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Veto confirmado contra el financiamiento universitario: el triunfo de la derrota y el fracaso del éxito

El resultado: 160 votos en la Cámara de Diputados intentaron mantener la Ley de Finaciamiento Universitario contra 84 a favor del veto dictado por Javier Milei, y 5 abstenciones. La primera reacción: este jueves habrá paro en las universidades del país y proseguirán las tomas estudiantiles. Detalles de la jornada, lo que plantean desde los gremios universitarios, dos frases de un diputado del PRO, y un final ya clásico con la policía capturando a unas 10 personas –varias de ellas menores que fueron liberadas– con un saldo hacia la noche de 6 detenidos por el enfrentamiento con un libertario y supuesta “resistencia a la autoridad”. Entre aparentes triunfos y posibles derrotas políticas, en la calle un jubilado brindó a lavaca un breve editorial de tres palabas mirando hacia el Congreso: “Nadie está ganando”.
Por Anabella Arrascaeta, Sergio Ciancaglini, Lucas Pedulla. Fotos: Fotos Juan Valeiro/lavaca.org
El empleado del Congreso murmura la información: “Sale el veto temprano”. La consulta: “¿En serio?”. La respuesta: “Y… la casta”.
Eran las 11 de la mañana. A las 15.30 el veto estaba confirmado. Ganaron la votación quienes intentaron sostener la Ley de Financiamiento Universitario por 160 a 84 (con 5 abstenciones) pero la perdieron al no alcanzar los 2/3 necesarios de los votos para frenar el veto de Javier Milei.
Hubo 27 oradores. Votaron por la Ley UP, UCR, FIT, Encuentro Federal, Coalición Cívica, los diputados de Santa Cruz y la ex LLA Lourdes Arrieta, y en favor del veto principalmente LLA, PRO, los llamados “radicales con peluca” que antes habían apoyado la Ley y esta vez votaron en contra, salvo un oportuno ausente, y el apoyo de los supuestos peronistas que obedecen al gobernador tucumano Jaldo y al catamarqueño Jalil, que negoció algo con la Casa Rosada y ordenó a su diputada Fernanda Ávila (secretaria de Minería durante el gobierno anterior) no bajar al recinto.

La empresa de demolición
La diputada Arrieta era profusamente entrevistada mientras en las pantallas del Salón de los Pasos Perdidos se veía a Miguel Ángel Pichetto cuestionando el veto de Milei: “Creen que ganan, pero en realidad pierden, inevitablemente pierden, como perdieron con un sector muy importante de la sociedad argentina que son los jubilados”.
Sobre el programa económico el legislador activó las metáforas: “Es un barco sin luces en el mar, un tren que no llega a ninguna estación, una sociedad anónima de destrucción masiva de lo poco que nos queda de un poco de bienestar del Estado argentino. Una empresa de demolición S.A».
Un rato más tarde el diputgado deUP Eduardo Valdés recordó que Alejandro Finocchiaro (del PRO, ministro de Educación durante el macrismo) fue profesor y decano en la Universidad de La Matanza. Finocchiaro, al ser aludido, pidió la palabra porque no estaba en la lista de oradores, y dijo un par de cosas reveladoras. “Si en una disputa de poder yo tengo que elegir entre votar con el populismo que ha dejado el efecto devastador de una guerra en la RA, o un gobierno que me habla de prosperidad, de libertad, de hacer grande a la Argentina de vuelta, señor presidente, yo me corto la mano antes de votar con el kirchnerismo”. La oración muestra el fondo del sentido de su voto, aunque es poco probable que se corte la mano, promesa que también viene incumpliendo el primer mandatario.

Luego Finocchiaro admitió algo más complicado todavía: “Acá estamos hablando de una disputa de poder y de un mensaje que este recinto va a dar a los mercados internacionales, a los inversores que tanto necesitamos y a las consultoras de riesgo«. Traducción posible: el veto no tiene ningún componente propositivo, educativo o de futuro, sino la intención de pagar deuda externa y, supuestamente, mostrar el déficit cero como imán para posibles inversiones. Dijo luego Leopoldo Moreau (UP) a lavaca: “Finocchiaro fue el más sincero. Dijo que votaba para cumplir con los mercados. El tema no es la Universidad pública, ni cumplir con la sociedad argentina, sino si se cumple con el FMI y los acreedores privados y los inversores invisibles. Digo esto porque por un lado no hay inversores, y por otro se están yendo empresas muy importantes del país”.
La falta de llegada de dólares indica que en el exterior no se ve con serenidad el nivel de conflictividad que genera el propio gobierno (cosa que hasta un ex aliado como Pichetto había advertido) y eso explica la salida de los lingotes de oro para poner como garantía de futuros préstamos. En varios sentidos, los triunfos oficialistas podrían incubar sus derrotas de los próximos tiempos. En el Salón de los Pasos Perdidos Arrieta era desplazada de las cámaras por Fernando Iglesias, hasta que Martín Menem llamó a votar.
Tras el voto, flotó una idea: el gobierno se maneja con vetos, que luego no encuentran en Diputados los 2/3 para frenarlos. Esa es la política, que a la vez consolida una minoría parlamentaria que en cada votación depende de nuevos arreglos y negocios que a la vez van cebando cada vez más a diputados sinuosos.
¿Qué gana el PRO con todo esto? No se sabe del todo el contenido de los últimos encuentros entre el asesor y cerebro oficial, Santiago Caputo, y el dirigente y ex empresario Mauricio Macri. Alguien menciona en Diputados: “Al PRO ya no le queda otro camino que alinearse tras Milei”. También cunde la teoría sobre la intención de Macri de colocar ministros propios que expandan su poder y capacidad negociadora, y compensen a su enemiga interna Patricia Bullrich, convalidando la política de casta tan poco casta del actual oficialismo.
En cualquier caso, el macrismo queda incluido en esa noción de que quienes creen que ganan algo, tal vez están quemándolo todo.

