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Grecia desde abajo: «No sacrifico la vida y la dignidad de ningún hombre o mujer ni por la Acrópolis»

Dos instantáneas, sin más comentarios:
1- 12 de febrero, siete de la tarde, calle de Ermou, en Sintagma: una señora, con la bandera griega en sus hombros, su rostro blanco por el Rioplan (crema que utilizamos para suavizar los efectos por los químicos), obviamente cansada, está sentada tranquilamente en la peatonal.

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Carta enviada por los amigos griegos. Fue escrita una día después de que ardiera Atenas y publicada originalmente en el blog https://molisxypnisa.wordpress.com/ y traducida por E.M.



Dos instantáneas, sin más comentarios:
1- 12 de febrero, siete de la tarde, calle de Ermou, en Sintagma: una señora, con la bandera griega en sus hombros, su rostro blanco por el Rioplan (crema que utilizamos para suavizar los efectos por los químicos), obviamente cansada, está sentada tranquilamente en la peatonal. De repente suena su celular. Al contestar, se levanta y empieza a bailar y a dar saltos gritando con toda su fuerza: “Sí, sí ¡que quemen al mismo Latsis (griego, una de las más ricas personas del mundo y propietario de EuroBank)… ¡Ojalá que lo quemen!”… Alguien acerca a la señora y le pregunta qué pasa. Y ella siguiendo el baile absurdo contesta: “está quemándose Eurobank! Se ha quemado todo… ¡Qué alegría!”. Y explica sin preguntarle nadie: “A mí me ha quemado mi vida Latsis y el Eurobank. He construido mi casa con mis ahorros, le he pagado al triple el préstamo y ahora que no puedo pagar quieren quitarme la casa. Mi casa”.
Grecia desde abajo: «No sacrifico la vida y la dignidad de ningún hombre o mujer ni por la Acrópolis»
2-13 de Febrero. En una mesa está sentada toda la dirigencia del Ministerio de Orden y Seguridad Pública; da conferencia de prensa, abogándose para sí a los periodistas-loros de los canales. La respuesta (entre comillas y sic) del Coronel del Cuerpo de Bomberos, ante el reproche de los periodistas de que no se ha movilizado el Cuerpo de Bomberos para salvar los edificios del centro que se estaban quemando: “Teníamos en el centro toda nuestra fuerza. Todos los coches de bomberos estaban preparados. Pero se observó un fenómeno increíble: ciudadanos simples, que no participaban en los disturbios, impedían a los bomberos llegar a los edificios que se quemaban gritando ‘que se quemen todos los bancos’”.
Es verdad, así pasó.
La derrota de la democracia representativa
El 12 de febrero representó la derrota de la democracia representativa, de su democracia. No hablo del hecho de que un gobierno “elegido” ha impuesto como primer ministro a un banquero que no se ha elegido por el pueblo. Tampoco quiero hablar del hecho de que el partido que ha impuesto a dicho primer ministro ya ha perdido la mayoría en el Parlamento y sin embargo sigue gobernando.
Sin embargo no puedo cerrar mis ojos al hecho de que el 12 de febrero los ciudadanos han elegido claramente a los anarquistas pare pedir protección. A los anarquistas y no a la policía que se supone que, por su papel institucional, es la que protege a los ciudadanos, para eso la pagan. Tampoco puedo quedarme sin voz cuando veo y leo que lo único que se publica de la majestuosa concentración del pueblo se refiere a las cenizas de los edificios y de los bancos.
Vamos, me pongo más concreto: el 12 de febrero, por primera vez en la historia de tales movilizaciones (incluyendo las decenas de concentraciones que se han realizado los 10 últimos meses) la gente no se reunió en Syntagma (plaza central de la vida política griega, frente al Parlamento) dos horas después de la hora que era la convocatoria. Otras veces la convocatoria era para las 5 y la mayoría de la gente llegaba después de las seis y media. El 12 de febrero ocurrió algo único: Syntagma estaba llenísimo de gente antes de las 5. A las cinco y media no cabía ni un alfiler en la Plaza, tampoco en las calles de alrededor.
