Nota
La Garganta grita: “Este Presupuesto tiene una sola receta para sostenerse: a los palazos”
Infiltrados, pruebas plantadas, detenciones al voleo y armado de causas: el método Bullrich quedó expuesto una vez más a partir de la brutalidad de la represión policial que ocurrió a decenas de cuadras del Congreso y en la avenida más importante del país durante el debate por el Presupuesto. “La discusión de si fue un enfrentamiento acá no tiene lugar: lo que tienen que explicar es una cacería humana”, dice Nacho Levy, referente de la organización villera y uno de los detenidos, a lavaca. A Francisco Pandolfi, otro de los apresados, le plantaron una barreta frente a las cámaras de televisión y lo amenazaron de muerte: «El único elemento contundente que yo tenía era mi celular, con el que intentaba hacer el trabajo periodístico». Por qué persiguen a La Poderosa y cómo siguen las estrategias desde abajo para garantizar la vida después de la media sanción de un proyecto que promete azotar a los barrios más vulnerables.
La imagen no deja margen para operaciones.
El reloj marca las 15:53 del miércoles 24 de octubre, y las cámaras de Crónica TV no solo muestran la brutal represión desatada como antesala a la media sanción del presupuesto de ajuste votado por 138 diputados y diputadas de madrugada, sino también el momento exacto en el que la Policía de la Ciudad detiene a dos integrantes de La Garganta Poderosa, organización villera y medio independiente, en 9 de Julio y Carlos Calvo, a 15 cuadras del Obelisco y a cuatro de Constitución, en plena desconcentración.
También registra el preciso instante en que uno de los efectivos le planta una barreta a Francisco Pandolfi, uno de los detenidos, y los comentaristas reproducen la mentira: “Han detenido a esta persona que tiene una barreta al lado. Aparentemente a este joven lo encontraron con una barreta en la mano. Y lo detuvieron, en conjunto con otra persona más, que está al lado de él”, dice el cronista. Todo se vio por televisión.
La Policía de la Ciudad le planta una barreta a uno de los compañeros de La Poderosa detenidos, y las cámaras reproducen la mentira. pic.twitter.com/GxAXsxYebB
— La Garganta Poderosa (@gargantapodero) October 24, 2018
La “otra persona” es Nacho Levy, uno de los referentes de ese colectivo de asambleas villeras de todo el país. Ellos fueron dos de los cuatro miembros de La Poderosa apresados (junto a Gonzalo Zamudio y Lucas Zunino), que a su vez fueron parte de lxs 26 detenidxs que llevaron hasta la Alcaidia 9 de la Comuna 10, en Floresta, y liberaron recién pasadas las dos de la mañana del jueves. Pandolfi, en diálogo con lavaca, aún herido, describe la cacería con detalles:
- “Estábamos a 15 cuadras del Congreso. Diez minutos antes había habido una razzia tremenda por el Metrobús, que intentamos filmar y fotograffiar. Después, vemos cómo vuelven un montón de motos, se suben a la vereda y empiezan a agarrar gente. Había dos venezolanos, un turco. Nos metemos con una compañera en un palier de un edificio a ver si podíamos evitar que nos agarraran. Intentamos salir corriendo. Laura, mi compañera, se cae. Ahí volvemos con Nacho, y cuando intentamos agarrarla a ella, a mí me tiran al piso, me golpean la cabeza contra el suelo, me reducen y me intentan plantar una barreta. Así, sin ningún pudor. También dicen que tenía una matera y una máscara de gas. El único elemento contundente que yo tenía era mi celular, con el que intentaba hacer el trabajo periodístico desde la Garganta y poder cubrir una razzia indiscriminada que cada día se profundiza más. Cuando ya nos detienen, me levanto para intentar decirle algo a mis compañeros para que puedan difundir. Y un policía me dice: ´Una palabra más y no la contás´. Una amenaza de muerte, literal, que me heló la sangre. Naturalizar este tipo de hechos es lo que nos lleva a un abismo”.
#NoAlPresupuesto Así detenían a compañeros de @gargantapodero pic.twitter.com/K5T06xfNem
— lavaca tuitera (@Lavacatuitera) October 24, 2018
La cacería también incluyó a trabajadorxs de Télam, de SUTEBA de Moreno (el sindicato de base que hace casi tres meses exige justicia por las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, y el esclarecimiento del secuestro de Corina de Bonis) y de Astilleros Río Santiago, entre otros. “Se actuó con rapidez y firmeza”, celebró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la conferencia en la que justo al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, apuntaron contra cuatro extranjeros que fueron detenidos para “poder expulsarlos del país lo más rápido posible”. Sin embargo, según los relatos de los protagonistas, el modus operandi del operativo fue el mismo que ocurrió durante la represión al rechazo de la reforma previsional en diciembre: detenciones al voleo, imputaciones por resistencia a la autoridad en aprehensiones en plena desconcentración, infiltrados.
El diseño del operativo dejó en claro que un presupuesto que recorta áreas esenciales como Educación, Salud y Vivienda para privilegiar el pago de intereses de deuda, necesita un tipo de control territorial y de violencia hacia los tejidos sociales que, desde los barrios, politizan lo que votaron 138 legisladores, y que ayer se expresó en la masiva y pacífica manifestación: el actor más importante fueron los movimientos sociales.
En ese marco, y en plena desconcentración, golpearon y detuvieron a los integrantes de La Poderosa. Lavaca habló con Nacho Levy, referente de la organización.
¿Cómo estás?
De un lado de la cara tengo la mandíbula dolorida y se me traba. Cagado a palos el hombro, también.
