Mu88
De qué lado estás
Paradojas del Congreso Campesino Latinoamericano. Con consignas anti imperialistas y discursos de funcionarios, los movimientos campesinos nucleados en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo sesionó en Buenos Aires. La crónica de Darío Aranda.
Imperialismo, corporaciones, lucha, tierra, transnacionales, reforma agraria, burguesía y socialismo. Son las palabras que más se escuchan. También es notorio el alineamiento con los gobiernos llamados progresistas de la región. Es el VI Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), que reúne a un centenar de movimientos campesinos de la región.
El enorme salón que hace de auditorio central está repleto. Tiene nombre y apellido: “Néstor Carlos Kirchner”. Un grito silencia al bullicio de la multitud: “¡Patria o muerte!”. Un instante de silencio y la respuesta de todos, puño en alto: “¡Venceremos!”. La decena de funcionarios kirchneristas, en primera fila, lucen incómodos. No hay marcha peronista y militan por el camino al socialismo.
Contradicciones del mayor encuentro campesino de América.
El marco
La Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) es el espacio que reúne a un centenar de movimientos campesinos de la región. Y es también la representación local de la Vía Campesina (VC), entidad internacional que articula las luchas de las organizaciones rurales de todo el mundo.
La CLOC nació en 1994, en plena confrontación al V Centenario, cuando gobiernos de América y Europa celebraban el “encuentro de dos mundos” o el “descubrimiento” del continente.
Llaman “congreso” a sus espacios de debate interno, donde concurren sus cuadros políticos y planifican sus acciones para los próximos años. Su primer congreso fue en Perú (‘94), luego Brasil (‘97), México (2001), Guatemala (2005) y Ecuador (2010). El VI Congreso se desarrolló en Buenos Aires (en los bosques de Ezeiza), la consigna fue: “Contra el capitalismo, por la soberanía alimentaria de nuestros pueblos. América unida sigue en lucha”. Entre el 14 y el 17 de abril se reunieron 1200 delegados de 21 países y de 88 organizaciones.
En los encuentros de la CLOC (y la Vía Campesina) hay espacios claves. Entre los más importantes figuran la “mística” (una suerte de representación teatral con claro contenido político), el acto de apertura (donde hablan los principales voceros) y el cierre, que suele ser una acción directa en la calle.
De campesinos a funcionarios
Martes 14 de abril. 10.40. Momento de la “mística”. Una decena de personas representan a la parca. Vestimenta negra y guadaña en mano. En el pecho, con letras blancas, los nombres propios: Monsanto, Syngenta, Nidera, Bayer. Se pasean entre el público atemorizándolos. Hasta que aparecen hombres, mujeres y niños en distintas columnas, con herramientas de trabajo y alimentos de sus chacras. Los campesinos enfrentan a las parcas y las hacen retroceder. Suena música setentista. Los campesinos le ganan a las multinacionales. Es el acto de apertura del Congreso de la CLOC.
Desde el público irrumpe un grito bien agudo, de mujer. “Aaaaaaalerta… aaaaalerta…”. Cientos de personas del auditorio responden: “Alerta que camina, la lucha campesina por América Latina”.
Flamean banderas de todos los países de la región. Cada organización con sus remeras identificatorias. El rojo pareciera el color insignia de los movimientos campesinos. De rojo visten los locales del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), también el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST de Brasil) y el Movimiento de los Pequeños Agricultores (MPA, también de Brasil). También es numerosa la delegación de Venezuela, con camperas deportivas y los colores de la bandera venezolana.
Segundo momento. El panel de apertura está listo. Deolinda Carrizo y Diego Montón del MNCI, actuales coordinadores de la CLOC. Elizabeth Mpofu, de Zimbabwe, máxima autoridad de la Vía Campesina (VC). Eberto Díaz Montes, colombiano y de la coordinación regional de la VC. La ministra boliviana de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo. El secretario de Agricultura Familiar de la Nación y uno de los máximos dirigentes del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. La Defensora del Público, Cinthia Ottaviano. El Secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda. Y el secretario de Coordinación de Política Institucional y Emergencia Agropecuaria, Javier Rodríguez, que además es militante de La Cámpora.
