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Veto confirmado contra el financiamiento universitario: el triunfo de la derrota y el fracaso del éxito

El resultado: 160 votos en la Cámara de Diputados intentaron mantener la Ley de Finaciamiento Universitario contra 84 a favor del veto dictado por Javier Milei, y 5 abstenciones. La primera reacción: este jueves habrá paro en las universidades del país y proseguirán las tomas estudiantiles. Detalles de la jornada, lo que plantean desde los gremios universitarios, dos frases de un diputado del PRO, y un final ya clásico con la policía capturando a unas 10 personas –varias de ellas menores que fueron liberadas– con un saldo hacia la noche de 6 detenidos por el enfrentamiento con un libertario y supuesta “resistencia a la autoridad”. Entre aparentes triunfos y posibles derrotas políticas, en la calle un jubilado brindó a lavaca un breve editorial de tres palabas mirando hacia el Congreso: “Nadie está ganando”.
Por Anabella Arrascaeta, Sergio Ciancaglini, Lucas Pedulla. Fotos: Fotos Juan Valeiro/lavaca.org
El empleado del Congreso murmura la información: “Sale el veto temprano”. La consulta: “¿En serio?”. La respuesta: “Y… la casta”.
Eran las 11 de la mañana. A las 15.30 el veto estaba confirmado. Ganaron la votación quienes intentaron sostener la Ley de Financiamiento Universitario por 160 a 84 (con 5 abstenciones) pero la perdieron al no alcanzar los 2/3 necesarios de los votos para frenar el veto de Javier Milei.
Hubo 27 oradores. Votaron por la Ley UP, UCR, FIT, Encuentro Federal, Coalición Cívica, los diputados de Santa Cruz y la ex LLA Lourdes Arrieta, y en favor del veto principalmente LLA, PRO, los llamados “radicales con peluca” que antes habían apoyado la Ley y esta vez votaron en contra, salvo un oportuno ausente, y el apoyo de los supuestos peronistas que obedecen al gobernador tucumano Jaldo y al catamarqueño Jalil, que negoció algo con la Casa Rosada y ordenó a su diputada Fernanda Ávila (secretaria de Minería durante el gobierno anterior) no bajar al recinto.

La empresa de demolición
La diputada Arrieta era profusamente entrevistada mientras en las pantallas del Salón de los Pasos Perdidos se veía a Miguel Ángel Pichetto cuestionando el veto de Milei: “Creen que ganan, pero en realidad pierden, inevitablemente pierden, como perdieron con un sector muy importante de la sociedad argentina que son los jubilados”.
Sobre el programa económico el legislador activó las metáforas: “Es un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación, una sociedad anónima de destrucción masiva de lo poco que nos queda de un poco de bienestar del Estado argentino. Una empresa de demolición S.A».
Un rato más tarde el diputgado deUP Eduardo Valdés recordó que Alejandro Finocchiaro (del PRO, ministro de Educación durante el macrismo) fue profesor y decano en la Universidad de La Matanza. Finocchiaro, al ser aludido, pidió la palabra porque no estaba en la lista de oradores, y dijo un par de cosas reveladoras. “Si en una disputa de poder yo tengo que elegir entre votar con el populismo que ha dejado el efecto devastador de una guerra en la RA, o un gobierno que me habla de prosperidad, de libertad, de hacer grande a la Argentina de vuelta, señor presidente, yo me corto la mano antes de votar con el kirchnerismo”. La oración muestra el fondo del sentido de su voto, aunque es poco probable que se corte la mano, promesa que también viene incumpliendo el primer mandatario.

Luego Finocchiaro admitió algo más complicado todavía: “Acá estamos hablando de una disputa de poder y de un mensaje que este recinto va a dar a los mercados internacionales, a los inversores que tanto necesitamos y a las consultoras de riesgo«. Traducción posible: el veto no tiene ningún componente propositivo, educativo o de futuro, sino la intención de pagar deuda externa y, supuestamente, mostrar el déficit cero como imán para posibles inversiones. Dijo luego Leopoldo Moreau (UP) a lavaca: “Finocchiaro fue el más sincero. Dijo que votaba para cumplir con los mercados. El tema no es la Universidad pública, ni cumplir con la sociedad argentina, sino si se cumple con el FMI y los acreedores privados y los inversores invisibles. Digo esto porque por un lado no hay inversores, y por otro se están yendo empresas muy importantes del país”.
La falta de llegada de dólares indica que en el exterior no se ve con serenidad el nivel de conflictividad que genera el propio gobierno (cosa que hasta un ex aliado como Pichetto había advertido) y eso explica la salida de los lingotes de oro para poner como garantía de futuros préstamos. En varios sentidos, los triunfos oficialistas podrían incubar sus derrotas de los próximos tiempos. En el Salón de los Pasos Perdidos Arrieta era desplazada de las cámaras por Fernando Iglesias, hasta que Martín Menem llamó a votar.
Tras el voto, flotó una idea: el gobierno se maneja con vetos, que luego no encuentran en Diputados los 2/3 para frenarlos. Esa es la política, que a la vez consolida una minoría parlamentaria que en cada votación depende de nuevos arreglos y negocios que a la vez van cebando cada vez más a diputados sinuosos.
¿Qué gana el PRO con todo esto? No se sabe del todo el contenido de los últimos encuentros entre el asesor y cerebro oficial, Santiago Caputo, y el dirigente y ex empresario Mauricio Macri. Alguien menciona en Diputados: “Al PRO ya no le queda otro camino que alinearse tras Milei”. También cunde la teoría sobre la intención de Macri de colocar ministros propios que expandan su poder y capacidad negociadora, y compensen a su enemiga interna Patricia Bullrich, convalidando la política de casta tan poco casta del actual oficialismo.
En cualquier caso, el macrismo queda incluido en esa noción de que quienes creen que ganan algo, tal vez están quemándolo todo.

El aumento que los docentes niegan
El gobierno había anunciado la noche anterior un aumento del 6,8% a docentes y no docentes de las universidades, como para diluir la conflictividad ante el día de la votación, cosa que repitieron todos los diputados que votaron por el veto. Una curiosidad: el gobierno suele reclamar que quienes piden fondos expliquen de dónde saldrán (como si no fuese el propio gobierno el encargado de tal tarea), pero en este caso aplican el 6,8 sin que se conozca el origen, pero demostrando, al revés de lo que decía Milei, que sí hay plata, que usan en equipos bélicos obsoletos o en alimentar a los servicios de espionaje interno, por nombrar dos cosas.
Francisca Staiti, Secretaria General de CONADU Histórica diría más tarde a lavaca: “Lanzamos este paro de 24 horas para mañana jueves como reacción inmediata de repudio al veto, porque era necesario responder ante esta atrocidad. Mañana hay reunión del Frente Sindical para analizar la situación y en un rato tenemos reunión de la mesa de CONADU Histórica en el mismo sentido.
¿Qué diferencia hay entre lo que anunció el gobierno ayer y lo que proponía la ley?
Nosotros teníamos paritarias docentes y no docentes en paritarias diferentes, porque tenemos un convenio colectivo de trabajo diferente. Paritábamos sin ser considerados empleados estatales porque no lo somos. La lógica de este gobierno es ponernos en la misma paritaria a docentes y no docentes y la pauta salarial que están intentando imponer es la de empleado público.
¿Y ahora?
La situación actual es que nuestra paritaria está desvirtuada, en enero recibimos 0% de aumento, por eso necesitamos una paritaria que contemple recomponer salarios. La ley decía que nuestro salario se recomponga de acuerdo al índice inflacionario, que es como veníamos paritando hasta ahora: con el gobierno anterior hacia final de 2023 logramos equiparar. Hoy estamos 60% por debajo. El aumento que anunciaron no soluciona el tema, porque la ley lo que hacía era recuperar.
En el comunicado de ayer se habla de un retroactivo, ¿no es así?
No hay retroactivo. Lo que hay es un 6,8% de recomposición, como el de los empleados estatales.
El retroactivo lo anuncian sobre la la garantía salarial.
¿Qué es?
La garantía salarial docente es lo que garantiza que ningún docente cobre menos que la canasta básica, eso es lo que publicó ayer Capital Humano, no sabemos cuál es el monto, si se va a tomar de referencia la canasta básica o si se va a tomar el decreto que ya existe de garantía salarial que se aplica a docentes en la paritaria nacional. Pero sobre eso hay un agravante: ese decreto está firmado el 22 de agosto pero no tiene fondos para pagarlo. Ahora no sabemos si va a pasar lo mismo: hacen un anuncio pero Economía no habilita los fondos para el pago.
¿Hay diálogo?
No hay negociación abierta. El lunes publicaron un comunicado diciendo “a pesar del rechazo…” pero el lunes no hubo reunión de paritaria si no mesa técnica. Hay una manipulación de información por parte del gobierno. Los comunicados más que una señal a los docentes eran un mensaje a diputados y diputadas para la negociación.
¿Cómo se sigue?
Creo que lejos de frenar el conflicto lo que hicieron fue tirarle leña al fuego. Hay tomas, marchas. Creo que los diputados y diputadas que apoyaron el veto no midieron las consecuencias del conflicto universitario.
Oscar Vallejos, Secretario Adjunto de CONADU Histórica, sobre la diferencia entre lo que planteaba la ley y lo que dieron, planteó a lavaca: «La ley fijaba que debía salvarse la diferencia entre salario e inflación que es del 63,5%. Para salvar esa diferencia, hay que aplicar un 35% aproximadamente sobre el salario de septiembre. Entonces nos equiparan con la administración pública central, pero sin recomposición. Y nos quedamos con una diferencia en contra del 63,5%”.

Con la ley vetada, el conflicto sigue abierto.
La diputada Vanina Biasi (que además es trabajadora no docente universitaria) explicó: “Hemos visto las conductas de los diputados, diputadas y senadores, que son capaces de venderse por un puesto en cualquier momento. No queremos naturalizar que el método de la coima, el método de comprar a un diputado, sea el que se instale dentro del Congreso de la Nación sin que nadie diga nada. Ahora la pelota está en el campo de la lucha estudiantil y docente. Allí está lo principal”.
Daniel Arroyo (UP): “Se ha instalado muy fuerte que se cambie el voto de un mes para otro. Con una minoría instalan leyes, pero es un mecanismo no puede funcionar en el tiempo. Políticamente hay que construir una mayoría todavía más amplia para evitar todo esto. El fondo es que hay cada vez más gente en comedores y merenderos, hambre, pobreza y familias cada vez más endeudadas porque no les alcanza para pagar lo cotidiano. Van pateando hacia adelante. El tema del endeudamiento familiar es uno de los problemas críticos para el futuro”.
Al cierre de esta edición se conocía la siguiente nómina de detenidos: Sebastián Alejandro Boero, un ciudadano extranjero aparentemente canadiense, Emanuel Fernandez Morandi, Alan Javier Moreno, Jorge Ezequiel Benítez, Roberto Mariano Gómez.

Milei como acrónimo
Afuera, la calle no es la misma de la semana pasada. A la masividad de aquella foto de dron con una Plaza de los Dos Congresos colmada se contrapone otra: algunas universidades y centros de estudiantes, sectores de izquierda, organizaciones piqueteras y los jubilados, quizá el sujeto más activo desde diciembre a la fecha. Hoy es miércoles, y como cada semana realizan la ronda alrededor del Congreso, pero antes hay asamblea: “La CGT y las CTA, ¿dónde están? El Hospital Bonaparte y los jubilados les enseñamos a luchar. Esa es la salida. Coordinarnos. Coordinar todas las luchas. Algunos dicen que soy optimista, pero creo profundamente en la fuerza que tenemos. Vamos a vencer. Gracias compañeras”.
La ovacionan.
Alrededor hay carteles de los más variados:
- “No al veto contra el futuro. Por el derecho a la universidad pública y gratuita”.
- “Obreros y estudiantes como en el Cordobazo”.
- “Diputados, los estamos mirando”.
- “Construyan caniles para los diputados que ratifican el veto del enano fascista”.
- “Si no sos cobarde ponete de este lado”.
- “Las canas no se manchan”.
- “Milei: vetate de Argentina y dejá mi educación tranquila”.

