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Piquete y cacerola a 22 años del 2001: el DNU de desguace del país, la reacción barrio por barrio y la marcha que desafió el protocolo

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El espectáculo montado por la ministra de Seguridad no cumplió el objetivo de amedrentar a la protesta que se instaló en la Plaza de Mayo como cada 20 de diciembre desde hace 22 años. El día culminó con los anuncios planteados por el presidente Javier Milei a las 21 a través de un DNU de alcances destructivos del trabajo, la industria y la libertad.

Pero nuevamente lo sorpresivo impregnó la realidad, ya que el anuncio fue seguido inmediatamente por cacerolazos y corte de calles en toda Buenos Aires, y en diferentes ciudades del país que al cierre de esta nota continúan. La inesperada movilización autoconvocada incluyó marchas desde los barrios hacia el Congreso desde las 23 hasta entrada la madrugada. Todo motorizado por vecinas y vecinos, ante la inercia de la partidocracia opositora y oficialista, dedicada mayoritariamente hasta ese momento a las redes sociales. El protocolo anticonstitucional de la señora Bullrich quedó arrasado.
El presidente se presentó en cadena nacional, otra vez leyendo. Fue un discurso de 16 minutos, rodeado por un elenco de ministros y otros (macrismo explícito: Caputo, Bullrich, Depetri, Sturzenegger). Estaban los ministros sentados (salvo la canciller Mondino, en el exterior) y cuatro colaboradores más de pie, cual granaderos. Esa extraña coreografía avaló las medidas oficiales (más de 300) que intentan romper avances legislativos e incluso constitucionales a través de un decreto: ese solo hecho es una ruptura del sentido común y de los mecanismos que determinan la existencia de tres poderes. Se busca desregular prácticamente todo (salud, trabajo, industria, privatización de empresas estatales), en manos de un mercado concentrado por corporaciones locales y multinacionales, cuyos efectos destructivos serían incalculables en profundidad y tiempo, para una Argentina literalmente de remate. El decreto no se privó siquiera del proyecto de privatizar el fútbol (otra dosis de macrismo explícito).

El telón de fondo: el brutal ajuste, el shock económico, la caída de los ingresos a menos de la mitad en 10 días (apenas el comienzo), y la promesa oficial de estanflación: estancamiento, recesión, inflación, empobrecimiento masivo e inédita transferencia de ingresos en perjuicio de la población y en beneficio de los grupos concentrados de la economía.
Aquí, el desarrollo de lo ocurrido otro 20 de diciembre que quedará nueva y tristemente en la historia.

Son las 3.45 de la tarde y acaba de comenzar la movilización desde las diagonales Sur y Norte hacia Plaza de Mayo. 

Un comisario de la Policía de la Ciudad, responsable del operativo, dialoga con lavaca

–La máxima tensión de hoy creemos que fue la que se vio en el ingreso de los movilizantes. No creemos que haya más.

–Esta movilización es habitual, conmemorativa, pero nunca tuvo el peso de hoy.

–Cuando hay estos cambios de gobierno, crece un poco, pero lo de hoy fue una puesta política sobre cómo se manejará el tema de los piquetes a partir de ahora.

–Pero usted y yo sabemos que esto no es un piquete.

–Tiene razón, el protocolo está mal llamado. No es para piquetes. Es para control del tránsito.

El circo instalado desde la mañana, cae a la tarde por su propio peso. Y a la noche más todavía.

Argentina, sin pan ni circo. 

Desde la primera hora de este jueves, suenan por los altavoces de las estaciones de tren cabeceras de la ciudad de Buenos Aires una voz que avisa: “El que corta, no cobra”. Policías Federales paran colectivos, filman, requisan; ellos mismos son los que detienen el tránsito.

El vocero presidencial recuerda que se utilizará el reconocimiento facial a quienes participen de la marcha. Algo ilegal por donde se lo mire.

Gendarmería Nacional, en una imagen sin precedentes, toma el control de las calles de Buenos Aires, junto a la Federal y la Policía porteña. A medida que pasan las horas, aumentan las camionetas, las motos, las traffic, los camiones hidrantes. 

El show desplegado mostró el descontrol y el desorden auto provocado, cuando gobiernan los eslóganes y no la realidad.

Las organizaciones se movilizaron finalmente por las diagonales y no desde el Congreso como habían anunciado inicialmente, previo acuerdo con el gobierno. De ese modo, la espuma bajó y la marcha se desarrolló con mayor naturalidad a la esperada. 

Y por la calle.

La odisea de llegar a la Plaza

A medida que las personas se congregaban en los puntos de encuentro, se confirmaba uno de los sin sentidos de la jornada: las interrupciones al tránsito fueron protagonizadas por la propia policía, que cortó la Avenida Belgrano y parte de la Diagonal Sur y desplazó a los manifestantes hacia las veredas, provocando encontronazos innecesarios y algún leve disturbio. En Diagonal Norte la columna logró avanzar por el asfalto desde Corrientes hasta entrar a la Plaza.

Una sensación compartida por todos: la manifestación, sin semejante operativo, hubiera provocado menos inconvenientes, y avanzado más rápido de lo que finalmente lo hizo por culpa del embotamiento causado por la Policía.

También hubiera sido más barato, con menos de tres fuerzas policiales y sus camionetas, hidrantes y motos. El otro dato: la cantidad de gente que se movilizó «desencuadrada» pese al riesgo concreto que implicaban las amenazas gubernativas.

En otra escena densa, la televisión mostró al presidente durante la tarde en el Departamento Central de Policía, junto a comisarios, mirando grandes televisores con la movilización, durante unas dos horas. Detrás suyo estaban las ministras Bullrich y Petovello y la hermana del presidente, Karina. Milei tenía una mano en el mentón, en actitud extática, y miraba las pantallas sin hablar con nadie.

