Nota
Bolivia hoy: “Este es el momento de las mujeres”

(lavaca en La Paz) Entrevista con la Confederación Sindical de Mujeres Interculturales de Bolivia, que reúne a distintas organizaciones de mujeres que apoyan al MAS. Denuncian amenazas y persecuciones, y aseguran sobre el gobierno de facto: “Han venido a saquear Bolivia”. En esta charla con lavaca y Yolanda Mamani (Radio Deseo/Mujeres Creando) reflexionan sobre cómo se llegó al golpe de Estado. Relatan cómo actores del gobierno del MAS han ido aislando a los movimientos sociales. Analizan la mala estrategia electoral hacia adentro del partido. Cuentan casos de machismo y arbitrariedad en las decisiones. Lo indígena como un instrumento. Y la posibilidad de plantear dentro del MAS nuevas ideas de cara a lo que se viene: “Es el momento de nosotras”.
Debajo de una whipala gigante y una foto de Evo Morales siete mujeres despliegan empanadas de queso y sirven té de manzanilla con canela. Todas son integrantes de la Confederación de Mujeres Interculturales y de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, más conocidas como Las Bartolinas. Pero la que hablará es Angélica Ponce, ejecutiva nacional de Mujeres Interculturales. Cuando termina de contestar preguntas, todas asentirán diciendo: “Ella ya habló todo”.
Estamos apretados en una oficina de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, a metros del Palacio Quemado y de la Asamblea Legislativa. Esta incomodidad es lo primero que las mujeres denuncian: su sede ha sido saqueada por seguidores de la Presidenta de facto Jannine Añez -posiblemente los mismos que hoy pululan por la Plaza como paramilitares- y ya no tienen las llaves ni las ganas de volver al espacio que fue suyo. “El mismo sábado 9 (previo al golpe) rompieron nuestras oficinas y nos han saqueado”, cuentan. “Se llevaron computadoras, ollas, víveres: todo”. La sede de Mujeres Interculturales en La Paz funcionaba como lugar de reunión y también como depósito de insumos que la Confederación reparte a las distintas organizaciones.
La resistencia
Angélica Ponce comenzará saludando formalmente el encuentro y subrayando la necesidad de denunciar “lo que sucede” a la prensa internacional. Al igual que otras dos mujeres, lleva una bufanda marrón con las insignias de la Federación: C.S.M.C.I.B. Está cayendo la tarde y todas tienen rostros cansados; alguna, incluso, alcanzará a cerrar los ojos durante la charla. Es que son días más que agitados: “Se han hecho marchas de las diferentes organizaciones, primero como alianza de mujeres en el departamento de La Paz, de las cuales somos parte como hermanas Bartolinas. Luego en Cochabamba, donde hubo una concentración masiva de mujeres en defensa de la democracia: más de 5 mil compañeras marchamos desde Sacaba hasta Cochabamba”.
Por movilizaciones como éstas fueron reconocidas por un plenario de organizaciones ligadas al MAS como una de las resistencias clave tras el golpe en Bolivia. Defienden la figura de Evo Morales y hablan de recuperar “el poder político para nuestra gente”. Antes de las preguntas, enseguida dicen: “Hemos ganado las elecciones generales. El tema del fraude solamente ha sido pretexto para hacer el golpe de Estado. El campo no ha sido contabilizado. Nos han excluido”. Repreguntada sobre las sospechas que despertó la demora del escrutinio, Angélica declara: “Hasta ahora no se ha comprobado fraude. Y mientras no se compruebe, sigue siendo legal la participación de todo el pueblo boliviano. Y en esas elecciones hemos ganado”.
La Confederación Sindical de Mujeres Interculturales nació formalmente el 25 de marzo de 2010 como otra de las variantes de organización de los pueblos originarios de Bolivia y, en particular, de sus mujeres. Primas hermanas de Las Bartolinas –fundada dos décadas antes en las áreas rurales de Bolivia-, en los últimos años se han distanciado; las razones formarán parte de la charla. Como mujeres campesinas, más acá de las siglas, todas aseguran haber formado parte de alguna u otra manera de la fundación del Movimiento al Socialismo en 1995. Y fueron protagonistas en distintas luchas, como en los enfrentamientos en la zona de Chapare en defensa de la coca. Angélica Ponce historiza: “Fuimos fundadoras del instrumento político, en el año 1995 nació la Federación intercultural en el trópico de Cochabamba”. Angélica pertenece precisamente a ese trópico, y cuenta que conoce a Evo desde sus tiempos de dirigente cocalero: “Hemos hechos huelgas de hambre, muchas marchas juntos”.