El aumento que los docentes niegan
El gobierno había anunciado la noche anterior un aumento del 6,8% a docentes y no docentes de las universidades, como para diluir la conflictividad ante el día de la votación, cosa que repitieron todos los diputados que votaron por el veto. Una curiosidad: el gobierno suele reclamar que quienes piden fondos expliquen de dónde saldrán (como si no fuese el propio gobierno el encargado de tal tarea), pero en este caso aplican el 6,8 sin que se conozca el origen, pero demostrando, al revés de lo que decía Milei, que sí hay plata, que usan en equipos bélicos obsoletos o en alimentar a los servicios de espionaje interno, por nombrar dos cosas.
Francisca Staiti, Secretaria General de CONADU Histórica diría más tarde a lavaca: “Lanzamos este paro de 24 horas para mañana jueves como reacción inmediata de repudio al veto, porque era necesario responder ante esta atrocidad. Mañana hay reunión del Frente Sindical para analizar la situación y en un rato tenemos reunión de la mesa de CONADU Histórica en el mismo sentido.
¿Qué diferencia hay entre lo que anunció el gobierno ayer y lo que proponía la ley?
Nosotros teníamos paritarias docentes y no docentes en paritarias diferentes, porque tenemos un convenio colectivo de trabajo diferente. Paritábamos sin ser considerados empleados estatales porque no lo somos. La lógica de este gobierno es ponernos en la misma paritaria a docentes y no docentes y la pauta salarial que están intentando imponer es la de empleado público.
¿Y ahora?
La situación actual es que nuestra paritaria está desvirtuada, en enero recibimos 0% de aumento, por eso necesitamos una paritaria que contemple recomponer salarios. La ley decía que nuestro salario se recomponga de acuerdo al índice inflacionario, que es como veníamos paritando hasta ahora: con el gobierno anterior hacia final de 2023 logramos equiparar. Hoy estamos 60% por debajo. El aumento que anunciaron no soluciona el tema, porque la ley lo que hacía era recuperar.
En el comunicado de ayer se habla de un retroactivo, ¿no es así?
No hay retroactivo. Lo que hay es un 6,8% de recomposición, como el de los empleados estatales.
El retroactivo lo anuncian sobre la la garantía salarial.
¿Qué es?
La garantía salarial docente es lo que garantiza que ningún docente cobre menos que la canasta básica, eso es lo que publicó ayer Capital Humano, no sabemos cuál es el monto, si se va a tomar de referencia la canasta básica o si se va a tomar el decreto que ya existe de garantía salarial que se aplica a docentes en la paritaria nacional. Pero sobre eso hay un agravante: ese decreto está firmado el 22 de agosto pero no tiene fondos para pagarlo. Ahora no sabemos si va a pasar lo mismo: hacen un anuncio pero Economía no habilita los fondos para el pago.
¿Hay diálogo?
No hay negociación abierta. El lunes publicaron un comunicado diciendo “a pesar del rechazo…” pero el lunes no hubo reunión de paritaria si no mesa técnica. Hay una manipulación de información por parte del gobierno. Los comunicados más que una señal a los docentes eran un mensaje a diputados y diputadas para la negociación.
¿Cómo se sigue?
Creo que lejos de frenar el conflicto lo que hicieron fue tirarle leña al fuego. Hay tomas, marchas. Creo que los diputados y diputadas que apoyaron el veto no midieron las consecuencias del conflicto universitario.
Oscar Vallejos, Secretario Adjunto de CONADU Histórica, sobre la diferencia entre lo que planteaba la ley y lo que dieron, planteó a lavaca: «La ley fijaba que debía salvarse la diferencia entre salario e inflación que es del 63,5%. Para salvar esa diferencia, hay que aplicar un 35% aproximadamente sobre el salario de septiembre. Entonces nos equiparan con la administración pública central, pero sin recomposición. Y nos quedamos con una diferencia en contra del 63,5%”.