Otra jubilada tiene un cartel con un acrónimo con Milei:
- Mentiroso.
- Incapaz.
- Lunático.
- Estafador.
- Indeseable.
Sobre Callao y Rivadavia, se sientan tres estudiantes: Yasmín (28), Eze (22) y Sofía (26). Son estudiantes de Psicología en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y llevan una bandera que dice: “Psico no finge demencia”. Eze responde qué significa: “Es una respuesta. El coordinador de la carrera, que es radical, a los estudiantes de primer año les dijo que este es un contexto en el que hay que fingir demencia. Le decimos que ni pedo”.
Sofi cita a Charly García en su canción “Bancate ese defecto”, del siempre actual Clics modernos: “Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal. La demencia es un tipo de diagnóstico, y se popularizó hasta banalizarla, hacer como que no pasa nada. Pero no, acá estamos: no nos vamos a resignar con que a Milei lo votó la mayoría, con que hay que quedarse en casa, porque no vamos a entregar nuestro futuro”.
Yasmín y una lectura: “Hay un sentido común que se está creando de quedarnos en casa con nuestros malestares y las noticias que recibimos de la realidad, tristes, a la espera de votar el año que viene mientras los elefantes pasan por atrás. Tenemos que organizarnos y dejar de pensarnos como sujetos atomizados. Dejar de ser individuos para pasar a ser sujetos activos, sin esperar que otros resuelvan los problemas por nosotros”.
En la plazoleta del Congreso, estudiantes de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) demuestran que una protesta también puede ser artística y poética. Un grupo del departamento de Folklore baila tango. Iván (21) y Camila (23) son una de esas parejas: él se vino a estudiar de Chaco y ella, de Río Gallegos. “Quieren a la gente analfabeta -dice Camila-. Por eso son tan crueles. La única forma que tengo de estudiar es la universidad pública: si tuviera que pagar el alquiler, el pasaje de colectivo, más la universidad, no podría”. Suma Iván: “Hoy no te alcanza ni siquiera para comprarte algo para comer”.
Sentadas sobre el cordón, un grupo de estudiantes de la licenciatura de Artes Escénicas tiene una clase abierta de la materia de Dibujo, y están ilustrando la protesta. Julia, 24 años: “Anoche hicimos una vigilia, porque la preocupación es por el presupuesto. Si siguen así no vamos a poder seguir cursando”. Maira, 30 años: “El arte es la base de todo, el dibujo, la ciencia. Todo tiene que ver con la creatividad. Es fundamental ponderar eso, hacerlo visible”. Maira y la crueldad de esta época: “Es una cuestión de poder”. Julia suma: “Quieren ir contra la cultura, la creación de conocimiento y el pensamiento crítico”.
¿Quién gana?
A minutos de la votación, sobre Rivadavia, una de las que espera es Daniela Calarco, militante del MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez), una de las 33 personas detenidas el día de las protestas contra la Ley Bases. Mientras espera definiciones sobre la causa, sigue saliendo a la calle: “Es obligación seguir estando porque defendemos los mismos derechos. Es profundo el convencimiento que teníamos todas las personas detenidas de que lo que hacíamos era lo correcto. Por eso nos seguimos encontrando en el lugar de lucha que es la calle. Les salió el tiro por la culata: donde no había organización sólo generaron más organización y resistencia”.
Tras la votación, las organizaciones que quedan empiezan a desmovilizar. Algunos cantan el himno, otros insultan a la policía. La presencia de efectivos infiltrados y provocadores libertarios provocan corridas que los obligan a esconderse en un local de venta de empanadas sobre Callao. De a poco se acercan las motos policiales, con su consecuente kit de gases, detenciones y cacería. Uno de los detenidos se identifica como canadiense y, como puede, expresa en español: “Yo no estaba haciendo nada”. Otro es Roberto de la Cruz Gómez, quien ya había sido detenido durante la Ley Bases.
Al cierre de la tarde, llega un comunicado de sindicatos docentes universitarios, con firma de CONADU Histórica, CONADU, FEDUN, CTERA, FAGDUT, FATUN y UDA, convocando a un paro el jueves para “consolidar” un “plan de lucha en defensa del salario y el presupuesto universitario”. Subraya que la voluntad popular fue “defraudada” y que “la democracia ha cedido al manejo antirrepublicano de gobernar por decreto del Gobierno Nacional”. Alerta por la conformación de “una alianza política que es incapaz de conmoverse ante el sufrimiento de las grandes mayoría”. Y cierra: “Este Frente Sindical manifiesta nuevamente la voluntad de luchar para defender la universidad pública, la salud y la educación pública, las jubilaciones dignas, por niñeces protegidas y un país igualitario”.
Queda para los días posteriores el análisis de qué ganó el Gobierno con esta votación. Luis, un jubilado de 75 años, uno de los que fue gaseado hace poco en los miércoles de ronda, lo pone en duda con una sonrisa. Tiene dos carteles. Uno dice: “Queso para las ratas”, y sobre el cartón tiene pegados dos pedazos de queso en dos ratoneras. El otro: “Si votaste a Milei cortate las…”, y le sigue el símbolo de una tijera y dos bolas navideñas grises.
“Esto me da ánimo -dice, sosteniendo la sonrisa-. ¿Por qué? Imaginate, con 8000 pesos por día estoy muerto, pero sigo gracias al cariño que me da la gente. Hace un mes Bullrich me lastimó. Éramos 15 y 20, pero mirá todos los que somos ahora. ¡La gente hasta me aplaude! Y no lo digo por ego, o por ser fanfarrón, mirá: el otro día, cuando fui al Bonaparte, llevaba un cartel que decía ‘Milei, pedí turno y hacete atender acá’. Antes no podía salir con carteles, pero ahora todos me sacan fotos”.
Mira al Congreso: “Piensan que están ganando, pero no. Nadie está ganando”.
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Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

La noticia del día: el próximo 18 de noviembre fue citado a indagatoria el policía Pablo Alexis Aldama, sospechoso de haber agredido a la jubilada Beatriz Blanco (foto principal) haciéndola golpear de nuca contra la vereda. Fue algo de lo mucho que dejó este miércoles en el que jubiladas y jubilados marcharon pese a la habitual fumigación de gas pimienta por parte de las fuerzas de seguridad, que vallaron toda la zona de Congreso impidiendo el tránsito. Reflexiones pos electorales, propuestas de exportación, dilemas complejos, carteles lúcidos, cómo combatir el EPOC, y la certeza de seguir en la calle.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org
Beatriz Blanco (en la foto de portada) es la jubilada que fue gaseada y empujada por la Policía Federal el 12 de marzo pasado –el mismo día que el fotógrafo Pablo Grillo fue atacado por una granada de gas lacrimógeno, y Jonathan Navarro por un disparo que le hizo perder la vista de un ojo–.
La imagen de Beatriz golpeándose la nuca contra el suelo dio la vuelta al mundo por lo violento: le causó un traumatismo encéfalo craneano, una herida cortante y problemas oculares permanentes.

