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In-Justicias: Pueblos originarios en la era Cambiemos

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A tres años de la foto entre Macri y Félix Díaz, referentes indígenas cuentan qué hizo y qué no hizo el gobierno. Entre el despojo territorial, la represión, el asesinato de Rafael Nahuel y el cáncer del racismo. POR DARÍO ARANDA
Siete días después de asumir la presidencia, Mauricio Macri recibió en el Museo del Bicentenario a una comitiva de pueblos indígenas, encabezada por Félix Díaz, referente qom de Formosa, y Relmu Ñamku, mapuche de Neuquén. “Vamos a empezar a construir un camino distinto, que los pueblos originarios puedan crecer y desarrollarse”, prometió el presidente.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, sostuvo que la situación indígena era para el Gobierno “un tema prioritario”, y se animó a decir: “Es como la gran deuda pendiente de los derechos humanos en la Argentina, y la idea es trabajar sobre los puntos que ellos nos han trasladado”. El secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj, quien fue otro de los que participó en la mesa, precisó algunos puntos: “La agenda de trabajo involucra el tema tierras, y el tratamiento simultáneo de enormes problemas de acceso a la justicia, a la educación, medio ambiente, alimentación, acceso al agua potable, trabajo”.
A casi tres años de aquella reunión-foto, Félix Díaz evita hacer una crítica directa al gobierno nacional pero reconoce que “el problema de los pueblos indígenas se ha agravado mucho, la gran preocupación sigue siendo la problemática territorial, siempre fue así, no es nuevo, y tiene que ver con que se arrastra la falta de titulación de las tierras indígenas”. Sigue Díaz: “Nunca tuvimos una respuesta contundente de ningún Gobierno. Y nunca se ha mejorado la situación indígena”, avisa. Señala que se ha logrado que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) intervenga de forma más directa en casos de salud o de la detención policial de indígenas. Al mismo tiempo que reconoce la disminución del presupuesto para el área.
Sobre los compromisos de Macri con los pueblos originarios, señala que “se han trabado por cuestiones internas de diferentes ministerios”. Avisa que la represión en Formosa se ha frenado, pero que el gobierno provincial disminuyó mucho la ayuda social porque alega que la Nación no le envía fondos. Díaz aclara que desde el gobierno nacional aseguran que sí giran las partidas presupuestarias. “Pelean ellos y nosotros quedamos en el medio”, lamenta. Aclara que desde el Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas (espacio creado por decreto presidencial y que ha tenido muchas críticas de otros referentes de comunidades originarias) impulsan un proyecto de ley de “propiedad comunitaria indígena” que avance en la titulación de tierras. “A los pueblos les falta agua, salud, educación, trabajo, vivienda. Nada de eso fue resuelto”, afirma Díaz. Y apunta a otro poder del Estado: “La Justicia es ágil cuando está denunciado al indígena pero es muy lenta cuando el indígena es el que denuncia”.
Relmu Ñamku es una dirigente mapuche de Neuquén que en 2015 enfrentó un juicio oral por defender el territorio del avance petrolero. Estuvo a punto de ir a prisión por ese motivo y Amnistía Internacional tomó su caso como referencia de criminalización de la lucha indígena.
Ñamku también participó de la reunión con Mauricio Macri en diciembre de 2015 y es la secretaria general del Consejo Consultivo. Dice: “En ningún Gobierno hemos sido (los pueblos indígenas) agenda seria. Siempre ha sido pantalla para las campañas”, denuncia Ñamku, pero al mismo tiempo aclara que no tiene “ninguna autocrítica” para hacer por las reuniones con Macri. Y compara: “En todo caso fue al comienzo del Gobierno. Y hoy a pesar de la política nefasta me volvería a sentar. Al igual que en Neuquén, donde el MPN (Movimiento Popular Neuquino) gobierna hace más de 50 años y jamás logramos nada, sólo palos y persecución”.
Aclara que su trabajo en el Consejo es ad-honorem. Como aspecto positivo del Gobierno destaca que se “avanzó en asistencia social”, pero nada en lo central: territorios y seguridad jurídica. Ñamku evita cuestionar de lleno a Macri, sólo lo define como “la cara visible de una política”.

