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Bolivia hoy: “Este es el momento de las mujeres”

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Bolivia hoy: “Este es el momento de las mujeres”

(lavaca en La Paz) Entrevista con la Confederación Sindical de Mujeres Interculturales de Bolivia, que reúne a distintas organizaciones de mujeres que apoyan al MAS. Denuncian amenazas y persecuciones, y aseguran sobre el gobierno de facto: “Han venido a saquear Bolivia”. En esta charla con lavaca y Yolanda Mamani (Radio Deseo/Mujeres Creando) reflexionan sobre cómo se llegó al golpe de Estado. Relatan cómo actores del gobierno del MAS han ido aislando a los movimientos sociales. Analizan la mala estrategia electoral hacia adentro del partido. Cuentan casos de machismo y arbitrariedad en las decisiones. Lo indígena como un instrumento. Y la posibilidad de plantear dentro del MAS nuevas ideas de cara a lo que se viene: “Es el momento de nosotras”.

Debajo de una whipala gigante y una foto de Evo Morales siete mujeres despliegan empanadas de queso y sirven té de manzanilla con canela. Todas son integrantes de la Confederación de Mujeres Interculturales y de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, más conocidas como Las Bartolinas. Pero la que hablará es Angélica Ponce, ejecutiva nacional de Mujeres Interculturales. Cuando termina de contestar preguntas, todas asentirán diciendo: “Ella ya habló todo”.

Estamos apretados en una oficina de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, a metros del Palacio Quemado y de la Asamblea Legislativa. Esta incomodidad es lo primero que las mujeres denuncian: su sede ha sido saqueada por seguidores de la Presidenta de facto Jannine Añez -posiblemente los mismos que hoy pululan por la Plaza como paramilitares- y ya no tienen las llaves ni las ganas de volver al espacio que fue suyo. “El mismo sábado 9 (previo al golpe) rompieron nuestras oficinas y nos han saqueado”, cuentan. “Se llevaron computadoras, ollas, víveres: todo”. La sede de Mujeres Interculturales en La Paz funcionaba como lugar de reunión y también como depósito de insumos que la Confederación reparte a las distintas organizaciones.

La resistencia

Angélica Ponce comenzará saludando formalmente el encuentro y subrayando la necesidad de denunciar “lo que sucede” a la prensa internacional. Al igual que otras dos mujeres, lleva una bufanda marrón con las insignias de la Federación: C.S.M.C.I.B. Está cayendo la tarde y todas tienen rostros cansados; alguna, incluso, alcanzará a cerrar los ojos durante la charla. Es que son días más que agitados: “Se han hecho marchas de las diferentes organizaciones, primero como alianza de mujeres en el departamento de La Paz, de las cuales somos parte como hermanas Bartolinas. Luego en Cochabamba, donde hubo una concentración masiva de mujeres en defensa de la democracia: más de 5 mil compañeras marchamos desde Sacaba hasta Cochabamba”.

Por movilizaciones como éstas fueron reconocidas por un plenario de organizaciones ligadas al MAS como una de las resistencias clave tras el golpe en Bolivia. Defienden la figura de Evo Morales y hablan de recuperar “el poder político para nuestra gente”. Antes de las preguntas, enseguida dicen: “Hemos ganado las elecciones generales. El tema del fraude solamente ha sido pretexto para hacer el golpe de Estado. El campo no ha sido contabilizado. Nos han excluido”. Repreguntada sobre las sospechas que despertó la demora del escrutinio, Angélica declara: “Hasta ahora no se ha comprobado fraude. Y mientras no se compruebe, sigue siendo legal la participación de todo el pueblo boliviano. Y en esas elecciones hemos ganado”.

La Confederación Sindical de Mujeres Interculturales nació formalmente el 25 de marzo de 2010 como otra de las variantes de organización de los pueblos originarios de Bolivia y, en particular, de sus mujeres. Primas hermanas de Las Bartolinas –fundada dos décadas antes en las áreas rurales de Bolivia-, en los últimos años se han distanciado; las razones formarán parte de la charla. Como mujeres campesinas, más acá de las siglas, todas aseguran haber formado parte de alguna u otra manera de la fundación del Movimiento al Socialismo en 1995. Y fueron protagonistas en distintas luchas, como en los enfrentamientos en la zona de Chapare en defensa de la coca. Angélica Ponce historiza: “Fuimos fundadoras del instrumento político, en el año 1995 nació la Federación intercultural en el trópico de Cochabamba”. Angélica pertenece precisamente a ese trópico, y cuenta que conoce a Evo desde sus tiempos de dirigente cocalero: “Hemos hechos huelgas de hambre, muchas marchas juntos”.

