Nota
Jujuy a 3.500 metros de altura por la ruta de las puebladas: las sorpresas y la realidad, a ganar o morir

Mientras el gobernador Gerardo Morales era anunciado como candidato a vicepresidente por ser “un tipo valiente” que “le cambió la vida a los jujeños”, lavaca recorrió los cortes de ruta organizados por las comunidades indígenas, reflejados en crónica, fotos y video.
Las opiniones sobre Morales en pleno jujeñazo. El rol del litio. La falta de agua que hace que los animales vayan hasta las ciudades a buscarla. La generosidad en la carretera, desde la Quebrada de Humahuaca hacia la Puna. Los intercambios con los automovilistas. Las falsedades del aparato político. La descripción de la realidad jujeña. Las amenazas. Y una asamblea en plena ruta en un corte sostenido por 25 comunidades, antes de la noche helada en Abra Pampa, a 3.500 metros de altura.
Desde los cortes, por Francisco Pandolfi. Fotos de Lina Etchesuri

El corte en San Roque. No se trata de «infiltrados bolivianos» ni de porteños. La resistencia en toda Jujuy. (Fotos Lina Etchesuri)
En la estación de servicio de la entrada de la localidad de Tilcara la televisión informa que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, acompañará en la fórmula presidencial a Horacio Rodríguez Larreta en las internas de Juntos por el Cambio.
A menos de cincuenta metros, la comunidad tilcareña corta la ruta 9 exigiendo la renuncia del propio Morales, el anunciado precandidato a vicepresidente de la Nación.
La escena parece surrealista. Pero no lo es. La escena parece de película. Pero no lo es.
En esa barricada formada por ramas y gomas, Graciela y Griselda piden la identificación de prensa. No será una excepción, sino la regla en los cinco cortes que desde lavaca visitamos ayer para escuchar lo que pasa en distintos puntos del país. «Estamos teniendo muchos problemas, hay muchos infiltrados», justifica Graciela, quien después de una semana de estar en la ruta no claudica: «Estamos seguros de lo que hacemos, hay esperanzas porque tenemos raíces, que son nuestras identidades».

Imagen del piquete en Tilcara. Mientras tanto, candidateaban a Morales a la vicepresidencia. (Fotos Lina Etchesuri)
Mientras Larreta dice que Morales gobernó «una provincia que le cambió la vida a los jujeños, que hoy viven mucho mejor que hace ocho años”, Griselda no está tan de acuerdo: «Es el responsable de que tengamos el agua contaminada, de haber explotado nuestros bienes naturales y entregarles las riquezas a las empresas extranjeras. Acá en Jujuy tenemos la planta de energía Caucharí, por lo que deberíamos tener beneficios, pero pagamos barbaridades».
Durante el recorrido, boletas de más de diez mil pesos serán una denuncia común. Griselda hace una analogía doméstica: «Es como si en tu casa tuvieses de todo, pero le hacés pagar a tus hijos la comida».
Humahuaca, los “boludos” y los derechos
Siguiendo la ruta 9 hacia el norte, un colectivo va desde Tilcara hasta Uquía, donde está el siguiente corte. En el camino, casas de barro, de adobe, de paja, de madera. Casitas bajas, casitas bellas. Sin otro color que el original en sus fachadas. Hay vacas, hay cabras y hay algunas llamas, que se verán en mayor cantidad mientras se avance más.
Al costado de la ruta, un santuario del Gauchito Gil y más adelante, un cartel blanco con letras claras: «Abajo la reforma, renunciá Morales».

Piquete en San Roque, y el muñeco con el cartel: «Abajo la reforma». (Fotos Lina Etchesuri).
Pero por esas horas Morales no renuncia a nada. Y redobla la apuesta con su candidatura a nivel nacional. El colectivo frena en Uquía, departamento de Humahuaca. En tres horas recién se abrirá el paso para los vehículos. El colectivero dice que el reclamo es justo, pero que también hay que pensar en el derecho de quienes quedan trabados. Dice también que su sueldo no le alcanza. Y que no quiere decir su nombre “porque la empresa puede tomar represalias”. En la barricada, una señora de labios muy gruesos reclama que hace seis días está varada por los múltiples cortes en la provincia. Le pregunta a este cronista si es un trabajador de prensa. Luego, si es de derecha o izquierda. Y luego dice que quienes están cortando “son unos boludos”.