Colonialismo 2.0

Israel Alegre es un histórico referente indígena de Formosa, de la comunidad NamQom, conocida por una feroz represión en 2002, cuando una razzia policial con métodos propios de la dictadura militar ejecutó una feroz represión que terminó con una decena de heridos y 80 detenidos. La causa aún tramita en la Comisión Intermericana de Derechos Humanos. Alegre formó parte del acampe indígena Qopiwini (Pueblos Qom, Pilagá, Wichí y Nivaklé), pero siempre tuvo mirada muy crítica sobre Macri, Cristina Fernández de Kirchner y Gildo Insfrán.
“No se hizo nada en tres años de Macri. No cumplió ninguna de las promesas que hizo en el acampe de 9 de Julio. Sólo se pasó el INAI de Desarrollo Social a Derechos Humanos, pero igual no respetan ninguno de nuestros derechos”, denuncia el referente qom. Y resume: “Macri y el Gobierno tienen una mirada colonial”.
Informa que el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, visitó Formosa hace poco pero “no dio ninguna solución”. El referente qom resume la política indígena del macrismo: “Entrega mercadería. Y no respeta los derechos indígenas”. “Al indígena no se lo trata como un ser humano. Al indígena nos quieren tratar como animales, nos quieren arrodillados”, denuncia Israel Alegre. Y vuelve a remarcar la importancia del territorio para los pueblos indígenas, esa relación fundamental que desde amplios sectores no indígenas no se entiende (o se entiende y no se respeta): “Nuestra espiritualidad, nuestras costumbres, nuestra cultura están atadas al territorio. Día a día nos acorralan más, nos dejan sin espacio, nos quieren llevar al exterminio”.
Se lo escucha enojado al líder qom. Recuerda que en Formosa hay un mismo gobernador desde hace casi treinta años. “Provincia y Nación parecen del mismo partido porque hacen lo mismo, ninguno respeta los derechos indígenas”, ironiza. Y deja un aviso, de dos palabras: “Seguiremos luchando”.

Derechos torcidos

Silvina Ramírez es una referente del derecho indígena, docente de esa especialidad en la Facultad de Derecho de la UBA y autora del libro Horizonte político del movimiento indígena. Conversaciones con sus líderes. “Ya llegando a los tres años de gobierno de Mauricio Macri, la relación traumática del Estado con los pueblos indígenas no sólo no se modificó sustancialmente, sino que las tensiones se han profundizado”, afirma.
Ramírez destaca como puntos de quiebre la “brutal represión” de Gendarmería Nacional en Chubut, con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, y el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel por parte de Prefectura en Río Negro. “En ambos casos la Justicia no ha reaccionado como hubiera sido esperable en un Estado de Derecho”, resume y recuerda que a casi un año del asesinato de Nahuel no existe ningún imputado de las fuerzas de seguridad, y contrariamente el juez libró orden de captura para dos jóvenes mapuche que intentaron ayudar a Rafael Nahuel cuando fue herido.
Destaca como puntos positivos “fallos excepcionales” como el del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal (a cargo de la jueza María José Sarmiento) que benefició la comunidad mapuche Trypay Antu y ordenó al Poder Ejecutivo Nacional que escriture a favor de la comunidad indígena los títulos comunitarios de las tierras, sin la necesidad de una ley especial del Congreso. También subraya como avance la sentencia de la Sala Segunda de la Cámara Contencioso Admnistrativa de Chaco que evitó que un territorio indígena (“Reserva Grande”) fuera titulado en favor de familias criollas.
Ramírez, miembro fundadora de la Asociación de Abogados de Derecho Indígena (AADI), subraya que entre lo más preocupante sobresale el accionar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en septiembre pasado falló en favor del gobierno de Neuquén y anuló la personería jurídica de seis comunidades mapuches (Lof Maripil, Lof Gelay Ko, Lof Wiñoy Tayin Raquizuam, Lof Lonko Purran, Lof Lefiman y Lof Wiñoy Folil). El fallo abre la puerta a que otras provincias sigan el mismo camino, es decir que desconozcan comunidades, que implica también desconocer sus derechos.
“Llama la atención que los jueces no hayan incluido ninguno de los derechos colectivos específicos de los pueblos indígenas. La personería jurídica es un derecho de las comunidades, y su reconocimiento no debe ser entendido como una potestad discrecional del Estado, ya sea en su dimensión local como federal”, explica Ramírez, y afirma que el fallo genera “un estado de incertidumbre” frente a las personerías jurídicas (otorgadas por el Registro Nacional de Comunidades Indígenas) de las que gozan numerosas comunidades indígenas en todo el país y las deja en situación de mayor vulnerabilidad.
“Como balance de tres años de la actual gestión de gobierno, los pueblos indígenas siguen reclamando por sus derechos, el Estado no formula las políticas públicas necesarias para garantizarlos y el Poder Judicial mayoritariamente no cumple con su deber de ser la salvaguarda final de estos derechos”, cuestiona la abogada.

