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Sin fronteras. Femicidios, crímenes sexuales y terrorismo

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La socióloga mexicana Julia Monárrez Fragoso mantuvo un encuentro con Familias Sobrevivientes de Femicidios. Monárrez, creadora del término “femicidio”, es de las más prestigiosas especialistas en violencia contra las mujeres. Compartimos acá sus principales aportes durante el histórico encuentro, de Ciudad Juárez a Buenos Aires. 

Sin fronteras. Femicidios, crímenes sexuales y terrorismo
Familias Sobrevivientes de Femicidios en MU. Lo que surgió de un contacto histórico. Fotos: Lina Etchesuri

1.

El femicidio de sus hijas es parte de una historia de brutalización sexual. Una no puede leer esas historias sin estar dándose cuenta de esto. Y es un intento de aniquilación de mujeres. Las historias son parte de una historia de terror que, para nuestros países latinoamericanos y para otros países, tienen que ver con un proceso de larga data histórica de opresiones. 

2.

Me llama la atención el marco utilizado por los tribunales. Este marco gira, en todas las historias de sus hijas, en torno a las ideas de consentimiento, de víctimas propiciatorias, de que ellas se pusieron en su camino y por eso, por su conducta, por su mala suerte, por su forma de vestir, por las amistades que tenían, por eso fueron asesinadas. Y en una de sus historias, ustedes, no me acuerdo quién de las mamás, dicen que las han hecho sentir a sus hijas como parte de desechos, de que son descartables. Y dicen: si hubiese sido la hija de alguien que tuviese más dinero, hubiesen actuado de forma diferente. Y yo les puedo decir que sí es cierto en toda América Latina. 

Esta violencia que se ejerció en el cuerpo de sus hijas, que es una violencia sexualizada y que está en la carne de ellas, que es carne de su carne, nos muestra que hay varias cuestiones presentes: es un conglomerado, una maraña de categorías de discriminación que tienen que ver con el color de la piel, con su lugar de residencia, también con la clase social. Y esas categorías de diferencia y discriminación, de clase social, de raza, de residencia, no son para que una viva mejor, son para que las personas vivamos mal. 

3.

Cuando aparece el término de femicidio, lo primero que dicen las que empezaron a trabajar en ese concepto para visibilizar la forma distinta en que las mujeres son asesinadas porque son mujeres, dicen que la relación no importa: puede ser un hombre conocido, puede ser desconocido, puede actuar individualmente, puede actuar en grupo.  

4.

Es importante tener encuenta lo que yo llamo la situación de vida. Algunas de sus hijas dicen que es por la ingesta, consumo de sustancias tóxicas. Hay situaciones de vida, sobre todo en la adolescencia, cuando los y las adolescentes empiezan a conocer la vida y empiezan a conocer el mundo, y las sustancias tóxicas se usan para tres cosas: para cuestiones religiosas, para cuestiones de pertenecer a un grupo, y también se usan para el placer. Y eso ha sido a lo largo de los años. Eso no es razón necesaria ni suficiente para decir que no se le puede otorgar justicia a una chica, y en este caso a quienes quedan. Porque el femicidio no solamente victimiza a quien asesinan, sino que es una cadena de dolor que va hacia el padre, a la madre, a sus hermanos, y también a otras personas. 

5.

A la forma que han sido asesinadas se le llama tortura sexual. Va más allá de la violación, porque en el momento en que Ciudad Juárez se presentaron los casos de las tres jovencitas la jueza Quiroga dice que las niñas habían sufrido tortura sexual porque se había dado una pelea muy fuerte por parte de ellas para permanecer en vida. Eso se ve en como tenían en sus uñas la piel de quien las había agraviado, también el haberlas atado de manos y pies era porque ellas estaban luchando por su vida. Todo eso es tortura sexual. 

6.

Yo vivo en una de las ciudades más violentas del mundo que es Ciudad Juárez, tenemos a veces hasta 7 u 8 femicidios por día. Cruzando el río, la frontera, nos divide un puente, tenemos El Paso en Texas, que es Estados Unidos. Ellos no utilizan el termino femicidio ni violencia patriarcal, tienen un buen sistema de policías y los casos son investigados. Mientras que en mi ciudad son 2000 y pico de casos por año, ellos tienen 6 o 7. ¿En qué momento se desfondó la justicia en América Latina? En México los hombres tampoco tienen justicia. Es una economía de sombras, permeada por el narco: 144.000 personas desaparecidas en 16 años, 4.000 fosas clandestinas, cuerpos que aparecen todos los días mutilados. No tienen justicia. ¿Por qué en América Latina tenemos que ir a buscar abogados y abogadas, cuando en otras partes es el departamento de policías? Y cuando la policía no puede llaman a cuerpos especializados. Estamos en un desfonde de la justicia. Ni siquiera hemos podido poner la sentencia de Campo Algodonero: que no hablen de la vida de las niñas, de si el papá era bueno, esos son datos que no tienen que ver. Lo que tiene que ver es que hay alguien que ha muerto violentamente, en este caso es un femicidio, y tienen que investigar quién fue, sancionar, y aplicar la ley. 

7.

