Nota
El lado B de los Martín Fierro
La alfombra roja albergó una pasarela de reclamos gremiales y sociales, mientras la industria de la farándula local intentaba seguir sosteniendo el show. Nuestra crónica y reportaje fotográfico.

Fotos: Nacho Yuchark para lavaca
Hay dos escenas. En realidad hay muchas más, pero hay dos que desconciertan más. En primer plano, frente al Hotel Alvear en Puerto Madero, con camperas, gorros y carteles, trabajadores y trabajadoras de prensa reclaman contra el vaciamiento de los medios públicos. Están tras las vallas a metros de donde los autos frenan y bajan actrices, actores, periodistas, conductores, conductoras y otros personajes de la farándula argentina. Desde ahí caminan hacia la alfombra roja, de pocos metros, a la que todos aquí llaman «red carpet». A los costados periodistas y cámaras. Se estiran brazos, micrófonos, se hacen preguntas y sacan fotos. Una pregunta: qué opinan sobre el Presidente. Mientras tanto suenan los gritos contra Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, entre las banderas del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y el Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid). Al mismo tiempo, sobre la alfombra roja desfila el color verde, en vestidos, aros, anillos, zapatos, sacos, pañuelos, prendedores.
Estamos en los Martin Fierro.

Fotos: Nacho Yuchark para lavaca
#TeQuieroVerde
Julieta Ortega se vistió de verde. Violeta Urtizberea envolvió con su pañuelo verde el premio a mejor actriz protagonista de ficción diaria. Verónica Lozano y Carla Peterson llevaron una cinta verde. También Nancy Dupláa. Los hombres acompañaron: Adrián Suar, Santiago del Moro, el chef Christophe Krywonis, entre otros. Esteban Lamothe se sumó cuando recibió el premio a mejor actor, Juan Minujín entregó el de oro con el pañuelo verde en su hombro.
La primera en pronunciarse sobre el tema en el escenario fue la periodista Cristina Pérez: «Permítanme como mujer hablarles a los legisladores. Se vienen días definitorios en estas semanas. Señores legisladores: no tengan miedo de la libertad de las mujeres». La más contundente, la actriz Eva de Dominici: «Aborto legal, seguro y gratuito para todas».

Fotos: Nacho Yuchark para lavaca
No al vaciamiento
El noticiero de la TV Pública fue nominado por segunda vez consecutiva en los premios Martin Fierro. Agustín Lequi es trabajador de ese noticiero y delegado de SIPREBA en el canal, pero no está adentro del hotel donde se entregarán las estatuillas. ¿Por qué? “El noticiero tenía contenido federal, cobertura en todo el país y en el exterior. Hoy no tenemos coberturas fin de semana, no pudimos cubrir las sesiones en el Senado y en Diputados por emergencia tarifarias porque tenemos equipos. Hoy trabajamos como si fuésemos una oficina contable que cierra a determinada hora y sábado y domingo no abre. Que el noticiero de la TV Pública no pueda realizar coberturas tan significativas como una sesión en el parlamento, o cubrir un partido de fútbol o el Mundial -que no lo vamos a poder cubrir con periodistas propios- es vulnerar un derecho humano que es el derecho a la información pública, porque en muchos rincones del país es la única señal que llega”.

Fotos: Nacho Yuchark para lavaca
Los últimos cinco días la agencia de noticias Télam estuvo de paro. Esteban Giachero, delegado, explica a lavaca que si el martes no tienen respuesta por parte de las autoridades van a retomarlo. “Somos una agencia noticiosa que además de los cables tiene servicios de radio y contenidos audiovisuales. Se han cerrado secciones, hemos reubicado compañeros, pero el último lunes tuvimos dos despidos. La excusa: escribir un cable que supuestamente tuvo un error”. Esteban dice que no hubo instancia previa, “directamente los despidieron”.
Agustín traza un mapa de la situación alarmante de los medios públicos hoy: dos trabajadores despedidos en Telam, 180 despedidos en TDA, 16 en Radio Nacional, la TV Pública prácticamente sin programación propia. “Contra eso estamos peleando, por eso nos vinimos a manifestarnos pacíficamente con todos los gremios de la comunicación: locutores, el Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), el Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid) y el Sindicato de Actores.”

Fotos: Nacho Yuchark para lavaca
Gerardo González, de la comisión directiva de SATSAID, resume la noche: “Toda esta movida es en defensa de los medios públicos. En este momento tenemos interrumpido el diálogo con el gobierno. Lombardi se niega a dialogar y el poco diálogo que tuvimos hasta antes de la interrupción era de sordos: era más fácil hablar con una pared que con él. Un diálogo implica que ambas partes tienen que escucharse y no era el caso del ministro”
¿Cómo impacta el vaciamiento?
-Silenciar las voces de los medios públicos es un atentado directo a la democracia. Atenta también contra la pluralidad. Los ciudadanos somos los más perjudicados con esta política de achique y destrucción de otras voces.
¿Por qué se genera esta reducción?
-El porque es la manipulación y el ocultamiento de la verdad en un momento crítico del país y en determinadas cuestiones hay un blindaje mediático para que no salgan a la luz. Una forma de hacer ese blindaje también es achicando los medios públicos.

Fotos: Nacho Yuchark para lavaca
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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