La trama

Diego Kravetz, subjefe porteño en seguridad, hace ademanes. Pareciera dar órdenes para reacomodar en vivo una escena desordenada. Habla con lavaca:

–¿Por qué pusieron tanta policía en las salidas de la Plaza?

–Nosotros estamos acá para terminar el operativo, para garantizar la seguridad, inclusive de los manifestantes y no para otra cosa.

–Pero cuando salgan van a ver a la Plaza taponada.

–Se va a abrir la Policía.

–Parece un operativo cerrojo.

–No. Lo mismo fue cuando entraron. Vamos a hacer exactamente lo mismo, dejando dos carriles libres para que puedan descomprimir.

–¿Es una marcha tranquila?

–Hasta acá sí. Sí, sí. Muy tranquila. 

–Parece excesivo todo el operativo del día, ¿no?

–Nosotros tratamos de garantizar lo que es el derecho a manifestarse y el derecho a circular y creo que en ese sentido salió bastante bien.

–A qué costó… qué miedo… En un momento Belliboni (referente del Polo Obrero) le pidió pasar por la calle al jefe del operativo y le dijo que no, que debían ir por la vereda.

–La idea es que si uno puede ir hasta el lugar de concentración por la vereda, sin interrupción del tránsito, es lo mejor. Y si hay mucha gente, tratar de ordenarse. Hoy fueron bastante ordenados todos los que participaron.

–¿Hay algún detenido? ¿Tiene idea de algún incidente?

–Se detuvo a una sola persona pero por un incidente que no fue por la marcha. (NdR: son dos las personas detenidas en el marco de la marcha).

En otro momento Kravetz fue consultado por el protocolo y la actuación de las fuerzas federales. En un claro gesto de despegarse del montaje, dijo: «Pegúntenle a Patricia Bullrich».

La primera movilización contra el ajuste económico del gobierno de Javier Milei, en coincidencia con el aniversario por el estallido social de diciembre de 2001, fue convocada por organizaciones sociales nucleadas en la Unidad Piquetera. A ella se le sumaron algunos organismos de derechos humanos y sobre todo, muchísima gente autoconvocada, como síntoma vital de una nueva etapa que comienza en la Argentina.

La vergüenza

No hubo convocatoria de los partidos, ni de las organizaciones que integran Unión por la Patria. Tampoco de los organismos de derechos humanos cercanos. Suelta, está Victoria Montenegro,  diputada de la Ciudad por Unión por la Patria e hija de desaparecidos. Charla con lavaca:

–¿Cómo analizás la situación a esta hora?

Vergonzosa, porque es una fecha dolorosa para el pueblo argentino, del ejercicio de memoria que llevan adelante los compañeros y una amenaza por parte de la Ministro que fue parte de ese mismo gobierno que dejó la Argentina bañada en sangre y que hoy viene a terminar su obra. Es una provocación innecesaria. ¿Qué hacen las fuerzas federales en la Ciudad de Buenos Aires? Es lo que le estamos preguntando al Ministro de Seguridad de la Ciudad si atendiera el teléfono alguna vez.

–¿Van a pedir informes de cuánto costó este operativo, que se terminaba solucionando en un diálogo hoy al mediodía, ordenando por donde se va la marcha? Además del costo emocional, también.

–Sí, este operativo tiene un costo enorme para la democracia. ¿En qué momento de la Argentina, a 40 años de la democracia, no podemos manifestarnos? ¿En qué momento las autoridades del Ejecutivo se creen con derechos a decirnos a los padres qué hacemos con nuestros hijos, o a qué manifestación podemos y a cuál no llevarlos? Eso pasaba con la dictadura, no con la democracia. Soy madre y cada 24 de marzo he marchado con mis hijos. Mirá si Patricia Bullrich me va a decir qué es lo que puedo hacer o no con mis hijos. Lo que está pasando es un retroceso de décadas en materia de derechos.

–En calidad de hija de desaparecidos ¿qué significado tiene esta fecha? Para Hijos fue importante el 19 y 20 del 2001.

–También el rol de las Madres en la Plaza, luchando. Ellas están muy grandes y nos toca a nosotros luchar ahora por los derechos adquiridos. 

–Wado (de Pedro) no está en la calle. En 2001 estaba.

–Ese día estaba en la calle detenido, ya le puso el cuerpo y lo tenemos vivo de milagro. Yo soy legisladora porteña. Estoy acá en mi puesto de trabajo y frente a este avance. Nuestro bloque presentó medidas de protección para los manifestantes, judicialmente. Independientemente de eso, estamos en la calle porque tenemos que proteger a nuestro pueblo. Las elecciones no son un cheque en blanco para el presidente, para avasallar derechos conquistados durante tanto tiempo. 

–Acá, sobre el asfalto, te pregunto, ¿no tiene que estar H.I.J.O.S. todos los jueves en la Plaza? Porque quedan cuatro madres… ¿Cómo sigue este legado de la ronda de los jueves? Ustedes están al lado, vos estás al lado. Son 20 minutos cada jueves. Estás en la legislatura, sí, ¿pero la Plaza no es un lugar para hacer política hoy?

–Sí, nosotros desde hace años estamos en las escuelas todas las semanas hablando con los jóvenes, en los barrios, presentando proyectos para frenar el avance de la derecha. O intentando por lo menos resistir, a partir de las conquistas que tuvimos en muchos años y que claramente, hoy están en crisis. H.I.J.O.S somos muchos, pero después hay diferentes cuestiones que se fueron dando.