Lo que llamé femicidios sexuales sistemáticos quiere decir que primero hay un secuestro de las niñas y adolescentes, hay una tortura en su cuerpo, hay una serie de violaciones y luego ese cuerpo se tira. Y ese tirar del cuerpo de la niña o adolescente significa que de alguna forma u otra le muestran a la sociedad el daño que le han hecho a ese cuerpo, a esa niña y también a sus familiares. Pero al mismo tiempo también lo presentan como un espectáculo para la sociedad. No sé si a usted le han dicho que es una mala madre, es un mal padre, que por qué no la cuidaron. Eso no está permitido. Una no trae a las hijas o a los hijos al mundo para que mueran. Además del femicidio hay un daño que se hace, se llama adscripción de género: es la misma sociedad que le dice a uno lo que tiene que ser una madre o un padre, pero nadie somos madre o padre perfectos. Pero en cuestiones de un femicidio, hablar sobre su maternidad, sobre su adscripción de género, o si su hija fue mala mujer, mala estudiante, tampoco se debe permitir. En el femicidio hay muchos daños que se reproducen exponencialmente. Yo me imagino que todos ustedes, todas ustedes, pierden el patrimonio que tienen buscando a su hija, pierden las noches de sueño, la alegría de la vida, el tiempo de vivirla. Solamente hay una gran diferencia: a las mujeres sí se nos permite llorar en público, pero a los hombres no se les permite llorar en público aunque sean los padres, contra ellos las agresiones son muy fuertes. Y su hija vive, su hija busca justicia por usted y por su esposo, en el momento en que ustedes dejen de pedirla, en ese momento ella ya no estará presente. 

8.

Muchas personas intimidan diciendo: tú quieres lucrar con la muerte de tu hija. No, ustedes son jurídicamente víctimas, son víctimas de muchas fallas que ha habido en el Estado, y en los grupos que tienen poder económico, político, y de economías de sombra. Sé que, en Argentina, como en mi país, no hay ese acompañamiento a las víctimas, acompañamiento que contenga el dolor, aunque ese dolor va a estar siempre presente. El dinero no le va a volver a su hija, pero si ustedes son padres y madres que están en una lucha, su lucha va más allá de sus hijas, en algunos relatos dicen: queremos que no pase a nadie más; entonces ustedes se han convertido en quienes guardan la memoria de sus hijas pero al mismo tiempo es una memoria política, es una memoria de lucha, de liberación. 

9.

Sus nietos tienen también derecho a la justicia, al reclamo, porque se les privó de la madre. En esta sociedad que tenemos la madre es lo máximo, pero en el femicidio se les olvida que muchas son madres, y que a esas hijas o hijos que les dijeron que estaban aquí para desarrollarse no les han permitido tener una madre que los acompañe en el trayecto. Y los deja con el recuerdo de una muerte artificial, no por deterioro natural, sino que alguien se dio la libertad de quitarle la vida a ella. 

10.

En relación con las imágenes, esa es otra deuda que tiene el Estado; acá acaba de ser sacionada una ley, la Ley Ingrid, por la cual se castiga a quien difunda imágenes de víctimas de agresiones; ocurrió tras el femicidio de Ingrid en el que los agentes del Ministerio pasaron fotografías que no debían ser pasadas. Es muy complicado, ha habido una lucha muy grande. La normativa viene de Inglaterra, los años que ha durado un juicio de una joven que han publicado sus fotografías, aunque ganó el juicio y tiene una compensación, pero las fotografías todavía aparecen. 

11.

Hay una cosa que está sobrevolando aquí y me gustaría decirlo de esta manera. Describir los años sufridos en los genitales del cuerpo de la joven, las partes del cuerpo en cuestión revelan la situación de vida, de piel, de lugares donde se vive, están ligadas a la cosificación pública y sexualizada. A sus hijas las vuelven cosas. Cuando no hay una justicia expedita, y no queda la verdad completa para quienes han sido los principales dolientes, hay una cosificación. Y eso se refiere solamente a ese fragmento de su cuerpo. Otro caso: en Canadá hay más de 1.500 mujeres indígenas que han sido asesinadas por ser mujeres, por ser indígenas y por ser pobres. El Papa llegó hace unos meses a Canadá y pidió perdón por lo que la Iglesia católica le había hecho a los niños y niñas indígenas, pero más allá de la Iglesia católica hay todo un movimiento que está recuperando lo que ellas llaman asesinato por cuestiones coloniales, por la división que hay entre los europeos blancos que llegaron a Canadá y las mujeres indígenas que estaban ahí. Las mujeres asesinadas son aventadas a los ríos, a las carreteras, a los lotes baldíos, y a los basureros. Y hubo uno en el cual una mujer en prostitución es asesinada, y para darle más realce al juicio enseñan fotografías de la vagina de una mujer troceada por el hombre con una navaja. Esto, si hubiese sido una mujer blanca, una mujer de clase alta, no lo hubieran permitido, pero como era una mujer indígena lo permitieron. Pero al estarse enfocando en lo que le hicieron a ciertas partes de cuerpo, se olvida que hay un agresor. No es el cuchillo el que destrozó, es la mano que introdujo el cuchillo. No es el palo que se introduce en la vagina, es la mano que introduce el palo. Y esa mano es una extensión del cuerpo de un varón o varios varones que tienen una mentalidad misógina, una mentalidad de muerte, y que saben que asesinar a alguien, que darle una muerte cruel, no tiene ningún costo en América Latina. Eso es algo que duele a los padres y madres, porque lastimó gravemente el cuerpo de su hija, y lastima también gravemente el cuerpo del padre y de la madre. Hay cosas que son privadas, ¿por qué la otra gente tiene que enterarse? No tiene que enterarse. Son primeramente las víctimas, y las y los deudos de la víctima, solamente ellos y ellas los autorizados a decir qué es lo que sale o no a la prensa. 

