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Hebe de Bonafini habló con el gobernador Romero
«Si hace falta, yo hablaría hasta con el diablo, pero me tienen que conseguir el número de teléfono del infierno». Esa es casi una premisa general en estos tiempos para la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. En contacto con Alerta Salta, y enterada de la situación de la comunidad Kolla Guaraní de Río Blanco y Ava Guaraní, de Hipólito Irigoyen, se mostró dispuesta a hacer una gestión personal ante el gobernador salteño Juan Carlos Romero. Por otro lado, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, estuvo ayer en esa provincia para interiorizarse del caso y se reunió en Pichanal con representantes de las dos comunidades y con el obispo de Orán. La Defensoría del Pueblo de la Nación, por su parte, ha concluido su informe sobre el caso y considera el desalojo de la comunidad kolla guaraní una acción «de facto» impulsada -paradójicamente- por la justicia. Hebe llamó, expresó sus quejas telefónicamente ante los funcionarios que la atendieron, y 24 horas más tarde, el miércoles 14 de abril durante la mañana, el propio gobernador Romero (uno de los más cuestionados por Bonafini cada vez que lo recuerda) la llamó a Buenos Aires. Se trata de un cruce al menos curioso, teniendo en cuenta quién es quién. -Nosotras estamos dispuestas a viajar para reclamar allí mismo, y para acompañar a la gente- anunció Hebe. -Si viene, desde ya que la vamos a recibir- contestó Romero, ex candidato a vicepresidente de Carlos Menem, entre otros antecedentes. -Le aseguro que si vamos, no es para hablar con usted a usted, sino para estar con la gente que es víctima de esta injusticia. Pero yo le puedo contar. -¿Y por qué no me lo manda por escrito?
En diálogo posterior con lavaca, Hebe dijo: «Yo le plantee que estábamos muy preocupadas, porque tiraron a la gente al borde del camino, pero él dijo que no, que era la justicia. Cuando les viene bien, la culpa es siempre de la justicia», dice, mientras revisa fotos para un futuro álbum fotográfico con la historia de Madres. Suelta una carcajada y muestra una foto de un inodoro, en un baño oscuro: «Una vez que me metieron en la cárcel, fue la única foto que pude sacar». Le acercan un celular con una llamada de Radio Rebelde, de Cuba, y alguien prepara té con palmeritas. Hebe sigue eligiendo fotos y dice: «No sé si la respuesta servirá para algo. Habrá que preguntarle a la gente. A mí lo que me importa llegar a algo que represente una solución para la gente, no me importa lo que represente una solución para el gobernador».
El informe oficial dirigido a la presidenta de Madres fue girado a las comunidades para dilucidar en qué medida la palabra oficial tiene o no que ver con la realidad y cuáles serían, según el caso, los próximos pasos.
Frente a Seabord
Por otra parte, el martes 13, a las 16 horas, en la puerta de Seaboard Co. Alerta Salta organizó una conferencia de prensa para denunciar la situación de las comunidades. Se proyectó el video con las escenas del desalojo de la comunidad kolla guaraní y el periodista Pablo Badano, de Indymedia -detenido hace quince días en Orán- contó cuál es la situación en Hipólito Irigoyen alrededor de la comunidad Ava Guaraní: amenazas y miedo. Ese mismo martes, en la Clark University (Worcester, Massachusetts, Usa) se llevó a cabo una reunión en solidaridad con la comunidad Ava Guaraní, donde además de informar sobre la situación en Salta se planteó la organización de una acción a desarrollarse el 26 de este mes en Boston, durante la reunión anual de ejecutivos de la Seaboard Co. Esta presentación fue organizada por el Worcester, Massachusetts, el Worcester Global Action Network y el Proyecto Argentina Autonomista, todas organizaciones que actúan en los Estados Unidos, integrantes de la red Alerta Salta. Este es el comunicado que Alerta Salta entregó a la prensa reunida frente a la puerta de Seaboard Co, de Alem al 900:
«Desde hace cuarenta y un días, 70 familias están en la ruta, bajo la lluvia, sin comida ni atención médica. Se trata de hombres, mujeres, niños y ancianos que fueron arrojados de sus tierras por una orden judicial que la propia jueza reconoció errada. Así consta en el expediente, pero no en los hechos: las familias de Río Blanco Banda Norte, allá en Orán, siguen esperando hasta hoy que alguna autoridad provincial o nacional logre que la justicia se haga realidad. Desde hace siete meses, 140 familias están procesadas por tratar de recuperar las tierras que le pertenecen y de las que fueron echadas a patadas, en medio de la noche y a punta de pistola. Escucharon de boca de una ministra y de varios funcionarios promesas que le daban la razón. Así se lo dijeron en Buenos Aires y así, también, se lo repitieron en Hipólito Irigoyen cuando viajaron especialmente para organizar los trámites y la ayuda. Desde entonces, lo único que recibieron fueron amenazas. Cuando la semana pasada, el periodista de Indymedia, Pablo Badano quiso contar la historia de estas dos comunidades, fue detenido por policía de civil, frente al juzgado de Orán. Finalmente, los cargos fueron: «averiguación de antecedentes». Esta es la dolorosa realidad de las comunidades Kolla Guaraní y Ava Guaraní hoy. Detrás de estos atropellos está la misma empresa: Seaboard Co., una multinacional que en Hipólito Irigoyen posee el Ingenio El Tabacal y en Orán, la empresa Rio Zenta. Detrás, también, hay una verdadera asociación ilícita integrada por jueces, policías y políticos. Alerta Salta viene aquí, a denunciar esta trama: En Salta los derechos de estas comunidades, protegidos por la Constitución y las leyes, han sido secuestrados. Y estas empresas, con la complicidad de las instituciones, son las responsables».
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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