Compartiendo la resistencia, preparando la olla común. (Fotos Lina Etchesuri)
Del otro lado está Olga, que reivindica el corte: “Aceptar la reforma es pasar a ser esclavos”. Es docente y repudia que la nueva propuesta salarial estipula “un piso de 200 mil pesos, pero el sueldo básico es sólo de 62 mil pesos”. Y que la reformulación de la constitución a escondidas se trata de un modus operandi del gobernador: “Hace dos años cambió el estatuto del docente, sin consultarnos, y fuimos perjudicados”. Pese a esto y a las tres semanas que llevan las y los docentes reclamando mejoras salariales, Rodríguez Larreta afirmó ayer que “la provincia tiene mejor educación”. Y que su compañero de fórmula “ha defendido la educación pública”.
Una mujer se acerca al corte; tiene su auto en la fila que espera la liberación del tránsito. Se llama María Amelia, es de Córdoba y pide hablar: “Yo apoyo el reclamo, pero el daño no puede ser para el resto; coartando el derecho a transitar no debe ser la forma. Esto nos divide aún más. Y quienes gobiernan, que tienen las posibilidades de mejorar la situación, buscan que esto se debilite”. ¿Qué piensa sobre la reforma? “No estoy enterada, sí estoy a favor a que cobren un sueldo mayor”.

Esperando la apertura del corte. Automovilistas que apoyan, otros que no. En las rutas jujeñas el reclamo es por el agua y por la vida. Y preguntan: ¿cuál es otra forma de reclamar que sea efectiva? (Fotos Lina Etchesuri)
Daniel, que sostiene el corte, la escucha atentamente y minutos después piensa en voz alta: “¿Cuál es la otra forma de reclamar y que sea efectiva? Nunca nadie puede decirla, porque hasta ahora no la hay. Soy un aficionado a la historia y el Éxodo Jujeño fue una guerra civil mano a mano; De la Rúa cayó luego de sangre y saqueos; el Cordobazo fue un quilombo bárbaro. No vamos a parar hasta que se derogue la reforma constitucional, que impide la protesta. Sin protesta, no hay conquista de derechos, y eso queda claro en la historia de la humanidad”.

(Fotos Lina Etchesuri)
El dictador se hace el colla
Es la hora del almuerzo y Gabriela revuelve el pollo con arroz primavera que pronto comerá su comunidad: “Morales es un dictador que se hace el colla; que ahora tiene a mucha gente amenazada y cooptada con el compromiso de darle viviendas y dinero”. Al terminar, aconseja que hablemos “con Doña Panchita”. Francisca tiene 66 años y luce un sombrero rosa y una whipala que le cuelga de los hombros. También le cuelgan, le pesan, un montón de sentimientos: “Es terrible lo que está pasando; da mucha impotencia. Nos traicionó este gobernador. Yo confié en él, soy históricamente radical, lo voté para su primer mandato. Pienso que al principio hizo algunas cosas bien, pero ya se perdió la confianza. Necesitábamos que él nos explicara los beneficios de la reforma y no lo hizo. No habló con su pueblo”.

El cerro Las Señoritas. Imagen del territorio que se defiende en Uquía. (Fotos Lina Etchesuri)
Ella sí habla, mientras de fondo impacta lo hermoso del cerro Las Señoritas, con un color rojizo que alimenta a los ojos: “Lo que hace él a nivel provincial también pasa en la comisión municipal. En nuestra comunidad aborigen 1° de Mayo no tenemos luz y prometieron que antes de las elecciones locales lo harían y mintieron. A partir de eso pedimos un informe con la rendición de cuentas de la comisión, y la respuesta no fue la información pública: a quienes firmamos la petición nos dijeron que no iban a darnos la luz; no tenemos la libertad de hacer nada, quieren que vivamos como perros. Esto pasa en Jujuy”.
Entre San Roque y Palermo
Hay que seguir subiendo, hay que seguir escuchando. El próximo corte es en San Roque y de la comunidad indígena de Uquía se ofrecen a llevarnos. Pura generosidad: no nos dejan ir sin aceptar una bandeja de arroz con pollo que antes de llegar a la siguiente trinchera ya están vacías.

