el registro de las represiones y que se puedan reconstruir luego las secuencias de la represión como ocurrió en el caso de Pablo Grillo y tantos otros. El registro de la prensa y de quienes estábamos monitoreando permitió reconstruir lo que pasó, y aportar esos datos a la justicia. Eso es lo que parece evidente que quieren evitar”.

Otra operación a Pablo Grillo
Este martes se cumplieron cinco meses del miércoles 12 de marzo, cuando durante otra represión a la marcha de jubilados, el gendarme Héctor Guerrero le disparó de forma totalmente ilegal una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo. El impacto dirigido a su cabeza casi lo mata y perdió parte de la masa encefálica. Este miércoles a la mañana, Pablo fue operado con éxito una vez más: esta vez, le colocaron una prótesis en la cabeza (dos placas en ambos hemisferios). “La operación duró tres horas y salió bien, ahora hay que esperar la evolución”, dijo Fabián, su papá. El gendarme Guerrero, autor material de ese disparo, recién será indagado el próximo 2 de septiembre.
Dice Ana María, 72 años, durante la marcha: “Se está normalizando lo que jamás se debe hacer normal. Hoy prendés la tele y escuchás: ‘Otro miércoles más que les pegan a los viejos’. Todo al revés. No se puede naturalizar que se le pegue a nadie”.

Divisiones y reflexiones
El modus operandi de las Fuerzas de Seguridad genera efectos colaterales. A la represión concreta, literal, manifiesta, visible –granadas, gases, camiones hidrantes, palazos– se le suma la silenciosa, la invisible, la que divide para reinar: las fragmentaciones que se generan –o potencian– internamente entre las múltiples organizaciones de jubilados.
Hoy, mientras Jubilados Insurgentes terminaba de marchar alrededor del Congreso y doblaba en Rodríguez Peña, parte de las Mesa de Organizaciones caminaba por Hipólito Yrigoyen, mientras que otro grupo permanecía parado frente al Congreso.
Mario es un jubilado que todos los miércoles da el presente. «Más allá de las divisiones hay que tener plena conciencia de que el enemigo es uno solo: el gobierno, y el plan criminal que está aplicando. Hay que pensar mucho más en la unidad porque con ella vamos a poder conseguir disminuir la intensidad del ajuste».

Betty, 65 años, es enfermera jubilada del hospital Penna. Habla sobre la fragmentación notoria: “Vengo acá para sumar un granito de mostaza para conquistar nuestros derechos como jubilados, más allá de las organizaciones a la que cada uno represente. Yo soy autoconvocada y vengo por lo mal que la estoy pasando. Tenemos que defendernos con nuestras tristezas y con nuestras experiencias, que valen un montón”.
¿Cómo se vive en estos días? “Con los 350 mil pesos que cobro no llego a comer todos los días. Espero que este gobierno se vaya pronto y no lo digo porque sí: estoy viviendo mal, estamos viviendo mal, ¿me pueden entender? ¿nos pueden entender?”.
Un poco más allá estaba Vic, trans que había llegado desde Parque Patricios. “Vine a apoyar la lucha de los jubilados porque es una lucha contra el odio la que nos une”. Se acercó un periodista de La Nación + preguntándole si es jubilada.
Vic fue notablemente ilustrativa en su respuesta: “No. Soy odiada y hambreada y solidaria como ellos”.

Lo que no cambia
Gladys y Betty, las enfermeras jubiladas, vienen cada miércoles porque las une la bronca a esta gestión nacional. Como a tantos otros, y como decía Jorge Luis Borges, no los une el amor sino el espanto.
Hay otro punto de unión: la injusticia que están viviendo. Gladys: “Si no venimos, si no nos hacemos escuchar, van a creer que está todo bien, que estamos conformes, y no es así. Tenemos haberes miserables, mientras los legisladores cobran 9 millones, es una vergüenza”. Y subraya: “Esta vida es una vergüenza, parece como si quieran matarnos”.

Jubilada y un arma novedosa: pompas de jabón.
Betty la interrumpe: “Es que sí, nos quieren matar. Milei es un déspota, un criminal, que se complace en sacarnos a los pobres lo poco que tenemos”. Se hace una pregunta: “¿Cómo se explica, si no, que pretenda que vivamos con 350 mil pesos? Seguro que para mantener a esos perros grandes que tiene gasta mucho más que eso. Es un atorrante”.
Más allá de la represión policial (primero las fuerzas federales y desde hace tres miércoles la Policía de la Ciudad) y las divisiones de las organizaciones de jubiladas y jubilados, hay algo que no cambia: la convocatoria permanente cada miércoles a las 15 frente al Congreso de la Nación, potenciada desde hace diez días cuando Javier Milei vetó el aumento de 7.2% de las jubilaciones y el retorno de la moratoria previsional. Al ratificarse el veto, el aumento de agosto para las y los jubilados fue del 1,62%, por lo que la jubilación mínima sigue desplomada, en $ 314.243,51.