Los primeros días tras el golpe

Angélica revela que está amenazada. “Tengo dos hermanas que viven en Buenos Aires y ellas recibieron llamadas y mensajes después que salí en Telesur (canal tevé de alcance latinoamericano). Les dijeron: ´Que ya no incite más, está cometiendo sedición y va a ir presa´. A mi Facebook también me llegaron amenazas”.

-¿Qué dicen?

-Que los masistas siempre buscan acusar falsamente, que ya no es momento de los narcotraficantes, de los terroristas, de los vandálicos. O sea: a nosotros nos culpan de todo lo que son ellos. Y en un momento me dijeron que conocían mi casa, mis hijos, mis parientes y que debería desaparecer. Yo me callé, no hurgué mi Facebook por dos días, porque me quedé asustada pensando: ´qué voy a  hacer ahora´… Me sentía muy atormentada. Pero luego entendí que debía estar como cabeza de una organización delante de ellos luchando, porque eso es lo que he aprendido.

Poner el cuerpo, dar la cara

Angélica cuenta que ya cuando tenía 13 años fue representante de “vinculación femenina”  de la juventud de la Federación Carrasco, en el trópico de Cochabamba. “Ahí me enseñaron que un líder tiene que ir por delante de sus bases. Eso es lo que hice: dar la cara. Y empecé a llamar a los ejecutivos nacionales y les dije: nos juntaremos. Haremos fuerza por nuestros hermanos”.

-¿Cómo fue la comunicación con los funcionarios del MAS esos primeros días?

-Les mandé mensajes diciendo que tenían que hacer algo porque nosotros, como sectores sociales, estábamos siendo acribillados. Ellos también sufrieron: nuestras senadoras no podían pasar a la Asamblea Legislativa. La Plaza Murillo estaba recontra cercada, no podían pasar las hermanas diputadas; yo las llamaba diciendo “entren a sesionar, entren”. Se han quedado ahí esa noche. Han sido momentos muy duros.

-¿Qué es lo que más preocupa a las organizaciones de las primeras acciones del gobierno de facto?

-Personalmente, creo que esta gente no tiene la menor idea de irse del Palacio ahora. Hemos visto su accionar desde el momento que ha entrado la ex senadora Añez: ha empezado a cambiar el gabinete, a poner decretos, ha levantado la culpabilidad al Ejército y ha seguido cambiado la institucionalidad.

-¿Qué lectura hacen del pacto al que llegó Añez con Eva Copa Murga como representante del MAS?

-Sinceramente, quisiera que respeten los acuerdos que han hecho. Pero dudo que lo hagan. Su intención no es solamente momentánea, no es transitoria: ellos históricamente han sido golpistas, esa familia (por la familia Camacho) es golpista. Una muestra clara para nosotros ha sido la decisión de entregar Boliviana de Aviación (la aerolínea de bandera del Estado) a manos de Amazonas (una empresa privada): eso es privatización. En catorce años de gobierno de Evo Morales se ha respetado y se ha nacionalizado las instituciones privadas que han sido tomadas anteriormente por los capitalistas. Ahora nuevamente la idea es seguir privatizando, y estamos viendo todos los días que han cambiado directores, vocales y siguen dejando una estructura por la que nos quieren gobernar a puro decreto. Las organizaciones sociales a nivel nacional ya hemos debatido, hemos sacado conclusiones… Estamos haciendo también nuestras estrategias de combate, de cómo recuperarnos. Sabemos que ellos van a manipular las elecciones y nos van a querer someter: es lo que han hecho históricamente.

Las bases y el hermano Presidente

-En estos debates al interior del movimiento y del partido, ¿qué análisis hacen de cómo se llegó al golpe de Estado?

-Entre los puntos principales está el tema del litio. Y otro, es que han infiltrado muchos actores políticos o ejecutivos dentro del entorno de nuestro Presidente. Nos han alejado, simplemente, de nuestro presidente a los sectores sociales que nosotros cuidábamos. Siempre habíamos dado recomendaciones, siempre habíamos dado el horizonte adonde debía caminar el Presidente. Pero en los últimos tiempos nos han ido alejando. No tenía tiempo para reunirse y cuando nos reuníamos, también teníamos personas infiltradas dentro de las mismas organizaciones, incluso. Nos han ido trabajando. Y nuestro error ha sido ser inclusivos, ser abiertos ante toda la sociedad: en los catorce años no hemos tenido un dirigente, un campesino que haya podido llevar una cierta parte del Poder Ejecutivo. Nunca hemos tenido. De las clases que tiene Bolivia se les ha dado la oportunidad a todas y desde ahí nos han ido haciendo daño. Nosotros, los sectores sociales, somos agradecidos por las carreteras, por todas las obras, y seguimos siendo agradecidos y vamos a valorar la gestión del Presidente. Pero tenemos ahora una visión de reestructurar el Poder Ejecutivo, si vuelve a confiar nuestra gente.

Yolanda Mamani: ¿Cómo van a volver a tener la credibilidad de la gente? Porque muchas organizaciones sociales se han fracturado prácticamente con el MAS.

-Simplemente nos han hecho ver que solo había pequeños espacios para nosotros. Solamente era la cabeza de Evo en la presidencia y lo demás, nosotros, no éramos capaces de administrar el país. Eso es lo que nos han hecho ver los invitados que hemos tenido. Ciertamente la nueva esperanza para recuperar a nuestros sectores sociales es respetar la Constitución política del Estado. Ya no tiene que ser discurso el tema de la igualdad de oportunidades. Ya no puede ser discurso respetar los derechos de mujeres. Tiene que ser una práctica. Tiene que ser una práctica (repite).

Yolanda Mamani: ¿Cuántas veces en estos 14 años tú te has reunido con el Presidente Evo Morales? Y cuéntanos si en alguna oportunidad le has corregido cuando se ha vuelto soberbio y autoritario, si le has jalado la oreja.

-Yo me acuerdo cuando el hermano Presidente Evo Morales era sólo dirigente (social). Hemos hecho huelga de hambre juntos, y marchas también. Y después que ha subido al poder hemos tenido varios ampliados en el trópico de Cochabamba. Me he reunido muchas veces. Una de las veces que le he llamado la atención es cuando en el trópico de Cochabamba una de las compañeras, la alcadesa Lidia Poma, había ganado con mayoría de votación y nuestro hermano Presidente pues no aceptó porque… no sé, eso es lo que no me explico, porque era mujer, tal vez. Se ha equivocado. Yo vi personalmente cómo Lidia Poma ha tenido apoyo masivo, que debería respetarse. Y en uno de los ampliados yo me paré y le dije: “Hermano Presidente, cuando éramos dirigentes hemos quedado en que si subíamos al poder debíamos respetar la decisión de las bases; efectivamente la compañera Lidia ha sido la ganadora y debería respetarse”. Y una de las repuestas de mi hermano ha sido, directamente me ha señalado y me dice: “Hermana, usted parece de la oposición, ¿me está diciendo que yo estoy fallando? Pareces de la oposición”. Y yo me callé. Y se paró otro compañero, Gregorio Mamani, y le dijo: “Hermano Presidente: la compañera te está diciendo la verdad”. Y yo le dije: “Hermano Presidente, esto que estamos haciendo puede ocasionar que esa gente quede disconforme”. Y no pasó más de un mes que abrieron una casa de campaña en Chinoata los de la oposición, y quisieron apuntarle a la compañera Lidia Poma; la compañera no aceptó, hasta el momento sigue siendo masista. Me dijo: “Yo voté por el Evo, hermana, por más que me ha hecho mal”. En las elecciones nacionales nos hemos encontrado con el hermano Presidente y me pidió disculpas. Me dijo: “Reconocer es de los humanos, me he equivocado”.

-¿En qué año sucedió esto?

