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Paro de sindicatos y movimientos sociales: la candidata ambulante

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El paro de este 30 de abril fue presentado como una posible bisagra sindical, y como un reinicio de actividad de gremios y movimientos sociales frente a las políticas del gobierno. ¿Cómo fue en los hechos? Lo electoral y lo que no se puede esperar hasta octubre. La performance policial produjo 39 detenciones. La fuerza del paro, la clase media y las rebeliones gremiales en lugares como Rosario. Las palabras de quienes rodearon la marcha porteña, y una propuesta presidencial desde la Villa 31.
Fotos de Nacho Yuchark.

Las columnas de sindicatos encuadrados, masivamente varoniles, con redoblantes y alguna que otra trompeta, caminan fluidamente hacia Plaza de Mayo sobre el asfalto en el que se ven pintadas imágenes sin rostro junto una palabra y un número: “Fueron 30.000”. Ni miran el puesto de choripanes y hamburguesas que instalaron María José y Wilson.
Unos marchan durante un paro. Los del puesto, no pueden dejar de trabajar. Todos están en la misma, pero todo es diferente.
María José (33) y Wilson (26) vinieron de la Villa 31 a instalar –como en cada marcha- su puesto de choripanes en Avenida de Mayo y Piedras. Son pareja e integrantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y tienen un diagnóstico preciso:
· “Está difícil todo”.
Un ejemplo económico: “Hay mucho enojo y, también, menos plata. La gente trata de traer comida en tupper. Lo vemos acá. Se traen un bizcochito o sanguchito, pero no compran”.
¿Están de acuerdo con el paro? “El paro está perfecto porque hay que darle un paro al gobierno. Los que tienen que parar son ellos con los aumentos de tarifas y de precios”.
María José recuerda que ocho meses atrás tenían un puesto mucho más grande que el actual.
¿Qué pasó?: “Era una marcha como esta, vino la policía y nos tiró todo al piso. Wilson gritaba pero la policía rompía todo. Nos dijeron que era por orden directa del gobierno. Antes podíamos trabajar, pero este gobierno, directamente, no te deja laburar”.
María José llegó entonces a una conclusión: “La próxima presidenta tendría que ser una vendedora ambulante, así como nosotros, porque Macri es una persona que tiene mucha plata y no le importa la gente. Gobierna para ricos, no para los pobres. Nunca necesitó nada. Por eso hace falta una persona que saque al país para adelante, como nosotros”.
No nombra candidatos ni candidatas, sino un concepto que puede plantearse así: tras los resultados de los políticos partidistas y de los CEOs, las vendedoras ambulantes se hacen acreedoras una oportunidad.
Paro de sindicatos y movimientos sociales: la candidata ambulante

Performance policial

A las 12:26 suenan los primeros disparos. Las columnas de movimientos sociales que avanzaban por Avenida de Mayo en dirección a 9 de Julio, serenas, más bien dispersas y raleadas, se repliegan y corren. Algunos doblan en dirección a Santiago del Estero. Del otro lado, efectivos de la Policía Federal aparecen disparando y lanzando gases lacrimógenos. La escenificación se hace ante oportunas cámaras de televisión que registran todo, bajo la aparente sospecha de que mostrar mano represiva aporta a consolidar votos de los espectadores porteños y la imagen electoral de Patricia Bullrich. (Luego dirán que se trataba de personas que agredían bancos y colectivos, para justificar el espectáculo policial).
Los gases hacen efecto. Comenzamos a taparnos los ojos, la nariz y a toser. Un cordón de motos policiales interviene la calle, sin dejar avanzar a las columnas. Hay que bordear dos cuadras y avanzar por Hipólito Yrigoyen o Alsina, y luego retomar para Avenida de Mayo.
La escena, entonces, se pone perversa.
Cuatro efectivos llevan detenidos a dos muchachos.
Una mujer, desesperada, se les pone de frente y les grita.
-¡Qué le hicieron! ¡No les pueden hace eso!
-¡Corrasé! –le gritan y la empujan. Los muchachos no atacaban bancos ni colectivos. “Uno es mi sobrino” solloza la mujer. Marchaban junto al sector visiblemente más pobre del acto, el formado por movimientos sociales como la como Barrios de Pie, la CCC y la CTEP a los que se sumó el Frente Darío Santillán.
Sobre 9 de Julio, otro cordón de efectivos protege un camión celular de la Policía de la Ciudad. Suben allí a varios detenidos. Algunos gritan sus nombres: María del Carmen Vallejo y Juan Brau, del Movimiento 22 de Agosto. Alrededor comienzan a sumarse personas que vinieron a la marcha sin ninguna organización ni movimiento ni sindicato. Sólo por bronca.
Se paran frente al cordón e insultan a la policía:
-Tenemos que echar al delincuente Mauricio Macri, corrupto y ladrón, que coimea a los funcionarios de las fuerzas –grita un hombre.
Los policías lo miran con absoluta indiferencia.
Una señora se suma:
-Con la gente humilde se van a meter. Vayan a donde están los contrabandistas. ¡Qué se meten con el pueblo! ¡No sean cobardes! ¡El pueblo unido jamás será vencido!
Paro de sindicatos y movimientos sociales: la candidata ambulante

El acto

“El pueblo unido jamás será vencido” fue también lo que gritaba una voz femenina desde el palco, sin lograr mucho eco en la concurrencia, muy sectorizada según cada sindicato, con mucha afluencia de Camioneros. En el palco se tomó nota de los incidentes casi media hora después de ocurridos, pero no mencionaron la actitud policial sino la presencia de “infiltrados” que, tal vez, fueron quienes justificaron la acción de la policía contra las columnas de movimientos sociales.
Hablaron, entre otros, Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria, Ricardo Peidró por la CTA Autónoma, Hugo Yasky por la CTA De los Trabajadores y Pablo Moyano.
Palazzo planteó que se debe ir hacia otro paro nacional “con CGT o sin CGT a la cabeza” y cuestionó a quienes buscan el “vedetismo”. Puso el horizonte en el octubre electoral, lo mismo que Yasky, quien planteó el valor simbólico del paro: “Hoy empieza una nueva historia para la clase trabajadora. Hoy construimos el primer día de una historia que va a ser mucho mejor que la que dejamos pasar”. Peidró planteó: “Estamos aquí los que no nos resignamos” y agregó: “Pasamos momentos mucho más duros y salimos victoriosos. Esta no va a ser la excepción”. En lugar de lo electoral, planteó el día a día reiterando las dos palabras más utilizadas, por lejos, por los oradores: “lucha” y “unidad”.
Luego Omar Plaini, de Canillitas, fue el encargado de leer el documento conjunto del FRESIMONA (Frente Sindical para el Modelo Nacional, que reúne a la Corriente Federal –bancarios y televisión, entre otros-, Camioneros y SMATA). FRESIMONA trabaja junto al Triunvirato de San Cayetano (Barriosde Pie, CTEP y Corriente Clasista y combativva, a quienes se agregó el Frente Darío Santillán).
El documento enumera el tema de los fondos buitres, la liberación del mercado cambiario, la baja de retenciones a exportaciones de cereales y oleaginosas, la eliminación de retenciones a las mineras, la emisión de letras a intereses astronómicos que provocó la enorme bicicleta financiera, el blanqueo
Definió la situación así: “Un plan económico y social impuesto para que las clases dominantes, además de beneficiarse, ejecutaran una veganza siniestra contra los sectores populares de nuestro país”, y recordó el blanqueo millonario en dólares “provenientes de lavado de dinero de empresarios delincuentes entre los que figuran muchos ministros de este gobierno y los familiares del presidente”.
Pablo Moyano recordó que las movilizaciones frenaron el proyecto de Reforma Laboral y anunció que este 1º de Mayo se hará una jornada solidaria con ollas populares para los sectores excluidos: “Los trabajadores les vamos a dar un plato de comida, cosa que los funcionarios no entienden nada, no sienten nada, no salen a la calle viven otra realidad. Esta es la realidad de los trabajadores con hambre, despido y amenazas. En 20 días si no hay respuesta seguramente en otro congreso vamos a decidir las medidas que se van a tomar. Y a los compañeros camioneros: preparémonos, que en 15 días discutimos paritarias”, concluyó su discurso enfocado en el gremio propio, luego de plantear que ante la no aceptación de la conciliación obligatoria por parte del gremio, «que se metan en el culo la multa».
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Resistencia autogestionada

