Nota
#DosMesesSinSantiago La enorme familia de Santiago Maldonado
lavaca en Buenos Aires y en Esquel. Desafiando todos los pronósticos políticos, meteorológicos y policiales una multitud se reunió en Plaza de Mayo y otra recorrió el centro de Esquel hasta el juzgado federal que investiga la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Los dos actos se convirtieron en una ceremonia sensible que dejó un mensaje contudente: Santiago tiene que aparecer y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, renunciar.
No es una marcha. No es una movilización. No es un acto. Es un sentimiento. Y duele. Hay gente llorando arriba y abajo del escenario. Hay lágrimas. Hay preocupación. Y hay gente desbordando la Plaza de Mayo por todas sus aristas, con rostros de dolor, abrazándose, sosteniéndose, acariciando la foto que llevan en el pecho, en la mano o en el corazón, al lado del pin que proclama Juicio y Castigo, que fue emblema en la construcción de ese Nunca Más que hoy cuestiona la desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Arriba y abajo del escenario está su familia.
Arriba, los hermanos, su cuñada, las Madres de Plaza de Mayo.
Abajo, la señora que reza, el chico que se muerde los labios, la pareja que se aferra a una cartulina amarilla que grita El Estado es responsable, la joven que tiene la mano en el corazón, conteniendo el llanto, el señor en sillas de ruedas, la mamá con el carrito del bebé y hasta el vendedor que despacha hamburguesas acongojado.
Ese es el sentimiento: el de integrar un tejido social que sufre una ausencia y se reúne para responder a ese dolor con presencia.
En este día de cielo amenazador, con el alerta de los servicios infiltrados y a la hora de la modorra dominguera, esa familia es una multitud dispuesta a desafiar a los pronósticos meteorológicos, políticos y policiales, para dar un mensaje contundente: Santiago tiene que aparecer y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich tiene que renunciar.
Esa multitud desafiante se sintió convocada por la familia Maldonado y eso que parece tan simple es en sí mismo un acto de comunicación que cuestiona el rol de los medios y el de los periodistas. Germán, el hermano de Santiago, lo hizo explícito cuando les dedicó estas palabras: “Sean un poco más profesionales. Investiguen, indaguen. No se imaginan el daño que causan al inventar noticias. Tengan un poco de amor propio. No se dejen usar como marionetas por un par de billetes”.
Luego, puso el dedo en otra llaga: «¿Dónde están que no los veo, a ustedes políticos que quieren que aparezca Santiago? ¿Vieron a Carrió por ahí? ¿Vieron a Peña, a Vidal, a Macri, a Bullrich?. Ellos que quieren que aparezca Santiago. Van dos meses y nunca vienen a apoyar, ni nunca llaman».
Dos meses.
61 días.
1.464 horas.
No son números. O sí y miden el peso que carga esa familia y esa voz quebrada con la que Sergio lee la carta que le escribió a su hermano desaparecido, que comienza diciendo:
Santiago:
Donde estés, quiero que sepas que te quiero. Cada día que pasa te extrañamos. Necesito que aparezcas pronto, no puedo dejar de pensar en vos. Cada día que pasa te lloro más y me pregunto por qué sos vos quien está pasando por esto y no yo. La respuesta es inmediata: nunca me involucré en diferentes causas como lo haces vos”.
Arriba y abajo del escenario hay un silencio tan silencio y hay unas lágrimas tan lágrimas que convierten a esa escucha de la multitud en un acto único, especial, diferente.
Histórico, dirá cualquiera que haya estado y nadie más, porque en los cuerpos y no en las pantallas está la verdadera dimensión de lo que significó para cada integrante de esa multitud la lectura de esa carta, que siguió así:
“Las personas como vos nos enseñan, nos abren los ojos, nos muestran el camino; pero también dejan en evidencia las miserias humanas. Ojalá puedas escucharme y entender la demora en encontrarte. No es porque no te busque, ni tampoco porque haya gente a la que no le importes. Todo lo contrario. Es mucha la gente que te quiere sin haberte conocido y que reclama por vos. Ver tu cara en todos lados, siempre con tu sonrisa, me da mucho orgullo. Pero también me da tristeza e impotencia porque no estás con nosotros. Hay muchos intereses en el medio y vos te preguntarás ¿estos intereses son más importantes que mi vida o la de cualquier persona? Lamentablemente, para algunos estos intereses son más importantes que la desaparición de una persona en manos de una fuerza del Estado. Para ellos solo somos un número, una estadística, un casillero. Pero somos hijos, hermanos, amigos y personas con derechos que exigimos justicia.
Santiago: te estoy buscando, te sigo y te seguiré buscando. Más allá de intuir donde te tienen, es difícil encontrarte. Cuando esta pesadilla comenzó, nuestro hermano Germán les pidió colaboración de los gendarmes. Confieso que creí que eso podía funcionar para que aparecieras rápido. Ahora estoy convencido de que no existe la bondad en los efectivos, ni en los jefes que participaron de la represión en la comunidad mapuche: junto a ministros, jueces y fiscales solo cuidan sus intereses. No sé cuánto tiempo va a llevar encontrarte. Sé que tal vez hubiera sido distinto si te quedabas en casa y no salías a reclamar por los más desprotegidos, por las causas justas y los pueblos originarios.
Hoy me vuelvo a preguntar dónde estás, Santiago. ¿Tan difícil es pedir que te devuelvan? Quiero que los viejos, la abuela y toda la familia dejen de sufrir y que esta pesadilla termine.
Quiero preguntarle al presidente Mauricio Macri y a todos sus ministros donde está Santiago Maldonado. Que aparezca con vida urgente, lo necesitamos”.
Y así fue como ese discurso personal, íntimo, sensible, leído en Plaza de Mayo y compartido con una multitud, se convirtió en un nosotros plural, integrador.
Creó una familia.
La enorme familia que necesita que aparezca Santiago.
Después, intentaron lo mismo de siempre los mismos de siempre, pero la reacción fue otra. Un grupo de encapuchados atacó a periodistas –la cronista de Crónica Tevé, el camarógrafo de C5N- e intentó armar el tole tole que luego justifica las detenciones arbitrarias. No pudieron: una familia es capaz de reconocer a quiénes no son parte de ella. “Infiltrados, infiltrados”, comenzaron a gritar de aquí y de allá. Los rodearon, los enfrentaron, los fotografiaron y los hicieron escapar como lo que son: ratas.
Así se sintió en Esquel
“Ahora, ahora, resulta indispensable, aparición con vida y castigo a los culpables”. El canto explota en uno de los puntos centrales de la marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado: el cruce de las calles 25 de Mayo y San Martín, donde está la sede del Juzgado Federal de Esquel. Allí llegó esta semana el nuevo magistrado de la causa, Guillermo Gustavo Lleral. Y por allí pasa esta columna sensible y emotiva, llena de niños y niñas con pancartas, que hace minutos salió desde la plaza central y ahora, frente al juzgado, canta la consigna más triste:
“No estamos todos: falta Santiago”.
Verdad y justicia
La nena mira fijo a las cámaras que la retratan con un cartel en la mano que dice: «Dónde está Santiago. Sami, 8 años». De fondo, se escucha a la abogada Verónica Heredia, encargada de leer el comunicado de la familia Maldonado:

La abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia. #DosMesesSinSantiago en Esquel. Foto: Nacho Yuchark para lavaca
“Santiago es hijo, hermano, cuñado, amigo. Es el dolor constante de saber quiénes son los responsables de su desaparición forzada. De no saber dónde está. Ese dolor aumenta de sólo pensar que los responsables quedarán impunes. Desde el principio anhelamos una justicia imparcial, pronta y eficaz. Sin embargo, fuimos testigos y víctimas de una justicia parcial, lenta e ineficaz. La designación de otro juez abre una esperanza y nos da fuerza para llegar a la verdad sobre Santiago. Nuestra familia, nuestro país, necesita comprobar que el Poder Judicial puede resolver el caso de la desaparición forzada de Santiago sin interferencias ni presiones de ningún tipo. El Ministerio de Seguridad de la Nación no hizo más que entorpecer el proceso para llegar a la verdad. Por todo esto y su mala actuación durante estos dos meses, exigimos la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich”.
Verónica Heredia se detiene ante la ovación de la Plaza.
Luego, continúa.
“Además lamentamos el destrato para con la familia del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj, quien debería haber generado un espacio de contención desde el primer día en lugar de distraer el correcto accionar de la causa con su proceder y declaraciones de prensa. Seguiremos, Santiago, pidiendo por vos, preguntando por vos, cada día de nuestras vidas hasta saber por fin qué te sucedió. Aún con esta mochila de dolor, angustia e incertidumbre, no vamos a bajar los brazos. Lo haremos en honor a tu compromiso y solidaridad. Acompañamos a todas las familias que atraviesan o han atravesado este dolor y siguen peleando como nosotros para que nada quede impune y se castigue a los culpables. Nos solidarizamos con las comunidades de los pueblos originarios, que se han visto avasallados en sus derechos y han sido perseguidos por la defensa de su territorio. Agradecemos cada una de las muestras de solidaridad y acompañamiento en nuestro país y en el mundo, el apoyo de todas las personas que hoy y día a día siguen reclamando junto a nosotros la aparición con vida de Santiago. Verdad y justicia”.
Actores sociales
Matías Santana es uno de los integrantes de la Pu Lof y es el principal testigo en la causa: detalló cómo la Gendarmería se llevó a Santiago el 1 de agosto: “Aquí hay un conflicto político, histórico, que no podemos sacar de contexto. Nos tenemos que levantar como gente mapuche: estamos iniciando un proceso de recuperación y de reconstrucción social. Somos actores sociales. La represión, los servicios de inteligencia y la violencia es continua”. Santana recuerda a través de un comunicado a Santiago como un detenido desaparecido por razones políticas: “No te olvidaremos. Tu memoria, valiente, no será negociada”.