En el acto de apertura de la CLOC había más funcionarios que campesinos.
Los discursos
Deolinda Carrizo, de Santiago del Estero, abrió el juego. Recordó al recientemente fallecido Eduardo Galeano y citó uno de sus textos más famosos, que describe al pueblo como un mar de fueguitos, donde cada uno brilla, algunos con llamas que casi no se ven, otros con fuegos que contagian luchas. “En este congreso vamos a seguir encendiendo la llama de la lucha”, arenga. Explicó que los campesinos tienen solo el 24 por ciento de las tierras cultivables, pero producen más del 70 por ciento de los alimentos. Y llamó a defender las semillas para que no caigan en manos de las multinacionales.
La moderadora, una joven de remera y gorro rojo, grita: “América unida y en lucha”. Le responden con aplausos. Antes de dar paso a la segunda oradora, agradece la presencia del grupo de intelectuales Carta Abierta y del Movimiento Evita, de la CTA (oficialista), La Cámpora, el Movimiento Dignidad, el Frente Popular Darío Santillán y Patria Grande.
Elizabeth Mpofu, máxima referente de la Vía Campesina, deja por un momento el inglés y se anima al español: “¡Globalicemos la lucha!”. Y los militantes completan el eslogan de la VC: “Globalicemos la esperanza”. Con la ayuda de traductor, afirma: el “enemigo es cada vez más violento”, pero asegura que los campesinos ya no van a retroceder. Y refuerza los tópicos de la organización: soberanía alimentaria, propiedad de la tierra, derechos humanos, mujeres, derechos económicos y sociales.
Eberto Díaz Montes, colombiano de la coordinación de la Vía Campesina, señala que el continente vive un nuevo amanecer, llama a decir “No al imperialismo” y, puño en alto, grita: “¡Chavez vive, la lucha sigue!”. El auditorio repite la consigna tres veces.
“La discusión principal de este VI Congreso de la CLOC será cómo construir el socialismo del siglo 21. En contra del imperialismo… porque al imperialismo se le acaba el tiempo”, promete. Cita a Fidel Castro, llama al no pago de la deuda externa y a rechazar los tratados bilaterales de comercio. Explica que la lucha por la tierra es un instrumento para la soberanía alimentaria, para la autodeterminación de los pueblos. Celebra que haya espacios de formación para los más pequeños. Y afirma: “Los niños deben ser los futuros combatientes”.
Funcionarios
La ministra de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, Nemesia Achacollo, ex miembro de la CLOC, insiste en el enemigo. “El imperio trabaja regional y localmente. Por eso tenemos que formar nuestros cuadros y construir el proceso de cambio”, propone. Recuerda que el presidente Evo Morales también fue de los primeros miembros de la CLOC, llama a presionar a la FAO para implementar una política mundial por el acceso a la tierra y pide acabar con la injusticia de que haya campesinos, productores de alimentos, que pasan hambre por la intermediación del mercado que fija un precio injusto. Finaliza con un grito: “¡Globalicemos la lucha. Globalicemos la esperanza!”.
El público repite dos veces la consigna.
Emilio Pérsico es dirigente del Movimiento Evita y secretario de Agricultura Familiar de Nación, desde donde creó el Movimiento Agrario Evita y sumó al Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) y, más recientemente, a la Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino (ACINA). Desde que asumió en el cargo, en 2012, logró buen diálogo con la mayoría de las organizaciones campesinas, e incluso las sumó al gobierno.
Comienza su discurso. Avisa que trae el saludo del Ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela; y de la Ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Recuerda que el sitio donde se realiza el encuentro (Centro Recreativo Nacional -Cerena-) fue recuperado por “este gobierno nacional y popular, por eso lo bautizamos Néstor Kirchner”.
Aplausos de aprobación.
