#NiUnaMás
#Gritazo travesti y trans: estado de emergencia por los travesticidios
El movimiento travesti y trans argentino lanzó la convocatoria a un #Gritazo para el 24 de noviembre en Plaza de Mayo en alerta a los últimos casos de travesticidios en el país. “Decidimos decretar un estado de emergencia a nuestro movimiento”, escribieron en la convocatoria. Datos, reclamos concretos y la voz de Violeta Alegre, académica, referente de La Lohana Berkins y una de las impulsoras del Gritazo.
Erika Rojas había desaparecido el 1 de abril. Su cuerpo fue encontrado veinte días después en el parque industrial de Formosa, quemado en forma parcial, al igual que sus prendas y pertenencias. No hay imputados.
La Jose Zalazar Maturano, trabajadora de limpieza en la Casa del Niño y del Adolescente en la Boca, fue hallada muerta el 22 de febrero en Florencio Varela, sur del conurbano bonaerense, con golpes en la cabeza y en el cuerpo, la cara tajeada, su cuerpo desnudo. Tampoco hay imputados.
Zoe Quispe, integrante de la organización “Damas de Hierro” en Jujuy, fue asesinada en 10 de septiembre por su pareja: 36 puñaladas.
Son días sensibles: el 15 de octubre se cumplió un año del travesticidio de Diana Sacayán, una de las refentes más importantes del movimiento trans y travesti argentino.
El grito, entonces, estalló.
Un posteo en Facebook del 28 de octubre de la académica y activista trans Violeta Alegre se viralizó y conmocionó por su crudeza: eran dos fotos de Evelyn, una travesti brutalmente asesinada cuyo cuerpo fue hallado en una YPF abandonada en Posadas, Misiones. La violencia tanta veces escrita, hablada y teorizada cobraba una dimensión real. “Ella ejercía la prostitución y el destino de esta carrera horrible le cruzó a unos hijos de puta que le arrebataron la vida”, dice el posteo. “Como ella, muchas chicas trans mueren anónimamente”.
Desde esa rabia y ese dolor se lanzó rápidamente una convocatoria por redes sociales para participar del “Gritazo Trava-Trans Lationamericano” el 24 de noviembre en Plaza de Mayo. “Ante el brutal incremento de las violencias hacia nuestro colectivo, decidimos Gritar, decretar en estado de emergencia a nuestro movimiento”, reza el comunicado. “Porque no queremos que nuestras muertes queden invisibilizadas ni queremos quedar bajo el ala del resto de los movimientos/organizaciones/partidos/colectivos para requerir serlo. Porque necesitamos vomitar la ira que venimos acumulando ya que seguimos siendo las que ponemos las muertas y no tenemos la espalda que tienen el resto de los movimientos”.
La acción política está pensada, por el momento, para una concentración en Plaza de Mayo entre las 17 y las 19 horas. Se espera una adhesión en Chile, México y Perú. “Queremos soñar un futuro con nuevas generaciones sin violencias, con infancias trans que tengan instituciones con responsabilidades y compromisos paterno-maternales amorosas, recordarles también que todo esto lo exigimos para que nunca más nos roben la niñez. Nunca más”.
“Nuestras muertes no interpelan”
Frente a expertas del Comité de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), los organismos Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), y Observatorio de Violencia de Género (OVG) de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, expresaron este martes sus preocupaciones -entre otros puntos- por la expectativa de vida de las mujeres trans y travestis en Argentina, que no supera los 35 años. Las CEDAW recibió así, por primera vez en su historia, un informe sobre los derechos humanos de las travestis y trans realizado por una colación de 22 organizaciones, movimientos sociales, colectivos y activistas independientes, que expusieron las detenciones arbitrarias, el maltrato, la falta de acceso a los derechos básicos, la criminalización y persecución por parte del Estado.
Sin respuestas: el Estado argentino ante la ONU por los derechos de las mujeres
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos considera probada la violencia institucional ejercida sobre la población trans en los países miembros de la Organización de Estados Americanos. Dice textual: “Las personas trans enfrentan pobreza, exclusión social y altas tasas de inaccesibilidad a la vivienda, presionándolas a trabajar en economías informales altamente criminalizadas, como el trabajo sexual o el sexo por supervivencia. Como consecuencia, las mujeres trans son perfiladas por la policía como peligrosas, haciéndolas más vulnerables al abuso policial, a la criminalización y a ser encarceladas”.
Según la primera encuesta sobre población trans del INDEC en 2012, el 83 por ciento de las personas trans y travestis encuestada fueron víctimas de graves actos de violencia y discriminación policial. De todas maneras, el movimiento destaca que las estadísticas y los datos no reflejan la verdadera dimensión de la violencia, ya que no sólo no se contemplan los obstáculos que existen para denunciar a los efectivos policiales sino que, además, la falta de adecuación imposibilita conocer si la denuncia fue formulada sin cambio registral.
“A las travestis y trans nos matan y nuestras muertes no interpelan, ni son motivo para reclamar justicia como otras”, sigue la convocatoria al Gritazo. “Para la sociedad y para el Estado, nuestra muerte, así como nuestra vida, importa menos. Necesitamos casa, trabajo, salud, educación y reparación y para ello claro… ESTAR VIVAS. Necesitamos dejar de ser las cajas chicas, las ´fáciles de justificar´ de las fuerzas policiales de quienes también se vuelve a incrementar brutalmente con hostigamiento, persecución y castigo a nuestro colectivo. Necesitamos erradicar la violencia judicial e institucional. ¡Basta de represión!”.
El grito
lavaca dialogó con Violeta Alegre, consultora de Naciones Unidas y Responsable del Área Diversidad de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), referente e integrante de la Colectiva Lohana Berkins, impulsora del Gritazo en Plaza de Mayo.
-¿Cómo surge el Gritazo?
-El Gritazo lo propuse desde un corrimiento de los lugares donde estamos, poniéndonos en contacto entre varixs activistas y haciendo una propuesta desde el activismo, no tanto de la militancia. Hay una situación bastante compleja en este momento: estamos divididxs. Después del fallecimiento de Lohana Berkins y el travesticidio de Diana Sacayán quedamos en una orfandad, no nos pudimos encontrar, y por eso el diálogo se propuso de activista a activista. No fue de organización a organización. Yo estoy en la Colectiva, pero también me corrí de ese lugar: así encaramos el diálogo. Me parece que tiene que ver con una cuestión coyuntural de que recién nos estamos acomodando y eso no nos está permitiendo ver algunas cosas. No nos estamos encontrando, está difícil vernos. Y esto surge, obviamente, a raíz de los tres transfemicidios o travesticidios que hubo la semana pasada, entre ellos el de Evelyn, que fueron un alerta muy fuerte. La reacción que generó las fotos que publiqué fueron bastante movilizantes. La idea era mostrar el ensañamiento brutal.
-¿Lo que realmente queremos decir cuando hablamos de violencia?
-Y también para mostrar la indiferencia que hay. Una de las cosas que exigimos es, por ejemplo, una figura legal, porque las tipificaciones que están no son concordantes con las particularidades de estos crímenes, porque la manera en la que se mata a una trava no es la misma con la que se mata a cualquier otra persona. Estamos hablando de un trasveticidio o transfemicidio. Las violencias que se ejercen sobre nuestros cuerpos tienen esas particularidades: nosotras ya vivimos esas violencias desde el momento en que decidimos ser quienes somos. Tenemos un aviso constante de las sociedad: desde que te gritan “puto” en la calle hasta que te matan y aparecés en un zanjón. Estamos hablando de otro tipo de agresión.
-¿Por eso el grito?
–Fue una reacción. Como decir: “Basta, dejémonos de joder”. Más allá de nuestras diferencias, comprometámonos con esto que es ser activista, hagamos algo, démonos cuenta de que nos están matando y que se incrementó muchísimo la violencia. Corresponde reconocer que estamos en una situación grave. Yo estoy en el conurbano y en la ruta aparecen pibas muertas que ni siquiera la sociedad llega a enterarse. Ni quisiera imaginar lo que ocurre en todo el país, que no está representado por el activismo, está acá. Ahora nos enteramos de 3 en una semana. Activemos. Y reconozcamos que estamos en un estado de emergencia. Salgamos a la calle.
#NiUnaMás
38º Encuentro Plurinacional: el regreso

