#NiUnaMás
#NiUnaMenos en México: 40 ciudades contra la violencia machista
Miles de mujeres marcharon en todo México contra el acoso y la violencia machista reclamando justicia por los casos de femicidios impunes. El rol de las redes sociales y todo lo que gritó la calle. Otra crónica de Eliana Gilet.
Miles de mujeres marcharon en todo México contra el acoso y la violencia machista reclamando justicia por los casos de femicidios impunes. El rol de las redes sociales y todo lo que gritó la calle. Otra crónica de Eliana Gilet.
Las chicas están contentas y también sorprendidas. La Marcha contra las violencias machistas tuvo su réplica y sus ediciones en más de 40 ciudades mexicanas. En Guadalajara, en Aguas Calientes, en Nayarit y en Ciudad Juárez la lectura es común pero presenta algunos matices. Desinformémonos conversó con mujeres de estas ciudades quienes, con distintos bagajes, participaron de la organización de las marchas en sus localidades.
Una misma pregunta se les trasladó a todas: ¿a quién estuvo dirigido el reclamo? ¿A los hombres para que paren con la violencia o a las mujeres para que se levanten porque ya no están solas?
Nacori, desde ciudad Juárez, cuenta que sienten que cumplieron con el objetivo. En la convocatoria a una movilización nacional, Ciudad Juárez, ícono de las movilizaciones en contra de los feminicidios desde la década del 90, no podía faltar.
Sin embargo, no había habido, desde hace buen tiempo, una manifestación de las dimensiones que tuvo las del domingo 24 de abril.
Y el crecimiento se dio con las que se acercaron solitas, esas a las que nunca se las había visto en las calles.
“Si tuviéramos que definirlas, serían mujeres solteras, en el entorno de los 30 años, trabajadoras o estudiantes avanzadas – sigue Nacori-, que no necesariamente pasaron por situaciones extremas de violencia, pero que sintieron la necesidad de estar en la calle, apoyando a las que sí, manifestándose. Una de las consignas de la marcha ‘Si tocan a una, respondemos todas’ se hizo realmente palpable”.
La idea de la marcha partió de una chica de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas, a partir de un comentario publicado en una red social. La violencia avanza, debemos hacer una marcha nacional, fue el reclamo de la compañera. Ese grito replicó en el norte y poco a poco fue tomando cuerpo. “Ya estamos muy cansadas de toda la violencia a la que estamos acostumbrándonos demasiado. Al punto de que a veces no nos damos cuenta que estamos siendo agredidas”.
La red que se armó para la organización de la marcha fijó algunas formas para organizarse. Para participar, se solicitaba que las mujeres, aunque fueran parte de algún colectivo, lo hicieran a título personal, que hablaran por ellas mismas, por su propio deseo de manifestarse y no por estar mandatadas por ningún colectivo. Esa fue la tónica de la participación en las cuatro ciudades mencionadas más arriba y es algo que todas insisten en destacar.
“La tarea nos acercó mucho», dice otra mujer. «Personalmente nunca había participado en la organización de una marcha como esta y fue muy enriquecedor. Disparó además una serie de debates y reflexiones en conjunto, que pusieran en común el sentir de todas y cada una, desde una óptica personal y no ‘organizacional’”
A quién le hablan
¿A quién le hablaba la marcha de Juárez? “Sí pensamos que el reclamo debía hacerse hacia los hombres y no hacia el gobierno, hacia los ‘machos’ para no herir las nuevas masculinidades. Era una exigencia a los machos violentos de que haya un alto masivo a las agresiones. A la vez, era un acto de sororidad entre mujeres, con las compañeras que fueron violentadas. Aquí estoy y ante lo que pase, voy a poner el cuerpo por tí y eso implica que tú también lo harás por mi. Necesitamos ser nosotras mismas las que digamos qué nos duele».
Para Citali, en Guadalajara, también fue una marcha exitosa. “Comenzamos a organizarnos desde las amistad, desde el acompañamiento en situaciones difíciles. Fue algo muy orgánico y creo que por eso muy valioso. Hubo un vínculo muy fuerte, una conexión entre todas. Ya veníamos vinculadas por medio de las redes sociales quienes organizamos, pero era momento de proyectarlo hacia afuera».
En Guadalajara, el mensaje fuerte fue también el “no estamos solas” y también contó con la participación de mucha gente que nunca se había organizado y que sí había querido expresarse.
El problema fue con algunas organizaciones e integrantes de partidos políticos que quisieron capitalizar esa necesidad de salir a las calles de las mujeres para su propio beneficio. Sin embargo, desde la coordinación nacional de la red, se había explicitado que toda participación se haría a título personal, que ningún colectivo, ni siquiera feminista, pondría su distintivo en las convocatorias y en la movilización. Pero sí tuvieron que bajar algunos carteles que no habían respetado ese acuerdo.