12.

Yo siempre he dicho que las niñas y las mujeres son asesinadas por su sexo, por su género y por el lugar de residencia donde está. Pero además porque están inmersas en un contexto de bajos salarios. Es muy importante hablar de economía: porque una habla de violencia, de misoginia, del patriarcado, pero al patriarcado también se le debe decir que ha hecho sociedades completamente desiguales. Y al hacer sociedades desiguales ha hecho que se vulneren los derechos de niñas y mujeres. Esto no quiere decir que los hombres no sean vulnerados, pero ese es otro tema. Hay una economía de bajos salarios que produce personas con bajos valores. Especialmente para una economía de sombras que las incorpora para el tráfico ilegal de la prostitución y a otras para la industria del sexo. 

13.

En América Latina la justicia se basa en chivos expiatorios y en la cuestión de la palabra, no hay evidencias. Insisto en llamar a la muerte de sus hijas como femicidios, pero además, como terrorismo sexual. Yo no sé si en femicidio en Argentina prescribe. El terrorismo sexual que es el que se hace en contra de las mujeres, y esta violencia sexual, esta brutalización sexual siempre va a estar ahí presente para buscar justicia. 

14.

Yo lo que veo en el caso de su hija, como en los otros casos, es que para las mujeres sus cuerpos viven la muerte social. Si su hija anduvo en México, anduvo por todas partes, ella era una mujer que podría haberse cuidado ella sola. Dicen: no era tan inocente si estuvo de aquí por allá. Esto es la revictimización: volverlas a matar después de que han sido asesinadas. La muerte social es vivir en estos corredores de la muerte que llevan a estas niñas y a estas jovencitas a la muerte, y están de una forma u otra tolerados por el Estado. Todos los Estados y todas las naciones niegan que haya femicidios en sus países. Dicen: eso sucede en Ciudad Juárez. Y no, es igual. Todos los casos de ustedes, todos los asesinatos son individuales, pero al mismo tiempo es dentro de este gran sistema, que es un sistema diseñado para la muerte de las niñas y las mujeres. Y hablando en términos feministas, es una muerte sexualmente política porque se le está negando su derecho a transitar, a vivir su libertad. Los hombres temen menos que nosotras, temen menos una violación, un ataque masivo entre tres o cuatro hombres. En cambio la forma que es asesinada su hija y la forma que lo dan a conocer, les están diciendo a otras chicas: esto te puede pasar si tú quieres ser una mujer independiente, ser escritora, contar tu experiencia de vida, en tiempos de pandemia cuando hemos restringido a toda la población. 

15.

Si no hubiese sido por el movimiento feminista y de derechos humanos que se alía a Ciudad Juárez no hubiésemos podido sacarlo de lo local, llevarlo a lo estatal, a lo nacional y luego a lo internacional. Fueron muchas organizaciones feministas las que estuvieron apoyando a las madres. Veo una diferencia entre México y Argentina: allá están los papas. En Ciudad Juárez eran las mamás solas, por eso decían este es un asunto de mujeres, pero es un asunto de mujeres, es un asunto de hombres, es de toda la sociedad y es un asunto del Estado, sobre todo. Es muy difícil. Primero se juntaron 5.000 firmas y vino la Comisión Interamericana. Ya en 2009 estábamos envueltos en lo que al principio llamábamos guerra contra el narcotráfico y ahora llamamos conflicto armado interno. Dicen: las mujeres son asesinadas porque son parte del narcotráfico, y cuando una ve los motivos por los que son asesinadas, quiénes son los asesinos, qué violencia se ejerce en el cuerpo, es que se dice que esto es también femicidio. Estos hombres que vienen en camionetas blindadas, con vidrios polarizados, se bajan tres o cuatro con uniformes militares, se llevan a las mujeres públicamente, y después dice el gobierno que son ejecuciones porque son narco reclutadas, que se lo buscaron por ser narcas. Hay que desmontar otro mito del gobierno. Se fue a CEDAW, estuvimos con amicus curiaes, han sido muchísimas cuestiones que se han hecho. Quiero poner aquí junto a ustedes que acá quien busca a su hijo, a su hija desaparecida, sabe que va a morir. Y de hecho tienen que pedir permiso al crimen organizado, le dicen: pedimos permiso a los narcos para buscar los huesos de nuestras hijas. Se han formado organizaciones que están ahí luchando para la preservación de la vida ante un gobierno que prometió muchas cosas y que estamos en peores condiciones. 

16.

