Nota
El Día de la Bestia: Obama en Argentina
Estados Unidos “ha emprendido mucha autocrítica” informó el presidente Barak Obama durante su conferencia de prensa, en referencia al papel que dicho país jugó durante la dictadura militar argentina iniciada hace exactamente 40 años. No brindó muchas precisiones: «Voy a lanzar un esfuerzo para abrir nuevos archivos”. Ante la levedad del anuncio, los organismos de derechos humanos se negaron a acompañarlo en su tour del jueves 24 de marzo al Parque de la Memoria. Visita, definiciones, y algunos sucesos y reacciones en la ciudad ante las idas y venidas de Obama y su familia en la limusina bautizada La Bestia.
Estados Unidos “ha emprendido mucha autocrítica” informó el presidente Barak Obama durante su conferencia de prensa, en referencia al papel que dicho país jugó durante la dictadura militar argentina iniciada hace exactamente 40 años. No brindó muchas precisiones: «Voy a lanzar un esfuerzo para abrir nuevos archivos”. Ante la levedad del anuncio, los organismos de derechos humanos se negaron a acompañarlo en su tour del jueves 24 de marzo al Parque de la Memoria. Visita, definiciones, y algunos sucesos y reacciones en la ciudad ante las idas y venidas de Obama y su familia en la limusina bautizada La Bestia.
“Este es un nuevo comienzo” dijo Barak Obama, con la impronta de las frases hechas y pensadas mediáticamente, durante la cena de gala en el Centro Cultural Kirchner.
De paso, bailó el tango Por una cabeza ante 450 invitados de la farándula artística, política, sindical y empresaria, en etapa de digestión de las truchas y los corderos. Obama no se privó de brindar con otro título: “Al gran pueblo argentino, salud”. El presidente Mauricio Macri aportó al clima de amabilidad explícita: “Su visita es en el momento perfecto. Queremos construir relaciones maduras y sensatas con todo el mundo”.
En términos de piropos geopolíticos inéditos desde los tiempos en que el canciller menemista Guido Di Tella calificó como “carnales” las relaciones entre ambos países, Obama también le dijo a Macri: «Vemos que usted desea comprometer a la Argentina a entrar a la comunidad global, para establecer el liderazgo histórico de su país a lo largo de los años. Esto es bueno para la región».
Las naciones sudamericanas, con Brasil en crisis, habrán tomado nota sobre qué significa esto en términos prácticos, mientras Obama calificaba a Argentina como «país extraordinario”, y brindaba por “Mauricio y Juliana”.
Registros de inteligencia
Antes, en la conferencia de prensa conjunta que brindaron en la Casa Rosada a mediodía, Obama había declarado: «No hay escasez alguna autocrítica en los Estados Unidos. Se ha cambiado con el tiempo de una manera positiva» al referirse al rol cumplido por su país durante la dictadura y las violaciones masivas a los derechos humanos iniciadas el 24 de marzo de 1976 bajo el curioso nombre de Proceso de Reorganización Nacional.
Al prometer “un esfuerzo para abrir nuevos archivos” Obama agregó: “Hemos desclasificado varios, pero por primera vez vamos a desclasificar los registros militares y de inteligencia». Los organismos de derechos humanos que se suponía podían acompañarlo al Parque de la Memoria el jueves 24 (Abuelas, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Familiares de Detenidos Desaparecidos, H.I.J.O.S) descartaron definitivamente esa posibilidad. El contenido real de la promesa se verá con el tiempo, pero muestra las máscaras de estos tiempos: informes ocultos durante décadas, sobre la actuación turbia de un país en tiempos de la dictadura militar que, tal vez, ahora sean dados a conocer. En anteriores desclasificaciones, los informes venían con tachaduras, como para hacer visible el ocultamiento.
La tele
El 23 de marzo había nacido con una imagen calcada en todos los noticieros argentinos: Ezeiza.
Cámaras y movileros rellenaban la espera pasada la medianoche con frases hechas pensadas mediáticamente: “Argentina otra vez en el mundo”. Parecía una cadena nacional, con las mismas imágenes y las mismas palabras. La única diferencia ocurrió cuando el Air Force One detuvo su marcha, abrió su compuerta y Crónica TV tuvo la ocurrencia de lanzar una placa roja: “Llega la Bestia”.
Los locutores aclararon entonces que la Bestia es como llaman al auto antibombas de siete toneladas que acompaña a Obama en sus viajes, una combinación entre Cadillac y tanque de guerra, con escopetas, gases lacrimógenos, puertas y ventanas blindadas hasta para ataques nucleares, entre otras hipermedidas de seguridad.