Durante la desconcentración Alan, camionero de Florencio Varela, explica a lavaca: “Nosotros queremos un salario digno. Yo sé que estamos mucho mejor que otra gente que ni salario tiene. Lo que ves alrededor es un desastre. Eso es lo que queremos cambiar”.
Roberto, también camionero de pechera verde, de Esteban Echeverría: “Yo vivo en la villa. Los pibes andan buscando comida por cualquier lado. Y la gente se arma ollas cocinando sobre maderas, porque ya ni para garrafa hay. Algunos compañeros votaron a Macri en 2015. Yo no, yo me veía venir que estos iban a hacer todo lo que están haciendo. La jodimos, ahora hay que arreglarla”. Las mujeres del sindicato de peajes parecen tener la consigna de no hablar, mientras miran a un grupo de camioneros que hacen un pogo, y otro que cae derrumbado con su botella de litro de gaseosa que ha estado llena y ya no.
Sobre Avenida de Mayo, casi llegando a 9 de Julio, están Rubén (71), Cacho (66) y La Tana Elva (72). Tienen una bandera con una leyenda: “Jubilados autogestionados”.
Rubén pone contexto: “Somos jubilados organizados de forma autogestiva fuera de todo partido político, en defensa del haber jubilatorio. Queremos una jubilación de acuerdo a lo que gane un trabajador, con 82 por ciento móvil, y que el PAMI y la ANSES sean gestionados por jubilados y no por los cuatro sátrapas que usurpan el poder para meter mano a la caja”.
Cacho recoge el guante: “En octubre vendrá otro gobierno autoritario que no va a llamar a la autogestión porque lo que les interesa es el poder y sentarse en el sillón que supuestamente es de Rivadavia, otro vendepatria. Son sólo administradores que administran su voluntad en contra de la del pueblo, como los sátrapas del Congreso que votan leyes que nos reprimen”.
¿Hace falta más autogestión en la política?
La Tana Elba responde: “Totalmente. Creemos en las asambleas, en la formación a partir de la decisión horizontal y federal. Es nuestra forma de trabajo”.
Por eso, La Tana lee el manifiesto de Jubilados Autogestionados:
· “Basta de tarifazos”.
· “Basta de despidos”.
· “Basta de inflación”.
· “Basta de patriarcado”.
· “Basta de capitalismo”.
· “Arriba las y los que luchan”.
Ríe la Tana: “Este debería ser el programa político del próximo gobierno”.

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La marcha coincidió con el aniversario 42 de las Madres de Plaza de Mayo.

El “no” de Susi

Susi (“muchos años”, declara), es de Lanús, vendedora ambulante y en todas las marchas despliega un abanico de remeras con imágenes que van desde Evita, Frida Kahlo, Néstor Kirchner, Mafalda, Perón, Gardel y hoy sumó una de color azul, con la leyenda Sinceramente, por el libro de la expresidenta.
Consulto si le puedo hacer algunas preguntas.
-¿De qué medio sos? –me devuelve.
-MU, de Cooperativa Lavaca.
-Ah, entonces sí. Porque sos comunitario. Recién eché a uno de América: no hablo con gorilas.
-Lo tomo como un cumplido.
-¡Podemos elegir con quién hablar! Así como ellos no nos quieren y nos embrutecen, yo no los quiero a ellos. Y me insistía: “¿Me decís cuánto están las remeras, por lo menos?”. Le contesté: “Flaco, no me entendés. Es mi puesto y acá decido yo: andate”. Filmó igual, porque hacen lo que se les canta. Se llevan el mundo por delante. Son el poder fáctico.
-¿Es un ejercicio de soberanía?
-Siempre tuve una postura muy radicalizada, pero ahora estoy harta. En la cola del supermercado, cuando sacan la tarjeta de crédito, hablo en voz alta: “¿Qué pasa, no tienen plata para comprar alimentos?”. Me cansé. Basta. Nos cagaron la vida a todos. Basta de esto.

Planeros, Kukas y cacas

Susi espera más preguntas.
-¿Y qué percibe en la calle?
-La gente no tiene un mango. Está durísimo. Trabajo mucho más que antes. Menos que el lunes, voy a la feria todos los días. Estoy muerta, cargando bolsos pesadísimos. Hay que buscarle la vuelta, pero hay que llegar hasta el 10 de diciembre, al menos, con muletas. No se puede más: un yogur en envase de vidrio sale 70 pesos. Un trapo de piso: 150. Me quedo mirando la góndola y no entiendo. Me sale más barato limpiar con una remera.
-¿Y qué le dice la gente?
-Está harta como yo. Porque ellos no tienen límite. Pero claro, los chorros seguimos siendo nosotros: los vagos-planeros-kukas-cacas-Cristina chorra-yegua… Repiten todo lo mismo. No veo el momento en que sea el 10 de diciembre, cambie el gobierno, vayan todos presos y les expropien los bienes para pagar la deuda.
-¿Quién puede tomar esa medida?
-Tenemos que tener cuidado a que los medios no nos metan algún Caballo de Troya, como le están haciendo a Venezuela como la “ayuda humanitaria” de Estados Unidos. De eso hay que cuidarse. Yo prefiero comer sapos. Mirá, vengo del PC (Partido Comunista), soy kirchnerista, pero no soy peronista porque me aferro a Marx, que dijo: “Hay dos clases, la de los explotadores y los explotados”. Punto. Esa es la contradicción principal.
Observando el contenido social de la marcha y de la actualidad argentina, cabe plantearse si las políticas oficiales no están logrando resetear un concepto que parecía fosilizado: la lucha de clases.