En Guanajuato la actividad duró todo el día: una marcha extensa y luego una jornada cultural en la tarde, con todo tipo de actividades.
“Es una lucha por visibilizarnos como mujer, como causa en sí misma», dice Citali. «Sobre todo, frente al proteccionismo y la verticalidad que vivimos en la cotidiana. Eso hay que cuestionarlo. No sólo es un patriarcado que sostiene que los hombres van arriba, también es un capitalismo que pone arriba a los partidos, es la misma lógica”.
Citali brinda una imagen potente para explicar qué fue lo que se empezó a gestar, en todo México, desde el domingo: “Funcionamos a ensayo y error, como los hombres, que desde niños tienen la chance de jugar y ensuciarse y gritar. Estamos tomando la batuta del ensayo y el error y la respuestas son orgánicas, buscando las maneras que mejor nos vayan».
La forma orgánica que han desarrollado es una red horizontal y que busca el consenso para tomar decisiones. Donde cada mujer participa a título personal.
“La marcha fue un aviso de nuestro intento por organizarnos horizontalmente y desde lo personal. Ese fue el primer mensaje: que estamos, que una vez que nos paramos y nos vemos de frente, es el primer momento en que somos mujeres, poniendo el cuerpo”.
La red y las redes
Explican que la difusión por medio de las redes sociales fue clave y que se logró, incluso, establecer algunas consignas como #VivasNosQueremos y #MiPrimerAcoso, como medios que contribuyen a visibilizar las violencias y los abusos.
“Estas dos cosas fueron un mensaje hacia los hombres. También uno a las instituciones y partidos que hablan desde la legalidad y la verticalidad que no habíamos contemplado cuando nos planteamos cómo funcionar. Como si ellos hubieran acaparado la defensa de los derechos y la potestad de la representación. Cada una se puede representar a sí misma, no necesita de más nadie. En la línea de la lucha feminista que sostiene que lo personal es político».
En Nayarit, un estado pequeño, la convocatoria llegó a unas 200 mujeres. Pero hay que tener en mente la casi nula participación política de los habitantes de ese Estado, como una apatía generalizada que los mantiene inmóviles.
Lizette lo explica: “Puede no parecer mucho, pero nunca se había hecho algo así. La gente no suele salir a manifestarse y respondió muy bien».
En Nayarit sí hubo una serie de denuncias puntuales:
por la tipificación del delito de feminicidio y los casos, muy violentos, que continúan en la impunidad y sin resolver; particularmente contra Hilario Ramírez Villanueva, presidente munipal de San Blas, consuetudinario patriarca, que sistemáticamente apela a la imagen de la mujer objeto. Pero no sólo eso, en Nayarit las mujeres marchantes también reclamaron por el respeto a los pueblos originarios y en contra de la explotación y venta de los recursos y tierras sagradas de los wiráricas.
“Nosotras nos enfocamos en enviar un mensaje a las mujeres, a que se levanten. Que identifiquen las violencias que sufren y perpetúan. Que sepan que estamos unidas y que ya no hay que normalizar ciertas cosas que se viven. También, que nosotras mismas tenemos muchas cosas que soltar, que arrastramos y no nos damos cuenta, como cuando emitimos un juicio de valor hacia otra compañera, o en temas como la diversidad sexual, donde lo clave es que podemos elegir».
En Aguas Calientes la movilización fue impactante. La marcha contra las violencias atravesó la feria de San Marcos, uno de los eventos en donde la violencia es norma, con sus plazas de toros y sus riñas de gallos como principal atracción. “En esta feria es común que los puestos que venden alcohol, por ejemplo, usen a las mujeres como objetos sexuales. Sin embargo, nosotras no los atacamos, mantuvimos las consignas consensuadas con el resto de las movilizaciones nacionales, muy apegadas al motivo de la marcha, pero no específicas contra la feria».
Explicó que unas 500 personas se movilizaron en esa localidad del centro del país, de la que participaron activistas de todo tipo, pero también señoras amas de casa, trabajadoras, las mujeres que pueblan las maquilas, muchas jóvenes, incluso, algunas transeúntes. “Fue impactante ver cómo mujeres que iban con su familia hacia la Feria de San Marcos, se paraban frente a nuestros carteles, afuera dela plaza de toros y decidían quedarse. Se sintieron identificadas. Y es que muchas mujeres se sienten interpeladas ante los carteles que denuncian la violencia porque la viven».
Pedir Justicia
En Aguas Calientes también se discutió acerca de hacia quién se dirigen estos esfuerzos por hacerse visibles. “En nuestro caso, lo hicimos en dos ejes. Por un lado, hacia las instituciones de justicia, por algunos casos concretos. Por ejemplo pedimos justicia por los feminicidios de Andrea y Katy, que fueron asesinadas por los mismos hombres. A Andrea la mató su ex-novio con ayuda de un amigo y luego el amigo quiso matar el mismo, y buscaron a otra chica, esa fue Katy. Ambos están impunes».
También por el estado de salud de una mujer presa en el penal de Aguas Calientes que fue trasladada sin garantías a otro penal en Morelos, y por el avance en la búsqueda de 3 mujeres, que hace 8 meses que están desaparecidas.
“Por otro lado, el mensaje fue hacia nosotras mismas, que nos vamos a cuidar entre nosotras y vamos a responder a todas las agresiones. No estamos solas”.
Daliha sí quiso manifestarse en relación a dos hechos que sucedieron en la gran marcha que llegó a la Ciudad de México:
“Hay muchas razones por las que marchamos con un contingente separatista al frente. Por un lado, para que se vea que esto es algo organizado totalmente por mujeres y cuando un hombre aparece al frente, acapara todos los medios de comunicación. Es curioso ver cómo si una mujer se reconocer feminista se la trata de ‘malcogida’ pero si un hombre se declara feminista se le cantan loas. Por un lado, hay mujeres que fueron agredidas y no confían ya en los hombres, no se sienten seguras. Entre las compañeras también tenemos historias de agresión al participar de grupos mixtos, como cuando formamos parte de Soy 132, que militantes de Morena nos agredían. Hay muchos militantes de partidos y de izquierda que tienen historia de agresión contra mujeres. No es algo nuevo. Queríamos que el mensaje fuera contundente, que somos manada y vamos a defendernos».
Los 43, presentes
El otro punto fue la polémica que se mantiene en redes desde el domingo, por una chica que quiso grafitear el anti-monumento en Reforma a los 43. “Me parece lamentable que un grupo de machos de izquierda estén exhibiendo a esta compañera en redes, atacándola, en un país que se sabe que ser mujer es un peligro. Muestran cómo para ellos, es mucho más importante un monumento de metal, que la vida de una mujer. Su argumento es que cuando el capitalismo caiga, el patriarcado va a caer. Pero esa historia ya la sabemos de memoria y ya estamos hartas que la causa de las mujeres ocupe un lugar secundario en las valoraciones que mandatan los hombres.”
Sobre las agresiones a reporteros en la marcha sostuvo: “Creo que eso se dio porque no respetaron los acuerdos nacionales. No podían entrar al contingente separatista (de puras mujeres) e igual querían hacerlo a fuerza. Eso está teniendo la mayor notoriedad y está logrando desviar el ojo del motivo de la denuncia. No niego que las agresiones hayan existido, pero siempre son casos aislados, anomalías del sistema que en realidad ataca al revés. La excepción está tomando más notoriedad que las denuncias de la violencia sistémica que nos empeñamos en hacer”.
Texto y fotos: Eliana Gilet para Desinformémonos, en convenio con lavaca.org // Marcha #24A en la Ciudad de México
Nota
1 año de la muerte de Daiana Abregú: Nadie se suicida en una comisaría
La joven de 26 años salió a bailar y luego apareció muerta en la celda de la comisaría comunal de la ciudad de Laprida. Cinco policías bonaerenses están imputados por triple homicidio y uno por encubrimiento. Sin embargo, la Justicia aún no definió con qué caratula elevará a juicio su caso: si por suicidio u homicidio. Hoy el pueblo saldrá a las calles para reclamar justicia.
Por Facundo Lo Duca
El 5 de junio de 2022 Daiana Abregú apareció muerta en la celda de la comisaría comunal de Laprida, en la provincia de Buenos Aires. Su muerte causó estupor en la ciudad ubicada a 400 kilómetros de Capital Federal, acostumbrada a la tranquilidad de la pampa bonaerense y reconocida por los monumentos que el enigmático arquitecto Francisco Salomone construyó durante la década del ’30.
Daiana había salido a bailar la noche del sábado 4 de junio. El domingo, alrededor de las siete de la mañana, fue de detenida por un móvil policial tras provocar disturbios en la vía pública. Sola, vestida con una campera de jean y bajo el custodio de tres policías, la joven quedó alojada en una celda de la comisaría comunal.
A las seis de la tarde de ese domingo, un patrullero llegó hasta la casa de Daiana, donde vivía con su hijo menor, sus hermanas y sus padres. Del auto bajaron dos policías: uno de ellos Marcelo Amaya, subcomisario de la estación policial.
Tras golpear la puerta, Laura Abregú ─la madre de la joven─, salió a su encuentro. Los efectivos la miraron fijo y dijeron una frase que al día de hoy todavía está en duda:
─Señora, su hija se quitó la vida.
La versión policial dijo que Daiana se suicidó en su celda, ahorcándose con su propia campera. La primera autopsia, realizada un día después de su muerte por la Asociación Pericial de Azul, sostuvo esa hipótesis luego de señalar una marca de ahorcadura en el cuello compatible a la prenda que llevaba cuando fue detenida.
