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Desarrollismo y movimientos sociales en Bolivia

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Cuánto y cómo crece Bolivia en el análisis de Raúl Zibechi, siguiendo la discusión de Martín Sivak en el Decí MU. El medioambiente y la autonomía de los movimientos sociales, en peligro.

Desarrollismo y movimientos sociales en Bolivia
“La principal dificultad es la personalización. El partido que gobierna, el Movimiento al Socialismo, no se ha consolidado y hay una gran concentración de las decisiones en el Palacio, lo que a largo plazo es una debilidad”, razona Martín Sivak, periodista, amigo personal de Evo Morales, autor del best seller “Jefazo”, que lleva vendidos más de 30 mil ejemplares.
Para Sivak era casi imposible que Evo no ganara; el 61% de los votos cosechados por la fórmula Evo Morales-Álvaro García Linera no le sorprendió. “Las condiciones de vida mejoraron considerablemente, hubo inversiones sociales y en infraestructura, se priorizó el desarrollo económico por encima de la madre tierra, y los cambios no han sido tan radicales como se pensaba inicialmente”, matiza.
En contra de las apariencias, en estos ocho años hubo más continuidades que las imaginables. Por ejemplo, “bajo los gobiernos de Evo murieron 50 personas en protestas”, no siempre atribuibles a la represión directa. Además, “la derecha económica perdió mucho dinero porque paga mucho más impuestos, pero no la expropiaron”. Son matices entre lo nuevo, que no lo es tanto, y lo viejo, que tiene más vida de la que se podía imaginar.
Fuerte crecimiento económico
Los datos hablan por sí solos. Desde 2005 la economía crece a un promedio del 5% anual, gracias al aumento de los precios internacionales de los productos de exportación y al crecimiento de los volúmenes exportados. El crecimiento de la extracción minera es impresionante: se pasó de 176 mil toneladas métricas finas en el quinquenio 1999-2006 a 450 mil en el período 2006-2012.
Entre 2008 y 2013 el valor de las exportaciones minerales se duplicó, pasando de 750 a 1.618 millones de dólares. El notable crecimiento de las exportaciones y de la economía permitió que el gobierno implementara políticas sociales extendidas (bono Juancito Pinto para los escolares, Renta Dignidad para la tercera edad y bono Juana Azurduy para las mujeres) que junto al aumento del salario mínimo y del nivel de empleo redujeron la pobreza del 38 al 18% de la población.
El mayor dinamismo de las exportaciones permitió un fuerte incremento de las reservas internacionales que pasaron de 1.714 millones de dólares en 2005 a 14.430 en 2013, el 47% del PIB.
En el terreno de la generación hidroeléctrica se plantea incrementar hasta 6.000 MW en los diez próximos años con la puesta en marcha de Cachuela Esperanza y Rositas, con una inversión de 4.000 millones de dólares entre ambas.
El Estado está implementando proyectos de desarrollo de largo aliento, como hacía años no existían.
Hay varios en el terreno de la industrialización de los hidrocarburos: una planta de amoníaco y urea a partir de gas natural en Cochabamba, una planta de separación de líquidos de gas en Tarija y otra en Rio Grande, además de inversión en refinerías y nuevos pozos de extracción de gas. Este año el volumen promedio de producción de gas natural – la principal exportación de Bolivia- llegará a 64,54 millones de metros cúbicos por día, casi el doble de lo que se producía en 2005.
Se prevé comenzar la industrialización de litio para baterías en 2016. En 2013 se puso en órbita con ayuda china el satélite Tupac Katari, que le otorga autonomía a las telecomunicaciones. Incluso en la industria volcada al mercado interno se registra una evidente expansión. Por primera vez el país cuenta con una empresa de papel, con ayuda de China, que comenzó la producción en 2014 y abastecerá en dos años el 30% del mercado interno.
Pero el oficialista MAS (Movimiento Al Socialismo) consiguió la mayoría también en Santa Cruz, con más de la mitad de los votos. Ganó en 8 de los 9 departamentos. Estableció una alianza estratégica con la oligarquía agropecuaria cruceña: se le propuso subir la producción de 3 a 10 millones de hectáreas y la cantidad de alimentos de 15 a 45 millones de toneladas para 2025.
Desarrollismo y movimientos sociales en Bolivia
El medio ambiente y los movimientos sociales
Si el crecimiento económico es sostenido y hay ambiciosos planes estratégicos en marcha, los dos puntos débiles del actual proceso de cambios se sitúan en el medio ambiente y en la autonomía de los movimientos sociales.
Cuando comenzó el gobierno del MAS se alcanzó el Pacto de Unidad entre las principales organizaciones campesinas e indígenas que fue la principal base de apoyo del gobierno: Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (CIDOB), Federación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, entre otras.
A fines de 2011, CIDOB y CONAMAQ, que habían apoyado la marcha contra la carretera que atravesaría el TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure) decidieron abandonar el Pacto de Unidad por considerar que “el Poder Ejecutivo ha parcializado la participación de las organizaciones indígenas, valorando más que todo a las organizaciones afines a MAS, con el propósito de que afecta de forma directa a nuestros territorios, culturas y nuestros recursos naturales”.