Rebeliones sindicales y clase media

El paro fue minimizado por los medios y el gobierno, y exaltado por sus organizadores. Tal vez Buenos Aires sea un caso especial, aunque los medios porteños declaran que lo ocurrido en el microcentro porteño es un evento nacional. No se mencionaron los cortes matinales a los accesos, particularmente el de Puente de la Noria, los bancos cerrados, la cantidad de comercios que también cerró y era visible en los barrios, pero sí se exhibía como un fracaso del paro el movimiento de millones de trabajadorxs que no pueden parar para lograr seguir viviendo.
“Nosotros sabemos que pasa eso” dice Juanchi de Aceiteros, “y entonces al parar estamos expresando a mucha otra gente que no es que esté de acuerdo con lo que pasa, sino que no tiene a quién pararle”.
En Rosario la situación fue diferente. Gustavo Martínez, secretario general de la CTA Autónoma de Santa Fe: “En Rosario no solo por una cuestión gremial, sino también por una decisión general del comercio, pasó algo que no se veía hace mucho. Los dueños de pequeños y medianos comercios se sumaron masivamente al paro. Los tarifazos, el ajuste salarial, afectan directamente a esos comercios. Y se recreó lo que se dice tantas veces Rosario capital nacional del paro”.
Cuenta Martínez a lavaca: “Hasta la tarde el clima fue de paro general rabioso. Y muchos gremios cegetistas cantaban ‘adonde están los que no iban a parar. O sea, además de las CTA hubo rebelión en la granja en la propia CGT. Hubo cantidad de comisiones internas que se sumaron a una movilización que aquí fue muy importante, que calcularon en 60.000 personas”.
“Obviamente estamos en una ciudad rodeada y golpeada por la crisis, como pasó otras veces. Todos los informes de pobreza, indigencia, desocupación parecen el retrato de lo que pasa acá. Hoy estábamos charlando con unos compañeros, sobre los 20 despidos que hubo. Pero uno hablaba de 20 despidos en Electrolux, otro de la municipalidad de Timbúes, y el tercero hablaba de otro caso en el interior provincial. Todos creían que hablaban de los mismos 20 despidos, pero hablaban de 60 de tres lugares distintos”.
Agrega Martínez: “En el nivel de la administración pública, salud, educación, el paro fue total, salvo en algunos colegios privados. Acá la paritaria estatal fue el 12 más el 3 por ciento, cuando tenems un acumulado de 40%. Y entre los gremios que desobedecieron a sus conducciones está el caso de UOM, golpeadísima por despidos y salarios, pero con mucha presencia de columnas de compañeros no identificados como sindicatos pero sí como fábricas en la movilización”.
Y donde no pararon hubo asambleas, explica Martínez: “Y también hubo olla popular en la plaza central de Rafaela, que es como Luxemburgo comparado con otros pueblos. En San Javier hubo protesta, hay indicadores de que esto se multiplicó y se extendió por diferentes lugares. Cada uno organiza algo, y hay cientos de movidas que no están centralizadas. Hay actos tradicionales y otros espontáneos, pero unidos por todo un malestar que corre por abajo. La clase media también está diciendo que hay una destrucción de la economía, no solo de los trabajadores. Pero nadie acusa recibo. Las respuestas oficiales parecen una tomadura de pelo. Y por eso me parece que esto recién está empezando”.
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Bahía Blanca: Entrevista a la investigadora que advirtió las inundaciones

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La investigadora del CONICET y doctora en Geografía, Paula Zapperi habló con FM De la Calle de Bahía Blanca a raíz de un trabajo publicado en 2012 en el que analizó cómo las modificaciones urbanas afectan las condiciones naturales de escurrimiento del agua en la ciudad. Tras las recientes inundaciones que afectaron a más del 70% de la población y dejaron al momento 16 muertos y alrededor de 100 desaparecidos, este estudio fue tildado como previsor.
Qué dice la investigadora respecto a la evolución de esa línea de trabajo, y por qué no fue tenida en cuenta. Cómo dialogan las obras hidráulicas que sí se hicieron con lo estudiado, y cómo la naturaleza vuelve a ocupar su lugar y obliga a “repensar” la ocupación de territorios: “Hay algo de lo que se venía haciendo que no estaba a tono con los desafíos que hoy nos está presentando el clima”. El rol de los investigadores, mientras el gobierno nacional desfinancia la ciencia y la educación: “Lamentablemente la realidad muestra que en momentos así –en realidad en toda la historia de la humanidad– siempre se necesitó del conocimiento”.

FM De la Calle: ¿Cómo se relaciona lo que pasó con tu tesis de 2012?

Paula Zapperi: Es una evolución que va teniendo una línea de trabajo dentro del Grupo de Física Aplicada de la Universidad del Sur, que es donde me desempeño. La tesis está motivada para estudiar las interacciones entre el medio natural, las características de cómo se dan las condiciones del escurrimiento del agua naturales en Bahía Blanca y cómo eso se va modificando con el crecimiento: el tendido de las calles, el relleno en los barrios. A la vez, eso fue complementado con un archivo histórico –principalmente del diario La Nueva Provincia- a partir del cual logré ver que había habido inundaciones a principios de siglo, había registro. Es medio obvio: si tenemos un arroyo que atraviesa la ciudad, en un momento iba a haber una crecida; tenemos zonas llanas, obviamente iban a aparecer annegamientos. Todo eso fue lo que yo publiqué en la tesis, mostrando: aquí hay problemas de acumulación de agua, aquí hay problemas de erosión.

Es muy irónico porque en la tesis que ahora está circulando, yo no muestro como lugares de afectación, con el nivel de años que tenemos, los lugares que hoy tenemos. Porque en los periodos donde yo hago la tesis, con el año 44 y la crecida del canal, ese área si bien tiene problemas, yo no encontré el ingreso de agua en las viviendas entonces en la magnitud que vimos ahora. Sí anegamientos, inundaciones, cosas temporales que después, con el sistema de desagüe que tiene la ciudad a partir del 70-80, eso drena.

Yo lo que hago no es advertir, sino decir: miren, esto es lo que pasa en función de lo que pude recolectar. Ahora, ¿por qué digo que es una evolución de la línea de trabajo? Porque una vez que tengo esas tesis, ya con el grupo replanteamos que eso era un insumo para hablar de peligro de inundación y que eso se podía llegar a hablar de la óptica a través del riesgo. Y si uno lo ve en esa lógica, tiene que mezclarlo con otras disposiciones de riesgo, como la vulnerabilidad. Ahí tenemos mucha cabida, desde la geografía, porque en esas investigaciones es donde mejor se plasma la ocupación del territorio.

Los temas van mutando y son dinámicos de acuerdo a lo que va pasando. Ahora nos estamos organizando para a trabajar qué está pasando y reconstruir un poco lo que pasó, y esas son cosas que ya te van cambiando. Y vemos: estas áreas, ¿qué pasó? Yo no las tenía consideradas como inundables, las tenía como probables porque son las zonas de ribera, de movimiento fluvial. Podía pasar, y pasó.

FM De la Calle: Si ese material estaba ahí, justamente se podía ver que había un riesgo, más allá de que el enfoque no era una advertencia, pero esa información estaba disponible. ¿Ustedes se acercaron a alguna autoridad? ¿Por qué no se tomó en cuenta?

Paula Zapperi: Nosotros, al estar en esta ciudad, que en definitiva es una ciudad intermedia, que uno llega a los diferentes sectores de la ciudad, por suerte hay un diálogo, con diferentes partes del gobierno local que están interesadas. Y muchas de las cosas que nosotros hacemos sabemos que tratar de incorporarla en su gestión del día a día. Pero problemáticas de este tipo, con la gestión del día a día, la gestión de la emergencia, no son suficientes. Hay que integrarlas con cuestiones de planificación urbana, que por más que haya interés desde acá, hay que integrarla con otros niveles de gobierno, y entran en juego otros intereses, decisiones políticas, son cuestiones complejas decir: aquí sí, aquí no; en estas condiciones sí, en estas no. Nosotros trabajamos y sabemos que las cosas que hacemos están disponibles, pero que no pueden plasmarse en ciertas acciones y medidas.