-Anterior gestión: 2015. En ese entonces no había una sola oposición en el trópico. Pero después de eso hubo en el municipio dos concejales de la oposición. El único municipio que no tuvo oposición fue mi federación (Cochabamba). Quedamos en trabajar nuevamente y respetando a las bases. Pero este entorno que ya ha empañado… En estas elecciones pasadas se ha delegado a los ministros como delegados políticos en los nueve departamentos. Han ido a dividir las organizaciones y no han respetado a las bases. Han puesto a la mayoría de los diputados y los senadores. Y eso ha hecho que muchos de los compañeros estén resentidos. Ha habido un voto castigo, puede ser, porque nosotros hemos superado siempre arriba de los 50 puntos.

-¿Cómo fue que actuaron esos ministros en las organizaciones? ¿No las conocían?

-Conocían, pero es que es más intereses de amistades, de compañeros, era un entorno favorable a intereses personales, más allá de las masas. Por ejemplo, a mi organización nos han sacado de la Conalcam (Coordinadora Nacional para el Cambio) y del Pacto de Unidad. Nunca hemos podido participar como organización, siendo las fundadoras del instrumento político. Nos han aislado, simplemente porque somos leales a las bases y al Presidente Evo Morales. Nos han empezado a dividir. Por ejemplo, a nivel nacional hay dos organizaciones grandes: las hermanas Bartolinas y las Confederación sindical que representamos. Pero nos han dividido, con una y otra situación nos han dividido: con mentiras, con chismes, con otras cosas.

-¿Puede brindar un ejemplo concreto de cómo se gestaron esas divisiones y quiénes fueron sus responsables?

-Hacíamos nuestros eventos, para otros había financiamiento para pasajes, talleres, pero para nosotras, no. ¿Por qué nosotros no? Era una pelea interna entre organizaciones y eso hicieron los mismos ministros. El principal fue el coordinador de las organizaciones sociales, el Alfredo Rada. Yo le dije: “Usted no es del proceso de cambio, usted no nos representa porque está coartando nuestros derechos”. Cuando nos sacaron de la lista del Conalcam le pregunté al hermano Presidente por qué nos habían sacado de la reunión. Me dijo: “Hermana, yo no tenía conocimiento que no estaba participando. Llama a Alfredo Rada”. Llamé a Rada miles de veces: nunca me contestó. Y sabe perfectamente Alfredo Rada que las Mujeres Interculturales somos parte. Así nos han ido coartando la única oportunidad que yo tenía para hablar con el Presidente allá en el trópico. Luego no había tiempo más que para decirle “fuerza compañero” en algún acto. Lamentablemente nos han ido coartando a diferentes organizaciones sociales, y eso nos duele mucho. La participación de las mujeres dentro de las asambleas plurinacionales del Senado, departamentales, consejos municipales nunca ha sido fácil. Y hasta ahora el machismo sigue. A veces los hombres deciden quiénes van a ir como candidatas, incluso como candidata da mujer intercultural. Son los que apuntan y dicen: «Ella va a ir», solo porque ellos han decidido. Y las candidatas que nosotras elegimos, no respetan.

Bolivia hoy: “Este es el momento de las mujeres”

“Nadie es más que nadie”

Yolanda Mamani: ¿Cómo piensa reestructurarse de nuevo el MAS?

-Reestructurar con gente que no ha sido partícipe dentro de los gobiernos anteriores. Los dirigentes que han sido partícipes pueden ser asesores desde la base, pero que dejen el lugar a otros líderes que no han tenido. Hay muchos líderes que no han podido subir a la departamental, a la nacional, que han sido coartados. Y uno de nuestros errores ha sido no fortalecer a nuestros líderes. Ha habido mucha envidia. Eso es lo que yo quisiera que termine. La discriminación: no debemos discriminarnos entre nosotros, no debemos coartar los derechos entre nosotras. Ya está empezando a crecer un líder, y por asesoramiento de estos anteriores actores del Poder Ejecutivo – ministros, directores, o mismos asambleístas invitados- no dejaban que crezcan. Por ejemplo, el Foro Indígena ha sido bien preparado para los líderes. Junto con el hermano Presidente ha habido grandes líderes. Pero, ¿qué han hecho? Lo han desarmado. Yo digo: nadie es más que nadie y nadie es menos que nadie. Han habido personajes del mismo entorno del Presidente que nos han hecho separar. Incluso cuando nos han dado cuotas en los plenarios, hacían que otros participen menos que los otros. Me acuerdo cuando nos dijeron: «Veinticuatro compañeras por departamento». Cuando llegaba el momento, decían: «A vos te tocan solamente cinco». Los que decidían no eran compañeras. No eran las hermanas Bartolinas: eran los que estaban coordinando, los coordinadores con los sectores sociales; manejaban las planillas, manejaban los cupos, manejaban los recursos. Desde ahí nos damos cuenta que no hemos sido nosotros los que nos hemos separado: nos han (subraya esta palabra) separado. Es momento que recuperemos esa unidad y luchemos por recuperar el poder político para nuestra gente, para nuestros hermanos y hermanas.