Pérsico se envalentona. “Esta es la tierra de San Martín, Evita, Perón, el Che, Néstor, Cristina Fernández de Kirchner y de los 30.000 desaparecidos”, arenga. Describe que Argentina sufrió tres invasiones. La colonial (de los europeos), la oligárquica (Sociedad Rural y compañía) y la neoliberal de los ‘90 (menemismo -y aliados-). Asegura que en la década del ‘90 desaparecieron un millón de pequeños productores de Argentina y llama a revertir eso. “Un millón de campesinos deben volver al campo”, afirma.
Van casi diez minutos de discurso. Y cierra: “Recién (en la mística) había unos buitres. Nosotros le decimos no al pago a los buitres, porque tenemos a nuestra leona (CFK) que no les va a pagar y nosotros estamos con ella”.
El tercer funcionario en hablar es Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos, ex militante de la organización H.I.J.O.S., de Córdoba. Asegura traer el saludo de la Presidenta, señala que Argentina es un Estado comprometido con los derechos humanos.
Turno de Cinthia Ottaviano. Ex periodista del diario Tiempo Argentino, actual defensora del Público (un órgano creado por la nueva Ley de Medios). Llama a “desalambrar la palabra y parar las topadoras de las corporaciones de la comunicación”.
El último funcionario es Javier Rodríguez, secretario de Coordinación Institucional del Ministerio de Agricultura, y militante de La Cámpora. Fue muy breve. “Nos quieren hacer retroceder”, advierte. Llama a la organización del pueblo, menciona la importancia del gobierno “nacional y popular” y afirma que el camino marcado por el kircherismo “es irreversible”.
Corporaciones y gobiernos
El cierre estuvo a cargo de Diego Montón, del MNIC, pero también de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) de Mendoza. Ingeniero agrónomo, coordinador de la CLOC, agradece al Ministerio de Desarrollo Social (de quién depende el lugar del encuentro) y pidió un aplauso para la ministra Alicia Kirchner y las cooperativas del Argentina Trabaja que colaboraron con la logística y tareas en el lugar.
Cuestiona a la “oligarquía” y a la academia que niegan la existencia de campesinos e indígenas. Recuerda que se cumplen 200 años del Congreso de los Pueblos Libres, convocado por José Gervasio Artigas, donde se impulsaba la reforma agraria y la tierra para los pobres del campo.
Hace un paralelo histórico entre los españoles, luego los ingleses, el “imperialismo yanqui”, y en la actualidad la megaminería y los agronegocios. “Este pueblo ha avanzado con los gobiernos progresistas”, afirma.
Aunque en Argentina se multiplicaron los proyectos mineros en la última década (se pasó de 40 proyectos en estudio a 600, y están en explotación diez grandes yacimientos) y creció el área con soja (de 12 millones de hectáreas en 2003, a 22 millones en la actualidad), no hubo crítica al rol del gobierno Nacional.
“Los pueblos están en defensa de la avanzada destituyente contra los progresistas de la región. Defendemos a Maduro, a Dilma y a Cristina”, alerta Montón. Y el auditorio acompaña con aplausos.
En el momento más encendido del discurso, cuando Montón advierte sobre una avanzada de las corporaciones sobre la producción de alimentos, desde el mismo escenario, Pérsico está ensimismado en su teléfono celular.
Montón pide identificar bien al enemigo. Y enumera: Chevron, Cargill, Monsanto, Syngenta, Barrick Gold.
Todas empresas aliadas del gobierno Nacional.
“Vamos a profundizar la soberanía alimentaria y la reforma agraria, desde el Caribe hasta Tierra del Fuego. Vamos por la patria grande, libre y soberana”, invita el referente de la CLOC.
Aplausos.
Música setentista a volumen alto. Y el grito que ya es himno: “Alerta, alerta, alerta que camina. La lucha campesina por América Latina”.
Tres veces.
Desconcentración.
El almuerzo espera.