FM De la Calle: Al respecto de las obras hídricas que se hicieron hasta el momento, ¿cómo dialogan con lo que estudiaste?

Paula Zapperi: Si lo vemos desde el punto de vista de lo que pasó, es muy complejo. Porque lo que pasó fue la precipitación de 210 mm, que es poco menos de lo que llueve en el año, en 6-7 horas. Entonces, llevar a la obra mágica que pueda trabajar eso, no existe. Sí lo que vemos es que la ciudad fue dotándose de cierta infraestructura hidráulica a raíz de estos eventos que fueron ocurriendo; por ejemplo, los desagües pluviales ayudan mucho; fíjense que a las horas de finalizada la lluvia, el agua empezó a drenar. Pero bueno, no es solamente en las obras hidráulicas clásicas donde depositar la red de estos problemas. Sino también lograr una convivencia más armónica con el espacio que se va habitando, encontrar una manera de urbanizar respetando los caminos de agua, coberturas que no cancelen la infiltración, bajar ese impacto hidrológico que tenemos al ocupar territorio.

FM De la Calle: Hoy el intendente dijo que el canal Maldonado hay que hacerlo de nuevo. Uno piensa: ¿y ahora cómo se va a trabajar en adelante? Porque solo para esa reconstrucción estamos complicados. ¿Cómo es pensar una ampliación del canal u otra medida para prevenir que esto vuelva a suceder?

Paula Zapperi: No estoy al tanto de estas últimas declaraciones. Estuve mirando unas imágenes por vuelo de drone del canal, y más allá de que es información que quedaron solamente 2 puentes, se removieron las placas de hormigón… La naturaleza hizo algo ahí, que tal vez en muchos lugares del mundo está ocurriendo, que es la naturalización de los cursos de agua, la liberación de las zonas ribereñas, darle ese espacio. Piensen que el canal Maldonado está hecho sobre un canal natural que tenía el arroyo Maldonado; devolver ese espacio natural que tienen esos cursos de agua para momentos de crecida. A veces, cuando se dejan de manera natural, se tiene más registro de hasta donde se pueden ocupar y hasta donde no. Va a ser una oportunidad interesante para repensar. Nos tenemos que quedar con eso: con repensar. Hay algo de lo que se venía haciendo que no estaba a tono con los desafíos que hoy nos está presentando el clima.

FM De la Calle: Respecto a la cuestión meteorológica: ¿qué pasó antes y después de la tormenta?

Paula Zapperi: Nosotros para eso estamos buscando asesoramiento de meteorólogos que entienden toda la dinámica en la altura, donde se encuentran las explicaciones. Lo que vemos es que sí, fueron días de mucho calor, de mucha humedad. Hablaba con la universidad de Luján y me decían que tuvieron muchas lluvias… era lo que esperábamos nosotros con la alerta amarilla, y de repente vimos que mutó a alerta naranja. Entonces ahí se ve que el evento toma unas dimensiones, unos volúmenes de agua que inferimos que van en relación a la convectividad que se está dando. Si bien ha habido lluvias de esos milimetrajes – no en siete horas, tenemos lluvias de 180mm en 2 días, como fue en marzo de 2022-… pero esto sobrepasó todo. Ya queda más categorizado a lo que puede ser un evento de 100 años de recurrencia, poco frecuente o extraordinario, pero que en un contexto de cambio climático, que vemos que en nuestro caso está dándole rasgos de severidad a los eventos; que hay mayor contenido de humedad, aire cálido, creo que sí: es interesante empezar a verlo con mayor detalle los que estamos en estos temas.

FM De la Calle: Y de cara al desfinanciamiento que hay por parte de la Nación en ciencia y educación, ¿cómo puedes hacer que eso de estudiar estos eventos pueda hacerse efectivo eso de estudiar los eventos climáticos?

Paula Zapperi: Bueno, lamentablemente la realidad muestra que en momentos así –en realidad en toda la historia de la humanidad– siempre se necesitó del conocimiento. No hay que verlo como una fuente de gasto, sino como un origen de inversión la ciencia y el trabajo en estos temas. Es cierto, lo que vos me preguntabas: ¿por qué no se implementó? No importa, eso no es motivo para dejar de generarlo: en algún momento la coyuntura favorece que se pueda implementar.

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Cuatro años sin Tehuel: ¿dónde está?

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El 11 de marzo de 2021 Tehuel de la Torre, un joven trans de 21 años que soñaba con un trabajo para construir su hogar y formar una familia, salió de su casa de San Vicente, a 51 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, a la dirección de una persona que le había ofrecido empleo. Fue la última vez que se lo vio.

La transformación de una identidad, de un cuerpo, y la búsqueda de trabajo, chocaron con el odio, el crimen y una desaparición más en democracia. El año pasado hubo un juicio con condena a prisión perpetua para uno de los acusados. Las reflexiones de Norma, la mamá de Tehuel, y los detalles de un fallo tremendo que explica el caso y brinda a la vez una lección sobre el presente: “¿Cómo te lo puedo decir? Llegó el juicio pero no tengo cuerpo. No tengo a mi hijo. Y es más duro que si vos tenés el cuerpo porque sabés que por lo menos le podés llevar una flor. Llorar ahí. Yo no. Hasta a veces pienso que va a entrar por esa puerta. Y no. Toda la prueba dio que lo mató, ¿pero dónde busco ese cuerpo?”.

Por Lucas Pedulla

Foto: Juan Valeiro / lavaca.org

Cuatro años sin Tehuel: ¿dónde está?
Foto: Juan Valeiro

Los perros cachorros y saltones saludan del otro lado de la cerca –unas cañas con alambre– moviendo la cola. Una gatita flaca y negra con ojos vivos se asoma a través del umbral de una puerta que se abre ni bien un auto que no es del barrio se estaciona sobre la calle de tierra. Del lado izquierdo, las paredes son de madera. Del lado derecho, ladrillo grueso. El techo es de chapa con planchas de telgopor en el interior, y alrededor hay cientos de plantas porque Norma Nahuelcura, la mamá de Tehuel, dice que las colecciona. 

“Antes tenía muchas más”, sonríe. En el patio hay materiales de obra y dentro de la casilla hay bolsas de cemento apiladas debajo de un cuadro que le regaló un vecino que trabaja en la Quinta de Perón. Hace unos días empezaron los albañiles, lo que quiere decir que Norma hace tres años está luchando en estas condiciones.

El 11 de marzo de 2021, su hijo Tehuel de la Torre, un joven trans de 21 años que soñaba con un trabajo para construir su hogar y formar una familia, salió de esta casa de San Vicente, a 51 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, a la casa de una persona que le había ofrecido empleo. Fue la última vez que lo vio.

Desde entonces, Tehuel de la Torre es un desaparecido.

Su sonrisa –en fotos, en murales– se convirtió en bandera. Norma, acompañada de organizaciones sociales, a través de Familiares y Amigos de Tehuel en el Frente Orgullo y Lucha, encabezó el pedido de justicia, que el año pasado tuvo una sentencia histórica. El 30 de agosto del 2024, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 de La Plata condenó a prisión perpetua a Luis Ramos por homicidio calificado por haber sido cometido por odio a la identidad de género. Dos días antes el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, había dicho que “la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología son inventos subjetivos”. 

El fallo fue contundente: no solo fue el primero en el país que incorporó el odio a la identidad de género, sino que tomó como agravante la desaparición del cuerpo.