La Comisión Provincial Por la memoria (CPM) intervino de inmediato en la causa como particular damnificado. Tras analizar los presurosos resultados de la primera autopsia, la organización de derechos humanos encontró una serie de irregularidades.
La autopsia no había respetado el Protocolo de Minnesota, una instancia que debe seguirse en casos de muertes bajo custodia del Estado. Los resultados del examen del cuerpo de la joven habían presentado graves falencias: no se realizaron radiografías ni fotografías completas, no se completaron extracciones de piel para determinar si algunas lesiones fueron producidas antes o después de su muerte y tampoco se realizaron filmaciones del examen, tal como lo establecen los protocolos vigentes.
La insistencia del abogado de la familia, Sergio Roldan, junto a la de la CPM, lograron que se realice una reaautopsia del cuerpo.
La Asesoría Pericial de La Plata fue finalmente el órgano encargado del procedimiento. El informe final de la reautopsia dio como resultado que Daiana Abregú no se habría ahorcado. Los peritos concluyeron que la víctima murió por una “asfixia mecánica de sofocación”. Además, no observaron lesiones en los músculos del cuello compatibles con el lazo de ahorcadura de la campera; también señalaron que existían lesiones en esa zona del cuerpo compatibles con signos de una posible autodefensa.
El fiscal del caso, Ignacio Calonje, quien se había mostrado reacio a una realizar un segundo examen del cuerpo, analizó los resultados de esa evaluación y ordenó que Adrián Osvaldo Núñez, Pamela Gisel DiBin, Juliana Zelaya y Leandro Esteban Fuhr ─los cinco policías bonaerenses presentes aquel 5 de junio de junio en la comisaría─ fueran encarcelados y acusados por homicidio triplemente calificado.
La decisión había traído calma a la familia y amigos de Daiana. Pero el pueblo, por otro lado, quedó dividido. A las marchas que se hacían frente a la comisaría solo acudían un pequeño grupo de vecinos que acompañaron a la familia desde un principio. “Muchos le creen a la policía porque Daiana viene de una familia humilde. Si fuera al revés, estarían acá. Laprida tiene sus matices”, contó una vecina a lavaca.
La situación procesal de los policías, sin embargo, tendría un giro que volvería toda al principio. Un tercer informe pericial, solicitado por el fiscal y realizado por la Policía Federal, analizó los dos últimos exámenes del cuerpo de Daiana.
A través de conjeturas estigmatizantes sobre la conducta de la joven y describiéndola como alguien “con consumos problemáticos de drogas”, algo que fue desmentido por su propia familia, la policía federal aseguró que Abregú finalmente se habría quitado la vida en su celda. Es decir, para la Federal alguien con supuestos “problemas de consumos” y “conflictos emocionales”, es un potencial suicida dentro de un calabazo.
Ese escenario habilitó a que liberaran a los cinco policías detenidos y que la hipótesis del suicidio volviera a cobrar relevancia para la justicia provincial, aunque continuaron imputados por homicidio.
La bonaerense, respaldada por otra fuerza de seguridad, así como también por el ministro Sergio Berni, intentaba salvar su presente. Pero sería condenada por su pasado.
La bonaerense de Laprida
En una investigación colaborativa con otros medios, Lavaca fue a Laprida para contar el funcionamiento de la policía y la comisaría. Los relatos de los vecinos describieron la violencia institucional en la que estaba sumergida la ciudad.
Picanas eléctricas, palizas a menores de edad y hasta torturas con bolsas de plástico en la cabeza eran moneda corriente dentro de los calabazos.
Lejos de alguna sanción, a algunos policías se los premiaba. Como es el caso de Adrián Nuñez, uno de los cinco implicados en la muerte de Daiana, y denunciado en más de un testimonio por algunos vecinos de Laprida. En 2021, Nuñez recibió un premio estimulo por su labor como oficial ayudante.
Dos expolicías que trabajaron en esa comisaría, además, le confirmaron a este medio los excesos de algunos colegas, como así también otros manejos internos de la dependencia policial. Todo bajo la tutela de dos comisarios: Christian Barrios y Marcelo Amaya, quienes dirigían la seccional cuando ocurrió lo de Daiana.
Otro dato no menor fueron los antecedentes de la comisaría. En el año 2003, Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense tenía previsto llegar al pueblo para revisar una serie de expedientes y documentación sensible referido a la comisaría. Sin embargo, el 21 de julio de ese año, un “depósito con documentación y otros elementos” del edificio se prendió fuego.
Los investigadores determinarían que el incendio habría sido intencional. Entre los policías que estaban en esa época en la estación, se encontraba Marcelo Amaya, el mismo que le dijo a la madre de Daiana que su hija se había quitado la vida. Amaya, junto a Christian Barrios, fueron desplazados de sus cargos.
