Nota
9 de julio, la ciudad movilizada por el femicidio de Micaela: “No queremos sobrevivir, queremos vivir”
Micaela Salazar, 28 años, fue asesinada a golpes por su ex pareja. Era madre de dos niñes y estaba embarazada de cinco meses. En la plaza central de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, cientos de personas exigieron justicia y llevaron consignas contra los femicidios. Lucía Aita, antropóloga, es la primera generación porteña de una familia nacida y criada en 9 de Julio, donde pasó años de su vida. Conmovida por la reacción de sus cercanos escribió esta crónica para pensar qué significa una movilización de a cientos en una ciudad atravesada por la violencia machista.

Hay un pueblo que está de duelo, y movilizado.
9 de julio es una ciudad pequeña de la provincia de Buenos Aires que no suele movilizarse. La ciudad fue conmovida por el asesinato de Micaela, una joven de 28 años mamá de un nene de 12 años y de una nena de tres, que estaba embarazada de 5 meses.
La indignación y la angustia crecieron primero en las redes sociales y a las pocas horas estaba convocada la concentración en la Plaza Belgrano, con cuidado y distanciamiento. Cientos de personas marcharon alrededor para exigir justicia por un femicidio que resonó aún más cruel por lo posible de que le pase a cualquiera.

En los pueblos la violencia machista doméstica no es anónima, se conoce, y se conocen los riesgos de escarnio público que suelen tener las mujeres al denunciar. La realidad es que se sabe allá, igual que en muchos barrios de todo país, que a las que piden una medida perimetral se las trata de locas, no se las escucha o se les ponen trabas burocráticas. El murmullo injusto cala hondo hasta que la mujer se rinde. En muchos casos, hasta huyendo de su propio lugar de origen.
En este caso Micaela pidió medidas que al vencerse fueron inútiles para frenar el asesinato. En 9 de julio los chismes corren, y los divorcios por temas de violencias son frecuentes. Y los femicidios como forma de odio mortal hacia los cuerpos feminizados tienen lugar todos los días en distintos puntos del país. Esta vez el caso fue extremadamente cruel: molieron a golpes a una embarazada.

El sospechoso es la ex pareja y es boxeador. En cuanto se enteró de lo ocurrido la prima organizó una marcha. Y las redes de todes les del pueblo comenzaron un llamamiento: #niunamenos y #justiciapormicaela. Quienes participaron siguen impactadas por la cantidad de gente que participó. La movilización dio la vuelta a la plaza con parada en el Municipalidad en donde sobre las puertas cerradas pegaron carteles violetas escritos a mano pidiendo justicia. Luego caminaron hasta el juzgado de Paz y dejaron esos mismos carteles en el lugar que no atendió a Micaela cuando lo necesitó.
“En este contexto y en esta ciudad realmente es impactante la cantidad de gente hoy. Muchas pibas, muchos stenciles y carteles. Muchas madres con niñes. Es que fue muy tremendo”, dice Alejandra Arostegui que atiende uno de los pocos centros culturales de la ciudad. La marcha finalizó con unas palabras de la prima de Micaela y la frase “Termina esta marcha pero no termina esto acá. Nos tocas a una y nos tocan a todas”.
Tía y prima de Micaela Salazar, encabezando la marcha en pedido de justicia.
El cierre fue un aplauso que sonó interminable.
Por Micaela caminan otras, muchas, que desean vivir mejor, en medio de una pandemia.
Quizás es eso lo que grita el cartel fucsia con letras negras: “No queremos sobrevivir, queremos vivir”.
Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar: