Sigamos en contacto

Nota

Rebeldía gremial mirando al 22 de agosto

Publicada

el

Este martes en el microestadio de Ferro se produjo una de las apariciones más claras de la nueva geografía sindical que se está gestando en el país a partir del cimbronazo que significó la llegada de Cambiemos al poder, y las consiguientes noticias económicas de los últimos meses. Un agrupamiento de sindicatos encabezado por la Asociación Bancaria llamó a recuperar la rebeldía en el ámbito de la CGT y frente al Congreso normalizador del 22 de agosto reclamó un lugar en el triunvirato con el que se piensa inaugurar una conducción colegiada de la central obrera. Es posible que parte de lo que ocurra en el futuro económico dependa de cómo se desarrollen estos debates, disputas y/o acuerdos en el ámbito político gremial.
acto
“Hay que decirlo con claridad: este es un gobierno de derecha que ganó con un discurso de derecha. Cuando dijo que iba a levantar el cepo, era que iba a haber una devaluación brutal. Nos van a encontrar en la calle una y mil veces para combatir el ajuste. Pero no hay que confundirse: el enemigo, a diferencia de los 90 donde eran liberales conservadores a tontas y a ciegas, se ha vuelto más sofisticado en cómo llega su mensaje a la sociedad. No tiene que ver sólo con lo que le imponen los gurúes comunicacionales que tiene, sino con un blindaje de los medios hegemónicos” fue una de las cosas que planteó en el principal discurso de la noche el secretario general de la Bancaria, Sergio Palazzo.

Madres y mineras

Lo que se pensó en algún momento como una cancha de fútbol o de básquet con tribunas y gradas en el microestadio de Ferrocarril Oeste, en Caballito, se transformó en un anfiteatro colmado de trabajadores, trabajadoras y gremialistas de varios colores y signos. Era imposible respirar sobre cualquier escalón, y la única opción viable fue bajar hacia el campo, donde había un mar de banderas esperando por el acto central organizado por el gremio La Bancaria a 200 años de la Independencia.
Título “Los trabajadores somos la Patria”.
También se veían los emblemas de sindicatos de Curtidores, Gráficos, Farmacéuticos, Docentes, Judiciales, Molineros, Televisión y tribunas llenas cantando por la unidad.
El evento llegó a 50 días del congreso normalizador de la CGT previsto para el 22 de agosto, donde una de los conceptos más fuertes apunta a la conformación de una organización colegiada. Por eso se esperaba en Ferro el discurso del secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, uno de los dirigentes que más peso ganó en los últimos meses, y que en los últimos días fue motivo de noticia cuando el ministro Juan José Aranguren explicó que la política de tarifazos se hacía en base a “prueba y error”. Palazzo respondió públicamente «Andá, Aranguren, a hacer prueba y error con la puta madre que te re mil parió, no con los trabajadores».
Esta vez Palazzo, de origen radical, propuso que “este espacio tenga un lugar preponderante dentro de la secretaría general y del cuerpo colegiado de la CGT”, con una agenda que, según describió, debería abarcar desde la defensa del salario hasta las denuncias contra la megaminería a cielo abierto.
Palazzo también exigió “recuperar la rebeldía” desde el movimiento obrero. Pregunta que quedó picando: ¿dónde estaba esa rebeldía? Palazzo respondió a lavaca tras su discurso: “Creo que muchos trabajadores y dirigentes la hemos tenido, otros no tanto. Pero también creo que el ahora requiere que todas las organizaciones gremiales estemos juntas para enfrentar un modelo que, claramente, nos afecta”.

