#NiUnaMás
Otra denuncia por violencia contra el jefe de los fiscales de Jujuy, Sergio Lello Sánchez

Como funcionaria del Ministerio Público, María Eugenia Río viene denunciando distintos episodios de violencia machista por parte del jefe de los fiscales, Sergio Lello Sánchez, desde 2017. En este reportaje que pretende visibilizar la situación fuera de la provincia, la denunciante cuenta los detalles del maltrato, la impunidad con la que goza Lello Sánchez dentro y fuera del Ministerio, y asegura que su caso no es el único. El antecedente persecutorio y las otras denuncias que acorralan al jefe de los fiscales de Jujuy, a quien distintos sectores reclaman se le haga un juicio político.
Por Inés Hayes y Melissa Zenobi
“Mi nombre es María Eugenia Río, soy funcionaria del Ministerio Público de la Acusación de Jujuy, con el cargo de prosecretaria de Juzgado. Ingresé en septiembre de 2016 y a la fecha me encuentro con el mismo cargo y con carpeta psiquiátrica”, comienza sus palabras María, de 37 años, quien denuncia viene sufriendo acoso y violencia de género por parte del fiscal general de la provincia de Jujuy, Sergio Lello Sánchez, desde 2017.
El 11 de noviembre de este año María Eugenia presentó una denuncia contra Sánchez por “violencia de género, persecución y amenazas desde febrero de 2017”. Desde Jujuy, cuenta a lavaca: “En mis 5 años de trabajo sufrí 10 cambios de destino dentro del MPA, sin explicación alguna, pero eso no era lo peor, sino que tuve que sufrir todo tipo de hostigamientos, amenazas, violencia de género; a tal punto que me llegó a decir que si no hacía lo que él me decía, al día siguiente mis hijos y yo quedábamos en la calle».
¿Y por qué creés que no lo sacan?
Porque es tanto el poder que se le dio, que hoy no sé quién pueda o se atreva a sacarlo. Una vez, en forma de castigo, me quiso mandar a trabajar a un sótano con una mesa, una silla y un teléfono, donde hay ratas, humedad y de vez en cuando se inunda. Gracias a la intervención de una persona, me mandaron a otro lado. Pero su comentario fue: «Bueno, entonces ponela en la mesa de entradas», como si fuera un mueble.
O sea: él se siente intocable
A este señor le dieron un poder tan grande que ya no sólo ahí dentro le tienen miedo… sino también fuera. Adentro del MPA no soy la única que sufre este tipo de violencia. Todos los colegas saben lo que se vive ahí adentro, pero nos callamos porque tenemos familias, porque juega con el miedo. Yo era el sostén de mi familia y tardé en procesar esto 5 años. Pero mi detonante fue que en julio de este año perdí un embarazo, le pedí que me reconozca las vacaciones porque no estaba preparada ni psicológicamente ni físicamente para volver a trabajar y no me contestó nunca: todavía sigo esperando. Volví a trabajar y mi primer ataque de pánico lo tuve en mi oficina. De ahí no volví nunca más y me encuentro actualmente con carpeta psiquiátrica, con ataques de pánico, de ansiedad, de nervios.
Y aun estando con carpeta psiquiátrica se me siguió hostigando, se me llamó para que vaya a dar explicaciones de por qué publicaba ciertas cosas en mis redes sociales. Esa fue la gota que rebalsó el vaso porque yo estaba medicada, con una dosis alta, inclusive la vez que fui a dar explicaciones me tuvieron que acompañar porque no podía caminar.
“Y que sigan violentándome de esta manera sin una razón fue insostenible, porque durante estos 5 años siempre trabaje, más de lo que tenía que trabajar, más horas de las que tenía que hacer, durante toda la pandemia aun teniendo a mi hijo que es de riesgo, siempre pedí que me reconozcan y me den el cargo que me correspondía, porque seguían entrando personas y les daban los cargos que me correspondían a mí”, cuenta María desde Jujuy.
La Multisectorial de mujeres y diversidades de Jujuy llevó adelante una movilización para que se termine con la violencia y la impunidad: «No podemos tolerar que en un organismo del Estado de la Provincia de Jujuy haya tamaño nivel de machismo y misoginia contra las mujeres como el que ejerció Sergio Lello Sánchez contra mi defendida», dice Mariana Vargas, abogada patrocinante de María Ríos.