Entender qué significa es lo que explica Norma, entre plantas y materiales de una casa que está empezando a construir, mientras sigue buscando a su hijo.

Estallido

«No es que estoy contenta, pero el fallo sí fue un alivio para mí”, ubica Norma. A su lado está Mónica Galván, la persona que la acompañó a todos lados y fue clave para tejer la red de afecto y militancia con la que se bordó el juicio: “A Tehuel lo asesinan en un contexto de extrema vulneración y lo desaparecen cuando lo que intentaba es ir a buscar trabajo. Al Estado le estalla en la cara esa desaparición. La fuerza de las organizaciones fue lo que permitió cristalizar el reclamo. Sin ellas, no hubiéramos llegado”. 

Norma coincide: “Necesitábamos una condena fuerte, no que cumplan nueve años y salgan. Las pruebas fueron contundentes. Le dieron la condena porque realmente lo mató. Y por odio”.

Ramos fue el único acusado en este juicio. Su amigo Oscar Montes también está acusado, pero tendrá un juicio por jurados, aún sin fecha. “Es una revictimización para Norma –apunta Mónica–. Hay que aclarar que este juicio, además, tenía fecha para 2027, pero reclamamos y logramos que se adelante, en plena feria judicial. Fue una respuesta contundente”.

El veredicto tiene 83 páginas.

Los indicios

La defensora de Ramos planteó en el juicio que sin cuerpo no podía acreditarse la muerte porque no existían pruebas “directas e inmediatas” de ello. 

El presidente del tribunal, Claudio Joaquín Bernard, que lideró el voto del fallo (acompañado por el juez Ramiro Lorenzo y la jueza Silvia Hoerr), no lo compartió y argumentó:

  • “No debe confundirse ‘cuerpo del delito’ con la prueba del mismo, pues aquel es objeto y no medio de prueba. De allí, por ejemplo, que los rastros o vestigios en sí mismos no deben probarse, pues ellos son justamente los medios con que se acredita el cuerpo del delito”.
  • “Por ello es que, tratándose de un homicidio, el cuerpo del delito no es el cadáver, ni los instrumentos, rastros, huellas, etc., ni las piezas de convicción, sino el hecho de que alguien haya sido muerto por obra de otro, esto es la acción consumada de matar a un hombre, con todos los elementos constitutivos: acción u omisión, nexo causal y resultado típico. El resto, concierne a la prueba”.
  • “Lamentablemente, al día de hoy el cuerpo de Tehuel de la Torre no ha aparecido, pero existen indicios precisos y contundentes que permiten tener por acreditado no solo que lo mataron entre las últimas horas del día 11 y las primeras del día 12 del mes de marzo del año 2021 en la casa ubicada en la calle Mansilla N° 1203 de la localidad de Alejandro Korn, sino que Luis Alberto Ramos es uno de sus autores penalmente responsables”.

¿Qué valoraron los jueces para sostener esta argumentación?

Geolocalización del crimen

El juez enumera:

  1. La acreditación de que Tehuel el 11 de marzo de 2021 salió de su casa para dirigirse a la de Ramos, quien lo había convocado para participar como mozo en un evento conociendo su necesidad de trabajo. Toma como “incuestionables” las declaraciones de la pareja y la tía del joven, la visualización de las cámaras del colectivo de la empresa San Vicente, y el informe de la tarjeta SUBE (que ubica a Tehuel en la línea 435, pasadas las 19 horas, sin movimientos posteriores).
  2. La geolocalización del celular, que apareció entre las 19.49 y las 00.24 del día siguiente a muy pocos metros de la vivienda de Ramos, en Alejando Korn, donde dejó de funcionar. Del móvil de Ramos se extrajo además una selfie en la que se lo ve con Tehuel y Montes (el otro acusado) alrededor de una mesa. Para la justicia, esto prueba que Ramos mintió cuando dijo que solo había visto unos minutos al joven para decirle que el evento se había cancelado. Luego, en otras imágenes, Ramos aparece bailando frente a “una persona que continúa sentada que no puede ser otra que Tehuel”, por su vestimenta. 
  3. En la ligustrina que rodea la casa de Ramos, la justicia encontró restos calcinados de la campera que llevaba puesta Tehuel. En una zanja de la vereda hallaron también la carcasa quemada de su celular. La pareja los reconoció como elementos pertenecientes al joven. 
  4. El juez estimó “de indubitable contundencia probatoria” una muestra de manchas hemáticas halladas en las paredes de la vivienda de Ramos. El informe estableció que se trataba de sangre humana y las pericias determinaron que correspondía en un 99,99% a un hijo de Norma y Félix, mamá y papá de Tehuel: “Adviértase que ninguna explicación, fuera de la muerte violenta de la víctima, resulta plausible para justificar la existencia de tales manchas hemáticas, que observables a simple vista, en forma de gota y a una altura aproximada de un metro cincuenta, se encontraban en la pared interior de la casa que habitaba Luis Ramos”.
  5. La “actitud de fuga” asumida por Ramos después de la desaparición. 
  6. Finalmente, el juez destaca que luego de salir de su casa en dirección a lo de Ramos, Tehuel nunca más volvió a ser visto. 

Ramos había integrado el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) local. Tehuel lo conocía y habían coincidido en marchas. Una integrante de la organización declaró como testigo en el juicio que había pedido que apartaran a Ramos porque le había llegado el rumor de que vendía cocaína. A su vez, la ex de Ramos declaró que había abusado de su hijo y que perdió a su bebé “como consecuencia de los golpes que le propinó”. Al tribunal tampoco se le escapó un antecedente: Ramos tenía otra condena por homicidio en 2009.

Odio

Los jueces no tienen dudas: “El hecho descripto en el veredicto constituye el delito de homicidio calificado por haber sido perpetrado por odio a la identidad de género en los términos del art. 80 inciso 4° del Código Penal”. 

Citan jurisprudencia internacional: 

  • “La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte I.D.H.) ha analizado en profundidad en diferentes fallos el concepto de violencia por prejuicio contra las orientaciones sexuales e identidades de género diversas y las personas cuyos cuerpos no se ajustan a los estándares sociales de corporalidad femenina o masculina. Muchas manifestaciones de estas violencias se presentan en el deseo del perpetrador de castigar dichas expresiones o comportamientos que difieren de los ‘estándares tradicionales’ o que son contrarios al sistema binario hombre–mujer”.
  • “El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (C.I.D.H.) hace especial énfasis en que la mayoría de las personas trans se encuentran inmersas en un ciclo de violencia, discriminación y criminalización que comienza desde muy temprana edad, por la violencia y exclusión sufrida desde sus hogares, centros educativos y dentro de las comunidades en donde desarrollan sus actividades”. El juez cita las dificultades que tenía Tehuel para encontrar trabajo. Su pareja declaró: “Fuimos a un supermercado, fue a pedir trabajo y le dijeron que no porque se podía arrepentir de su orientación sexual y podía quedar embarazada”. 
  • El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha señalado que la violencia contra las personas LGBTIQ+ constituye “el deseo de castigar a quienes se considera que desafían las normas de género”.  
  • Los jueces agregan que la discriminación por razones de orientación e identidad sexuales pueden contribuir a “deshumanizar” a la víctima. Entendieron en este punto de “vital relevancia” la declaración de la militante del MST que señaló lo que Ramos dijo sobre la identidad sexual adoptada por Tehuel: “Qué desperdicio de mujer”. La frase “no pasó desapercibida” al tribunal, explican, como tampoco que la mujer le dijo a Tehuel que se cuidara de Ramos.
  • Los jueces entienden que este “desprecio” no es exclusivo de nuestra sociedad, y citan un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra Georgia por un ataque homofóbico en el Día Internacional contra la Homofobia, bajo la anuencia de la policía local, en un aviso por elevación de que los estados son responsables.
  • Recuerdan además los magistrados el Principio N° 24 de Yogyakarta, que “reconoce el derecho de toda persona a formar una familia con independencia de su orientación sexual o identidad de género, y que ninguna de ellas puede ser sometida a discriminación basada en la orientación sexual o identidad de género de sus integrantes”.