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Pero está viva para contarla. Beatriz tiene 82 años y un empuje que no merma ni con un golpe ni con una elección adversa. Este miércoles –como siempre– vuelve a caminar con su bastón cobrizo entre manifestantes y fuerzas de seguridad –federales, gendarmes y policía porteña–.
Sobre el domingo: “La gente ya no cree en soluciones porque ya no cree en nada, hace mucho que no se le da nada. Y además tiene miedo, y eso se nota en que cada vez hay menos gente involucrada, con temor a la represión, a quedarse sin laburo, y ahora encima a que le suban las horas de trabajo. Se van corriendo los límites, así estamos”.
Pero hay un lado positivo del “así estamos” de Beatriz. Este martes 28 de octubre el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 llamó a declarar al presunto policía que la agredió: “Existiendo en autos motivo bastante para sospechar que Pablo Alexis Aldama ha participado en la comisión de un delito de acción pública, cíteselo a los efectos de recibirle declaración indagatoria, fijando audiencia para el día martes 18 de noviembre de 2025”.
Dice Beatriz: “Lo quiero ver, le quiero hablar y decirle gracias. Gracias por pegarme, gracias por romperme la cabeza y el ojo; y gracias por romperme la cadera”. Lo dice con su voz suave y tranquila de siempre, y enfila con su bastón hacia la marcha.
“Será largo lo que viene”
Detrás de Beatriz la Policía Federal va cercando a la gente que reclama en la vereda sobre la plaza de los Dos Congresos a la altura de Rivadavia y Callao, y la intima a pasar del otro lado de la valla.

La frontera en Congreso. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Un hombre –con un gorro en el que se lee “jubilado testarudo”–, se acerca a Beatriz y suspira: “Será largo esto, muy largo”. No habla de hoy sino de lo que vendrá. Habla de la época. Mientras, los federales se acercan un poco más. La mayoría sin identificación. Se arrima otro jubilado y se arma una especie de asamblea que reflexiona sobre los comicios recientes: “Nos va a costar un pulmón o dos todo lo que viene, todas las reformas que el gobierno intentará hacer”. Otra voz plantea entre el sonido de redoblantes y trompetas: “La mayoría del pueblo eligió seguir estando mal por miedo a que se descontrole todo esta semana”.
La Policía Federal termina de acorralar a los pocos manifestantes –y a los muchos fotógrafos– que aún quedan del lado del Congreso hasta terminar de cerrar la hilera de vallas. A la tensión le sigue una serie de gaseadas que deja a 11 personas heridas, según la Comisión Provincial por la Memoria.
Otra jubilada, señalando a la policía: “A esta gente la compadezco: sus dirigentes haciéndose los guapos en canales de stream y ellos acá poniendo el cuerpo”.

Geopolítica. Foto: lavaca.org
La pierna de Fernando
Fernando Quintero caminaba por la vereda y fue atropellado hace 9 años por un colectivo que había perdido el rumbo. Le amputaron la pierna derecha.
“Pero hace cuatro meses me sacaron la pensión” cuenta a lavaca, y al contarlo se le inundan los ojos celestes. Fue una segunda amputación.
¿Cuánto era la pensión? “263.000 pesos”.
¿Y cómo sigue la cuestión? “Me dieron un turno para que un médico certifique que no tengo una pierna. El turno es para abril”. Todo ocurre en órbita de la ANDIS, agencia de discapacidad de notoriedad pública. Gracias a la aplicación de este tipo de motosierra, el gobierno sostiene que logra equilibrio fiscal.
Tal vez esta foto sirva para que alguien certifique antes de abril que a Fernando Quintero le falta la pierna derecha. Y que le devuelvan la pensión.

Fernando Quintero. Le amputaron una pierna, y la motosierra oficial también le mutiló la pensión de 260.000 pesos. Lo citaron en abril, para certificar que le falta la pierna derecha. Así se logra el equilibrio fiscal. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
“Llenar las calles de pasos”
Mientras tanto, dos drones de las fuerzas de seguridad sobrevuelan la escena. Filman desde arriba lo que expresa otro jubilado en un cartel: “Derrotados son los que dejan de luchar”.
También graban a Carlos, 73 años , con un cartón en las manos pensando en lo que pasó en las elecciones, pero sobre todo mirando a futuro: “Acá no se rinde nadie”. Lo justifica cuando habla: “Por un resultado electoral en contra no se desarma el reclamo. Al contrario. Hasta que no haya una mejora en los remedios y en las jubilaciones esto va a seguir y se va a incrementar porque seguirán mandándose cagadas. Yo confío en que el pueblo va a reaccionar”.

Jubilado gaseado. Hubo un total de 11 heridos. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Alicia, de Jubilados Insurgentes, resume cómo estamos: “En las ciudades inundadas, como Bahía Blanca, Milei no les dio un peso y ganó igual. Es difícil de comprender. Somos masoquistas”.
Y comparte su alternativa: “Hay solo una salida: llenar la calle de pasos”.
Motosierra, medios y comercio exterior
Eduardo tiene 79 años, cumple 80 el 30 de marzo. Leva un gorro piluso y un cartel que es una propuesta de comercio exterior: “La solución argentina: exportar libertarios a los Estados Unidos ¡hasta agotar el stock!”

Eduardo. A los 9 años lo mandaron del colegio a su casa porque se producía el bombardeo de las FF.AA a Plaza de Mayo. «Así que estamos acostumbrados, siempre peleando».Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Es un hombre de sonrisa fácil: “Los medios de comunicación hacen un aporte importante a la confusión, a que la agente no razone. Te dicen que es mejor esto que lo otro, pero no está muy claro qué es lo que está bien o lo que está mal. Te hablan del peronismo, y yo pregunto: ¿se entiende qué es el peronismo? Entonces es difícil. Por eso lo que me parece importante es seguir acá, sin resignarse, tratando de lograr lo mejor”.
Cree que es una época complicada. “Pero mirá: cuando yo tenía 9 años iba al colegio que está frente a Plaza Lavalle, al lado del Colón. Y un día nos mandaron a todos para casa. Habían empezado el bombardeo a Plaza de Mayo de 1955. Duró cuatro horas. Mataron como a 300 personas o más que iban por la calle tranquilamente. Uno no se puede olvidar nunca de algo así. De cómo mataron. Pero se peleó, se peleó después cuando fue la proscripción, cuando estuvieron los militares, cuando estuvo Menem, después en el 2001”.
Fernando trabajó en mil oficios. Fue empelado en casas de cambio, vendedor en comercios, y tuvo un oficio por el que merecería un lugar en el gabinete nacional: vendía y reparaba motosierras en el Once. “Pero eso me enfermaba, por el humo de los motores”. Tuvo otro negocio de venta de repuestos de autos. “Pero me fundí en la época de Menem, con todo lo importado”.
Pone una mano en el hombro del cronista: “Así que estamos acostumbrados. Siempre peleando”.