Matías Santana, de la comunidad mapuche Put Lof. #DosMesesSinSantiago en Esquel. Foto: Nacho Yuchark para lavaca
Elvira Gauna, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Esquel, también leyó un emotivo comunicado:
“La disputa es por el territorio y sus recursos. La disputa es económica, política y social. Esta disputa es la que determinó la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Creemos un acto de justicia nombrar a Santiago en estos términos y en este contexto, porque es justo darle este sentido a su existencia e imaginarnos las posibles palabras que nos diría si estuviera entre nosotros. Nos solidarizamos y repudiamos la violencia en Vuelta del Río. El brutal allanamiento en Cushamen. Repudiamos las tareas de inteligencia ilegal llevadas adelante por Gendarmería sobre familiares y amigos de Santiago y nuestros compañeros de la APDH Regional Noroeste del Chubut. Bregamos por los derechos a la vida, a la justicia, a la tierra y a la libertad. Hermano, amigo, peñi, compañero Santiago Maldonado: estamos aquí como el primer día pidiendo por verdad y justicia, pidiendo por tu aparición con vida ya”.

Frente del juzgado federal de Esquel. #DosMesesSinSantiago en Esquel. Foto: Nacho Yuchark para lavaca
Lo inaceptable
La movilización llega hasta el Centro Cultural Melipal. Un grupo de vecinos presentó un mes y medio atrás una nota al Concejo Deliberante para colgar un banner con el rostro de Santiago en la fachada del centro: “Es un artista y así debemos recordarlo”. La respuesta nunca llegó, pero hoy montan dos escaleras y lo cuelgan. Candy -26 años, tres hijos- filma el momento: “Esquel está dividido: hay personas que opinan qué tenía que hacer en la comunidad si no era mapuche. Es tremendo: estamos hablando de un desaparecido en democracia, de una persona que se había acercado a apoyar. Por eso estoy aquí: es importante que mis hijos entiendan esa conciencia”.
Maximiliano, docente: “Si hay división es a partir de la desinformación. Cuando el cerco mediático llega a una ciudad pequeña como esta, se nota fuerte. Aquí hay muchos que tienen familiares gendarmes y muchos que tienen familiares mapuche. Eso se ve, aunque en el aula no tanto, porque a veces se evita: te etiquetan si hablás, por lo que muchos no dicen lo que piensan con tanta facilidad. En algunas escuelas se llegaron a labrar sumarios por hablar de las dos cuestiones: la desaparición de Santiago y de la lucha mapuche. Son dos temas totalmente relacionados, y lo que le pasó a Santiago no sólo es una tragedia sino una brutalidad. Y eso viene sufriendo desde hace mucho a la comunidad”.
A su lado camina Patricia con un cartel que dice: «El Estado es responsable».
¿Por qué marcha?
-Porque no nos vamos a quedar quietos, no nos vamos a callar. Tiene que haber justicia. Esto no puede pasar. Simplemente no puede: es inaceptable desde todo punto de vista.
Cómo romper el cerco
Inán tiene 17 años y Sharon, 19. Caminan juntas por la avenida Ameghino. Inán: “Marcho porque estamos hablando de un desaparecido en democracia y, también, porque quiero que liberen a Facundo. Quiero que haya paz: no pueden seguir reprimiendo, ni puede seguir este nivel de racismo. De chica vivo la recuperación mapuche, porque mi papá vivía en una comunidad, y hoy los medios hegemónicos están haciendo todo a favor del Estado: eso lleva a que haya gente que diga que la represión es necesaria. Son cosas que no entiendo. Uno ya sabe qué te van a decir los medios hegemónicos, pero a muchos no les interesa. Estoy en modalidad de Comunicación y hemos aprendido las ´falacias argumentativas´, que me sirvieron mucho para hacer análisis de la información. Es lo que vemos hoy: día a día vemos una falacia tras otra”.
¿Cómo se rompe eso?
Sharon: Estamos en un circo mediático, y Esquel es un punto clave. La Patagonia en general lo es. Quieren nuestros recursos. Y hay temas que aquí empiezan a hervir la sangre y la gente no aguanta: no sólo hay movilizaciones, sino muchas expresiones artísticas. En la calle, en las escuelas: es una manera de avanzar, de no callar, porque mañana los medios masivos van a dejar de hablar de esto y van a pasar a hablar de otra cosa. Para eso salimos a la calle: dejamos en claro que si los medios no están con la mirada en el tema, el pueblo sí. Y por eso vamos a seguir luchando.
Nota
Lucía Pérez: dos responsables del femicidio y una perpetua

El segundo juicio por el caso de Lucía Pérez confirmó que la menor (16 años) fue víctima de un femicidio en octubre de 2016. El fallo de los jueces del Tribunal Oral Federal 2 Roberto Falcone Alexis Semaz, y Gustavo Fissore, leído por este último lo decribe así: “abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio” por lo que dictaminó la perpetua para Matías Farías.
La sentencia llegó 44 días después de iniciado este nuevo proceso. Los padres de Lucía, al salir, plantearon que seguirán impulsando la perpetua para Juan Pablo Offidani. En su caso, estos 8 años de condena como partícipe secundario del femicidio sumados a la condena previa por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo” le significan 15 años de prisión.
Marta Montero, la madre de Lucía, dijo en la calle, rodeada de mujeres: “Yo les puedo asegurar que con esta perpetua que conseguimos todo cambió”. Sus referencia a los narcos, las fake news y lo que llamó “perversión” en sectores académicos y mediáticos.