El broche
Tres días de debates internos, en distintas comisiones. Soberanía alimentaria, coyuntura política, formación, comunicación, semillas. Y charlas abiertas. El primer día estuvieron el referente de los Sin Tierra de Brasil, Joao Pedro Stedile, y el intelectual argentino Atilio Borón, ambos en línea con el panel de apertura. Los debates en comisión pasan varios filtros y luego son tamizados por los referentes por país y por tema.
El primer documento que se hace público de los congresos es la Declaración final. Tiene dos carillas. Reafirma la necesidad de una reforma agraria integral, fortalecer la agricultura campesina e indígena de base agroecológica como componente hacia la soberanía alimentaria, el reconocimiento de la función social de la tierra y el agua, defender las semillas campesinas. Advierte que continuará la lucha contra el modelo de transgénicos y agrotóxicos, la megaminería, los megaproyectos (como represas) y el extractivismo. “El capital imperialista ahora está bajo el control financiero y de las transnacionales, por lo que identificamos el socialismo como el único sistema capaz de alcanzar la soberanía de nuestras naciones”, finaliza el documento de cierre de VI Congreso de la CLOC.
Acción directa
Las organizaciones de la Vía Campesina suelen cerrar sus encuentros masivos con una acción directa. Marchas a alguna oficina de gobierno, reclamos en la calle, ocupación de campos de transgénicos de empresas multinacionales. Hasta el anteúltimo día (jueves) no estaba definido cuál sería la actividad de cierre de este congeso. Por lo bajo, mencionaban una posible marcha a Plaza de Mayo, histórico epicentro de los reclamos de Argentina.
El debate interno era con qué consigna marcharían. No podían movilizar en reclamo hacia el mismo gobierno que apoyan e integran, tampoco uno que representara un agradecimiento.
Finalmente se fijaron los lugares de la marcha. A Palermo, contra la Sociedad Rural Argentina, símbolo de la “oligarquía” local. Y a la Embajada de Estados Unidos, como emblema del imperialismo.
En la mañana del 17 de abril, Día Internacional de la Lucha Campesina, llegan hasta Palermo más de un millar de militantes campesinos. Mucho colorido, banderas de todos los países y de las casi 90 organizaciones. Clima festivo. Marchan en tres filas, ordenadas, extensas, de varias cuadras. Esa particular forma que caracteriza a los Sin Tierra (MST) de Brasil.
Ese mismo día, 17 de abril, el gobierno nacional anunció la aprobación de una nueva soja transgénica, de la multinacional Dow, muy cuestionada porque va acompañada de tres agrotóxicos. Además del conocido glifosato, también permite el uso de glufosinato de amonio y 2,4D, dos químicos muy cuestionados por sus efectos ambientales y sanitarios.
Paradojas.
Los campesinos denuncian a las transnacionales y al imperialismo.
El gobierno aprueba más transgénicos.
Mu88
Primero, el doctor
El neuropediatra Rodolfo Páramo fue el primero en difundir los efectos del modelo transgénico al denunciar cómo los casos de su consultorio quebraban las estadísticas y la salud pública. Cómo entre el consultorio y sus paseos en bicicleta detectó los efectos del modelo. Y cómo se ganó el calificativo de loco, que considera un título nobiliario.
(más…)
Mu88
La salud no calla
Mechi Méndez es enfermera especialista en cuidados paliativos y trabaja desde hace 20 años en el Hospital Garrahan. Sus pacientes son niñas y niños con cáncer. Ellos le enseñaron a relacionar la enfermedad con los agroquímicos. Y la convirtieron en un medio de comunicación. Las claves del amor y el humor, y por qué la silla es terapéutica.
(más…)
Mu88
Mal educados: los manuales censurados de Educación ambiental
Los ejemplares del manual “Educación Ambiental”, publicado en 2011 por el Ministerio de Educación y la Secretaría de Medio Ambiente, fueron censurados y guardados en un galpón por presión de las corporaciones mineras y sojeras y de diversos funcionarios. Acá lo podés descargar completo, en formato PDF.
