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El grito que falta: familiares de víctimas de femicidios reclaman justicia y escucha estatal

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En San Martín, familiares de víctimas de femicidios se dieron cita el mismo día en que Alberto Fernández anunció medidas contra la violencia machista. Dieron así la letra que falta y que urge para atender a las familias destruidas por la impunidad y la pobreza. De los 63 femicidios en lo que va del 2020 a la mirada histórica de qué significa el Estado femicida: historias y crónicas de los casos y las voces que denuncian los abismos entre las políticas y la realidad.

La Plaza Sarmiento, en Villa Ballester, es parte del partido general San Martín, la Ciudad Juárez bonaerense, donde la lógica femicida sigue extrañas coincidencias de secuestros, descuartizamientos, búsquedas, encuentros por parte de mujeres, complicidad policial e impunidad judicial. Ese es el lugar del encuentro de familiares de víctimas de femicidios el domingo 1 de marzo.

A la Plaza Sarmiento van llegando decenas de madres e hijas con remeras blancas que llevan estampadas los rostros de las mujeres asesinadas. Muchas llegan llorando y no pueden ni hablar. Todas se abrazan, y comparten desde el dolor que las une la fuerza y las ideas para lograr salir del lugar en el que están: la injusticia, las amenazas, la falta de escucha estatal, la pobreza.

Muchas de las madres llegan con sus nietos de las manos: es que quedaron, tras las muertes, además de todo a cargo de ellos. La mamá de Débora Giménez, asesinada el 12 de enero de este este año, dice que le contó a su hija que su madre ahora es una estrella, y la niña le preguntó  entonces si mañana, durante el primer día de clases, su estrella-madre la vería vestir el delantal de primer grado.

Entre lágrimas, Paola, abuela devenida en segunda madre, le dice que sí, y que su madre como todas las mujeres asesinadas también están hoy junto a las decenas de mujeres que posan juntas con las manos en alto, gritando “presente”, en la plaza Sarmiento de Villa Ballester.

El grito que falta: familiares de víctimas de femicidios reclaman justicia y escucha estatal
Foto: Lina Etchesuri

Cambiar el enfoque

El mismo día en que el Presidente Alberto Fernández anunció medidas contra la violencia machista (el refuerzo de una línea telefónica y capacitación para funcionarios), por la tarde familiares de víctimas de femicidios se citaron a 30 km del Congreso, para pedir justicia por sus hijas y hermanas y reclamar medidas concretas y urgentes. La coincidencia con la apertura de sesiones fue casual, y por eso más simbólica.

La jornada estuvo convocada y organizada por la familia de Araceli Fulles, la joven de 22 años desaparecida el 1 de abril y encontrada asesinada el 27 abril de 2017. Las sospechas sobre sus femicidas incluyen bandas pesadas del barrio, con vínculos parentales con policías y garantía judicial. Como parte del corolario de esa mafia, el único detenido por su crimen, Darío Badaracco, fue asesinado a golpes y con agua hirviendo en abril del 2019 en el penal de Sierra Chica.

Su caso es paradigmático en la zona, y no hay nadie en los barrios que no conozca la sonrisa de la joven, su fanatismo por River, el amor de sus padres y la fuerza de sus hermanos; todos, juntos, organizaron este emotivo encuentro que funcionó como un abrazo colectivo. Otra excusa: juntar firmas para convertir el “banco rojo” de la plaza Sarmiento en un monumento a Araceli y a todas las víctimas de femicidio.

Desde Pompeya viajó también la familia de Carla Soggiu, la mujer de 28 años que fue secuestrada, violada y golpeada por su pareja, y que tras la denuncia por esa violencia –por la cual se lo condenó a 6 años de prisión en suspenso- fue hallada flotando en el Riachuelo, cuatro días después de activar el botón antipánico. Su crimen no se investiga como femicidio ni conecta el hecho con la golpiza.

Las historias de estas dos mujeres bastan para dar cuenta de qué hablan hoy las familias cuando reclaman justicia y de por qué la bandera que cuelga de la reja de la canchita de la plaza que dice “Estado femicida” no es una consigna sino una realidad. Mónica, la madre de Araceli, apuntó desde el escenario contra la impunidad que encubre a todos los casos: “La justicia es corrupta. La policía está involucrada. Nos sentimos desamparados”, mencionó. Sin embargo, también aclaró que el motivo del encuentro es amplificar una voz común: “Las víctimas no nos callamos más. Nos van a tener que escuchar, porque estamos muy empoderadas”.

