Nota
Juicio a mapuches por defender el territorio frente al fracking en Vaca Muerta
Seis integrantes de la Lof Campo Maripe, en Neuquén, llegaron a juicio acusados por “usurpación” en el corazón de Vaca Muerta. El detalle: esa comunidad mapuche vive en el territorio desde 1920. En 2013, luego de que la Legislatura neuquina aprobara con represión el pacto de Chevron-YPF, los Campo Maripe se organizaron para defender sus tierras y exigir que se cumplan las leyes nacionales e internacionales. Por eso sufren ahora un proceso judicial que durará hasta el miércoles y que tendrá al secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente de la provincia como testigo a favor de los empresarios. Jorge Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén, dice a lavaca: “Son el Poder Judicial, el Gobierno y el privado en contra de una comunidad que ha sido agredida y puesta bajo amenaza, no sólo por estos usurpadores, sino también por el ingreso del fracking al territorio”.
Seis integrantes del Lof Campo Maripe llegaron esta semana a juicio acusados de “usurpación” de tierras en la localidad de Añelo, en Neuquén, en el corazón de Vaca Muerta. “Es absurdo porque ellos nacieron y se criaron en ese territorio”, explica a lavaca Jorge Nawel, referente de la Confederación Mapuche de Neuquén (CMN), que en un comunicado subrayó que los denunciantes son una familia de terratenientes que adquirieron títulos de propiedad durante la última dictadura militar. El juicio durará hasta el miércoles, día en el que se conocerá la sentencia.
La Confederación Mapuche sintetizó el conflicto en dos ejes centrales:
- “Las tierras bajo posesión tradicional, comunitaria e indígena del Lof Campo Maripe se encuentran ubicadas a pocos kilómetros de la Localidad de Añelo, en el corazón del mega yacimiento de gas y petróleo No Convencional, que hoy todos conocemos como Vaca Muerta y que forma parte recurrente de la agenda política de los oficialismos que gobiernan el Estado Nacional y Provincial como una perla del desarrollo y el progreso en estos últimos 7 años”.
- “La causa que se inició en el 2014 tiene como epicentro la firma del convenio entre YPF Y Chevron para el desarrollo de un proyecto piloto de no convencionales. Dicho acuerdo integraba las tierras comunitarias de Campo Maripe y se hizo sin su Consentimiento ni Consulta. Lo que lograron fue una autorización de la familia empresaria Vela. Los hermanos Vela adquirieron un título de propiedad durante la última dictadura militar y desde entonces, intentaron una y mil veces despojar de sus tierras ancestrales a las familias de la Comunidad, aunque nunca lograron su cometido final”.
Nahuel resume a lavaca qué hay detrás de este juicio. “El hecho de que se esté juzgando a una comunidad originaria, que tiene todo el derecho nacional e internacional a su favor, muestra que el fracking se está instalando por las buenas o las malas, que no tiene legitimidad por quienes vivimos allí y, además, saca a la luz todo el manejo espurio de la tierra pública porque se está afectando la naturaleza y su biodiversidad, mientras el gobierno la utiliza como si fuera tierra de nadie”.
Cómo se formatea el poder
Lefxaru Nawuel, joven vocero de la lof Newen Mapu e integrante del conjunto de rock Puel Kona (que actuó con Roger Waters en La Plata, 2018), contextualiza en diálogo con lavaca: “El eje de todo esto es el pacto Chevron-YPF, que generó más de 8 horas de represión en la Legislatura cuando se aprobó, en 2013. En esa zona de explotación está asentada la comunidad Campo Maripe, allí está su cementerio y un montón de otras formas de ocupación que hacen a su vida cultural y sus animales. Ese es el epicentro de lo que llaman Vaca Muerta”.
Los denunciantes contra los mapuche son Andrés, Pablo y Gilberto Vela. Sigue Lef: “Allí es donde entró Gendarmería de manera ilegal, sin orden judicial (https://www.lavaca.org/notas/denuncia-mapuche-contra-bullrich-y-noceti-por-allanamientos-sin-orden-judicial/), por lo que denunciamos a Patricia Bullrich (ministra de Seguridad) y Pablo Noceti (su jefe de Gabinete, uno de los actores centrales en la desaparición de Santiago Maldonado) por abuso de autoridad, y fue el principal escenario de los conflictos con las petroleras estos años. Esta familia denunciante, los Vela, al igual que muchos terratenientes, titularizaron tierras en época de la dictadura, indicio de cómo está formateado el poder en las provincias”.