La memoria es algo que el cerebro guarda. La memoria nunca es igual. Cuando nos dicen: porque en ese momento dijo tal cosa, y hoy tal cosa. Una es selectiva con la memoria. Y al momento de hablar, lo hacen con los sentimientos de dolor que hacen que se acuerden de tal dato. No es lo mismo testimoniar desde el dolor y el sufrimiento que testimoniar desde el encubrimiento. El encubrimiento es una mentira, lo otro es el dolor que habla y que selecciona lo que cree que en un sistema de impunidad puede hacer accionar al Estado. 

17.

Quisiera volver a decir que hay una política de control de la sexualidad en las niñas y las mujeres en Argentina, y se extiende a muchos países. Son ustedes en Argentina quienes nos han enseñado el valor de la lucha desde el momento que pusieron la categoría de desaparición forzada como una categoría política. Son ustedes en Argentina quienes nos han enseñado que de un conflicto como el que tenemos en México podemos salir adelante, reintegrando eso que fue fragmentado y nos han entregado incompleto: el cuerpo de las hijas que fue mancillado y maltratado. Eso ustedes lo han enseñado. 

18.

¿Qué se hace para lograr justicia? En nuestros países se lucha, porque no es un derecho. Aunque sea un derecho, no está otorgado. 

Nota

1 año de la muerte de Daiana Abregú: Nadie se suicida en una comisaría

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La joven de 26 años salió a bailar y luego apareció muerta en la celda de la comisaría comunal de la ciudad de Laprida. Cinco policías bonaerenses están imputados por triple homicidio y uno por encubrimiento. Sin embargo, la Justicia aún no definió con qué caratula elevará a juicio su caso: si por suicidio u homicidio. Hoy el pueblo saldrá a las calles para reclamar justicia.

Por Facundo Lo Duca

El 5 de junio de 2022 Daiana Abregú apareció muerta en la celda de la comisaría comunal de Laprida, en la provincia de Buenos Aires. Su muerte causó estupor en la ciudad ubicada a 400 kilómetros de Capital Federal, acostumbrada a la tranquilidad de la pampa bonaerense y reconocida por los monumentos que el enigmático arquitecto Francisco Salomone construyó durante la década del ’30.

Daiana había salido a bailar la noche del sábado 4 de junio. El domingo, alrededor de las siete de la mañana, fue de detenida por un móvil policial tras provocar disturbios en la vía pública. Sola, vestida con una campera de jean y bajo el custodio de tres policías, la joven quedó alojada en una celda de la comisaría comunal.

A las seis de la tarde de ese domingo, un patrullero llegó hasta la casa de Daiana, donde vivía con su hijo menor, sus hermanas y sus padres. Del auto bajaron dos policías: uno de ellos Marcelo Amaya, subcomisario de la estación policial.

Tras golpear la puerta, Laura Abregú ─la madre de la joven─, salió a su encuentro. Los efectivos la miraron fijo y dijeron una frase que al día de hoy todavía está en duda:

─Señora, su hija se quitó la vida.

La versión policial dijo que Daiana se suicidó en su celda, ahorcándose con su propia campera. La primera autopsia, realizada un día después de su muerte por la Asociación Pericial de Azul, sostuvo esa hipótesis luego de señalar una marca de ahorcadura en el cuello compatible a la prenda que llevaba cuando fue detenida.

La Comisión Provincial Por la memoria (CPM) intervino de inmediato en la causa como particular damnificado. Tras analizar los presurosos resultados de la primera autopsia, la organización de derechos humanos encontró una serie de irregularidades.

La autopsia no había respetado el Protocolo de Minnesota, una instancia que debe seguirse en casos de muertes bajo custodia del Estado. Los resultados del examen del cuerpo de la joven habían presentado graves falencias: no se realizaron radiografías ni fotografías completas, no se completaron extracciones de piel para determinar si algunas lesiones fueron producidas antes o después de su muerte y tampoco se realizaron filmaciones del examen, tal como lo establecen los protocolos vigentes.

La insistencia del abogado de la familia, Sergio Roldan, junto a la de la CPM, lograron que se realice una reaautopsia del cuerpo.

La Asesoría Pericial de La Plata fue finalmente el órgano encargado del procedimiento. El informe final de la reautopsia dio como resultado que Daiana Abregú no se habría ahorcado. Los peritos concluyeron que la víctima murió por una “asfixia mecánica de sofocación”. Además, no observaron lesiones en los músculos del cuello compatibles con el lazo de ahorcadura de la campera; también señalaron que existían lesiones en esa zona del cuerpo compatibles con signos de una posible autodefensa.

El fiscal del caso, Ignacio Calonje, quien se había mostrado reacio a una realizar un segundo examen del cuerpo, analizó los resultados de esa evaluación y ordenó que Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Gisel DiBin, Juliana Zelaya y Leandro Esteban Fuhr ─los cinco policías bonaerenses presentes aquel 5 de junio de junio en la comisaría─ fueran encarcelados y acusados por homicidio triplemente calificado.

La decisión había traído calma a la familia y amigos de Daiana. Pero el pueblo, por otro lado, quedó dividido. A las marchas que se hacían frente a la comisaría solo acudían un pequeño grupo de vecinos que acompañaron a la familia desde un principio. “Muchos le creen a la policía porque Daiana viene de una familia humilde. Si fuera al revés, estarían acá. Laprida tiene sus matices”, contó una vecina a lavaca.