Manuel, 75 años, cuenta por qué sigue viniendo: “El objetivo común es ponerle un freno a Milei, que está haciendo padecer a la Argentina. Debe entender que es el Presidente, no un emperador como pretende ser, que no acata las leyes ni las instituciones”.
¿Cómo se lo frena? “Como creo que en la democracia, el parate a Milei debe hacerse en las urnas y para eso hay que hablar con cada persona, crear conciencia, seguir desmintiendo todas las barbaridades que dice. Por eso también estamos hoy acá y seguiremos estando”.
Manuel lleva un cartel que dice: “Milei vetó, nosotros votemos”. Y lo firma “un viejo meado”.
Cierra, hasta el próximo miércoles: “No nos quedemos en casa, es la única manera de cambiar esto”.

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Carne

Por Claudia Acuña.
Son las siete y cuarto de la tarde y en la sucursal del supermercado Coto de la calle Castro Barros, barrio de Almagro, hay cuatro mujeres haciendo fila en la sección carnicería. La primera es una anciana que tiene en las manos apretado el monedero y la mirada atenta en el corte de la carne que pretende: ojo de bife. Le pide al muchacho que tiene el cuchillo expectante en el trozo que le saque toda la grasa que pueda para que pese menos. El muchacho lo hace con esmero. La mujer le pide luego que lo corte lo más finito que pueda. El muchacho lo hace con precisión milimétrica. “Doscientos gramos”, le anuncia y la mujer agradece. Dirá luego, sonriendo, que quiere darse ese “gustito” porque hace tiempo –no dice cuánto, pero suena a demasiado– que no come carne. El muchacho le entrega la bolsa sin mirarla a los ojos: fija la vista en la siguiente mujer, más joven, que está acompañada por su hija, que no supera el metro de altura y parece estar cantando para sí misma Ojalá, el tema de María Becerra.
“Oja-ojalá-lá
que te vuelva el karma
Eras un muñeco
porque no tenías alma….”
La mujer pide dos churrascos de paleta. Otra vez: cortados finitos.
El muchacho vuelve a esmerarse y luego, los pesa.
Teclea en la calculadora de la balanza. La mujer está expectante de los números digitales y cuando asoma el resultado ordena:
“Deja solo uno”.
La balanza vuelve a dictar la cotización.
La mujer señala entonces con esperanza un fragmento que quedó en la tabla.
“Probá con ese que parece más chico”, pide.
El muchacho prueba.
La balanza dictamina el mismo precio que con los otros dos.
“Dejá uno solo”, repetirá la mujer casi sin voz.
Cuando el muchacho le entrega la bolsita, agrega:
“Perdón”.
La tercera mujer pregunta si hay huesos para caldo.
El muchacho responde que ya se los llevaron todos.
La mujer se va.
La cuarta soy yo, que estoy sin palabras.
El silencio obliga la mirada del muchacho directo a los ojos.
“Así, todo el día”, dirá.
¿Hace falta decir algo más?
(Imagen, diario Tiempo Argentino)
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San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

Desempleo, estampitas, falta de comida, espigas, chicha (nueva droga que invade los barrios, gracias a la crisis), vetos, bendiciones y maldiciones, goleadas, votos, malos pensamientos, arrepentidos, desquicios, la forma actual de la corrupción, la inseguridad, los zombies. Los temas que no aparecen en la política, resurgen con San Cayetano, que volvió a reunir a la gente para pedir y agradecer trabajo entre otras cosas, para tener paz y para marchar a lo largo de 15 kilómetros hasta Plaza de Mayo. Conversaciones en ese trayecto que atraviesa varias avenidas del presente.
Por Lucas Pedulla
Fotos: Juan Valeiro
Marcela, 52 años, vende espigas a 1.000 pesos en la estación de Liniers. Llegó de Lanús a las nueve de la noche del miércoles para vender en las inmediaciones de la iglesia de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, en su versión 2025. Lo primero que percibió fue la cantidad de personas que iban a pedir comida. «Un montón, el año pasado traían sus viandas», compara.
No le sorprende: ella está más ajustada, el alquiler sube y las matemáticas para alimentar tres hijos necesitan otras audacias. No habla de cifras, solo dice que «cuesta más».
¿Y el gobierno? Revolea los ojos: «Soy de derecha, pero no lo voté».
¿A quién votó? «A Bullrich. Después no voté porque no me convencían ni Massa ni Milei. Por eso ahora tampoco voy a ir a votar». Bullrich está en el gobierno y como ministra de Seguridad es la que reprime todas las semanas a jubiladas y jubilados. Marcela levanta los brazos: «Estoy en contra de que hagan eso, como también de las barbaridades que está haciendo con los vetos».
Marcela ofrece espigas a quienes pasan, y vaticina las próximas elecciones: «Para mí le va a ir mal. Está desquiciado».