Con la ley vetada, el conflicto sigue abierto.
La diputada Vanina Biasi (que además es trabajadora no docente universitaria) explicó: “Hemos visto las conductas de los diputados, diputadas y senadores, que son capaces de venderse por un puesto en cualquier momento. No queremos naturalizar que el método de la coima, el método de comprar a un diputado, sea el que se instale dentro del Congreso de la Nación sin que nadie diga nada. Ahora la pelota está en el campo de la lucha estudiantil y docente. Allí está lo principal”.
Daniel Arroyo (UP): “Se ha instalado muy fuerte que se cambie el voto de un mes para otro. Con una minoría instalan leyes, pero es un mecanismo no puede funcionar en el tiempo. Políticamente hay que construir una mayoría todavía más amplia para evitar todo esto. El fondo es que hay cada vez más gente en comedores y merenderos, hambre, pobreza y familias cada vez más endeudadas porque no les alcanza para pagar lo cotidiano. Van pateando hacia adelante. El tema del endeudamiento familiar es uno de los problemas críticos para el futuro”.
Al cierre de esta edición se conocía la siguiente nómina de detenidos: Sebastián Alejandro Boero, un ciudadano extranjero aparentemente canadiense, Emanuel Fernandez Morandi, Alan Javier Moreno, Jorge Ezequiel Benítez, Roberto Mariano Gómez.

Milei como acrónimo
Afuera, la calle no es la misma de la semana pasada. A la masividad de aquella foto de dron con una Plaza de los Dos Congresos colmada se contrapone otra: algunas universidades y centros de estudiantes, sectores de izquierda, organizaciones piqueteras y los jubilados, quizá el sujeto más activo desde diciembre a la fecha. Hoy es miércoles, y como cada semana realizan la ronda alrededor del Congreso, pero antes hay asamblea: “La CGT y las CTA, ¿dónde están? El Hospital Bonaparte y los jubilados les enseñamos a luchar. Esa es la salida. Coordinarnos. Coordinar todas las luchas. Algunos dicen que soy optimista, pero creo profundamente en la fuerza que tenemos. Vamos a vencer. Gracias compañeras”.
La ovacionan.
Alrededor hay carteles de los más variados:
- “No al veto contra el futuro. Por el derecho a la universidad pública y gratuita”.
- “Obreros y estudiantes como en el Cordobazo”.
- “Diputados, los estamos mirando”.
- “Construyan caniles para los diputados que ratifican el veto del enano fascista”.
- “Si no sos cobarde ponete de este lado”.
- “Las canas no se manchan”.
- “Milei: vetate de Argentina y dejá mi educación tranquila”.