A dos cuadras, en la esquina de Avenida de Mayo y Suipacha, se le está haciendo un homenaje a Gastón Riva, asesinado por la Policía el 20 de diciembre de 2001. Allí está Teresa Laborde, quien nació en el asiento de atrás de un Falcon verde en la dictadura. Hace memoria: “Los dirigentes de las orgas no pueden tener miedo. Por ahí es más natural que la gente común tenga miedo. Lo entiendo. Pero ellos, si tienen miedo, que se le dejen el cargos a quien esté a la altura de las circunstancias. Si no salen a la calle, en el Congreso también lo van a dejar pasar. Y nos van a achurar todo. Si los derechos no los defendemos en la calle, si la gente en el Congreso no ve que está todo el pueblo en la calle, no nos va a defender. Van a defender sus bolsillos, como siempre”.

Ironiza: “Pensé que iban a venir más partidos y organizaciones; hoy no cortamos la calle nosotros, la cortó la policía y lo logró instalando el miedo. No vi ningún organismo de derechos humanos ex oficialistas. Nos están metiendo la mano en el bolsillo a los trabajadores ¿y no salen a defendernos?

El nudo

A dos cuadras de la Plaza, la movilización camina a paso lento. La policía deja cortar dos carriles. Una de las organizaciones de izquierda presentes se llama Política Obrera. No tienen miedo por la quita de los planes sociales, ni por el protocolo de Bullrich.  Lo que tienen es mucha necesidad de decir.

Rocío de Luis Guillón, dos hijos, de 15 y 8. 

«Vengo porque no hay laburo, porque todo es caro, porque el precio de la carne se zarpa. Un kilo más de 5000 mil pesos, no se puede creer. ¿Cómo está mi barrio? La mayoría son pobres. ¿Cómo veo el protocolo antipiquetes? Por un lado mal, porque nos tenemos que expresar, y en la calle es la única manera. Por otro lado bien, porque entiendo que jodemos a otra gente cuando cortamos. Pero, ¿hay un término medio? Nos piden prohibir que protestemos, no se aguanta más la situación».

César, de Esteban Echeverría.

“Néstor (Kirchner) también recibió el país muy mal y no ajustó al pueblo. Ni montó un escenario como este. Mirá a los costados, cómo pueden ser todos estos policías. Bullrich cortó las calles en pandemia y ahora nos lo quiere impedir a nosotros. Mirá si no vamos a poder reclamar cuando el kilo de pescetto cuesta 12 mil pesos”. 

Graciela, 48 años: “Un kilo de pan 1800 pesos; un litro de leche 800. ¿En qué cabeza cabe? Sube todo menos nuestros sueldos. ¿Esperan que se mueran nuestros jubilados y no protestemos?”

Isabel, 57 años, Monte Grande, dos hijos: “Soy una mujer mayor, a quien nadie le da trabajo. Hacemos changuitas con mi esposo, que también está sin trabajo. Buscamos, buscamos, pero a nuestra edad es muy difícil. Nos van a matar de hambre. Encima nos vino una fortuna de luz en los últimos dos meses, y no pude pagarlas. Esta Navidad no sólo no tengo nada para comprar; tampoco voy a tener luz. La vamos a pasar a la luz de las velas, pero tampoco, porque también subieron un montón”. 

En la columna de adelante, del MST, está Patricia, de Merlo. Tiene una polenta que escasea en la olla. “Venimos acá porque el bolsillo nos aprieta cada día más. Trabajamos sin parar para levantar al país, pero nadie lo valora”. Respira y agrega: “Tengo 61 años, debería estar a punto de jubilarme pero ahora no sé qué va a pasar, si finalmente quiere subir la edad jubilatoria”. 

Gerardo tiene 60 años. Está parado en las escalinatas de la Catedral. Aplaude sin cesar el paso de la movilización, segundos después de que la gente doblegara el cordón policial e irrumpa en la Plaza de Mayo. Gerardo es profesor de historia en Villa Hidalgo, José León Suárez. «Se está repitiendo la misma historia, la de la dictadura, la de Cavallo y Menem, la del 2002, la de Menem y ahora la de Milei. No aprendemos, son los mismos actores, el mismo plan económico y el mismo objetivo: hambrear al pueblo y enriquecer a los grandes capitales».

La gente grita, desaforada: “Olé, olé, olé, olé, olá, a la protesta vos no la podés parar”. 

La venta del patrimonio

El canto que se repite una y otra vez lo escucha Leonardo Pérez Esquivel, 67 años, hijo de Adolfo Premio Nobel de la Paz. Es sociólogo y uno de los referentes del SERPAJ. Ve el vaso medio lleno: “A 40 años de la democracia, que nuestro pueblo haya salido aun en este contexto adverso, es un hecho altamente valorable, porque es lo que esperamos que vaya a ocurrir: de esta manera, no van a poder pasar todas estas políticas neoliberales. Va a haber un rechazo a la entrega, a la venta del patrimonio… después de tantos tiempos de lucha y recuperar parte de la soberanía, porque tampoco estábamos en una situación idílica para nada. Pero me parece que ahora va a venir una instancia de recuperar esa lucha que no se debiera haber desdibujado con el gobierno anterior”.

¿Te oigo con esperanza…?

–El futuro inmediato es negro. Van a privatizar las empresas públicas… obviamente vamos a oponernos a que privaticen Aysa, la parte estatal de YPF, Arsat, Aerolíneas. Ni un paso atrás y no se rinde nadie. Será una pelea larga…

¿Por qué era importante estar hoy?