En el mes de abril Calonje hizo un pedido para que el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sea quien analice los resultados de las dos autopsias que se hicieron sobre el cuerpo de Abregú y contraste los resultados con los de la Policía Federal. De ese informe, saldrá finalmente la caratula con que el fiscal deberá elevar a juicio la causa: si por homicidio o suicido.
Amnistía Internacional tomó el caso de Daiana en 2022. Desde entonces, su historia forma parte de la campaña internacional por los derechos humanos que el organismo impulsa con el fin de que se esclarezca su caso. Según datos de la Comisión Provincial por la Memoria, entre 2012 y 2022, murieron al menos 215 personas en comisarías bonaerenses, un promedio de 20 por año.
Daiana falleció un 5 de junio, el mismo día que Laprida celebra el natalicio de su máximo prócer: el arquitecto de las pampas, Francisco Salomone.
Hoy, mientras algunos veneran edificios antiguos, los familiares y amigos de Daiana saldrán una vez más a las calles. A pedir justicia. A gritar: “Nadie se suicida en una comisaría”.
#NiUnaMás
3J: El Nunca Más del Ni Una Menos, con una asamblea histórica de Familiares Víctimas de Femicidios en Plaza de Mayo

Desde Jujuy, Santiago del Estero, Córdoba. De Mar del Plata, San Miguel del Monte, Monte Hermoso. Desde Tigre, Moreno, San Vicente. Desde todas partes del país, decenas de familiares de mujeres y personas trans asesinadas y desaparecidas se autoconvocaron en Plaza de Mayo para compartir el panorama de los distintos casos, con estas palabras como denominador común: narco, policía, fiscalía. También se escucharon ideas para combatirlo, entre la calle, el abrazo y la memoria, rescatando todo el arsenal de la lucha por los derechos humanos en Argentina. Por eso, el día del Ni Una Menos, junto a la Pirámide de Mayo se gritaron dos palabras que lo dicen todo: Nunca Más. Compartimos a continuación todas las voces que se escucharon en este 3J.
De todo lo que se dijo y escuchó en la asamblea, las familias armarán un documento para presentar ante las autoridades que deben llevar adelante las políticas para prevenir, erradicar y sancionar la violencia machista. Entre otras propuestas, se pidió una reparación para familiares y que el Procurador General de la Nación los reciba para trabajar en el entrenamiento de los fiscales en la búsqueda de pruebas.
Acompañaron la movida decenas de organizaciones sociales, sindicales y políticas (debajo, la lista completa), Periodistas Argentinas, la actriz Thelma Fardin y otras integrantes de Actrices Argentinas; y las funcionarias Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación Argentina, y Flavia Delmas, subsecretaria de Políticas contra las violencias por razones de género del Ministerio de Mujeres de la Provincia de Buenos Aires.
Estuvo ausente, entre otrxs, Tehuel de la Torre, joven trans desaparecido, pero de la asamblea participó su madre.
El cierre del acto fue con arte. Primero, una batucada de mujeres copó el centro de la escena con las familias alrededor. Luego, vestidas de rojo, otro grupo de mujeres realizó una acción en la que cantaron y levantaron en alto fotos de víctimas de femicidios. Con la Casa Rosada de fondo, una cuerda de tambores cerró la jornada rodeada de emoción y aplausos.


Las voces de las familias
Familiares de Florencia Pennacchi, desaparecida
Tras 18 años, no tenemos noticias. Flor fue víctima en 2005 de desaparición forzada, con la complicidad de organismos oscuros. Pero además de casos como el de Florencia, quiero hablar de otras víctimas. La mamá de Florencia acaba de fallecer. Y a muchas madres, padres, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos, amigos, el dolor punzante de la ausencia cambia la vida para siempre. Para que la impunidad suceda es necesaria una cadena de complicidad gubernamentales judiciales y policiales. Seguimos y estamos acá, porque somos la voz de aquellas silenciadas.
Marisa, mamá de Luna Ortiz
Hoy es un día para transformar el dolor en lucha. Esto nos da fuerza de familiares, emociona lo que estamos transitando, esta nuestra lucha después de este gran dolor. Y duele después por cómo somos violentados por este sistema judicial. Luna era una piba de barrio que luchaba por cada pibe, y no pudo llegar a la marcha por el ni una menos. Hoy sigo el legado de mi hija, porque la lucha empieza en los barrios.