Otra jubilada tiene un cartel con un acrónimo con Milei:
- Mentiroso.
- Incapaz.
- Lunático.
- Estafador.
- Indeseable.
Sobre Callao y Rivadavia, se sientan tres estudiantes: Yasmín (28), Eze (22) y Sofía (26). Son estudiantes de Psicología en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y llevan una bandera que dice: “Psico no finge demencia”. Eze responde qué significa: “Es una respuesta. El coordinador de la carrera, que es radical, a los estudiantes de primer año les dijo que este es un contexto en el que hay que fingir demencia. Le decimos que ni pedo”.
Sofi cita a Charly García en su canción “Bancate ese defecto”, del siempre actual Clics modernos: “Están pasando demasiadas cosas raras para que todo pueda seguir tan normal. La demencia es un tipo de diagnóstico, y se popularizó hasta banalizarla, hacer como que no pasa nada. Pero no, acá estamos: no nos vamos a resignar con que a Milei lo votó la mayoría, con que hay que quedarse en casa, porque no vamos a entregar nuestro futuro”.
Yasmín y una lectura: “Hay un sentido común que se está creando de quedarnos en casa con nuestros malestares y las noticias que recibimos de la realidad, tristes, a la espera de votar el año que viene mientras los elefantes pasan por atrás. Tenemos que organizarnos y dejar de pensarnos como sujetos atomizados. Dejar de ser individuos para pasar a ser sujetos activos, sin esperar que otros resuelvan los problemas por nosotros”.
En la plazoleta del Congreso, estudiantes de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) demuestran que una protesta también puede ser artística y poética. Un grupo del departamento de Folklore baila tango. Iván (21) y Camila (23) son una de esas parejas: él se vino a estudiar de Chaco y ella, de Río Gallegos. “Quieren a la gente analfabeta -dice Camila-. Por eso son tan crueles. La única forma que tengo de estudiar es la universidad pública: si tuviera que pagar el alquiler, el pasaje de colectivo, más la universidad, no podría”. Suma Iván: “Hoy no te alcanza ni siquiera para comprarte algo para comer”.
Sentadas sobre el cordón, un grupo de estudiantes de la licenciatura de Artes Escénicas tiene una clase abierta de la materia de Dibujo, y están ilustrando la protesta. Julia, 24 años: “Anoche hicimos una vigilia, porque la preocupación es por el presupuesto. Si siguen así no vamos a poder seguir cursando”. Maira, 30 años: “El arte es la base de todo, el dibujo, la ciencia. Todo tiene que ver con la creatividad. Es fundamental ponderar eso, hacerlo visible”. Maira y la crueldad de esta época: “Es una cuestión de poder”. Julia suma: “Quieren ir contra la cultura, la creación de conocimiento y el pensamiento crítico”.
¿Quién gana?
A minutos de la votación, sobre Rivadavia, una de las que espera es Daniela Calarco, militante del MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez), una de las 33 personas detenidas el día de las protestas contra la Ley Bases. Mientras espera definiciones sobre la causa, sigue saliendo a la calle: “Es obligación seguir estando porque defendemos los mismos derechos. Es profundo el convencimiento que teníamos todas las personas detenidas de que lo que hacíamos era lo correcto. Por eso nos seguimos encontrando en el lugar de lucha que es la calle. Les salió el tiro por la culata: donde no había organización sólo generaron más organización y resistencia”.
Tras la votación, las organizaciones que quedan empiezan a desmovilizar. Algunos cantan el himno, otros insultan a la policía. La presencia de efectivos infiltrados y provocadores libertarios provocan corridas que los obligan a esconderse en un local de venta de empanadas sobre Callao. De a poco se acercan las motos policiales, con su consecuente kit de gases, detenciones y cacería. Uno de los detenidos se identifica como canadiense y, como puede, expresa en español: “Yo no estaba haciendo nada”. Otro es Roberto de la Cruz Gómez, quien ya había sido detenido durante la Ley Bases.
Al cierre de la tarde, llega un comunicado de sindicatos docentes universitarios, con firma de CONADU Histórica, CONADU, FEDUN, CTERA, FAGDUT, FATUN y UDA, convocando a un paro el jueves para “consolidar” un “plan de lucha en defensa del salario y el presupuesto universitario”. Subraya que la voluntad popular fue “defraudada” y que “la democracia ha cedido al manejo antirrepublicano de gobernar por decreto del Gobierno Nacional”. Alerta por la conformación de “una alianza política que es incapaz de conmoverse ante el sufrimiento de las grandes mayoría”. Y cierra: “Este Frente Sindical manifiesta nuevamente la voluntad de luchar para defender la universidad pública, la salud y la educación pública, las jubilaciones dignas, por niñeces protegidas y un país igualitario”.
Queda para los días posteriores el análisis de qué ganó el Gobierno con esta votación. Luis, un jubilado de 75 años, uno de los que fue gaseado hace poco en los miércoles de ronda, lo pone en duda con una sonrisa. Tiene dos carteles. Uno dice: “Queso para las ratas”, y sobre el cartón tiene pegados dos pedazos de queso en dos ratoneras. El otro: “Si votaste a Milei cortate las…”, y le sigue el símbolo de una tijera y dos bolas navideñas grises.
“Esto me da ánimo -dice, sosteniendo la sonrisa-. ¿Por qué? Imaginate, con 8000 pesos por día estoy muerto, pero sigo gracias al cariño que me da la gente. Hace un mes Bullrich me lastimó. Éramos 15 y 20, pero mirá todos los que somos ahora. ¡La gente hasta me aplaude! Y no lo digo por ego, o por ser fanfarrón, mirá: el otro día, cuando fui al Bonaparte, llevaba un cartel que decía ‘Milei, pedí turno y hacete atender acá’. Antes no podía salir con carteles, pero ahora todos me sacan fotos”.
Mira al Congreso: “Piensan que están ganando, pero no. Nadie está ganando”.
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Educación: ADN y velas para resistir en la calle

Por Francisco Pandolfi
Desde que empieza a hablar, Micaela tarda menos de un minuto en empezar a hacerlo a través de esos ojos oscuros que primero lloran por la universidad pública.
Que después pasarán a tener rabia, por el desguace de la universidad pública.
Y que luego contagiarán fuerza, por el futuro de la universidad pública.
Esos ojos simbolizan lo que está pasando con la educación superior, que este jueves y viernes continúa con su plan de lucha: paro de 48 horas y diferentes actividades; actos y movilizaciones en todas las ciudades del país donde funcionan universidades públicas.

¿Qué está en juego? La aprobación de la ley de financiamiento universitario que incluye “salarios dignos para todos los trabajadores del sistema”, la actualización de becas para estudiantes y la asignación de “recursos mínimos e indispensables” para garantizar el funcionamiento institucional”. La convocatoria fue impulsada en conjunto por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), los gremios del Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA).
En la ciudad de Buenos Aires, a la mañana se hizo un abrazo simbólico al Hospital de Clínicas para denunciar los bajos salarios y un presupuesto para el funcionamiento de los hospitales universitarios que no fue actualizado en los últimos 13 meses. Por la tarde, se realizó una marcha de antorchas con el lema “Prendete a defender la Universidad Pública”, desde la Plaza Houssay (ubicada entre las facultades de Economía, Medicina y Odontología de la Universidad de Buenos Aires) hacia el Palacio Pizzurno, donde se emplaza la actual Secretaría –ex ministerio– de Educación nacional.