Bullrich x 2

Diana Lenton en doctora en antropología y una de las referentes de la Red de Investigadores en Genocidio y Política Indígena. Señala que la situación de los pueblos indígenas es “muy complicada” por las políticas macroeconómicas del gobierno, atadas a las industrias extractivas. “Es una política agresiva para los territorios y para las personas que viven en los territorio”, denuncia. Señala, como actividades que violan los derechos indígenas, a la minería, agro, petróleo, forestales e incluso el turismo. Aclara que esta situación venía del gobierno anterior pero que con la gestión Macri se incluyeron nuevos territorios a la explotación.
Otro factor es el que llama la “violencia económica” que implica la pérdida de fuentes de trabajo y de subsidios que eran paliativos para situaciones de vulnerabilidad. Puntualiza en la baja de planes sociales, eliminación de subsidios por discapacidad, disminución de planes de atención para determinadas enfermedades. “Esto se combina con un incremento en la represión a la protesta y con un discurso de odio para con los senegaleses, pibes con gorrita y, en el caso de los indígenas, es un claro discurso racista que los pone como el antiguo ‘civilización o barbarie’, una nueva teoría de los ‘dos demonios’, y hasta se incluye el componente nacional/extranjero para atacar a los pueblos indígenas”, afirma Lenton. No tiene dudas de que desde el gobierno nacional se ha realizado un “campaña irresponsable, totalmente criminal” contra los pueblos indígenas y en particular contra el Pueblo Mapuche. “Fogoneraron un discurso de odio desde la clase media contra los sectores populares”, lamenta.
Lenton puntualiza como dos emblemas de esa avanzada a Patricia Bullrich, que “sin importar las pruebas siempre toma partido por las fuerzas represivas”. Y también puntualiza en el ex ministro de Educación y actual senador por Buenos Aires, Esteban Bullirch, que en en un acto en Río Negro dio la bienvenida a una “nueva Campaña del Desierto, ahora con la educación”. “Imaginemos que alguien pudiera referirse así al Holocasuto, a un nuevo Auschwitz. Sería imposible. Pero saben que pueden decir eso de los indígenas porque tienen impunidad, sigue habiendo impunidad cuando las víctimas son los indígenas”, cuestiona Lenton.
La situación del Pueblo Mapuche es la que más cobertura mediática ha tenido en los últimos dos años. Directa relación con la criminalización de las comunidades en Chubut (epicentro en Pu Lof en Resistencia de Cushamen), Río Negro (Villa Mascardi, asesinato aún impune de Rafael Nahuel) y Neuquén (zona de Vaca Muerta). El insólito documento RAM. Informe conjunto realizado por el Ministerio de Seguridad de la Nación y los gobiernos de Río Negro, Neuquén y Chubut, es el nombre de la “investigación” que presentó Patricia Bullrich en diciembre de 2017. Se trata de 180 páginas repletas de imprecisiones, datos falsos, suposiciones y apunta a los mapuches como enemigo interno, peligroso, terrorista. Es una muestra oficial de la arremetida contra las comunidades mapuches.
Lenton aclara que el tema de fondo es el territorio. La Ley 21160 (de “emergencia territorial”) fue prorrogada el año pasado (a pesar de que sectores del oficialismo intentaron que caiga). Lenton detalla que en este año no se avanzó en relevamientos ni en finalización de trámites. También alerta por la reforma del Código Procesal Penal, que ya tiene media sanción y espera en Cámara de Diputados. Según la nueva versión se sacaría la figura de comunidades indígenas como querellantes. “Se elimina parte del derecho indígena. Una comunidad ya no podrá litigar contra una multinacional, tendrían que querellar de forma individual”, explica. También fija como claro retroceso el fallo de la Corte Suprema que desconoce las comunidades mapuches de Neuquén.
En resumen: “Lo que muestra el accionar de la Corte Suprema es la impunidad con que el Estado, en cualquiera de sus tres niveles, retrocede sobre derechos adquiridos. Derechos que no debieran poder retroceder”.