Los primeros días tras el golpe
Angélica revela que está amenazada. “Tengo dos hermanas que viven en Buenos Aires y ellas recibieron llamadas y mensajes después que salí en Telesur (canal tevé de alcance latinoamericano). Les dijeron: ´Que ya no incite más, está cometiendo sedición y va a ir presa´. A mi Facebook también me llegaron amenazas”.
-¿Qué dicen?
-Que los masistas siempre buscan acusar falsamente, que ya no es momento de los narcotraficantes, de los terroristas, de los vandálicos. O sea: a nosotros nos culpan de todo lo que son ellos. Y en un momento me dijeron que conocían mi casa, mis hijos, mis parientes y que debería desaparecer. Yo me callé, no hurgué mi Facebook por dos días, porque me quedé asustada pensando: ´qué voy a hacer ahora´… Me sentía muy atormentada. Pero luego entendí que debía estar como cabeza de una organización delante de ellos luchando, porque eso es lo que he aprendido.
Poner el cuerpo, dar la cara
Angélica cuenta que ya cuando tenía 13 años fue representante de “vinculación femenina” de la juventud de la Federación Carrasco, en el trópico de Cochabamba. “Ahí me enseñaron que un líder tiene que ir por delante de sus bases. Eso es lo que hice: dar la cara. Y empecé a llamar a los ejecutivos nacionales y les dije: nos juntaremos. Haremos fuerza por nuestros hermanos”.
-¿Cómo fue la comunicación con los funcionarios del MAS esos primeros días?
-Les mandé mensajes diciendo que tenían que hacer algo porque nosotros, como sectores sociales, estábamos siendo acribillados. Ellos también sufrieron: nuestras senadoras no podían pasar a la Asamblea Legislativa. La Plaza Murillo estaba recontra cercada, no podían pasar las hermanas diputadas; yo las llamaba diciendo “entren a sesionar, entren”. Se han quedado ahí esa noche. Han sido momentos muy duros.
-¿Qué es lo que más preocupa a las organizaciones de las primeras acciones del gobierno de facto?
-Personalmente, creo que esta gente no tiene la menor idea de irse del Palacio ahora. Hemos visto su accionar desde el momento que ha entrado la ex senadora Añez: ha empezado a cambiar el gabinete, a poner decretos, ha levantado la culpabilidad al Ejército y ha seguido cambiado la institucionalidad.
-¿Qué lectura hacen del pacto al que llegó Añez con Eva Copa Murga como representante del MAS?
-Sinceramente, quisiera que respeten los acuerdos que han hecho. Pero dudo que lo hagan. Su intención no es solamente momentánea, no es transitoria: ellos históricamente han sido golpistas, esa familia (por la familia Camacho) es golpista. Una muestra clara para nosotros ha sido la decisión de entregar Boliviana de Aviación (la aerolínea de bandera del Estado) a manos de Amazonas (una empresa privada): eso es privatización. En catorce años de gobierno de Evo Morales se ha respetado y se ha nacionalizado las instituciones privadas que han sido tomadas anteriormente por los capitalistas. Ahora nuevamente la idea es seguir privatizando, y estamos viendo todos los días que han cambiado directores, vocales y siguen dejando una estructura por la que nos quieren gobernar a puro decreto. Las organizaciones sociales a nivel nacional ya hemos debatido, hemos sacado conclusiones… Estamos haciendo también nuestras estrategias de combate, de cómo recuperarnos. Sabemos que ellos van a manipular las elecciones y nos van a querer someter: es lo que han hecho históricamente.
Las bases y el hermano Presidente
-En estos debates al interior del movimiento y del partido, ¿qué análisis hacen de cómo se llegó al golpe de Estado?
-Entre los puntos principales está el tema del litio. Y otro, es que han infiltrado muchos actores políticos o ejecutivos dentro del entorno de nuestro Presidente. Nos han alejado, simplemente, de nuestro presidente a los sectores sociales que nosotros cuidábamos. Siempre habíamos dado recomendaciones, siempre habíamos dado el horizonte adonde debía caminar el Presidente. Pero en los últimos tiempos nos han ido alejando. No tenía tiempo para reunirse y cuando nos reuníamos, también teníamos personas infiltradas dentro de las mismas organizaciones, incluso. Nos han ido trabajando. Y nuestro error ha sido ser inclusivos, ser abiertos ante toda la sociedad: en los catorce años no hemos tenido un dirigente, un campesino que haya podido llevar una cierta parte del Poder Ejecutivo. Nunca hemos tenido. De las clases que tiene Bolivia se les ha dado la oportunidad a todas y desde ahí nos han ido haciendo daño. Nosotros, los sectores sociales, somos agradecidos por las carreteras, por todas las obras, y seguimos siendo agradecidos y vamos a valorar la gestión del Presidente. Pero tenemos ahora una visión de reestructurar el Poder Ejecutivo, si vuelve a confiar nuestra gente.
Yolanda Mamani: ¿Cómo van a volver a tener la credibilidad de la gente? Porque muchas organizaciones sociales se han fracturado prácticamente con el MAS.
-Simplemente nos han hecho ver que solo había pequeños espacios para nosotros. Solamente era la cabeza de Evo en la presidencia y lo demás, nosotros, no éramos capaces de administrar el país. Eso es lo que nos han hecho ver los invitados que hemos tenido. Ciertamente la nueva esperanza para recuperar a nuestros sectores sociales es respetar la Constitución política del Estado. Ya no tiene que ser discurso el tema de la igualdad de oportunidades. Ya no puede ser discurso respetar los derechos de mujeres. Tiene que ser una práctica. Tiene que ser una práctica (repite).
Yolanda Mamani: ¿Cuántas veces en estos 14 años tú te has reunido con el Presidente Evo Morales? Y cuéntanos si en alguna oportunidad le has corregido cuando se ha vuelto soberbio y autoritario, si le has jalado la oreja.
-Yo me acuerdo cuando el hermano Presidente Evo Morales era sólo dirigente (social). Hemos hecho huelga de hambre juntos, y marchas también. Y después que ha subido al poder hemos tenido varios ampliados en el trópico de Cochabamba. Me he reunido muchas veces. Una de las veces que le he llamado la atención es cuando en el trópico de Cochabamba una de las compañeras, la alcadesa Lidia Poma, había ganado con mayoría de votación y nuestro hermano Presidente pues no aceptó porque… no sé, eso es lo que no me explico, porque era mujer, tal vez. Se ha equivocado. Yo vi personalmente cómo Lidia Poma ha tenido apoyo masivo, que debería respetarse. Y en uno de los ampliados yo me paré y le dije: “Hermano Presidente, cuando éramos dirigentes hemos quedado en que si subíamos al poder debíamos respetar la decisión de las bases; efectivamente la compañera Lidia ha sido la ganadora y debería respetarse”. Y una de las repuestas de mi hermano ha sido, directamente me ha señalado y me dice: “Hermana, usted parece de la oposición, ¿me está diciendo que yo estoy fallando? Pareces de la oposición”. Y yo me callé. Y se paró otro compañero, Gregorio Mamani, y le dijo: “Hermano Presidente: la compañera te está diciendo la verdad”. Y yo le dije: “Hermano Presidente, esto que estamos haciendo puede ocasionar que esa gente quede disconforme”. Y no pasó más de un mes que abrieron una casa de campaña en Chinoata los de la oposición, y quisieron apuntarle a la compañera Lidia Poma; la compañera no aceptó, hasta el momento sigue siendo masista. Me dijo: “Yo voté por el Evo, hermana, por más que me ha hecho mal”. En las elecciones nacionales nos hemos encontrado con el hermano Presidente y me pidió disculpas. Me dijo: “Reconocer es de los humanos, me he equivocado”.
-¿En qué año sucedió esto?
-Anterior gestión: 2015. En ese entonces no había una sola oposición en el trópico. Pero después de eso hubo en el municipio dos concejales de la oposición. El único municipio que no tuvo oposición fue mi federación (Cochabamba). Quedamos en trabajar nuevamente y respetando a las bases. Pero este entorno que ya ha empañado… En estas elecciones pasadas se ha delegado a los ministros como delegados políticos en los nueve departamentos. Han ido a dividir las organizaciones y no han respetado a las bases. Han puesto a la mayoría de los diputados y los senadores. Y eso ha hecho que muchos de los compañeros estén resentidos. Ha habido un voto castigo, puede ser, porque nosotros hemos superado siempre arriba de los 50 puntos.
-¿Cómo fue que actuaron esos ministros en las organizaciones? ¿No las conocían?
-Conocían, pero es que es más intereses de amistades, de compañeros, era un entorno favorable a intereses personales, más allá de las masas. Por ejemplo, a mi organización nos han sacado de la Conalcam (Coordinadora Nacional para el Cambio) y del Pacto de Unidad. Nunca hemos podido participar como organización, siendo las fundadoras del instrumento político. Nos han aislado, simplemente porque somos leales a las bases y al Presidente Evo Morales. Nos han empezado a dividir. Por ejemplo, a nivel nacional hay dos organizaciones grandes: las hermanas Bartolinas y las Confederación sindical que representamos. Pero nos han dividido, con una y otra situación nos han dividido: con mentiras, con chismes, con otras cosas.
-¿Puede brindar un ejemplo concreto de cómo se gestaron esas divisiones y quiénes fueron sus responsables?
-Hacíamos nuestros eventos, para otros había financiamiento para pasajes, talleres, pero para nosotras, no. ¿Por qué nosotros no? Era una pelea interna entre organizaciones y eso hicieron los mismos ministros. El principal fue el coordinador de las organizaciones sociales, el Alfredo Rada. Yo le dije: “Usted no es del proceso de cambio, usted no nos representa porque está coartando nuestros derechos”. Cuando nos sacaron de la lista del Conalcam le pregunté al hermano Presidente por qué nos habían sacado de la reunión. Me dijo: “Hermana, yo no tenía conocimiento que no estaba participando. Llama a Alfredo Rada”. Llamé a Rada miles de veces: nunca me contestó. Y sabe perfectamente Alfredo Rada que las Mujeres Interculturales somos parte. Así nos han ido coartando la única oportunidad que yo tenía para hablar con el Presidente allá en el trópico. Luego no había tiempo más que para decirle “fuerza compañero” en algún acto. Lamentablemente nos han ido coartando a diferentes organizaciones sociales, y eso nos duele mucho. La participación de las mujeres dentro de las asambleas plurinacionales del Senado, departamentales, consejos municipales nunca ha sido fácil. Y hasta ahora el machismo sigue. A veces los hombres deciden quiénes van a ir como candidatas, incluso como candidata da mujer intercultural. Son los que apuntan y dicen: «Ella va a ir», solo porque ellos han decidido. Y las candidatas que nosotras elegimos, no respetan.

“Nadie es más que nadie”
Yolanda Mamani: ¿Cómo piensa reestructurarse de nuevo el MAS?