De los gases a las espigas, la alegoría de Marcela refleja también algo de esta Argentina, un día después de la dura goleada sufrida por el gobierno en la Cámara de Diputados (12 a 0 entre leyes votadas y vetos rechazados), en medio de otra cruda represión a jubilados y trabajadores de prensa. Entre ellos, el fotógrafo de la agencia AP Rodrigo Abd, que salió un rato de la clínica a donde lo atienden para ver la marcha que hoy no pudo cubrir: le están haciendo estudios por una inflamación en la parte media de su oído derecho por el impacto del chorro del camión hidrante que recibió ayer en la Plaza de los Dos Congresos. Fue uno de los atacados por la policía de un gobierno que publica en las redes propias y de sus asalariados: “No odiamos lo suficiente al periodismo”.

Pensamientos y bendiciones
Sobre la calle Cuzco, entre puestos de estampitas y velas con promos de dos por 1.000, siguen las filas para que los curas bendigan espigas, estampas y velas. Ema, 65 años, y Marcelín, de 68, son una pareja de jubilados que cobran la mínima y también se vinieron de zona sur, de Glew. Marcelín dice que la cosa está brava: «Uno viene a agradecer por todo lo que San Cayetano nos ha dado hasta ahora. La situación está bastante comprometida: todo lo que es para bien lo vetan enseguida». Por eso, suma Ema, hay que agradecer: «Y pedir por los hijos y los nietos. Está difícil para los jóvenes, no hay expectativa para un chico de 20».
Ema pide si podemos, por favor, no hablar de política. «Uno viene para tener paz y transmitirle paz al otro. Si todo el tiempo estamos con malos pensamientos…», dice pero no termina la frase porque la fila avanza y el cura está ahí y ella va rumbo a la bendición: «Nos vemos».

La agenda invisible
Desde allí se prepara para salir la novena movilización que los movimientos sociales nucleados en la UTEP organizan en el día de San Cayetano. También adhirieron y convocaron gremios, sobre todo de las dos CTA, que caminaron unidas. La marcha cruza toda la ciudad por una de sus arterias principales, Avenida Rivadavia, que conecta el territorio porteño con un oeste infinito. Liniers, casa de la iglesia, oficia de punto neurálgico donde también llegan vecinas y vecinos de todo el conurbano.
La distancia total a Plaza de Mayo es de 15 kilómetros. Hubo una posta en Flores, frente a la Basílica donde comenzó su carrera Jorge Bergoglio. Lo recordaron con un audio suyo, ya como Papa Francisco, donde habla de cuidar el medio ambiente y luchar por paz, pan, tierra, techo y trabajo. Es el primer San Cayetano sin Francisco como actor espiritual y político.

La marcha arrancó a las 9 de la mañana, llegó a Casa Rosada cerca de las 14, y tuvo en Congreso la sumatoria de columnas nutridas que cruzaron la 9 de Julio en dirección a Plaza de Mayo, a donde llegaron, como llegan hace nueve marchas, con una agenda de temas tan profundos que no entran en los debates políticos: comedores, trabajadoras de cuidado, jóvenes en proceso de recuperación de adicciones, recorte de alimentos, falta de acceso a la tierra, y parálisis de la obra pública de integración socio-urbana que lo único que permite es el avance de la narcoestructura territorial.

Cuando te comen la cabeza
Mauricio, 27 años, es uno de los que puede jactarse de caminarse todo. Milita en la JP Evita. Vino del barrio Victoria, en Moreno, la última estación del tren Sarmiento. «Laburo para pibes desde 18 años y la cosa está fea. La última vez salimos a repartir 320 porciones de comida. En un día. Es un montón. Y vemos que mucha gente del barrio que antes no venía, ahora llega. Impresiona: cada vez se suman más».
Otra cuestión es el consumo problemático: «Está a full, y sube cada día. Intentamos hablar con los jóvenes para que no caigan, pero es una problemática que crece. Peleamos para frenarla. Pero al pibe le comen la cabeza. El transa de la esquina les dice: ‘Vendé acá y te doy plata». Y los pibes, lamentablemente, con eso los compran. Pero no les dan nada».
Para Mauricio, el hambre y el consumo son dos temas ausentes del actual debate político. ¿Cómo buscar de nuevo a esos pibes? “Siempre les hablo para enamorarlos de la política. Le digo: ‘En la política está todo’. Hay desencanto, sí, pero por cómo está el país entienden que tienen el poder para cambiarlo. Hasta con un voto”.