Como lo planteamos en la nota Mal educados publicado en el número de mayo de la revista Mu, difundimos aquí el PDF completo del censurado manual Educación Ambiental. Ideas y propuestas para docentes, realizado en 2011 por el Ministerio de Educación y la Secretaría de Medio Ambiente, presentado a la prensa el ministro Alberto Sileoni y el secretario Juan Mussi. Se imprimieron 350.000 ejemplares que tuvieron que ser guardados desde entonces en un galpón por presión de las corporaciones mineras y sojeras y de diversos funcionarios (ministros y gobernadores).
Se trata de un trabajo de calidad inédita, en forma y contenidos, cuya libre divulgación es relevante en momentos en que el debate sobre los bienes comunes es crucial para gran cantidad de comunidades afectadas por el modelo extractivo, pero inexistente en la llamada agenda política, pese (o por) el año electoral. Desde el punto de vista estrictamente educativo, es una herramienta más para que docentes y estudiantes puedan conocer y debatir estos temas.
En este link podés descargar el manual en formato .pdf (33Mb)
La nota de Mu 88
Por primera vez en la historia el Estado Argentino elaboró, bajo la órbita del Ministerio de Educación, manuales de alta calidad de forma y contenidos referidos a lo ambiental, titulados Educación Ambiental – Ideas y propuestas para docentes. Hay tres versiones para los niveles Inicial, Primario y Secundarios, han sido considerados “extraordinarios” por especialistas en el tema, y fueron presentados en conferencia de prensa por el propio ministro Alberto Sileoni y por el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable Juan José Mussi el 18 de abril de 2011. Informaron entonces que se imprimieron 350.000 ejemplares en total.
Agregó el ministro Sileoni: “El desafío que tenemos por delante, no es sólo que estos materiales lleguen a todas las escuelas del país, además tenemos que garantizar que en cada una de sus aulas transcurra esta transmisión de saberes para mejorar la sociedad en la que vivimos”.
El desafío salió mal: los libros jamás llegaron a las escuelas ni hubo transmisión de saberes para mejorar la sociedad, como resultado de la presión ejercida por el lobby sojero liderado por AAPRESID (Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa), que incluyó el trastornado título Los chicos, rehenes de guerra, para el artículo del activista transgénico Héctor Huergo (editor del diario Clarín, que nunca explica cuál es la guerra ni por qué los chicos serían rehenes), y llamadas densas a las zonas centrales del Ejecutivo por parte del secretario de Minería, Jorge Mayoral, el ministro de Ciencia y Técnica Lino Baranhao, y de los gobernadores de San Juan (José Luis Gioja), La Rioja (Luis Beder Herrera) y Catamarca (Eduardo Brizuela del Moral en aquel entonces).
Ese ejercicio de lobbistas estatales y privados del modelo extractivo frenó inmediatamente la distribución de los libros y del proyecto de capacitación que, según había informado el propio gobierno, involucró una inversión de 7.900.000 pesos (de 2011). Desde entonces los ejemplares para los tres ciclos, en papel ilustración y a todo color, reposan en un galpón posiblemente de la zona de Barracas, por el cual se paga un alquiler del que no se obtuvieron cifras pero que parece ser lo suficientemente oneroso como para haberse convertido en un karma inexplicable con el que nadie sabe qué hacer.
En aquella conferencia se repartieron algunos ejemplares al periodismo, incluso la versión en CD, y el ministro Sileoni brindó otras definiciones significativas:
- “A los grandes nos cuesta mucho modificar conductas que tenemos arraigadas, mientras que si los chicos aprenden desde edades tempranas la importancia de cuidar el lugar donde vivimos, sin duda, van a incorporar mejores hábitos y una mayor conciencia”.
- “Se trata de tomar conciencia de que formamos parte de un colectivo, y desde ahí ver cómo hacemos para transformar el mundo cuidándolo. Este es el mensaje que tenemos que transmitir, empezando en la mesa familiar, para continuar en las 45 mil escuelas, con los 900 mil docentes del país, que constituyen un extraordinario escenario para que estos temas se transmitan”.