Acá está Micaela Rueda, con una vela en la mano, con esos ojos que dicen tanto y sus 28 años. Es Licenciada en Relaciones de Trabajo de la UBA, donde se recibió en 2021. Continúa estudiando –ahora un curso, gratuito– en la misma facultad. “Me sigo forjando, me sigo especializando”, dice orgullosa. No se golpea el pecho con las manos pero sí con las palabras. Entra en un subibaja de emociones. “Me genera un dolor ver a la universidad así, con docentes que desde hace un año y medio tienen que buscar otros trabajos porque no les alcanza, ni aunque hagan un montón de horas. Se rompen el lomo e igual no llegan”. La contrapartida: “Me genera tanta emoción vernos de nuevo en las calles, contra un gobierno del que no podés esperar nada, si hasta se rió de chico autista”.

Plantea una duda y una certeza: “No sé a dónde vamos a parar, pero estoy segura que la única manera de frenarlo es acá”.
Pese al frío hay cuatro cuadras atiborradas de personas, banderas, sindicatos, centro de estudiantes, docentes, estudiantes, autoconvocadxs.
Se canta para amainar los 9 grados de sensación térmica que entre la masa se disimulan bien. “Traigan al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea, pelea y pelea por la educación”.
Otro tema que suena en loop y al ritmo de “llegando está el carnaval”: “Si el presupuesto no está, qué quilombo que se va armar”, en referencia al reclamo sobre el proyecto de ley de financiamiento educativo universitario presentado el pasado 28 de mayo ante el Congreso de la Nación, y que busca garantizar los fondos necesarios para el funcionamiento del sistema universitario y científico con un aumento progresivo que alcance el 1.5% del PBI en 2031. Hoy, según denunció la comunidad educativa, lo destinado a inversión en educación superior es el 0,45 % del PBI.

Aunque aún no está confirmado, las autoridades universitarias esperan que el miércoles 2 de julio en Diputados se trate la iniciativa, que además plantea que los docentes y no-docentes recuperen el poder adquisitivo tomando como base la inflación acumulada desde diciembre de 2023. Cabe recordar que en septiembre de 2024 el Senado sancionó la Ley de Financiamiento Universitario, pero veinte días después fue vetada por el presidente de la Nación Javier Milei.
Entre velas en vasos de plásticos y botellas cortadas, se llega a la puerta de la secretaría de Educación, a cargo del poco conocido Carlos Torrendell (55 años, porteño, doctor en Ciencias de la Educación; egresado en la Universidad Católica de Chile). Se hace un acto breve y concreto. Hablan representantes de la Conadu, la Conadu Histórica y CTERA-UTE. Dicen: “Le decimos al secretario de Educación que estamos vivos, aunque nos quieran muertos. Y les exigimos a ustedes, funcionarios que no funcionan, paritarias ya, progresivas y con buena fe. Hace un año la ministra Pettovello nos dijo que si en una semana no obtenía la plata para empatar nuestros salarios con la inflación, que saliéramos a la calle. Hace un año perdíamos un 40% con la inflación, hoy hay salarios que pierden un 91%. A la crueldad de este gobierno y su ajuste salvaje, seguiremos respondiendo con la pedagogía de la ternura y del amor, y con nuestro ADN: estar en la calle, de pie, y luchando”.

Acá, el objeto que se repite es la vela, encendida, alumbrando el futuro. Y la palabra que se repite –arriba y debajo del escenario– y que ensombrece el presente es “deterioro”.
Mercedes y Martín son docentes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y hablan con lavaca.
Mercedes: “Estamos asistiendo a un deterioro permanente en todas las universidades y en todo sentido. En las condiciones en las que trabajamos docentes, en las condiciones en las que estudian las y los estudiantes, y también en las condiciones en las que se produce conocimiento e investigación”.
Martín: “No es solo un reclamo salarial, justo y necesario porque el deterioro es muy grande, sino que es imposible sostener lo cotidiano, repercute en el propio mantenimiento de los edificios, en los servicios de luz, de gas. La agresión y el deterioro es muy importante”.