-Reestructurar con gente que no ha sido partícipe dentro de los gobiernos anteriores. Los dirigentes que han sido partícipes pueden ser asesores desde la base, pero que dejen el lugar a otros líderes que no han tenido. Hay muchos líderes que no han podido subir a la departamental, a la nacional, que han sido coartados. Y uno de nuestros errores ha sido no fortalecer a nuestros líderes. Ha habido mucha envidia. Eso es lo que yo quisiera que termine. La discriminación: no debemos discriminarnos entre nosotros, no debemos coartar los derechos entre nosotras. Ya está empezando a crecer un líder, y por asesoramiento de estos anteriores actores del Poder Ejecutivo – ministros, directores, o mismos asambleístas invitados- no dejaban que crezcan. Por ejemplo, el Foro Indígena ha sido bien preparado para los líderes. Junto con el hermano Presidente ha habido grandes líderes. Pero, ¿qué han hecho? Lo han desarmado. Yo digo: nadie es más que nadie y nadie es menos que nadie. Han habido personajes del mismo entorno del Presidente que nos han hecho separar. Incluso cuando nos han dado cuotas en los plenarios, hacían que otros participen menos que los otros. Me acuerdo cuando nos dijeron: «Veinticuatro compañeras por departamento». Cuando llegaba el momento, decían: «A vos te tocan solamente cinco». Los que decidían no eran compañeras. No eran las hermanas Bartolinas: eran los que estaban coordinando, los coordinadores con los sectores sociales; manejaban las planillas, manejaban los cupos, manejaban los recursos. Desde ahí nos damos cuenta que no hemos sido nosotros los que nos hemos separado: nos han (subraya esta palabra) separado. Es momento que recuperemos esa unidad y luchemos por recuperar el poder político para nuestra gente, para nuestros hermanos y hermanas.
Yolanda Mamani: ¿Cómo van a construir un nuevo partido y cómo van a controlar que no exista esta nueva gente que quiere llegar al poder usando a las organizaciones como instrumento político? Porque al inicio ha nacido este movimiento como un instrumento indígena, pero finalmente nos hemos dado cuenta que los indígenas solamente hemos sido su instrumento: las cholas, los indios, las indias nunca hemos ocupado cargos altos. ¿Cómo piensan ustedes viendo ese pasado utilitario indígena estructurar esto nuevo?
-Cambiar profundo… Tienes mucha razón, hermana. Porque en verdad hemos pasado esa historia. Pero desde mi punto de vista creo que hoy los campesinos y la gente de los pueblos ya tenemos nuestros hijos formados sindicalmente. Creo que ahora es la oportunidad de ellos. Por ejemplo la equidad de género. Yo decía: tenemos más de veintidós ministerios y solamente las mujeres hemos entrado como lunares: tres, cuatro máximo. Y de verdad como mujeres queremos ser tomadas en cuenta. Y lo vamos a hacer, porque si nosotros no luchamos esos lugares, nadie nos lo va a dar. Como mujeres vamos a pelear: en el Poder Ejecutivo también tiene que haber equidad de género. Y también en la Presidencia, ¿por qué no? Las organizaciones de mujeres hemos aportado mucho, hemos resistido mucho.
“Somos muchas personas bien organizadas”
-¿Creés que solo ha sido un discurso el tema indígena?
-En un momento venimos acompañando a nuestro hermano Presidente y en cierto momento nos han aislado. Y últimamente hemos sido los que hemos sostenido el proceso de cambio, sinceramente. Los sectores sociales hemos creado el instrumento político y las organizaciones sociales a plan de agua y coca. Y hemos sostenido también hasta el momento a plan de agua y coca. Nunca nos hemos vendido. Los verdaderos líderes no negociaron, no se pueden vender. Seguimos. Somos muchos. Si nos paran a todos, les va a costar mucho: somos millones, somos muchas personas organizadas. Estamos bien organizadas. En este momento hemos caído moralmente porque nuestro Presidente nos ha abandonado, pero preferimos que esté vivo a que esté muerto, porque sabemos que la DEA está detrás de él. Hay que recuperar las cosas buenas, pero también hay que ver las cosas malas para hacer cosas buenas. Es la única visión que nos da el seguir adelante. Una de las fortalezas es aprender de los errores.
-¿Qué estrategias se van a dar como organización para esta nueva etapa?
-Ahora vamos a abrir nuestros sectores y acoplar a nuestras hermanas jóvenes. A todas las mujeres que todavía no hemos participado en las organizaciones sociales, ahorita vamos a invitarlas. Con las debilidades que hemos tenido, con los tropiezos que hemos tenido, vamos a seguir mejorando, vamos a unificar con las hermanas Bartolinas, a nuestras hermanas de las Sierras Bajas, y vamos a salir como ha sido en la historia. Como mujeres también nosotras vamos a pedir nuestra posición en el Poder legislativo y en el Ejecutivo, y también dentro de las organizaciones sociales. Hemos venido luchando por esto desde hace muchos años.
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La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
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Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