Facundo, papá de Luna Ortiz
Es un día muy doloroso porque mientras se marchaba un 3 de junio de 2017 Luna fue captada por Isaias Villarreal. Hoy está en libertad, porque la justicia no reconoció el femicidio, y fue condenado por abandono de persona. Celebramos esta asamblea, para que se escuchen nuestros reclamos de leyes que no se cumplen, como la de patrocinio gratuito. Somos familias de laburadores. Luchamos contra cómplices gigantes como la justicia, la policía. La Ley Brisa, muy a cuenta gota, se cumple. Este lunes 12/6 en tribunales de San Isidro, invitamos a todos al juicio contra Villarreal para que sea condenado por femicidio.



Papá de Natalia Melmann, asesinada y torturada y violada en Miramar el 4 de febrero de 2001
La sentencia (Ricardo Panadero, condenado a perpetua este 17 de mayo, fue el cuarto policía condenado por su femicidio) fue lograda por la lucha y acompañamiento de un montón de personas. Porque la lucha no se abandona, se gana, como aprendimos de las Madres de Plaza de Mayo. Se puede. Es posible.
Thelma Fardin, actriz
Gracias por recibirme en este espacio. La lucha de Marta (Montero, mamá de Lucía Pérez) para mí es muy inspiradora. La primera vez que salí a la calle fue por lo de Lucía. Su lucha me inspira porque tras recibir el caso adverso por una justicia falsa nos dicen “mentirosas”, cuando la mentirosa es ella, la justicia. Te piden pruebas materiales en caso de abuso, como en muchísimos casos, como el de Lucía, como si el cuerpo flagelado no alcanza.En mi caso, tenemos mi testimonio, pero tampoco alcanza. Si no tengo pruebas materiales no alcanza. Organizades es la única salida.


Carlos Aliaga, Jujuy, hermano de Rosita, asesinada en 2015
Pasaron ocho años y el caso sigue impune. No hay ningún detenido. La investigación empezará de nuevo. Hay una luz de esperanza, queremos creer en la Justicia. Pero hasta hoy, hay un asesino suelto en las calles de Libertador, Jujuy. Hay mucha impunidad en Jujuy, muchos casos de femicidio.
Mónica, mamá de Iara Rueda
Mi hija fue asesinada en pandemia, en 2020, engañada. Sale a la ruta engañada para entregar un trabajo práctico. No volvió. No demoramos nada en salir a la ruta ni bien llegamos a casa y vimos que no estaba Iara. No demoramos nada en hacer la denuncia. Si tiene noviecito, te preguntan, si uno le hizo algo, te dicen en la comisaría… Difunda por las redes sociales, te dicen. Los minutos que pasaban cada vez eran peores. Nunca cerraron los perímetros cerca de mi casa. No había una patrulla ni un policía en el barrio esa noche. Pasaron seis días cuando me llaman y me dicen “todo lo que pidió lo va a tener mañana”. Era domingo por la noche, mi hija desapareció un miércoles. ¿Por qué mañana? Porque recién lo aprobaron al otro día, a diez cuadras de casa, en un descampado, apareció el cuerpo: estaba violada y semienterrada. El Estado estuvo ausente con mi hija. En Jujuy estaba el protocolo que debían salir a buscarla de manera inmediata. Estaba cajoneado ese protocolo. Ocho funcionarios terminaron imputados. Pero los premiaron como jueces o jubilados o llevados a otros lugares. Mi hija es un caso bisagra en la provincia porque los organismos por fin se pusieron a trabajar. Porque las familias nos unimos a marchar y así los juicios empezaron a salir. Encontré una frase en el libro de mi hija: “Eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que parece y eres más inteligente de lo que piensas. Si seguís creyendo tus sueños se harán realidad”. Mi hija tuvo justicia pero nosotras estamos condenadas porque a nosotras nos toca llorar toda la vida.




Majo Herrera, mamá de Camila Cinalli
Nos seguimos preguntando dónde está Camila, desaparecida en 2015. El intendente de Monte lo único que hizo fue llevarme a Tucumán porque tenían una supuesta prueba. Fue mentira. Se venían las elecciones y no querían que se sepa qué pasó con ella. Tardaron cinco días en tomar la denuncia. Me decían que estaban con un noviecito. Mentira, te la roban como un perrito. Todos los días es la lucha. Y es poco el acompañamiento. No queremos más desapariciones ni femicidios.
Mamá de Agustina Fredes, Blanca Osan
A Agustina la asesinó el novio el 25 de abril de 2017. Le dieron 15 años. Quiero que lo condenen por la muerte de mi hija y mi nieto, porque ella estaba embarazada. No murió, como dicen, por el embarazo ectópico: fue violada con fierros de cromo, ahí le dañaron los órganos y mataron a su hijo. Mi hija no murió porque quiso: Matías Acevedo, militar de Mar del Plata, es el responsable.