La situación procesal de los policías, sin embargo, tendría un giro que volvería toda al principio. Un tercer informe pericial, solicitado por el fiscal y realizado por la Policía Federal, analizó los dos últimos exámenes del cuerpo de Daiana.

A través de conjeturas estigmatizantes sobre la conducta de la joven y describiéndola como alguien “con consumos problemáticos de drogas”, algo que fue desmentido por su propia familia, la policía federal aseguró que Abregú finalmente se habría quitado la vida en su celda. Es decir, para la Federal alguien con supuestos “problemas de consumos” y “conflictos emocionales”, es un potencial suicida dentro de un calabazo.

Ese escenario habilitó a que liberaran a los cinco policías detenidos y que la hipótesis del suicidio volviera a cobrar relevancia para la justicia provincial, aunque continuaron imputados por homicidio.

La bonaerense, respaldada por otra fuerza de seguridad, así como también por el ministro Sergio Berni, intentaba salvar su presente. Pero sería condenada por su pasado.

La bonaerense de Laprida

En una investigación colaborativa con otros medios, Lavaca fue a Laprida para contar el funcionamiento de la policía y la comisaría. Los relatos de los vecinos describieron la violencia institucional en la que estaba sumergida la ciudad.

Picanas eléctricas, palizas a menores de edad y hasta torturas con bolsas de plástico en la cabeza eran moneda corriente dentro de los calabazos.

Lejos de alguna sanción, a algunos policías se los premiaba. Como es el caso de Adrián Nuñez, uno de los cinco implicados en la muerte de Daiana, y denunciado en más de un testimonio por algunos vecinos de Laprida. En 2021, Nuñez recibió un premio estimulo por su labor como oficial ayudante.

Dos expolicías que trabajaron en esa comisaría, además, le confirmaron a este medio los excesos de algunos colegas, como así también otros manejos internos de la dependencia policial. Todo bajo la tutela de dos comisarios: Christian Barrios y Marcelo Amaya, quienes dirigían la seccional cuando ocurrió lo de Daiana.

Otro dato no menor fueron los antecedentes de la comisaría. En el año 2003, Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense tenía previsto llegar al pueblo para revisar una serie de expedientes y documentación sensible referido a la comisaría. Sin embargo, el 21 de julio de ese año, un “depósito con documentación y otros elementos” del edificio se prendió fuego.

Los investigadores determinarían que el incendio habría sido intencional. Entre los policías que estaban en esa época en la estación, se encontraba Marcelo Amaya, el mismo que le dijo a la madre de Daiana que su hija se había quitado la vida. Amaya, junto a Christian Barrios, fueron desplazados de sus cargos.

En el mes de abril Calonje hizo un pedido para que el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sea quien analice los resultados de las dos autopsias que se hicieron sobre el cuerpo de Abregú y contraste los resultados con los de la Policía Federal. De ese informe, saldrá finalmente la caratula con que el fiscal deberá elevar a juicio la causa: si por homicidio o suicido.

Amnistía Internacional tomó el caso de Daiana en 2022. Desde entonces, su historia forma parte de la campaña internacional por los derechos humanos que el organismo impulsa con el fin de que se esclarezca su caso. Según datos de la Comisión Provincial por la Memoria, entre 2012 y 2022, murieron al menos 215 personas en comisarías bonaerenses, un promedio de 20 por año.

Daiana falleció un 5 de junio, el mismo día que Laprida celebra el natalicio de su máximo prócer: el arquitecto de las pampas, Francisco Salomone.

Hoy, mientras algunos veneran edificios antiguos, los familiares y amigos de Daiana saldrán una vez más a las calles. A pedir justicia. A gritar: “Nadie se suicida en una comisaría”.

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3J: El Nunca Más del Ni Una Menos, con una asamblea histórica de Familiares Víctimas de Femicidios en Plaza de Mayo

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Desde Jujuy, Santiago del Estero, Córdoba. De Mar del Plata, San Miguel del Monte, Monte Hermoso. Desde Tigre, Moreno, San Vicente. Desde todas partes del país, decenas de familiares de mujeres y personas trans asesinadas y desaparecidas se autoconvocaron en Plaza de Mayo para compartir el panorama de los distintos casos, con estas palabras como denominador común: narco, policía, fiscalía. También se escucharon ideas para combatirlo, entre la calle, el abrazo y la memoria, rescatando todo el arsenal de la lucha por los derechos humanos en Argentina. Por eso, el día del Ni Una Menos, junto a la Pirámide de Mayo se gritaron dos palabras que lo dicen todo: Nunca Más. Compartimos a continuación todas las voces que se escucharon en este 3J.  

De todo lo que se dijo y escuchó en la asamblea, las familias armarán un documento para presentar ante las autoridades que deben llevar adelante las políticas para prevenir, erradicar y sancionar la violencia machista. Entre otras propuestas, se pidió una reparación para familiares y que el Procurador General de la Nación los reciba para trabajar en el entrenamiento de los fiscales en la búsqueda de pruebas.

Acompañaron la movida decenas de organizaciones sociales, sindicales y políticas (debajo, la lista completa), Periodistas Argentinas, la actriz Thelma Fardin y otras integrantes de Actrices Argentinas; y las funcionarias Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación Argentina, y Flavia Delmas, subsecretaria de Políticas contra las violencias por razones de género del Ministerio de Mujeres de la Provincia de Buenos Aires.