¿En qué perciben ese deterioro en lo diario?
Mercedes: Las facultades necesitan un presupuesto para mantener los edificios, los salarios, la limpieza y el presupuesto no se actualiza desde hace un año y medio. Todo el sistema está sufriendo mucho, y cuando las universidades sufren en términos de su infraestructura y docentes, los pibes y las pibas también porque hay menos recursos para becas, para iniciación en las vocaciones científicas, para desarrollar actividades de extensión; la formación se resiente, es un círculo vicioso, lejos de ser virtuoso.
Martín: Las facultades tienen que estar limpias, los baños son algo elemental. Los artículos de limpieza aumentan y las empresas que limpian también, en un 50, 60%. Mientras que a las facultades se les asignó un 0% de incremento. Eso se refleja cuando los estudiantes van a los baños y no hay papel higiénico, lo que desalienta a estar en la facultad. Además, en verano debemos restringir el uso de ventiladores por el gasto, y ahora en invierno pasa lo mismo con las calderas.
Mercedes: Lo mismo ocurre con el mantenimiento de los ascensores, que necesitan un service mensual por seguridad. Para pagar eso debemos sacar plata de otro lado, que no hay. Tapamos un agujero y destapamos otro. En el medio, nuestro salario que cada vez representa menos. En este año y medio perdimos más el 50% de nuestro poder adquisitivo.
Martín: Perdimos la mitad del ingreso, o un poco más. En la docencia existen muchas categorías, pero por ejemplo los ayudantes, que muchos son doctorados y sostienen cada comisión de trabajos prácticos que es la base sobre la que se asientan las cátedras, no llegan a los 200 mil pesos.
Mercedes tiene 57 años y desde hace 36 da clases en la Universidad de Buenos Aires. Martín dice que tiene “algunos años más que ella” y que está en la docencia desde 1978. “La educación es nuestra vida, nuestra identidad, y estamos acá para defenderla”, dicen, con el acto terminado y una vela prendida llamada esperanza.

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Los dueños de la plaza

La plaza de los Dos Congresos quedó a disposición del movimiento de jubiladas y jubilados. La policía valló el edificio y esta vez evitó provocar y gasear a la gente. Los manifestantes no tenían tránsito que cortar, ya que la propia policía lo había hecho en toda esa zona del centro porteño. Los debates, las movidas, y la vida real: las dificultades para vivir y alimentarse con precios de las cosas que subieron al infinito, mientras el aumento a los jubilados no superará los 5.000 pesos. La carne, el caviar y los alfajores. La motosierra sobre la vida. El recuerdo de ciertos crímenes, y algunas señales de luz en una época oscura.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El Congreso, como cada miércoles a las 15 horas, está vallado por todos lados, salvo por la calle Entre Ríos, por donde vienen autos, motos y colectivos que doblan por Hipólito Yrigoyen. Hacía allí se dirige entonces la columna de jubiladas y jubilados, acompañada por gremios de la CGT que no suelen estar (Dragado y Balizamiento, por ejemplo) con otros que están siempre (la UTEP, por ejemplo), que venían de una marcha en el Ministerio de Desregulación del Estado, la motosierra sin metáforas que conduce Federico Sturzenegger.

No se ve el despliegue policial habitual que se desplegaba hasta el miércoles anterior a la condena de Cristina Fernández. No hay Gendarmería (sólo detrás del perímetro vallado), ni PSA, ni Policía Federal, ni PFA a la vista. Sólo Policía de la Ciudad en las calles aledañas, como para prever que las cientos de personas –varias con bastones, andadores, carteles y banderas, todas +70– se mantengan en esa zona de tránsito cortada por la policía (a la que jamás se llamará piquete).

En la marcha alguien se queja, entonces, de que el Gobierno ya les sacó la ficha: con el tránsito cortado, los dejan bajar a la calle, los dejan subirse a la vereda, los dejan dar vueltas.
No hay represión, lo cual es un triunfo por parte de los jubilados.
Eso también implica que haya menos flashes fotográficos y cámaras de televisión, que no parecen muy interesadas en cubrir estas cuestiones si no hay movida represiva. Por ejemplo, la radio abierta por donde hablan –con mucha pasión y vehemencia– jubilados y jubiladas de todos los matices de rojo o clasismo que puedan existir. Esas voces amplificadas traen caras largas y alguna que otra interna para un público que, en realidad, terminan siendo los jubilados mismos y que dicen, encima, casi siempre lo mismo.

La cuestión, sin embargo, es que hay muchos mismos.
Algunos mismos son los de esta radio:
- Fuera Bullrich.
- Fuera el gobierno hambreador.
- Fuera el FMI.
- No al genocidio en Gaza.
Otros mismos son los de esta calle, como Alicia, de 80 años, que cobra la jubilación mínima ($304.723,90 más el bono de $70.000) y se ríe del aumento del 1,5% otorgado para julio porque dice que le significan sólo $5.000 más, “pero el kilo de la milanesas sale quince mil”.
Los mismos son estas historias, estos cuerpos, que ya garantizaron la sostenibilidad de todos los miércoles, convocando a nuevos sectores y nuevas luchas, y logrando también que, al menos en las últimas semanas, la plaza entera sea de ellos y ellas.
Una oportunidad para hacer lo quieran.
La clave, quizás, sea imaginar qué hay ganas de hacer.