Por su parte, el padre de Carla, Alfredo, fue contundente: “Necesitamos que la justicia patriarcal cambie el enfoque. En los juicios se habla solo de nuestras hijas, de lo que hacían, y eso no puede ser. No queremos que nuestras hijas estén en una foto: las queremos con nosotros”.

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Foto: Lina Etchesuri

Femicidios 2020

Al tiempo que el verano mediático agitaba el brutal crimen de Fernando a manos de una patota en Villa Gessel, ocurrieron al menos 63 femicidios en lo que va del 2020, poco amplificados por los medios. En la Plaza está la familia de Débora Giménez, 26 años, fallecida el 12 enero a raíz de un disparo en la cabeza el día 5. Paola, su madre, cuenta el caso: “Ella era policía: siempre traba de ayudar a todo el mundo, era muy servicial. Tenía un mes de casada y quince días que se había mudado a Derqui con el marido, cuando vivió toda la vida en San Martin. El día 5 yo recibo un llamado a las cuatro y pico de la mañana diciéndome que ella se había pegado un tiro. Al llegar al hospital nos cuentan que mi hija había llegado sin el marido, que después dijo que ella se había intentado suicidar. Preguntamos cuál era el ingreso del orificio: tenía un orificio de bala de entrada del lado izquierdo, cuando mi hija no maneja la zurda”.

Su pareja, el policía Pablo Gómez, apuró la hipótesis del suicidio, pero algo no cerraba: “El marido me llama contando que supuestamente ella se disparó y hace todo un teatro de que ella estaba mal, estaba depresiva, cuando en noviembre ella tuvo su tratamiento y el psicológico le dio bien, por eso la dejaron seguir trabajando. Él declara que mi hija estaba drogada en el momento de los hechos, pero en los estudios que le hicieron estaba limpia”.

El grito que falta: familiares de víctimas de femicidios reclaman justicia y escucha estatal
Familia de Débora Giménez. Foto: Lina Etchesuri

Las autopsias siguen desmintiendo al hombre, que igual se encuentra libre: “Estamos esperando que el fiscal entregue las escuchas de teléfono secuestrado de mi hija”. Una de sus hermanas es testigo de una llamada clave: “Previo a todo esto, mi hija a las 3 de la mañana llama a mi otra hija llorando diciéndole “voy para tu casa”. Como no llegó a la casa mi hija la llama para preguntarle qué pasó, y ahí Débora atienda y deja la llamada abierta, y mi otra hija escucha toda la discusión que este hombre niega. Por eso el fiscal secuestró el teléfono”.

Paola derrama una lágrima por palabra y asegura que ya conocía a la mamá de Araceli, Mónica, antes del asesinato de su hija: “He acompañado a muchas de las marchas, conocía a la mamá de Araceli, pero nunca creí estar acá cómo madre”.

¿Qué ve en común en todos los casos?

La mayoría de los asesinos son hombres manipuladores. Mi hija siempre estuvo apoyando esta lucha, siempre me decía que uno tiene que vivir por sus hijos, brindarles lo mejor y enseñarles a confiar. Me duele que no haya confiado para pedirme ayuda, porque ella era víctima de este hombre que la maltrataba, la golpeaba, y la mayoría de estos casos son así: estos hombres manipulan y las tiene sometidas.

¿Cómo se logra justicia?

Hay que empezar a hacer marcha a la fiscalía. Yo no tenía abogado, tantas veces me iba sola de los Tribunales sin nada… La única manera que te escuchen es llevar gente, hacer barullo, sino nadie te escucha.

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Foto: Lina Etchesuri

La burla estatal

Natalia Sabán tenía 16 años y vivía en villa Hidalgo, José León Suárez. El 8 de diciembre de 2019 su familia recibido un llamado similar al caso de Débora: Natalia tenía un tiro en la cabeza. Falleció finalmente el martes 10, a las diez y media de la mañana. Quién fue, según su madre Malvina: “El día 9 el novio de ella y toda su familia desaparecieron de la casa y nunca más se los vio: tienen pedido de captura”. Todos los caminos llevan a responsabilizar a Matías Agustín Cano (20), ex novio de la joven, presente en el momento de los hechos.

Malvina: “(A Matías) Lo conocíamos de vista, ni siquiera lo había presentado. El muchacho no llegó a nuestra casa ni nada. Esto pasó un domingo; estaba en la casa de mi hermano comiendo y después se fue a mi casa; estuvo ahí hasta las 8 y media y dijo que se iba a la casa de la abuela y no, se había ido a la casa del novio. Y 11 y cuarto de la noche nos enteramos que tenía un tiro: no sabíamos dónde, salimos al hospital y nos encontramos que tenía un tiro en la cabeza”.

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Malvina, mamá de Natalia Sabán, 16 años. Foto: Lina Etchesuri

¿Qué se sabe de la escena del disparo?

Estuvieron cuatro personas: la madre, el novio de mi hija, mi hija y la amiga, nadie más. La amiga no habla porque dice que está amenazada. Y la familia de él dice que la que disparó fue una criatura de 10 años. Se hizo la reconstrucción del hecho y no da lo que dice el nene: dice el arma estaba empuñada con las dos manos, la altura tampoco le daba. El nene dice que tiró y los médicos forenses dicen que Nati tenía el arma apoyada en la cabeza. Hay contradicciones.

¿Cómo se mueve la causa?

La causa la estamos moviendo nosotros, nosotros llevamos la mayoría de las cosas, de testigos. Nosotros nos movemos más que todos y por eso hacemos, cada mes, una marcha a la fiscalía para que se muevan y no quede en el olvido como otras chicas que quedan como si nada. Lo único que estoy pidiendo es justicia, que los asesinos de ella estén presos, que caigan, que empiecen a mover lo que haya que mover para que los agarren. Incluso ellos estuvieron otra vez en la villa hasta que yo llamé al patrullero, y la comisaria de Suarez me decía que no había móvil para ese momento. Todo es así: es como si fuera que la misma policía se burla de uno.

¿Cómo les cambió la vida?

Nos cambió la vida totalmente. Yo tenía 2 hijos, Nati era la mayor y mi hijo menor tiene 14 años. Nati era la alegría de la familia, el domingo era juntarse, ella jugaba a las cartas, le gustaba bailar, iba a danza. Ahora ya no es nada igual; tratamos de seguir adelante haciendo cosas, queremos que se haga justicia, nos movemos nosotros, estamos acá hoy acompañando a ellos también, mutuamente nos acompañamos. Pasamos por el mismo dolor todas las que estamos acá.

¿Qué tienen en común y que reclaman hoy en esta Plaza?

Hay mucho en común: siempre es la pareja de las chicas. No hay mucha diferencia: a mi hija le pegaron un tiro, a la otra la violaron, a la otra la enterraron, pero siempre es un novio. Eso es lo que más bronca te da, porque vos estas confiado que tu hija tiene alguien que la quiere y después mira cómo termina todo. Lo peor que hay es la impunidad, que no haya justicia. Eso estamos pidiendo.

Organizarse y remar

Mariana lleva en su remera blanca la foto de Kevin, su hijo, asesinado en circunstancias no esclarecidas por cuatro balazos cuando se encontraba trabajando de remisero. Junto a siete otras madres, tres de ellas familiares de mujeres asesinadas (entre ellas, la mamá de Natalia Sabán), crearon la asociación Resurgir después de vos, desde donde motorizan un programa radial con el mismo nombre. Desde esa asociación también presentaron al Consejo Deliberante de 3 de febrero una iniciativa para que los reconozca como especialistas para asistir a familiares de víctimas de femicidios y asesinatos. Todas son del conurbano bonaerense.

¿Cómo se conocieron?

En los tribunales. Hacía muy poquito que había pasado lo de mi hijo. Malvina se acercó, después nos encontramos en un canal de cable, y fue surgiendo la idea de organizarnos. Hicimos el programa de radio, y acá estamos.

¿Qué tienen en común?

Todas atravesamos el mismo dolor. Son diferentes causas pero el dolor es el mismo.

¿Qué es lo que más duele?

La pérdida de un hijo, de una hija, la falta de justicia. Estamos muy enojadas, no nos apoyan en nada. Tenés que estar re mando contra la corriente continuamente y no puede ser así. Una tendría que estar más tranquila pensando que los q le hicieron esto a nuestros hijos van a recibir el castigo que corresponde.

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Foto: Lina Etchesuri

Cae la tarde en Villa Ballester, mientras se despide el caluroso sol del domingo y las sirenas de la policía municipal quedan iluminando la Plaza Sarmiento. Las banderas, colgadas en las rejas de la canchita, recuerdan a las mujeres cuyos crímenes, sus coincidencias, lograron reunir a familias disímiles, de distintas partes del conurbano y la Capital, sorprendidas por el dolor y la injusticia, curtidas en esta organización que busca forjar su propia reparación histórica, su propia Verdad y Justicia, y su Nunca Más.