El entonces secretario Juan José Mussi agregó a ese cúmulo de buenas intenciones:
- “Los docentes y los alumnos son centrales para llevar adelante políticas de prevención. Así como para extender la idea de que es importante que haya desarrollo, pero es fundamental que éste se lleve adelante cuidando el medio ambiente. Y para ello es imprescindible brindarles a los chicos información seria y con propiedad, como la que proponen los nuevos materiales que preparamos”.
La información de prensa brindada por el propio gobierno aclaraba que los libros llegarían a 104.000 establecimientos de todos los niveles, como parte de un plan de capacitación para al menos 10.000 docentes de todo el país, con el objetivo de “facilitar e impulsar la inclusión de la Educación Ambiental en la currícula escolar”.
¿Qué dicen los libros?
El manual, cuyo PDF completo para el nivel Secundario (320 páginas) puede leerse, bajarse, copiarse y distribuirse desde www.lavaca.org, plantea que la Educación ambiental es política, social, multidisciplinaria, humanista y ética (destaca, por ejemplo, la ética del bien común, de la participación democrática, de la restauración y reconocimiento de la diversidad ecológica y cultural). En una lectura veloz puede verse “El árbol de los problemas ambientales”, en cuya raíz figuran la “alta producción industrial contaminante”, la “inequidad en la distribución de oportunidades y riqueza” y el “consumismo/ consumo irresponsable”.
Entre los problemas ambientalds globales menciona la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, el adelgazamiento de la capa de ozono, la desertificación y la escasez de agua. Aclara a los docentes: “Es importante recordar que el sentido crítico del lector debe conducirle a seguir profundizando en los temas tratados. Las siguientes páginas actúan simplemente como disparador”.
En la página 79 comienza el capítulo Problemas ambientales en nuestro país. Informa por ejemplo, con datos del Sistema de Indicadores de Desarrollo Sostenible, que el 20% de la población no tiene acceso a agua segura. En la página 88 se mencionan los Impactos de las actividades extractivas del subsuelo mencionando primero la minería, actividad a la que califica como “doblemente destructiva por su gran escala y por la tecnología que ha acrecentado su capacidad productiva”. Señala que “actualmente se están desarrollando en el país una gran cantidad de proyectos mineros, generándose amplios debates y movimientos por parte de pobladores locales y organizaciones de la sociedad civil que cuestionan este tipo de emprendimientos”.
Menciona los impactos mineros.
- Flora y fauna: “Deforestación de los suelos con la consiguiente eliminación de la vegetación (esto es más grave en los casos de mineras a cielo abierto y en las megaminerías)”.
- Suelo: “Importantes modificacines del relieve por excavación, desgaste de la superficie por erosión, generación de montones de residuos de roca sin valor económico que suelen formar enormes montañas”.
- Agua: “Alto consumo de agua que, generalmente, reduce la napa freática del lugar (agua subterránea), llegando a secar pozos de agua y manantiales. El agua suele terminar contaminada por el drenaje ácido de las minas”.
- Aire “La contaminación del aire puede producirse por el polvo que genera la actividad minera, que constituye una causa grave de enfermedad, causante de trastornos respiratorios de las personas y de asfixia de plantas y árboles. También por emanaciones de gases y vapores tóxicos”.
Describe el uso de cianuro y derivados “que son muy tóxicos y perdurables en el tiempo”, de “productos químicos peligrosos” y se explica que la actividad genera “un vertido autoperpetuado de material tóxico ácido, que puede continuar durante cientos o incluso miles de años” (como lo sabe cualquier persona que haya visitado alguna vez minas abandonadas hace 100 años, que siguen drenando esos ácidos).