Racismo sistemático

ictoria Tauli-Corpuz es la relatora especial de Naciones Unidas (ONU) sobre los derechos de los pueblos indígenas. “Se está desarrollando una crisis global. La rápida expansión de proyectos de desarrollo en tierras indígenas sin su consentimiento previo está impulsando un drástico aumento de la violencia y el acoso legal contra los pueblos indígenas. Estos ataques, ya sean físicos o legales, son un intento de silenciar a los pueblos indígenas que se oponen a proyectos que amenazan sus medios de subsistencia y sus culturas”, denuncia en una carta pública titulada Debería haberlo sabido, dirigida a los jefes de Estado del mundo.
Tauli-Corpuz asegura que se trata de un plan global o “patrón de abuso” en el que las empresas actúan en complicidad con los gobiernos para desplazar a los pueblos indígenas de sus tierras por cualquier medio necesario y dar así paso a proyectos de infraestructura, agricultura, minería y de extracción de recursos naturales. Alerta que siempre se suceden desde el poder “campañas de difamación y discursos de odio que caracterizan a los pueblos indígenas como ‘obstáculos para el desarrollo’, o en el peor de los casos, como ‘terroristas’ o ‘matones’”. Luego sobreviene la criminalización, órdenes de arresto y violencia sobre las comunidades. “Existe una impunidad generalizada para quienes cometen actos de violencia contra los pueblos indígenas”, cuestiona la experta de Naciones Unidas. Y resume así lo que sucede a nivel global y aplica para Argentina: “En la raíz de esta crisis mundial está el racismo sistemático y la incapacidad de los gobiernos para reconocer y respetar los derechos indígenas territoriales”.
Por último, en su carta Tauli-Corpuz advierte a los “líderes mundiales”: “A pesar de los increíbles riesgos, los pueblos indígenas siguen levantando sus voces, continúan defendiendo sus formas de vida, sus comunidades y las tierras y bosques de los que depende toda la humanidad”.

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Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”

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Vecinas y vecinos del barrio del sur porteño resisten ante una obra que está haciendo el gobierno de la Ciudad a espaldas de la comunidad: tala de centenares de árboles añosos, el cierre de varios ingresos y egresos de la autopista Dellepiane y la colocación de un nuevo peaje (a 4 km de otro ya existente) para ampliar la recaudación. El silencio del gobierno local y el ruido de sus topadoras arrasando el espacio verde y público. La voz de la organización popular que no calla y sale a la calle, otra vez –este viernes y en una caravana de autos– para visibilizar lo que pasa en una de las zonas más postergadas de CABA: a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel hasta Dellepiane Norte y Piedra Buena.

Por Francisco Pandolfi

Desde noviembre del año pasado la comunidad de Villa Lugano resiste a una obra que ya está haciendo el Gobierno de la Ciudad sin licencia social ni escuchar a la vecindad: el Máster Plan Autopista Dellepiane, con un costo de más de 7.000 millones de pesos, tala de centenares de árboles, cierre de 14 ingresos y egresos a la autopista y otro peaje (a cuatro kilómetros del de avenida Lacarra). 

La organización popular no cesó desde el momento en que se enteraron de la iniciativa. Asambleas, audiencias públicas, semaforazos, volanteadas en los distintos sub barrios que forman parte de este barrio porteño bien al sur porteño. Y guardias, para evitar el talado de árboles en lo que las y los vecinos denuncian como “un ecocidio”, que está sucediendo desde marzo.

La comunidad hizo un relevamiento casa por casa con los frentistas a la autopista Dellepiane: más del 70% no tenía idea de la existencia del Máster Plan. Presentaron por escrito pedidos de información pública a AUSA (Autopistas), APRA (Agencia de Protección Ambiental), Ministerio de Infraestructura y a la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño, sin respuestas.

Sin embargo, la obra empezó aún incumpliendo la promesa de que antes habrían mesas de trabajo en conjunto. Este viernes, la comunidad decidió volver a manifestarse, en una caravana de autos para seguir visibilizando la problemática. Desde lavaca hablamos con el colectivo de vecinos apartidario No dividan Lugano que está al frente de denunciar la obra. 

Sobre lo negativo y lo positivo de la obra, dirán: “El Master plan Autopista Parque Dellepiane fue presentado como una mejora para el sur de la ciudad, pero en la práctica profundiza las desigualdades urbanas, degrada el ambiente y fragmenta el territorio. Lo negativo es abrumador”, y enumeran: 

• Implica la tala de más de 500 árboles añosos, sin plan de reforestación efectivo.

• Aumenta la huella de carbono y destruye espacios verdes sin compensación.

• Instala un Metrobus central inaccesible, que obliga a cruzar pasarelas extensas sin rampas adecuadas ni soluciones reales para personas mayores o con movilidad reducida.