Llegan así a la dimensión del horror: “Ramos no se quedó con la retórica de las palabras ofensivas hacia Tehuel sino que llevó su odio al acto de provocarle la muerte. Y aun más allá, pues hizo desaparecer su cuerpo, impidiendo de tal modo el duelo de su familia y amigos ante tan dolorosa pérdida, procurando borrar todo vestigio de su accionar delictivo”.

El engaño

¿Por qué es un agravante? Explica la sentencia: 

“Los hechos de la vida, lamentablemente, nos muestran que es posible la comisión de un homicidio de las características apuntadas pero acompañado de circunstancias que reflejan una gravedad tal que supera la captada por el tipo. Ramos no sólo le quitó la vida a Tehuel motivado por el odio a su identidad de género, sino que hizo desaparecer lo único tangible que queda de un ser humano cuando muere, impidiendo de este modo que sus seres queridos puedan tener su cuerpo para vestirlo por última vez, velarlo y despedirlo, tener sus restos sepultados o las cenizas de su cremación que simbolizan su presencia en este mundo. Pero, además, la imposibilidad de que la familia pueda certificar con sus sentidos que Tehuel fue efectivamente asesinado crea la ilusión –apoyada en la irracionalidad del sentimiento y la fe– de que puede estar vivo en algún lugar, de modo tal que impide a cada uno de sus seres queridos –en mayor o menor medida– alcanzar esa paz que solo se logra cuando la razón nos muestra que las cosas ya no pueden cambiar y que no hay nada que se pueda hacer al respecto. Este ocultamiento se transforma en un engaño para quienes lo buscaron y lo siguen buscando, al punto tal que se extendió al poder político del Estado provincial que siguió ofreciendo recompensa por su hallazgo tras varios años de su desaparición”.  

Vida de psicópata

Norma se mira las manos: “¿Cómo te lo puedo decir? Llegó el juicio pero no tengo cuerpo. No tengo a mi hijo. Y es más duro que si vos tenés el cuerpo porque sabés que por lo menos le podés llevar una flor. Llorar ahí. Yo no. Hasta a veces pienso que va a entrar por esa puerta. Y no. Toda la prueba dio que lo mató, ¿pero dónde busco ese cuerpo?”.

Afuera, el canto de los pájaros acompaña este silencio. Mónica piensa: “Esto no es solo un asesinato, es mucho más profundo. Acá hay personas que van a quedar sufriendo de por vida porque no saben dónde está su ser querido. Tenemos asumida la muerte desde que nacemos, pero la desaparición es lo más antinatural que puede haber”. 

Ramos no habló en todo el juicio. “Y no va a hablar –dice Norma–. Ya los expertos dijeron cómo es”. Norma se refiere a los peritos que declararon en las audiencias. Uno manifestó que “no podría hablar de sentimientos” en la actitud de Ramos. Sobre la “estructura psíquica” del asesino, los jueces ponderaron este fragmento: “No es neurótica para mí. (…) no se angustiaba. Y el que no se angustia, no se angustia, ante el dolor ni ante nada. La vida de un psicópata es una vida interesante, porque si le dicen: ‘vas a estar veinte años preso’, no va a llorar (…) no es afectivo, es manipulador. Se pone por encima de otro, tratando de mostrar una fachada, de mostrarse superador”.

Norma dice: “El único que esperemos que diga algo es Montes”.

¿Esperás eso?

–Ojalá. Es un pálpito que tengo siempre:  que algo va a decir.

¿Qué pasaba si buscaban?

Mónica ubica el peso del fallo: “Es un contexto de odio, de discriminación. Nos quieren desmantelar. Fue un mensaje enorme para revalidar las conquistas y las decisiones disruptivas desde un DNI hasta el matrimonio igualitario en una sociedad pacata. El mensaje de la justicia fue superador”. 

Destaca la amplitud que tuvo el proceso al escuchar los reclamos, los enfoques y la perspectiva que construyó todo el movimiento. Ambas ponderan el trabajo del fiscal Juan Pablo Caniggia y de su equipo de abogadas.

Sobre la organización desde la comunidad: “Estamos en un pueblo lejos de todo. La desaparición fue una explosión. Casi no hay organizaciones sociales. Rompió la quietud. Empezó a moverse todo”. Todos los 11 de cada mes, desde 2021, hacen bocinazos en las calles principales. 

El valor de sostener, porque hay un momento en que las cámaras se apagan: “Hicimos mucha movida con pocos recursos y cero plata. Viajábamos en tren, lo preferíamos, porque no queríamos deberle nada a nadie. Ahora al gobierno le interesa que estemos porque Norma es una bandera de triunfo. Nosotros no lo tomamos así porque siempre lo que hubo fue una búsqueda de justicia. Pero cuando se ganó el juicio todos querían a Norma. Antes no. Norma necesitaba más respuesta, en sus necesidades económicas diarias. Vos, Estado, por inoperancia hacés que desaparezca un hijo; bueno, resolveme otras cosas, porque así no vas a tener un Tehuel, vas a tener muchos más. Estoy un poco enojada porque no estuvieron a la altura de una mamá que busca a su hijo”.

En el fallo, el Tribunal le corrió al Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires las medidas de reparación integral que peticionó el fiscal: 

1) la creación de un protocolo específico de búsqueda de personas LGBTIQ+ desaparecidas, con enfoque de diversidad sexual y de géneros; 

2) la declaración de la emergencia social sobre violencia por prejuicios hacia las personas travesti trans.  

Hubo reuniones para motorizar estos pedidos. Mónica: “Queremos la Ley Tehuel de búsqueda de personas. Porque a Tehuel lo buscaron después de cuatro días desaparecido. No es un dato menor. ¿Qué pasaba si lo buscaban inmediatamente?”. 

Miguel Bru. Iván Torres. Luciano Arruga. Santiago Maldonado. 

La misma pregunta, que siempre continúa sin respuesta.

El ministerio no respondió los pedidos de entrevista de MU.

Para adelante

Norma actualmente está sin trabajo. “Yo tengo que meterle para adelante. Tengo hijos, tengo nietos y tengo que hacerlo por Tehuel. La lucha la voy a seguir –dice y repite–. Se lo extraña. Pero no quiero dejarme estar. Por lo menos seguir estudiando”. 

¿Qué estudiás?

–Estoy terminando la secundaria para adultos.

También es sostén de otras mamás que se le acercan. “Me dicen que no quieren saber más nada, que están cansadas. Les digo que no, que cuando se levanten a la mañana piensen en su hijo. Yo tampoco quiero levantarme a veces, pero tengo que hacerlo. Por Tehuel. Hay mamás que me dicen que no quieren seguir. Pero hay que hacerlo”.