Cacerola y máscara antigas. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Un camino entre quienes piensan parecido
Rubén y Mario integran el Movimiento Activo de Trabajadores y Jubilados (MATyJ). “Hay una clase media y un sector muy pobre con miedo a perder lo poco que tiene”, piensan. Recuerdan la época de Carlos Menem: “En el 95 le llamamos el ‘voto cuota’, muchos sectores votaron por miedo a que todo explote”.
Keiko, también de Jubilados Insurgentes: “El peronismo no tiene programa. La Libertad Avanza tiene: te vamos a hacer mierda. Es su programa. ¿Y los otros? ‘Freno a Milei’, te dicen. Eso no es un programa. Hasta Menem tuvo una propuesta, con salariazo y revolución productiva, que después fue todo mentira. Y otra cosa: ¿cómo el candidato va a ser Taiana, que tiene mi edad? ¿Por qué no ponen a otro pibe como vos?”. Alguien la escucha y observa: “La derecha sí se renueva”.

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
El sacerdote Francisco Olveira, o padre Paco, está frente a la policía. Piensa dos cosas: “Una es que el apoyo de Trump y Estados Unidos influyó mucho porque hasta yo, si no pensara como pienso, votaría a Milei porque la sensación era que se iba todo a la mierda, lo cual no quita que eso ocurra, pero más adelante”.
¿Y lo otro? “Lo otro es que hay muchos hijos de puta, con perdón de las chicas de AMMAR que quiero mucho, que les importa un carajo el 3% de Karina, que promulguen leyes sin financiamiento, lo que le hacen a la gente del Garrahan, a los jubilados, a las personas con discapacidad”. Sintetiza: “Muchos que solo votan a otro hijo de puta”.
El padre vive en el asentamiento Esperanza, en Merlo, oeste del conurbano. “Los sectores más pobres que habían votado a Milei se dieron vuelta, salvo este sector que te marco. Te cuento un ejemplo: la provincia está completando una obra que tenían que hacer las ISU (Integración Socio Urbana) a nivel nacional, y un vecino que es mileísta sacó fotos trucadas diciendo que como habían perdido las elecciones, se estaban llevando las máquinas”.
Paco mastica bronca, pero dice que la salida es seguir estando en la calle. ¿Y hacia dentro? “Me gustaría que Bregman y Grabois se sentaran a charlar. Debería ser un camino, entre quienes pensamos más o menos lo mismo. Pero no sé si pueda darse en nuestra Patria”.

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
“Si tirás la toalla, perdemos”
Guillermo, 77 años y vecino de Ituzaingó, es jubilado metalúrgico. Estuvo algunos miércoles sin venir porque tiene EPOC y está medicado. Tiene un cartel con dos palabras: “Voto luchar”. Piensa que hay mucha gente que sabe que está mal, pero no quiere estar peor: “Saben que el peronismo no es alternativa porque no luchó en dos años. La CGT, tampoco. Pero la izquierda algo creció: siempre está acá y eso se paga. Conozco muchos peronistas: hay gente enojada con su dirigencia, porque perdieron y se dividieron más: se peleaban por octubre, ahora se van a pelear por las elecciones de 2027, pero no están peleando con la gente acá. Si hubieran hecho algo, ganaban con todo el apoyo”.
-¿Por qué seguís viniendo con tu EPOC y todo este contexto?
-Venir acá te cura, te da pila, es un remedio. Te mantiene ligado con tu realidad. ¿Voy a sentarme en una silla de paja a ver cómo pasan los vecinos por la ventana? ¡Me pego un tiro! Hay que creer en la lucha, creer en las calles. Hay que subir al ring aunque te caguen a sopapos, porque si tirás la toalla, perdemos. Nosotros vamos por el round final.

Imagen en la plaza de Congreso.Foto: lavaca.org
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Mapumundi: Lef y una cartografía de la situación mapuche
Lefxaru Nawel es ciudadano argentino de nacionalidad mapuche, werken (vocero) de la comunidad, abogado, profesor universitario, rockero y papá, entre otras cosas. Fue uno de los detenidos en julio por reclamar que se cumplan las leyes. Su mirada sobre el gobierno de las corporaciones, Occidente, el fin del cinismo, los cascarudos, el racismo y el odio, el progreso, el fracking, la pobreza, el agua, Vaca Muerta, la democracia y algunos datos sobre las utopías y el futuro. Por Sergio Ciancaglini.
(más…)Actualidad
Elecciones 2025: la noche de las urnas

El gobierno obtuvo el 41% de los votos en la elección de medio término con menor índice de participación desde el regreso de la democracia. El enigma es qué cosas se acomodan y desacomodan a partir de este lunes en el que la vida continúa, aunque no está claro todavía de qué modo. Estuvimos en los búnkers y sus alrededores, que tal vez brinden algunas pistas sobre lo que se viene.
Por Lucas Pedulla, Franco Ciancaglini y Claudia Acuña
Fotos: Lina Etchesuri y Juan Valeiro
La calle del búnker
La primera en llegar fue Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad, futura senadora, con una sonrisa que escondía el 50 por ciento de votos que sacó en la Ciudad.
Luego fue el presidente Javier Milei, que levantó un cartel que decía, de un lado, “las fuerzas del cielo – Virrey del Pino”, y del otro, “el futuro es en libertad”.
En tercer lugar, el ministro de Economía Luis Caputo.
Finalmente, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, acompañada del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dos que tampoco escondían buenos gestos: «Estamos contentos», dijo la hermana.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Todavía faltaban tres horas para que los primeros –y definitivos– resultados se multiplicaran en los cientos de celulares encendidos en la esquina de Córdoba y Maipú, frente al Hotel Libertador, convertido nuevamente en búnker de La Libertad Avanza en estas elecciones de medio término que tuvieron una participación del 67,8% del electorado, el número más bajo desde el regreso de la democracia en 1983. Hasta hoy, la baja participación en cada elección desdoblada hacía suponer que el perdedor era el oficialismo, ya que la ausencia se medía desde ese electorado desencantado con las políticas del gobierno.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Pero este domingo el mapa de la Argentina coloreado de violeta casi por completo hizo quemar todos los manuales una vez más, en un país cuya capacidad de asombro no tiene techo ni tampoco umbral de dolor. Y ni hablar del principal golpe: la victoria por menos de un punto (apenas 46.612 votos, al cierre de esta nota) en la provincia de Buenos Aires, principal bastión electoral por su caudal, lugar donde LLA se había comido una paliza de 13 puntos en las elecciones desdobladas de septiembre.
Una lectura rápida indica que, en territorio bonaerense, Fuerza Patria sacó 261.000 votos menos y LLA, 881.000 más. Un fiscal libertario comenta su sorpresa en esta calle que comienza a cantar sus primeros versos –»kuka tira piedra»– y lo dice abriendo bien grandes los ojos después de haber estado todo el día en una escuela de Pilar, norte del conurbano bonaerense: «Perder por seis puntos era un buen resultado, imaginate esto».