Teoría del recambio

Entre el estallido de bombos y trompetas, Juan Daniel baja por las escaleras con una bandera naranja. Se toma su tiempo para descender: baja un pie al escalón, luego el otro, y así. Tiene 76 años, pero habla con la vehemencia de alguien que supo hacerse escuchar entre 46 años de conflictos y estallidos: “Yo pienso que todos estos acontecimientos convocan a que se luche por los derechos que siempre tuvimos que tener. Yo soy jubilado, pero colaboro porque siempre apoyé durante el neoliberalismo. Y desde esa experiencia te digo que estos momentos son muy difíciles pero vamos a tratar de superarlos”.
De fondo, se escucha a la locutora del evento que grita con la fuerza de un concierto de rock y pide que por favor bajen las banderas y que paren un poco con los bombos, pero lo único que apacigua el barullo es el Himno Nacional, que muchos entonan con los dedos en V y lágrimas en los ojos.
Fabián Obregón, secretario de Organización del Sindicato de Curtidores, explica: “Tenemos empresas que, dentro de todo, venían bien, pero hoy nos encontramos con suspensiones, despidos, cierres de fábricas y un presidente que no apoya al pueblo, sino a los empresarios. En cifras, más o menos tenemos 2 mil despidos en el gremio, y unos 700 compañeros suspendidos. Hasta los empresarios vienen a pedir la toalla al gremio para que podamos dar una mano: si no hay empresa, no hay trabajo ni trabajadores”.
Luis Barrientos, de prensa de los Curtidores: “Estos 200 años de Independencia nos dejan en una situación incluso anterior a la de 1800. Tenemos un Presidente que viene tomando medidas a favor del imperio y los sindicatos somos los primeros que sentimos el impacto. Necesitamos un Estado fuerte, no el desmantelamiento que hizo Macri”.
¿Cómo se llegó a esta situación? “Nosotros perdimos un poco de lugar cuando nos olvidamos de nuestra clase. Somos una clase trabajadora, obrera, y cuando pensamos que podíamos estar un poco mejor nos dejamos de pensar como obreros y votamos equivocadamente. Pensar que si pudimos irnos de vacaciones, comprar un auto y terminar la casa no es sólo por el esfuerzo de cada trabajador, sino porque también hay medidas económicas de un Estado que sostenían ese bienestar”.
¿Cómo se interpreta la normalización de las CGT? Barrientos: “Apostamos a que los que estén realmente escuchen a los trabajadores. Curtidores, por ejemplo, hizo un recambio generacional: no podía haber dirigentes de 80 años que no entendieran cuáles son los nuevos reclamos. También tiene que pasar en la CGT. Siempre fueron los mismos cinco sindicalistas que los medios quieren difundir y que, en mi opinión, no representaban a los trabajadores y los confundían. Este recambio tiene que ser con dirigentes que puedan entrar en la fábrica y mirar cara a cara a los trabajadores”.
Obregón concluye: “A los trabajadores sólo los van a salvar los trabajadores”.

El menú

Jorge Luis Tolosa, delegado del Sindicato Argentino de Televisión, piensa que es “una buena decisión” de las CGT la voluntad de unirse frente al actual contexto económico y político. “Nosotros blanqueábamos a los compañeros nuestra idea: que este Gobierno que era volver a algo que ya conocíamos. Ellos jamás van a querer una cabeza negra ahí adentro, y por eso nunca van a pensar como nosotros. Todo lo que hacen es una pantalla para que nos vean bien los de afuera, y nada más”.
Pero Macri ganó las elecciones. “Esto que te digo quizá sea personal, pero a veces tenemos que comer un poquito de mierda para entender que esto no va. Uno no quiere que todo se descontrole, porque entendemos y queremos que a la Argentina le vaya bien, pero mientras no nos sigan respetando, lógicamente va a haber una respuesta”.
Gastón, del sindicato molinero: “Estamos viviendo una etapa muy dura del lado trabajador, es una etapa de laburo muy golpeada por el Gobierno nacional. Han cerrado pequeños molinos por el hecho de que han liberado las exportaciones al cereal. Se nos complica comprar con el tema del trigo. El impacto fue muy grande. Nosotros, por ejemplo, en un molino de Chacabuco, bajamos la producción un 50 por ciento. Y eso afecta directamente todo lo que es empleo, reducción de personal. Todo lo que era tercerizado está desapareciendo. Antes laburábamos 24 horas de lunes a sábado y estamos laburando 12”. Otra impresión: “Los trabajadores tendríamos que estar más unidos en todo el nivel nacional porque estamos perdiendo mucha cantidad de empleo”.
Gustavo Morán, de Farmacéuticos, hace la siguiente lectura del acto en Ferro: “Esto es retomar algunos contenidos históricos del movimiento obrero. Nosotros somos una expresión más, pero creemos que desde esa unidad, tenemos que enfrentar el modelo neoliberal. El impacto es en general sobre el movimiento: nos afecta en tarifas, suba de transporte, aumento de precios. No hay un sector que salga beneficiado”.
Dudas sobre la posibilidad de unidad: “Es difícil porque se juegan espacios políticos y egos personales, pero nos une el espanto y la necesidad de profundizar algunas cuestiones que creíamos resueltas: teníamos paritarias libres y ahora ni siquiera te respetan los acuerdos firmados. El Ministerio no actúa. Esto ya se vio en los 90: no hay nada nuevo”.

