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Ismael Bordagaray, intendente K de Famatina, contra la megaminería a cielo abierto: “Las encuestas serias indican que entre el 70 y el 80 % de la población de la región la rechaza”

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Ismael Bordagaray es kirchnerista, peronista y acompaña todo el movimiento social de resistencia riojana a la minería a cielo abierto. Eligió: “Siempre hemos sido compañeros de las medidas que toma el pueblo. No puede haber obediencia debida en democracia” dice a lavaca. Compara la actualidad que ponen de relieve estas asambleas con el movimiento que se hizo visible en el sepelio de Néstor Kirchner. Su posición ante Cristina, Beder Herrera, las represalias del gobernador, los medios monopólicos. Ideas sobre el rol actual de la política, el espionaje sobre los vecinos, y los reclamos de autodeterminación: las herramientas para una mejor democracia y las opciones a la megaminería.

Definiciones de Bordagaray a lavaca:

  • “El corte es una medida que acompañamos desde el comienzo. Decidimos mantener lo que anunciamos en campaña. Estamos al lado de los vecinos, y no como cabecillas, como nos han querido sindicar: siempre hemos sido compañeros de las medidas que ha tomado el pueblo”.
  • “La realidad es que las encuestas serias indican que entre el 70 y el 80 % de la población de la región rechaza la megaminería”.
  • “Muchos políticos han usado la cuestión del Famatina. Pero la gente es la misma: los que cambiaron el discurso son los políticos”.
  • “Como represalia, hace dos meses que la municipalidad no recibe de la provincia un peso de los que corresponden para gastos de funcionamiento”.
  • “Eso es la política: acompañar a la gente en los reclamos, no solamente aparecer cuando las cosas andan bien”.
  • “Un partido político no me transforma en un soldado que tiene que decir a todo que sí: me transforma en un militante que debe cuestionar las cosas que no estén bien hechas y aportar el capital intelectual para que el proyecto se fortalezca”.
  • “Hemos trabajado siempre del lado del proyecto y la defendemos a la Presidenta. Pero lo que nosotros creemos es que la Presidenta no tiene real conocimiento de lo que está pasando en nuestra zona. Y estamos esperando que alguien del gobierno nacional por lo menos nos deje dar nuestra versión de los hechos”.
  • Sobre los movimientos asamblearios: “Para mí es parte de lo que se vio cuando fue lo de Néstor (se refiere al fallecimiento de Néstor Kirchner) cuando se habló de ese empuje en la juventud de involucrarse en la política. Las asambleas son otra cara de la misma moneda: es la gente que está queriendo entrar en la discusión. No es el ‘que se vayan todos’. Es el ‘déjennos entrar en el debate’”.
  • “Muchos de los políticos viejos se creen que porque sacan el 50, 60 o 70% de los votos, la gente les firma un cheque en blanco para que manejen los destinos de la provincia. Y no es así, creo que hay que escuchar lo que la gente dice y la política reclama eso, algo nuevo, y la discusión permanente de los temas importantes para el destino de los pueblos”.
  • “A veces veo cosas de medios ligados al oficialismo haciendo un abordaje en sus programas que me molesta. Ellos tienen un enfrentamiento abierto con el Grupo Clarín. Y de alguna forma nos ligan a nosotros: ligan una protesta que es muy pura, muy social y muy nuestra al grupo Clarín. Lo cual me parece un desacierto total”.
  • “Hoy el pueblo dice no. Y ahí está la discusión”.
  • “Esto es liberalismo puro, es la expresión más pura del liberalismo de los 90 lo que pasa con el tema minero”.
  • “En el caso nuestro estamos diciendo no a la mega minería porque no queremos que nos contaminen el agua y nos hagan un agujero, acá a 12 km en línea recta de nuestro pueblo, que va a generar impacto, contaminación y un uso irracional del agua”.
  • “La política perdió el nexo con el pueblo. Capaz que en estos procesos asamblearios de los que hablamos se están forjando los líderes del futuro ante lo cerradas y arcaicas que están las estructuras partidarias. Y es interesante que aparezca una nueva manera de pensar la política, y surge de otros puntos que ya no son las grandes ciudades. Quizás está madurando la democracia, que tiene casi 30 años”.
  • “Si la minería fuera la única solución, tendríamos una provincia sólo para 20 años”.