¿Qué reclaman los mapuches?
Jorge Nawel cuenta que la familia Campo Maripe vivió toda su vida en ese territorio. “Están desde 1920, cuando comenzó el reacomodo de la población mapuche, perseguida tanto por el Ejército argentino como por el chileno, un genocidio que duró hasta fines del siglo XIX. Ese lugar era uno de los sitios más paupérrimos y de mayor pobreza de la calidad del suelo: allí fueron confinados. Había mucho desinterés por parte del Estado, porque no era la pampa húmeda, sino el absoluto desierto, donde las comunidades prácticamente se sostenían en base a la crianza de pequeños animales”.
Luego, en 2013, gobierno kirchnerista, llegó el anuncio del hallazgo de Vaca Muerta con bombos y platillos. “Nos enteramos de la infausta noticia de que estábamos instalados sobre un enorme reservorio y que la única manera de acceder era a través de la técnica del fracking, que implica un impacto enorme sobre la cultura y el territorio. Desde allí comenzó el estado de amenaza para la comunidad de Campo Maripe y, también, comenzó la resistencia, porque no podíamos aceptar pasivamente que destruyan la tierra de esa manera. No solo teníamos razón, sino que empezó la persecución”.
En 2017, MU viajó a Campo Maripe y habló con los referentes de la comunidad, hoy enjuiciados. El lonko Albino Campo describía así qué significa el fracking: “Aquí hay una sola torre trabajando, que permitimos como gesto de buena voluntad para que haya diálogo. En toda el área hay unas 300 o 400 perforaciones trabajando. Habían planificado 1.800, pero lo hemos podido detener. No estamos en contra de la actividad petrolera, pero queremos que se nos consulte como lo exige la ley. No a mí como lonko: a toda la comunidad”.
La familia también describía la contaminación ambiental que percibían en enfermedades (respiratorias, de piel, cánceres) y en las muertes de los animales.
La crónica e investigación completa Los malos de la película puede leerse aquí:
La verdadera alianza
El juicio comenzó este jueves 11 de abril y durará hasta el miércoles. Nawel subraya una preocupación: “Vemos una actitud muy dura, con mucha animosidad, del Ministerio Público Fiscal, que está sosteniendo todos los planteos de los empresarios, que lograron que la Justicia nos convoque como culpables y no como víctimas. Esa alianza entre el poder judicial y el privado nos preocupa, pero más nos preocupa que la semana que viene venga a declarar en calidad de testigo el secretario de Desarrollo Territorial y Ambiente, Jorge Lara, que va a testimoniar en contra del derecho de la comunidad”.
Nawel sintetiza lo que significa ese dato: “Es el Poder Judicial, el Gobierno y el privado en contra de una comunidad que hasta hoy ha sido agredida y puesta bajo amenaza, no sólo por el trabajo de estos usurpadores, sino también, y sobre todo, por el ingreso del fracking al territorio”.
Barrer del mapa
La Confederación Mapuche sintetizó en su comunicado la trascendencia de este proceso, a cargo del juez Gustavo Ravizolli:
- “El poder judicial evaluará si es posible juzgar a una Comunidad sin considerar los incumplimientos del Gobierno Provincial relativos a las demandas territoriales de las comunidades y dejar libre el camino a las petroleras extranjeras para que arrasen todo a su paso”.
- “El poder judicial deberá evaluar si es posible juzgar una Comunidad reconocida constitucionalmente en su persistencia étnica y cultural, y cuyos derechos territoriales han sido establecidos en el Convenio 169 de OIT, que obliga la Consulta Libre Previa e Informada frente a las actividades que puedan afectar el desenvolvimiento de su vida comunitaria y subsistencia cultural”.
Nawel retoma la descripción sobre la alianza entre el Estado y el sector privado como trasfondo del juicio: “Esa alianza es importante porque el privado no tiene conciencia ecológica ni ambiental, sino que piensa en qué regalías o qué tipo de servidumbre les puede dejar un beneficio económico. Antepone eso a la diversidad de vida que hay en la tierra. Y esa es una lógica que se contradice con todo el pensamiento mapuche, por eso esa alianza tiene un fin claro: barrernos del mapa”.
Nota
Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»
La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.
Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.
«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.
La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
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