(Desde Mar del Plata)
Miles de mujeres en la calle miraban con ansiedad en sus celulares el streaming de la sentencia, y escucharon en silencio cuando el juez Gustavo Fissori leyó: “Se resuelve condenar a Matías Gabriel Farías por ser autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexcual con acceso carnal agravado, con el suministro de estupefacientes y por resultar la muerte de la persona ofendida en concurso ideal con femicidio (…) ocurrido el 8 de octubre del 2016 en la ciudad de Mar del Plata, del que resultó víctima Lucía Pérez Montero, e imponerle la pena de prisión perpetua, accesorias legales y costas del proceso”. La calle fue una ovación, un desahogo hecho de lágrimas y abrazos, y la confirmación de la legitimidad de un recamo de justicia.
Un día antes del 24 de marzo empezó a escucharse la consigna que armoniza también con las luchas de las mujeres: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.
La sentencia consideró luego a Juan Pablo Offidani “partícipe secundario” del mismo delito, por lo cual se le impusieron 8 años de prisión. El juez Fissori aclaró que por lo tanto se impone a Offidani la pena de 15 años, al unificarse la presente condena con la del juicio anterior (2018) en el que junto con Farías había sido condenado por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”.
Pocos minutos después, al culminar la lectura del fallo, bajó de la sala Guillermo Pérez, el padre de Lucía y dijo en medio de la multitud: “Es injusta la pena de Offidani. Vamos a apelar para que tenga perpetua, lo que le corresponde. Pueden comprar voluntades donde quieran, pero a nosotros no nos va a comprar nadie: van a tener que pagar lo que tengan que pagar. Son cul-pa-bles. Y no pueden tener ningún privilegio. Ahora vamos por Offidani”.

La voz de Marta
Cuando llegó Marta desde la sala las lágrimas y los abrazos se multiplicaron al infinito.
Dijo Marta:
“Yo no les puedo decir lo que les agradezco a todos por habernos acompañado, aguantado, bajo el agua, el viento, lo que miércoles fuese. Pero estábamos juntos. A veces menos, a veces más, pero es importante estar unidos y seguir una lucha. Si estamos solos, separados, como cuando nos dicen muchas veces ‘no hagan eso, no hagan lo otro’…. No. Decimos que hay que hacer estrategias como lo hemos hecho. Porque si no hubiésemos hecho todo lo que hicimos hoy Lucía no tendría justicia”.
“Y les puedo asegurar que con esta perpetua que conseguimos para Farías hoy todo cambió. Porque hasta ayer no sabíamos si hoy se iba a hacer o no esta audiencia. No sabíamos si esta sentencia se iba a dar”.
Luego, conmovida, agregó:
“Pero ¿Por qué cambió para nosotros? Porque ahora ningún narco, ningún dealer, le va a romper el culo a ninguna piba más como se lo hicieron a Lucía”.
“A Lucía la destrozaron, a Lucía la destruyeron internamente, la violaron hasta 15 minutos antes de su muerte. La violaron hasta que su cuerpo terminó muriéndose. ¿Por qué lo decimos? Hay internamente nódulos, células que se rompen y hematomas que quedan ahí. Pero tenías que escuchar una defensa que decía “todas las mujeres somos violadas”. Yo estoy casada, estuve siempre con el mismo hombre, nadie me violó ni fui lastimada”.
“¿De donde sale esa perversión, que nos quiere hacer creer también un grupo de gente que se creen que porque le pagan a unas antropólogas y vienen a hablar pelotudeces, y sacan en una revista Fem disparates? ¿Nosotros tenemos que creer esos disparates?

Las fake news del caso Lucía
Marta continuó profundizando su mirada sobre estos días.
“Mujeres: estuve todos los días del juicio, el que lo pudo ver sabe de qué hablamos, qué es lo que le hicieron a Lucía. Ahora esta gente, estas feministas, estas antropólogas que dicen ser, académicas… Claro, nosotras somos las brutas, las de la calle. Por intuición vamos viendo lo que hicieron y lo que no hicieron, y también vamos deduciendo. Pero no somos ningunas ignorantes, ni van a venir a vendernos pescado podrido como esta gente quiso hacerlo”.
“Vieron las fake news que están tan de moda? Algunos no sabemos ni qué diablos es eso. Yo ni sabía ni me importaba cuando escuchaba esa palabra. Pero esa palabra es eso: armar un discurso, venderlo, que la gente compre ese discurso, y que la gente crea que a Lucía no le pasó nada”.
“Y que fue Lucía con su consentimiento y les dijo ‘cójanme hasta matarme’. Eso nos quisieron hacer creer esas dos mujeres, perversas como si las hay, eso es una perversión. Lucía era una criatura de 16 años, jamás hubiese dado un consentimiento. Un menor, con lo que significa un adulto, ¿hasta donde tiene el dominio ese adulto de ese menor? Y todo el fin de semana se ocuparon de mandar a los medios que Lucía había consentido su propia muerte. A Lucía no la mató nadie. Cuando escuchábamos eso, cuando leíamos eso, no podíamos creer que mujeres llamada feministas actúen de esa manera. Todas tenemos que decir y saber quiénes son. Porque si no parece que una está loca y habla cualquier pelotudez que se le ocurre”.
“Y lo que le pasó a Lucía es lo que hacen con todas las pibas. Estos jueces gracias a Dios tuvieron esa certeza de poder leer todo, ver todo lo que le hicieron a Lucía, lo que tanto la querella como el fiscal mostraron, la cantidad de pruebas… Que hayan podido ver eso, y darse cuenta de la realidad que quisieron ocultar en el juicio anterior: que esto era un femicidio”.