 
Retrato de un intendente
El 15 de febrero cumplió 36 años. Ismael Bordagaray había sido elegido intendente de Famatina en 2007, tras haber participado en el movimiento social y asambleario contrario a la instalación de Barrick Gold. En medio de su mandato, los vecinos lograron alejar además a la sucesora de Barrick, la china Shandong Gold. A fines de 2011 Bordagaray resultó reelecto, trabajando a su vez para las reelecciones de Cristina Fernández de Kirchner y del gobernador riojano, Luis Beder Herrera.
Luego llegó el momento de descubrir el espionaje policial-minero sobre los vecinos de Famatina y Chilecito, la avanzada provincial para permitir la instalación de Osisko Mining Corporation, y la inmediata respuesta social: un nuevo corte en Alto Carrizal, que impide el acceso a las zonas del cordón del Famatina que deberían ser –literalmente- explotadas. Caso infrecuente, Bordagaray dice ahora lo mismo que decía en la campaña, y cosas muy diferentes a la que emiten los políticos tradicionales.
“El corte es una medida que acompañamos desde el comienzo. Decidimos mantener lo que anunciamos en campaña. Estamos al lado de los vecinos, y no como cabecillas, como nos han querido sindicar: siempre hemos sido compañeros de las medidas que ha tomado el pueblo. Y ahora nos dimos cuenta de que es una medida bastante aceptada. Lamentablemente no se ha logrado el objetivo principal: que se caiga el convenio con Osisko, o instalar una instancia de diálogo con el gobierno provincial”.
Panorama desde el corte
 
El objetivo que plantean los vecinos es que se caiga el convenio. Osisko anunció que se iría si no cuenta con la licencia social.
-Pero la realidad es que el convenio no está caído ni mucho menos, y el gobierno de Beder es el que está comprometido a lograr esa licencia social. Por eso montó una supuesta estrategia mediática, que copa a los medios oficiales, sumado a falsas encuestas, mensajitos de texto, campañas en los diarios, páginas de Internet oficiales. Todo tratando de presentar la minería como la única alternativa para la provincia y tratando de descalificar todas estas protestas. La realidad es que las encuestas serias indican que entre el 70 y el 80 % de la población de la región rechaza la megaminería.
Datos sobre la amnesia
Bordagaray se recibió en Trabajo Social y como docente en Famatina compartió todo el nacimiento del movimiento asambleario, en 2006. “Desde esa época hemos planteado el compromiso de preservar el medioambiente y estar en contra de la megaminería. Gracias a
Dios lo hemos podido sostener”.
En La Rioja muchos políticos plantearon cosas similares, pero parecería que la llegada al cargo genera amnesia.
-Estos días he repasado discursos del día que se sancionó la ley que prohibía la minería a cielo abierto y la utilización de cianuro, en 2007: no habló sólo el actual gobernador (debe recordarse que el rechazo a la minería fue la palanca que le permitió a Beder expulsar a su antecesor, el ex menemista, ex duhaldista y luego kirchnerista Ángel Mazza, ex secretario de Minería de Carlos Menem). El actual intendente de Aimogasta había hecho un discurso encendido a favor de no tocar el Famatina y en contra de la actividad minera, y ahora dice todo lo contrario. Muchos políticos han usado la cuestión del Famatina. Pero la gente es la misma: los que cambiaron el discurso son los políticos.
¿Qué consecuencias prácticas trajo esta posición ?
Como represalia, hace dos meses que la municipalidad no recibe de la provincia un peso de los que corresponden para gastos de funcionamiento. Tendríamos que recibir 140 mil pesos más algunos otros ingresos que redondean los 200 mil pesos. Eso resiente por ejemplo la recolección de residuos, que estamos reorganizando. No voy a poder seguir pagando algunos planes de quienes trabajaban en limpieza. Por otro lado, empezaron a atacarme en los medios. Pero bueno, si yo no represento al pueblo que me votó no tendría razón de ser en la política y en mi cargo. Mi corazón y formación me indican que eso es lo que tengo que hacer. Eso es la política: acompañar a la gente en los reclamos, no solamente aparecer cuando las cosas andan bien. Y al gobierno provincial hay que decirle: esto está mal hecho.
Obediencia debida

