Nota
Las bases en la calle: masiva movilización sindical contra el DNU de Milei

Una nutrida movilización sindical y social convocada por la CGT y las dos CTA llegó hasta Tribunales este miércoles rechazando el DNU elaborado por el poder ejecutivo, mientras el gobierno presentaba en Diputados un proyecto llamado «Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos». Básicamente este documento pretende diluir la división de poderes y concentrar poder en el Ejecutivo para que se dedique a legislar temas cruciales para el presente y el futuro del país.
Tal vez ese proyecto signifique justamente una marcha atrás para el DNU tras la serie de cacerolazos masivos de la semana pasada y este tipo de movilizaciones de otro tipo de “bases”. O quizá sea simplemente un complemento para garantizar por diversas vías el objetivo de ajuste, estancamiento, desindustrialización, disciplinamiento social y licuación del sistema democrático que viene impulsando el gobierno.
El oficialismo tiene minoría absoluta en el parlamento: el avance de este tipo de medidas solo podría materializarse con el apoyo y/o la negligencia de fuerzas políticas que decidan acompañar este tipo de medidas que buscan romper el sistema jurídico y constitucional del país. Milei usa estos días para promover sus propuestas en reportajes realizados por ex periodistas (a quienes curiosamente ya no llama «ensobrados») o vía redes, como con la imagen de una falsa bandera argentina en la Casa Rosada y la consigna: «No la ven», dedicada a quienes no acuerdan con sus medidas. Anunció incluso la realización de un plebiscito si el Congreso no aprueba sus proyectos, acusando de «coimeros» a los diputados que se opongan a los mismos.
Los organizadores respetaron aproximadamente el “protocolo” de la ministra Bullrich movilizándose por las veredas antes y después de la concentración. Sin embargo la violencia policial se hizo presente. El saldo de la jornada –como había ocurrido con los cacerolazos y movilizaciones de Córdoba el 21 de diciembre– fue de 7 detenidos, uno de los cuales es un periodista, Martín Brunas, capturado por las fuerzas policiales por registrar justamente la detención de un profesor de arte que no estaba manifestando sino saliendo de la pizzería Banchero.
Video del momento de la detención de Martín Brunas: sobreactuación policial porque Martín había registrado otros apresamientos.
Fueron detenidos Samuel Robledo, Ignacio Lautaro Robledo y Agustín Iván Ricardi, además de Brunas. No se conocían los datos de otras tres personas también apresadas. Fueron enviados al Instituto Superior de Seguridad Pública, ubicado en Santiago de Compostela 3800 de CABA.
Entre los principales gremialistas, que además ocuparon el palco, estaban Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros), Sergio Palazzo (Bancarios), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias) y Juan Carlos Schmitd (Portuarios), entre otros. Hubo también actos y movilizaciones en Córdoba, Santa Fe, Río Negro, Chubut, Tierra del Fuego y San Juan.
La CGT se reunirá este jueves para anunciar la realización de un paro, aunque sin fecha. Previendo eso muchos de los manifestantes en Tribunales cantaron dos consignas: “Paro general” y “Poné fecha”. Fue un modo de las bases de exigir a las dirigencias acciones concretas frente al aplastamiento de derechos impulsado por el gobierno. Voces, sentimientos y miradas desde la marcha. Crónica de un día de sol con pronóstico cada vez más tormentoso.

Erika tiene 41 años y camina por la avenida Corrientes con un cartel con una cara triste que llora. Es enfermera en el Hospital Ramos Mejía, en la ciudad de Buenos Aires, desde hace 13 años, y apenas le alcanza para llegar a fin de mes, con dos hijas de 6 y 14 años a quienes ya no les puede comprar más yogur. “Y ahora, con el DNU imaginate. Nos quieren esclavizar: ¿los grandes empresarios van a poder decidir cuánto ganás y comés? ¿Ya no vamos a poder reclamar más por miedo a que nos echen?”, se pregunta, en dirección a Plaza Lavalle, donde una masiva concentración de los gremios de la CGT, la CTA, movimientos sociales y partidos de izquierda explicitó el rechazo del mega DNU del gobierno de Javier Milei.
La cita es frente al Palacio de Tribunales, donde la CGT presentó un pedido de amparo para frenar la medida en dos fueros distintos. El primero, el fuero laboral, lo rechazó ya que el decreto entrará en vigencia recién el viernes. El segundo, el fuero contencioso y administrativo, se asumió competente, habilitó la feria judicial, y le exigió a la Jefatura de Gabinete que dé una respuesta a la demanda en un plazo de tres días.