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Esto es, ni más ni menos, que le dieron vuelta la elección al peronismo, como pasó en su escuela. Su interpretación: «Hay una ancha avenida del medio que ve linealmente que el peronismo ganó y subió el dólar, aumentaron los precios y que el país se va a incendiar. Por eso, salió a votar». De todas formas, la participación fue baja, algo que tendía a perjudicarlos: «Te digo algo, porque hoy lo vi: para mí los que no fueron a votar son los del peronismo. No te olvides que ellos siguen su interna». El fiscal se mete a los festejos. Algo de ese antikirchnerismo y antiperonismo reloaded es lo que incita a estas cientos de personas a entonar con voz ronca: «Che Peluca, peronismo y kirchnerismo no queremos nunca más».
Por la avenida Córdoba pasan colectivos, autos y taxis que tocan bocina y sacan sus cuerpos por las ventanas que estimulan esa excitación. Por allí celebra Carlos, 45 años, vendedor de banderas con el logo del león, discapacitado y medicado, que lamenta la gente que tiene que salir a pedir por la emergencia: “Cuando se hagan auditorías y todo esté bien, la plata va a estar”. Vino de Berazategui, sur conurbano, donde votó la lista que seguía teniendo como cabeza a José Luis Espert, acusado de recibir dinero narco: “Mirá, si a mí me compran una bandera, yo no sé de dónde viene la plata. Si hizo algo, que pague”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
El efecto Espert no se siente para nada. Las respuestas son pragmáticas: si robó, que lo metan preso. Luis, + 40, vino de Quilmes, también del sur, es herrero y dice que le está yendo bien: “Fui, voté esa lista, pero le creo a Milei, porque quiero un cambio, un futuro para mis nenes. Vamos a ver qué pasa. Pero mi apuesta es el cambio”.
Kevin, 24 años, es barbero, vecino de Recoleta: “Espert es un tipazo, pero si sos delincuente, adentro. Tiene que hacerse cargo, aunque todavía hay mucho que investigar”. Miranda, de 22, trabaja en una tercerizada, y vino con él: “Sí, él dijo cárcel o bala, entonces que se haga cargo: la ley es para todos igual, para mí, para él, para Karina o para Milei”.
Así es la doctrina liberal libertaria, explica Kevin, que dice que está en los mejores años de su vida: “No somos Suiza, somos un país pobre, estamos nadando en la profundidad pero de a poco estamos sacando cabeza. Hay que ponerle garra”. Para Miranda, la elección es fundamental para que “Milei siga con las reformas” y que el Congreso no se las trabe, “como los vetos”, aclara.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Algunos de ellos fueron por la emergencia en discapacidad, el financiamiento universitario y aumento de las jubilaciones. “¿Pero de dónde va a salir la plata?”, repregunta, en uno de los clásicos argumentos de Milei, al punto de posponer la reglamentación de las leyes.
¿Pero no se contradice con las retenciones cero a los agroexportadores? Miranda no titubea: “Es una apuesta para que entren dólares al país”.
Luis, en sus sesenta, es jubilado y tiene una “artritis brava”, por lo que camina con dos muletas sujetas a sus antebrazos. Lleva una remera de Milei de las elecciones 2021, cuando entró al Congreso por primera vez. Plantea una lógica microeconómica, bien de hogar, que se repite con eficacia en otros entrevistados: “Sé que el mejor ministro de economía soy yo. Si gano 100 y gasto 120, el problema soy yo. Todo arranca desde el hogar. No digo que Milei es papá y nosotros los hijos, pero está ordenando la casa. Hay que tener conciencia. El gobierno anterior jubiló gente a mansalva y mis familiares peronistas me dicen que me van a sacar la pensión, pero acá estoy. Es inútil entender la desgracia de los que apoyan al gobierno anterior, pero bueno: tenemos cuatro generaciones criadas en la vagancia. Movilizaban gente por migajas. Así la acostumbraron”. Sobre Espert, no duda: “¿Y quién lo acusa? ¿El setentista extremista de Taiana? ¿Por qué llegó la dictadura? Y vamos, no fueron 30 mil: el peronismo mató más gente con la pandemia que el militarismo”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Beatriz, en sus veintis, es cordobesa pero vive a la vuelta del Hotel hace un año. No votó, porque todavía no hizo el cambio de domicilio, y trabaja en el rubro textil. “Está bravo. La venta, todo. Muchos esperando a ver qué pasa hoy. Algunas competencias nuestras nos dijeron que tenían un botón para pausar páginas y ver qué iba a pasar con las elecciones. Por el dólar, viste”. Pero ella, que no votó, igual banca: “Es más que nada un cambio”, repite.
Tema jubilaciones, economía, discapacidad: “Milei está hace dos años. ¿De quién es la culpa? ¿Del anterior, del nuevo, o del próximo? Yo perdí el año en mi universidad, hace dos años, porque no paraban de hacer paros. Y no fue por hoy”. Cuenta que tenía un abuelo radical y otro peronista, que hasta el último momento cantó la marcha: “Me contó que era policía en el Cordobazo, pero que ese día dejó el servicio porque no iba a reprimir al pueblo”. Le pregunto si sabe que ese 29 de mayo de 1969 estudiantes y obreros salieron a las calles en contra de una política económica de características similares a la de hoy. “Es verdad”, dice Beatriz y sonríe, aunque revolea los ojos. “Pero así es Argentina: cíclica”.
La euforia sigue.