Sobre Transgénicos
El capítulo La transformación rural informa sobre el avance de la frontera agropecuaria. Este profundo proceso de cambio de uso de la tierra configura un verdadero reemplazo de ecosistemas naturales (pastizales, bosque y humedales) por agroecosistemas artificiales, simplificados y mantenidos por una intervención tecnológica intensiva y sostenida, con consecuencias para la estructura social de la población rural, cambios en la tenencia de la tierra y riesgos para la salud humana”. Agrega: “La soja transgénica, con una o dos siembras anuales, es en la actualida el cultivo predominante que impulsa el proceso de transformación agraria en Argentina”.
El manual describe qué es un organismo modificado genéticamente, comúnmente llamado transgénico, al que se le otorga la característica de “resistir al herbicida glifosato”.
Se explican las consecuencias sociales entre las cuales se señala la falta de compromiso de los pooles de siembra “con la planificación del uso de la tiera y su conservación”. También refiere “el endeudamiento y desaparición de amplios sectores de productores pequeños y medianos” con datos de los censos agropecuarios, y el éxodo de las poblaciones rurales, más evidente con el uso de las tecnologías intensivas “con la consecuente merma de la mano de obra necesaria”.
El manual plantea entre las consecuencias ambientales el “deterioro creciente del suelo y los acuíferos”, el “aumento poco controlado del consumo de pesticidas, herbicidas y otros agroquímicos que impactan en la fauna y la flora”, y los problemas y trastornos en la salud: “La absorción de pequeñas dosis de agroquímicos se traducen en afectaciones de la salud que van desde intoxicaciones a daños potenciales del material genético celular”.
Off the record
El trabajo es prologado por Mussi, Simeone, y Fernando Melillo, y figuran en la realización de contenidos la Secretaría de Ambiente, el Ministerio de Educación y la fundación Educambiente. Tan guardados como los libros parecen estarlo los funcionarios y funcionarias que podrían dar explicaciones sobre el tema, excepción hecha del clásico off the record que brindó a Mu una elevada y asombrada fuente oficial: “La verdad es que se hizo el trabajo, se mandó a todas las provincias para que las áreas de Educación estuvieran en cada caso al tanto de los contenidos, y nadie dijo nada. Para cuando se presentó yo creo que pasaron dos cosas: obviamente los altos funcionarios no lo habían leído, y de ahí para abajo todos los intermedios tampoco. O algunos lo leyeron, y nadie estuvo en desacuerdo, o no percibió el efecto que podían provocar”.
¿Qué pensar del universo de funcionarios que recibió el manual y no hizo ni una lectura superficial? Respuesta en off: “Chantas”. La pregunta sobre qué cosas más importantes habrán estado haciendo no recibe respuesta alguna. “No tengo dudas de que en algún momento esos ejemplares se rescatarán y finalmente se distribuirán” dice la fuente oficial, otra demostración de que entre los distintos funcionarios y niveles oficiales existen disputas, incompatibilidad de caracteres, o reacciones mutuamente alergénicas.
Pensamiento único
Pablo Sessano fue de los primeros que denunció la decisión de no distribuir los libros. Es educador ambiental, especialista en Planificación del Medio Ambiente y reúne la condición de trabajar en ese rol técnico tanto para el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, como para el programa Escuelas de Innovación de Conectar Igualdad (Anses), además de asesorar a la Comisión de Cambio Climático en la Legislatura Porteña. “Esos manuales constituían una política pública que se suspendió de hecho por presión de las corporaciones a través de los propios ministerios, que no quieren una mirada crítica frente a estos procesos. Son manuales de absoluta calidad, extraordinarios, es la primera vez en la historia del país que el Estado genera un material de educación ambiental de este nivel. Lo que llama la atención es cómo el Estado se subordina de inmediato a la presión de los intereses corporativos”.
Otra idea: “No hay que olvidar que es material para los docentes, y plantea dudas, preguntas, para motivar la investigación y el aprendizaje. Si no hay ese debate, en las escuelas caemos en un pensamiento único que plantea que el agronegocio o el modelo de minería a cielo abierto son sustentables o los únicos posibles. Y ese pensamiento único que oculta los problemas, más allá de lo que cada uno opine, no sirve para educar sino para adoctrinar”.