Ya sabemos qué pasó ayer, pero no vimos el detrás de escena. ¿Cómo fue esa cacería que denuncian?
Esta vez no hay pocos testigos, no pasó en nuestros barrios donde no entran los medios: ayer lo vieron miles de personas. Lo vieron chiquitos de primaria que estaban en la 9 de Julio adentro de los escolares, miles de laburantes atascados en los semáforos, vieron cómo las motos de la policía avanzaban y arrastraban a transeúntes eventuales y que terminaron en los calabozos con nosotros.
¿Por qué los llevan a ustedes?
Tiene que estar filmado todo: al Rifle (Francisco Pandolfi) y a mí nos cagan a palos y nos llevan detenidos por intervenir cuando la detienen a Laura (compañera de la organización) y la tiran al piso. Detuvieron a un economista turco nacido en Estambul que no sabía de la votación del Presupuesto y terminó en el mismo calabozo que nosotros. Y también a Lucas Suárez, que apenas salió del subte lo cagan a palos y lo tiran en el camión arriba mío, donde nos tienen 3 horas y cuarto hasta que nos liberaron a las 2 y media de la mañana. Aun si llegaron a la conclusión de revalidar que los dirigentes populares somos sucios, malos y feos, nos tienen que explicar por qué se llevaron al turco y a Lucas Suárez.
Sin embargo, no parece casual que hayan detenido a militantes villeros, quienes más van a sufrir y a trazar estrategias para contener el Presupuesto que se votaba en el Congreso
Ahí hay dos cosas: no se trata solamente de una teoría conspiracionista, porque lo más grave que pasó ayer no tiene que ver con lo que sufrimos los militantes que, de alguna manera tenemos una cobertura, porque nos están llamando, porque nos hicieron el aguante, porque algunos medios nos dan visibilidad. Creo que lo más grave que pasa es de qué manera los Lucas Suárez afrontan el avasallamiento de todos sus derechos en el medio de la avenida más importante del país. Ese nivel de naturalización e impunidad hay que desarrollarlo para no quedarse con este el pedacito de problema. Hay un avasallamiento sobre los derechos de los compañeros más desguarnecidos que los vemos todos los días.
Por otra parte, resulta curioso que los detenidos sean de Télam, Astilleros Río Santiago, Suteba Moreno y La Garganta.
La discusión que íbamos a dar y para lo que nos organizamos ayer no era para ir a la puerta de una comisaria: ahí nos pusieron. Ellos nos querían discutiendo ahí quién era el malo de las organizaciones sociales: no queríamos discutir eso. No es de números, es una cuestión de seres humanos; no queremos que nos expliquen cómo es el déficit cero: queremos que nos expliquen cómo vamos a sobrevivir nosotros con ese recorte. Como hacen los de La Poderosa Entre Ríos, que van al basurero a buscar algo para morfar. En los barrios tenemos listas de espera que superan el 70% de la capacidad de los comedores. Cuando los movimientos pedimos que se declare la Emergencia Alimentaria queremos decir que no hay para morfar y que si no hay no se puede retroceder más: no hay dónde para retroceder. Ayer había que hablar de Sandra y de Rubén, ahora nos quieren decir que van a poner 77% menos de infraestructura escolar. Que nos expliquen cómo se sobrevive. Nosotros creemos que este modelo y este presupuesto tienen una sola receta en una perfecta postal de cómo piensan sostener ese plan: a los palazos.
Si el modelo está en su faceta más descarada, ustedes que sí saben cómo generar esas condiciones básicas de la vida, ¿cómo van a seguir ahora?
Gritando más fuerte, encontrándonos más fuerte para poder construir esa unidad que tal vez sea lo único bueno que nos pasa en este escenario: que nos vayamos encontrando los que podríamos habernos encontrado antes. Nos encontramos en la idea de que hay ciertos derechos y ciertos límites que no se pueden avasallar. Hemos sido siempre cuidadosos de cantar que esto es una dictadura, porque sabemos lo que fue y lo seguimos pagando. Pero también hay que decir que esto no merece llamarse democracia, que es inadmisible en el marco de cualquier orden democrático: desde la violencia institucional del Congreso votando el presupuesto hasta la práctica directa del aparato represivo para contener ese modelo.
¿Quiénes son los responsables?
Ayer se volvió a ver eso: esta democracia tiene a contraluz de su cara visible una cara invisible e impresentable que para nosotros está muy bien expresada en Patricia Bullrich, el rostro de lo que padecimos ayer. Basta ver las características de la cacería y compararla con la que Bullrich dispuso en la reforma previsional y te das cuenta que es el mismo dispositivo. D´Alessandro (Marcelo, secretario de Seguridad de la Policía de la Ciudad) ayer por la mañana absorbía la responsabilidad del operativo, entonces que explique con quién acordó esa cacería en 9 de Julio y Carlos Calvo. Vamos a pedir a D´Alessandro, que es un garante tan democrático, que presente las cámaras de seguridad de la avenida más importante del país así se puede ver perfectamente lo que pasó. Y si no puede, que renuncie o denuncie que la verdadera responsable fue Patricia Bullrich. La discusión de que fue un enfrentamiento acá no tiene lugar: lo que tienen que explicar es una cacería humana.

El momento de la detención de Nacho Levy y Francisco Pandolfi, en medio de la desconcentración a 15 cuadras del Congreso. Foto: Nacho Yuchark
Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
- Revista MuHace 4 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- AmbienteHace 4 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná
- ArtesHace 1 semana
Vieron eso!?: magia en podcast, en vivo, y la insolente frivolidad
- ActualidadHace 4 semanas
Los vecinos de Cristina
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Acto trans por más democracia