Sin dirigencia
Por eso, Erika marcha, como miles de personas de diversos gremios a su alrededor. “¿Cuál es la necesidad y urgencia de la ley de tierras? ¿Y de los clubes como sociedades anónimas? Para eso, hacé una nueva Constitución a favor de los empresarios y de Estados Unidos, más fácil -dice-. ¿Para qué estudiamos? ¿Para qué trabajamos? Somos personas. No podemos perder los derechos que conseguimos de un día para el otro. Si no luchamos ahora no vamos a perder solo nosotros, sino todos”.
Aclara que no es piquetera: “Pero todos tienen que salir, porque nos vamos a morir de hambre todos. Los pacientes ya no tienen remedios. Van a los hospitales a buscar cosas que ya no les llegan por obra social. ¿De qué libertad hablan?”.
Llega a Plaza Lavalle, donde el canto “la patria no se vende”, uno de los hits, cruza diversos gremios. ¿La dirigencia quiere el paro? “Si la dirigencia no está en sintonía, el pueblo va a salir como salió a Congreso todos estas noches. La gente salió sin una dirigencia. Y te repito: acá todos tienen que salir, hasta los que tienen un mercadito, porque no van a poder vender y van a quebrar”.
Erika, ya una con esta multitud, entra a la plaza.

Canciones y razonamientos policiales
Ninguna canción fue coreada por toda la Plaza de los Tribunales, lo cual grafica la diversidad y cantidad de sindicatos y organizaciones presentes. Por ejemplo, “paro general” y “poné la fecha” fueron agitadas en su mayoría por los partidos de izquierda, aunque sobre el final se sumó una mayoría.
Una de las que generó mayor entusiasmo fue “la patria no se vende”, coreada por gremios, movimientos y, también, la izquierda.
La otra foto de día y el otro hit de la jornada fue “al protocolo se lo meten en el culo”; canto que, si bien se escuchó frente al Palacio de Tribunales, tuvo su momento de auge cuando la movilización desconcentraba por la Avenida Corrientes: allí la Policía Federal intentó impedir que se cortara totalmente el tránsito y habilitó dos pasajes por los costados para que las miles de personas se amontonaran por esos embudos. Aunque la gente quisiera cumplir esa invitación policial, no se podía: la presión de la masa hacía que se produjeran empujones con la Policía que, nerviosa, golpeaba con sus escudos hasta que el sinsentido del operativo se tornó evidente: la gente tardaría más tiempo en desconcentrar, se generaría tensión, todo para satisfacer la performance barruntada por la ministra Bullrich.
Ante la evidencia de esa realidad uno de los efectivos que comandaba el operativo dio la orden de que sus colegas se retirasen de Corrientes.
Minutos después confesó a lavaca que no se coordinó bien el protocolo: en una esquina lo aplicaron y en la otra no. El tránsito igualmente se cortó por la cantidad de gente que desconcentraba. Ya desarmado, el oficial confiesa: «Mejor así, lo otro genera tensión con la gente».
Más temprano, otro comisario de traje, a cargo del operativo en la propia Plaza, asegura que no tiene cifra oficial sobre la cantidad de gente. Y responde sobre el protocolo: «Es imposible con esta cantidad de personas». ¿Se esperaba mayor tensión? «No, no, todos colaboraron», dice sobre la marcha en sí, aunque horas después habría detenciones.

