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¿Dónde está (la sonrisa de) Tehuel?: pistas, silencios y búsquedas

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La hermana de Tehuel y el abogado de la familia relatan a lavaca qué se sabe y qué no a casi un mes de la desaparición del joven trans de 22 años. Las sospechas y los sospechosos. Los silencios y los silenciados. Los rastrillajes sin hallazgos. La aparición del celular y la campera. Las evasivas de Berni. Los sentimientos y recuerdos familiares. Las marchas, carteles y preguntas que brotan desde San Vicente y enmarcan el urgente pedido familiar al Estado: “Queremos que lo busquen y que lo encuentren”.

Por Inés Hayes y Melissa Zenobi

“Tehuel es muy amable, muy unido a la familia, es una persona increíble que siempre sonríe”, lo describe en diálogo con lavaca su hermana Verónica. “Últimamente estaba haciendo changas de lo que le salía, día a día. Es una persona muy trabajadora, que le gusta hacer cosas, y siempre ayuda en la casa”.

Verónica es una de sus 9 hermanes y relata que es esa sonrisa la que se extraña y se busca desde hace casi un mes.

Y por la que se marcha y pegan carteles.

Y por la que pregunta vecine a vecine en San Vicente, donde Tehuel vive con su compañera, el hijo de ella y su mamá, Norma.

Los sospechosos

Tehuel de la Torre salió de su casa el jueves 11 de marzo a las 7 de la tarde y nunca más se supo de él. Iba a encontrarse con Luis Alberto Ramos a la localidad de Alejandro Korn porque Ramos le había propuesto un trabajo de mozo para un evento. El sábado, sin tener noticias suyas, Verónica y la compañera de Tehuel hicieron la denuncia en la Policía.

En este momento Luis Alberto Ramos se encuentra detenido junto a Oscar Alfredo Montes, las dos personas que vieron con vida a Tehuel antes de desaparecer.

Según cuenta Verónica, desde que comenzaron a buscar a su hermano, se allanaron diferentes viviendas y terrenos, así como la casilla donde vivía Ramos. Allí se encontró el celular de Tehuel destruido y su campera quemada. Ninguna de estas pistas sirvió hasta ahora para encontrarlo a él; tampoco los rastrillajes que se hicieron con les vecines y la policía.

“La línea de investigación más fuerte es que Ramos lo asesinó y hubo una conspiración entre Montes y Ramos que son los dos detenidos que hay hasta el momento. Además hay dos personas más que pueden estar involucradas”, dijo a lavaca el abogado de la familia, Alejandro Valle. “Se hizo de todo para buscarlo. Hasta ahora solo se encontró la campera de Tehuel quemada y el teléfono roto y su carcasa”.

El primer detenido fue Ramos. Oscar Alfredo Montes fue el segundo, detenido por falso testimonio y encubrimiento ya que, a pesar de su versión, los investigadores sospechan que el día de la desaparición del joven estuvo también estuvo junto a él. “La DDI de La Plata obtiene una foto del celular con una selfie entre Tehuel, Ramos y Montes compartiendo una cerveza en una casa que no se reconoce y esa foto detonó en la detención de Montes por falso testimonio porque Montes había dicho que no lo conocía”, dijo el abogado.

Tanto Ramos como Monte se negaron a declarar.

“A Ramos lo detienen en Dock Sud, gracias a la investigación de la fiscal Karina Guyot. El tipo había cambiado su fisonomía, se había cortado el pelo cortito, teñido de rubio. Estuvo 9 años en prisión en General Las Heras por un homicidio cometido en Lomas de Zamora, salió en libertad condicional. Está caracterizado por los vecinos como una persona violenta, vendía drogas en el barrio, oficiaba de puntero en un barrio marginal y cambiaba mercaderías que le daban para las movilizaciones por “favores” sexuales”, explicó Valle.