Desde ese momento, el gobierno de Evo Morales intentó neutralizar a las dos principales organizaciones sociales críticas con el proceso de cambios. Cancio Rojas, dirigente de CONAMAQ, sostiene que su organización sufrió un “golpe de Estado” como consecuencia de la intervención del gobierno. Rojas estuvo en el IV Seminario de Integración de América Latina Desde Abajo, celebrado en Cochabamba el 4 y 5 de noviembre.
En efecto, las dos organizaciones vivieron situaciones similares.
En junio de 2012 CIDOB denunció “la intromisión del gobierno con el único propósito de manipular, dividir y afectar a las instancias orgánicas y representativas de los pueblos indígenas de Bolivia”. Un grupo de disidentes con apoyo del gobierno desconocieron a las autoridades y convocaron una “comisión ampliada” para elegir nuevas autoridades.
En diciembre de 2013, un grupo de disidentes de CONAMAQ “afines al MAS” tomaron el local, golpearon y expulsaron a quienes allí se encontraban con apoyo de la Policía, que permaneció resguardando la sede e impidiendo que las legítimas autoridades pudieran recuperarla. El comunicado de la organización asegura que el golpe contra CONAMAQ se dio para “aprobar todas las políticas en contra del movimiento indígena originario y del pueblo boliviano, sin que nadie pueda decir nada”.
En base a esta realidad de ofensiva de los Estados frente a los movimientos, que se registra tanto en Bolivia como en Ecuador y Venezuela, se abrió un debate en el Seminario sobre el tipo de relaciones a mantener con las instituciones y con la cooperación internacional.
Cancio Rojas y Carlos Mamani, ambos de CONAMAQ, coincidieron no sólo en condenar los “golpes” contra las organizaciones populares sino que criticaron también el bloqueo de los recursos y proyectos, así como la retirada de los técnicos pagos por el Estado. Denunciaron cómo está actuando el gobierno para neutralizar a las comunidades que siguen rechazando la carretera del TIPNIS, combinando regalos y presiones.
Silvia Rivera Cusicanqui, antropóloga comprometida con los movimientos, hizo una profunda reflexión: “Las diferentes resistencias no se sienten parte de lo mismo. Porque lo que se viene luego de las elecciones será para arrasar con todo lo que resiste. Por eso el activismo debe tender puentes entre las diferentes experiencias, porque nos están derrotando en todos lados”.
Luego no escatimó la autocrítica: “Hay una dependencia fuerte de los fondos de la cooperación, lo que nos hace vulnerables y nos quita autonomía. No se debía haber abandonado la autogestión, la producción y venta de artesanías, de alimentos, para que en las organizaciones siempre exista un ala autogestionada. Eso nos permitiría superar el miserabilismo para estar bien parados frente al Estado”. Enfatizó que el suyo no es un horizonte estatal.
Como cierre del Seminario, ofreció una charla sobre “micropolítica y autonomía”, en la que destaco cómo los gobiernos progresistas encarnan un nuevo colonialismo que domina todo el espectro político y todas las expresiones de lo colectivo. “El único espacio que nos quedó es el micro, y desde allí establecemos comunidades de afinidad que nos permiten vincular redes en un tejido capaz de superar las prácticas coloniales”.
Silvia Rivera inspira en La Paz el Tambo Colectivo, un espacio de encuentro cultural y político donde un grupo de jóvenes que recuperaron el espacio organizan ferias, exposiciones y cultivan un huerto para fomentar la agricultura urbana con el objetivo de impulsar la autosuficiencia alimentaria. Todo autogestionado, sin apoyos externos.
Solidaridades y condenas “selectivas”
La socióloga Sarela Paz, presente también en el encuentro, formó parte del equipo de asesores del Pacto de Unidad durante la Asamblea Constituyente y ahora está vinculada a la Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático. Sostiene que el MAS y el gobierno son “una agregación de intereses locales y regionales que compromete a sectores tradicionalmente dominantes (léase agroindustriales, mineros o corporaciones petroleras)”, a la que se suman sectores sociales emergentes de carácter étnico.
Según Paz, este conjunto social tiene “ambiciones de desarrollo que están más cercanas a las dinámicas del capital regional y mundial, antes que a visiones alternativas de desarrollo”. La legitimidad del gobierno de Evo Morales facilita que “formas seculares de coacción económica” se reproduzcan con ribetes “democráticos” y “populares”. Sostiene que hubo dos etapas en el gobierno de Evo: la primera estuvo cimentada en el Pacto de Unidad, una agenda progresista y un duro enfrentamiento con la oligarquía del oriente.
La segunda gestión de gobierno es diferente. “Es el reflejo del resquebrajamiento de la coalición popular y el ascenso de una nueva estructura de poder que tiene como epicentro una alianza y articulación entre sectores agroindustriales del oriente, sectores petroleros y sectores emergentes que usa el enraizamiento étnico como un dispositivo de movilización política”. Esa nueva alianza es la que fue masivamente bendecida en las elecciones del 12 de octubre.
La feminista María Galindo coincide con ese diagnóstico, al señalar que “las clases dominantes arcaicas de la sociedad boliviana han penetrado al Movimiento al Socialismo y han logrado importantes acuerdos políticos internos de manera que el gobierno no toque ninguno de sus intereses”. En sintonía con Silvia Rivera, cree que “el horizonte principal es trabajar por fuera del Estado y en la base de la sociedad”, algo que resume con una frase de sintonía zapatista: “Hay que trabajar afuera y abajo”.