La ley del dron
Junto a las fuerzas policiales, hay una pechera del Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial de la Memoria (CPM). Son jóvenes que siguen de cerca a las y los efectivos que custodian Corrientes. Junto a ellos –3 equipos, 20 personas en esta movilización– se encuentra Roberto Cipriano, coordinador del Comité, quien relata sobre este dispositivo conjunto de la Comisión por la Memoria, el Comité Nacional de Prevención contra la tortura, dentro de la Defensoría del Pueblo. “La idea es monitorear el despliegue de las fuerzas de seguridad en el marco de la protesta social. Estar in situ, caminando y recorriendo la marcha relevando cuál es la situación”.
¿Qué vieron?
Vimos mucho despliegue policial: carros, hidrantes, que tienen por función más amedrentar, asustar, mostrar el poder de las fuerzas. Todo es nuevo, porque el año pasado no había fuerzas federales desplegadas de esta manera. Hay una política de saturación suponiendo que eso va a prevenir incidentes. Hay muchos drones, que no se sabe de quiénes son.
Al protocolo, ¿cómo lo analizan?
Claramente el protocolo no se puede aplicar en una gran manifestación. Hoy todas las calles aledañas a Plaza Lavalle estuvieron cortadas por la cantidad de gente, y es parte de la manifestación. El protocolo es una disputa de sentido, nada más. Cuando Bullrich estaba en la oposición también cortó calles. Es un protocolo totalmente irracional y claramente la disputa es para que la gente no se manifieste en el marco de estas medidas que se están tomando, que consolidan la pobreza en nuestro país, necesita justamente de las fuerzas de seguridad para sostener esa política.
¿Están buscando amedrentar?
Hoy vino mucha gente, fue notable. Puede ser que alguien se amedrente, pero son marchas pacíficas. Nosotros monitoreamos también la de la semana pasada, en Plaza de Mayo, que son marchas organizadas: hay gremios y organizaciones. Hay que ver qué pasa cuando las manifestaciones sean espontáneas, porque la crisis se va a agravar, la gente se va a manifestar. Lo vimos en los cacerolazos: ahí no hubo protocolo antipiquete.
Al finalizar la jornada, la Policía de la Ciudad detuvo a –al menos– siete personas. Uno es el secretario de Prensa de Unidad Popular (UP), Martín Brunas, por filmar el operativo de la policía. La detención se produjo pese al habeas corpus preventivo colectivo que la justicia transformó en amparo, tras la presentación de la Asociación Civil Periodistas Argentinas (PA) y la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA).

Analizar tranquilamente
En la plaza, el secretario Gremial de ATE Nacional y secretario general de la CTA Autónoma de Buenos Aires, Oscar De Isasi, dice que la única forma de “convencer” al gobierno de que cambie el rumbo es con movilización popular.
“Está claro que tomó la expectativa de muchos argentinos que lo votaron de vivir mejor, pero este decreto no tiene necesidad ni urgencia para los sectores populares, sino para los sectores económicos y la casta política que él representa –apunta-. Sabe que tiene que hacer todo lo necesario para entregar áreas estratégicas del Estado y precarizar las relaciones laborales porque esa mayoría circunstancial electoral no va a durar toda la vida, y a medida que esa gente vea los efectos de las decisiones del presidente va a salir a la calle a luchar”.
En los cacerolazos, la movilización reclamó por un paro general: “Estamos trabajando para construir un paro general lo más temprano posible. Para eso tenemos que acordar con todas las centrales y que las bases estén masivamente confrontando, porque un paro se hace cuando hay fuerza organizada para llevarlo adelante. No va a pasar mucho tiempo para que el paro sea una realidad”, avizora.
Sergio Escalante integra el Consejo Directivo del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), en la CGT: “Respetamos la legitimidad del presidente, pero cuando toca intereses del movimiento obrero organizado de forma arbitraria e inconstitucional no tenemos más que reclamar. Cuando viene una medida de este tipo, se termina precarizando de hecho y avanzando independientemente de la norma”. Sobre el paro general: “Somos orgánicos. Antes de un paro, tiene que haber un Comité Central Confederal, porque esto no lo decide un triunvirato, sino que se escucha no solo al Consejo Directivo sino también a las regionales”.
¿Qué dicen las bases?: “Percibimos un desánimo. Estamos en guardia. Hicimos asambleas y, en general, los más comprometidos ya hablan de paro, pero somos orgánicos esperando qué se decide arriba, porque la única manera de que un paro sea positivo es cuando es orgánico y organizado”.
Sobre la calle Tucumán, Liliana Olivera y Ezequiel Majul, presidenta y vice de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), apoyan el paro: “Notamos disconformidad en el trabajador docente. Uno de los puntos del decreto es eliminar el derecho a huelga. Por supuesto que estamos de acuerdo con el paro”.
Enfrente del Teatro Colón, el secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), dice que el gobierno no puede llevar el DNU como “una motosierra salvaje” y reclama que sea el Congreso el lugar para discutir esta política, pero es cauteloso sobre el paro: “Vamos a analizar tranquilamente un plan de lucha. El jueves se reúne el Comité y tiene que ser la conducción la que establezcan los tiempos necesarios en cada una de las acciones. Nosotros ni nos vamos a apresurar ni a ser retardatarios”.