Estuvo ausente, entre otrxs, Tehuel de la Torre, joven trans desaparecido, pero de la asamblea participó su madre.

El cierre del acto fue con arte. Primero, una batucada de mujeres copó el centro de la escena con las familias alrededor. Luego, vestidas de rojo, otro grupo de mujeres realizó una acción en la que cantaron y levantaron en alto fotos de víctimas de femicidios. Con la Casa Rosada de fondo, una cuerda de tambores cerró la jornada rodeada de emoción y aplausos.

Las voces de las familias

Familiares de Florencia Pennacchi, desaparecida

Tras 18 años, no tenemos noticias. Flor fue víctima en 2005 de desaparición forzada, con la complicidad de organismos oscuros. Pero además de casos como el de Florencia, quiero hablar de otras víctimas. La mamá de Florencia acaba de fallecer. Y a muchas madres, padres, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos, amigos, el dolor punzante de la ausencia cambia la vida para siempre. Para que la impunidad suceda es necesaria una cadena de complicidad gubernamentales judiciales y policiales. Seguimos y estamos acá, porque somos la voz de aquellas silenciadas. 

Marisa, mamá de Luna Ortiz

Hoy es un día para transformar el dolor en lucha. Esto nos da fuerza de familiares, emociona lo que estamos transitando, esta nuestra lucha después de este gran dolor. Y duele después por cómo somos violentados por este sistema judicial. Luna era una piba de barrio que luchaba por cada pibe, y no pudo llegar a la marcha por el ni una menos. Hoy sigo el legado de mi hija, porque la lucha empieza en los barrios. 

Facundo, papá de Luna Ortiz

Es un día muy doloroso porque mientras se marchaba un 3 de junio de 2017 Luna fue captada por Isaias Villarreal. Hoy está en libertad, porque la justicia no reconoció el femicidio, y fue condenado por abandono de persona. Celebramos esta asamblea, para que se escuchen nuestros reclamos de leyes que no se cumplen, como la de patrocinio gratuito. Somos familias de laburadores. Luchamos contra cómplices gigantes como la justicia, la policía. La Ley Brisa, muy a cuenta gota, se cumple. Este lunes 12/6 en tribunales de San Isidro, invitamos a todos al juicio contra Villarreal para que sea condenado por femicidio.

Papá de Natalia Melmann, asesinada y torturada y violada en Miramar el 4 de febrero de 2001

La sentencia (Ricardo Panadero, condenado a perpetua este 17 de mayo, fue el cuarto policía condenado por su femicidio) fue lograda por la lucha y acompañamiento de un montón de personas. Porque la lucha no se abandona, se gana, como aprendimos de las Madres de Plaza de Mayo. Se puede. Es posible.

Thelma Fardin, actriz

Gracias por recibirme en este espacio. La lucha de Marta (Montero, mamá de Lucía Pérez) para mí es muy inspiradora. La primera vez que salí a la calle fue por lo de Lucía. Su lucha me inspira porque tras recibir el caso adverso por una justicia falsa nos dicen “mentirosas”, cuando la mentirosa es ella, la justicia. Te piden pruebas materiales en caso de abuso, como en muchísimos casos, como el de Lucía, como si el cuerpo flagelado no alcanza.En mi caso, tenemos mi testimonio, pero tampoco alcanza. Si no tengo pruebas materiales no alcanza. Organizades es la única salida. 

Carlos Aliaga, Jujuy, hermano de Rosita, asesinada en 2015

Pasaron ocho años y el caso sigue impune. No hay ningún detenido. La investigación empezará de nuevo. Hay una luz de esperanza, queremos creer en la Justicia. Pero hasta hoy, hay un asesino suelto en las calles de Libertador, Jujuy. Hay mucha impunidad en Jujuy, muchos casos de femicidio.

Mónica, mamá de Iara Rueda

Mi hija fue asesinada en pandemia, en 2020, engañada. Sale a la ruta engañada para entregar un trabajo práctico. No volvió. No demoramos nada en salir a la ruta ni bien llegamos a casa y vimos que no estaba Iara. No demoramos nada en hacer la denuncia. Si tiene noviecito, te preguntan, si uno le hizo algo, te dicen en la comisaría… Difunda por las redes sociales, te dicen. Los minutos que pasaban cada vez eran peores. Nunca cerraron los perímetros cerca de mi casa. No había una patrulla ni un policía en el barrio esa noche. Pasaron seis días cuando me llaman y me dicen “todo lo que pidió lo va a tener mañana”. Era domingo por la noche, mi hija desapareció un miércoles. ¿Por qué mañana? Porque recién lo aprobaron al otro día, a diez cuadras de casa, en un descampado, apareció el cuerpo: estaba violada y semienterrada. El Estado estuvo ausente con mi hija. En Jujuy estaba el protocolo que debían salir a buscarla de manera inmediata. Estaba cajoneado ese protocolo. Ocho funcionarios terminaron imputados. Pero los premiaron como jueces o jubilados o llevados a otros lugares. Mi hija es un caso bisagra en la provincia porque los organismos por fin se pusieron a trabajar. Porque las familias nos unimos a marchar y así los juicios empezaron a salir. Encontré una frase en el libro de mi hija: “Eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que parece y eres más inteligente de lo que piensas. Si seguís creyendo tus sueños se harán realidad”. Mi hija tuvo justicia pero nosotras estamos condenadas porque a nosotras nos toca llorar toda la vida.