Por Claudia Acuña
Fotos Line Bankel
A las doce de la noche parte el micro que nos trae de regreso a Buenos Aires con el grupo de mujeres que lucen imborrables sonrisas y cachetes decorados con purpurina. La noche es para soñar y la mañana para compartir la transmisión de la asamblea que decide en qué ciudad se realizará el próximo encuentro: Córdoba.
Con el festejo llega la ceremonia que preparó la Comisión de Mística.
Estamos todas sentadas en el piso superior del micro mientras una voz encantadora nos cuenta el cuento La cabeza en la bolsa, mientras recorre el angosto pasillo mostrando las ilustraciones que dan vida a esta historia que escribió Marjorie Pouchet: la de una chica rabiosamente tímida que siempre sale a la calle con una bolsa en la cabeza, hasta que un día, regado por sus lágrimas, crece allí un jardín. ¿Qué hará entonces con esa timidez y con esas flores?
Consultar a una amiga.
Algunas compartirán en voz alta lo que ese cuento les resuena; otras sus lágrimas.
Luego, las organizadoras de la colecta para el viaje nos darán dos regalos. Cada una recibirá así una de las serigrafías creadas por el grupo de arte Vivas Nos Queremos y un pedido: que sean expuestas en lugares colectivos. El otro regalo está guardado en un sobre hecho a mano con papel reciclado. Contiene stickers, calcomanías y un papel amarillo donde nos piden que escribamos un deseo que acompañe a nuestras amigas de viaje hasta el próximo Encuentro. Una cajita de cartón recoge los mensajes y de allí cada una extraerá el suyo.
El mío:
“Seguí tus sueños, abrazá tu intuición, aferrate a tus compañeras: todo es posible”. Llegamos.

