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Con “c” de cianuro, de Catamarca y de Canal 13

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La gobernadora de Catamarca Lucía Corpacci declaró este martes 14 que “Minera Alumbrera no utiliza en ningún momento de su producción cianuro”.  Lo hizo en el marco de una paradójica conferencia de prensa referida a la “desinformación” sobre el tema minero:  en esta página reproducimos fojas del último Informe de impacto ambiental conocido y realizado por la propia minera, en el que se especifica que utiliza 700 toneladas anuales de cianuro. Y publicamos además los fundamentos de la Universidad de Córdoba en 2009 para rechazar los fondos de la minera que rebaten una hipótesis asombrosa de la gobernadora Corpacci: que la actividad minera no perjudica las cuencas hídricas.

Entre los insumos de Alumbrera: 700 toneladas de cianuro

Entre los insumos de Alumbrera: 700 toneladas de cianuro


“El tema del cianuro no es el central cuando se cuestionan los efectos de la explotación minera pero teniendo en cuenta que la gobernadora lo mencionó, es importante destacar que la propia empresa ha revelado lo contrario en su informe original” explicó a lavaca el licenciado Horacio Machado Aráoz, profesor de la Universidad Nacional de Catamarca e investigador de Clacso (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). No se ha conocido públicamente actualización alguna del informe original de 1999. Otras versiones, del ámbito minero, sostienen que no se ha usado cianuro sino otro tipo de ácidos para separar el oro de la tierra. La confusión y oscuridad de la información simbolizan un  rasgo genético del hermetismo en que se desenvuelve esta industria extractiva, cuyos datos de producción además no son auditados ni corroborados por nadie: a juzgar por las experiencias en diversos países, todo puede ser peor de lo que ellas mismas autodeclaran.

Datos para entender  
El debate se da en el contexto de algunas noticias que por alguna extraña razón no son la tapa de todos los diarios o el encabezamiento de cualquier noticiero, incluso oficial:
1)      La ciudad de Andalgalá está literalmente sitiada por patotas pro mineras que amenazan a los vecinos y funcionan como frontera interna que deja o impide el paso a quienes intentan llegar o salir.
2)      Las patotas son apoyadas por la policía, que obedece sus directivas. De creerle al gobierno catamarqueño y a Minera Alumbrera que no tienen vínculo con esos grupos de choque, es más asombroso todavía que nadie haga algo al respecto.
3)      La policía catamarqueña y el grupo antimotines Kuntur reprimió e hirió a las vecinas y vecinos que reclamaban pacíficamente en Tinogasta. Reprimió a mujeres y niños en un ambiente con todos los síntomas de ser una provocación contra las comunidades que reclaman ser escuchadas.
4)      El jefe de policía catamarqueño Juan Palomeque reconoció que se están realizando trabajos de inteligencia interna (espionaje) sobre las comunidad de Belén (que también sufrió su dosis represiva la semana anterior, con 30 detenidos), Andalgalá y Tinogasta, lo cual se suma a las provocaciones a los vecinos que tuvieron otro punto culminante en Famatina (La Rioja) cuando se pudo acceder en diciembre a los documentos de la minera Osisko, con los nombres de vecinos, calificativos como “cabecillas” y “agresivos”, en lo que  terminó siendo una abortada maniobra de espionaje sobre la comunidad, ante el silencio oficial.
5)      La sanción de la llamada Ley Antiterrorista que puede ser aplicada a vecinos como los que actualmente reclaman contra la minería por cualquier juez provincial lo suficientemente dócil al poder político y/o económico.
6)      La aparición de sujetos fingiendo ser mineros en actoss presidenciales, a quienes además se aprueba y da micrófono, simulacro que parece demostrar que la industria ni siquiera logra reunir una claque presentable.
7)      El renacimiento del discurso por Malvinas, mientras el territorio argentino se sigue abriendo gracias a las leyes menemistas a multinacionales y megaproyectos mineros, negocios con nexos políticos no excesivamente claros, que además no cuentan con licencia social.
Ayer, además, se produjo la reunión de gobernadores de las provincias mineras con el ministro de Planificación Julio De Vido. Quedó planteada la creación de la Organización Federal de Estados Mineros, un modo de reunir aún más masa de poder estatal para enfrentar a las comunidades.