Qué hacer con las banderas

“Sería un error pedirles que bajen las banderas: no las bajen nunca. Pero córranlas un poco para que se pueda ver”, comenzó su discurso de 37 minutos Sergio Palazzo, en el que habló de la Historia, la colonia, la Independencia y los pueblos originarios sin leer una línea. Le recomendó al Presidente que “vaya a leer Historia” después de sus dichos por el Bicentenario. De genealogía radical, Palazzo también citó a Yrigoyen, Evita, Perón y Alfonsín: en cada caso hubo aplausos y ovación.
“Hay que decirlo con claridad: este es un gobierno de derecha que ganó con un discurso de derecha. Cuando dijo que iba a levantar el cepo, era que iba a haber una devaluación brutal. Nos van a encontrar en la calle una y mil veces para combatir el ajuste. Pero no hay que confundirse: el enemigo, a diferencia de los 90 donde eran liberales conservadores a tontas y a ciegas, se ha vuelto más sofisticado en cómo llega su mensaje a la sociedad. No tiene que ver sólo con lo que le imponen los gurúes comunicacionales que tiene, sino con un blindaje de los medios hegemónicos”.
El otro dirigente que habló previamente fue Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica Bonaerense: “Nuestra organización ha atravesado gran parte de la historia nacional. Y nuestros dirigentes nunca se pusieron de rodillas ante ningún poder. Hay una consigna que levantaban los compañeros de la CGT de los Argentinos que no hay que olvidar nunca: ‘Más vale honra sin sindicato que sindicato sin honra’. Hace unas horas vimos una escena bochornosa del Presidente saludando a quien era nuestro opresor, el Rey de España, y eso es muy significativo de la etapa que estamos viviendo. Pero no nos sorprende. Porque toda nuestra historia está atravesada por la lucha de los dos proyectos: uno que defiende el privilegio de las minorías y otro que representa los intereses de la mayoría. Si un gobierno es legítimo porque ganó por unos pocos votos, ¿puede hacer lo que quiera? ¿Consultó a las organizaciones sindicales si estábamos a favor de la devaluación? ¿Consultó a las pymes sobre la apertura de importación? ¿Consultaron a los barrios y organizaciones del pueblo si estaban de acuerdo con el tarifazo? Eso le quita legitimidad a nuestra democracia y legitima nuestro derecho a resistir. No podemos darle ni un segundo de tregua a la resistencia”.
Por su parte, Palazzo dijo que los sectores sindicales tienen que “perder el miedo” a discutir política y formar parte de una agenda de temas nacionales que trascienda lo reivindicativo. “Es hora que entendamos hermanados, fraternos y solidarios que aquí discutimos una cuestión de clase. Hablan de grieta, pero está bien que esté: hay 200 años de historia de opresores de un lado, y de pueblo luchando por el otro”. Reconoció que cometió un “improperio con la madre” de Aranguren (el insulto referido al comienzo). “Ella no tenía la culpa, pero preocúpense por pedir disculpas a las millones de madres de hogares argentinos que no van a poder alimentar a sus hijos”.
Sobre la unidad: “La unidad a veces trae ruido, porque hemos tenido muchas diferencias en estos 20 años. Caminos desencontrados. Ni siquiera paralelos. Contradicciones a veces flagrantes. Pero hoy independientemente de la autocrítica y la depuración lógica que se va a ir dando, van a ser secundarias porque hay un enemigo sofisticado enfrente. Si queremos justicia social, o un gobierno para las minorías, es hora que subrayemos con hechos lo que decimos y proponemos. Este espacio político sindical no sólo va a buscar la agenda de los argentinos, que haya un programa de la CGT (sobre salario, tarifas, industrias y banca). También va dar la pelea el 22 de agosto porque si va a haber una conducción colegiada, uno de esos lugares de secretaria general tiene que ser para este espacio”.
Allí fue cuando Palazzo pidió, desde la CGT, “recuperar la rebeldía”.
Ruth Damonte, secretaria de Previsión de la seccional Buenos Aires del sindicato, está parada en una silla y agita la mano. ¿Qué significa para ella la rebeldía de la que se habló recién?
Piensa. “Rebelarse ante la injusticia. Estamos viendo que este Gobierno trabaja sólo para el poder económico. Los trabajadores vivimos del trabajo. No pueden llevarse todo para la clase alta, el 5 por ciento de este país. Los trabajadores tenemos que rebelarnos ante eso”.