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Octubre con 18 femicidios, 2 travesticidios y 20 intentos de asesinato: datos actualizados del Observatorio Lucía Pérez sobre la violencia patriarcal

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Mientras se celebraba el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias en San Salvador de Jujuy, la propia provincia se conmocionó ante la noticia del femicidio de Natividad Cañizares, de 68 años. Fue el 12 de octubre. Cuando la multitud se preparaba para marchar desde las afueras hacia el centro de San Salvador de Jujuy, llegó la noticia de que Natividad había sido apuñalada por su ex pareja, un ex policía que fue detenido por los propios vecinos. Natividad ya había denunciado sin éxito el peligro en el que se encontraba. Ella vivía a cuatro cuadras de Florencia la casa de Florencia Sayes, asesinada en ese mismo barrio el mes anterior por su pareja. Florencia tenía una hija.

El contexto del que el Estado no parece hacerse cargo a fondo: el Observatorio Lucía Pérez registró en lo que va del año 158 huerfanxs por femicidios. 

Octubre con 18 femicidios, 2 travesticidios y 20 intentos de asesinato: datos actualizados del Observatorio Lucía Pérez sobre la violencia patriarcal

En lo que va del año el Observatorio, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 254 femicidios y travesticidios en todo el país. Es decir 254 crímenes en los 306 días que lleva este año transcurridos. 

Tomando solamente octubre, en el mes se registraron 18 femicidios en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Jujuy, Salta y Tucumán; y 2 travesticidios, ambos en la provincia de Buenos Aires. Y hubo 24 intentos de femicidio, lo que da cuenta de la violencia más que cotidiana que sufren las mujeres.

Pero los crímenes van más más allá: durante 2024 ya fueron asesinadas en el marco de esos femicidios, 20 infancias. En octubre, por ejemplo, fue asesinada Mía Morena Zapata, tenía 16 años, y vivía en González Catán, ciudad bonaerense. El dato eleva la cifra de muertes hasta hoy por estos crímenes a 274.

Octubre con 18 femicidios, 2 travesticidios y 20 intentos de asesinato: datos actualizados del Observatorio Lucía Pérez sobre la violencia patriarcal

Otro dato estremecedor. Contando los 20 intentos de femicidio de octubre, el total anual hasta ahora se eleva a 213 tentativas de asesinato.

Un tema que no aparece en las agendas mediáticas, políticas, o judiciales: en 2024 se produjeron 84 desapariciones de mujeres en plena democracia, sin que el Estado, las policías o el poder judicial hayan logrado una respuesta sobre el destino de esas personas.

Octubre con 18 femicidios, 2 travesticidios y 20 intentos de asesinato: datos actualizados del Observatorio Lucía Pérez sobre la violencia patriarcal

En el mes que culminó continuó la movilización social exigiendo justicia y un freno a laviolencia y la impunidad. Se organizaron 19 movilizaciones, lo que implica que durante el año ya hubo 268 marchas y reclamos en la calle contra la violencia patriarcal en todo el país. 

Octubre con 18 femicidios, 2 travesticidios y 20 intentos de asesinato: datos actualizados del Observatorio Lucía Pérez sobre la violencia patriarcal

Por otra parte, el número de funcionarios denunciados por distintas formas de violencia de género asciende a 568.

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Toda la información producida es de público y libre acceso en www.observatorioluciaperez.org

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Cierre del Encuentro: la fiesta de la resistencia

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(Desde Jujuy, en el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, por Anabella Arrascaeta/ Fotos: Lina Etchesuri).

“Hay una lucha ideológica y hay una lucha del sentir que no está solamente en la cabeza, no está solamente en el discurso. Nuestras abuelas dicen: ‘solamente luchamos por lo que amamos, y para amar tenemos que sentir’”, dice Avelina Rogel, autoridad espiritual de los pueblos indígenas del Ecuador, parada frente a la Casa de Gobierno en San Salvador de Jujuy.  Avelina nos regala así una clave que atravesó el 37 Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias: las luchas que se sienten. 

Estas son algunas que se entrelazaron entre las más de 50.000 personas que habitaron el segundo día del Encuentro. 

Cierre del Encuentro: la fiesta de la resistencia

El agua

“Somos agua sagrada y el agua sagrada no se corrompe, las voces de las mujeres no se corrompen, el cuerpo de nuestras mujeres con toda la dignidad se levanta como cuerpo caminante”. Esa voz de mujer originaria irrumpió en la Plaza Belgrano, en el segundo día del Encuentro, cuando llegó la Marcha del Agua, que desde hacía doce días estaba caminando desde la Puna hasta la Casa de Gobierno jujeña.  