Canal 13 y el oportunismo
La gobernadora Corpacci en la Casa de Catamarca de Buenos Aires, mostró un video de Canal 13 y TN en Tinogasta, donde el enviado denuncia el paso de camiones con cianuro.  Ninguno de los vecinos autoconvocados había dicho que esos camiones portaran cianuro, sino materiales, químicos y explosivos para la minera. El licenciado Machado Aráoz argumenta: “Supongo que la gobernadora se centró en el relato de Julio Bazán, el periodista de Canal 13 y TN, que dijo montón de veces “pasan los camiones con cianuro”. Ella habrá querido contestarle a eso. Lo que uno observa es el oportunismo del Grupo Clarín. Pero no tenemos porqué hacernos cargo si ellos informan algo que no es exacto. Los cortes son medidas de fuerza que llevan varias semanas, el reclamo tiene varios años, y ningún periodista de esos grupos vino nunca. Seguramente TN no lo hizo por ecologismo, sino en el marco de su enfrentamiento con el gobierno”. La situación empalma con el curioso desfile de figuras de la llamada «oposición» que logran asomarse a las pantallas del Grupo Clarín.
Por eso surge otra idea: “El sensacionalismo banaliza el conflicto –dice desde Catamarca Machado Aráoz-,  pero ese no es nuestro problema. Lo que sí es cierto es que por nuestras rutas, las rutas de la minería en Catamarca, pasan de 30 a 50 camiones diarios que llevan sustancias tóxicas, explosivos, combustibles, nitrato de amonio. Ha habido muchos accidentes, que han sido denunciados, lo cual ha hecho que en muchas municipalidades del país se prohíba el paso de este tipo de camiones”.  Hubo incluso conflictos interprovinciales cuando la provincia de Tucumán denunció a Alumbrera por la contaminación de las cuencas hídricas.

Un grano de cianuro
Machado Aráoz aclara que una pizca de cianuro, del tamaño de un grano de arroz, alcanza para matar a una persona: “El informe de impacto ambiental de Minera Alumbrera es un documento engorroso, de más de 14 mil fojas. Hay que tomarse el trabajo de leerlo y analizarlo, y es lo que hemos hecho nosotros. Seguramente la gobernadora no lo haya leído. Creo que las empresas hacen semejantes mamotretos a propósito, para que nadie los lea. Pero insisto que, siendo grave, el del cianuro no es el principal problema”.
Machado se refiere a otros efectos que ni siquiera requieren del cianuro para que se trate de una minería de destrucción y extracción: las solas explosiones provocan un desastre ambiental; se destruyen montañas enteras generando cráteres de 5 kilómetros de diámetro por cientos de metros de profundidad; se generan montañas de desechos químicos y de material estéril; los diques de cola donde se produce la lixiviación (separación del oro y la tierra) con cianuro –o  en su defecto con sopas ácidas- suelen tener derrames. Aún si no los tuvieran (que los han tenido) la actividad en sí ha impactado en la sociedad destruyendo producciones locales y provocando enfermedades (como ocurre con las fumigaciones sojeras).
Además Catamarca, la provincia que tiene en su seno el mayor proyecto minero en marcha desde hace 15 años, sigue siendo pese a esa «mega inversión» una de las dos más pobres del país, desnudando en qué medida la palabra “progreso” se ha transformado en un mero espejismo.

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Mía: Cuando el arte abraza

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Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.

“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.

Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.

En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”. 

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143

Sábado 18 de marzo a las 21 hs

Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi

Entradas “a la olla”.

Podés reservar en este link:

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Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía

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La abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse analiza por qué es falsa la dicotomía que pretenden instalar sectores que siempre trabajan para categorizar las divisiones del movimiento feminista. Así crean grietas sociales que les permiten alentar congresos, investigaciones y polémicas de las cuales viven.

Por Cristina Montserrat Hendrickse

Una corriente muy minoritaria de los feminismos entiende que reclamar la sanción penal del femicidio es una actitud punitivista.

Llegan a tal conclusión partiendo del concepto de que el castigo refuerza la violencia.

Evidentemente la idea de la que se parte es correcta, pero el error de la conclusión reside en asociar pena a castigo. En no distinguir la finalidad de la pena que impone nuestro Derecho de la triste realidad de castigo que significa la ejecución efectiva de las penas privativas de libertad.

Los feminismos en nuestro país se encuentran justificados jurídicamente en la Convención Contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) incorporada a nuestra Constitución en 1994; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem do Pará) que es un tratado internacional de jerarquía superior a las leyes; y las leyes nacionales y provinciales que reglamentan a estos tratados.

Nótese que la convención de Belem do Pará obliga a los Estados a “sancionar” la violencia de género, además de prevenirla y erradicarla. El marco jurídico “sancionatorio” por excelencia es el Derecho Penal.

De allí que en nuestro sistema de derecho pretender eludir o abolir la punición de la violencia de género resulta jurídicamente anticonvencional, y por tanto anticonstitucional.

No por ello se deja de valorar el aporte del antipunitivismo feminista en cuanto sostiene que el castigo refuerza la violencia. Pero el problema del antipunitivismo reside en cuestionar al sistema (de origen convencional interamericano) de sanción de la violencia de género, y no al sistema de castigo que en los hechos (y apartándose del Derecho) sucede con la aplicación de la pena.

En efecto, la finalidad esencial de las penas privativas de la libertad es la reforma y la readaptación social de los condenados (art. 5.6. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también incorporada a nuestra Constitución en 1994), sin olvidar el mandato de que “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…” (artículo 18 de la Constitución Nacional). De ambas reglas de jerarquía superior surge que la finalidad jurídica de las penas no es el castigo, como erradamente lo entiende cierta expresión del feminismo antipunitivista, sino la resocialización.