Alfredo, papá de Carla Soggiu
Mi hija fue violada el 26 de diciembre de 2018 por la pareja. En enero de 2019 desaparece y aparece ahogada en el Riachuelo. Acciona el botón antipánico muchas veces. Tuvieron tiempo para ubicarla con botón que tiene GPS y da la ubicación exacta. Cuatro días después la encuentra personal de limpieza del riachuelo. Hay complicidad policial y judicial. Es mentira lo de la justicia independiente. Es mentira lo de la grieta. Defienden la impunidad de seres oscuros. Pero no vamos a abandonar la lucha. Nunca, mientras respiremos. Y van a tener que pagar los responsables por la muerte de mi hija.
Mamá de Analía Aros
Qué difícil. Qué difícil. Soy Ana Soto. Mi hija fue asesinada el 21 de marzo de 2017 por su pareja. Tuve justicia, es un alivio nada más porque nosotros seguimos el duelo. Su familia. Sus hijas. Hasta el día que nos vayamos de este mundo. Mi única terapia es acompañar a todas las madres que pasan el mismo dolor.




Susana, mamá de Cecilia Gisela Basaldúa
Estamos en representación de nuestros hijos que debieran estar acá. Cecilia tenía 36 años. En 2015 viaja a México para participar del Panamericano de hockey sobre hielo. Siguió viajando por América Latina. En 2019 regresó a Argentina. Me decía mamá, “América está sangrando por la pobreza que hay”. En marzo, iniciando la pandemia viaja a Capilla del Monte para escribir su libro. Llega a Capilla y no tenía lugar para quedarse. El 4-4-2020 es el último día que se comunica. A los días un hombre que la había alojado nos dice que tuvo un brote psicótico. Entramos en pánico, conseguimos permiso y viajamos. El 24 de abril llegamos a la tarde y nos dijeron que habían encontrado un cuerpo. Estaba muerta. La habían estrangulado, violado y asesinado. La policía no la buscó. Ahí comenzó nuestro martirio de buscar, de investigar. Que sigue. Estamos esperando que trabajen de verdad. Ahora hay nuevo fiscal pero desde noviembre hasta hoy, no hicieron nada.
Alfredo, papá de Cecilia Basaldúa
Pasó hace tres años. Vamos a seguir luchando. Queremos que Cecilia descanse en paz. No voy a largar nunca esta lucha. Es lo que tenemos que hacer todos. La policía en Argentina es muy violenta y no está educada. Lo primero que hacen es pegar. Los policías en Capilla del Monte son todos violentos, apañados por el Poder Judicial. La causa de Cecilia fue armada totalmente por la policía. Paula Klem es la fiscal de ahí, comprada por el narcotráfico. Hay un montón de causas armadas. Esas lacras tienen que pagar. Esperemos que esta vez investiguen y dejen de lado la corrupción. Ella me decía «papá, ¿de qué tengo que tener cuidado? Yo quiero ser libre».
Jhonny, papá de Claudia Patricia Tupa Latorre, fallecida el 10 de febrero de este año, mamá soltera de dos hijas
Murió en un local bailable por culpa de regenteadores de ese local. Pido justicia. Hoy la causa está en la fiscalía 62 de Ciudad de Buenos Aires: estamos esperando el examen toxicológico. Hubo envenenamiento. Los responsables son los del local y policías porque el local no estaba habilitado hace tres años. Hay complicidad.
Erika, amiga de Claudia Tuppa
Claudia era una compañera de Polo Obrero, fue asesinada este año, fue encontrada muerta en Joaquín Gonzalez y Rivadavia. no se sabe que hacía en ese lugar. El fiscal Ariel Tapur no hizo nada para investigar el caso. La inoperancia del fiscal nos impide tener justicia.. Ha dejado dos niñas en orfandad. Las amigas, rotas, sin una guía, porque ella era delegada. Hoy es otro día donde se recuerdan estos femicidios tenemos que sumar el de Claudia también.
Familiares de Sofía Fernández
Era una mujer trans que falleció en la comisaría 5° de Pilar. El 8 de abril la detuvieron en una situación confusa. El 10 de abril estaba muerta. En la boca tenía una bombacha y goma espuma. No sabemos más nada. Nos informan que Sofía se suicidó, lo que es totalmente mentira. En un mercado mercantilizado, la justicia quiere llenarse de plata. Debe haber un cambio total para terminar con estas injusticias. Los gobiernos permiten que esto suceda.




Abuela de Chiara Ramírez
Los padres de Chiara no tienen la fuerza para acompañar este camino porque tienen que criar 3 nietas. Mi nieta salió a un cumpleaños, ella no conocía a la mayoría de la gente. Salió a festejar y ante una pelea en el coche se empezaron a enfrentar los chicos y le pegaron un tiro en la cabeza. Salimos a la calle, cortamos rutas, quemamos gomas en la comisaría. La gente nos gritaba “vagos, vayan a trabajar dejen de pedir planes”. No: quiero justicia. Aprendan a defenderse, y no se dejen pegar.