Musk y el “cariño al presidente”
En el medio de la plaza, y debajo de un solazo de mediodía, el secretario general de la seccional Campana del Sindicato Unido Portuarios Argentinos (SUPA), Gustavo Rodríguez, plantea que el DNU no es de necesidad ni urgencia, sino de necesidad personal.
“Los peces grandes van a colapsar al mercado. Hablan del señor Elon Musk, ¿pero qué va a hacer? Va a traer a Starlink que te va a manejar los precios de todo, así como es Techint y algún otro grupo alimentario”.
¿Qué piensa del paro general?: “Entendemos que 6 de cada 10 votaron al presidente. Muchos seguramente estén hoy en esta plaza. No hay que esquivarle al bulto. Hoy no estamos generando ningún paro, sino una demostración de cariño al presidente: lo único que pretendemos es que reflexione, porque si sigue con esta medida unilateral de querer avasallar los tres niveles del Estado, lo único que va a conseguir es que esto se incendie rápidamente. Viví el 2001, viví a Menem: no quiero volver para atrás”.

Sudor y lágrimas
La que tiene bien en claro qué tipo de “cariño” vino a manifestar es Daniela, docente “de ochenta escuelas” (dice medio en broma medio en serio). Vino sola, desde Moreno, oeste del conurbano bonaerense.
“Por el pisoteo, el patoteo, la mojada de oreja constante. Mi presencia es un granito de arena que ayuda a decir: basta”. Está enojada porque su sindicato, SUTEBA, no llamó a movilizar. ¿Había energías? “Mirá, durante todo este 2023, en los paros hubo directivos diciendo: si ustedes faltan les pasamos falta injustificada. Una extorsión. Yo falté igual. Estaba re instalado ese discurso de persecución. Lo que pasa es que el discurso de Milei de ‘sangre, sudor y lágrimas’ pega en un montón de gente. Yo también la vivo con sangre, sudor y lágrimas, pero sé de qué lado estoy, y que soy trabajadora”.
¿Cómo ve el termómetro social en Moreno? “Estamos hechos mierda. Los chicos están muy solos, muchas familias de escasos recursos no llegan a atenderlos por una multiplicidad de factores: la pobreza, la educación que se transformó en asistir y no a hacer pensar. Creo que los docentes tenemos una responsabilidad grande en esto que está pasando: como educadores de contenido y formadores, estamos haciendo agua”.

Construcción y destrucción
Sonia tiene 21 años y es de la Rama Mujeres de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). “Ya empezaron los despidos en las obras públicas. No es manera de a dos semanas de asumir pisar así los derechos de los trabajadores. Encima, nos quitan el derecho a la protesta”. Cuenta que tiene un compañero que votó a Milei, pero se arrepintió: “Se puso cabizbajo cuando anunciaron lo del transporte: tiene que tomarse cinco colectivos para llegar al trabajo”.
El DNU pone de ejemplo a la UOCRA como modelo para negociar las indemnizaciones por sector. ¿Está de acuerdo? “No, porque es sacar un derecho que perjudica a toda la clase. Es inconstitucional y nos perjudica a todos”.
Pasadas las 13 horas las columnas empiezan a desconcentrar. Verónica, 40 años, es trabajadora del ferrocarril Sarmiento, en la estación Haedo, oeste del conurbano, preocupada por la privatización anunciada.
“No estamos exentos. El ajuste va a seguir y esta ola privatizadora ya la vimos en los 90, con cierre de ramales y pueblos abandonados. Hay una gran preocupación en todos los sectores”.
¿Paro general? “Sí, es necesario que comience hoy un plan de lucha con la CGT a la cabeza, porque se viene una pérdida grande de derechos”.
Precisamente, sobre la calle Libertad, camina Héctor Daer, uno de los triunviros cegetistas, rodeado de un musculoso grupo de hombres. Se retira de la Plaza Lavalle mientras cientos le van cantando dos canciones:
- “Paro general”.
- “Poné la fecha”.
Este jueves, tras la reunión del Comité Central Confederal, la Confederación General del Trabajo evaluará la respuesta a ambos estribillos.

Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.