#NiUnaMás
Ni Una Menos en el Pellegrini
El colegio Carlos Pellegrini de la Ciudad de Buenos Aires está tomado por estudiantes que denuncian que se promovió a un preceptor que fue sumariado por golpear a dos alumnas en 2007. Hoy se reunieron con el rector. Las lecciones que dicta este conflicto.
El colegio Carlos Pellegrini de la Ciudad de Buenos Aires está tomado por estudiantes que denuncian que se promovió a un preceptor que fue sumariado por golpear a dos alumnas en 2007. Hoy se reunieron con el rector. Las lecciones que dicta este conflicto.
La escalera del Carlos Pellegrini está bloqueada por sillas. Señalizan así que el colegio está tomado y por eso los estudiantes están a cargo de controlar el paso. Mientras nos acompaña por las escalinatas, Camilo, 17 años, resume qué sucede: “Es un conflicto que arranca en 2007, cuando en el marco de otra lucha, quien por entonces era preceptor golpeó a dos estudiantes. Esa misma persona es la que quieren ascender como regente. Por eso, después de sentadas y marchas, decidimos la toma”.
Facundo, también de 17, agrega: “No solo golpeó a dos estudiantes, sino que hizo una persecución a docentes. Hostigó y sacó fotos. Entendemos que la escuela no puede premiar a un golpeador. Eso es violencia”.
Camilo completa información en los últimos escalones: “También nos estamos manifestando contra un preceptor que el año pasado acorraló a una chica de 14 años en el pasillo y la intentó besar”.
Llegamos.
En el primer piso hay más de 100 alumnos sentados. De repente, se paran y corean un canto que taladra una realidad:
“Borombombón, borombombón, el que no salta es golpeador”.
Luego, esos 100 cuerpos ingresarán a la oficina del rector Leandro Rodríguez para plantear sus exigencias.
El conflicto
Como explican los jóvenes, el conflicto data de 2007, y hasta motivó la intervención del Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y del Consejo del Niño, Niña y Adolescentes. Lo que entonces sucedió puede leerse en este documento redactado por los padres y madres de esa época, que fuera presentado ante 14 instituciones: https://www.taringa.net/post/noticias/949459/La-verdadera-historia-de-lo-que-pasa-en-el-Carlos-Pel.html
Esta denuncia fue apoyada por uno de los representantes gremiales de los docentes. «Demandamos que los preceptores Héctor Mastrogiovanni y Pablo Prada sean separados de sus cargos, quienes golpearon a los chicos y los amenazaron», sostuvo a Télam Julio Bulacio, delegado de la Asociación Gremial Docente (ADG-Pellegrini).
Se abrió entonces un sumario administrativo que los encontró “responsable de negligencia en los deberes a su cargo, en un hecho en el que resultaron lesionados física y psicológicamente dos alumnas a su vigilancia” , según determina el expediente 2084674/2009. El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires decidió suspender por un día a Prada y por cinco a Mastrogiovanni, sanción que nunca cumplió, amparado por sus fueros gremiales: es delegado por CTERA.
En 2015 se reordenó el esquema de cargos dentro del colegio y se propuso designar a Mastrogiovanni como regente. Según detalla un comunicado de la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGBA):
- “La Secretaría de Escuelas Medias del Rectorado dictó una resolución a medida, que le permitió a Mastrogiovanni ascender sin título terciario al cargo de regente (el único postulante que no tenía título terciario)”.
- Que esa resolución fue con redactada “con el asesoramiento del abogado de Mastrogiovanni, Mariano Bernava Castex, representante gremial de Ctera y funcionario de la Secretaria de Escuelas Medias”.
- AGBA también denuncia en ese comunicado que una docente que expresó públicamente su repudio a l ascenso de Mastrogiovanni fue “literalmente encerrada en la Regencia (donde cumple actualmente sus funciones Mastrogiovanni) con el objetivo de intimidarla. Y que esa intimidación fue realizada “en compañía de una persona que se presentó como abogada” que le hizo “una serie de advertencias sin explicar qué condición le permitía semejante abordaje. Todo ello en la escuela, en horario de trabajo y en la Regencia”. https://www.agduba.org.ar/node/1712
- La organización gremial denuncia algo más grave: “El ocultamiento más lamentable es el que se hiciera sobre el testimonio desgarrador en primera persona que hiciera un graduado ante el CER (Consejo de Escuela Resolutivo, máximo organismo que rige los establecimiento secundarios dependientes de la UBA) , protagonista directo de los hechos de 2007 que dieran lugar al sumario”.
Finalmente, padres, madres, docentes y alumnos lograron que el ascenso se frenara.
Duró poco: en diciembre el rectorado convalidó que asumiera el cargo.
Por su parte, el preceptor denunciado por acoso fue derivado a tareas administrativas en la Facultad de Ciencias Económicas. “Pero sigue viniendo a la escuela”, dicen los jóvenes.
El Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial sumó su adhesión a la toma, porque les «parece muy grave la impunidad de personas que han tenido comprobadas actitudes de maltrato y abuso hacia estudiantes». Expresa también: «Dado que hemos intervenido profesionalmente en las actuaciones llevadas a cabo en los sumarios correspondientes por las agresiones a menores por en 2007, enterados del actual conflicto, queremos expresar nuestro apoyo a los reclamos actuales».
El diálogo
Comienza la reunión con el rector Leandro Rodríguez. Ofelia, presidenta del Centro de Estudiantes, le pide algo concreto: “No sea abstracto”. Quiere que se focalice en el eje del problema: “Nunca la escuela se hizo cargo, nunca dijo: ´Esto pasó´. Y esa situación es violenta.” Luego sintetiza la exigencia del alumnado: “Ninguna de estas dos personas puede tener contacto con alumnos. Cualquier propuesta debe dejar en claro eso”.
El primer tema de discusión es el del preceptor denunciado por acoso. El rector Rodríguez argumenta que, al separarlo del cargo, “la escuela se posicionó”.
Le retrucan los alumnos: “¿Dijiste por qué? ¿Que fue por esto específico? ¿Dónde está registrado?”.
Victoria Camino, secretaria general del Centro: “El tema es creerle a una alumna. Me saca de quicio, perdón, ¿pero por qué elegimos creerle al violento y no a la que denuncia?”.
Otra alumna: “Vos no vas a estar acá siempre. Entonces, si no hay un posicionamiento claro, ¿cómo sabemos si mañana no lo van a poner de nuevo?”.
El rector Rodríguez finalmente compromete: “Va a haber posicionamiento”.
Otro tema.
Otra joven.
Es de la Comisión de Género del Centro y le pregunta al rector por qué no se aplicó en la escuela el Protocolo de intervención Institucional ante denuncias por violencia de género, acoso sexual y discriminación aprobado por la propia UBA después de la masiva movilización Ni Una Menos.
El rector Rodríguez alude cuestiones administrativas.
La joven repregunta: “¿Se va a aplicar o no?”.
Rodríguez: “Yo fui el que lo propuso en la reunión de Consejo, pero hay que bajarlo a la particularidad de la escuela”.
Otra chica: “Buenísimo que lo hayas propuesto. Es excelente. Pero así como se te ocurrió proponerlo, se te podría haber ocurrido aplicarlo. Y estas cosas no habrían pasado”.
El rector subraya que habrá un pronunciamiento, pero aclara que debe dejar actuar los canales administrativos. “Si no, me convierto en un juez”.
Facundo: “No: convertite en funcionario público”.
Las alumnas y los alumnos le reclaman luego por la situación del nuevo regente. El rector esgrime que actualmente no tiene ese cargo. “¡Pero firma como regente!”, le retrucan. “Es una firma conjunta, pero no es”, responde.
El rector Rodríguez resume : “Después de este conflicto, se van a tener que abrir concursos para el ascenso de auxiliares docentes. Reconozco que la solución que se dio no fue solución”. Promete: “Se le va a cambiar la función”.
Facundo insiste en el planteo de los alumnos: “Si no hay pronunciamiento, el próximo rector puede volver a posicionar a un golpeador como regente”.
Otra joven: “No puede quedar de nuevo ese vacío legal”.
Rodríguez propone derivar al denunciado a otros tres lugares físicos.
“¿Es en el colegio?”, preguntan.
“Sí”, responde.
“O sea que lo vamos a seguir viendo”, razonan.
Rector: “Sí”.
La reunión se levanta.
Preguntas
Pregunta al rector Rodríguez:
¿Por qué no hay un pronunciamiento claro de las autoridades respecto a personas denunciadas?
Porque no está esa denuncia documentada. Es una opinión de los chicos.
¿Considera “opinión” las denuncias de golpes y persecución dentro del colegio?
¿Golpeó a dos chicas? ¿Vos tenés algo?
Copias de las denuncias de la comunidad educativa y del sumario…
El sumario terminó en 2009. Y una denuncia, para un funcionario público, es una denuncia administrativa. Sino cada vez que alguien dice algo lo tengo que separar. Es difícil manejar una institución de esa forma.
Pregunta a las y los alumnos:
¿Cómo se enmarca esta situación en un país que vivió un hito con la movilización Ni Una Menos?
Responde Ofelia, presidenta del Centro de Estudiantes: “Esto es violencia, claramente. En Ni Una Menos marchamos 1.000 personas de esta institución. Se puso el cartel en la puerta. Y más allá de otras cuestiones que nos exponen a ese peligro, ¿qué nos está enseñando la escuela ahora? ¿Que hay que premiar, que hay que perdonar al violento? Eso no puede pasar. A los violentos se los castiga. Acá no se nos enseña ni Biología ni Historia: se enseña un modelo de sociedad. Y ese modelo no es contra el machismo y la violencia hacia la mujer. Por eso estamos en esta toma, exigiendo que Ni Una Menos se enseñe acá, ahora y en esta escuela”.
#NiUnaMás
Femicidios en julio: la noticia es el horror