El juicio a Oscar Montes aún no tiene fecha. Mientras tanto, continúa la búsqueda: “A Tehuel lo seguimos buscando. La causa sigue abierta”. 

Norma saluda del otro lado de las cañas, los cachorros, las plantas, los materiales y la gatita. Y anuncia: “Donde haya novedades, ahí estaremos”. 

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Nota

Jubilados e hinchas: «Queremos luchar juntos por los derechos de todos»

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En vísperas de la movilización del miércoles, que promete unir a jubilados con hinchas de todos los clubes, motoqueros y distintas organizaciones (hasta de kick boxing) que se siguen sumando al ritual semanal alrededor del Congreso, las y los jubilados cuentan por qué marchan: “No es solo para defendernos a nosotros, ni solamente por la situación de la jubilación. Nosotros luchamos por todo: por el trabajo en blanco registrado, por el cuidado integral del trabajador. No es solo por los medicamentos sino por el derecho a estar sano, a que no te contaminen, a que no te roben el agua, que no se pudra la comida: por todo”.
Mientras el gobierno nacional agita la idea de que las barrabravas son violentas, ellos informan: “Los barras cuidaron a Milei cuando hizo el acto en Parque Lezama. Los que vienen son hinchas. Y los hinchas son trabajadores que tienen los mismos problemas que nosotros”. 

La idea, y el trabajo de hormiga, de la unidad entre sectores que hacen de alianzas inesperadas una forma de quiebre horizontal a la sociedad, que empezará a verse este miércoles a las 16 horas.

Por Franco Ciancaglini. Foto de Nacho Yuchark

Desde hace más de un año que Víctor – ex trabajador metalúrgico, actual jubilado y vendedor ambulante-y Zulema -ex trabajadora telefónica, actual jubilada y masajista-, marchan todos los miércoles alrededor del Congreso, realizando junto a sus compañeros y compañeras del grupo Jubilados Insurgentes el ya famoso “Semaforazo”, que empezó aprovechando los cortes de tránsito para agitar consignas de reivindicación salarial y para cambiar el sistema, y se fue desbordando, mes a mes, con el deterioro social que impulsa el gobierno de Milei, hasta tejer una trama de distintos sectores que tendrá como protagonista el próximo miércoles a una alianza inesperada: jubilados e hinchadas de fútbol. 

También se sumaron motoqueros autoconvocados, y al cierre de esta nota se conocían las adhesiones como la del sindicatos de actores o de la Asociación de Kick Boxing. Entre otras.

Estas adhesiones, que circulan en forma de flyers por redes y celus, corren en la mayoría de los casos por fuera de las lógicas partidarias y políticas, incluso por fuera de las llamadas barrabravas. Los que acudieron al llamado que vienen haciendo las y los jubilados no fueron las organizaciones, sino las hinchadas. ¿Por qué? Víctor arriesga: “Para definir socialmente las hinchadas podemos decir que están llenas de trabajadores. Para nosotros las hinchadas no son un sector independiente de los problemas que tiene la sociedad, que tenemos todos. Ellos actúan como hinchada porque eso los une, pero además en su vida cotidiana son personas que sufren la desocupación, la miseria, los salarios miserables la vida cotidiana. A nosotros no nos parece que en ese sentido tenemos que decir que son un sector distinto, al revés: reflejan a la sociedad. Son compañeros trabajadores”.

Zulema suma: “Lo de las hinchadas es increíble, y lo de los motoqueros a mí me hace recordar al 2001”, comienza conectando Zulema ciertas revueltas y aires de época. “Me suena que va a haber un cambio fundamental con la participación de ellos: los jubilados ya no vamos a estar más solos”.

La vanguardia

Hace un año publicamos esta tapa de MU con los jubilados y jubiladas.  

A nivel hinchadas, La vanguardia la llevó Chacarita, que tras difundirse un video en el que un jubilado con una camiseta de ese club lloraba en medio de una represión, fue el primer cuadro del cual sus hinchas convocaron abiertamente a movilizarse. “Nos sorprendimos gratamente porque los que vinieron eran jubilados. Y los jóvenes de Chacarita dijeron que ellos venían para que a sus abuelos no los hagan sufrir. Fue una cosa genuina y sencilla, no eran provocadores, ni venían con discursos”.

Algoritmo vs. corazón

La presencia de hinchas de Chaca que aguantaron los gases y los palos como siempre lo hacen las y los viejos funcionó en la práctica como una mojada de oreja a otros clubes que quisieron sumarse. Y no solo otros clubes: “Me llamó una vecina que yo nunca hubiera pensado, diciendo ‘me siento conmovida’”, revela Zulema sobre personas que no militan necesariamente los colores. “Es que a la gente le conmueven las buenas acciones y sienten que el apoyo de las hinchadas a los viejos es una cosa solidaria buena: nadie piensa que van a hacer lío. Fue un primer paso”.

En tiempos donde los algoritmos y el poder digitan el movimiento de odios y negatividades, el contagio de las buenas acciones del que habla Zulema tal vez sea otra de las fórmulas más políticas para cambiar el presente. Víctor coincide: “Hay una cosa, más allá de esa campaña de hablar de que el liberalismo ha logrado incentivar el individualismo y demás; en la realidad el pueblo argentino es muy solidario en todo sentido. Así como ahora la desgracia de Bahía Blanca – que es producto de la desidia de los gobiernos- el pueblo sale a bancar al pueblo bahiense, también cuando hay injusticias el pueblo se sensibiliza y manifiesta su solidaridad. En este caso al ver que los jubilados ver que están solos y las dirigencias políticas no hacen absolutamente nada, a lo sumo un discurso electoral pero no traen ni a sus votantes a la puerta del Anexo, hay un sector que dice: vamos. Y sale lo más profundo de su corazón, en ese sentido las hinchadas se mueven por un sentimiento. No es extraño que su corazón sea sensible a las agresiones del gobierno que nos está tocando”.

Las buenas acciones que no implican solo ayudar a los viejos en el sentido literal: en esta entrevista Víctor y Zulema resumen el contenido de la marcha de este miércoles, su relación transversal con los problemas de la sociedad toda, y deja definiciones dignas no de una pobre abuelita (ellos dicen: “no somos viejos meados”) sino de las personas que encabezan una forma de luchar y proyectar futuro. Porque como dijeron en la última nota de MU que les hicimos:

-Aunque estemos grandes, nosotras también tenemos sueños y tenemos tenemos esperanzas.

El aguante

¿Por qué marcharán este miércoles hinchadas y jubilados?

Víctor: La pregunta es muy útil porque en realidad nosotros no es que estemos necesitando que nos defiendan. Es extraordinario que vengan, que lo hagan solidariamente, pero la verdad es que la mejor defensa que pueden hacer de los jubilados las hinchadas es luchar con nosotros. Porque ellos son trabajadores, porque van a ser jubilados, y hay que estar viendo que en las hinchadas hay mucha juventud, muchos precarizados, personas que tendrían que estar luchando. Uno de los objetivos es ver cómo logramos la unidad en la lucha con un programa común para todos los trabajadores. Esto de mañana es un paso extraordinario, es una especie de efecto dominó: todos los días se fueron pronunciando las hinchadas, y ahora han tocado a sindicatos que no son los que están acostumbrados a participar de las luchas nuestras, delegados, comisiones internas…

Zulema: Nosotros siempre dijimos que el tema de los jubilados está íntimamente ligado al deterioro de los trabajadores activos, que están cada vez más precarizados, y no se van a poder jubilar porque está desfinanciando al sistema jubilatorio. Además de que no se van a poder jubilar, es una situación de deterioro general: el derecho al salario y al derecho a la jubilación están unidos. No hay derecho a medias, no es que vos podés tener medio derecho: reivindicamos el derecho completo.