 

 Majo Herrera, mamá de Camila Cinalli

Nos seguimos preguntando dónde está Camila, desaparecida en 2015. El intendente de Monte lo único que hizo fue llevarme a Tucumán porque tenían una supuesta prueba. Fue mentira. Se venían las elecciones y no querían que se sepa qué pasó con ella. Tardaron cinco días en tomar la denuncia. Me decían que estaban con un noviecito. Mentira, te la roban como un perrito. Todos los días es la lucha. Y es poco el acompañamiento. No queremos más desapariciones ni femicidios.  

Mamá de Agustina Fredes, Blanca Osan

A Agustina la asesinó el novio el 25 de abril de 2017. Le dieron 15 años.  Quiero que lo condenen por la muerte de mi hija y mi nieto, porque ella estaba embarazada. No murió, como dicen, por el embarazo ectópico: fue violada con fierros de cromo, ahí le dañaron los órganos y mataron a su hijo. Mi hija no murió porque quiso: Matías Acevedo, militar de Mar del Plata, es el responsable. 

Alfredo, papá de Carla Soggiu

Mi hija fue violada el 26 de diciembre de 2018 por la pareja. En enero de 2019 desaparece y aparece ahogada en el Riachuelo. Acciona el botón antipánico muchas veces. Tuvieron tiempo para ubicarla con botón que tiene GPS y da la ubicación exacta. Cuatro días después la encuentra personal de limpieza del riachuelo. Hay complicidad policial y judicial. Es mentira lo de la justicia independiente. Es mentira lo de la grieta. Defienden la impunidad de seres oscuros. Pero no vamos a abandonar la lucha. Nunca, mientras respiremos. Y van a tener que pagar los responsables por la muerte de mi hija.

Mamá de Analía Aros

Qué difícil. Qué difícil. Soy Ana Soto. Mi hija fue asesinada el 21 de marzo de 2017 por su pareja. Tuve justicia, es un alivio nada más porque nosotros seguimos el duelo. Su familia. Sus hijas. Hasta el día que nos vayamos de este mundo. Mi única terapia es acompañar a todas las madres que pasan el mismo dolor.

Susana, mamá de Cecilia Gisela Basaldúa

Estamos en representación de nuestros hijos que debieran estar acá. Cecilia tenía 36 años. En 2015 viaja a México para participar del Panamericano de hockey sobre hielo. Siguió viajando por América Latina. En 2019 regresó a Argentina. Me decía mamá, “América está sangrando por la pobreza que hay”. En marzo, iniciando la pandemia viaja a Capilla del Monte para escribir su libro. Llega a Capilla y no tenía lugar para quedarse. El 4-4-2020 es el último día que se comunica. A los días un hombre que la había alojado nos dice que tuvo un brote psicótico. Entramos en pánico, conseguimos permiso y viajamos. El 24 de abril llegamos a la tarde y nos dijeron que habían encontrado un cuerpo. Estaba muerta. La habían estrangulado, violado y asesinado. La policía no la buscó. Ahí comenzó nuestro martirio de buscar, de investigar. Que sigue. Estamos esperando que trabajen de verdad. Ahora hay nuevo fiscal pero desde noviembre hasta hoy, no hicieron nada.

Alfredo, papá de Cecilia Basaldúa

Pasó hace tres años. Vamos a seguir luchando. Queremos que Cecilia descanse en paz. No voy a largar nunca esta lucha. Es lo que tenemos que hacer todos. La policía en Argentina es muy violenta y no está educada. Lo primero que hacen es pegar. Los policías en Capilla del Monte son todos violentos, apañados por el Poder Judicial. La causa de Cecilia fue armada totalmente por la policía. Paula Klem es la fiscal de ahí, comprada por el narcotráfico. Hay un montón de causas armadas. Esas lacras tienen que pagar. Esperemos que esta vez investiguen y dejen de lado la corrupción. Ella me decía «papá, ¿de qué tengo que tener cuidado? Yo quiero ser libre». 

Jhonny, papá de Claudia Patricia Tupa Latorre, fallecida el 10 de febrero de este año, mamá soltera de dos hijas

Murió en un local bailable por culpa de regenteadores de ese local. Pido justicia. Hoy la causa está en la fiscalía 62 de Ciudad de Buenos Aires: estamos esperando el examen toxicológico. Hubo envenenamiento. Los responsables son los del local y policías porque el local no estaba habilitado hace tres años. Hay complicidad.  

Erika, amiga de Claudia Tuppa

Claudia era una compañera de Polo Obrero, fue asesinada este año, fue encontrada muerta en Joaquín Gonzalez y Rivadavia. no se sabe que hacía en ese lugar. El fiscal Ariel Tapur no hizo nada para investigar el caso. La inoperancia del fiscal nos impide tener justicia.. Ha dejado dos niñas en orfandad. Las amigas, rotas, sin una guía, porque ella era delegada. Hoy es otro día donde se recuerdan estos femicidios tenemos que sumar el de Claudia también.