27 femicidios en julio, 163 en 2025. Esos son los datos reunidos por el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestivo de datos y análisis de la violencia patriarcal. Los números no alcanzan a dar cuenta sobre el punto de inflexión que expresa este mes para este tipo de violencias. Se trata de una consecuencia directa de la complicidad estatal (Poder Ejecutivo & Poder Judicial) al imponer una política negacionista a los crímenes de mujeres y trans cometidos en contextos narco territoriales. El resultado está ahora a la vista y es el horror: cuerpos descuartizados, que emulan el modelo instalado en Ciudad de Juárez por los carteles narcos que dominan la muerte en esa ciudad.
Este julio argentino fue en Córdoba, fue Brenda Torres (foto de portada) -de apenas 24 años- y fue cerca del estadio de fútbol donde apareció uno de sus muslos seccionados. Recién hoy 1º de agosto apareció el resto de su cuerpo destrozado. La fiscalía asegura que ya hay dos detenidos.

En agosto del año pasado también había sido detenido Juan Carlos Galarregui, el asesino de Rocío Fernández, de apenas 27 años. Fue en Mar del Plata y fue en un freezer donde encontraron su cuerpo, en el cual su femicida lo depositó esperando el mejor momento para descuartizarlo. La causa fue elevada este mayo a juicio oral, pero el fiscal Fernando Berlingeri solicitó resolver el procedimiento en un juicio abreviado. Para eso ofreció declinar la acusación de femicidio, ya que esa calificación legal impide estos procesos de resolución rápida y, por cierto, de menos pena. Es exactamente lo que hizo el Poder Judicial correntino en el caso de la periodista Griselda Blanco: homicidio simple, juicio abreviado, 12 años de prisión que no son de cumplimiento completo, ya que la carátula omite la violencia de género. Esta tendencia judicial negacionista se inició este año y en febrero cuando la Cámara de Casación bonaerense emitió el tercer fallo sobre un mismo crimen para justificar que Lucía Pérez había sido drogada y violada, pero decidió que su crimen no era un femicidio.
Así, al borrar las huellas de la violencia de género en el trámite judicial, el Estado argentino se jacta de haber bajado la tasa de este tipo de crímenes.
Así los dos poderes del Estado ganan impunidad, y la sociedad pierde.
¿Qué pierde?
Los femicidios en contexto de narcomenudeo territorial tienen característica atroces y también señales comunes: la diferencia de edad entre víctimas y asesinos, el consumo de cuerpos como intercambio de mercancías, la vulnerabilidad de las adictas y sobre todo, la diferencia de poder entre quien tiene la droga y quien, por situación de absoluta dependencia, la necesita. Estos rasgos, entre otros, son los que se omiten en los procedimientos judiciales y también en los análisis sociales, que tienden a asimilar estas políticas con las que se somete a las barriadas periféricas con las conductas recreativas de clases y barrios acomodados.
Situar la información en territorios específicos, con sus contextos particulares y sus vulnerabilidades sociales, es clave para analizar qué significan estos femicidios que, hay que repetirlo, sin la complicidad policial y judicial podrían evitarse.
Las consecuencias de la maquinaria de invisibilización estatal y académica tiene consecuencias brutales. Eso es lo que nos informa este mes de julio de 2025: los cuerpos de las mujeres ya son pedazos arrojados a nuestro paso.
#NiUnaMás
Fallo histórico: confirman la condena a perpetua y por transhomicidio contra el asesino de Tehuel