Un día de justicia
Dijo también Marta: “Cuando hablamos de Farías, hablamos de Offidani. La diferencia es que uno tiene el poder. Los dos son culpables. Offidani no tiene derecho a tener esa condena. Lo vamos a apelar y vamos a llevarlo a la perpetua que tiene que ir”.
A la salida habló también Eduardo Carnicero, que siguió el juicio en representación de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires: “Por un lado entendemos que es un antes y un después. Está bueno que se aplica la figura que solicitó la acusación. No pudimos ver los fundamentos todavía, pero sí tenemos la confirmación del delito. Sabemos que hay una pequeña disidencia entre los jueces en cuanto a la calificación, pero de hecho la pena es la misma. La condena se hace por mayoría por las dos figuras, eso es bueno”.
“Con respecto a Offidani se da esta situación de que el fiscal (Arévalo) pide la pena de 20 años porque es una participación secundaria. La querella se apartó de eso. Los jueces receptan lo que pide la fiscalía aplicando en la escala una pena inferior, para saber el por qué hay que ver los fundamentos”.
Entre los familares de otras víctimas se encontraba Gerardo Mellman, el papá de Natalia: “Es una lucha por la familia y por el movimiento feminista. En este nuevo juicio se ha mostrado la verdad. Lo importante: han tomado esta sentencia como una sentencia de femicidio. Está creando un precedente para miles de casos, sin ninguna duda”.
Cristina, la mamá de Eliana Gómez analizó así lo ocurrido: “Fue muy importante haber conseguido una perpetua. Deberíamos haber conseguido las dos, pero habrá que seguir luchando. Sin embargo, repito, lo de hoy fue muy importante, un alivio para la familia, por haber luchado tanto. También es una puerta para el jury también. El fallo sirve para lo que viene, todo lo que hacemos sirve, sea poquito o mucho lo que se logre, todo sirve. Juntarnos, marchar, acompañar a las familias. Y vamos a seguir por todas las familias que aún no tienen justicia”. Tal cual lo que dice Cristina, aun está pendiente el jury o juicio político a los jueces que llevaron adelante el primer proceso por este femicidio, con un fallo que tuvo que ser anulado por la Cámara de Casación por su parcialidad, prejuicio y misoginia, lo cual dio lugar a este segundo proceso.
Daniel, el papá de Cecilia Basaldúa: “Estamos luchando por lo mismo: que se castigue a los culpables y que no se tape nada. Que la justicia se dé cuenta que no estamos solos y que vamos a luchar siempre. La gente no está sola”.
Susana, la madre de Cecilia Basaldúa fue otra muestra de cómo sintieron el fallo las familias de otras víctimas: «Todos los casos de la muertes de nuestras hijas son de la misma manera. Están la policía, la fiscalía, los jueces. Nos alegra mucho ver en el caso de Lucía Pérez que hay dos jueces en el banquillo. Y además, con esta perpetua que se obtuvo, ahora vamos a seguir por Offidani. Sabemos que todos juntos somos la fuerza y vamos a seguir acompañando, como también nos acompañan con el caso de nuestra hija. Muchos años pasaron, parece eterno esto. Nos ponemos al lado de Marta y Guillermo y es una cruz bastante pesada la que tuvieron que cargar todos estos años. Queremos festejar con ellos este fallo. Y con esto, queremos que vayan saliendo todas las perpetuas, que el poder judicial vea que estamos todos unidos y que vamos a luchar siempre. Y que no le tenemos miedo».
Alfredo, papá de Carla Soggiu: “Primero es importante para que Lucia pueda descansar en paz, y para que los padres sientan fuerza para seguir porque todavía falta. Y a nosotros nos marca un precedente para que la justicia no pueda defender más a los narcos, a los que tienen poder, a la misma justicia, a la policía, a los políticos… es importantísimo. Aparte Marta y Guillermo son un faro para nosotros. Marta tiene la fuerza de todos los mares juntos, nos la transmite a todos los demás. Nuestras hijas merecen justicia y descansar en paz”.
Marisa, la mamá de Luna Ortiz, sumó su sensación este jueves: “Hoy se pudo marcar un precedente, hoy es un día de felicidad para nosotros porque para estos femicidios en los que está entrelazado el narcotrafico nunca podíamos llegar a hacer justicia”.
En pocas palabras Marisa expresó lo que la calle estaba sintiendo: “Hoy llegó el día compañeras. Hoy llegó el día de justicia para Lucia”.


Nota
Agrotóxicos: la Corte Suprema avaló las fumigaciones que sufren 1.021 escuelas rurales en Entre Ríos
La prohibición de fumigar a menos de 1.000 metros de escuelas fue reducida a 100 metros por decreto del gobernador de Entre Ríos, y ahora la Corte avaló esa decisión. La apelación de vecinas y vecinos fue rechazada por sus cuatro integrantes basándose en el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial, que admite el rechazo de la Corte “cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”. La fumigación con productos cancerígenos sobre niños y docentes quedan en ese ámbito según el fallo que será apelado esta vez ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La falta de acceso a la justicia, la burla al derecho, el desamparo de las comunidades en una provincia donde reinan el lobby del agronegocio, la contaminación y el ambiente tóxico, en la voz de las y los afectados.