Bordagaray aclara: “Soy de origen peronista, justicialista, de más joven fui de la juventud peronista. En la Universidad de Córdoba donde estudié Trabajo Social, en los 90 éramos tres. No era muy frecuente encontrar peronistas. Me siento kirchnerista y acompaño todo este proyecto. Pero pienso que en la política no existe la obediencia debida. No se puede decir que sí a todo el discurso oficial. Tengo la obligación y el deber de salir a decir las cosas que no están bien hechas. Un partido político no me transforma en un soldado que tiene que decir a todo que sí: me transforma en un militante que debe cuestionar las cosas que no estén bien hechas y aportar el capital intelectual para que el proyecto se fortalezca. No lo han entendido así, me tildan de traidor porque hay un pueblo que se ha levantado en contra de la mega minería. Yo creo que el tiempo está demostrando que lo que estamos haciendo está bien, estando al lado del pueblo, y que el gobierno provincial va a tener que rever su estrategia, porque tanto a nivel comunicacional como a nivel social está perdiendo muchísimo terreno y eso puede traer otro tipo de complicaciones.
¿Cuáles?
-Esto se está transformando en un conflicto social. En principio era un conflicto ambiental, de recursos, ahora ya es un conflicto social que está empezando a teñirse de ciertos problemas institucionales. Que al intendente de la capital riojana y nosotros en Famatina tengamos congelados los gastos de funcionamiento… eso es un conflicto institucional. Ya hay un problema de recursos a municipios que se los castiga por pensar distinto. Y eso la gente lo ve mal. Este lunes en Chilecito no pudieron hacer el desfile de todos los años porque no quieren que la gente se manifieste.
El desacierto oficialista
¿Cómo percibe la posición del gobierno nacional en este tema?
-A veces veo cosas de medios ligados al oficialismo haciendo un abordaje en sus programas que me molesta. Ellos tienen un enfrentamiento abierto con el Grupo Clarín. Y de alguna forma nos ligan a nosotros, ligan una protesta que es muy pura, muy social y muy nuestra al grupo Clarín. Lo cual me parece un desacierto total. Más allá que lo hayan cubierto, bien o mal no me importa, nosotros hemos recurrido al único medio que se acercó a hablar con nosotros. Pero los medios oficialistas hacen el tratamiento como que estos fueran grupos opositores al gobierno nacional. No lo somos. Para nada en mi caso. Hemos trabajado siempre del lado del proyecto y la defendemos a la Presidenta. Pero lo que nosotros creemos es que la Presidenta no tiene real conocimiento de lo que está pasando en nuestra zona. Y estamos esperando que alguien del gobierno nacional por lo menos nos deje dar nuestra versión de los hechos. Necesitamos acercarnos. Recién el día sábado yo pude charlar con una senadora nacional y le solicité que vea la posibilidad de hablar con el ministro del Interior, o alguien del ministerio, alguien a quien pueda acercarle mi postura y también lo que vemos sobre la cuestión institucional que está afectando a la provincia.
La política suele tener algo de binario, reducir todo a dos opciones…
-Tal cual. Y veo además que mediáticamente se quedan en la discusión económica del tema. Lo veía programas oficialistas como Duro de domar, y todos los elementos que aportaban a la discusión eran económicos. Pero hay otros ejes también que son importantes de discutir, que tienen que ver con el tipo de desarrollo que le queremos dar a nuestro país, la manera que queremos vivir, el tema de los recursos naturales… Celebro muchísimo lo que pasó en ciertos departamentos en Mendoza, por ejemplo, que sancionaron un área libre de minería para defender sus reservas hídricas. También es importante analizar quién se lleva todo este dinero que sale de la minería, que es un recurso no renovable, pero no hay que centrar únicamente el eje de la discusión ahí.
La nueva política
Movimientos asamblearios como el de Famatina, Chilecito, La Rioja, ¿implican un nuevo modo de ciudadanía, de intervención en lo político?
-Para mí es parte de lo que se vio cuando fue lo de Néstor (se refiere al fallecimiento de Néstor Kirchner) que se habló de ese golpe y ese empuje en la juventud de involucrarse en la política. Las asambleas son otra cara de la misma moneda: es la gente que está queriendo entrar en la discusión.
No es el “Que se vayan todos”. Es el “déjennos entrar en el debate”. En el caso mío, que yo estoy acompañando el movimiento, a mí no me plantean que yo me vaya, todo lo contrario, me exigen que siga firme y al lado de ellos, y que ellos me van a bancar. Entonces creo que están pensando una nueva forma de hacer política. ¿Qué pensamiento es? Una política en base al consenso. Porque muchos de los políticos viejos se creen que porque sacan el 50, 60 o 70% de los votos, la gente les firma un cheque en blanco para que manejen los destinos de la provincia. Y no es así, creo que hay que escuchar lo que la gente dice y la política reclama eso, algo nuevo, y la discusión permanente de los temas importantes para el destino de los pueblos.
¿En algún momento las presiones le hicieron pensar en dejar el cargo?
-Lo que me he dado cuenta es de que los que están a favor de la minería piensan que uno es el que motoriza todo esto. Tengo entendido que a mí me cortan los gastos de funcionamiento pensando que estoy bancando el corte, lo cual es una verdadera locura. Lo único que he dado en el corte es ir a sacar la basura y voy a hablar con la gente alguna vez. Pero pensé: si yo soy el escollo para que las cosas en el pueblo funcionen, me voy a tener que ir. Pero eso no me va a quitar de la lucha. Yo ya lo dije, el único que me va a sacar de mi cargo es el pueblo, no un grupo de obsecuentes que no responden a la voluntad popular y ni siquiera son de acá. El que tiene la facultad de sacarme es mi pueblo.
Las leyes son menemistas
Las leyes vigentes son de tiempos menemistas…
-Todas, todas. En algunos casos se fortalecieron con decretos presidenciales, pero son las leyes de los 90, todas. Y todos los que hablan de los impuestos que dejan y demás, es falso. Todo lo recuperan, todo lo que invierten lo recuperan. Tienen todas las garantías y facilidades. Esto es liberalismo puro, es la expresión más pura del liberalismo de los 90 lo que pasa con el tema minero. No se ha podido revisar nada en materia legal. Es una discusión que se tiene que dar la gente del Congreso y de las provincias. La participación y los controles. Nosotros no hablamos del tema económico, pero no porque seamos ignorantes, nuestra discusión pasa por el cuidado del agua, que es el recurso más escaso que tenemos en la zona, nosotros defendemos el agua de Famatina. No queremos una megaminería, ni el uso del cianuro, por supuesto. Y también creo como autoridad y político que hay que debatir esa legislación de los 90.