Nota

Mía: Cuando el arte abraza

Publicada

el

Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.

“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.

Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.

En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”. 

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143

Sábado 18 de marzo a las 21 hs

Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi

Entradas “a la olla”.

Podés reservar en este link:

Seguir leyendo

Nota

Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía

Publicada

el

La abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse analiza por qué es falsa la dicotomía que pretenden instalar sectores que siempre trabajan para categorizar las divisiones del movimiento feminista. Así crean grietas sociales que les permiten alentar congresos, investigaciones y polémicas de las cuales viven.

Por Cristina Montserrat Hendrickse

Una corriente muy minoritaria de los feminismos entiende que reclamar la sanción penal del femicidio es una actitud punitivista.

Llegan a tal conclusión partiendo del concepto de que el castigo refuerza la violencia.

Evidentemente la idea de la que se parte es correcta, pero el error de la conclusión reside en asociar pena a castigo. En no distinguir la finalidad de la pena que impone nuestro Derecho de la triste realidad de castigo que significa la ejecución efectiva de las penas privativas de libertad.

Los feminismos en nuestro país se encuentran justificados jurídicamente en la Convención Contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) incorporada a nuestra Constitución en 1994; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem do Pará) que es un tratado internacional de jerarquía superior a las leyes; y las leyes nacionales y provinciales que reglamentan a estos tratados.

Nótese que la convención de Belem do Pará obliga a los Estados a “sancionar” la violencia de género, además de prevenirla y erradicarla. El marco jurídico “sancionatorio” por excelencia es el Derecho Penal.

De allí que en nuestro sistema de derecho pretender eludir o abolir la punición de la violencia de género resulta jurídicamente anticonvencional, y por tanto anticonstitucional.

No por ello se deja de valorar el aporte del antipunitivismo feminista en cuanto sostiene que el castigo refuerza la violencia. Pero el problema del antipunitivismo reside en cuestionar al sistema (de origen convencional interamericano) de sanción de la violencia de género, y no al sistema de castigo que en los hechos (y apartándose del Derecho) sucede con la aplicación de la pena.

En efecto, la finalidad esencial de las penas privativas de la libertad es la reforma y la readaptación social de los condenados (art. 5.6. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también incorporada a nuestra Constitución en 1994), sin olvidar el mandato de que “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…” (artículo 18 de la Constitución Nacional). De ambas reglas de jerarquía superior surge que la finalidad jurídica de las penas no es el castigo, como erradamente lo entiende cierta expresión del feminismo antipunitivista, sino la resocialización.

De allí que se impone una diferenciación entre “antipunitivismo” y “abolicionismo” que permita distinguir: si se pretende que la pena no se constituya en castigo sino como resocialización (antipunitivismo); o si se pretende abolir todo tipo de pena (abolicionismo penal).

La primera debería hacer foco en una reforma penitenciaria feminista, que lejos de reforzar el patriarcado lo deconstruya, no aboliendo las penas, sino modificando su ejecución a la finalidad que el impone el Derecho.

La segunda implicaría la abolición de todas las prisiones; y además, el desafío de construir respuestas ante los crímenes o lo que cada sociedad considera crímenes.

Evidentemente el castigo refuerza la violencia. Por lo que el mismo debe ser eliminado del sistema de ejecución penal, pero no el sistema de sanción; salvo que se sostenga el abolicionismo, teoría también respetable, pero que resulta anticonstitucional en nuestro sistema de Derecho, al menos en materia de violencia de género ya que la República Argentina se obligó ante la comunidad interamericana a sancionarla.