Radio y subte
Durante la mañana Radio Nacional fue evacuada, antes de que Obama llegase a la Casa Rosada. Un hombre pasó los controles y entró al estudio durante la emisión del programa Poné primera, que conducen Romina Manguel y Eduardo Anguita, simulando que tenía un cinturón con bomba. Le dijo a Anguita: “Vos estuviste en el ERP, quiero hablar con vos”. El periodista habló con él mientras sus compañeros se escondían bajo el piano de cola, y luego fugaban del estudio. “Logré reducirlo, y la policía pudo llevárselo” contó luego Anguita. Los explosivos eran falsos, pero Claudio Alberto Serball, el atacante, llevaba un cuchillo: “Son situaciones para meter miedo, un día después de lo de Bruselas y un día antes del 24 de marzo” razonó Anguita. Luego se supo que el hombre había intentado un episodio similar en el diario La Capital de Rosario en 2011 y que sufre problemas mentales.
Diálogo en el subte, que no llegaba a Plaza de Mayo por razones de seguridad. Sentadas viajan dos señoras.
-Yo lo voté a Macri y lo sigo apoyando –dice la primera-. Tendría que haberlo hecho gradual, que la gente no se dé cuenta. Lo de los precios, digo.
-Se equivocó la gente que tiene alrededor –responde la otra-. Ahora aumenta todo: celulares, colegios, bajan las jubilaciones. Ahora viene este Presidente, y la gente está enojada por el subte.
-Yo lo quiero a Obama, pero me parece mucha seguridad para cuatro negros de mierda. Yo que soy racista… A mí me encanta Obama. Menos mal que vino: no podemos estar amigos de Venezuela, de Bo-li-via –separa en sílabas indignada-. No existen. Yo estuve tres años trabajando en una peluquería en Estados Unidos. Al lado de ellos, le digo a usted, no existimos. Tienen un nivel de vida, señora, que yo no le puedo explicar. ¡Un servicio doméstico que le hace uñas! Y esa es la envidia que le tienen todos.
-En fin.
-Me acuerdo que me compraba cremas a 5 dólares. Volví a ir, y siguen estando 5 dólares. ¿Y acá? No somos nada. Bueno, que tenga un buen viaje.
-Igualmente, suerte.
Endeudarse bien
No se podía llegar a Plaza de Mayo, desde Avenida de Mayo y Perú había vallas. Se escuchaban los insultos de vecinos, empleados desesperados por no tener el presentismo. Los oficiales eran sordos ante los reclamos y las medidas de seguridad policiales se mantuvieron, salvo por un bar que tenía entrada por la esquina, antes del vallado, y una segunda puerta del otro lado del mismo. Los que se dieron cuenta, incluyendo a lavaca, sortearon el operativo entrando por una puerta y saliendo por la otra.
En Plaza de Mayo había cientos de personas, en una especie de corralito de vallas. Rodrigo, 45 años, abogado: “La visita es una buena posibilidad de incorporarnos al mundo. Estábamos totalmente afuera de la realidad mundial y esto es un paso para estar en los mercados. Y es el momento perfecto: justo antes de que arreglemos con los buitres”.
¿Hay que arreglar? “Sí, para volver a incorporarse al planeta. Es la única manera de que esto empiece a crecer y generar empleo real, no como hasta ahora, que eran planes sociales. Así va a bajar la inflación, el año que viene se va a notar. La única manera de salir de la crisis es como lo hacen todos los países serios: endeudándote”.
Rodrigo aclara: “Pero endeudándote bien”.
¿Cómo es eso? “Endeudarte a tasas bajas y usarlo para cosas productivas. No para robarte la plata como pasaba hasta ahora”.
Milagros, jubilada: “Estoy conforme. Esto es trascendente, importante. Michelle Obama, es una gran mujer: tiene una arista política y también un compromiso social. Le llegó mucho a las adolescentes. Me gustó. No podíamos seguir afuera”.