Cierre del Encuentro: la fiesta de la resistencia

Las mujeres que vinieron caminando tomaron el micrófono, después lo hicieron también los varones. Dijo una de ellas: “Para mí fue una sorpresa hoy llegar acá y que no se vea ningún policía, porque todos los años que llegamos caminando está plagado de policías, no nos dejan acercarnos a esta casa, que es nuestra casa del pueblo”.

Es que cada 12 de octubre de cada año las comunidades llegan hasta San Salvador de Jujuy para decir lo que debería ser obvio: “Necesitamos defender el agua, decir: abajo las mineras, abajo el litio”. Este año, su llegada se encontró con mujeres de todo el país que se reunieron para poner el cuerpo al espacio de convergencia más masivo de los feminismos. Además, se encontró con que esta misma semana en esta misma ciudad sucedió el “XIII Seminario Internacional: Litio en Sudamérica” con la presencia de los gobernadores del noroeste argentino, autoridades gubernamentales, y empresarios de la industria del litio. 

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Avelina y los abrazos: el encuentro de la vida.

Dice Avelina Rogel: “Además del encuentro de mujeres, es el encuentro de la vida, es el encuentro de la conciencia de entender que es momento de sumarnos, que todos y todas somos corresponsables de sostener la vida. Y me refiero a la vida diversa, porque también el sistema nos ha llevado siempre a pelearnos y a dividirnos. Por ejemplo: hoy entró la Marcha del Agua y nos preguntamos ¿dónde está toda la marea feminista?”. Aunque la plaza Belgrano estaba colmada no todas se acercaron a escuchar, pero Avelina y otras mujeres de distintas comunidades decidieron habitar el Encuentro: fueron a asambleas, sahumaron la Universidad tomada por las y los estudiantes, y marcharon por las calles de San Salvador. Cuando la noche llegó, bailaron en la misma plaza que a la mañana las recibió. 

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La educación

La Facultad de Humanidades de la Universidad de Jujuy está tomada como respuesta al ahogo presupuestario que se concretó con el veto a la Ley de Financiamiento Educativo. Las estudiantes jujeñas decidieron en una asamblea de más de 200 personas convocar en el marco del Encuentro a una Asamblea Nacional de Estudiantes de todo el país. La respuesta fue masiva. 

También frente a la Casa de Gobierno hicieron una lista con más de 25 oradoras de distintas provincias y organizaciones que compartieron qué pasaba en sus facultades, la mayoría tomadas. “El gobierno nos decretó la guerra y las tomas nos marcaron el camino de cómo hay que seguir y qué tenemos que discutir”, se dijo en el micrófono trazando así un horizonte hacia a dónde ir.

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La asamblea bordó su lucha con su contexto. Pidió, por ejemplo, por una educación antiextractivista, por el sistema de salud público, por los salarios docentes, por las y los jubilados, por quienes se están quedando sin trabajo.  También fue sumamente crítica con los partidos políticos que aportaron los votos para vetar la ley, desde el peronismo, el radicalismo, el PRO, hasta la Libertad Avanza. Hablaron también docentes que reconocieron a las y los estudiantes al frente de una lucha que ya está siendo histórica.

La primera moción que se hizo, y se repitió durante toda la tarde, fue la de convocar a una nueva marcha federal que se votó masivamente a mano alzada. 

Después, cada una se fue con sus compañeras a marchar. 

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La vida

Mónica Cunchila, mamá de Iara Rueda, estaba lista para iniciar la marcha de cierre del Encuentro cuando alertó: “Mataron a otra”. En esta misma ciudad hoy asesinaron a Natividad Cañizares, una mujer de 68 años, apuñalada por su ex pareja, un ex policía que fue detenido por los propios vecinos. El femicidio fue a cuatro cuadras de donde vivía Florencia Sayes, asesinada el 28 de setiembre y cuyo nombre había marcado la ceremonia del primer día de este Encuentro. “Nos siguen matando, por eso seguimos exigiendo que la justicia trabaje, que exista presupuesto”, dijo Mónica entristecida, sosteniendo una foto de su hija. 

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La marcha, que arrancó desde la autopista hasta adentrarse en la ciudad, tuvo dos paradas simbólicas. La primera fue frente al mural que se realizó en la previa al Encuentro con los nombres de las mujeres asesinadas en la provincia. Ahí se gritó cada uno de esos nombres a los que la multitud acompañó con el grito de “Presente”. 