La hermana de Tehuel asegura también que el celular encontrado en la casa de Ramos pertenece al joven y aunque no se sabe con exactitud cuándo fue que el dispositivo móvil fue apagado, los investigadores creen que entre el jueves a la noche –último día que se lo vio- y el domingo al mediodía el aparato quedó fuera de uso.

“En este momento están buscando más información en los teléfonos de Ramos y Monte, e investigándolos, porque estaba todo borrado y bloqueado. También siguen tomando testimonios para continuar la búsqueda. Se hizo un montón, y se sigue haciendo, pero es una situación muy difícil, y tengo muchos sentimientos que nunca tuve y lo único que quiero es encontrar a mi hermano, y que trabajen para eso. Que lo busquen y que lo encuentren”, concluye a lavaca Verónica.

El pedido: “Si algún vecino sabe algo, que lo diga, porque sino seguimos buscando sin hipótesis. Porque yo creo que hay mucha gente que sabe y por miedo, no habla”.

Las víctimas

La voz de Verónica llega entrecortada. Ella es parte de una comunidad que nunca se quedó quieta. Hicieron dos marchas de antorchas en San Vicente, pero antes de eso vecines y amigues ayudaron a la familia a rastrillar el lugar a donde Tehuel fue visto con vida por última vez: la casilla donde vivía Ramos en Alejandro Korn.

San Vicente es una localidad bonaerense de 21 mil habitantes, a 50 kilómetros de la Capital Federal, ahí marchan familia y amigues de Tehuel. Su hermana explica por qué: “Para que sigan buscando, para que vean que estamos actives y que si alguien sabe algo, que lo diga. Necesitamos saber dónde está, con quién está, qué sucedió, qué pasó. Queremos saber de Tehuel”.

Verónica es barbera y trabaja por su cuenta. Desde la desaparición de su hermano no ha podido volver a trabajar: dedica sus días enteros a la búsqueda.

“Mi mamá está muy angustiada porque no sabemos dónde está. Es una situación muy complicada, lloramos todo el día, lo extrañamos mucho. Es muy difícil esto”.

El viernes 26 de marzo, día en que Tehuel cumplía 22 años, se llevó adelante la primera marcha de antorchas en su ciudad y el último lunes su familia se reunió con la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz.

“Fue una reunión positiva. A pesar de la angustia, el dolor y la tristeza que venimos teniendo, el acompañamiento del Estado provincial y municipal es muy importante. Ahora estamos haciendo pegatina con fotos de Tehuel en distintos puntos de la ciudad, en la estación de trenes, para la búsqueda. En esa tarea está abocada la novia de Tehuel”, señaló Verónica luego de la reunión, en declaraciones a la prensa.

La familia también tuvo una entrevista con el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni. “Le dijimos al ministro si podían ofrecer una recompensa, pero él fue muy hermético en la respuesta, no respondió nada concreto. Sabemos que hay gente que se niega a hablar por miedo y por ser desplazado del grupo, hay dos personas que saben lo que pasó pero que se niegan a declarar como testigos”, asegura Valle. El abogado dijo además que la ministra de Mujeres y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, Estela Díaz “fue a la casa de la mamá, con un grupo que viene trabajando con ellas. Siguen de cerca el caso y tuvieron un gesto muy humano de mostrar el rostro del Estado. Estuvo una hora y media charlando con la familia tratando el tema y trató de brindar ayuda económica porque es una familia vulnerada socialmente, habitacionalmente, desde todo punto de vista”.

Según el abogado, la mamá de Tehuel le pidió a Berni: quiero que aparezca vivo o muerto, pero que aparezca.

El día de su desaparición, Tehuel llevaba una camisa blanca, de mangas cortas, una campera azul amplia, un pantalón gris, una gorra con visera negra y gris y zapatillas azules. El joven mide 1,56 metros, es de tez blanca, tiene cabello oscuro y es de contextura robusta. La Unidad Fiscal Descentralizada, a cargo de la fiscala Karina Guyot es quien lleva el caso, piden que cualquier dato lo comuniquen al 0221-429-3015 o escriban a perdes@mseg.gba.gov.ar.