Aixa Greco, hermana de Catherine Greco, asesinada el 8 de julio de 2022 en Cruz del Eje
La encontraron tirada en el piso con signos de ahorcamiento, quebraduras. El asesino está preso sólo porque tenía antecedentes de violencia de género. Borraron toda clase de pruebas en la casa , después empezaron a decir que se había matado. Salió que tenía golpes por todo el cuerpo: tenía raspaduras en la rodilla y signos en las muñecas como que había sido atada. Ahora nos están diciendo que el asesino puede quedar en libertad.
Marta Montero, mamá de Lucía Pérez
Queremos la reparación a las familias, reparación del Estado a cada una de las familias a las que nos matan a una hija. Cada una sabe lo que es levantarnos con los dolores en el alma, pero tenemos que comer. O como a mi marido, que tras treinta años lo echaron del trabajo porque faltaba por la causa. Mi propuesta es esta: queremos reparación, si quieren llamarle jubilación o como quieran; necesitamos una obra social, porque quienes mataron a nuestras hijas tienen todos los derechos: casa comida, médicos, seguro. Nosotros luchamos por las nuestras, lucharemos para que esa reparación exista. Otro pedido: una audiencia con el Procurador General de la Nación. Necesitamos fiscales acordes a la situación que les toque llevar. Si no están capacitados, deben recibir capacitación constante y supervisada. En una causa, si no se toman pruebas se hacen mal las investigaciones, y quienes pierden son las familias. Les agradezco por habernos acompañado, por ayudarnos y a las familias por todo el sacrificio que hacemos todo el tiempo. Todo el tiempo. Costeamos pasajes de familias, hospedajes para juicios… Debe haber Estado presente en tiempo y forma. No elegimos estar en este lugar. Pero estamos acá, desgraciadamente.




Las organizaciones que acompañaron
Sobre el final el micrófono se abrió y las siguientes organizaciones compartieron unas palabras:
· MTR 12 de abril
· Pan y rosas
· Las rojas
· AGD-UBA
· Crculo de amigas feministas
· ATE-CTA Autónoma
· MST
· PSTU
· Movimiento Teresa Rodriguez
· Marabunta
· Isadora – izquierda socialista
· MTL rebelde
· Romina del Plá, plenario de trabajadoras PO.
· Opinión socialista
#NiUnaMás
Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann

El ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero fue encontrado culpable de secuestrar, violar y asesinar a Natalia Melmann cuando tenía 15 años: el Tribunal Oral en lo Criminal n°4 de Mar del Plata, conformado por los jueces Néstor Conti y Juan Galarreta, y la jueza Mariana Irianni, lo condenó por unanimidad a cadena perpetua.
La sentencia llegó 22 años después del femicidio. Natalia fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar. Su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal. La autopsia reveló la presencia de cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo.
Un año después, en octubre de 2002 los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua por privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado. En ese juicio también fue condenado a 25 años Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, pero la pena luego fue reducida a 10 años de prisión.

La sentencia a Ricardo Panadero tardó mucho más tiempo en llegar: en el proceso de 2012 la justicia lo había sobreseído. Recién en 2018 fue juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata integrado por los jueces Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro: también lo absolvieron. Sin embargo, ante una presentación de la familia Melmann el Tribunal de Casación en 2020 decidió anular el fallo y ordenó hacer un nuevo juicio: así llegó Panadero a ser condenado.
Hoy, finalmente, el TOC 4 lo encontró culpable del delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa, todos en concurso material entre sí.
Su detención fue pedida de manera inmediata así como su traslado a la Unidad Penal Nº7 del complejo penitenciario Batán.
La búsqueda de justicia continúa: hay un quinto perfil genético que aún no pudo ser identificado. Por eso Gustavo sostuvo después de la sentencia: “Ojalá que nos alcance la vida para poder condenar a todos”.
- Mu182Hace 3 semanas
Humor tullido
- NotaHace 3 semanas
La marcha del hambre: piquete para la cacerola
- NotaHace 4 semanas
Masacre de San Miguel del Monte: 4 policías de la Bonaerense llegan a juicio
- NotaHace 3 días
El Nunca Más a la violencia patriarcal: foro en Plaza de Mayo
- Mu182Hace 3 semanas
Hacer stories o hacer historia: la tensión entre “academia” y familias víctimas de femicidios
- NotaHace 2 semanas
Femicidio de la periodista Griselda Blanco: sospechan de su ex pareja y de la policía local
- NotaHace 3 semanas
11 años sin «Kili» Rivero: las no-respuestas del Intendente de Lavalle, Corrientes, frente a un caso emblemático del modelo tóxico
- #NiUnaMásHace 2 días
3J: El Nunca Más del Ni Una Menos, con una asamblea histórica de Familiares Víctimas de Femicidios en Plaza de Mayo