Yolanda Mamani: ¿Cómo van a construir un nuevo partido y cómo van a controlar que no exista esta nueva gente que quiere llegar al poder usando a las organizaciones como instrumento político? Porque al inicio ha nacido este movimiento como un instrumento indígena, pero finalmente nos hemos dado cuenta que los indígenas solamente hemos sido su instrumento: las cholas, los indios, las indias nunca hemos ocupado cargos altos. ¿Cómo piensan ustedes viendo ese pasado utilitario indígena estructurar esto nuevo?

-Cambiar profundo… Tienes mucha razón, hermana. Porque en verdad hemos pasado esa historia. Pero desde mi punto de vista creo que hoy los campesinos y la gente de los pueblos ya tenemos nuestros hijos formados sindicalmente. Creo que ahora es la oportunidad de ellos. Por ejemplo la equidad de género. Yo decía: tenemos más de veintidós ministerios y solamente las mujeres hemos entrado como lunares: tres, cuatro máximo. Y de verdad como mujeres queremos ser tomadas en cuenta. Y lo vamos a hacer, porque si nosotros no luchamos esos lugares, nadie nos lo va a dar. Como mujeres vamos a pelear: en el Poder Ejecutivo también tiene que haber equidad de género. Y también en la Presidencia, ¿por qué no? Las organizaciones de mujeres hemos aportado mucho, hemos resistido mucho.

“Somos muchas personas bien organizadas”

-¿Creés que solo ha sido un discurso el tema indígena?

-En un momento venimos acompañando a nuestro hermano Presidente y en cierto momento nos han aislado. Y últimamente hemos sido los que hemos sostenido el proceso de cambio, sinceramente. Los sectores sociales hemos creado el instrumento político y las organizaciones sociales a plan de agua y coca. Y hemos sostenido también hasta el momento a plan de agua y coca. Nunca nos hemos vendido. Los verdaderos líderes no negociaron, no se pueden vender. Seguimos. Somos muchos. Si nos paran a todos, les va a costar mucho: somos millones, somos muchas personas organizadas. Estamos bien organizadas. En este momento hemos caído moralmente porque nuestro Presidente nos ha abandonado, pero preferimos que esté vivo a que esté muerto, porque sabemos que la DEA está detrás de él. Hay que recuperar las cosas buenas, pero también hay que ver las cosas malas para hacer cosas buenas. Es la única visión que nos da el seguir adelante. Una de las fortalezas es aprender de los errores.

-¿Qué estrategias se van a dar como organización para esta nueva etapa?

-Ahora vamos a abrir nuestros sectores y acoplar a nuestras hermanas jóvenes. A todas las mujeres que todavía no hemos participado en las organizaciones sociales, ahorita vamos a invitarlas. Con las debilidades que hemos tenido, con los tropiezos que hemos tenido, vamos a seguir mejorando, vamos a unificar con las hermanas Bartolinas, a nuestras hermanas de las Sierras Bajas, y vamos a salir como ha sido en la historia. Como mujeres también nosotras vamos a pedir nuestra posición en el Poder legislativo y en el Ejecutivo, y también dentro de las organizaciones sociales. Hemos venido luchando por esto desde hace muchos años.

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Orgullo

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Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

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Orgullo

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Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

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(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

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Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.

Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos Juan Valeiro

El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.

Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.

Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.

Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.

La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”. 

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:

  1. “Que no te vendan gato por león”.
  2. “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”. 

Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:

Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.

Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.  

Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.

Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
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Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.

Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.

La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

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Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.

Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.

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