Michelle Obama habló justamente ante un auditorio de mujeres planteando cosas tal vez desconocidas para su anfitriona Awada: «Ustedes saben lo que es no tener una situación ventajosa y tener que trabajar mucho para llegar a fin de mes. Necesitamos su ayuda para atender las dificultades más apremiantes. Las mujeres afrontamos las mismas dificultades y tenemos que pelear por eso, para que nos remuneren igual por el mismo trabajo, así como ponerle fin a la violencia de género. Por eso, necesitamos que se conviertan en mujeres líderes, en el trabajo, en la crianza de sus hijos. Necesitamos que se contraten más mujeres en las empresas y que desbanquen el mito de que la ciencia y las matemáticas son solo para hombres, necesitamos que sean líderes en la Casa Rosada y en el Congreso. Tienen que ser líderes no solo aquí en la Argentina, sino en todo el mundo». La señora Awada luego dijo: “Michelle me inspira”.
Datos de la Embajada
Por la Plaza de Mayo un hombre atrae las miradas. Tiene un cartel con consignas en inglés traducidas al español. Dice: “Bienvenido Presidente Obama y familia. ¡AYUDA por favor! La Embajada en Buenos Aires viola derechos humanos de ciudadanos de U.S.A. y discrimina a latinoamericanos”.
Se presenta: “Me llamo José Luis Ortuoldo, ciudadano argentino y norteamericano, vivo en California”.
¿Qué reclama? “La Embajada de los Estados Unidos en Argentina es un cuartel militar donde maltratan no solamente a los ciudadanos norteamericanos sino también a los locales. A mi mujer, por ser colombiana, la discriminaron, se quedaron con su plata de la visa, y ni siquiera le miraron los papeles, negándole la posibilidad de que vayamos a ver a nuestros hijos y nietos a los Estados Unidos. La hicieron llorar. Es una violación a los derechos humanos grave. No podemos decirle al señor Castro que viola los derechos humanos, cuando el señor Obama hace lo mismo. Lo quiero mucho, es mi presidente, pero se está equivocando. Le mandé cartas, a los congresistas, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero el poder generalmente es sordo. A los ciudadanos que entran en la Embajada los tratan con cara de perro. Les ponen marines. Violan las leyes de nuestro propio país”.
El ciudadano sigue: “Este viaje se lo pagaron a Obama los pobres ingresos de mi mujer casi jubilada para que pueda venir en la Bestia, helicópteros y aviones. No es justo. Después, cuando aparece el terrorismo, hay que pensar qué fue lo que lo generó. No solamente hay que combatirlo, sino evitar que suceda. La injusticia genera terrorismo”.
-¿Por qué cree que se genera esa visión antinorteamericana?
-Por la diplomacia cowboy. Cuando se piensa que nosotros podemos ir a tomar países, a matar, a violar, a hacer lo que queremos, todo eso genera una rebelión, y esa rebelión hace que la gente se rebele, que se ponga en contra del sistema, en contra de la democracia y opte por elementos locos como hacen los terroristas. Y pasa porque los norteamericanos no son diplomáticos. Son, perdón, somos muy abusadores de los derechos humanos con nosotros mismos y más con los latinoamericanos.
-No es común escuchar a norteamericanos como usted hablar en estos términos.
-Mire, no quiero compararme con alguien que tiene su casa atrás mío, la casa más grande del hombre de la Historia, pero Cristo luchó contra el Imperio Romano, él solo, soltaron a Barrabás y lo crucificaron y lo apedrearon y lo corrieron por calle porque era el único que decía todas esas cosas. Hoy hasta los ateos escriben que estamos en el 2016 después de Cristo. Quizá en varios años escuchen lo que estamos diciendo acá: se necesitan medidas fuertes contra los abusos. Basta.
-¿Le parece casual la visita a 40 años de la dictadura?
-Obama está prácticamente diciendo lo que dije yo: que hicimos mal. Que los derechos humanos hay que apoyarlos siempre, que no se puede apoyar a la dictadura. Estados Unidos no podía poner plata, mis impuestos, para que maten gente extranjera. Estados Unidos quiere dejar ese pasado tortuoso de ayudar a los asesinos. Por eso vino acá ahora. Pudo haber ido a Colombia, donde son mucho más amigables. Pero él quiere romper con ese pasado de errores. Pero la Embajada insiste. Por eso estoy yo solo aquí. Como contra el Imperio Romano.
Spanglish in Buenos Aires
Otras apariciones excitadas por la visita. Una señora se acerca y le pregunta al fotógrafo de lavaca.
-Nene, ¿vos sos de seguridad?
Luego dice: “Pasa que tengo a letter to President Obama. Tengo el passport of my child” y muestra el sobre: “To President Obama and Michelle. Confidential”.