#NiUnaMás
38° Encuentro Plurinacional: Qué momento

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries terminó este domingo con una movilización de 20 cuadras por la costanera correntina. Más de 90 mil personas participaron de estas jornadas que se vivieron una vez más como un hecho histórico y más aún ante el contexto libertario: «Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo, les hicimos el Encuentro». Voces de distintas generaciones, desde las que fueron por primera vez a las más experimentadas, que participaron de talleres y de conversaciones para pensar y hacer otro feminismo para enfrentar al fascismo. Las canciones, las estrategias, y las opciones para el año que viene: ¿Córdoba o CABA?
Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel para lavaca.org
Enviadas especiales a Corrientes.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
¿Cuánto son veinte cuadras de feminismo? ¿Y si esas veinte cuadras corresponden a la costanera correntina? ¿Y si se mueven durante dos horas gritando “señor, señora, no sea indiferente, nos robaron a Loan en la cara de la gente”?
A las siete y pocos minutos, la marcha de cierre del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries partió de un parque con color emblemático: Poncho Verde. Apenas dos cuadras después ya hacía llorar a una señora asomada a la ventana y agitar los brazos a su vecina, tres pisos más arriba, mientras una tercera se atrevía a aplaudir. La multitud se detuvo para saludarlas y, con ese abrazo a distancia, la marcha se sintió bendecida.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Los cálculos aritméticos dictan que se agotaron todas las plazas de alojamiento en Corrientes Capital, que la demanda desbordó hacia ciudades vecinas como Resistencia y Paso de los Libres, y que eso significa que al menos 70 mil personas llegaron a este Encuentro. Las cuentas por espacio ocupado en el asfalto correntino elevan esa cifra a 90 mil. Cualquiera haya sido la cantidad, lo que sin duda representa en este contexto lo sintetiza una palabra: demasiado. Ese fue el sentimiento que aderezó desde la apertura hasta este final, que hizo llorar a las organizadoras y cantar una y otra vez el hit de este Encuentro: “Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo/ les hicimos el Encuentro”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mientras un grupo de chicas de San Luis se pinta la bandera palestina en los cachetes, me cuentan que participaron del taller de antiimperialismo y de otro sobre el trabajo sexual. Dicen con seguridad que el desafío ahora es poder transmitirles a las “más jóvenes” por qué vale la pena organizarse y pelear por mantener derechos que costaron tanto conseguir y seguir batallando por otros que todavía están pendientes. “Las jóvenes tienen que ser el futuro del feminismo y es nuestra tarea que así sea”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
La que habla se llama Lucía y tiene apenas 22 años. Sus amigas completan: para ellas fue el primero, pero no será el único. No les llamó la atención que existiera cierta tensión entre los aparatos políticos –“lo vemos siempre”– y hasta consideran que “está bien que se debata con pasión sobre temas importantes, como la reforma laboral, porque lo importante es hablar”, aunque sin duda sería mejor que también las escuchen.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Otro grupo de chicas tucumanas –primerizas también– dirá que les interesó el taller de educación y que aprendieron mucho escuchando a mujeres de todas las edades intercambiando experiencias y opiniones. “No es habitual que podamos conversar con diferentes generaciones y todas en un plano de igualdad: no había quien se presentara como si supiera más o fuera más importante”. Otra dirá que rescató que los talleres no cerraran con conclusiones o recetas sobre lo que hay que hacer. Eran personas compartiendo preguntas y eso es lo que se llevan. Les pregunto cuáles, como ejemplo. Dirá otra: “En el taller de violencia digital alguien planteó que se nota que los varones fascistas están muy activos en las redes y sin duda organizados. Entonces se preguntó: pero ¿dónde están nuestros varones? ¿Por qué ellos consideran que si nos atacan a las mujeres no es su problema? Otra chica planteó su duda: ¿tenemos que hablarles a los varones fachos? Y si así fuera, ¿qué tendríamos que decirles? Nos dejó pensando”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Durante el recorrido de esta marcha alegre y sin sobresaltos se cruzaron algunas amenazas que llevaron a la práctica y la resolución al paso de algunas respuestas a estas preguntas. Dos opciones:
Opción No te Tenemos Miedo: cantarles “tiemblan los machistas/ América Latina va a ser toda feminista”.
Opción Defendemos lo Irrefutable: gritar “¿Dónde está Loan?”.
La inteligencia es colectiva.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mañana habrá que resolver también colectivamente la tensión interna que se encarna en la elección de la próxima sede del Encuentro: CABA o Córdoba. Hay quienes temen que en CABA monopolice el tema la prisión y proscripción de Cristina Kirchner. Otras plantean que es hora de un Cordobazo feminista. Ambas cantaron hoy sus preferencias (“que sea en CABA”, gritaban las Mumalá correntinas; “paso a paso se viene otro Cordobazo”, agitaban las cordobesas), pero la marea entera coincidía en lo importante: el poder de estar juntas sigue intacto.
La pregunta que dejó a todas pensando es qué hacer con eso.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org


Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
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Oraciones, entre la cruz y la raya: un ritual para presentar el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez

Este domingo 16 de noviembre presentamos el nuevo libro del Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez, editado por lavaca, con una perfomance conmovedora: Oraciones, entre la cruz y la raya fue una obra de teatro danza basada en los ejes teóricos de Femicidios, narcotráfico y Estado. La puesta transformó en lenguaje poético, corporal y musical una realidad que duele y mata, de la mano de talentosas artistas.

Familias sobrevivientes de femicidios, con el libro del cual son parte: el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez.
Oraciones, entre la cruz y la raya: así se llamó la presentación performática del nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez editado por lavaca y titulado Femicidios, narcotráfico y Estado.
La obra de teatro y danza indagó en los mecanismos que operan sobre los cuerpos y los territorios desde una dramaturgia que combinó texto, movimiento y música. El resultado fue una experiencia que funcionó tanto como obra artística como herramienta para hacer sentir, colectivamente, de qué hablamos cuando hablamos de femicidios.
La obra fue ideada y escrita por Claudia Acuña, también responsable de la dirección general del Observatorio Lucía Pérez. En escena, Oraciones desplegó el trabajo de las intérpretes Julieta Costa, Lola Domínguez Hayes, Lucía Harismendy, Pia Leone, Luca y Juana Torras, quienes construyeron una trama sensible entre la fragilidad y la fortaleza. La música en vivo, a cargo de Santiago Torricelli en piano, aportó un pulso emocional que atravesó toda la pieza.



El diseño sonoro siguió de la mano de Pía Leone, junto con la operación técnica de Teo Escobar y Lucas Pedulla. Y el diseño gráfico estuvo a cargo de Jonatan Ramborger (autor, también, de la tapa del libro) y Julie August.
La puesta en escena fue realizada por Julieta Costa, mientras que la dirección coreográfica estuvo a cargo de la reconocida directora y coreógrafa Carla Rímola.
Oraciones dejó en quienes asistieron la certeza de que el arte no sólo puede denunciar lo que duele, sino también abrir caminos para imaginar otras formas de vida y de cuidado.
Y también, otras formas de presentar un libro.



El Observatorio y su libro
El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por lavaca.org con el objetivo de profundizar el trabajo sobre formas de prevención y erradicación de la violencia patriarcal.
Cada día un equipo conformado por Claudia Acuña, Amalia Etchesuri, Anabella Arrascaeta y Pablo Lozano actualiza 12 padrones de manera autogestiva, datos que sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas. Se trata del único registro público del país, lo cual quiere decir que pueden consultarse las fuentes de cada dato.
Cada mes el Observatorio realiza un resumen de este diagnóstico junto a víctimas y familias sobrevivientes de femicidios. El resultado es el informe mensual que se difunde a través de organizaciones sociales y referentes de la política y la cultura que intenta pensar, más allá de las cifras, la radiografía social y política de esta violencia.


Femicidios, narcotráfico y Estado reúne ahora y por primera vez los distintos informes, investigaciones y acciones del Observatorio Lucía Pérez. Es un material que indaga a través de la articulación de textos teóricos y reportajes periodísticos las vinculaciones entre lo narco, la violencia machista, los femicidios y el rol del Estado en la trama de la impunidad.
Todo eso quedó plasmado en esta presentación-ritual colectivo para empezar a sanar una realidad que duele, y organizar la realidad que viene: aquella que queremos, deseamos y nos merecemos.
Si querés el libro escribinos al teléfono que figura en este link, y suscribite para apoyar todo lo que hacemos:

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