Al dejar Bolivia, queda la amarga sensación de que las izquierdas del continente se empeñan en mirar hacia arriba, apoyando sin fisuras al gobierno de Evo Morales, y no miran hacia los movimientos. Así lo dijo en el Seminario, con tristeza, Aurelio Ambrosio de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (Caoi): “El que resiste es culpabilizado y se individualiza en los líderes, pero en lo internacional no hay claridad de lo que pasa en Bolivia”.
Este giro conservador no es percibido en la región. Entre otras razones, porque existe una débil disposición a criticar a los “nuestros”. El filósofo español Santiago Alba Rico, especialista en Medio Oriente, señala que hay tantas resistencias que admirar y tantas infamias que condenar, que no deja de llamar la atención lo que la activista siria Leila Shami llama “solidaridades selectivas” y, en paralelo, “condenas selectivas”.
Se refiere al doble rasero de las grandes potencias, pero también al doble discurso de las izquierdas. Una opinión crítica que comparte Oscar Olivera, “guerrero del agua” en 2000, organizador del Seminario de Integración Desde Abajo, y que ahora coincide con Silvia Rivera en la necesidad de trabajar con la gente común. Está dedicado a la educación medioambiental con niños en escuelas periféricas de Cochabamba, desde donde apuesta por la recuperación de los sujetos colectivos.

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

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Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.

Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.

La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.

El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.

Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.

Pero falta para eso.

Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.

En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.

Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.

Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.

Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.

Fin.

Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.

Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.

Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.

Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.

Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.

Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.

Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.

Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.

Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.

Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.

Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.

¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.

¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.  

Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.

¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.

¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Fotos: Sebastian Smok

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.

Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.

Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.

De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.

Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.

Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.

Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Vera, candidato a presidente por la lista Ruge el cambio del centro de estudiantes del colegio Nicolás Avellaneda.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.

Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.

¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Lila Lemoine apareció vestida de playera de YPF.

Otras celebridades que se llevan las miradas:

El Zorro con la bandera de Argentina.

Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.

Lila Lemoine vestida como playera de YPF.

Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:

  • Castrá
  • Adoptá callejeritos
  • Educá
  • No compres
  • No + piroctenia

Son tatuajes.

En la cara.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?

Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.

La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Franco Carcedo y su libro.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.

¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.

¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.

Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.

Fin.

Equivalencias y bebidas.

Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.

Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.

Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.

Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.

Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.

Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.

La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.

Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.

Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.

Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.

Le han robado el celular.

Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.

El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.

Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:

-Es que está lleno de negros.

Fin.

Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
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