Nota
En Chaco con la mamá de Cecilia Strzyzowski: “Si la impunidad sigue van a subir los números de desaparecidas y desaparecidos”

«Me han sacado tanto, que hasta me sacaron el miedo». A tres semanas de haberla visto por última vez, la mamá de Cecilia Strzyzowski, Gloria Romero, recuerda a su hija: desde su nacimiento, sus bromas permanentes, el sueño de conocer a Messi y de viajar, hasta los intercambios entre madre e hija de memes deportivas y «choluladas». Cuenta a lavaca cómo le cambió la vida, lo que está atravesando, la necesidad de encontrar justicia, y de encontrar a Cecilia: «Despedir a mi hija como corresponde», dice.
Habla de los “intereses políticos” que se colaron en el caso y del apoyo que recibe de mujeres «del partido del Coqui» (Jorge Capitanich). Mientras tanto, la investigación avanza con pruebas halladas en el terreno de la familia Sena que ya están siendo peritadas y comprometen cada vez más a los imputados. Además, el equipo de fiscales a cargo de la investigación y el Procurador General de Chaco adelantaron que el juicio de la causa será por jurados.
Por Franca Boccazzi
Tres inyecciones diarias tuvo que darse Gloria durante un buen tiempo para combatir los problemas de fertilidad que le impedían concretar el deseo ferviente de ser mamá. La mala racha de abortos espontáneos terminó cuando, por fin, uno de los muchos intentos se convirtió en un embarazo delicado, pero viable. Seis meses después nació Cecilia, tan deseada y soñada que cuando llegó a este mundo ya tenía su primera bicicleta nueva esperándola para pasear.
Cecilia superó las dificultades de ser una bebé seismesina gracias a los cuidados intensos y el amor de su familia. La voz de Gloria, del otro lado del teléfono, se torna maternal y sincera: “¿Entendés lo que era Cecilia para mi?”.
El termo y el dólar blue
Gloria Romero vive en Resistencia, Chaco, y desde hace 22 días que no descansa en paz: desde que su hija se encuentra desaparecida su vida cambió para siempre. “Yo vivía en mi mundito de correr, el fitness y nada más. En Facebook vas a ver que me gustan las artesanías, hago artesanías, me gusta tejer, bordar”, dice y sigue: “Yo era una ama de casa común, que vivía en un termo porque no me gusta la televisión, no miro noticieros porque a mi no me cambia la vida que el dólar blue suba porque ni siquiera he conocido un dólar en mi vida. Yo sabía que tenía que laburar y nada más, como cualquier persona de clase media pobre”.
Cecilia Strzyzowski tiene 28 años. Su familia la vio por última vez el jueves 1 de junio. Desde entonces, la extrañan. Para Gloria no hay dudas de que la mayor característica de Cecilia es el humor y la alegría hasta en los momentos más difíciles: hace 10 años la joven fue quien la sacó de la silla de ruedas después de haber tenido un accidente y pasar por una rehabilitación muy dolorosa. Cada vez que Gloria rezongaba para levantarse y caminar Cecilia parodiaba una escena famosa de la película Hombres de honor y le gritaba: “¡Cocinero, quiero mis 12 pasos!”. Con una voz risueña Gloria define: “Así era, te juro. Tenía una personalidad que no podías estar 5 minutos sin reírte, era alegría 24/7 y con un humor negro… Yo creo que si estuviera en este momento incluso haría chistes de su propia muerte”.
¿Qué cosas le gustaban?
Estaba empezando a ahorrar porque quería ir al próximo mundial, me decía: «Mami, vamos a ir al próximo mundial, no sé cómo pero nosotras vamos a estar ahí». Porque es re futbolera, súper futbolera, y además de ser bostera soñaba con conocer a Messi. También quería aprender básquet, quería aprender a tocar el violín, a pintar, estaba haciendo un curso de pintura, de escultura, otro de estética. Ella hacía mil cosas a la vez. Otro sueño que tenía era conocer a Tinelli, ser coreógrafa y llegar a trabajar con él. Tenía tantas ganas de vivir y tanto miedo a la muerte que lo que más le preocupaba si se subía a un avión era que el avión se cayera.
¿Qué relación tenías con tu hija?
Estábamos 24/7 conectadas por Whatsapp o Instagram. Nuestra vida era mandarnos memes, contenido de deporte o de la cholulada. Y las charlas eran eso, la dieta fitness, el nuevo top deportivo, las zapatillas para correr, alguna receta de budín proteico… Éramos dos taradas -dice entre risas-; si alguien ve nuestras conversaciones parecíamos adolescentes, porque éramos muy compinches. Antes de que ella se casara íbamos al gimnasio juntas, y después de que se casó salíamos juntas o ella venía a casa los fines de semana. Nuestra relación era así, como amigas.
¿La notaste cambiada el último tiempo?
En el último año, después de que se casó, empezó a abandonar todo. Y yo le insistía: «Hija, no podés abandonar las cosas que a vos te gustan, tenés que seguir haciendo lo tuyo». La veía medio tristona. Ella había puesto una cafetería que no funcionó, entonces en las últimas semanas, antes de que pasara todo, le dije: “Listo, no anduvo la cafetería pero el local está cerrado y lo siguen pagando, sacá todo y poné un gimnasio que es lo que a vos te gusta”. Porque eso es lo que teníamos: cuando ella se caía yo la levantaba y cuando yo me caía ella me levantaba. Y bueno, sacaron todo e iban a poner un lugar para yoga, reiki y todo lo que tenga que ver con artes marciales y danza. Estaba con todo eso y, de repente, salió la propuesta del viaje y el proyecto de irse a vivir al sur.