¿Realmente cree que la Presidenta no está interiorizada sobre lo de Famatina?
-Yo lo que creo que la cuestión Famatina despertó un montón de cuestiones que no imaginábamos. Se reactivó el conflicto en Andalgalá, en Tinogasta, hay conflicto en Tucumán, en Santiago del Estero, en el mismo Jujuy los amigos aborígenes han hecho presentaciones a la Corte Suprema. Es como un efecto dominó, el tema Famatina activó un montón de respuestas. Pero hay que analizar cada situación particular, no todo es lo mismo, y creo que debería haber alguien desde el Ministerio del Interior que pueda tomar contacto con los lugares de conflicto y pueda hacer un análisis cierto.
Primero hay que escuchar al pueblo para no cometer errores. No pasaría eso si el gobernador, en vez de hacer lo que hizo, hubiera primero cumplido con su promesa de 2007 de hacer un plebiscito en la zona. Así que esto comienza como una mentira, como una traición al pueblo. ¿Cómo vamos a creer que lo que antes era malo ahora es bueno? Hoy están en un 8 a 2, 8 en contra y 2 a favor, por eso no se animan ahora a hacer un plebiscito. Pero es como que los políticos vamos a contramano de lo que la gente quiere.
¿Está usted a favor de la prohibición de la minería o de la megaminería? ¿Cuál es la diferencia?
Acá la gente se opone, y esto tiene que quedar claro al gobierno nacional y a los medios, es a la megaminería a cielo abierto y a la utilización de cianuro y el uso indiscriminado y sin control del agua. El gobierno tiene que hacer un mea culpa y decir la verdad: los gobiernos provinciales no tienen la capacidad de controlar este tipo de emprendimientos. Estas empresas que vienen, sacan y después se van, ¿a quién vamos a ir a reclamarle? No nos oponemos a todo tipo de minería. Yo escucho unos compañeros que dicen «nosotros apoyamos la minería porque en el departamento genera empleo”. Claro, hablan de una cantera de granizo, una cantera de laja. Tampoco me opongo a eso o a una cementera, no nos oponemos, pero sí nos oponemos a que nos hagan un cráter acá a 12 km en línea recta cerca de los periglacieres que nos dan el agua, que nos hagan un cráter de 500 metros de profundidad. Sí nos oponemos a eso. Entonces: hay maneras y maneras de pensar la minería. Hay que pensarlo de manera responsable. En la misma Unión Europea hay debates acerca de la utilización o no de cianuro, tenemos que ir hacia ahí. Aparte esos discursos de «no se usa cianuro» y resulta que hay todo tipo de registros, hasta yo los tengo, que demuestran el uso del cianuro. Entonces, tengamos cuidado con lo que decimos. No defendamos lo indefendible. No hay que ser extremista y decir «no, no, no por el no», sentémonos a ver por qué no y por qué sí. En el caso nuestro estamos diciendo no a la mega minería porque no queremos que nos contaminen el agua y nos hagan un agujero acá a 12 km en línea recta de nuestro pueblo. Que va a generar impacto, contaminación y un uso irracional del agua.
Y que la comunidad no quiere ahí todo eso…
-No quiere. Yo prefiero aparecer como un ignorante y decir que no, y no terminar reconociéndolo dentro de unos años. Pasar a la historia como el estúpido que no se animó a decir que no. Los minerales no se degradan, ahí están. Hoy el pueblo dice no. Y ahí está la discusión.
¿Qué sensación le dejó confirmar el espionaje a la comunidad de Famatina?
-Me parece triste, me indignó porque me hizo acordar a épocas muy tristes del país, y nos tildaban como cabecillas, a otros ponían precio. No habla mal de nosotros, hablan de lo que son ellos.
¿Hubo reacción de la clase política?
Prácticamente no. La política perdió el nexo con el pueblo. Capaz que en estos procesos asamblearios de los que hablamos se están forjando los líderes del futuro ante lo cerradas y arcaicas que están las estructuras partidarias. Y es interesante que aparezca una nueva manera de pensar la política, y surge de otros puntos que ya no son las grandes ciudades. Quizás está madurando la democracia, que tiene casi 30 años. Con gente que participa, se involucra porque se da cuenta de que la política la atraviesa transversalmente en todo lo que involucra su vida.
¿Cómo actúan los medios provinciales?
A favor de las mineras, por el factor económico, la pauta publicitaria. Una radio local recibe 3.000 pesos por mes y es una fortuna. Salió a la luz un caso de una radio en Chilecito a la que la minera le pone 300.000 pesos anuales. Van a terminar yendo a trabajar ellos a la minería. Otra gente es muy digna y no cede a las presiones.
Osisko planteó que se iba, al no contar con licencia social…
-Osisko ya tendría que haberse ido si es por eso. Hay un 80% por lo menos que repudia el tema minero en la región. Más muestras de que la gente no quiere esta megaminería, no hay. ¿Qué están esperando?, ¿Que se genere violencia para tomar nota de lo que está pasando?
Otra paradoja es que mucha gente que está contra las mineras votó a Beder. ..
Es que se rechaza a la minería, como él mismo lo hacía hace unos años. Los que lo votaron fue por temas como viviendas o electrificación rural, o garantizar que cada chico en edad escolar tenga computadora. Esos temas se ven como positivos. Pero nadie lo votó por la cuestión minera, de la que nunca habló en campaña. También es cierto que hay mucho plan social, que da lugar al clientelismo y a tener, entre comillas, agarrada a la gente que depende de eso. Pero se podrían hacer obras hídricas que hace 60 años no se hacen, mejorar todos los niveles de producción, y en Famatina hasta tenemos la experiencia de una nueva fábrica de calzado que da trabajo a 100 personas. Si la minería fuera la única solución, tendríamos una provincia sólo para 20 años. Alumbrera ya está terminando la extracción, está en la última etapa, y después ¿qué van a hacer? ¿Engrosar los cordones urbanos con desocupados y quedarnos con todo el daño ambiental? Prefiero que hoy busquemos alternativas, y no quedarnos esperando ese final.