Momento de apertura al tránsito en San Roque: una pueblada que busca garantizar derechos. (Fotos Lina Etchesuri)
Allí, En San Roque, está Omar está sentado mascando coca. Es un hombre de pocas y profundas palabras: “Nos están quitando las tierras y el agua desde hace tiempo. El problema es que dejamos que el gobernador siga caminando y llegamos a esta situación irreversible. Estamos cansados, desvelados, pero con la firmeza de sostener esta medida hasta que renuncie Morales”.

El reclamo en Uquía: las cosas que reivindica la comunidad. (Fotos Lina Etchesuri)
Sentado a su lado está Alex Frites, docente de 28 años de la comunidad de Varas, donde “la mayoría vive de la agricultura y la ganadería y más del 70% de la gente no tiene trabajo en blanco”. “No es novedoso lo que nos está pasando; para los indígenas siempre fue así, todo nos costó más. Lo distinto de los últimos años es que las nuevas generaciones tomamos la posta de nuestras abuelas. Y ese legado, es independiente a cualquier partido político”. Mientras en San Roque ellas y ellos están hace una semana durmiendo en la ruta, Gerardo Morales está en el barrio porteño de Palermo junto a la cúpula de Juntos por el Cambio. “Es un insulto que esté haciendo esto en paralelo, mientras su pueblo le exige que se vaya. Es evidente que lo que están haciendo con Jujuy es un ensayo para llevarlo a la nación”.
Luisa escucha y expresa su timidez con el silencio, que solo rompe con un puñado de letras: “Solo quiero que bajen la reforma”. Retoma Alex: “Como decía Atahualpa Yupanqui, ‘para el que mira sin ver, la tierra es tierra no más’. A Morales lo han ayudado mucho los canales de televisión de acá y los porteños, afirmando que cambió la matriz productiva, que estamos bien económica y socialmente y no es así. Encima, convivimos con aprietes permanentes. Si lo tengo que definir con una palabra, es autoritario; jamás se apoyó en el diálogo, siempre hizo lo que quiso”.
Jorgelina, emponchada, agrega: “Acá no se duerme bien y se pasa frío, pero no nos queda otro recurso. Nunca nos escucharon y ahora tampoco”. En el lujoso salón “La Escondida de Palermo”, a 1.630 kilómetros de los cortes de Humahuaca, el mismísimo Morales presagia «momentos difíciles a enfrentar juntos con temple, diálogo, vocación de unir y firmeza”.

San Roque. La movilización en la ruta. «Me pone mal ver a las señoras tristes porque quieren quitarles sus terrenos», dice Xioamara. (Fotos Lina Etchesuri)
¿Quiénes son los tipos valientes?
Hay muchas infancias alrededor jugando, corriendo, mirando. Adrián tiene 13 años, le gusta mucho jugar a la pelota e ir a la escuela para estar con sus amigos. “Vine a hacerle compañía a mi mamá que está luchando por nuestros derechos. Me pone mal ver a señoras tristes porque quieren quitarles sus terrenos”. Xiomara, de su misma edad, da esperanzas desde la naturalidad con la que se expresa: “Morales ha hecho mucho daño, quitando agua y tierras que no les pertenece, que son nuestras”. A Xiomara le gusta el fútbol, el boxeo y estudiar. Es de Boca y hasta no hace tanto jugaba en el club Villa Nueva de Humahuaca. “Que dé la cara Morales, que venga acá y se haga responsable de la sangre derramada”. Vio con sorpresa lo que Rodríguez Larreta decía por televisión sobre Morales: “Es un tipo valiente que no duda en defender los derechos de los jujeños, hubo una muestra esta semana de su temple y de cómo quiere evitar siempre situaciones de violencia”.