La segunda fue frente al mural que recuerda a Marina Vilto, detenida-desaparecida durante la última dictadura cívico militar. Otro grito: “30.000 detenidos desaparecidos”. La misma multitudinaria respuesta: “Presentes”. 

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La risa

La marcha con más de 50.000 personas que cerró el 37 Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias en Jujuy, llegó a donde todo había arrancado: el lugar exacto donde hace un año reprimieron ferozmente para intentar aplastar el Jujeñazo. Nadie olvida en esta provincia lo que significaron esas jornadas: durante todo el recorrido las organizaciones jujeñas que marcharon con la marea se posicionaron radicalmente contra el gobierno de Javier Milei, contra el ex gobernador de Jujuy ,Gerardo Morales, y contra los funcionarios del actual gobernador, Carlos Sadir.

Cuando finalmente la marcha llegó a la plaza, en el escenario ya esperaban las músicas con sus instrumentos, y donde hubo violencia, se armó una fiesta masiva y a cielo abierto. 

Como respuesta al extractivismo, al vaciamiento, a la violencia, a los asesinatos, a la represión, bailamos.

 Juntas y hermanadas. 

Nuestra venganza es ser felices. 

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Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

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En la primera jornada del Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias pasó de todo: un fuerte acto frente a la Legislatura, con el recuerdo del Jujeñazo que ocurrió en ese lugar en 2023; una contundente marcha que recorrió el centro de la ciudad; una acción de familias víctimas de femicidios cuyas voces aparecen en esta nota; y un pañuelazo inmenso por el aborto legal. Desde hoy y por tres días habrá actividades, talleres, marchas, conversaciones y acciones en distintos lugares de la capital, donde se esperan más de 50.000 personas. Mientras, la Facultad de Humanidades de la Universidad de Jujuy se encuentra tomada contra el ahogo presupuestario.  Y la Marcha del Agua llegará mañana para confluir en otra gran movilización. 

Crónica y reportaje fotográfico desde San Salvador de Jujuy. 

Por Anabella Arrascaeta.

Fotos Lina Etchesuri

Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

En pleno centro de la ciudad de San Salvador de Jujuy, en un enorme playón que suele ser estacionamiento, frente a la Legislatura local y al borde del río que está seco, arrancó el 37º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Desde hoy y por tres días habrá actividades, talleres, marchas, conversaciones y acciones en distintos lugares de la capital.

Y sobre todo habrá gente, mucha gente, aún cuando la crisis económica se hace sentir, y el dinero que cuesta llegar hasta acá impacta en los bolsillos de las personas y de las organizaciones: el cálculo es que se esperan más de 50.000 personas circulando todo el día en 20 cuadras a la redonda. 

El epicentro es Plaza Belgrano, frente a la Casa de Gobierno, totalmente copada por una feria que no deja espacio vacío. Uno al lado del otro cientos de puestos -con gazebos, con mesas, con mesitas, con mantas, con tablón- venden comida, artesanías típicas, bombachas, corpiños, remeras, peluches, libros, y más. Un flujo constante recorre la plaza, y las calles de alrededor, donde también está la iglesia principal de la ciudad y el Cabildo recién estrenado. Como todo lugar turístico, hay también gente que pasea y se mezcla con la marea.

Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Desde la plaza la gente va y viene a las escuelas y espacios culturales de alrededor para debatir en cientos de talleres. Y entre el ir y venir, se encuentra. 

Una de las definiciones de la palabra encuentro es justamente “acto de coincidir”. 

Coinciden, entonces, las familias de víctimas de femicidios que se reconocen por las remeras, o los carteles con las fotos de sus hijas, madres, hermanas, sobrinas, y se abrazan y escuchan una a una contar sus historias. 

Coinciden, también, los cientos de pañuelos verdes que estaban anudados en mochilas, carteras y muñecas, y frente a las familias hacen silencio conmovidas y acompañan su ceremonia. Y cuando termina, en un acto no de magia pero sí mágico, se vuelve a formar la marea verde que grita por aborto legal en cualquier lugar. Un grito profundo y urgente con personas de todas las edades y procedencias, porque en casi todos los territorios están faltando las pastillas que garantizan los procedimientos, porque, denuncian, el gobierno nacional dejó de comprarlas y muchas provincias todavía no se hicieron cargo de garantizar ese derecho..     

Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Es entonces cuando aparece el hit que se repite durante todo el día. La calle canta:

 “Milei basura, vos sos la dictadura”. 