La estrategia electoral de Arturo
Por Rivadavia también marcharon jubilados que todos los miércoles están en Congreso. Uno de ellos es Arturo, vecino de Almagro, que tiene una de las mejores estrategias de comunicación alguna vez creadas: con una sartén ya rota por los golpes que le propina con un utensillo de metal, se mete en cuanto comercio o local ve abierto. Y grita, por cuadras: “Fuera Milei, estafador. ¡Gobernás para los ricos!”. Se asoma a kioscos, verdulerías, cafeterías y aprovecha los momentos que las puertas de algún COTO o banco se abren: “Fuera Milei, ¡fuera!”. Hasta algunos policías ya sonríen. El cálculo de Arturo: “Hoy conseguí 1.000 votos”.
Arriba de un tractor cruza la 9 de Julio el padre Toto, de la parroquia Virgen de Caacupé, de la Villa 21: “Esta marcha es donde tengo que estar”. Una entrevista con Toto y su trabajo en el barrio sobre la cuestión de consumo se publicará en la próxima edición de MU.

La chicha y los zombies
Samantha, 30 años, es de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Rafael Castillo, en La Matanza. En el comedor dan de comer a 30 personas por día y cada vez son más. “Los maridos se quedan sin trabajo y no les alcanza para pagar las cuentas. Dejan de pagar las tarjetas de crédito. Los chicos sólo comen gracias a los comedores de los colegios”.
Cuenta que entró una droga nueva al barrio, a la que llaman “chicha” y definen como peor que el paco: “La consumen muchos jóvenes, pibes de 14 o 15 años. Los deja como zombies. A veces ni te reconocen. Chicos que iban al colegio y de pronto dejan”. Al debate político también le falta una discusión seria sobre seguridad, explica Samantha: “Es un tema llevar a mi nene a las 6.30 a la escuela. No voy con el celular porque no sabés lo que puede pasar”.
Para las elecciones que vienen, La Libertad Avanza propuso como candidato de la Tercera Sección Electoral, donde predomina La Matanza, al excomisario Maximiliano Bondarenko. Samantha abre los ojos: “Pero eso es más corrupción. Necesitamos un debate en serio”. Piensa que hay condiciones: “Muchos vecinos se han arrepentido de haberlo votado a Milei. Creyeron, pero te dicen: ‘Me equivoqué’. Algunos tenían un almacén, o capaz que otro negocio, y lo tuvieron que cerrar”.

Potenciar narco
Vanesa, 33 años, vino de Melchor Romero, en La Plata, y lleva una pechera del Partido Comunista Revolucionario (PCR). «Soy comunista y banco al Papa», se presenta. «Es el primero que habló de techo, tierra y trabajo».
¿Cómo está el barrio?: «Se la está pasando malísimo: desde que asumió Milei, a los comedores no van más alimentos. La mayoría de la gente no llega a fin de mes. El Potenciar Trabajo está congelado en 78.000 pesos y no se mueve. ¿Cómo hacés? A nuestro comedor vienen más de 100 personas por día. Las compañeras sacan de su casa para la olla porque no alcanza. Los barrios se organizan: unos dan merienda, otros dan cena, pero a fin de mes es tremendo, con jubilados, desempleados. Hoy ves gente revolviendo basura en cada cuadra».
De nuevo, el hambre como tema. Y el narco consumo: «Creció horrores. El narcomenudeo arrasa. Pibes que dejan el colegio para ser ‘soldaditos’ de los transas. Les ofrecen plata fácil, pero los hacen mierda. Desde que asumió Milei, todo está peor: ves nenes de 8 o 9 años consumiendo paco».
A este combo le agrega que llegó la factura de luz de 200.000 pesos. Y 36.000 a otro comedor. «Las garrafas de gas están a 15.000 cada una. No duran nada. Muchos cocinamos con leña para estirar».
¿Cómo salir de esto? Vanesa sigue marchando y tiene una hipótesis: «Uniéndonos y saliendo a la calle. Milei vino a sacarnos nuestros derechos. La única forma es resistir organizados» dice rodeada de gente, de espigas y tal vez de preguntas.

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