La Sala I del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires confirmó la condena a reclusión perpetua y transhomicidio contra el asesino de Tehuel de la Torre, joven trans asesinado y desaparecido desde el 11 de marzo de 2021 en la localidad bonaerense de Alejandro Korn. Los jueces Daniel Carral y Ricardo Maidana rechazaron el pedido de la defensa y refrendaron el fallo contra Luis Alberto Ramos, quien había sido condenado el 30 de agosto de 2024 por el Tribunal Nº2 de La Plata en una sentencia histórica por reconocer el homicidio calificado del joven de 21 años por haber sido cometido por odio a la identidad de género. «La desaparición del cuerpo de Tehuel y la quema de sus pertenencias adquieren un carácter simbólico de negación de su identidad», señaló el fallo.
Familiares y Amigos de Tehuel celebraron la confirmación: «Esta decisión es muy importante y refleja el resultado de la lucha del movimiento social y de un trabajo en red muy importante, que nos fortalece para continuar el camino contra la impunidad y la violencia por prejuicio hacia las identidades travestis y trans». A su vez, exhortaron a la justicia bonaerense para que defina «de manera urgente» la fecha del juicio contra Oscar Montes, el segundo acusado por el crimen y la desaparición del joven. «Fue un crimen de odio», subraya la familia.
Compartimos la nota de MU que analiza los detalles del fallo histórico, junto a las pruebas que ahora Casación confirmó.
Y comparte la pregunta urgente de Norma Nahuelcura, la mamá del joven, que sigue sin saber dónde está el cuerpo de su hijo: «¿Dónde está Tehuel?».
#NiUnaMás
Acto trans por más democracia

Por María del Carmen Varela
Fotos Juan Valeiro
Desde las dos de la tarde comenzó a llegar gente a la plazoleta ubicada frente al Congreso de la Nación. Al amparo del sol, distintas banderas fueron colgadas sobre las rejas: Furia Travesti, Justicia por Sofía Fernández – nadie se suicida en una comisaría, Ley de Reparación Histórica Ya. Y también pancartas: Basta de Travesticidios, Femicidios y atropello a nuestras leyes, Más amor, menos odio, ¿Dónde está Tehuel? Caras pintadas con los colores rosa, celeste y blanco, espaldas con banderas multicolores, una foto de Diana Sacayán en blanco y negro y ampliada casi a tamaño natural. El aroma a guiso que apenas listo fue repartido en bandejitas de plástico, impregnó a la concurrencia que iba aumentando con el correr de los minutos.

La policía no permitió la colocación del escenario, sin embargo, el entusiasmo no decayó. El DJ Chezco Beats se encargó de musicalizar e hizo que el frío se esfumara de los cuerpos. Un gato amarillo gigante se ofendió al ser confundido: “No soy Gaturro, soy Garfield”. Cuando le preguntaron por qué vino a la plaza del Congreso, mostró una alcancía. “Te sacás una foto conmigo y colaborás”.
Bartolo viste un elegante saco azul y será unx de lxs presentadorxs del Festival.