Pues… hasta las cinco la cosa era linda, todo pacífico y cualquiera podría decir que la democracia triunfaba en toda su grandeza. Sin embargo, a las cinco y sin la más pequeña provocación, las fuerzas represivas empezaron a echar químicos a la multitud, a todos. Para disolver a la gente antes que llegara la concentración a su zenit. No es casualidad que ni siquiera eran las seis cuando las teles ya insistían en que la gente se disolviera y saliera de Syntagma. El intento de provocar miedo a la gente se había empezado hace dos días por periódicos y teles. Manolis Glezos (figura emblemática de la resistencia en Grecia durante la ocupación alemana y la guerra civil, ex diputado de izquierda, hoy en día de 89 años) y Mikis Theodorakis (famosomúsico griego de 88 años) son solo dos, conocidos, que sufrieron por los químicos, pero son miles de miles de gente que pueden hablar de la asfixia que sufrieron.
Grecia desde abajo: «No sacrifico la vida y la dignidad de ningún hombre o mujer ni por la Acrópolis»
El anarquista amigo
Y entonces ocurrió algo imprevisto: un grupo de jóvenes vestidos de negro que estaban en la Avenida Panepistimiou, empezó a gritar consignas y se dirigió a donde los antidisturbios atacaban sin motivo a la multitud. La gente se hizo al lado, empezó a aplaudirles y gritaba “BRAVO!” “JÓDANLES!” “DÁLES!” y cosas así. Los anarquistas llamaban a la gente a que fueran con ellos. Vale… cuando toda, pero TODA, la gente te aplaude y apoya, no te queda más que seguir con mayor impulso en lo que querías hacer.
Lo mismo se repitió cuando la gente asfixiada, después de un nuevo ataque con químicos, bajaba la Panepistimiou y ancianos caían sin poder respirar (como testigos, la gente misma, las abumlancias y la motos del Servicio Urgente Médico que recogían a quienes no aguantaron el ataque). Y el apogeo de esta situación en la que la gente animaba a los jóvenes vestidos de negro, era cuando prendieron fuego al café STARBUCKS: un aplauso y miles de aclamaciones se levantaron hasta el cielo llenando el espacio desde la plaza de Klaftmonos y a lo largo de las Avenidas Panepistimiou y Stadiou. En los incendios de los bancos, la gente que no participaba enérgicamente estaba tocando rítmicamente las rejas de la Avenida Stadiou, haciendo ruido y animando los que atacaban a los bancos, mientras padres de familia de 50 y más años recogían mármoles y piedras y se los daban a los anarquistas que estaban en la primera fila de batalla.
Y no sólo esto. Desde el primer momento, a las cinco de la tarde, que empezó el ataque de los Cuerpos Antidisturbios hasta muy tarde de la noche, la consigna que dominó a los labios de cientos de miles de manifestantes no era por el Memorandum o por la política económica, sino el conocido “Cerdos, asesinos”. La rabia de la gente, por el ataque sin motivo que sufrió, se había inundado. . En la Plaza de Monastiraki la gente tocaba las campanas de las iglesias, todas las calles que se definen por el Acropolis, Athinas, Plaza de Omonia, Akadimias y Plaza de Syntagma rebosaban de gente que se negaba a retirarse y resistía como podía a la asfixia que provocaban los químicos y al terror que dispersaban los ataques de los antidisturbios. Los policías de DELTA atacaban con sus motos, sin discreción alguna, a la gente y la gente respondía con piedras. Hasta las once y media de la noche miles de personas estaban todavía en las calles. En la Avenida de Amalias al menos 10.000 se retiraron, a las doce, por una marcha hacia Sigrou para evitar los químicos que ya no se aguantaban. En Syntagma se reunió otra vez gente. En Monastiraki los DELTA rompían los escaparates de la tiendas y atacaban a la gente. Hay videos que muestran los ataques con las motos contra la gente.
Grecia desde abajo: «No sacrifico la vida y la dignidad de ningún hombre o mujer ni por la Acrópolis»
¿Quién nos protege de la violencia de Estado?
Sin embargo, la derrota de la “democracia” no es que ya el pueblo se ha dirigido a los anarquistas para que les protejan de la violencia del Estado. Es verdad que la absoluta mayoría de la gente no quiere y no participa en acciones de violencia. Pero el hecho de que no sólo muestran tolerancia sino que aceptan a dicha violencia como la única que les protege contra la del Estado, demuestra la victoria de los anarquistas y sus acciones.