• Divide al barrio aún más, eliminando accesos, aislando sectores y obstaculizando la vida cotidiana.

• No contempla una red multimodal de transporte, ni bicisendas, ni centros de transferencia.

• Instaura peajes en tramos que eran gratuitos, generando un nuevo costo para vecinos que hacen trayectos cortos todos los días.

Agregan: “Lo positivo, si lo hay, podría haber sido la oportunidad de pensar el área como un verdadero corredor verde y sustentable. Pero nada de eso fue incorporado, ni escuchado”. Y vuelven a enumerar, en este caso, sobre lo que es fundamental denunciar en esta obra:

• Fue diseñada sin participación ciudadana efectiva, sin diálogo real con la comunidad.

• Incumple múltiples normativas locales y nacionales, desde la Constitución de la Ciudad hasta leyes de accesibilidad, ambiente y derechos ciudadanos.

• Avanza a pesar de un amparo ambiental colectivo presentado por vecinos, vulnerando el Acuerdo de Escazú y los principios de justicia ambiental.

La obra es impulsada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA), a través de su empresa estatal AUSA (Autopistas Urbanas S.A.), con financiamiento internacional de la CAF –Banco de Desarrollo de América Latina. Las veces que lavaca quiso comunicarse con la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano porteño fue imposible. Nadie atiende. En relación a AUSA el prensa de la empresa explicó que la política interna es “no dar entrevistas en ON, que con los medios se manejan así”.

Dicen las y los vecinos: “El proyecto fue aprobado sin estudios de impacto ambiental adecuados, sin matrices de costo-beneficio transparentes y sin haber sido sometido a procesos participativos válidos. Hoy, la obra está en plena ejecución, avanzando a toda velocidad sin haber sido revisada tras la presentación del amparo ni durante las mesas de trabajo convocadas por la Justicia, una vez que ya habían iniciado la obra”.

¿Las mesas de trabajo están sirviendo de algo? ¿Hay escucha del gobierno porteño y de la empresa?

Las mesas de trabajo fueron convocadas por orden judicial. Pero en la práctica, no hay escucha real. El GCBA y AUSA llegan a las mesas con el proyecto cerrado, sin brindar información clave, sin contestar a los pedidos de acceso a la información, ni frenar las obras mientras se debate. Las propuestas alternativas presentadas por los vecinos (como usar colectoras, premetro, u otros modelos de movilidad sustentable) ni siquiera fueron consideradas. Las mesas han sido una formalidad dilatoria mientras la obra avanza sin freno.

¿Qué perjuicios ya están sucediendo y cuáles sucederán?

Tala de árboles, pérdida de sombra, humedad y biodiversidad; rotura de veredas, ruidos permanentes, vibraciones y molestias en la vida diaria; corte de accesos históricos, dejando barrios desconectados. Y si no se frena habrá un aumento de inseguridad vial, con colectivos cruzando carriles rápidos en maniobras riesgosas; aislamiento de sectores enteros del barrio; encarecimiento de la vida cotidiana por peajes, más transporte y pérdida de comercios barriales; mayor contaminación ambiental y sonora; desvalorización de las propiedades y deterioro del entorno.

¿Por qué este viernes 1 de agosto la comunidad hará una caravana?

Porque ya no alcanza con reclamar en silencio ni esperar respuestas que no llegan. Convocamos a una caravana vecinal pacífica para visibilizar el conflicto, frenar el avance destructivo de la obra, y exigir participación real. Será una caravana con autos, banderas argentinas y carteles. Queremos que nos vean y que nos escuchen.

La caravana saldrá a las 18 horas desde Dellepiane Sur y Montiel y finalizará en Dellepiane Norte y Piedra Buena. Participarán familias, organizaciones barriales, ambientalistas, arquitectos, docentes, jubilados, comerciantes. Al finalizar, se realizará una ceremonia simbólica con Flavia Carrión, antropóloga y comunicadora de sabiduría ancestral, en el Día de la Pachamama. “Será un acto de gratitud ambiental, una pausa colectiva para honrar a los árboles y el esfuerzo de toda nuestra gente; para agradecerle a la Tierra por seguir aguantándonos. Un momento para reencontrarnos con lo esencial: la naturaleza, la vida en comunidad y la defensa de lo que amamos”.

Esta misma vecindad organizada se formó el año pasado con el nombre “No dividan Lugano”, cuando evitó que el gobierno porteño hiciera una serie de pasos bajo a nivel, que hubiesen significado un abanico de perjuicios para el barrio. En ese entonces, cuando llegaron las topadoras, mujeres y hombres se atrincheraron para defender árboles de más de 100 años. En esta crónica contamos lo que fue ese proceso comunitario.