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Blas Correa, y la condena a 11 policías responsables de su muerte: “Esto recién comienza”

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11 agentes policiales fueron condenados por la muerte de Blas Correas en agosto de 2020 en Córdoba, después de 7 meses, 36 audiencias y el testimonio de más de medio centenar de testigos. La sentencia es histórica no solo porque demostró cómo funciona la máquina de violencia institucional, sino porque incorpora la capacitación a todos los agentes de la policía en el trato a víctimas, en el uso de armas de fuego, y obliga que se profundicen los exámenes psicotécnicos periódicos. Estos argumentos fueron planteados por la familia de Blas, que dice: “Marchando el 24 de marzo por mi hijo entendí en el lugar que estoy: vi mujeres marchando durante 40 años y así voy a morir yo, como las abuelas. Ese es el camino”.

Por Bernardina Rosini desde Córdoba. Fotos: Amnistía Internacional Argentina | Nicolás Bertea

“Prometo hacer todo lo posible para que las cosas cambien”.  

Soledad Laciar en una carta dirigida a su hijo. 

Soledad Laciar es la mamá de Valentino Blas Correas, el joven de 17 años que la noche del 5 de agosto de 2020 salió a comer una pizza junto a cuatro amigos -Mateo, Cristóbal, Camila y Juan Cruz- y quien horas se convertiría en una nueva víctima de la policía de Córdoba. 