El argumento principal de los anarquistas es que “pacíficamente no podemos lograr algo y tenemos que provocar con cada medio la confrontación”. La consigna “que se queme el burdel del Parlamento» ya no es de los anarquistas. Después de decenas de manifestaciones pacíficas, después de luchar por lo de “no violencia”, la gente a pesar de saber que va a recibir químicos, lacrimógenos y violencia, sigue saliendo a las calles pero ya no cree que puede vencer pacíficamente en el marco de “democracia” o “por la democracia”.
Sabe ya la gente que su opinión nada vale para las élites, económicas y políticas, del país. Sabe ya la gente que nos “tienen escritos en sus zapatos viejos”. Ninguno de los políticos ha sido castigado por la corrupción y los escándalos, ningún suceso de violencia policiaca se ha castigado, hasta el policía que apoyó al asesino de Grigoropoulos está fuera de la cárcel hace unos meses. La demanda judicial de cientos de ciudadanos contra la violencia y la guerra química de los días 28 29 de junio pasado, todavía no han encontrado su camino para el Tribunal y nadie da cuentas nunca por los tantos heridos –ciudadanos que pacíficamente protestaban- en cada manifestación. La gente ya no confía en las instituciones “democráticas” porque ya se siente y sabe que están burlándose de ella: pide elecciones y le imponen un gobierno no elegido, exige que no se vote el Memorandum y lo votan con mayoría absoluta en un Parlamento que no hay ni la más pequeña posibilidad de re-elegirse y que no representa a nadie.
Y en este punto llegamos a la responsabilidad y el papel sucio que juegan los medios masivos de comunicación, ya desde hace dos años, desde el primer momento de esa historia con los memorandum (o desde siempre, como dicen los anaquistas y tienen razón). Por toda la noche los medios masivos enfocaban en los incendios y los “vandalismos”.
Dispersaban el miedo y desorientaban a la gente del tema principal que es la aprobación por el Parlamento de un ley-monstruo inconstitucional (no lo digo yo que es inconstitucional, 5 sintgamtologos-proferores de Universidad argumentan eso). Los medios se han encargado de jugar el papel de difundir el terror por “no perderse” la “última” oportunidad de nuestra –una vez más- “salvación”. Intencionalmente confunden la negación de pago que puede hacer Grecia, con la bancarrota, con la quiebra. Intencionalmente conectan la negación del pago de la deuda con la salida de la EuroZona, cosa que hasta Barufakis (que no es algún economista de izquierdas) denuncia como falsa y fuera de realidad. Y ayer durante la magnífica protesta, pusieron sus videocámaras no entre la gente que por miles de miles había ocupado la ciudad, sino frente a los edificios quemados.
El rol de los medios
Los mismos canales que reprochan a toda la sociedad como culpable -ese famoso “todos juntos comemos el dinero”-, los mismos que no dan una moneda por la arquitectura y la ciudad, los mismos que recuerdan los edificios históricos sólo cuando se habitan por emigrantes “que van a contaminar la ciudad” mientras todo el resto del tiempo están en silencio cuando los señores de “real estate” -que por casualidad son propietarios de esos mismos canales- hacen sus buisnes… esos mismos canales llaman ahora a la gente para “gritar un NO contra los vandalismos de los edificios históricos”.
En Atenas y toda Grecia miles de edificios que pertenecen al Estado, a la Iglesia y a los bancos, edificios de especial valor arquitectónico, están abandonados o derrumbados poco a poco por sus propietarios y cuando ya están medio-derrumbados, como por una manera mágica, se desmorona el estado especial de protección en una noche y en su lugar se levantan plantas y plantas de cemento.
En ciudades enteras se derrumbaron en una noche los neoclásicos y se construyeron monstruos de cemento. Un montón de edificios públicos se construyen sin reglas ni seguridad y están inundándose con la primera lluvia (como recientemente el Hospital de Pirgos). Carreteras nuevas se hacen trocitos y no se mueve hoja. Construcciones por las Olympiadas –estadios, teatros, carreteras, hostales etc. – pagadas por millones -que ahora se llaman “deuda”- están abandonadas a su suerte hasta perder su valor y liquidarse por un trocito de pan a empresas y a quienes se enriquecen con nuestro dinero. Precisamente aquella parte de la sociedad que está indiferente por el espacio urbano si no le asegura ganancias, precisamente ellos son los que descubrieron que “los anarquistas están destruyendo “edificios históricos”: Y por eso se calla e intenta hacer invisible el hecho de que cientos de miles de gente gritaron el NO a la miseria que les reservan como destino sus gobernantes bien educados, bien vestidos, bien alimentados.