Un poco más lejos, Marta Angélica, contadora pública, está contenta con Obama. “Tenemos que dejar atrás ese discurso perimido del año 89 que atrasa quichicientos años. No soy pro macrista, pero no puedo entender el mensaje del kirchnerismo, que tantos intelectuales y artistas no se hayan dado cuenta que estábamos viviendo una etapa cruel. Que a una comerciante, por ejemplo, le hagan un sumario por no depositar las cargas sociales y mientras tanto tenés toda la connivencia de la AFIP, la señora Cristina, Lázaro Báez. Lo peor que le pueden sacar al ser humano es la libertad. Cuando nos pusieron el cepo, no teníamos cómo viajar. Hace 20 años éramos un polo de gente culta. ¿Ahora? ¿Venezuela nuestros amigos? Noooo, no quiero eso. No quiero no tener papel higiénico” clama, y remata: “Quiero ir a deleitarme en París, Roma, conocer Praga. Una apertura”.
Otra hipótesis: “Querido, yo también tuve 20 años y quise cambiar el mundo. Después te vas dando cuenta: tenés que levantarte a la mañana, trabajar, integrarte. Es así. No podemos vivir aislados”.
Yolanda, modista, la acompaña: “Aparte esta señora (por la ex presidenta) desunió totalmente. Alguien venía a comer a casa y el comentario era: ´Guarda que está fulanito, no vayas a hablar de política´. ¿Por qué? ¿Dónde está la libertad de expresión?”.
Messi y el nuevo escenario
Héctor camina con su carrito con gaseosas y cafés y pebetes y sándwiches de milanesas. “Me quedé corto”, dice. “No pensé que iba a poder pasar hasta la Plaza con tanto operativo”. Cuenta que es bailarín de tango y chamamé, pero no quiere opinar de Obama. “Si está acá es por algo”, dice, misterioso.
Un canillita sobre Hipólito Yrigoyen alcanza un nivel de sabiduría: “No importa si opino esto o lo otro, las condiciones las siguen poniendo ellos”.
Matías, 23 años, camisa impecable, corbata perfecta, trabajador del Banco Santander Rio, estudiante de comunicación en la UADE (Universidad Argentina de la Empresa): “No soy partidario de esta visita. Realmente veo que es una especie de entrega del país. Respeto que hay gente que está a favor, lo votaron todos, y esto es parte de lo que votaron el año pasado. Es una apertura al mundo, sí, pero no es el mundo que a mí me gusta para Argentina. Todo esto también es parte del cholulaje. Obama es una figura internacional. Es como decirte Messi. Buen político y buen comunicador”.
Florencia, 30 años, no puede decir dónde trabaja. “Es por acá. Vine a ver. Estoy en contra por lo que implica en la historia de Argentina esta visita. Creo que es una falta de respeto, además, venir en esta fecha. No es casual que esté acá: está surgiendo nuevamente la derecha en varios países latinoamericanos y esto es un mensaje: que los Estados Unidos están volviendo a la escena”.
Fabricio, 21 años, estudiante de Ciencias Políticas, está sentado sobre el pasto leyendo un libro de teatro. “La fecha es polémica, pero hay que rescatar las medidas de desclasificación de archivos sobre la participación de los Estados Unidos durante la dictadura. Hay que ver si sirven. Y también, cuál es la intención de Obama para estar acá. En este sentido: qué es lo que ve Obama en la gestión de Macri para abrir una nueva apertura en el ámbito de la política regional y cómo puede servir de palanca para el fin de los llamados gobiernos populistas o los que tuvieron una crítica hacia el neoliberalismo. Hubo un cambio abrupto de gobierno de 180 grados. Si vienen, no es gratis”.
Cerca de las 14 las casi miles de personas se agolparon contra las vallas de la Plaza de Mayo para ver pasar a la Bestia. Obama fue desde la Casa Rosada en dirección a la Catedral, donde rezó y se detuvo ante la placa que recuerda a las víctimas del atentado de la AMIA.
Entre el gentío y los canales de televisión, otra atracción acaparó la atención en la Plaza de Mayo. Vestido con un traje imposible de describir con los colores de Argentina y un sombrero de arlequín celeste y blanco, caminaba tocando un silbato un personaje icónico, conocido como “Lechuga”, pero popularmente conocido por representar a Moe en Todo x Dos Pesos.
-¡Esta Plaza es del General –gritó-. ¡Esta Plaza es del General!
Luego Lechuga se fue, mientras continuaba su periplo en La Bestia que culminó en el Centro Cultural Kirchner, y se disipaba la historia del 23 de marzo de 2016.
Fotos: Nacho Yuchark/lavaca
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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