–El 19 y 20 para el campo popular es una fecha muy emblemática de la rebelión de nuestro pueblo, del proceso de empresas recuperadas, asambleas barriales, de distintos movimientos populares: todo eso logró expresar una democracia directa en ese momento. Creo que uno de los problemas principales que hubo fue que no se apostó a ampliar esos procesos de democratización, sino que se canalizó por las estructuras tradicionales. Creo que esa democracia de base se va a recuperar ahora.

Juan Manuel Combi fue abogado en la causa por la desaparición de Luciano Arruga. Grita desaforado cuando el pueblo ingresa a la Plaza. “Llego la hora de luchar”, afirma, y mira el futuro: “Esto que nos está pasando nos va a unir de vuelta, porque se va a agudizar la lucha de clases. Con la panza vacía no se puede tener libertad”. 

«Milei mintió»

Malque y Mateo tienen 19 años. Son parte de un grupo de jóvenes autoconvocados. Viven en Lanús. “No formamos parte de ninguna organización pero hoy había que estar acá. Contra el ajuste, contra Milei”. Miran hacia el centro de la Plaza y también hacia lo que los atraviesa: “Venimos porque a la juventud la vemos sin esperanzas, perdidos, buscando un futuro que no vemos. Lo que se montó hoy con la policía busca controlarnos, que nos nos expresemos, lo cual es ilegal, porque en democracia solo pasó en 2001, con estado de sitio, pero que sepamos no vivimos en estado de sitio, ¿no?”.

Rodolfo Viano es uno de los curas de Opción por los Pobres que llegó a la Plaza. Al lado lo acompañan desde la Pastoral Social Evangélica. Tiene 64 años, vive y predica en el barrio bonaerense de La Teja, en Merlo. Tiene colgada una bufanda blanca, con las caras del Padre Mugica y del obispo Enrique Angelelli. Expresa con los pies en la Plaza: “Estamos acá para acompañar y cuidar el derecho legítimo a la protesta que tiene nuestro pueblo, y también recordando con un fuerte dejo de tristeza lo que fueron las jornadas de lucha del 19 y 20 de diciembre, que costaron la vida de muchas personas. Lamentamos decir que nuestro país vuelva una y otra vez a ciclos de endeudamiento. Esperamos que nuestro pueblo pueda encontrar un futuro mejor, una vida digna, la justicia social y la justicia ambiental que no son aberraciones, sino que es la manera concreta de vivir dignamente en esta tierra”. Y sentencia: “Nosotros no tenemos comedores, pero sí damos una vez por mes un bolsón de mercadería. En sólo esta semana, 20 familias más lo vinieron a pedir porque no estaban pudiendo comer”.

Leo Santillán es hermano de Darío, asesinado por la Policía Bonaerense el 26 de junio de 2002 en Puente Pueyrredón. Está parado en la esquina de la Legislatura porteña. Al final de la marcha, dice: “Hoy vino mucha gente, pero si no hubiesen metido tanto miedo, íbamos a ser el doble o el triple”. ¿Cómo se vence ese miedo originado desde el Estado? “Hoy nosotros estuvimos dando un taller en el barrio. Así se vence, haciendo en el territorio. Y generando unidad, que debemos plasmarla en concreto para revertir esta situación. Si nosotros no salimos a la calle, nos van a querer llevar puestos a todos, porque si en 10 días hicieron lo que hicieron, ¿qué va a pasar si lo dejamos que hagan lo que quieran durante cuatro años? Este fue un importantísimo primer paso”. 

Lucas Fauno, periodista e integrante del colectivo Positivo, comparte: “Hay que ir de un día a la vez”. Completa: “Es importante estar acá porque Milei nos mintió; la casta no está pagando ningún ajuste. Lo nuevo no llegó; ni Bullrich, ni Macri, ni Caputo son lo nuevo. Al margen de estar en completo desacuerdo con Milei, hay algo objetivo: nos mintió y nos está quitando derechos institucionales”.  

El desenlace

Una fila enorme de gendarmes contornea la Plaza de Mayo. No deja pasar a nadie. Muestran los palos. Un superior les ordena levantar los escudos. Nada pasó, pero la intimidación no cesa. A metros, escucho llorar desconsoladamente a Dominic. Son aullidos. Está dialogando junto a otras personas, también autoconvocadas. 

–(Dominic): Yo no puedo estar acá sentada, esperando que me llegue el laburo, que no me llega. Mi mamá tenía miedo que venga, pero no podía no estar acá. Tengo 32 años y es la primera vez que marcho, en toda mi vida.

–(Lobo)Yo también me autoconvoqué

–(Laura): Yo me traje un carnet de prensa, porque tenía miedo de lo que pasara.  Tendremos que estar mucho en la calle, porque la cantidad de gente que estemos, hoy y en las próximas manifestaciones, va a marcar lo que pase a futuro. 

–(Dominic): El presidente es un vivo bárbaro. Hay que decirlo. Por qué lo va a decir hoy a la noche, por qué no lo dijo al mediodía como estaba previsto. Si no lo dijo antes, es porque nos va a matar con los anuncios.

–(Lobo): Yo estaba en casa esperando que mi gremio, de alimentación, dijera si iban a venir o no. Y como no vinieron, m vine, porque lo hoy a la noche van a anunciar viene por los derechos de todos los trabajadores. 