Otras denuncias
En 2018, la diputada Débora Juárez (Frente de Todos) pidió el juicio político para Lello Sánchez, luego de denunciar en la Legislatura la violación de su inmunidad parlamentaria por un allanamiento en su domicilio. Acusó al fiscal general de haber iniciado una “persecución” en su contra. La presentación se encuentra en la Comisión de Asuntos Institucionales, a la espera de una resolución.
En julio de 2019, la abogada Agustina Aramayo, secretaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA), hizo pública su denuncia por “violencia de género y mobbing laboral” en contra de Lello Sánchez ante el Superior Tribunal de Justicia.
En septiembre de 2019 se realizó un pedido de intervención al Poder Judicial mediante un proyecto presentado al Congreso de la Nación, tras el ingreso de un pedido de Juicio político en contra del Fiscal General del STJ, Alejandro Ficoseco. En ese marco Jujuy recibió la visita del Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina.
En septiembre de 2019 el fiscal fue denunciado ante la Oficina Anticorrupción por distintas irregularidades dentro del MPA. Por caso, lo acusaron de intimidar -mediante sus fiscales- al programa “Jujuy Investiga” a presentar la nómina de los trabajadores de aquel ciclo televisivo en el término de 24 horas. Y es que el programa jujeño expuso la realidad de funcionarios que aún hoy padecen la violencia, arbitrariedad e impunidad con la que se maneja el Fiscal General dentro del Ministerio Público de la Acusación.
En enero de 2020, Lello Sánchez designa a su esposa, Celina Florencia de Tezanos Pintos, como Secretaria Relatora del Ministerio Público de la Acusación.
También en enero se crea el Observatorio de Políticas Públicas con perspectivas de Géneros que recibe a las víctimas de Lello Sánchez, por denuncias de acoso, violencia de género y mobbing laboral. En dicho Observatorio se dispone la remisión de los expedientes radicados en el Superior Tribunal de Justicia.
En febrero de 2020, el jefe de los fiscales es denunciado penalmente por los diputados Emanuel Martín Palmieri, Débora Juárez Orieta, Alejandra Cejas, Fátima Tissera, Leila Chaher y Mariela Ferreyra, por la comisión del delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la Función Pública.
En junio de 2020, la abogada Ivone Haquim, defensora general del Ministerio Público de Defensa y Servicio Público de Defensa Penal, denuncia a Lello Sánchez por la posible comisión de los delitos de encubrimiento agravado, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y abandono de personas, por graves irregularidades en expediente de Abuso Sexual.
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Oraciones, entre la cruz y la raya: un ritual para presentar el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez

Este domingo 16 de noviembre presentamos el nuevo libro del Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez, editado por lavaca, con una perfomance conmovedora: Oraciones, entre la cruz y la raya fue una obra de teatro danza basada en los ejes teóricos de Femicidios, narcotráfico y Estado. La puesta transformó en lenguaje poético, corporal y musical una realidad que duele y mata, de la mano de talentosas artistas.

Familias sobrevivientes de femicidios, con el libro del cual son parte: el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez.
Oraciones, entre la cruz y la raya: así se llamó la presentación performática del nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez editado por lavaca y titulado Femicidios, narcotráfico y Estado.
La obra de teatro y danza indagó en los mecanismos que operan sobre los cuerpos y los territorios desde una dramaturgia que combinó texto, movimiento y música. El resultado fue una experiencia que funcionó tanto como obra artística como herramienta para hacer sentir, colectivamente, de qué hablamos cuando hablamos de femicidios.
La obra fue ideada y escrita por Claudia Acuña, también responsable de la dirección general del Observatorio Lucía Pérez. En escena, Oraciones desplegó el trabajo de las intérpretes Julieta Costa, Lola Domínguez Hayes, Lucía Harismendy, Pia Leone, Luca y Juana Torras, quienes construyeron una trama sensible entre la fragilidad y la fortaleza. La música en vivo, a cargo de Santiago Torricelli en piano, aportó un pulso emocional que atravesó toda la pieza.