Por Francisco Pandolfi
El 28 de febrero pasado el máximo tribunal del país falló en contra de las 1.021 escuelas rurales de toda la provincia de Entre Ríos. Hasta el momento, tenían un resguardo de las fumigaciones de agrotóxicos a una distancia de 1.000 metros en aplicaciones terrestres y de 3.000 en aéreas. Ahora la resolución posibilita el uso de venenos a sólo 100 y 500 metros respectivamente, límites establecidos por el decreto del Poder Ejecutivo impulsado por el gobernador Gustavo Bordet, alineado con el agronegocio.
¿Qué es lo “insustancial”?
La Corte, conformada por los jueces Horacio Rosatti –presidente–, Carlos Rosenkrantz –vicepresidente–, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, se tomó desde febrero de 2020 –cuando se elevó la apelación– hasta febrero de 2023 para responder un puñado de palabras: “El recurso extraordinario, cuya denegación origina la presente queja, es inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). Por ello, se desestima la presentación directa. Notifíquese y archívese”.
El artículo 280 aclara el porqué de la negativa al amparo presentado por el Foro Ecologista de Paraná y la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER): “La Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”.
A esta última instancia se llegó luego de varios años de denuncias, enfermedades, resistencias y muertes. Aldana Sasia es abogada especialista en lo ambiental, integrante de la Coordinadora Basta es Basta y del Foro Ecologista, y quien presentó el recurso de queja. El panorama: “Es una lucha que viene desde hace muchos años; antes del proceso judicial, desde distintas organizaciones y a través del gremio docente AGMER, se había iniciado la campaña Paren de Fumigar las Escuelas, porque había muchos casos en que se pulverizaba al lado, en horario de clase. Hubo un montón de sintomatologías en los niños y situaciones en las que tuvieron que suspender las clases. Las organizaciones nos unimos y acudimos a la Justicia en 2017, cuando presentamos el primer amparo para que se establezca una distancia de resguardo, ya que no había ninguna legislación que protegiera a las escuelas. Así obtuvimos la primera sentencia que fijó una distancia de 1.000 metros terrestres y de 3.000 aéreos, fundados a partir de estudios científicos que acompañamos en el reclamo. Ese fallo fue confirmado en todas las instancias, hasta que en enero 2018 el gobernador provincial Gustavo Bordet sacó un decreto reduciendo esas distancias a 100 y 500 metros”.
¿En qué se basó el decreto para reducir las distancias? “No se fundó en ningún estudio científico, ni en investigaciones epidemiológicas, así que pedimos su anulación y la Justicia nos dio la razón”.
En aquel momento, abril de 2019, el entonces presidente Mauricio Macri visitó la provincia y –con evidente desconocimiento de lo que decía– planteó que el fallo judicial era “una ley absurda que no se basa en ningún rigor científico”. Mezcló fallo judicial con ley, con una única intención intención obvia: favorecer el agronegocio.
Continúa la abogada: “Sin embargo, a mediados de 2019 Bordet sacó otro decreto en el que volvió a reducir las distancias, presentando investigaciones científicas que se basaban en la volatilidad de la gota, o sea, hasta dónde puede llegar, cuyos ensayos no eran con veneno sino con agua, cuando la volatilidad es otra”. (Las partículas de los agrotóxicos tienen una capacidad de dispersión mucho mayor que las del agua y su grado de permanencia en distintos sistemas es enorme, por lo que se ha llegado a detectar este tipo de venenos hasta en la Antártida, o impregnando productos comerciales como pañales y tampones en el caso del algodón).
“Esas mediciones de volatilidad para nosotros son nulas, no tienen ningún sentido porque ni siquiera las hicieron con los productos que se usan realmente para fumigar, que no es lo mismo que rociar con agua. Además, el 80% de lo que se fumiga no cae en el sembradío, sino que va para otros lados, porque depende de la temperatura ambiente, de los vientos, del producto que se aplica. Es imposible calcular hasta dónde va a llegar cada fumigación”.
Agrega Aldana Sasia: “En medio de ese proceso, el gobierno provincial sancionó una ley que modificó la composición del Superior Tribunal de Justicia, cambió la conformación de la sala que venía tratando el tema y nos fallaron en contra, confirmando el decreto 2239 del Poder Ejecutivo. Ante esa sentencia, elevamos el amparo a la Corte Suprema, que acaba de resolver que las fumigaciones a las escuelas rurales no son una cuestión trascendente. Esto deja claro que el acceso a la justicia ambiental en nuestro país no existe”.