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Mía: Cuando el arte abraza

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Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.

“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.

Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.

En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”. 

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143

Sábado 18 de marzo a las 21 hs

Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi

Entradas “a la olla”.

Podés reservar en este link:

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Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía

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La abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse analiza por qué es falsa la dicotomía que pretenden instalar sectores que siempre trabajan para categorizar las divisiones del movimiento feminista. Así crean grietas sociales que les permiten alentar congresos, investigaciones y polémicas de las cuales viven.

Por Cristina Montserrat Hendrickse

Una corriente muy minoritaria de los feminismos entiende que reclamar la sanción penal del femicidio es una actitud punitivista.

Llegan a tal conclusión partiendo del concepto de que el castigo refuerza la violencia.

Evidentemente la idea de la que se parte es correcta, pero el error de la conclusión reside en asociar pena a castigo. En no distinguir la finalidad de la pena que impone nuestro Derecho de la triste realidad de castigo que significa la ejecución efectiva de las penas privativas de libertad.

Los feminismos en nuestro país se encuentran justificados jurídicamente en la Convención Contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) incorporada a nuestra Constitución en 1994; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem do Pará) que es un tratado internacional de jerarquía superior a las leyes; y las leyes nacionales y provinciales que reglamentan a estos tratados.

Nótese que la convención de Belem do Pará obliga a los Estados a “sancionar” la violencia de género, además de prevenirla y erradicarla. El marco jurídico “sancionatorio” por excelencia es el Derecho Penal.

De allí que en nuestro sistema de derecho pretender eludir o abolir la punición de la violencia de género resulta jurídicamente anticonvencional, y por tanto anticonstitucional.

No por ello se deja de valorar el aporte del antipunitivismo feminista en cuanto sostiene que el castigo refuerza la violencia. Pero el problema del antipunitivismo reside en cuestionar al sistema (de origen convencional interamericano) de sanción de la violencia de género, y no al sistema de castigo que en los hechos (y apartándose del Derecho) sucede con la aplicación de la pena.

En efecto, la finalidad esencial de las penas privativas de la libertad es la reforma y la readaptación social de los condenados (art. 5.6. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también incorporada a nuestra Constitución en 1994), sin olvidar el mandato de que “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…” (artículo 18 de la Constitución Nacional). De ambas reglas de jerarquía superior surge que la finalidad jurídica de las penas no es el castigo, como erradamente lo entiende cierta expresión del feminismo antipunitivista, sino la resocialización.

De allí que se impone una diferenciación entre “antipunitivismo” y “abolicionismo” que permita distinguir: si se pretende que la pena no se constituya en castigo sino como resocialización (antipunitivismo); o si se pretende abolir todo tipo de pena (abolicionismo penal).

La primera debería hacer foco en una reforma penitenciaria feminista, que lejos de reforzar el patriarcado lo deconstruya, no aboliendo las penas, sino modificando su ejecución a la finalidad que el impone el Derecho.

La segunda implicaría la abolición de todas las prisiones; y además, el desafío de construir respuestas ante los crímenes o lo que cada sociedad considera crímenes.

Evidentemente el castigo refuerza la violencia. Por lo que el mismo debe ser eliminado del sistema de ejecución penal, pero no el sistema de sanción; salvo que se sostenga el abolicionismo, teoría también respetable, pero que resulta anticonstitucional en nuestro sistema de Derecho, al menos en materia de violencia de género ya que la República Argentina se obligó ante la comunidad interamericana a sancionarla.

Toda decisión que se aparte de ese compromiso violentaría el sistema jurídico argentino y comprometería a nuestra Nación frente a la Comunidad Interamericana exponiéndonos a ser destinatarios de reclamos, cuando no de sentencias condenatorias, ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.

