Nota
Espejo siniestro: militares en seguridad interior en México
El decreto de Macri tiene su espejo mexicano. Los pretextos son los mismos: narcotráfico y terrorismo. Los resultados: más violencia, muerte e impunidad. Por Eliana Gilet desde Ciudad de México. Fotos de Ernesto Álvarez
Es difícil escribir estas palabras, porque a los dedos les pesa un tono premonitorio. Si de algo sirve revisar el camino que dejó a México con un récord histórico de asesinatos (31.000 en 2017) es para arrojar pistas que guíen la intuición de lo que vaya pasando en la Argentina, bajo la hipótesis de que estamos frente al mismo fenómeno, trasnacional y sistémico.
“Esto va más allá de los gobiernos”, escribió el periodista Raúl Zibechi y tiene razón. En México la militarización es un proceso que lleva más de veinte años y que comenzó, justamente, bajo el argumento del control del narco en la frontera norte. Tal cual.
“La guerra contra el narco es una guerra contra el pueblo”, escribió Dawn Paley, periodista canadiense instalada en México, en su libro Capitalismo Antidrogas y, lamentablemente, también tiene razón.
Pretextos del horror
osé Guevara, director ejecutivo de la Comisión mexicana de defensa y promoción de los Derechos Humanos, analiza: “El tema de las drogas aparece vinculado a la tortura. Por lo general, detienen jóvenes que por prejuicios las autoridades policíacas o militares asumen que son consumidores o traficantes de drogas. Teniendo o no drogas consigo, se los llevan a lugares para torturarlos y obtener información del negocio que supuestamente quieren combatir. Si no tienen drogas, se las siembran y los acusan del delito de narcotráfico, para justificar su trabajo”, explica Guevara.
Así, las drogas se utilizan como una herramienta para inculpar detenidos arbitrariamente. La generalización de la tortura como método de investigación es tan reiterada que incluso provocó un revés reciente en el caso Ayotzinapa: un tribunal del norte del país confirmó que las confesiones de los acusados por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron obtenidas mediante tortura. Así, el tribunal ordenó rehacer toda la investigación de la Procuraduría General de la República.
La tortura (y las detenciones arbitrarias que la acompañan) está asociada a los casos de desaparición forzada en que participaron militares. Sigue Guevara: “Representamos un caso en que las autoridades militares detuvieron a un joven, lo torturaron, se les paso la mano con la tortura, los médicos militares lo declararon muerto y el batallón militar lo llevó a enterrar clandestinamente a una carretera. Cuando se exhumó su cuerpo, supimos que le habían echado ácido en la cara para que no fuera identificado. Luego se comprobó que lo enterraron vivo”.
Otros casos similares hablan de víctimas de ejecuciones extrajudiciales o de la tortura ejercida por militares, entierros en fosas comunes, desaparecidos. Mientras no se tenga una investigación seria de los más de 34 mil casos de personas desaparecidas del registro oficial – sostiene Guevara citando al Comité contra la desaparición forzada de la ONU – “no se puede descartar la posibilidad de que en esos casos hubo involucramiento de agentes del Estado”.
El Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM elaboró un informe que revela que las Fuerzas Armadas mexicanas tienen un índice de letalidad desproporcionado, que supera el de los conflictos bélicos declarados, como la guerra de Vietnam, donde el número de heridos suele ser mayor que el de muertos. “Lo que se presume con ese indicador es que las Fuerzas Armadas están saliendo a matar para no dejar heridos”, explicó Guevara. “El efecto de tener esta política afecta principalmente a jóvenes y mujeres que recurren a la posibilidad de vender drogas para subsistir o mantener a su familia. Las personas que se benefician del negocio, empresarios, los políticos y los grandes narcotraficantes, viven tranquilos sin que se les persiga ni se les investigue”, sostiene Guevara.