Vale recordar: los cinco jóvenes regresaban a casa a bordo de un Fiat Argo cuando divisan un control vehicular; Juan Cruz (19 años, quien conduce) al ver que uno de los policías tiene un arma en la mano, se asusta, se saltea el control. Entonces se escuchan disparos. Seis. Uno de impacta en la espalda de Blas, quien siente la herida y le pide a Camila que le de la mano. Van rápidamente a un clínica, la primera que ven, lo bajan a Blas pero en la puerta se niegan a recibirlo, lo suben nuevamente al auto, intentan llegar al Hospital de Urgencias pero nuevamente son detenidos por un control policial; no los dejan avanzar y los obligan bajarse del auto; los amigos de Blas desesperados ruegan que atiendan al amigo herido pero los agentes policiales niegan cualquier asistencia, les piden documentos y hablan por radio. 

Así muere Blas, en el asiento trasero del auto, solo. 

Pero el horror no termina ahí: en minutos las dos duplas policiales que participaron del tiroteo se reúnen y resuelven plantar un viejo revólver calibre 22 y así intentar justificar sus disparos. El elenco policial interviniente lo conforman 13 agentes. 11 acaban de ser condenados (debajo de la nota, el detalle de las condenas).

Hacer historia

La sala del primer piso de Tribunales II en la ciudad de Córdoba está repleta, desborda hacia los pasillos. Amigos de Blas y de los sobrevivientes, hinchas de Belgrano (club del cual Blas era fanático), Abuelas de Plaza Mayo, el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, madres que llevan remeras de sus hijos también víctimas fatales de la policía, mucha prensa, y ningún funcionario.

Es una jornada histórica, no sólo por la cantidad de agentes policiales condenados, sino porque la sentencia reconoce a Blas Correas, a su familia y a los sobrevivientes, como víctimas de actos de violencia institucional. Soledad Laciar, la madre, luego señalaría que éste reconocimiento fue el momento más conmovedor de la lectura, puesto que señala a la maquinaria en su totalidad.

Y es que la Cámara 8ª del Crimen de la ciudad de Córdoba dió lugar al señalamiento de la familia de Blas, por un lado, con respecto a la ampliación del alcance de responsabilidades y ordenó investigar al ahora ex Ministro de Seguridad de Córdoba y actualmente legislador por el oficialismo, Alfonso Mosquera, y a la actual jefa de la Policía, Liliana Zárate. 

Al primero, por presuntos actos de corrupción y malversación de caudales públicos al entregar un vehículo judicializado a uno de los comisarios. Mosquera declaró en el juicio que se trató de “una gauchada personal”.

En cuanto a Zárate -que se desempeñaba como titular de Recursos Humanos de la fuerza para aquel entonces- se la responsabiliza de que los policías Lucas Gómez y Javier Alarcón (autores de los disparos) se encontraran en ejercicio a pesar de que sus legajos estaban nutridos con varias imputaciones anteriores al hecho y, en el caso particular de Alarcón, de no haber aprobado una práctica de tiro. A Zárate se la investigará por omisión de los deberes de funcionario público y por las falencias en la formación y el control de los agentes policiales.

El Tribunal también indicó que se inicie investigación judicial y se identifique a los uniformados policiales que durante esa madrugada detuvieron el Fiat Argo y no permitieron que los amigos de Blas lo llevaran al hospital a pesar de la evidente necesidad de atención médica.

Conforme con la sentencia, la mamá de Blas expresó: “Siento que me acerqué enormemente a la justicia, confieso que tenía muchas dudas. Pero para mí es importantísimo que hayan incorporado la capacitación a todos los agentes de la policía en el trato a víctimas, en el uso de armas de fuego, que se profundicen los exámenes psicotécnicos periódicos. Un mes más o menos en las condenas no me significa nada, pero que se realicen cambios para asegurar que ésto no siga pasando, es lo que me importa”.

Además de las capacitaciones a la totalidad de los agentes de la fuerza, se indicó al Ministerio de Seguridad que se retenga el armamento a todo policía que repruebe las evaluaciones de tiro.

“Esto recién comienza” añadió Soledad, porque ahora asegura que irá tras los demás responsables, estará pendiente de la implementación efectiva de lo expresado en la sentencia, y acompañará a las demás familias que buscan justicia por sus hijos. “Ahora será buscar justicia para Joaquín Paredes, tenía 15 años. Les pido que nos acompañen, que no les quede lejos Cruz del Eje”.

Unas horas antes de conocerse la sentencia Soledad ya lo había adelantado “Marchando el 24 de marzo por mi hijo entendí en el lugar que estoy: vi mujeres marchando durante 40 años y así voy a morir yo, como las abuelas. Ese es el camino”.