La gente y la tierra. (Fotos Lina Etchesuri)
A las 15 se abre el corte por unos minutos. Desde decenas de autos se toca bocina y se sacan las manos por la ventanilla en señal de apoyo. Un señor grita “basta con los cortes ya”; una camioneta acelera y amaga a irse contra la gente que al costado de la ruta golpea sus botellas de plástico vacías llenas de piedritas, o sus bombos, o lo que tengan en sus manos para hacer ruido.
Pegada a un muñeco de 2 metros y medio de alto, que lleva una bandera con el lema “Abajo la reforma”, Verónica hace ruido con sus palabras: “El gobernador siempre ha jugado sucio y esta no es la excepción; es una burla a su pueblo que hoy esté en Buenos Aires, como si acá nada ocurriese. No le importamos, se ríe de los pobres, porque nos ve sucios, con zapatillas rotas”.
Muestra sus borcegos raídos. Y muestra sus lágrimas mientras dice que no cesará el reclamo, porque eso sería “entregar la libertad”.

Natividad en el corte. María, de la comunidad Aparzo dice: «Qué mentiroso es”, en referencia al gobernador/precandidato a vicepresidente. «Nos va a esclavizar a toda la Argentina». (Fotos Lina Etchesuri)
“Dicen que Morales está en Buenos Aires, ¿no? Dicen que dijo que quienes estamos reclamando somos 10, 20 personas, ¿no? Qué triste esta realidad. Qué mentiroso es”, susurra María, de la comunidad originaria Aparzo. Ramona agrega: “Dicen que lo están aplaudiendo allá… nos va a esclavizar a toda la Argentina”.
Plata endulzada/ madre naturaleza
El viaje continúa. Juan, un vecino de Humahuaca que acompaña a las comunidades, se ofrece a llevarnos al centro para tomar un micro. Como no hay, y tampoco hay otra forma de llegar, nos acerca hasta Iturbe, el siguiente corte. La solidaridad brota en cada peldaño del camino. “El pueblo, unido, jamás será vencido”, es la canción de bienvenida, mientras los autos pasan a puro bocinazo. Un micro con destino a Iruya acelera y en una de las ventanas se lee una consigna repetida: “Abajo la reforma”.

Iturbe, otro de los puntos de la ruta hacia la Puna agregados que se suma al jujeñazo comunitario. (Fotos Lina Etchesuri)
Se arma una asamblea espontánea. Toma la voz Severiano Lamas: “Acá no hay referentes, no hay patrones, somos seres humanos, de carne y hueso. Nadie está a cargo del corte”.
Sigue: “Además, si hablamos de cargos, no podemos quedarnos solo en las personas que estamos acá, porque también está la arena, están las piedras”, acota mirando al piso. “Somos hermanos y nuestra madre es la naturaleza, la que nos dice que no nos podemos rendir”. Luego agrega: “El gobernador se ha enfermado, por testarudo, por haberse endulzado con el dinero; no es un burro, porque el burro es más inteligente que nosotros”. Y sentencia: “Ya no es nuestro gobernador, porque en su rol debe cumplirse la constitución y velar por nuestras necesidades. Nada de eso hizo ni hace”.

Peligrosos sujetos en la ruta, o las «futuras generaciones»: la niñez de las comunidades anda en monopatín, mientras sus mayores reclaman por los derechos, justamente, del presente y del futuro. (Fotos Lina Etchesuri)
Desmitifica Severiano rumores que se instalan y devienen en verdades al repetirse: “Dicen que nos dan planes, pero no recibimos dinero de ningún tipo, porque no podríamos hacer escuela de eso; que nuestros hijos y nietos vean que recibimos dádivas va en contra del pensamiento indígena”, con lo que Severiano explica la diferencia entre endulzados y el pensamiento originario.

Asamblea en Iturbe y un razonamiento de Severiano: “Dicen que nos dan planes, pero no recibimos dinero de ningún tipo». La causa: «Que nuestros hijos y nietos vean que recibimos dádivas va en contra del pensamiento indígena”. (Fotos Lina Etchesuri)
El agua y el litio
Jacinta es de la comunidad Azul Pampa, una de las nueve que se encuentran en el corte: “No queremos estar así, pero es necesario que la sociedad sepa que acá no tenemos agua ni para el ganado, ni para nuestros cultivos, ni para nosotros. Acá en ninguna parte hay agua, salvo alguito, bien pegadito al cerro”. ¿Por qué? “Por los calores extremos y por las grandes cantidades que se utilizan para el litio. Morales nos entregó por la plata, no tiene perdón. No sabe que la Pachamama es quien manda aquí”.