 –(Dominic): Las indemnizaciones. Te van a echar mañana. El telegrama de despido lo tenés mañana  llegándote a tu casa. ¿Por qué lloro? Porque mi marido toma medicamentos para la presión y el corazón; yo tomo para los ataques de pánico; desde que Milei hizo los primeros ajustes, no vendemos un puto collar que es lo que hacemos. Vivíamos de eso; no te digo manteca al techo, pero ahora sí que no tenemos para comer; fuimos a la farmacia a comprar los remedios, y están tres veces más caros. Diez días después de que asumió este tipo. Por eso estoy llorando. Porque mi vieja come fideos, cuando laburó su re puta vida, entendés. Y hoy ya no le alcanza, porque los precios en el supermercado se fueron a la mierda. Perdón la expresión, ¿pero para limpiarte el orto 2 mil pesos? Me está cargando. No sé en qué va a terminar esto…

Los anuncios

A partir de las 21, el presidente Javier Milei anunció un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) integrado por 366 artículos para la desregularización de la economía, que tiene detrás a Federico Sturzenegger, el cerebro; y como ejecutor, a Caputo, dos de los máximos responsables del endeudamiento del país.

Milei adelantó 30 medidas que reflejan el shock prometido para un pueblo:

  • 1.Derogación de la Ley de Alquileres: para que el mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y que alquilar no sea una odisea.
  • 2. Derogación de la Ley de Abastecimiento, para que el Estado nunca más atente contra el derecho de propiedad de los individuos.
  • 3. Derogación de la Ley de Góndolas para que el Estado deje de meterse en las decisiones de los comerciantes argentinos.
  • 4. Derogación de la Ley del Compre Nacional que solo beneficia a determinados actores del poder.
  • 5. Derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía para evitar la persecución de las empresas.
  • 6. Derogación de la Ley de Promoción Industrial.
  • 7. Derogación de la Ley de Promoción Comercial.
  • 8. Derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
  • 9. Derogación del régimen de Sociedades del Estado.
  • 10.Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
  • 11.Modernización del régimen laboral para facilitar el proceso de generación de empleo genuino.
  • 12. Reforma del Código Aduanero para facilitar el comercio internacional.
  • 13. Derogación de la Ley de Tierras para promover las inversiones.
  • 14. Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
  • 15.Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
  • 16.Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola.
  • 17.Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
  • 18. Autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
  • 19. Implementación de la política de cielos abiertos.
  • 20.Modificación del Código Civil y Comercial para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes.
  • 21.Modificación del Código Civil y Comercial para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada.
  • 22.Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
  • 23.Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
  • 24.Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales.
  • 25.Establecimiento de la receta electrónica para agilizar el servicio y minimizar costos.
  • 26.Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos.
  • 27.Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran.
  • 28.Desregulación de los servicios de internet satelital.
  • 29.Desregulación del sector turístico eliminando el monopolio de las agencias de turismo.
  • 30.Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.

Cacerolas y otra vez la calle

Un 20 de diciembre.

Otra vez. Una cacerola, en el barrio de Congreso, la sostenía Mariana, de 51 años. La sostenía y la golpeaba, con bronca. Con furia. “Necesitaba desahogarme, hacer un poco de catarsis. Tengo mucha angustia acumulada. Milei está haciendo un recorte brutal, nos quiere convertir en Uganda, esa es la idea detrás de todo esto. Todo el despliegue represivo de hoy me pareció terrible, subiéndose a los colectivos, haciendo requisas como en la dictadura… Estoy muy triste. Viví la hiper, viví a Menem, viví al 2001, y Milei, a quien no voté, es todo eso recargado”. Completa, Mariana: “Soy trabajadora estatal, mi puesto de trabajo no está en juego pero sí el de los chicos jóvenes, trabajadores, que son tratados como vagos, como ñoquis. Demonizar a los empleados públicos, médicos, enfermeros, toda la gente que le hace un bien a la comunidad, es inaceptable y terrible”.

Cerquita anda Carlos, desocupado, con 52 años a cuestas; con su oficio de periodista latente, vivo, pero sin poder ejercerlo.

–¿Por qué saliste?

–Porque destruir todo lo que se ha construido a lo largo de la historia para beneficiar únicamente a los grupos económicos es un disparate absoluto. Las medidas que se llevan adelante son absolutamente antipopulares y benefician a la casta, para que ganen fortunas unos pocos que se van a financiar con los recursos de todos, de los trabajadores, de los jubilados.

–¿Qué sentiste cuando escuchaste los anuncios?

–Es un dolor muy grande y muy profundo. La Argentina se ha destacado a lo largo de la historia por tener un buen sistema, con problemas, con matices, pero todo esto que están anunciando va en detrimento de cosas fundamentales: la salud pública, la educación pública, el sistema jubilatorio va a quedar totalmente desfinanciado. Hay cosas que no se privatizan, hay que tener sentimiento de patria. No es casual que el símbolo sea un león, que es el símbolo de la monarquía británica. No puede ser que con la tragedia que vivimos en Bahía Blanca no haya recursos, pero sí haya para mandar dos helicópteros y barcos con víveres a Ucrania. No digo que no haya que tener solidaridad con los que sufren pero, primero, el pueblo argentino.

Ese pueblo hoy se manifestó, de día y de noche.
Y todavía resuenan algunos de sus ecos.

A la tarde en la Plaza de Mayo y a la noche en distintos barrios porteños, se escuchó un grito, que sigue resonando: “Paro, paro, paro; paro general”. A la noche se cantó también: «A dónde está que no se ve, esa famosa CGT». Cada vez más gente iba poblando las esquinas, y empezó a dirigirse a la plaza de los Dos Congreso. Un cartel resumía estas semanas: «¿En qué momento me convertí en casta?». Dos trabajadoras del Hospital Italiano decían: «Si hoy los dejamos pasar nos matan. Es hoy».

Esta historia empieza a escribirse…

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La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

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Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI

Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.

El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos. 

El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Atilio Benedetti, UCR-Entre Ríos, principal promotor del proyecto, expone en la reunión del pasado martes.

Exposiciones sin consenso

El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.

En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.

Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.

Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.

La evidencia del modelo

Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para  relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.

Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.

Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.

Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.