Le cuenta a lavaca: “Vine a defender la Ley de Identidad de Género, la Ley de Cupo Trans, el matrimonio igualitario, la ESI. Es un contexto muy dificil y esos derechos nos quieren ser quitados”. Poeta, docente, activista, autor del libro Textosterona 4ML, una crónica poética de una masculinidad trans que está en preventa para lograr ser publicado. Se puede apoyar la edición ingresando a su IG: @escrituraautogestiva. “Estoy acá por el orgullo, por la resistencia, por las infancias trans, por todes les compañeres que ya no están y lucharon para que nuestras vidas sean validadas”.

Say Sacayán, hermanx de Diana, la recuerda a diez años de su travesticidio, que no fue avalado como tal por la Corte Suprema: “Ella fue una militante, luchadora, fue presa política, atravesó violencia en la calle, sabía qué derechos necesitábamos para tener una mejor calidad de vida. No vamos a bajar los brazos, vamos a resistir. Hace muchos años que estamos acá. Como país y como sociedad nos encontramos en un estado de crisis no solo económica. Tenemos un gobierno de derecha que viene a quitarnos los derechos, no solo a la población LGTBIQ+ sino al pueblo. Este es un espacio para encontrarnos, manifestar, abrazarnos y organizarnos”. Micaela Pérez, activista del colectivo Travesti Trans afirma: “Vine a pedir justicia por nuestras compañeras asesinadas en dictadura y post dictadura. Queremos repudiar a la Corte Nacional de Casación que decidió quitar como agravante el odio a la identidad de género, pedimos al Poder Judicial que garantice nuestras leyes”.

Tres chicos rubios de ojos celestes vestidos de riguroso negro llegaron a la plaza. Al ser consultados, responden que no hablan muy bien el idioma porque son rusos. El que mejor hablaba castellano dijo que se llamaba Davis —o simil— y que vinieron a vivir a la Argentina hace dos años. “Es muy peligroso vivir en Rusia. Allí somos terroristas, las personas LGBT somos extremistas y terroristas para la ley. Buscamos información y vinimos a Argentina”.
Pasadas las tres de la tarde, Bartolo dio inicio formal: “Bienvenides, bienvenidas y bienvenides al Festival Plurinacional Antirracista contra los travesticidios, transfemicidios y transhomicidios. Gracias a todas las personas que están acá hoy convocades en el Congreso”.

Una de las oradoras más lúcidas fue la activista Marlene Wayar.
- “Hay toda una sociedad que nos votó en contra por un sueldito que les prometieron, les prometieron que iban a cobrar en dólares y se cagaron en los derechos humanos. Así que hay que poner en jaque a toda esta sociedad pidiendo más democracia, que el Congreso y la Justicia funcionen. Si miramos la realidad, somos quienes estamos, entonces creo que hoy pretender que el mensaje penetre es un poco ilusorio”.
- “Estamos acá para abrazarnos entre nosotras, nosotros y nosotres. Honrar a nuestras muertas y estar juntes. Es una fecha de conmemoración de nuestra resistencia, de construcción, estando juntas, en comunidad, vamos a lograr esas otras luchas politicas, porque si no, las palabras son bonitas pero se las lleva el viento”.
- “Estemos con los pies en la tierra, no hay un político o política que nos esté mirando, no les interesa, están obnubilados en otra realidad, hay que traerlos a la tierra, hay que exigirles que respeten el ejercicio democrático de que las cosas son de todas, todos y todes y la nuestra es la más relegada así que es la primera a la que le tienen que dar prioridad y eso quizás sea con el proyecto de Ley de Reparación Histórica para las travestis mayores que está asegurando el futuro y que esta Argentina entienda que democracia es democracia y no se la puede bastardear”.
El Festival tuvo espacio para bailar chacarera, agitar banderas al grito de “para las travas reparación, es una deuda que nos debe la nación” y un final a todo ritmo con la banda Sudor Marika. Varias generaciones se dieron cita en la plaza del Congreso en el día internacional del Orgullo, se abrazaron, comieron, bailaron, defendieron consignas, exigieron la Ley de Reparación Histórica y como señaló Marlene, conmemoraron la resistencia de la mejor manera: juntxs.


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