Las condenas:

  • Lucas Gómez (37) y Javier Alarcón (33) ,autores del homicidio calificado por ser integrantes de la Policía y agravado por el uso de arma de fuego y por la tentativa de homicidio contra los cuatro otros chicos:  condena a reclusión perpetua, inhabilitación absoluta y especial para desempeñar empleo y cargo público.
  • Wanda Esquivel (34), la oficial que plantó el arma que luego se quebró y confesó el delito fue condenada a 3 años de prisión domiciliaria.
  • La oficial  Yamila Martínez (25) fue condenada a cuatro años y tres meses de prisión e inhabilitación especial por tres años.
  • Leando Alexis Quevedo, condenado a cuatro años de prisión.
  • El cabo Ezequiel Vélez (25), a dos años y seis meses de prisión, por lo que no irá a prisión al ser la pena menor a tres años.
  • El subcomisario Sergio González (44); subcomisario Enzo Quiroga (36); comisario inspector Walter Soria (45); el comisario inspector Jorge Galleguillo (46)  el comisario Juan Antonio Gatica (46) condenados por falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal a cuatro años y diez meses de prisión.
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Daniel Solano: la Corte confirmó la detención de los 7 policías condenados por homicidio

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Los siete policías condenados a prisión perpetua por el asesinato de Daniel Solano, el joven salteño de 27 años desaparecido en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011, fueron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a un recurso de queja de los efectivos, y así deberán empezar a cumplir la pena en prisión por primera vez desde la sentencia. El juicio concluyó el 1 de agosto de 2018, pero desde entonces los oficiales Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez estaban en libertad, a la espera de la resolución de la Corte. “Nunca los sacaron de la policía: tenían libertad, cobrando sueldo y portando armas”, dice Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia Solano, que subrayó su “satisfacción” por el fallo: “Uno está golpeado, pero esto da energías para poder avanzar. No hay muchos casos en los que se detengan a 7 policías”.

La desaparición de Daniel se produjo tras un episodio de violencia policial en la vereda de un boliche de la ciudad. Antes había reclamado por su sueldo y el de sus compañeros como trabajadores rurales de la empresa Agrocosecha, tercerizada de Expofrut Argentina. Aparicio: “Fue un homicidio más allá de la desaparición, y fue un homicidio en un contexto de trata de personas, que está denunciada en la justicia federal de Roca, como está denunciado el narcotráfico, pero la causa no se mueve como se debería. Está parada. Pero esto va a servir para darle un impulso a toda esas cuestiones pendientes”.

Pedidos de justicia por Daniel Solano en 2012, a meses de su asesinato.

Entre esas cuestiones, en abril habrá audiencias por la acusación a otros cuatro policías, entre ellos Tomás Vega, a quien la familia lo señala como el “nexo” con la empresa: “Vega estuvo cuando le pegaban a Solano en el boliche. Vio todo eso. Y fue el que estuvo a cargo de la investigación los primeros día de la desaparición”.

Daniel sigue desaparecido. Gualberto, su papá, murió en medio del juicio, sin poder llegar a la sentencia por homicidio, y fue el principal motor de la causa que denunció la desaparición forzada y la connivencia judicial y estatal bajo un reclamo concreto que repitió una y otra vez a lo largo de seis años y medio: “Quiero encontrar el cuerpo y llevarlo”. No se detuvo un día: hizo huelgas de hambre, inició acampes y se encadenó al juzgado para exigir respuestas. Así reveló la trama de explotación laboral en Río Negro, la corrupción judicial que cubrió el caso y logró la detención de los oficiales que hoy están presos. Aparicio lo recuerda: “Nosotros tenemos esperanza de que el cuerpo aparezca. Algún policía capaz que se puede quebrar, o Vega mismo, sabiendo lo que se viene, puede dar información. Hemos hecho lo imposible para que aparezca el cuerpo”.

Compartimos la investigación de MU sobre este caso:

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Sí, podemos: 20 años del No a la Mina de Esquel

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Esquel está cumpliendo 20 años del histórico plebiscito en el que por más del 81% de los sufragios la comunidad votó «No a la Mina» y rechazó así la instalación de la megaminería en la región. A qué le dijeron que «Sí», desde la nota histórica que se hizo desde MU en uno de los tantos viajes, el primero, a la madre de muchas batallas.

El 23 de marzo se cumplieron 20 años del rechazo a la megaminería en Esquel, símbolo de lucha contra los proyectos contaminantes, inconsultos, impuestos en silencio y con violencia, y símbolo también de la democracia participativa, la organización y una lucha que se contagió a otros lugares del país.