Ricos y pobres
Eduardo ilumina con unos ojos tan celestes que impresionan. Es del sur bonaerense y tiene 79 años, 4 hijos y 3 nietos. “Que cada miércoles se sumen nuevos sindicatos u organizaciones por un lado es una alegría. Hace un año y medio atrás éramos 30, 40 personas, y de a poquito se empezaron a sumar más por nuestra continuidad y persistencia. Pero también da tristeza, porque esta gente no es que viene a apoyarnos, sino porque cada vez está peor, o porque se ha quedado sin trabajo o no les alcanza para vivir”.
Resume la batalla actual: “Lo que está en juego es quién se queda con la riqueza del país, el pueblo o el poder económico, que se está apropiando del país. Por eso les pido a los pibes que estudien para saber quién es quién en esta historia. Quiénes son los Sturzenegger, los Macri, las Bullrich”.
Sobre esa desigualdad a la que se refiere el jubilado, en estos días el CELAG, Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica) difundió que el 10% más rico del país acumula el 59% de la riqueza argentina, y el 50% de la población apenas llega al 4% de la riqueza nacional, lo que explica la tendencia de los últimos años acrecentada por el actual gobierno.

La carne, el whisky y el caviar
Patricia Bullrich es la ministra de Seguridad y máxima responsable del operativo en el que la Gendarmería hirió al fotógrafo Pablo Grillo el miércoles 12 de marzo, en una de las marchas de jubiladas y jubilados. Es la misma que era ministra de la misma cartera en el gobierno de Mauricio Macri, cuando la Prefectura Naval asesinó a Rafael Nahuel en 2017. Esta semana, la Cámara Federal de Casación Penal ratificó la condena a cinco integrantes del Grupo Albatros (ninguna supera los 5 años y 8 meses). La sentencia no alcanzó a las autoridades políticas (autores intelectuales) en un molde que parece repetirse en la historia argentina: este jueves 26 de junio se cumplen 23 años del crimen de la Policía Bonaerense a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Dice Eduardo: “Los responsables políticos nunca van presos, y como lo saben, hacen lo que quieren”.
¿Qué representa el aumento del 1.5%? La info de Eduardo: “No sirve para nada. Sigo respirando porque todavía tengo nariz. Carne ya dejé de comer cuando asumió este hombre. El gobierno de Alberto Fernández no fue un buen gobierno, pero un kilo de carne costaba dos mil pesos, hoy vale doce mil. Hablan de una inflación ficticia, quizá miden cuánto aumentó el whisky o el caviar”.
Motosierra a enamorarse
Virginia tiene 70 junios y es de Carapachay, zona norte bonaerense. “Este gobierno habla y habla del dólar mientras nos sube la jubilación mínima cinco mil pesos, es vergonzoso. Cuando una se jubila la vida no termina. Nos jubilamos para hacer lo que cuando trabajábamos no podíamos. Este momento de nuestras vidas lo deberíamos usar para redescubrirnos, para hacer lo que queremos, estudiar, viajar, enamorarnos, cuidar a los nietos, pero el empobrecimiento nos quita calidad de vida, la posibilidad de hacer aquello que estuvimos esperando durante más de 30 años”.
Héctor tiene 74 años y un gorro tipo piluso, del que cuelga un cartel: “Genocidio jubilatorio”. Explica que ese genocidio que denuncia es lento pero permanente de parte del gobierno. “Ahora nos valló todo el Congreso, porque les molesta que marchemos alrededor, quieren alejarnos de la gente, por eso nos encierran en la Plaza. Saben que acá estamos y seguiremos estando, porque no hay cómo justificar que sigamos cobrando la miseria con que nos están matando. ¿Qué hago con la suba del 1.5%? Me compro un alfajor más”.

Se ríe para no llorar, y se corrige: “Bah, un alfajor no, mejor una fruta porque nos tenemos que cuidar la salud. Así que con la suba para julio, en vez de comer un durazno voy a comer dos”.
Una luz
Anduvo por la marcha también Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años a la que casi mata la policía el 12 de marzo tras empujarla haciéndole golpear la nuca contra el suelo. “Siempre voy a estar viniendo” dice con la sonrisa de quien vive para contarla.

Beatriz Blanco.
También estaba el padre Paco Olveira, mirándose a sí mismo en la tapa de la nueva edición de MU.

El sacerdote Francisco «Paco» Olveira.
Después de la marcha, Zulema y la caravana de Jubilados Insurgentes se fueron para Avellaneda a la vigilia homenaje por los asesinatos de Kosteki y Santillán. Los convocaron para hacerles, a su vez, un homenaje a ellos con una exposición fotográfica de la lucha de todas las semanas. Así se une aquel crimen con la represión de este Gobierno: “En lo de Pablo Grillo fue fundamental el rol de los fotoperiodistas, como en aquel momento con lo de Darío y Maxi”.
En aquel 2002 el trabajo de los fotógrafos desnudó el encubrimiento que intentó el gobierno de Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires. “Si no era por eso, le iban a cargar las muertes a las espaldas de los propios manifestantes”, dice Zulema. Por ese crimen fueron condenados a perpetua el comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejando Acosta, quien goza hoy de libertad condicional. “Pero no condenaron a los responsables políticos”, dice Zulema.