En resumen: debatamos sobre las cárceles, no sobre las penas.

Cristina Montserrat Hendrickse

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Pergamino: sentencia contra los agrotóxicos y triunfo de la comunidad frente a un intendente

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La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la distancia de 1.095 metros dentro de las cuales están prohibidas las fumigaciones terrestres con agrotóxicos, y de 3.000 metros para las aéreas. De ese modo denegó el recurso de amparo presentado por el intendente pro agronegocio de Pergamino, Javier Martínez. La denuncia original había sido presentada por Sabrina Ortiz (en la foto principal), vecina de Pergamino, que en su reclamo contra el envenenamiento cotidiano que sufrían ella, su familia y sus vecinos, y sin encontrar quien la defendiera legalmente, terminó recibiéndose de abogada para encarar sus propias causas. La sentencia de primera instancia había sido dictada por el juez del juzgado penal 2 de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.

Frente a la ratificación de la Corte dijo a Sabrina Ortiz a lavaca, entre otras cosas:

  • “Se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa”.
  • “Celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Publicamos además la nota completa realizada en la revista MU.

Por Francisco Pandolfi

Madres fumigadas: Silvana, Erika, Paola, Juana, Natalia. Fotos: Nacho Yuchark.

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la distancia de 1.095 metros de prohibición de fumigaciones terrestres y de 3.000 metros para las fumigaciones aéreas, denegando el recurso de amparo que había presentado nada menos que el intendente de Pergamino, Javier Martínez, pretendiendo fumigar en todas partes, pese a las denuncias sobre los efectos de los agrotóxicos en la comunidad, el suelo, el aire y el agua.

El fallo en primera instancia, apelado por Martínez, había sido del Juez Carlos Villafuerte Ruzo, titular del Juzgado Penal Número 2 de San Nicolás, en septiembre de 2019, como medida protectoria paliativa urgente frente a las masivas fumigaciones.

Paola, su nieto con sobrepeso, su nieta con déficit de crecimiento, parte de los efectos en la salud de las fumigaciones masivas para cultivos transgénicos. Fotos: Nacho Yuchark.

Quien realizó la denuncia original ante la justicia federal fue la activista ambiental y abogada Sabrina Ortiz, también víctima de los agrotóxicos. Ante este fallo de la Corte Suprema de la Nación, explica a lavaca: “Esperábamos la resolución desde hace bastante tiempo, con muchas expectativas, pese que los últimos fallos que ha tenido la Corte en materia ambiental no han sido para nada alentadores. Sin embargo, para nosotros era casi seguro que iba a fallar a favor. Se me vinieron un montón de situaciones a la cabeza, sobre todo por cómo comenzó esta causa, por la salud de mis hijos, por las afectaciones que tuvieron, con las afectaciones que tuve en mi cuerpo; se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa. Fueron recuerdos muy tristes, muy angustiantes, dolorosos, del vivir cotidiano, de hecho todavía están en controles mis hijos y hay un montón de gente que la sigue sufriendo”.

Pedro y Guido, dos de los agricultores que descubrieron que se puede producir de modo sano en las zonas en las que se prohíben los agroquímicos. Fotos Nacho Yuchark

Relata también con asombro: “Me da mucho dolor, que sea el propio municipio el que intenta ir en contra de la salud de las personas. Me da mucha impotencia que el intendente Javier Martínez sea quien quiere que nos fumiguen en la cabeza. Al mismo tiempo, celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Aquí, el viaje, la investigación y la nota completa sobre la situación en Pergamino publicada en la revista MU: La capital del veneno.


https://lavaca.org/mu163/mu-en-pergamino-la-capital-del-veneno/

Salud humana y de la naturaleza: lo que está en juego en Pergamino, como caso testigo de tantos lugares del país.
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LA NUEVA MU. Lo que está en juego

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