María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.

Antecedentes que enferman

Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós. 

Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.

Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.

Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Sabrina Ortíz presentó una iniciativa para frenar la Ley del Cáncer.
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Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza

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Al llegar al país luego de estar 8 días detenida (junto a otros tres argentinos, entre un total de 443 personas que conformaban la flotilla Global Sumud) la legisladora habló con lavaca.

Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza
Celeste Fierro al llegar a Ezeiza. Fue recibida por decenas de personas que se acercaron a apoyarla y recibirla.

Celeste Fierro durmió sólo algunas horas, y de manera intermitente, y apenas se levanta habla con lavaca. Llegó anoche de Jordania, donde fue trasladada desde la cárcel de Ktzi’ot. Allí estuvo presa del 3 al 7 de octubre, después de que el Estado israelí interceptara el barco en el que pretendía llegar a Gaza como parte de la flotilla Global Sumud. Del 1 al 2 tuvo dos días de traslados, y el día 7 la llevaron también a Jordania, desde donde partió el vuelo a Buenos Aires.

La historia es conocida: en aguas internacionales, el Estado de Israel interceptó todos los barcos de la flotilla, tomó su mando y los dirigió a tierra para detener a sus tripulantes. “Sabíamos que, lo más probable, era que pasara lo que pasó”, se sincera Fierro respecto a la misión humanitaria que buscaba 1) romper el bloqueo naval israelí sobre Gaza y 2) hacer visible la crisis humanitaria allí.

Lo primero no lo lograron. Lo segundo, sí.

Lavaca fue el único medio argentino presente en la masiva movilización en Roma que, tras conocerse la noticia de la detención de los tripulantes de esta flotilla, reunió a un millón de personas para pedir el fin del genocidio israelí en Gaza y, entre otras cosas, la liberación inmediata de los recientes detenidos. Ese mismo día, por la noche, llegaron a la capital 26 personas italianas que habían sido detenidas, las primeras que largó el Estado de Israel.

Los cuatro argentinos (Ezequiel Peressini, Carlos Bertola, Nicolás Calabrese, y Celeste) fueron de los últimos.

Finalmente ayer, después de 8 días, volvieron a pisar su tierra.

Desde aquel 1 de octubre hasta ahora, Celeste no había vuelto a tomar mate. Está en eso mientras conversa y revela que su mate, al igual que todas sus pertenencias (a excepción del pasaporte) le fueron sustraídas por el Estado de Israel.

La primera pregunta es obvia: ¿Cómo estás?

Entera, lo cual es un montón. Y muy contenta de estar de nuevo acá. Eso es lo primero, pero también muy preocupada porque entiendo que todavía hay compañeros detenidos de la Global Sumud y que, además, interceptaron a la Freedom Flotilla (145 detenidos). Así que poniéndome en contacto con compas de otros países para estar a disposición.

Durante dos días no se supo nada de vos; luego lo que llegaba era casi nada. ¿Qué pasó en esos primeros momentos?

Lo que nos pasó no se compara con lo que pasan los presos palestinos en las cárceles de Israel; no se compara con lo que viven las familias palestinas en la franja de Gaza. Pero, en ese momento, lo que más preocupaba era que no supieran que estábamos vivos. Desde que nos detuvieron estuvimos 48 horas hasta que logramos ver a un abogado. Y después, la visita de la cancillería fue recién el viernes o el sábado, 3 días después de la intercepción. Lo único que yo quería que avisaran era que estábamos vivos.

¿Les iban informando qué harían con ustedes?

Los primeros que salen son los italianos. En las intercepciones preguntaron por los italianos, ya veíamos claramente que iban a liberarlos más rápido. Los que quedamos detenidos fuimos los del sur global, no solo América, Sudáfrica, Nueva Zelanda.

¿Por qué Italia primero?

Lo de Italia fue por la presión social hacia el propio gobierno italiano de ultraderecha. Hubo una huelga general una semana antes de la intercepción; eso hizo que Meloni mandara un barco, que fue directamente para responder a la huelga; y también para que los italianos desistan de esas misiones. No lo lograron.

¿Cómo fueron los días previos a que los interceptaran?

Ya habíamos tenido una situación previa el día anterior, donde rodearon dos de los barcos de la flotilla. Con alguna cosa magnética cortaron los radares, los teléfonos, como que esos barcos perdieron la comunicación. Y luego se retiraron. Ahí tuvimos el primer intento, ya antes habíamos tenido los ataques con los drones.

¿Cómo es un ataque con drones?

Los primeros dos ataques fueron en puerto de Túnez. Nosotros no habíamos llegado ahí todavía. Pero también entendimos que eran para intimidar, para amedrentar. Es un ejército muy preparado: si hubieran querido hundir un barco lo hacían. Lo que hicieron en el puerto dos días distintos a dos embarcaciones distintas fue tirar como unos explosivos. Y se logró contener ese fuego rápidamente y no pasó a mayores y lograron seguir esas embarcaciones.

En altamar también siguieron las intimidaciones

Todas las noches teníamos drones arriba. Una vigilancia permanente 24×7, fundamentalmente a la noche. Dos días antes de llegar a Creta, entre Sicilia y Creta, ya no eran algunos sino que eran decenas de drones que pasaban por todos los barcos. Y a las 11 de la noche empezamos a tener interferencia en las radios. Empezó a sonar ABBA a todo volumen, nos mirábamos porque no sabíamos qué estaba pasando… Y a los 15 minutos escuchamos la primera detonación… Tiraban esos explosivos que explotan cuando tocan algo; a uno de los barcos les tiraron uno de los mástiles… a otro directamente le rompieron una vela. A otros era solamente el sonido y veías una luz muy fuerte. Era sistemático: cada 15 minutos sentíamos una detonación. A otro le cayeron líquidos, que no sabemos qué eran. No los escuchábamos, veíamos luces, era mucho el miedo.