–¿Cómo puede explicarse que la Corte se expida de esta manera, en cinco renglones y después de tres años?
–Veo dos fundamentos en esa decisión. Por un lado, que resolver sobre instancias de fumigaciones de agrotóxicos en Argentina es sumamente complejo y podría llegar a debilitar toda una matriz productiva que tiene el Estado, que es la única salida que hoy avizora para sacar adelante un país o para pagar y arreglar con el Fondo Monetario Internacional. El otro fundamento es el burocrático: la Corte está llena de causas, todo se apela a la Corte Suprema de Justicia, sus miembros no saben lo que firman porque sacan cientos de sentencias. Deben ser muchos más, es lamentable la composición del órgano máximo con sólo cuatro miembros: hoy deben resolver alrededor de una sentencia cada 30 minutos. De esta manera, el acceso a la Justicia es limitado y acotado, y la Corte Suprema se convierte sólo en una caja recaudadora, ya que para acceder a ella hay que pagar un monto considerable. Esto también influye en que la trascendencia que tienen este tipo de causas no sean valoradas del modo que amerita.
¿Docentes centinelas?
El decreto 2239 que rige en toda la provincia de Entre Ríos, además de achicar las distancias de resguardo, creó un órgano de control de las fumigaciones con el nombre de “Unidad de Centinela”, integrado por un ingeniero agrónomo y por cada director de la escuela rural fumigada.
Estela Lemes es desde hace 23 años la directora de la escuela rural N° 66 Bartolito Mitre, de la localidad de Costa Uruguay Sur, departamento de Gualeguaychú. Tiene 58 años y se presenta como maestra rural, no como directora. Por la exposición a los agrotóxicos, se le detectó glifosato en el cuerpo, una atrofia muscular y un deterioro neuronal «que no tiene vuelta atrás», le dice a lavaca desde una de las aulas “rodeada de campo”.
¿Los obligan a cumplir la función de centinela? “Cuando a los directores nos llamaron para adoctrinarnos acerca de eso, yo les dije que no pensaba participar. Es una locura por donde se lo vea. Le hacemos el trabajo a quienes nos fumigan, analizando si están bien tomadas las medidas desde dónde se va a fumigar, como si los docentes no tuviéramos trabajo; nos quieren agregar más y encima ese. Lo rechazo y lo repudio; un trabajo gratis y nefasto, mientras ellos nos siguen envenenando”.
Estela habla con dulzura que más allá de la angustia que le genera el tema del que habla: “Yo pensé que iba a salir favorable la sentencia, porque quién puede querer que fumiguen a los gurises en una escuela. Si vos les preguntás a la gente común, nadie quiere eso, no hay licencia social, pero hay un trasfondo: por culpa de muchos años de malas políticas económicas, hoy se depende de un modelo productivo que tira veneno sobre los gurises. No les importa que sus plantaciones están rodeando las escuelas rurales. Hay mucho dinero en juego para el lobby y hay una estructura judicial a favor de que fumiguen con veneno, sino no hay manera de que hayan fallado en contra”.
Hace una pausa, y suma: “Encima tardaron tres años para escribir cinco renglones y con tanta liviandad nos dicen que nuestro reclamo no tiene trascendencia. Tengo mucha bronca, indignación, vulneran los derechos de mis gurises y del ambiente. Es muy doloroso; no me había pronunciado hasta ahora porque termino llorando y no me hace bien”.
–En lo cotidiano, ¿qué significa que puedan fumigar a 100 metros de las escuelas?
–Nuestra escuela está rodeada de campos; el alambrado está pegado a uno donde, gracias a la lucha que dimos desde hace cuatro años, ahora se dedican a la ganadería porque no querían que los siguiéramos denunciando. Pero hay campos muy cercanos que sí siembran y fumigan. Para que se entienda: que tiren venenos a cien metros es como que vos estás en tu casa y te fumiguen en tu patio o en tu vereda, porque la deriva llega a kilómetros. Este fallo de la Corte les abrió la tranquera a estos señores para que apliquen cuando quieran. De hecho, hace unos pocos días lo hicieron en una escuela de Gualeguay, sin receta y en horario de clase, lo que no está permitido. La decisión del tribunal minimiza el problema y así van a aparecer más casos… muchos más casos.
La Corte y el lobby sojero
En Gualeguay vive Ramón Velázquez, docente de primaria desde hace 15 años, referente del Foro Ambiental, coordinador del proyecto de forestación Gualeguay Te Quiero Verde e integrante del colectivo Humedales en Red. Es maestro de la escuela Nº 3 “Marcos Sastre”, tiene 45 años y mucho por decir: “El fallo de la Corte es la cara del lobby sojero, del agronegocio; después de tanto tiempo esperábamos otra resolución. Tanto la Corte Suprema de Justicia como el gobierno provincial tienen responsabilidades directas con este modelo agroexportador perverso y dañino, que deja fumigar a la gurisada”.
La pulverización sin receta agronómica y en horario de clases se llevó a cabo el pasado 9 de marzo en la Escuela Nº 51 “Sofía Clotilde Fernández”. Explica Ramón: “De la escuela no quieren hablar, porque sucede que los mismos peones mandan a sus hijos a estudiar; es algo muy complejo y nos pasa siempre. Hace tiempo, junto a Estela Lemes fuimos a dar una charla a una escuela y nos esperaba una patota sojera. Había montones de padres de los gurises, gente de la Sociedad Rural, de algunas federaciones, todas dependientes de este modelo. Cuando terminamos de hablar tuvimos algunos altercados. Podrán argumentar lo que quieran, pero me pregunto, ¿se necesitan más pruebas que el veneno encontrado en el cuerpo de Estela? Hace poquito se encontraron agrotóxicos en la cuenca del Río Uruguay, uno de los más importantes de la provincia; tenemos el veneno en el agua, en el suelo, en el aire y en tantos cuerpos por lo que ingerimos permanentemente”.