El diseño sonoro siguió de la mano de Pía Leone, junto con la operación técnica de Teo Escobar y Lucas Pedulla. Y el diseño gráfico estuvo a cargo de Jonatan Ramborger (autor, también, de la tapa del libro) y Julie August.
La puesta en escena fue realizada por Julieta Costa, mientras que la dirección coreográfica estuvo a cargo de la reconocida directora y coreógrafa Carla Rímola.
Oraciones dejó en quienes asistieron la certeza de que el arte no sólo puede denunciar lo que duele, sino también abrir caminos para imaginar otras formas de vida y de cuidado.
Y también, otras formas de presentar un libro.



El Observatorio y su libro
El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por lavaca.org con el objetivo de profundizar el trabajo sobre formas de prevención y erradicación de la violencia patriarcal.
Cada día un equipo conformado por Claudia Acuña, Amalia Etchesuri, Anabella Arrascaeta y Pablo Lozano actualiza 12 padrones de manera autogestiva, datos que sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas. Se trata del único registro público del país, lo cual quiere decir que pueden consultarse las fuentes de cada dato.
Cada mes el Observatorio realiza un resumen de este diagnóstico junto a víctimas y familias sobrevivientes de femicidios. El resultado es el informe mensual que se difunde a través de organizaciones sociales y referentes de la política y la cultura que intenta pensar, más allá de las cifras, la radiografía social y política de esta violencia.


Femicidios, narcotráfico y Estado reúne ahora y por primera vez los distintos informes, investigaciones y acciones del Observatorio Lucía Pérez. Es un material que indaga a través de la articulación de textos teóricos y reportajes periodísticos las vinculaciones entre lo narco, la violencia machista, los femicidios y el rol del Estado en la trama de la impunidad.
Todo eso quedó plasmado en esta presentación-ritual colectivo para empezar a sanar una realidad que duele, y organizar la realidad que viene: aquella que queremos, deseamos y nos merecemos.
Si querés el libro escribinos al teléfono que figura en este link, y suscribite para apoyar todo lo que hacemos:
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La venda en los ojos: la justicia frente al abuso sexual contra niñas y niños
El 42% de las denuncias de violencia sexual corresponden a menores de 17 años en la ciudad de Buenos Aires. El ministerio de Justicia bonaerense reveló que entre 2017 y 2022, de más de 96.000 causas por abuso sexual, 6 de cada 10 tuvieron como víctimas a menores y se duplicó el número de denuncias: el 80% fueron mujeres, principalmente niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años. ¿Cómo recibe el Poder Judicial a las infancias que se atreven a denunciar abusos? Las víctimas convertidas en “culpables” de un delito que padece a nivel mundial entre el 15 y el 20% de la niñez. La campaña conservadora y oficial: desestimar denuncias y motosierra. Lo que no quiere ver la justicia. Cómo encarar estos casos, y la enseñanza de Luna. Por Evangelina Bucari.
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Cecilia Basaldúa: el cuerpo desaparecido