Otra duda que se genera: se dice que frente a estos modelos productivos el rol de control lo tiene el Estado. “¿Quién puede creerle a un ministerio que va a controlar a la minería o las fumigaciones, cuando el propio Estado suspende sus políticas públicas en educación por presión corporativa?” se pregunta Sessano sobre este caso que es difícil definir si se trata de censura, autocensura, o silencio por conveniencia mutua, del que ni medios oficiales ni hegemónicos volvieron a hacerse cargo luego de que los manuales desaparecieron del mapa.
Otro peligro
La vicepresidenta de AAPRESID, María Beatriz “Pilu” Giraudo habló en 2013 en el programa Hombres de campo, entrevista que puede escucharse en la propia página de AAPRESID. Allí relata que su entidad activó también a AEA (Asociación Empresas Argentinas, que reúne a las principales corporaciones). Y que antes de estos manuales oficiales, habían entrado en contacto con editoriales educativas privadas (gracias a la gestión de la ex ministra bonaerense Silvina Gvirtz) y con la Cámara Argentina de Publicaciones, cuestionando citas en los manuales escolares sobre el tema del modelo sojero. Mencionó especialmente el caso de Ediciones Santillana, por uno de sus manuales para 5º grado al que adjudica “un abordaje totalmente basado en el desconocimiento, se habla de fumigaciones cuando en el campo y en la agricultura se hacen pulverizaciones”. La declaración demuestra las maniobras de estos grupos para controlar no sólo la información, sino los procesos educativos.
Santillana, a través de su gerente editorial Mónica Pavicich, tuvo la gentileza de enviar a Mu las páginas cuestionadas de aquel manual de 5º grado que ya ha quedado relegado por versiones más actualizadas. Se muestra, por ejemplo, un dibujo de un avión fumigando un campo, y un corte terrestre del subsuelo: “El producto que utiliza se introduce en la capa subterránea de agua, Después, el agua contaminada llega a un río y afecta a los peces que viven allí, y luego esa misma agua sale al mar. Así es como una acción en un lugar determinado puede afectar a zonas muy alejadas de donde se originó el problema”. En la página 56 explica qué significa la degradación de los suelos: “El uso prolongado de pesticidas y fertilizantes químicos provoca la contaminación de los suelos y las capas de agua subterránea. A ese tipo de contaminación se la conoce como contaminación por agroquímicos”.
Pavicich reconoce que recibieron llamadas de organizaciones como ACSOJA (Asociación de la Cadena de la Soja Argentina) con la que no tienen ningún inconveniente en intercambiar materiales y posturas acerca de distintos temas. “Pero los libros son solo herramientas para la tarea que realiza el maestro/a; es el docente el que, con su trabajo en el aula, promueve en sus alumnos el desarrollo de su pensamiento crítico”. Santillana sigue editando lo suyo, mientras 350.000 ejemplares guardados en un galpón muestran cómo puede intentar congelarse tras la enfermedad del silencio a esa sana intención de que exista pensamiento crítico.
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 198: Tomar el futuro
- Fábricas RecuperadasHace 3 semanas
La combustión que permitió recuperar Aceitera La Matanza
- NotaHace 4 semanas
S.O.S. Garrahan: el desfinanciamiento del hospital modelo
- ActualidadHace 2 semanas
El ojo izquierdo: el recuerdo para Barba Álvarez, víctima de la represión macrista por la reforma jubilatoria
- ActualidadHace 7 días
Otro trabajador del subte murió de cáncer por el asbesto usado en vagones comprados en tiempos de Macri
- NotaHace 2 semanas
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
- ActualidadHace 4 semanas
Más de 100 clases públicas en Plaza de Mayo: una lección política
- teatroHace 3 semanas
Teatro comunitario: “No es lo que parece”, una obra comandada por niñes y adolescentes del Circuito Cultural Barracas