El Derecho, analizado a los 12 años
Hay muchas coincidencias en lo que denuncian Estela y Ramón. En el fondo del problema, en las formas del problema, y también en donde hacen foco principal: la niñez; las y los gurises.
Constantino tiene 12 años y es nieto de Estela. Vive en la ruralidad, en el municipio de Costa Uruguay Sur. Nació con problemas respiratorios porque su mamá, en el embarazo, estuvo expuesta a los pesticidas. Tiene pelo largo, sonrisa ancha y una timidez que no le impide contarle a lavaca sobre sus convicciones, deseos y sueños de un futuro distinto: “Es importante resguardar la salud del ambiente y de los niños y maestros de escuelas rurales. Es un derecho que tenemos y que no debe ser vulnerado”.
Habla con firmeza : “Es necesario el cuidado del ambiente porque es nuestra casa común y si seguimos permitiendo su destrucción no habrá nada que dejarle a los niños del futuro. Mi abuela me contó lo que decidió la Corte Suprema y no me gustó; no quiero que fumiguen más niños y niñas de las escuelas rurales”.
El año pasado, Constantino junto a dos compañeros fueron los únicos representantes de la provincia en la Consulta Regional del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, sobre el cambio climático y sus consecuencias. “Participé con dos amigos, Bauti y Candy. Fue una linda experiencia donde nos expresamos sobre el tema; estuvo genial, porque había niños y niñas de toda América Latina y del Caribe. Además. En esa visita a Buenos Aires también hicimos la ronda con las Madres de Plaza de Mayo”.
Lorenzetti y Bordet no responden
En el Hospital Garrahan, reconocido centro pediátrico de la Ciudad de Buenos Aires donde llegan a atenderse infancias de todo el país, trabaja Mercedes “Mechi” Méndez, enfermera comprometida desde hace más de una década en la denuncia de los efectos de los agrotóxicos. No habla representando a la institución, con la cual lleva adelante una lucha interna por la negación de la problemática concreta, por no tener una historia clínica ambiental, por no contar con un laboratorio para pesquisar los tóxicos que las niñeces llevan en sus cuerpos.
Habla desde su labor, en el sector de Cuidados Paliativos. Lo que la moviliza es no no ver morir a más infancias de los pueblos fumigados: “El día que salió el fallo de la Corte justo estaba en Paraná, acompañando ‘La ronda de los martes’ (actividad que desde el 2017 organiza la Coordinadora Basta es Basta, rodeando la casa de Gobierno de Entre Ríos para exigir el fin de las fumigaciones).
La de la Corte es una decisión inexplicable, totalmente perversa que da una libertad absoluta para continuar envenenando. Tuve la posibilidad de visitar escuelas rurales, alumnos, y de escuchar sus relatos, de ver sus dibujos sobre el tema. Me acuerdo de uno en que una nena sangraba con los ojos hinchados; otro en que los animales vomitaban. A los niños no sólo los fumigan en la escuela, también mientras van o vuelven de las clases. Es un modelo de exterminio”.
Para acompañar la apelación de las organizaciones ambientales, la Defensoría de las Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación también hizo una presentación a la Corte Suprema exigiendo su resguardo.
“Tampoco les importó ese pedido. Ni que en la causa nosotros presentamos estudios sobre la composición del agua, el aire, la tierra, que daba cuenta de la presencia de sustancias peligrosas, así como en la sangre de muchos niños”, afirma la abogada Aldana Sasia. “La Corte dejó mucho que desear. El juez Ricardo Lorenzetti en sus conferencias, en sus libros, habla de la importancia del cuidado del ambiente, pero borra con el codo lo que escribe con la mano. Nada de lo que viene diciendo en tantos papeles escritos se está aplicando”.
Tanto el pedido de entrevista a la vocera de Lorenzetti, como al propio gobernador Bordet, no fueron respondidos a lavaca, actitud recurrente y antidemocrática de los funcionarios implicados en estos temas.
Denuncia en la CIDH
¿Cómo se sigue, tras la sentencia del máximo tribunal nacional?
Aldana: “Por un lado, queda acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para proteger a los más vulnerables, que son los niños y niñas que van a la escuela. Por el otro, interponer un amparo porque el decreto del Poder Ejecutivo no se cumple: los monitoreos de las fumigaciones se iban a hacer a través de GPS en cada una de las máquinas fumigadoras, toda una proyección tecnológica que no se hizo a la fecha. También prometieron la forestación de barreras arbóreas y no lo cumplieron”.
Estela: “Tenemos que ir a diferentes instancias judiciales para seguir explicando que no deben tirar veneno. Que debamos insistir en esto, habla de la insensatez que vivimos como pueblo. Sin embargo, estoy convencida de que no debemos abandonar la lucha por las presentes y las generaciones que vienen. Vivir en el campo es un privilegio, mientras no te fumiguen”.
Ramón: “Este fallo de la Corte Suprema no nos va a hacer bajar los brazos. Vamos a seguir trabajando, generando encuentros, conversaciones, acompañándonos, con escucha, con abrazos, con amor por el otro. Todo eso que no está en el modelo agrotóxico”.

Nota
Mía: Cuando el arte abraza

Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.
“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.
Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.
En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”.

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143
Sábado 18 de marzo a las 21 hs
Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi
Entradas “a la olla”.
Podés reservar en este link:
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