Y así este acto de coincidencia masiva es también una marcada de cancha: acá estamos nosotras. 

Por qué Jujuy

La jornada arrancó con una ceremonia protagonizada por mujeres pertenecientes a pueblos originarios, que sahumó el inicio desde el escenario. Después, la comisión organizadora, conformada por mujeres referenciadas en organizaciones de la provincia, tomó la palabra: Miriam Morales, Secretaria de Género de CTAA, fue la encargada de recordar que el escenario está ubicado en el mismo lugar en donde un año atrás se desató la feroz represión mientras cientos en las calles se manifestaban en contra de la Reforma Constitucional inconsulta que el gobierno conducido por Gerardo Morales impuso a la fuerza. “En el 2023 postulamos esta sede y ustedes nos apoyaron” recordó sobre por qué Jujuy. “En este lugar se desató la represión que fue parte del laboratorio que tenemos hoy en todo el país. En este lugar apresaron a más de 100 personas”. Días antes de que este Encuentro comenzara, fueron reactivadas varias de la causas judiciales abiertas contra personas que se manifestaron ese día, y el próximo lunes el juez definirá si las eleva a juicio. Desde la organización entienden esta provocación como un acto intimidatorio en la previa a la llegada de multitud a la provincia. “Sepan que resistimos y acá estamos”, desafiaron desde el escenario.

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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

La gente que escuchaba el relato respondió, primero, cantando contra el gobierno nacional. 

Luego: “Paro general”. 

Y por último: “Universidad de las trabajadoras, y al que no le gusta, que se joda”. 

La reforma constitucional inconsulta como símbolo de la antidemocracia, la reivindicación de los pueblos originarios, el cuidado del ambiente, de la vida, el freno a la violencia machista y la defensa de la memoria, la verdad y la justicia: Jujuy es hoy el territorio donde se denuncias a viva voz todas estas  violencias y confluyen sus resistencias. 

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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Del dolor a la organización 

Mónica Cunchila cerró el acto frente a la Gobernación. Ella es parte de la organización de este Encuentro y, fundamentalmente, mamá de Iara Rueda, la joven de 16 años asesinada en plena pandemia del coronavirus en Palpalá. Como indica la tradición de derechos humanos, Mónica llevó una foto de su hija en el pecho y relató con voz potente: “En 2020 cambió la provincia de Jujuy: en ese momento asesinaron a 5 mujeres en 40 días. Hace poco se cumplieron cuatro años de cada uno de esos femicidios”. Iara estuvo desaparecida durante una semana y su caso se convirtió en un símbolo de la violencia machista, la inacción judicial y la complicidad policial. La provincia entera compartió su búsqueda, comandada por la familia, mientras policía y justicia  incumplieron los protocolos que se deberían haber activado para encontrarla: por eso hay siete policías que irán a juicio. 

Cuando la encontraron estaba sin vida, con manos y pies atados. Su familia logró que por su femicidio fueran declarados culpables Raúl Cachizumba, Mauricio Abad y Tomas Fernández.

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Mónica Cunchila mamá de Iara Rueda. Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Desde entonces, Mónica se organizó  junto a las familias de víctimas de toda la provincia y creó una red que se acompaña en los pedidos de justicia. “Le hice un juramento a mi hija: hasta que no se haga justicia, no me voy a cansar, y no me voy a callar. Vamos a luchar por cada una de ellas”, gritó hoy desde el escenario.

Al lado de Mónica, otra mujer sostenía un cartel con la foto de Florencia Sayes, asesinada hace dos semanas en esta misma provincia. Tenía 31 años y una hija de 5. En sus últimos días había publicado en sus redes: “Nací para ser libre, no asesinada”. Su ex pareja, Lucas Fernando Farfán, de 34 años, fue detenido e imputado por el femicidio. 

En lo que va del año, desde el Observatorio Lucía Pérez, se registraron 242 femicidios y travesticidios, cinco en Jujuy. Ese dolor es el que marca el primer día de este encuentro.

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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Matilde es docente y llega a la Plaza con su nieta Lara de 11 años. Es la única mamá que no lleva foto de su hija: su nieta se entristece al verla y ella prefiere ahorrarle la amargura a una niña que corre entre los puestos y abraza a quien la saluda. Matilde es la mamá de Camila Peñalva, de 25 años, asesinada en 2020 en la localidad de Huacalera. Tenía dos hijos: Lara y Aaron, que hoy tiene 5 años. Matilde hizo hoy más de 100 kilómetros con su nieta para encontrarse con otras familias. 