La causa y la política
El 1º de junio Cecilia se despidió de la familia, pasó la noche junto a su marido César Sena y a la mañana siguiente fueron a lo de sus suegros: Marcela Acuña y Emerenciano Sena, quienes hasta ese momento se postulaban como diputado e intendenta de Resistencia en la lista oficialista del Frente Chaqueño. El plan era pasar un rato antes de viajar ese mismo día en avión desde Corrientes a Ushuaia con escala en Buenos Aires. Iban a pasar un tiempo allá porque tenían el proyecto de instalarse y trabajar en el sur.
Tras cinco días sin novedades, su tía abuela Mercedes Flores se acercó a la Comisaría Quinta de la capital chaqueña a denunciar su desaparición. El 6 de junio la fiscalía Especial de Violencia de Género 4 tomó el caso de la desaparición de Cecilia e inmediatamente lo calificó como femicidio.
El pasado jueves 22 de junio los fiscales a cargo de la investigación, José Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nela Velázquez junto al Procurador General de Chaco, Jorge Canteros, brindaron una conferencia de prensa en la que sostuvieron la hipótesis de que a Cecilia la mataron en la casa de la familia Sena y que “hubo un trabajo de inteligencia, muchas personas participaron de este hecho delictivo y tuvieron varios días para descartar pruebas”. César Sena, Marcela Acuña y Emerenciano Sena están detenidos. Además lo están por considerarlos partícipes: Gustavo Melgarejo, Griselda Reynoso, Fabiana González y Gustavo Obregón.
Por otra parte, los fiscales a cargo del caso anticiparon que cuando venza el plazo para resolver la situación procesal de las personas imputadas, van a pedir prisión preventiva. Además, confirmaron que la causa será llevada adelante mediante un juicio por jurados.
Mientras tanto, el cuerpo de Cecilia sigue sin aparecer, por lo que se convocó nuevamente al equipo de antropólogos de Córdoba que ya había descartado pruebas óseas y rastros biológicos la semana pasada, con el objetivo de que examinen nuevos restos óseos hallados en el canal Quijano del Río Tragadero, en el predio de los Sena, junto a un dije y anillos que podrían ser de Cecilia. Estas pruebas se suman a una valija con ropa quemada encontrada el domingo pasado que ahora está sometida a peritajes para confirmar si es la misma que Cecilia había preparado para viajar al sur junto a César Sena.
¿Sentís que hubo intereses políticos metidos en el caso?
Sí, eso fue lo más doloroso. Ya en la primera reunión que tuve con el fiscal Gómez terminó siendo una guerra campal entre mi abogado y él donde pelearon por cuestiones personales o de política, y yo, una mamá desesperada que quería saber qué pasó con Cecilia, estaba dibujada. La vida de una chica de 28 años que tenía más sueños que estrellas en el cielo, como ella siempre decía, no vale nada. Es solo un número. Somos descartables, y si la impunidad sigue van a empezar a subir los números de desaparecidas y desaparecidos. Yo pensé que esto había terminado hace 40 años y no. A mi me sacaron todo: a mi hija, la posibilidad de encontrar un cuerpo, me sacaron la posibilidad de un luto tranquilo, de llorar, me sacaron todo. Me han sacado tanto que hasta me sacaron el miedo.
¿Cómo te sentís respecto al apoyo de la gente?
El apoyo de la gente es muchìsimo, de la Multisectorial y, sobre todo, el apoyo de las mujeres, incluso de muchas que son del partido del Coqui (Jorge Capitanich).
¿Tenés esperanzas de encontrarla?
Yo quisiera encontrar aunque sea un pedacito de ella para llevarla a la Basílica de Itatí, porque ella era muy devota de la Virgen de Itatí. Quisiera tener algo para poner en una urnita y despedir a mi hija como corresponde, dejarla allá para que encuentre paz. Y bueno, tal vez nunca sepa cómo murió realmente, si le dolió mucho, si la torturaron. Eso me da vueltas en la cabeza, cómo fueron sus últimos momentos, si fue rápido, si sufrió… Es lo que más me duele, me duele en el alma.
La última imagen de Cecilia es del 2 de junio cuando ingresó con su esposo a la residencia de los Sena en la calle Santa María de Oro 1460, Resistencia, de donde no volvió a salir.
Todavía Gloria, su mamá, espera encontrarla.

Nota
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo.
Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país.
Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle.
Video: Sebastián Smok.
De la economía popular a la formal
“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más.

No con el FMI
Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”.
Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.
Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”.
Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Significado de la libertad
Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.
¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Fotos y video: Sebastián Smok.
¿Por qué creés que quieren que se termine?
Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable.
Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?
Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión.
¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?
No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más.
¿Cómo volvemos para volver a ser marea?
Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.


Nota
Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.
A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).
Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.
La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.
Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Por Anabel Pomar

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.
En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).
¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.
En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires.
¿Por qué se incluyó a nuestro país? Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.
Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.
Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.
El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.
Omnipresentes
Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Los resultados de los venenos en materia fecal.
En los hogares
Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.
Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.
A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.
Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.
La mordaza
En la conferencia virtual –toda en inglés– que duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.
Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.
Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.
El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.
Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.
“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la investigación.
En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.
La vida cotidiana asediada
En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.
En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Nota
Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.
Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes.
En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó:
- La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
- Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
- La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
- Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
- Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.
Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.
El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas.
El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.
El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.
Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento.
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