Familiares de Sofía Fernández

Era una mujer trans que falleció en la comisaría 5° de Pilar.  El 8 de abril la detuvieron en una situación confusa. El 10 de abril estaba muerta. En la boca tenía una bombacha y goma espuma. No sabemos más nada. Nos informan que Sofía se suicidó, lo que es totalmente mentira. En un mercado mercantilizado, la justicia quiere llenarse de plata. Debe haber un cambio total para terminar con estas injusticias. Los gobiernos permiten que esto suceda.

Abuela de Chiara Ramírez

Los padres de Chiara no tienen la fuerza para acompañar este camino porque tienen que criar 3 nietas. Mi nieta salió a un cumpleaños, ella no conocía a la mayoría de la gente. Salió a festejar y ante una pelea en el coche se empezaron a enfrentar los chicos y le pegaron un tiro en la cabeza. Salimos a la calle, cortamos rutas, quemamos gomas en la comisaría. La gente nos gritaba “vagos, vayan a trabajar dejen de pedir planes”. No: quiero justicia. Aprendan a defenderse, y no se dejen pegar.

Aixa Greco, hermana de Catherine Greco, asesinada el 8 de julio de 2022 en Cruz del Eje

La encontraron tirada en el piso con signos de ahorcamiento, quebraduras. El asesino está preso sólo porque tenía antecedentes de violencia de género. Borraron toda clase de pruebas en la casa , después empezaron a decir que se había matado. Salió que tenía golpes por todo el cuerpo: tenía raspaduras en la rodilla y signos en las muñecas como que había sido atada. Ahora nos están diciendo que el asesino puede quedar en libertad.

Marta Montero, mamá de Lucía Pérez

Queremos la reparación a las familias, reparación del Estado a cada una de las familias a las que nos matan a una hija. Cada una sabe lo que es levantarnos con los dolores en el alma, pero tenemos que comer. O como a mi marido, que tras treinta años lo echaron del trabajo porque faltaba por la causa. Mi propuesta es esta: queremos reparación, si quieren llamarle jubilación o como quieran; necesitamos una obra social, porque quienes mataron a nuestras hijas tienen todos los derechos: casa comida, médicos, seguro. Nosotros luchamos por las nuestras, lucharemos para que esa reparación exista. Otro pedido: una audiencia con el Procurador General de la Nación. Necesitamos fiscales acordes a la situación que les toque llevar. Si no están capacitados, deben recibir capacitación constante y supervisada. En una causa, si no se toman pruebas se hacen mal las investigaciones, y quienes pierden son las familias. Les agradezco por habernos acompañado, por ayudarnos y a las familias por todo el sacrificio que hacemos todo el tiempo. Todo el tiempo. Costeamos pasajes de familias, hospedajes para juicios… Debe haber Estado presente en tiempo y forma. No elegimos estar en este lugar. Pero estamos acá, desgraciadamente.

Las organizaciones que acompañaron

Sobre el final el micrófono se abrió y las siguientes organizaciones compartieron unas palabras:

·   MTR 12 de abril

·   Pan y rosas

·   Las rojas

·   AGD-UBA

·   Crculo de amigas feministas

·   ATE-CTA Autónoma

·   MST

·   PSTU

·   Movimiento Teresa Rodriguez

·   Marabunta

·   Isadora –  izquierda socialista

·   MTL rebelde

·   Romina del Plá, plenario de trabajadoras PO.

·   Opinión socialista

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#NiUnaMás

Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann

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El ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero fue encontrado culpable de secuestrar, violar y asesinar a Natalia Melmann cuando tenía 15 años: el Tribunal Oral en lo Criminal n°4 de Mar del Plata, conformado por los jueces Néstor Conti y Juan Galarreta, y la jueza Mariana Irianni, lo condenó por unanimidad a cadena perpetua. 

La sentencia llegó 22 años después del femicidio. Natalia fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar. Su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal. La autopsia reveló la presencia de cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo. 

Un año después, en octubre de 2002 los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua por privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado. En ese juicio también fue condenado a 25 años Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, pero la pena luego fue reducida a 10 años de prisión.

Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann
Familiares de víctimas de femicidios acompañaron la lectura de la sentencia por el femicidio Natalia Melmann. Fotos: Campaña Somos Lucía

La sentencia a Ricardo Panadero tardó mucho más tiempo en llegar: en el proceso de 2012 la justicia lo había sobreseído. Recién en 2018 fue juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata integrado por los jueces Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro: también lo absolvieron. Sin embargo, ante una presentación de la familia Melmann el Tribunal de Casación en 2020 decidió anular el fallo y ordenó hacer un nuevo juicio: así llegó Panadero a ser condenado. 

Hoy, finalmente, el TOC 4 lo encontró culpable del delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa, todos en concurso material entre sí.

Su detención fue pedida de manera inmediata así como su traslado a la Unidad Penal Nº7 del complejo penitenciario Batán. 

La búsqueda de justicia continúa: hay un quinto perfil genético que aún no pudo ser identificado. Por eso Gustavo sostuvo después de la sentencia: “Ojalá que nos alcance la vida para poder condenar a todos”.

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