2. L. Vidal R. y su compañero, elementos de la secretaría de seguridad pública detiene arbitrariamente a un joven en el barrio de Tepito.
Foto: Ernesto Àlvarez
Seguridad insegura
i de algo sirvió la breve discusión parlamentaria (15 días, acaso más que un decreto) que tuvo la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, fue entender que la militarización de México no empezó en el año 2007 con el presidente Felipe Calderón, sino una década antes. En 1996 el entonces presidente mexicano, Ernesto Zedillo sacó a los militares a la calle mediante la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, norma que fue impugnada ante la Suprema Corte de Justicia porque el uso de los militares en tiempos de paz está prohibido en la Constitución mexicana. Pero desde entonces la influencia militar no ha hecho más que crecer. “La Suprema Corte no reparó en distinguir el concepto de seguridad interior del de seguridad pública, y los confundió”, explicó el abogado constitucionalista Santiago Corcuera, que también fue parte del grupo de trabajo de la ONU sobre desaparición forzada.
En 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos argumentó en su “Informe de Seguridad Ciudadana” que el concepto de “seguridad interior” es contrapuesto al de “seguridad ciudadana” que prioriza los derechos frente a la mano dura del primero. Así, el de seguridad interior se vuelve un concepto autoritario: “Este tipo de planteamientos responden a la confusión entre conceptos de “seguridad pública” y “seguridad nacional”, cuando es indudable que la criminalidad ordinaria – por muy grave que sea- no constituye una amenaza a la soberanía del Estado”.
La Ley de Seguridad Nacional mexicana de 2004 metió al crimen organizado en esa categoría y luego los legisladores fueron aumentando los delitos considerados parte del “crimen organizado”, al punto que hoy el robo de vehículos es uno de ellos.
La debacle vino cuando llegó el dinero de Estados Unidos. La Iniciativa Mérida es la versión mexicana del Plan Colombia. Además de promover la militarización del país, la Iniciativa tiene como cometido la transición hacia un sistema acusatorio de justicia, así como el “fortalecimiento del Estado de Derecho”. En su trabajo, la periodista canadiense retrata el papel de la USAID, la agencia estadounidense que financia desde consultorías a festivales de cine independiente, en la promoción de que México acerque sus instituciones a los parámetros establecidos por el norte. Es la parte contrainsurgente de la estrategia, sostiene Paley.
Así, la Ley de Seguridad Interior de fines de 2017 vino a dar “certeza jurídica” a la tarea “provisoria y excepcional” que los militares desempeñaron durante los veinte años previos. Además, creó un nuevo régimen mediante el que la sola voluntad del Presidente puede intervenir militarmente un territorio, colocando a un General como “coordinador” por encima de todas las autoridades civiles. El argumento que sostuvo públicamente la necesidad de la permanencia y crecimiento de la intervención militar en tareas de seguridad pública fue la corrupción de las policías locales.

Militar durante la tercera brigada de buscada de desaparecidos.
Foto: Ernesto Àlvarez
Pistas para el futuro
ara encontrar una guía en medio del caos, conviene regresar al trabajo de Rita Segato Las nuevas formas de la guerra, dónde explica que ésta confusión es la dimensión contrainsurgente del nuevo tipo de conflicto armado. La antropóloga argentina describe que su característica sobresaliente es la informalidad, porque la guerra ya no se dará entre Estados con mayor o menor poder de fuego, sino entre “corporaciones armadas que se entretejen e hibridan con partes del estado y con fuerzas paraestatales”.
Paley también señala que la consecuencia oculta de la militarización es el auge del paramilitarismo. “El proyecto de la guerra es hoy, para sus administradores, un proyecto de largo plazo, sin victorias ni derrotas conclusivas. Casi podría decirse que el plan es que se transformen, en muchas regiones del mundo, en una forma de existencia”, escribe Segato. Paley también lo define: “El terror es usado en esta guerra contra la población mientras se implementan políticas que facilitan la inversión extranjera directa y el crecimiento económico. Eso es el capitalismo antidrogas”.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


CABA
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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