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De todo lo que esta calle de esta Argentina cíclica vuelve a mostrar, como ya lo hizo en este mismo lugar durante el balotaje de 2023 con personas de barrio que no eran sólo aquellos vestidos de Jason y Jokers dispuestos para la foto satírica o la burla progre, los principales flashes apuntan a una nena, toda vestida de violeta, en brazos de su madre. La chiquita, con un brazo, la abraza, y con el otro agita una motosierra –también violeta– hecha con telgopor y con algunas firmas escritas con fibrón negro. “Son de Milei”, dice Sol, su mamá, comerciante del barrio porteño de Villa Crespo. Su hija, llamada Isa, y de tan sólo 7 años, la agita, feliz, y solo canta, como estas ¿doscientas?, ¿trescientas?, personas, dos palabras:
–Cristina tobillera.
Una reportera de RTVE de España la mira, por largo rato, como queriendo entender ese entusiasmo, esa sonrisa, ese fervor. Le pregunta a Sol, de 40 años, qué siente.
Ella pronuncia, entre el medio del ruido, la palabra esperanza.
La reportera la mira, con esos ojos ajenos, tan de otro país, como quizá millones estén mirando ahora estos resultados, esta noche, este fervor, que no se mide en algoritmos ni tampoco en marchas, pero que está ahí, tan a la vista, tan al lado, una vez más.
Los puntos y el knock out
Los puntos que se descontaba Fuerza Patria le sacaría a LLA en la provincia de Buenos Aires fueron bajando con el correr de las horas: de 10 a 5 puntos de diferencia, de 5 a empate. Había un cóctel programado que rápidamente pasó a estar en duda, lo que hizo que la prensa se abalanzara sobre los últimos sánguches de fiambre, con una voracidad que mataba la espera y el nerviosismo en un Hotel Gran Brizo de La Plata, dominado por el silencio y las caras largas.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
Mientras tanto, llegaba por whatsapp el conteo de mesas de otras provincias con mejores números para LLA y se instalaba la idea de una elección nacional pareja. Tampoco fue así. A las 20 ya se hablaba de derrota. Y a las 21, con los primeros resultados, la sorpresa fue que se perdía incluso en la provincia de Buenos Aires. Fue knock out.
Indicios: más temprano el “cuervo” Larroque, Carli Bianco y Gabriel Katopodis habían llegado juntos al hotel-búnker y evitaron hablar con la prensa. El hermetismo duró hasta que el gobernador Axel Kicillof dio su discurso a las 22.30, después del de Milei. Los que dieron la cara ante los cronistas no fueron los candidatos bonaerenses sino algunos sindicalistas, que ocuparon un palco al costado del escenario principal.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
Hugo Yasky fue el primero en contestar a la prensa tras los resultados: “Se ratifica un escenario de polarización a nivel nacional; quedan de pie dos grandes fuerzas. Evidentemente, la operación rescate del gobierno de Estados Unidos a Milei tuvo efecto”.
-¿Las listas estuvieron bien armadas?
-Si gana un candidato que tuvieron que bajar porque está sospechado de ser narco, fijate que la cosa no pasa por ahí.
-¿Hay autocrítica?
-La vamos a hacer con la seriedad y el tiempo que se merece.
-¿Le da la razón a Cristina el resultado?
-No, no se trata de eso. Este resultado demuestra que La Libertad Avanza terminó de incorporar al PRO y a gran parte de los votantes del radicalismo.
-¿Cuál es la propuesta para lo que viene?
-Necesitamos fortalecer la unidad y pensar una propuesta hacia la gente- finaliza Yasky.
Que esos sigan siendo temas pendientes tal vez explica parte de lo ocurrido este domingo.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
La gente
Tomasa, arquitecta, es una de las tantas anonadadas con el resultado:
-No me lo imaginaba, pero bueno, es parte de la presión que sembró Estados Unidos, ese temor de que si Milei no ganaba… Yo creo que la gente votó con ese miedo, con esa hipótesis.

Tomasa, sus banderas y reflexiones sobre la gente, Taiana, Kicillof y Cristina.
Agita dos banderas argentinas, una en cada mano.
-Al peronismo esto le tiene que dar fuerzas.
-¿Y el antiperonismo?
-Una elección más, una menos, no importa: el tema es que esto implica la entrega de soberanía, del agua, de los ríos, del petróleo.
-¿Y por qué la gente no vota por eso?
-No lo quieren ver.
-¿Quién te gusta?
-Taiana: no le pudieron hacer una campaña en contra.
-¿El gobernador?
-Me consta que se está haciendo cargo de lo que abandona el Estado nacional, como el Astillero Río Santiago.
-¿Y Cristina?
-Me está demostrando que tenía razón en muchas cosas.
-¿Qué falta?
-Intuición. Y amor. Lo contrario del amor es el miedo.
“No puede ser”, repite a su lado Andrea, que cree que en los números finales “hay algo raro”. Primero habla del sistema de votación –por primera vez en formato de boleta única–pero luego reflexiona sobre la mezcla entre estrategias electorales y errores propios.

Andrea, su sobrina (con bolsos listos para irse a Europa a buscar trabajo y horizonte) y Soledad.
Comenta que algunas colegas enfermeras suyas votaron a Milei por una razón: “Quieren un cambio”. A su lado, su sobrina psicóloga ya tiene listos los bolsos para irse a vivir a Europa. Explica: “Los efectos de esto van a durar muchos años”. Menciona otra calidad de vida, la posibilidad de ejercer, más oportunidades.
Acá la van a estar esperando…
-Vamos a seguir laburando para que esto se termine– dice Andrea.
Pero Soledad, su amiga, acota:
-Si llegamos.
Habla, literalmente, de la muerte.
-Hicimos algunas cosas mal, es cierto. Pero estos… Spagnuolo, lo de Espert… no entiendo.
Vienen de ver a Cristina en el balcón de la calle San José, y ahora están bajo una llovizna esperando a Kicillof. Las sigue moviendo el amor, frente a lo que consideran odio ajeno:
-Es una lástima, porque la pagamos todos. Se llevan todo. Y este desastre va a durar años.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
Otro de los que está pegado a la valla es Martín, a la espera de que salgan los dirigentes “para reconocer que se perdió”. Para él también “hay algo raro: no me cierran los números”. No lo puede creer.
Es jubilado, exferroviario. Cuenta que se le acercan personas a pedirle comida en un pequeño local con el que complementa sus 600 mil pesos de jubilación (tras 40 años de aportes).
-Me da pudor, me da vergüenza que la gente pida para comer. Lo que está pasando no tiene precedentes.
Habla del mismo ministro de Economía que endeudó al país con Macri primero, y ahora, en nombre de las finanzas. Y vuelve a sacudir la cabeza en señal de incredulidad:
-Si vos me decís: ganó porque hizo obras… ¿qué obra hizo? Los jubilados, los discapacitados estamos por el piso.

Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
-¿Cómo se explica?
-No tiene explicación, no me va a entrar en la cabeza. La miseria que hay en la calle, no hay trabajo. Endeudaron al país y metieron a Cristina presa. ¿Y ellos? Son estafadores, son evasores, y no dan explicaciones. ¿A quién beneficiaron? Solamente los peronistas van presos.
Sobre ese tema cuenta: “Soy peronista por mi papá. Me crié en los 70, en una casa donde escondían la foto de Perón y Evita porque te perseguían”. Ahora se expresa libremente acá, pero también se siente en una encerrona: “Hay algo muy oscuro, muy turbio. Estos tipos no me merecen ningún respeto, porque no respetan al pueblo”.
-¿La gente se va a dar cuenta de eso?
-No. Porque la justicia que tenemos en Argentina es in-justicia. Hay que empezar de nuevo muchas cosas. No es solo esperar las próximas elecciones.
Otro de los que aceptó hablar con lavaca fue Héctor Daer, secretario general de la CGT.
-Le escuché decir que en una elección se gana o se pierde por un voto, pero que no hay que andar con caras largas. Ahora bien, ¿cómo pensar la composición del Congreso?
-Los números siempre van a depender de un sector que pendule, el mismo que hoy votó “por afuera” o “por el medio”, entre comillas. Es ese sector que dice “no estoy de acuerdo con esto ni con lo otro”, pero después termina votando todo. Esos sectores van a tener que refrendar en el Congreso los discursos que tuvieron durante la campaña. Fijate que desde el último trimestre del año pasado el oficialismo tuvo fracaso tras fracaso en el Congreso. Y con algo inédito: se ven obligados a promulgar una ley porque el Congreso les rechazó el veto, pero dicen “hasta que no me digan cómo se financia, no la aplico”. Eso no se vio nunca en la Argentina. Son cosas que la democracia tiene que resolver. Que en plena campaña el propio Presidente diga que lo único que aspira es a tener un tercio para sostener sus vetos habla de la poca creatividad y de la escasa consideración por el Poder Legislativo. Muchas de las cosas que estamos viendo son insólitas.


Fotos: Lina Etchesuri/lavaca.org
-Después de septiembre, ¿cómo se explica este resultado? ¿También es la gente eligiendo esas cosas insólitas?
-No hay que enojarse con el votante. Tal vez nos equivocamos en el debate. Desde el movimiento obrero, en 2023 fuimos claros sobre lo que se venía, pero parece que no alcanzó. Ahora veremos los resultados y analizaremos en qué nos equivocamos.
-¿En qué sentido hubo errores?
-El peronismo tiene representación sobre sectores muy heterogéneos. A veces concentramos el discurso en los derechos laborales, las conquistas, pero eso representa solo una parte de la población. Hay otro sector que no goza de esos derechos, y en esa heterogeneidad quizás no logramos universalizar el mensaje, hablarle a más gente. No es fácil, porque hay que unificar el discurso, definir qué hacer. Y parece que eso no se hizo.
-¿Cómo se puede corregir de acá en adelante?
-Hay que laburar para lograrlo. Si no fuéramos optimistas, estaríamos todos en casa tomando el último mate y yéndonos a dormir. Pero somos optimistas, y por eso seguimos acompañando.
¿El armado electoral o la estrategia pudieron haber sido mejores?
-Cuando se firman las listas, todos son los mejores y las mejores, ¿no? Pero bueno, después la realidad te acomoda.
-¿Cómo estará la calle de acá a diciembre?
-La calle va a tener un termómetro que tiene que ver con las cuestiones sociales, más que nada. La legitimidad electoral no te da legitimidad absoluta para hacer lo que se te ocurra. Esto es día a día.
-¿Hay un paro en el horizonte?
-Por ahora no. Ya vimos en el último paro que hubo un sector grande que no pudo movilizarse porque cobra por día trabajado. Entonces las dificultades para vaciar todo con medida fuerza no son las mismas que antes.
-¿Y si el oficialismo avanza con una reforma laboral?
-Ahí sí. Ahí vas a tener a todos los trabajadores encolumnados. Olvidate.

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La jornada terminó a las 23 horas, después de que hablara Axel Kicillof, único orador, ladeado por la vicegobernadora Verónica Magario. Hizo una lectura de las elecciones bonaerenses (“muy ajustada”), le habló al gobierno y dijo que hay que redoblar el esfuerzo para construir una alternativa: “Ni miedo ni resignación. Más esfuerzo, más militancia y más trabajo. Vamos a usar todos los recursos para seguir funcionando como escudo y como red. Pero además de ayudar y proteger, es nuestra obligación construir una alternativa que le muestre a nuestro pueblo que hay otro camino”.
En el escenario lo acompañaron Máximo Kirchner, Sergio Massa y Juan Grabois, entre otros. Finalizaron cantando tibiamente la marcha peronista.
Mirando a la izquierda
Es más importante transformar que interpretar, proclama el principio básico del marxismo, pero lo que este domingo impregna el primer piso del club vasco donde se reúne la dirigencia y militancia del Frente de Izquierda es el aroma de la prudencia, a pesar de tener algo para festejar: una diputada por Capital (Myriam Bregman) y dos por provincia de Buenos Aires (Nicolás Del Caño y Romina Del Pla). La cosecha porteña fue importante: en mayo fue de 3,6% y hoy, el 9%, mérito sin duda de La Rusa, como apodan a Bregman.

Fotos: lavaca.org
La cautela la siembra el contexto: no es el Congreso de la Nación el escenario de ninguna transformación. “Es la calle”, dirá Del Pla, sin dudar y aferrándose a la memoria reciente “Lo mismo sucedió con Macri, que ganó las elecciones de medio tiempo y envalentonado quiso imponer la reforma laboral y jubilatoria y así le fue después”.
Juan Carlos Giordano –quien reemplazará a Del Caño en la rotación de su banca como diputado nacional– suma otras cuentas: “La gente que no fue a votar representa casi diez millones”. En su mirada esa cantidad hay que facturarla también a la oposición al gobierno, junto con el casi 60% que eligió otras fuerzas. ¿Será así? Para Cele Fierro no hay duda: “Solo hay que mirar un poco lo que sucede en el resto del mundo donde al mismo tiempo que la ultraderecha llega a controlar los aparatos de gobierno también hay una multitud que no deja de expresarse en las calles para defender otros valores”. Por ahí, creen, pasará lo que transforma: el voto con los pies.

Fotos: Lina Etchesuri/ lavaca.org

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