Estimados señores y señoras: digamos que la mitad de los anarquistas son provocadores como les nombran. El asunto no es esto. Los más grandes provocadores son los medios de comunicación y su espejo deformable. Si quisieran enfocar a la esencia lo habrían hecho, era muy fácil mostrar escenas del ataque bruto policiaco. Si quisieran, levantarían sus helicopteritos y mostrarían las multitudes de personas que estaban luchando contra su empobrecimiento, contra la anulación de sus derechos laborales y sus sueldos que solo a los grandes empresarios va a servir.
La perversión de la realidad, las luces sólo en los edificios quemados, los comentarios parapolíticos del culo y la picota de la lógica común son la regla en los telenoticias. En estos momentos tan cruciales los medios de comunicación se controlan absolutamente por empresarios y políticos –o viceversa- despiadados, para quienes el ataque a los salarios de los pobres es una oportunidad por ganancias innumerables. Y jugarán todas sus cartas para no perder sus ganancias. Y algunos ciudadanos sensibles por los “edificios históricos”, sentados en su tele o en su ordenador, atrapados en una realidad virtual y controlada, seguirán insultando a los anarquistas y a todos que tienen corazón y están resistiendo al desastre de sus vidas.
La diferencia es que, quien ve los hechos por la televisión, no conoce los hechos. Quien no fue perseguido por la policía y no encontró una mano de ayuda por un joven vestido de negro, no sabe que es policía. Quien no cayó semi-desmayado por los químicos y no recibió las primeras ayudas por un anarquista no sabe que es solidaridad. Los anarquistas levantan redes de solidaridad y de apoyo y se preparan para los días de pobreza y quiebra que ocurrirá cuando los poderosos decidan que sirve a sus intereses. ¿Y Uds. estimados señores y señoras, siguen creyendo en la televisión? ¿Seguirán aún cuando el hambre toque a su puerta? ¿Seguirán creyendo a quienes les dicen que la culpa la tienen los anarquistas, las izquierdas, los indignados, el burro que está volando y no quienes están robándose a sus vidas hace cuatro décadas y más?
Apaguen las televisiones, tiren a la basura los periódicos del culo, busquen información alternativa y, por favor, piensen un poco más allá de lo “obvio”. Quizás entonces pueden construir una democracia verdadera en lugar del “error de imprenta” que es esta democracia de los arriba.
PD1: No soy anarquista, tampoco “anarquista”, no he tirado nunca una piedra, tampoco iba a prender fuego. Sin embargo, en esta lucha, los que se confrontan en directo con mis enemigos –y mis enemigos son los que protegen a quienes me quieren esclavo, los que desinforman a las personas que quiero transformándoles en zombis de televisión- son para mí más cercanos que cualquier acomodado y “griego”. Y sí, lo siento yo también por los edificios que se quemaron, estaba buscando y adorando la arquitectura de esta ciudad mucho tiempo antes de descubrir cualquier periodista del culo el nombre de Tsiler, sin embargo NO SACRIFICO LA VIDA Y LA DIGNIDAD DE NINGÚN HOMBRE O MUJER NI POR LA ACROPOLIS.Los edificios con dinero en seis meses se reconstruyen. ¿Las vidas de millones de seres humanos?
PD2: PAME (Frente del Partido Comunista) y por lo tanto KKE (Partido Comunista de Grecia) perdió ayer una gran oportunidad para “encabezar la batalla contra el poder capitalista de la plutocracia”, como nos repite continuamente: cuando vio los difíciles y los lacrimógenos se dio la vuelta, con disciplina absoluta y con una pirueta que hasta el Ejército Griego envidiaría. Ignorando los abucheos y gritos de la gente que le convocaban a quedarse en la lucha…
PD3: Quienes de los políticos y los “sensibles” de repente recordaron que se pierden puestos de trabajo en una de las tiendas quemadas, ¿quizás recuerdan que cada mes se pierden miles de puestos de trabajo y que los desempleados han superado el millón hace meses? ¿Encendieron velas por los despedidos y los obreros que están en huelga hace más de cien días en la Metalurgia de Grecia? ¿O por los trabajadores de ELEFTEROTYPIA (gran periódico de Grecia) y ALTER (canal de televisión) que siguen en huelga y sin cobrar hace meses? ¿O sólo por el ATTICON (cine que se destruyó su entrada durante las manifestaciones de 12 de Febrero) saben encender velas?
 

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Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

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Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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