Un año después, el barrio de Lugano sigue en pie de resistencia. “Somos una comunidad que se levanta para defender a su barrio. Ya presentamos más de 800 firmas, relevamientos propios y propuestas alternativas. Pero nos siguen ignorando, y la obra sigue destruyendo. Por eso salimos a la calle, otra vez, y así lo seguiremos haciendo cada vez que haga falta”.

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Marcha de jubilados: balas y bolitas

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Siete detenidos y al menos 30 personas heridas, entre jubilados, curas, trabajadores de prensa (lavaca, Cítrica, Infonews, El Destape y C5N, entre ellos), defensores de derechos humanos, y un niño de 4 años que estaba con su familia en la Plaza de los Dos Congresos. Ese es uno de los saldos de otra semana de represión brutal a la protesta de cada miércoles, esta vez coordinada por la Policía de la Ciudad, que disparó postas de goma, balines con gas pimienta, granadas aturdidoras, golpeó con escudos y lanzó un nuevo tipo de gas que producía tos y vómitos. El despliegue también implicó tareas de inteligencia ilegal con efectivos que filmaban y fotografiaban manifestantes, según denunció la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que también relevó «policías armados con postas de plomo que están prohibidos». Los carteles, las reflexiones, y la creatividad: algunos integrantes de la marcha terminaron jugando a las bolitas en la calle con los balines policiales. 

Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

Marcha de jubilados: balas y bolitas

El padre Paco Olveira muestra los balines que golpean y expulsan gas pimienta. Terminaron jugando con ellos a la bolita sobre la acera.

Otro miércoles de protesta de jubilados y otro miércoles de represión feroz y absurda enfocada principalmente a jubilados y a la prensa que cubría lo que estaba ocurriendo. Con ataques directos a los ojos y a los cuerpos. A las cámaras y a los celulares que registraban la bestialidad de las fuerzas de seguridad –el fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, entre ellos, con quemaduras de primer grado en el cuello y en la oreja–. No es difícil imaginar lo que hubiese ocurrido si ese ataque le hubiera llegado directamente a los ojos. Esta vez fue la Policía de la Ciudad la encargada de lanzar gases y disparos a mansalva en la intersección de Avenida de Mayo y Luis Sáenz Peña cuando la movilización pretendía ir hacia la Casa Rosada.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

El fotógrafo Juan Valeiro de lavaca, uno de los periodistas atacados, como ocurrió con profesionales de Cítrica, Infonews, El Destape y C5N.

Hubo 7 detenidos (Agustín Cano, Leandro Maristains, Alejandro Carrizo, Federico Burgos, Francisco Ramos, Hugo Eischler y Javier Mendoza) y al menos 30 heridos según la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), entre ellos un niño de 4 años que estaba en la Plaza de los Dos Congresos junto a su familia.  

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Escenas de otro miércoles de violencia estatal absurda.

Más allá de la violencia ordenada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la concentración de jubilados tuvo un eje concreto de reclamo: el “no al veto” del gobierno nacional a la suba de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Sin embargo, Javier Milei ya avisó que vetará las leyes aprobadas por el Congreso. Tiene plazo hasta el lunes 4 de agosto, tiempo destinado a ofrecer distintas cuestiones no públicas a diputados que se sumen a apoyar el veto, como ha venido ocurriendo. ¿El argumento del oficialismo contra un ínfimo aumento a jubilados? “Va en contra del equilibrio fiscal”.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Una de las jubiladas víctimas del coraje policial contra ellas, y de un nuevo gas tóxico, un símbolo de esta época.

Con la camiseta de Independiente y máscara del Hombre Araña, un jubilado entendió el mapa económico que traza esa decisión, y lo señaló con un cartel en tono bíblico: en el Génesis se habla de un sueño con vacas gordas y vacas flacas, referencia a los períodos de prosperidad y a los de dificultades. El jubilado escribió una actualización argentina de aquella imagen que ya no tiene forma de sueño sino de pesadilla. 

  • “Vacas gordas, jubilados flacos”.
Marcha de jubilados: balas y bolitas

El Hombre Araña es del Rojo, y releyó el Génesis.