De allí que se impone una diferenciación entre “antipunitivismo” y “abolicionismo” que permita distinguir: si se pretende que la pena no se constituya en castigo sino como resocialización (antipunitivismo); o si se pretende abolir todo tipo de pena (abolicionismo penal).

La primera debería hacer foco en una reforma penitenciaria feminista, que lejos de reforzar el patriarcado lo deconstruya, no aboliendo las penas, sino modificando su ejecución a la finalidad que el impone el Derecho.

La segunda implicaría la abolición de todas las prisiones; y además, el desafío de construir respuestas ante los crímenes o lo que cada sociedad considera crímenes.

Evidentemente el castigo refuerza la violencia. Por lo que el mismo debe ser eliminado del sistema de ejecución penal, pero no el sistema de sanción; salvo que se sostenga el abolicionismo, teoría también respetable, pero que resulta anticonstitucional en nuestro sistema de Derecho, al menos en materia de violencia de género ya que la República Argentina se obligó ante la comunidad interamericana a sancionarla.

Toda decisión que se aparte de ese compromiso violentaría el sistema jurídico argentino y comprometería a nuestra Nación frente a la Comunidad Interamericana exponiéndonos a ser destinatarios de reclamos, cuando no de sentencias condenatorias, ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.

En resumen: debatamos sobre las cárceles, no sobre las penas.

Cristina Montserrat Hendrickse

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Pergamino: sentencia contra los agrotóxicos y triunfo de la comunidad frente a un intendente

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La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la distancia de 1.095 metros dentro de las cuales están prohibidas las fumigaciones terrestres con agrotóxicos, y de 3.000 metros para las aéreas. De ese modo denegó el recurso de amparo presentado por el intendente pro agronegocio de Pergamino, Javier Martínez. La denuncia original había sido presentada por Sabrina Ortiz (en la foto principal), vecina de Pergamino, que en su reclamo contra el envenenamiento cotidiano que sufrían ella, su familia y sus vecinos, y sin encontrar quien la defendiera legalmente, terminó recibiéndose de abogada para encarar sus propias causas. La sentencia de primera instancia había sido dictada por el juez del juzgado penal 2 de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.

Frente a la ratificación de la Corte dijo a Sabrina Ortiz a lavaca, entre otras cosas:

  • “Se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa”.
  • “Celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Publicamos además la nota completa realizada en la revista MU.

Por Francisco Pandolfi

Madres fumigadas: Silvana, Erika, Paola, Juana, Natalia. Fotos: Nacho Yuchark.

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la distancia de 1.095 metros de prohibición de fumigaciones terrestres y de 3.000 metros para las fumigaciones aéreas, denegando el recurso de amparo que había presentado nada menos que el intendente de Pergamino, Javier Martínez, pretendiendo fumigar en todas partes, pese a las denuncias sobre los efectos de los agrotóxicos en la comunidad, el suelo, el aire y el agua.

El fallo en primera instancia, apelado por Martínez, había sido del Juez Carlos Villafuerte Ruzo, titular del Juzgado Penal Número 2 de San Nicolás, en septiembre de 2019, como medida protectoria paliativa urgente frente a las masivas fumigaciones.

Paola, su nieto con sobrepeso, su nieta con déficit de crecimiento, parte de los efectos en la salud de las fumigaciones masivas para cultivos transgénicos. Fotos: Nacho Yuchark.

Quien realizó la denuncia original ante la justicia federal fue la activista ambiental y abogada Sabrina Ortiz, también víctima de los agrotóxicos. Ante este fallo de la Corte Suprema de la Nación, explica a lavaca: “Esperábamos la resolución desde hace bastante tiempo, con muchas expectativas, pese que los últimos fallos que ha tenido la Corte en materia ambiental no han sido para nada alentadores. Sin embargo, para nosotros era casi seguro que iba a fallar a favor. Se me vinieron un montón de situaciones a la cabeza, sobre todo por cómo comenzó esta causa, por la salud de mis hijos, por las afectaciones que tuvieron, con las afectaciones que tuve en mi cuerpo; se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa. Fueron recuerdos muy tristes, muy angustiantes, dolorosos, del vivir cotidiano, de hecho todavía están en controles mis hijos y hay un montón de gente que la sigue sufriendo”.

Pedro y Guido, dos de los agricultores que descubrieron que se puede producir de modo sano en las zonas en las que se prohíben los agroquímicos. Fotos Nacho Yuchark

Relata también con asombro: “Me da mucho dolor, que sea el propio municipio el que intenta ir en contra de la salud de las personas. Me da mucha impotencia que el intendente Javier Martínez sea quien quiere que nos fumiguen en la cabeza. Al mismo tiempo, celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Aquí, el viaje, la investigación y la nota completa sobre la situación en Pergamino publicada en la revista MU: La capital del veneno.


https://lavaca.org/mu163/mu-en-pergamino-la-capital-del-veneno/

Salud humana y de la naturaleza: lo que está en juego en Pergamino, como caso testigo de tantos lugares del país.
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LA NUEVA MU. Lo que está en juego

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