¿En algún momento temiste por tu vida?

Creo que todo el tiempo. Desde ese momento, hasta que logramos salir (por anteayer). En el momento de los drones, al día siguiente hablábamos: siguen intentando que no continuemos. Y la fuerza estaba puesta en continuar. Y a la noche siguiente estaba en la guardia y no hubo drones. Fue una guardia muy tranquila. Fue el primer día que dije: y mirá si llegamos… Había crecido la presión internacional. Pero no pasó.

Y el día en que los interceptan, ¿cómo fue?

Cuando nos interceptan –no me acuerdo la hora pero era de día, habrán sido las 7PM- nos llega un mensaje de uno de los barcos que en un radar habían visto que se acercaban 10 o 12 barcos. Ahí nos preparamos con los protocolos que veníamos manejando, y en menos de una hora y media ya habían llegado. Empezaron a rodearnos lanchas rápidas, no las veías porque era de noche. Nos tiraron primero agua a todos los barcos. Luego por un altoparlante decían que no teníamos que seguir navegando, que si nos quedábamos ahí iba a estar todo bien… Todo eso duró como una hora. Hasta que se subieron alrededor de 10 o 12 marines israelíes, con armas largas, caras tapadas. Lo primero que hicieron fue desactivar todas las conexiones de Internet. Y ahí efectivamente nos detuvieron, agarraron el mando de nuestro barco. Nos cachean, nos piden los pasaportes. Revuelven todo. Y nos metieron en los camarotes, éramos muchos más de los que entran en los camarotes, estábamos todos amontonados. Estuvimos 24 horas metidos ahí, sin comer nada. Hasta que llegamos al puerto, 24 horas más, y después a la cárcel, donde nunca nos dieron agua potable, estuvimos hacinados, con precintos; a compañeros les vendaron los ojos. Sufrimos maltrato físico. Y la mayor preocupación era que se sepa dónde estábamos.

¿Cómo se siente en el cuerpo esa impunidad?

Nosotros sabíamos que el escenario más probable era lo que nos terminó sucediendo. También hay que decir que lo que significó la flotilla en cuanto al impulso, a multiplicar las acciones, es muy fuerte. Es fuerte saberse parte de una acción internacional que hace lo que los Estados no hacen, dando una respuesta solidaria, humanitaria, a una causa que es de toda la humanidad; fue muy importante. A mí me recordaba a las brigadas internacionalistas de la Guerra Civil Española, Nicaragua… Y creo que eso también fue lo que nos protegió, más allá de la violencia que se sufrió, que todos los ojos estén puestos en Gaza y en la flotilla hace que hoy estemos en casa. Esa firmeza de continuar a pesar de los ataques. Y repito: lo que a nosotros nos pasó, ni se comprara con lo que pasa Gaza. Eso es lo que nos daba más fuerza y firmeza para continuar y de estar juntos.

¿Qué pudiste compartir con los compañeros y compañeras de otras partes del mundo, respecto a lo que estaba pasando, a la situación de Gaza, a cómo articular el reclamo a nivel global?

Para mí fue muy importante. Como experiencia militante, como experiencia de vida. Quienes somos militantes, internacionalistas, lo vivimos de forma permanente, pero esto fue encontrarnos con gente que nunca habíamos tenido contacto, que hablamos distintos idiomas, que venimos de distintas historias. Había sindicalistas, periodistas, enfermeros, médicos, compañeras activistas, artistas. Eso es lo que fortaleció la misión y sobre todo el reclamo y le dio potencia. El internacionalismo, sabernos todos levantamos una misma causa logró potenciarlo y ver que en todos los rincones del mundo se esté denunciando el genocidio y levantando la causa palestina, porque la causa del pueblo palestino es hoy la causa de toda la humanidad. Ese fue el sentido de la flotilla.

¿En qué nivel ves que está el reclamo en Argentina?

En los últimos meses se ha multiplicado la participación. Nosotros lo venimos levantando desde hace décadas, pero creo que hubo un cambio grandísimo. Me acuerdo patente el domingo que fue el Día del Padre, que hubo una movilización gigante, había familias enteras. Desde ese día hasta ahora se ha multiplicado el acompañamiento, no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en lugares inhóspitos del país. Se fue extendiendo y tenemos que ser cada vez más.

Ahora hay un supuesto nuevo “alto al fuego”. ¿Cómo lo interpretan?

No hay que conformarse hasta el alto el fuego que hay ahora, que no sea un nuevo invento. Lo que venga del imperialismo yanqui creo que es un nuevo acuerdo de ocupación colonial que no va a resolver de forma definitiva las necesidades del pueblo palestino. Acá una paz justa es una paz donde haya derecho al retorno, donde la Palestina sea única, del río al mar y no es lo que se está proponiendo. Hay que seguir multiplicando las acciones por eso, y en nuestro país seguir exigiendo: no en nuestro nombre. Tenemos que tomar lo que dicen nuestros compañeros judíos: que este Estado apoye a ese genocidio, a ese criminal de guerra como es Netanyahu, no es en nuestro nombre, cuando sabemos lo que significa un genocidio en nuestra historia. El genocidio de los pueblos originarios, el genocidio de la última dictadura: tenemos que decir no en nuestro nombre y seguir reclamando la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales. Hoy es un momento en el que Israel está aislado internacionalmente, así que hay que presionar.