En estos días hubo recitales, charlas, caminatas, marcha el 23 de marzo, y este domingo culminará la celebración con un ascenso al cerro Calfu Mahuida, un modo de simbolizar ese contacto permanente de la comunidad de Esquel con la naturaleza.

La historia viva cuenta que un puñado de vecinas y vecinos, que fueron cada vez más, comenzaron a reunirse, a estudiar la situación, a ir a escuelas, clubes, barios, difundiendo capilarmente, en una movilización a la vez inmensa, lo que se estaba tramando para hundir a Esquel en la megaminería. El 4 de diciembre de 2002 fue la primera marcha que reunió a más de 6.000 personas. Nunca desde entonces se dejó de marchar el 4 de cada mes.

Esa creación de movilización involucró otro hecho histórico: se había formado la Asamblea No a la Mina, grupo apartidario, horizontal, democrático, diverso, expresión de las nuevas formas de organización social que emergían en el país tras la crisis de 2001.  

El mecanismo asambleario en el que participaba todo el que quisiera, llevó a presionar la situación hasta obtener la posibilidad de la que se celebraron ahora 20 años: el 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito en el que la comunidad rechazó por más del 81% de los votos al proyecto que intentaban imponer la empresa Meridian Gold y el Estado. Esquel hizo nacer aquel No, pero además generó un contagio en diferentes lugares en que se manifestaban  conflictos ambientales en todo el país (Gualeguaychú, Famatina, Andalgalá, como emblemas de una actitud ciudadana no ha dejado de crecer hasta hoy frente a diferentes situaciones territoriales, de salud, y hasta de derechos humanos). Se ponía en foco al modelo extractivo.

Desde aquellos años Esquel ha pasado por situaciones de todo tipo que han sido reflejadas tanto en lavaca.org como en la revista MU:

  • la intención de dar vuelta la decisión de la población a través de campañas de acción psicológica y desinformación;
  • el espionaje a vecinas y vecinos que integraban la Asamblea, por parte de la AFI, como forma de amedrentamiento y control social;
  • las presiones políticas y hasta laborales que sufría toda persona involucrada con el proceso asambleario;
  • el contagio fundamental de la acción de Esquel a toda Chubut, que se pobló de asambleas en todo el territorio, incluyendo a las comunidades de pueblos originarios, siempre rechazando los proyectos y negociados minero-estatales;
  • las trampas legislativas detectadas cuando se obtuvo la foto del diputado Gustavo Muñiz (del Frente para la Victoria) chateando por celular con el gerente Gastón Berardi de Yamana Gold, la empresa que había asumido el proyecto para impedir y ningunear la Iniciativa Popular presentada por la ciudadanía para que se convirtiera en Ley;
  • las represiones a los manifestantes en Rawson, cuando la lucha debió concentrarse en la capital provincial; el acoso mediático a toda esta movida en defensa de la naturaleza por parte de buena parte del sistema mediático, dependiente de pautas publicitarias estatales y privadas.
  • Y, por nombrar algo de lo más relevante en los últimos tiempos, el Chubutazo, o “Chubutaguazo”, con que la provincia movilizada logró dar vuelta de un modo comovedor en 2020 un nuevo intento de legislación que bajo el disfraz de una “zonificación” provincial buscaba lo de siempre: ir por la minería. La ciudadanía logró tumbar esa intentona y reponer la ley que prohíbe los megaproyectos extractivos.
  • Otro detalle de estos tiempos: ya hay una tercera generación de integrantes de las asambleas participando plenamente, un sub-17 que demuestra el alcance de todo lo que se ha realizado, también desde el punto de vista inter-generacional.

Esquel fue el nacimiento de la resistencia de Chubut, que no significa solamente un rechazo al saqueo y la contaminación, un No, sino también múltiples Sí:

  • Sí: sí a la vida.
  • Sí a la reivindicación por la positiva de otras formas de producción que no impliquen la destrucción.
  • Sí a la necesidad de licencia social para cualquier proyecto, de cuidado de ambiente como forma de preservación de la vida y el trabajo.
  • Sí a nuevas formas de relación entre lo humano y la naturaleza. A nuevas relaciones también entre las personas para plasmar la idea de que el agua vale más que el oro, y de que el futuro es posible.

Como homenaje a todo eso aquí puede verse la primera de las notas publicadas en MU sobre la asamblea de Esquel: “La madre del No”, para conocer esa experiencia histórica hecha de resistencia, inteligencia, generosidad y, también, alegría.  

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