Números y un café

Carlos trabajó cuarenta años en el Correo y no falta ningún miércoles a la marcha de jubilados y jubiladas con su remera ya mítica de Chacarita. Tanto, que casi nadie sabe que se llama Carlos y la gente le dice “Chaca”. Hoy caminó por Rivadavia con dos vendas que le envolvieron sus dos antebrazos. “Como todos los miércoles, venimos a reclamar y te cagan a palos. Acá tenés la prueba”, dijo a lavaca  mostrando sus moretones. “Pero ya lo dije: esta sangre mía Bullrich la va a pagar”.

Héctor acaba de cumplir 75 años: “Decir que la suba de las jubilaciones atenta contra el equilibrio fiscal es una payasada. Milei lo deja claro cuando le baja las retenciones al campo, como dijo el sábado en la Sociedad Rural. Para nosotros nada y para los ricos todo, esa es la política del gobierno. ¿El beneficio para el campo no genera déficit fiscal? Milei es una máquina de mentir”. El hombre cuenta sus propias y reales retenciones: “Ya no salgo más que los miércoles acá. Ya no tengo la vida que tenía antes, no puedo viajar ni tomarme un café”.

Marcha de jubilados: balas y bolitas

Policías en acción, frente a jubilados que reclaman por sus haberes amputados por la motosierra.

De ratificarse el veto a los jubilados, la suba de agosto no será del 7,2% como fija la ley aprobada (el haber mínimo $441.600), sino del 1,62% en base al último índice de inflación de junio de 2025, por lo que la jubilación mínima será de $ 314.243,51.

Abus en la calle 

Alicia tiene 63 años y lleva un pañuelo firmado por siete de sus nietos: “Abus en lucha”, “Aguanten los jubilados”. No entiende la distribución de la riqueza. O sí, pero la ve obscena: “La baja de las retenciones y el veto a los jubilados es una guasada total”. Sus retenciones: “Ya no me puedo dar más un gustito. Vivo el día a día, ya no estoy comprando nada ni semanal ni mensual”.

En la marcha hubo muchos carteles al respecto: 

  • No al veto: nuestra indigencia es tu superávit
  • Ni veto ni represión: fuera el FMI
  • No al veto a las leyes en jubilaciones
  • No al veto: cobarde estafador (y la cara de Milei). 

Ana, 74 años, trajo su propia pancarta: “Baja las retenciones a los ricos, hambrea a los viejos”. Cuenta que su hijo trabaja en el Correo y teme ser despedido, que su nieta encontró trabajo en un Todo Moda pero la echaron a los dos meses. Para ella todo el pueblo debería movilizarse: “No sólo los jubilados y los del Garrahan. Todos”. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

No hay plata para el cine argentino (el Gaumont como símbolo) pero sí para filmar ilegalmente a manifestantes.

Walter (66) y Julio (62) llegaron de Campana, norte de la provincia de Buenos Aires. Sumaron otros dos carteles: “Viejo: no te quedes en tu casa, vení a luchar” y “Ayudame a luchar. El próximo viejo sos vos”. Walter movió la cabeza de un lado para el otro al recordar el discurso de Milei en la Sociedad Rural: “Un tipo desquiciado, frente a toda la oligarquía, los terratenientes, los dueños de la tierra. Él mismo dice: ‘soy cruel’. Nos la está haciendo parir. Nos quitó la medicación, todo un desastre”.

Julio coincidió: “Ahí ves realmente para quién gobierna. Hasta el que tiene séptimo grado, como yo, se da cuenta”. 

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Jubilado hablándole a la pared.

Roberto, 62 años, de Trelew (Chubut), lo escucha: “Pero hay que seguir viniendo, compañeros. Son totalmente inescrupulosos. Hoy hablaba con un amigo que me decía que había que respetar el voto popular, pero Hitler también ganó con el voto popular. Si no salimos a la calle, no sé qué más va a pasar”. 

Vallas a donde vayas

El Congreso estuvo totalmente vallado. Vallas sobre Entre Ríos, Riobamba, Yrigoyen, Rivadavia. “Este quilombo lo hizo la Buillrich”, gritó un cincuentón a los automovilistas que se quejaban porque avanzar por las calles lindantes era un imposible.

Luis llevó un cartel: “Menstruación=sueldo de jubilado; viene una vez y se va a los tres días”. Dijo que lo escuchó a Milei cuando anunció en La Rural la baja de las retenciones al agro. “Lo que me dolió fue que la gente aplaudió cuando dijo que iba a vetar nuestro aumento. La gente del campo aplaude a todos los que empiezan con la “m” de mierda: Martínez de Hoz, Menem, Macri y ahora Milei”. 