El gobierno nacional también parece estar en ese mismo aislamiento…

Por eso, hay que seguir denunciando a este gobierno que no solo es cómplice de ese genocidio sino que viene llevando adelante un desastre en materia económica y social y que por eso está recibiendo fuertes golpes. Acá vamos a estar para plantear una alternativa.

¿Cómo se comportó el gobierno nacional con ustedes los detenidos?

Cancillería hizo… el trabajo administrativo para saber que estábamos ahí, y comunicarse con nuestra familia. Nos lo dijeron con claridad: estuvo el cónsul, pero no fue el embajador. Y esa es una decisión política. Hubo una decisión política de no exigir nuestra inmediata libertad y eso fue lo que sucedió. Estuvimos en Jordania con los diplomáticos de Uruguay, que fueron quienes nos buscaron y acompañaron en el proceso de volver a casa.

Llegaste. Y ahora, ¿qué vas a hacer?

Hoy pretendo quedarme un rato en mi casa. Ayer no me despegué de mi hija desde que llegué al aeropuerto… Y después que la logré dormir me fui a Aeroparque a recibir a Cascote, el compañero que llegó de madrugada. Volví, dormí unas horitas, y acá estoy.

¿Qué edad tiene tu hija?

9 años.

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9 años sin Lucía Pérez

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La familia de la joven realizó una marcha en Mar del Plata a nueve años del crimen. Lucia tenía 16 años al ser víctima de un narcofemicidio. El aniversario llega en el marco de un nuevo proceso que tiene a sus padres, Marta y Guillermo, otra vez en los laberintos de una justicia que no resuelve el caso y hasta descartó que se haya tratado de un femicidio. «Hoy es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama estamos luchando por todos», dijo Marta (en la foto de portada, rodeada por Guillermo y su hijo Matías). Recordó que hace nueve años habla de «narcofemicidio», figura que hoy se pone de relieve con los asesinatos de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi. Por eso, la familia pidió: «Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos».

Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, agarró el micrófono durante la marcha en Mar del Plata y lo primero que hizo fue agradecer: “Gracias por estar juntos una vez más, por esta lucha que llevamos todos, por ustedes, nuestros padres y abuelos”. Después, mirando a la marcha de jubilados y jubiladas que había llegado hasta el monumento a San Martin en Mar del Plata, unió agendas y resistencias: «Hoy ustedes cumplen 2 años de su lucha”. Y, finalmente, abrazó: “Hoy se cumplen 9 años del femicidio de Lucía. Para nosotros es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama, estamos luchando por todos”.

Marta Montero pronunció estas palabras en un aniversario que tiene a la causa sumida en un laberinto que la justicia no resuelve hace nueve años. Primero, fue un juicio que absolvió a los acusados de femicidio: los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale dictaminaron que no hubo femicidio ni abuso sexual sino que condenaron a Matías Farías y Juan Pablo Offidani por comercialización de estupefacientes.

9 años sin Lucía Pérez

Imágenes del acto en las calles marplatenses. Foto: Florencia Ferioli.

La familia logró iniciar un jury político a los jueces Urso y Viñas (Carnevale consiguió la jubilación anticipada en tiempos de María Eugenia Vidal en la gobernación), pero resultaron absueltos. El proceso sentó un precedente sobre el control social y político a nivel judicial.

En 2023, la lucha de la familia, apoyada por todo una red de organizaciones nucleadas en la Campaña Somos Lucía, logró tirar abajo ese primer juicio y realizar otro que terminó condenando a perpetua a Farías por «abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio«. En el caso de Offidani, le dieron 8 años de condena como partícipe secundario del femicidio que, sumados a la condena previa por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”, le significan 15 años de prisión.

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

Sin embargo, este año la Sala IV del Tribunal de Casación Penal, integrada por los jueces Víctor Violini y María Florencia Budiño, descartó que haya sido un femicidio y remitió las actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mar del Plata para que establezca una nueva pena para Farías, pero sólo por el delito abuso sexual con acceso carnal agravado, cuya pena máxima es de 15 años. La instancia judicial de «cesura», como es llamada, reveló las contradicciones de un sistema judicial que expone a la familia nuevamente ante el dolor de tener que explicarlo todo otra vez. Así, entre instancias de apelación a la Corte Suprema, en un país cuyo presidente y ministro de Justicia niegan la figura de femicidio, con la sociedad conmovida ante otro triple narcofemicidio bonaerense, llega el noveno aniversario de Lucía.

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

En Mar del Plata, las columnas caminaron por las calles de la ciudad hasta llegar a la Municipalidad donde se gritó “Presente” cada vez que se nombró a Lucía y a larga lista de víctimas de femicidios que sacuden nuestro país: según el Observatorio Lucía Pérez son 203 los femicidios y travesticidios solamente en lo que va del año. La marcha fue una de las más de 170 que recorrió calles de todo el país exigiendo justicia durante el 2025.

“Hace 9 años cuando mataron a Lucia hablábamos del narco, del dealer, y hoy desgraciadamente lo vemos con el triple femicidio y con cada una de las mujeres que nos matan”, dijo Marta. Y se preguntó: “Lucía era la hija que cualquiera tiene, eso era Lucía. Nuestra lucha es por nuestras hijas, por nuestros hijos. ¿Qué país queremos construir? ¿Qué país queremos dejar? Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos”.

En diálogo con lavaca Marta mandó un video que termina en una pregunta. Mirando a cámara interpeló: “Hoy se cumplen los 9 años del narcofemicidio. Esto era lo que nosotros hablábamos hace 9 años. Lo que estábamos viendo. Lo que hoy nos está pasando con nuestras pibas. El tríple femicidio, narcofemicidio quedó muy al descubierto. Esto nos pasa en los barrios. Esto es lo que nos está pasando hoy. ¿Qué hacemos?”

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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