¿Cómo relacionar esos derechos de sectores distintos?

Víctor: No es solamente el aumento salarial para estos viejos que se mueren de hambre, no es solamente los medicamentos y los tratamientos médicos, sino que es el trabajo genuino, el trabajo en blanco, basta de que a los trabajadores los exploten, que no vacíen las cajas jubilatorias. No es que estamos halando de los jubilados como un sector aparte: necesitamos luchar juntos.

Zulema: Cuando vos te jubilás por moratoria, algunos sí y a otros no, tenés que pasar un filtro: eso no es un derecho. El derecho tiene que ser una cosa completa a la cual accedés por haber trabajado toda tu vida. No sos empresario, no sos latifundista, viviste de tu trabajo: revindicamos eso. Por esa razón tenés derecho a que cuando cumplís la edad, tengas el derecho. No es un gasto para el Estado, es un pase de manos de divisas, es la clase trabajadora que se autosustenta. Nosotros luchamos por todo: por el trabajo en blanco registrado, por el cuidado integral del trabajador. No solo por los medicamentos, sino por el derecho a estar sano, a que no te contaminen, a que no te roben el agua, que no se pudra la comida: por todo. Por cosas que ni siquiera se puede resolver con dinero… luchamos también contra el l viejismo, contra la idea de que los viejos no sirven para nada, para que se valore al ser humano en todas las etapas de la vida. Hay gente que no tiene dónde vivir, y la Canasta Básica no contempla el alquiler. Luchamos también, -como la Constitución dice- por el derecho a la vivienda. Por eso nos tenemos que ni unir para ponernos de acuerdo en qué país queremos y un plan de lucha hasta dónde queremos llegar y transformar la realidad nosotros mismos.

¿Tuvieron contacto con representantes de hinchadas o de motoqueros, o es una relación por construir?

Víctor: Nuestra costumbre no es de dar directivas de cómo deben hacer las cosas. A nosotros nos parece que a partir de mañana es necesario que nos empecemos a juntar, a hacer reuniones con los representantes, con asambleas en lugares de trabajo, y a partir de ahí empezar a discutir ese programa común. Nosotros vamos a hacer un plenario el sábado 15, de organizaciones de jubilados, donde vamos a llevar un plan de lucha. Nuestra propuesta es enlazar nuestra lucha a la lucha de otros trabajadores. Ya no alcanza con la lucha de los jubilados, es insuficiente: necesitamos la lucha de todos. Ojalá los dirigentes sindicales se pusieran a la cabeza de laguna lucha, cosa que no sucede y difícilmente suceda. Insisto con esto porque este año es un año electoral lo que priman son los discursos y no las acciones. Bueno, lo de las hinchadas es acción.

Zulema: No tenemos mucha conexión. Fuimos a muchos conflictos planteando lo mismo, pero parece que el tema de la unidad para luchar juntos tiene otra maduración. Nosotros planteamos que la unidad tiene que ser una organización donde nadie quiera llevar al otro de las narices. Tiene que ser un plan que responda a las necesidades de todos los sectores. Y el plan de lucha que sea lo que estamos dispuestos a hacer todos. Que nadie se arrogue la representatividad, que no te manipulen, tiene que ser unidad en serio: si eso pasa, sería como un parlamento obrero, no necesitamos ni al Congreso. Queremos que los trabajadores decidan.

¿Cómo se puede hacer más duradera estas alianzas, más allá del miércoles? 

Víctor: Vamos a ver si esos resultados los podemos lograr en poco tiempo. Ojalá esa en poco tiempo, porque nos están atacando de una manera brutal. El arco de lucha que se está empezando a proyectar es tan amplio, que así de amplios tenemos que ser en nuestra lucha y en nuestra acción: hay que lograr integrar a muchos trabajadores. Somos los jubilados los que estamos logrando que todos esos actores de la sociedad se expresen. Todavía estamos construyendo ese camino, es una respuesta a un proceso real que se está dando. La bronca está creciendo, la indignación está creciendo, de todos los sectores: la marcha antifascista y racista fue otro ejemplo. Lo que está haciendo este gobierno es terminar con un ciclo de conquista de los pueblos e ir hacia un ciclo más duros para convertirnos en esclavos o trabajadores de cuarta. No lo vamos a permitir. Cada sector hace su estrategia de cómo tienen que luchar. Nosotros le estamos proponiendo esta lucha.

Zulema: Del miércoles tenemos que salir sabiendo a dónde va un trabajador que tiene dificultades, que  tenga a dónde ir; un lugar donde estén todas las organizaciones de trabajadores para articular un plan de lucha. No parecía que los jubilados tuviéramos esa atracción, ahora pinta distinto: no sabemos a dónde va a llegar, pero es interesante este momento. A diferencia de las hinchadas, las organizaciones a veces te vienen a conversar con un discurso que sabés de memoria, pero las hinchadas son trabajadores que tienen las mismas problemáticas. Y también el lugar que está dejando la CGT, lo están llenando. Porque después la CGT hace un paro y lo negocian ellos, y te dejan a gamba. Tener un espacio nuestro que tengamos decisión de qui hacer es mucho más digno y duradero.

En este momento, Patricia Bullirch está preparando el operativo de seguridad. Hoy más temprano planteó la relación de las barrabravas como sectores violentos, para desacreditar lo que se está gestando. ¿Cómo se le contesta? 

Víctor: Nosotros nunca buscamos el enfrentamiento con la policía, porque es un absurdo. Nosotros vamos con las manos vacías, y todas las fuerzas de represión van armadas hasta los dientes. Son ellos los que inclusive irrespetan el protocolo de Bullrich, porque ellos cortan la calle, e impiden que marchemos que es un reclamo constitucional. Nosotros nos comportamos como ciudadanos y trabajadores que manifiestan legal y pacíficamente. Ahora, vamos a evitar todo tipo de enfrentamiento, pero que quede claro que nosotros nos defendemos. Tampoco nos vamos a dejar golpear: somos viejos pero no somos estúpidos.

Zulema: Son capaces de traerse algún tanque. Si la semana pasada éramos 500 y pusieron 1.000 policías, ahora no sé. Estaba la Prefectura, la Federal, la de la Ciudad… faltan los tanques de guerra, los soldados, la artillería. Pero nosotros sabemos que si hay mucha gente hay menos posibilidades de represión, ya lo vimos en la Marcha Universitaria… Entonces yo confío en que si somos tantos, se van a quedar en el molde. La semana pasada agarraron a algunos hinchas que no estaban haciendo nada para decir que los que no son jubilados vienen a hacer lío. Pero no es así. Asocian hinchas a los barrabravas, pero nos dimos cuenta que no tienen nada que ver con los que vinieron, que son hinchas: los barras cuidaron a Milei cuando hizo el acto en Parque Lezama. Los hinchas son autoconvocados, y la verdad que estuvieron tranquilos y resistieron como resistimos nosotros. Ojalá que sea lo mismo. Y que sea un quiebre. 

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