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Mensaje para el tal vez próximo embajador de Trump en Argentina. Un apellido que parece un mandato.

Después de la radio abierta, como cada miércoles, empezó la movilización. Las columnas bajaron a Hipólito Yrigoyen, cuya circulación no estaba cortada y marcharon por la calle. “Luche que se van”, fue otra vez el hit, al que siguió “que se vayan todos”. Uno de los temas, con dedicatoria explícita: “A dónde está, que no se ve, esa famosa CGT”. Nobleza obliga: ni la CGT ni ningún partido político, con la cabeza en las elecciones legislativas y no en la calle.

La violencia y las bolitas

Sobre Yrigoyen, casi Luis Sáenz Peña, se divisaba un camión hidrante que se retiró. La columna dobló al final de la Plaza para ir hacia Avenida de Mayo con la intención de seguir la marcha hacia Plaza de Mayo. Sin embargo, en otro operativo de pésima coordinación –esta vez por la Policía de la Ciudad– la manifestación se mezcló entre autos y colectivos que seguían pasando. 

Marcha de jubilados: balas y bolitas

“¡Por la vereda!”, gritaron algunos jubilados. Pero en ese momento, los efectivos cortaron de cordón a cordón empezando con la respuesta física violenta. El operativo estuvo acompañado, como suele ocurrir, por oficiales con cámaras que filmaron y sacaron fotos (con el objetivo de realizar algún tipo de “inteligencia” y amedrentamiento a quienes ejercen el derecho de reclamar). 

La movilización avanzó pero rápidamente empezaron las detonaciones de escopeta con postas de goma y de granadas. Dispararon balines de armas byrna, redondos y de colores, que impactaban en los cuerpos, provocando lastimaduras y liberación del gas que llevan dentro. También lo hicieron sobre la vereda, donde se supone que no hay “protocolo”. Detuvieron, golpearon y gasearon fundamentalmente a trabajadores y trabajadoras de prensa, como cada semana. El efecto de esos spray, que poseen una sustancia espesa y viscosa: penetra los poros y quema durante horas. El fotógrafo de lavaca, Juan Valeiro, como otros reporteros (Cítrica, Infonews, C5N y El Destape, entre otros), fueron atendidos en la misma plaza y en el Instituto Patria. “Quemadura de primer grado”, diagnosticaron a nuestro compañero.

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¿Qué escudan los escudos?

Nadie fue ajeno a esta nueva ofensiva. La policía disparó un gas que generaba tos hasta el punto de provocar arcadas y vómitos. La sensación era extraña, porque no había un sabor ácido ni picante, pero provocaba una tos ronca. El efecto llegaba incluso a las calles aledañas, aparentemente ajenas al la marcha. “El registro del despliegue policial evidencia su brutalidad e irracionalidad”, denunció la CPM, organismo que precisó otro detalle alarmante: “Se relevaron también policías armados con armas con postas de plomo que están prohibidas, y acciones de inteligencia ilegal”. 

Agregó la CPM que el ataque incluyó a defensores de derechos humanos, cuyo hostigamiento tenía como fin evitar el registro de los hechos.

Sin embargo, la gente no se fue.

La gente se quedó. La policía avanzaba, seguía gaseando, y la gente siguió. 

“¡Tienen miedo!”, gritó una jubilada. “¡Tienen miedo!”.

Uno de los primeros detenidos había sido el padre Paco Olveira. Lo golpearon, lo gasearon y lo salvó la gente. Se llevó de recuerdo dos de los balines de la Policía. “Es el último arma que trajo Bullrich”, explica y muestra a lavaca. “Te tiran y salta el gas. No te deja respirar. Y duele, porque nos dieron unos cuantos en los pies. Gracias a Dios hoy no tiraron a los ojos”.

De fondo, la jubilada siguió gritando: “¡Tienen miedo!”.

Otro miércoles de protesta de jubilados se diluía entre detenciones y balines de gas. Entre un cordón con armas largas sobre Rivadavia y un grupo de la motorizada dispuesto a salir sobre Rodríguez Peña. Sin embargo, mientras el padre Paco seguía mostrando los balines, alguien propuso:

–Juguemos a las bolitas.

Todos se rieron, por el absurdo de la situación. 

De nuevo, frente al horror, la creatividad social. 

Y así, frente a policías que seguían filmando ahora una burla, un párroco y una jubilada arrodillados en la calle, jugaron a las bolitas con los balines para cerrar otro miércoles argentino.

Marcha de jubilados: balas y bolitas
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Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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