Daniel y Susana denunciaron que desapareció el cuerpo de su hija, Cecilia Basaldúa, que reclamaban para realizar nuevas pericias. La historia de lo ocurrido y el rol de la fiscal de Córdoba Paula Kelm “que hizo todo lo posible para que los asesinos de Cecilia sigan hoy libres e impunes”.
Por Claudia Acuña
El 7 de noviembre Cecilia Basaldúa hubiese cumplido 42 años y no hay festejo porque no hay Cecilia: la desaparecieron, violaron y mataron en abril del año 2020, en Capilla del Monte y en pleno aislamiento por la pandemia de Covid. Su familia, como cada año, reunió amistades y familiares de otras víctimas de femicidios territoriales –el padre de Natalia Melman, el hermano de Laura Iglesias– en el mural que la recuerda en su barrio de Belgrano. Fue ese el marco elegido por Daniel y Susana, los padres de Cecilia, para compartir lo que significa buscar justicia para este tipo de crímenes. Con la voz partida por el dolor narró cómo fue la última reunión con la nueva fiscal responsable de la investigación: es la cuarta. La primera – Paula Kelm– desvió las pruebas para atrapar a un perejil, que fue liberado en el juicio oral y así la investigación del femicidio de Cecilia volvió en punto cero; el segundo estaba a meses de jubilarse y pidió varias licencias para acortar su salida; el tercero –Nelson Lingua– no aprobó el examen para ocupar el puesto y, finalmente, desde hace pocos meses, llegó ésta –Sabrina Ardiles– quien los recibió junto a dos investigadores judiciales y los abogados de la familia. Antes se habían reunido con el ministro de Justicia de la provincia de Córdoba, Julián López, quien le expresó el apoyo para “cualquier cosa que necesiten”. Fue entonces cuando Daniel y Susana creyeron que había llegado el momento de trasladar el cuerpo de su hija hasta Capital, donde viven y, además, habían logrado conseguir que se realice una pericia clave para la causa y que siempre, en estos cinco años, les negaron. Fue la joven investigadora judicial quien soltó la noticia: el cuerpo de Cecilia no está.

Gustavo Melmann, que sigue buscando justicia por su hija Natalia, junto a Daniel Basaldúa y Susana Reyes, los padres de Cecilia.
Según pudo reconstruir la familia después del shock que les produjo la noticia, fue en 2021 –cuando todavía estaban vigentes varias restricciones originadas por la pandemia– cuando el cuerpo fue retirado de la morgue judicial, a pesar de que Daniel y Susana habían presentado un escrito solicitando lo retuvieran allí hasta que se realicen las pruebas por ellos requeridas. La fiscal Kelm no respondió a ese pedido ni notificó a la familia de lo que luego ordenó: retirar el cuerpo de la morgue y enterrarlo.
¿Dónde? La familia está ahora esperando una respuesta formal y sospechando que deberán hacer luego las pruebas necesarias para probar la identidad, pero no dudan al afirmar que con esta medida han desaparecido el cuerpo de su hija durante varios años y definitivamente las pruebas que podía aportar su análisis.
A su lado está Gustavo Melmann, en el padre de Natalia, asesinada en 4 de febrero de 2001 en Miramar, quien desde entonces está esperando que el Poder Judicial realice el análisis de ADN del principal sospechoso de su crimen: un policía local. Por el femicidio de Natalia fueron condenados a prisión perpetua otros tres efectivos policiales. Uno ya goza de prisión domiciliaria. Falta el cuarto, el del rango más alto.
Melmann cuenta que se enteró de la desaparición de Cecilia Basaldúa por su sobrina, quien había ido al secundario con ella. “Fue el primero que nos llamó”, recuerda Daniel. También rememora que no entendió por qué le ofrecía conseguir urgente a un abogado “si yo la estaba buscando viva. Hoy me doy cuenta de mi ingenuidad”.
El silencio entre quienes los rodean es un grito de impotencia.
Daniel y Susana lo sienten y responden: “Nosotros no vamos a parar. Nada nos va a detener. Ningún golpe, por más artero que sea, va a impedir que sigamos exigiendo justicia. Elegimos contar esto hoy, rodeados de la familia y los amigos, porque son ustedes quienes nos dan fuerza. Que estén hoy acá, con nosotros, es lo que nos ayuda a no parar hasta ver a los responsables presos, y esto incluye a la fiscal Kelm, que hizo todo lo posible para que los asesinos de Cecilia sigan hoy libres e impunes”.

Los padres y hermanos de Cecilia, junto al mural que la recuerda en el barrio de Belgrano.

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