En el caso de Grillo, el único responsable que ha sido señalado hasta ahora es el cabo Héctor Guerrero: el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la jueza María Servini, informó hace unas horas que secuestró la pistola lanza gases que utilizó el 12 de marzo, ya que las pruebas fotográficas y fílmicas lo apuntan como el autor material del disparo. En el caso de Fabrizia, la nena de 9 años gaseada en septiembre de 2024, el juez Sebastián Ramos procesó al policía federal Cristian Rivaldi. “Pero antes de eso le echaban la culpa a los rescatistas”, compara Zulema.
Si bien los responsables políticos –Duhalde y Solá entonces, Milei y Bullrich hoy– siguen impunes, a Zulema se le iluminan los ojos con la ratificación de la condena a los prefectos por el asesinato de Rafael Nahuel: “Cuando pensábamos que entrábamos en una época oscura por la complejidad de la justicia, por lo menos hubo una abertura de luz”.
Sobre la cadena de mandos, agrega: “No nos queda otra que seguir en la lucha hasta juzgarlos a todos” dice antes de rumbear hacia Avellaneda, a seguir abriendo luces en una época oscura.

Actualidad
Lo invisible

Por Claudia Acuña
El artista italiano Salvatore Garau fue noticia estos días porque vendió una escultura invisible. La tituló Yo soy. La casa de subastas Art- Rite le entregó al comprador un certificado mientras exhibía la pantalla en blanco. Esa nada se cotizó en 18.300 dólares. A pesar de no poder verse, el artista impuso algunos requisitos para su venta: la obra debe situarse en un lugar libre de obstáculos con un espacio alrededor de un metro y medio.
No es la primera vez, aunque sí la mejor remunerada, que Garau presenta obras invisibles. La última la instaló en Nueva York, antes en Milán. Todas consistían en lo mismo: un espacio vacío delimitado por cintas blancas que forman un cuadrado y un audio que recita:
“No me ves, pero existo, justamente sobre esta blanca y redonda geometría.
Sientes mi ausencia que es una verdadera existencia.
¿Aún no me ves?
Sin embargo, estoy aquí, frente a ti
y lloro porque soy belleza y amor, que están desapareciendo.
Dame la forma que quieras.
Haz que no desaparezca del todo.
Si me sientes presente, existe”.
El artista justificó así la obra: “No se ve la escultura, tampoco el artista y sin embargo estamos los dos. Representa una perfecta metáfora de estos días. Estamos viviendo un momento en el que nuestro ser físico, nuestro existir, es reemplazado por nuestras imágenes virtuales y por nuestra voz, también impalpable. Nuestro ser de carne y hueso debe enfrentarse con la ausencia, que es la verdadera presencia en estos tiempos”.
El miércoles de esta semana una multitud desbordó la Plaza de Mayo en un acto que tuvo como protagonista un escenario vacío. ¿Por qué instalar un escenario para no subir a nadie? Lo que ocupó un lugar central fue, en cambio, un audio de wasap, que transmitía un mensaje de la ex Presidenta Cristina Fernández. Sin embargo, ese escenario vacío también habló: dijo mucho sobre lo que representa para esa fuerza política el proceso interno que desencadena su condena. Imposible no recordar la letra de Charly que, proféticamente habla del escenario vacío, de “una prisión que no es mía”, de “ventanas muy agitadas” y de “un millón de manos que me aplauden.”
Aquel miércoles y a pocas cuadras otro vacío se hizo oír. En los alrededores del Congreso y en la marcha de las y los jubilados –que hace apenas dos semanas era definida por referentes de esa misma fuerza política como el punto de unión “de todas las luchas”– se quedó esperando que la multitud caminara las pocas cuadras de distancia para acompañarlos.
Y nada.
Así ese vacío imperdonable se convirtió, también, en una perfecta metáfora de estos días.
Ayer viernes la ceremonia del audio de wasap se repitió en Parque Lezama.
Otra vez, la multitud.
Otra vez, el rito de la escucha atenta y sensible.
Otra vez el espacio poblándose sólo por el sonido.
Pero esta no hubo escenario, aunque sí micrófono, que utilizó Máximo Kirchner, el hijo de esa voz que no se ve, pero se siente. Le habló a una multitud que lo escuchó, pero –como al futuro– parece no verlo.
¿Es ese vacío lo que sostiene a Milei?
¿Es una invitación a colmarlo?
¿Es un peligro o una oportunidad?
¿O ambos?
Son algunas de las preguntas que en los próximos días, por acción u omisión, se irán revelando.
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