Toda decisión que se aparte de ese compromiso violentaría el sistema jurídico argentino y comprometería a nuestra Nación frente a la Comunidad Interamericana exponiéndonos a ser destinatarios de reclamos, cuando no de sentencias condenatorias, ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.

En resumen: debatamos sobre las cárceles, no sobre las penas.

Cristina Montserrat Hendrickse

Seguir leyendo

Nota

Pergamino: sentencia contra los agrotóxicos y triunfo de la comunidad frente a un intendente

Publicada

el

La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la distancia de 1.095 metros dentro de las cuales están prohibidas las fumigaciones terrestres con agrotóxicos, y de 3.000 metros para las aéreas. De ese modo denegó el recurso de amparo presentado por el intendente pro agronegocio de Pergamino, Javier Martínez. La denuncia original había sido presentada por Sabrina Ortiz (en la foto principal), vecina de Pergamino, que en su reclamo contra el envenenamiento cotidiano que sufrían ella, su familia y sus vecinos, y sin encontrar quien la defendiera legalmente, terminó recibiéndose de abogada para encarar sus propias causas. La sentencia de primera instancia había sido dictada por el juez del juzgado penal 2 de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.

Frente a la ratificación de la Corte dijo a Sabrina Ortiz a lavaca, entre otras cosas:

  • “Se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa”.
  • “Celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Publicamos además la nota completa realizada en la revista MU.

Por Francisco Pandolfi

Madres fumigadas: Silvana, Erika, Paola, Juana, Natalia. Fotos: Nacho Yuchark.

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la distancia de 1.095 metros de prohibición de fumigaciones terrestres y de 3.000 metros para las fumigaciones aéreas, denegando el recurso de amparo que había presentado nada menos que el intendente de Pergamino, Javier Martínez, pretendiendo fumigar en todas partes, pese a las denuncias sobre los efectos de los agrotóxicos en la comunidad, el suelo, el aire y el agua.

El fallo en primera instancia, apelado por Martínez, había sido del Juez Carlos Villafuerte Ruzo, titular del Juzgado Penal Número 2 de San Nicolás, en septiembre de 2019, como medida protectoria paliativa urgente frente a las masivas fumigaciones.

Paola, su nieto con sobrepeso, su nieta con déficit de crecimiento, parte de los efectos en la salud de las fumigaciones masivas para cultivos transgénicos. Fotos: Nacho Yuchark.

Quien realizó la denuncia original ante la justicia federal fue la activista ambiental y abogada Sabrina Ortiz, también víctima de los agrotóxicos. Ante este fallo de la Corte Suprema de la Nación, explica a lavaca: “Esperábamos la resolución desde hace bastante tiempo, con muchas expectativas, pese que los últimos fallos que ha tenido la Corte en materia ambiental no han sido para nada alentadores. Sin embargo, para nosotros era casi seguro que iba a fallar a favor. Se me vinieron un montón de situaciones a la cabeza, sobre todo por cómo comenzó esta causa, por la salud de mis hijos, por las afectaciones que tuvieron, con las afectaciones que tuve en mi cuerpo; se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa. Fueron recuerdos muy tristes, muy angustiantes, dolorosos, del vivir cotidiano, de hecho todavía están en controles mis hijos y hay un montón de gente que la sigue sufriendo”.

Pedro y Guido, dos de los agricultores que descubrieron que se puede producir de modo sano en las zonas en las que se prohíben los agroquímicos. Fotos Nacho Yuchark

Relata también con asombro: “Me da mucho dolor, que sea el propio municipio el que intenta ir en contra de la salud de las personas. Me da mucha impotencia que el intendente Javier Martínez sea quien quiere que nos fumiguen en la cabeza. Al mismo tiempo, celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Aquí, el viaje, la investigación y la nota completa sobre la situación en Pergamino publicada en la revista MU: La capital del veneno.


https://lavaca.org/mu163/mu-en-pergamino-la-capital-del-veneno/

Salud humana y de la naturaleza: lo que está en juego en Pergamino, como caso testigo de tantos lugares del país.
Seguir leyendo

LA NUEVA MU. Lo que está en juego

Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.