La misma distancia recorrió Carlos, que llegó desde Ledesma con la foto de su hermana: Rosa Aliaga, asesinada hace nueve años. Su femicidio sigue impune. 

Julia, la tía de Alejandra Nahir Alvarez lleva su cara en una remera fluor que resalta la sonrisa. Su ahijada fue asesinada en 2020, dos días atrás se cumplieron cuatro años. Julia se estremece, pero las lágrimas se le caen cuando habla del hijo de Alejandra, que en el momento del crimen tenía 6 meses y hoy cuando ve una foto dice: mamá te amo. 

Como el asesino de Alejandra fue condenado a perpetua, al igual que el de Iara y el de Camila; Julia dice que ahora todos los familiares quieren luchar por que Carlos y su familia puedan conseguir justicia para Rosa. 

Esa frase es la síntesis de lo que este grupo de familias que cuelgan sus banderas en la reja de la gobernación y nombran a cada una de las asesinadas significa: justicia y lucha por y para todas. 

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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Facultad tomada

A una cuadra de la Plaza Belgrano está la Facultad de Humanidades de la Universidad de Jujuy, donde suceden una decena de carreras. Al entrar, los bancos y mesas de clases están en el patio. Y alrededor cuelgan banderas que gritan: no al veto. Cuando la Ley de Financiamiento Universitario fue finalmente vetada, quienes estudian en la facultad, junto a docentes y no docentes, decidieron la continuidad de la toma que había arrancado un día atrás. 

Melina tiene 27 años y estudia Trabajo Social. Sintetiza así lo que está pasando: “En la Facultad de Humanidades hace mucho que venimos peleando, es una lucha constante y viene creciendo. Empezamos con el comedor, que estuvo cerrado porque decían que no había presupuesto. Logramos la apertura, pero no alcanza. Luchamos también por el boleto estudiantil gratuito y universal que este gobierno lo quería sacar; y ahora en la asamblea que se armó pedimos por el presupuesto universitario que no alcanza, por el aumento del salario de los docentes y los no docentes, por las aulas en las que no hay ni bancos, y porque cuando llueve, llueve más adentro que afuera”. 

Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Bianca, de 27 años, abre el foco: “Acá en la provincia hay un montón de reclamos: el problema habitacional estuvo siempre: muchas personas no pueden acceder a una casa; la inseguridad; también que una mujer va a denunciar un hecho de violencia y no quieren tomar la denuncia; se suma el recorte en salud a nivel provincial; y últimamente, lo que estamos sufriendo, son los desalojos en las comunidades del interior”. 

Este sábado, a las 15 horas en Plaza Belgrano, las Facultades de Jujuy convocan a una asamblea con estudiantes de todo el país que hayan venido al Encuentro. 

En esa misma plaza, a la misma hora, también este sábado, estarán llegando las comunidades de la Marcha del Agua, que desde hace días caminan desde la puna en defensa de los territorios y la vida. 

Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

La mirada trava

El día terminó con la Marcha contra los Travesticidios, Transfemicidios, Transhomicidios y Lesbicidios que avanzó cantando: 

“Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las travas en la cara de la gente”. 

Mientras se avanzaba se pidió justicia por Ana Paula Costas, una mujer trans de 43 años, que volvía a su casa en el barrio Alto Comedero cuando fue atacada a golpes. Estuvo doce días internadas antes de morir, el último 9 de septiembre.

“Es necesario estar acá”, dice la activista y pensadora Marlene Wayar. ¿Por qué?. “Porque es super necesario hacer la red travesti-trans para la reparación histórica y para la junta de todas las luchas en momentos en que nos quieren disgregar, dispersar y mantenernos quietas en casa. Es super importante que afinemos las redes, sepamos bajar algunas diferencias, y pongamos todo el empeño en un enemigo común que se está llevando el país por delante”. 

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

Y sigue: “La violencia hacia la comunidad travesti trans es un continuo siempre, pero lo que está creciendo radicalmente son las violencias pasivas, las que dejan que nuestras viejas sigan paradas en espacios de prostitución sin hacer un peso, que sigan sin comer, que sigan sin asistencia sanitaria, sin ser incluidas en en el PAMI. Esas violencias han crecido exponencialmente, y las otras continúan, son parte de una sociedad que todavía, en ese sentido, no la ve”. 

En este encuentro aún queda mucho por ver. 

Arrancó el Encuentro en Jujuy: acá estamos nosotras

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

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Fotos: Lina Etchesuri para lavaca.

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