El reclamo, Morales y la Pachamama. (Fotos Lina Etchesuri)
Asamblea en Abra Pampa: sin periodismo, con amenazas
Se libera el paso nuevamente y para llegar al siguiente corte solo queda la opción del dedo. De la decena de vehículos que esperan pasar, nueve van hacia Iruya y uno solo a Abra Pampa. Hugo y Graciela, de Neuquén, casi no tienen lugar, pero lo inventan. El camino está lleno de llamas y la Quebrada de Humahuaca le va dejando paso a la llanura y a cerros más pequeños.
La concentración en Abra Pampa, ciudad cabecera del departamento de Cochinoca, es multitudinaria. Y hay una desconfianza a flor de piel. No es para menos: Abra Pampa fue el primer foco represivo la semana pasada, que luego se extendió a otras localidades.

Abra Pampa: empieza a caer la tarde, y el frío, en el lugar donde se desató el primer foco represivo. (Fotos Lina Etchesuri)
Piden identificación y no quieren dar nombres propios. Se arma una asamblea donde se van arrimando distintas personas a hablar con lavaca:
“Dice el gobernador que somos un pueblo rico, pero entonces por qué tenemos sueldos de miseria”.
“Nuestras escuelas rurales no tienen calefacción, y en muchas no hay ni luz. En invierno, acá las temperaturas llegan a los 27° bajo cero”.

Alimento y fuego: las ollas son una clave para la resistencia a 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar. (Fotos Lina Etchesuri)
“A menos de 100 kilómetros, en el Salar de Olaroz, se encuentra el yacimiento de litio Sales de Jujuy. Las maestras de las escuelas rurales cercanas están llenas de granos por el agua contaminada”.
“Hay muchos animales como vicuñas y hasta pumas que vienen al pueblo a tomar agua porque ya casi no hay en los cerros producto de los proyectos de litio y la minería”.
“El viernes de la semana anterior, gran parte de las comunidades caminaron en el Tercer Malón de la Paz que llegó hasta San Salvador de Jujuy. Quedaron sobre todo los abuelos y las mamás con chicos chiquitos. A ellos los reprimieron”.

Asamblea al anochecer en Abra Pampa. (Fotos Lina Etchesuri)
“De los medios masivos nacionales y provinciales acá no vino nadie a hablar con la gente, pero sí tenemos que bancarnos que opinen sin saber”.
“Todos los días estamos recibiendo amenazas de despidos, de descuentos en los sueldos, de inhabilitación por determinado tiempo para trabajar. Y hasta amenazas de muerte. Estamos siendo perseguidos por luchar. Con este panorama y sabiendo que están dispuestos a todo, ¿cómo vamos a querer revelar nuestras identidades?”
Hay 25 comunidades originarias sosteniendo este anteúltimo corte previo al de La Quiaca, lindante a la frontera con Bolivia. Estamos a más de 3.500 metros de altura. Son las 20 horas y el frío hiela, entra por todos lados. No alcanzan un buzo, un pullover y una campera. Ni guantes. Ni bufanda. A la madrugada, será peor. Se duerme a la intemperie, en el piso, en colchones, sobre tarimas de madera, con fuegos alrededor que amenizan un poco el microclima.
Termina la asamblea y Raúl dice que pongamos su nombre, que ya está jugado. Y cuenta por qué resisten días y días con climas extremos: un calor sofocante de día y un frío que muele los huesos de noche. “Si nos vencen acá, perdemos todo, porque a partir de la reforma no podremos protestar, vendrán aún más por nuestras tierras, por el agua, por nuestra vida. No nos queda otra que aguantar. Es ganar o morir”.

(Fotos Lina Etchesuri)

(Fotos Lina Etchesuri)

(Fotos Lina Etchesuri)
Nota
Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.
En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.
Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.
Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil.

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)
Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”.
La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”.
La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.
Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.
La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada.
“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a Gabriel. Conviven con nosotros y el miedo es grande y está”.
Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.
“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.
Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.
El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.
De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.
Nota
Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.
La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.
El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.
La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.
El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.
Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.
Nota
MU 210: La batalla final


El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?
Las notas de esta edición:

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez
¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano
¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla

Carla Soggiu: La impunidad avanza
Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy
¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini

Crónicas del más acá: Al trote
POR CARLOS MELONE

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas
La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel
Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini

Sin protección: Ley contra el Acoso y después
Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes
Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel

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