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Ronda de pensamiento autónomo: la cooptación de los movimientos sociales y el fantasma del dogma autonomista

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La cita de agosto del pensamiento autónomo giró en torno a la teoría y la práctica de la horizontalidad en los movimientos. El punto de partida fue la crónica de lavaca que resumió la reunión anterior y la respuesta que originó por parte del MTD de Lanús. A partir de allí, se expresaron puntos de vista sobre temas diversos: el poder, Kirchner, Tony Negri, el acceso al conocimiento y la formación, el autonomismo y las chicanas.

Agencia www.lavaca.org

La Ronda de Pensamiento Autónomo fue rara, clarificadora y enigmática.
Como siempre.
Esta octava versión (sábado 2 de agosto de 2003, a 11 de la mañana) no se hizo al sol y al aire libre como las últimas. La amenaza de lluvia llevó a que más de 50 asistentes se reunieran en un salón cerrado de uno de los edificios abandonados del predio de Roca Negra, en Camino General Belgrano y Méndez, de Lanús. Los participantes se ubicaron en círculos más o menos concéntricos: asambleístas de Capital y Gran Buenos Aires, integrantes de movimientos sociales, personas interesadas; la convocatoria -cabe recordarlo- es absolutamente abierta, y se concreta el primer sábado de cada mes. Había tres jóvenes norteamericanos grabando y escuchando, un integrante del Colectivo Situaciones, y una joven sentada en el piso frente a su mochila, sobre la que había colocado un billete de 5 pesos, y una moneda de un peso.
Esta vez hubo un debate entrecortado sobre la autonomía, la teoría, la acción, la práctica horizontal y las diferencias entre diversos Movimientos de Trabajadores Desocupados, que no parecía terminar de tomar forma aunque, como corresponde a una Ronda, ha comenzado a circular. (El encuentro del mes pasado había iniciado una discusión al respecto, que fue respondida en una «carta abierta» por el MTD de Lanús).
Este sábado, hacia el final de la ronda, alguien definió la cuestión de un modo técnico: «Me parece que le estamos sacando el culo a la jeringa».
Esto es: no se estaba encarando a fondo el debate sobre las distintas formas de pensar y vivir esas ideas (autonomía, horizontalidad, teoría, acción, construcción política) que podría permitir criticarlas, debatirlas y potenciarlas.
En esa línea, lavaca consultó a Pablo, del MTD de Lanús, dos cosas: primero, si la respuesta a la crónica de la Séptima Ronda de Pensamiento, firmada por el MTD de Lanús, había surgido de una asamblea, y segundo, qué se quería decir y a quién se dirigía al hablar en esa carta del «dogma autonomista».
Pablo contó que la carta no había sido debatida en asamblea de Lanús, aunque sí leída con los compañeros del barrio. Y explicó lo siguiente: «Integramos unas 400 personas organizadas en cuatro barrios distintos. El MTD resuelve colectivamente en sus espacios desde cómo laburamos, cómo usamos el tiempo, de qué vivimos, cómo organizamos la alimentación que no alcanza, y cómo generamos nuestros espacios de debate y reflexión. El trabajo, las relaciones, las luchas con el gobierno, los espacios de formación, etcétera. No hay forma de que un movimiento que se expande geográficamente, que contempla tal nivel de cosas, discuta cada cuestión en una asamblea. Lo aprendimos. Tratamos, pero no hay forma. Los compañeros pierden una pala. ¿Cómo se repone? ¿Se evalúa en una asamblea?»
«La pregunta iba a si lo discutimos (la carta) democráticamente. Sí: se leyó con los compañeros, se leyó en los barrios, saben los compañeros lo que es la polémica. Y también decimos que es una falsa democracia la que plebiscita opiniones, la que somete determinado nivel de análisis que no está al alcance de una base social que está en las condiciones en que estamos hoy, de falta de acceso al conocimiento, de formación». Luego desarrolló un ejemplo: «Digamos que tenemos un delegado que va a cada asamblea, lee la polémica, lee la respuesta y quiere aprobación. No se entiende mucho de lo que se está hablando y se vota. Bueno: no creemos que eso sea democrático».
Pablo dijo que pretende «una horizontalidad de acceso al conocimiento, donde no haya compañeros que deban preocuparse por los debates mientras otros tienen que garantizar la alimentación de los pibes. Ahí no hay horizontalidad ni igualdad que valga».
Dijo que en algún momento quisieron discutir todo en asambleas semanales: «Pero cuando se hace más complejo el movimiento, buscamos la forma de no paralizarnos en la gestión administrativa, los grupos de trabajo, el área de emprendimientos productivos».
«Creemos que sin organización no vamos a lograr ninguno de los objetivos, ni vamos a lograr la resolución de la vida material en forma autónoma, ni vamos a ningún lado. Estamos construyendo organización. No somos hipócritas: estamos construyendo organización.
«Valoramos que todos tengamos nuestros lugares organizados donde caigan estos debates, si no tampoco es muy horizontal, participativo ni democrático que estemos sin ningún correlato con la práctica».
Pablo cerró su intervención reprochando el nivel de desconfianza que atribuyó a la ronda anterior, por el silencio ante supuestas desinformaciones, y dijo que esas cuestiones responderían a la pregunta sobre por qué no van los otros MTD a la Ronda de Pensamiento.
La consulta sobre qué se quiso decir con las palabras «dogma autonomista» no fue respondida.
Luego habló Vasco, del MTD de Allen (Río Negro), con una mezcla precisa de serenidad y vehemencia. Algunos conceptos:
«Nosotros sí creemos que hay otras formas de concebir la horizontalidad. Y no es que estamos hablando de lo mismo. Somos distintos, somos diferentes. El problema es si nos pensamos en función de un colectivo y actuamos, hacemos y trabajamos desde distintas perspectivas, pero con un horizonte en función del colectivo. Eso es horizontalidad».
«Somos distintos. En nuestro MTD tenemos un 70 por ciento de compañeros que no han cumplido la escuela primaria. Y casi 10 por ciento de analfabetos. Y recién hemos llegado a resolver el problema del analfabetismo en un 4 por ciento.»
«Pero lo más importante del caso, y lo señalamos siempre con mucha vehemencia, es que los compañeros que más nos enseñan sobre autonomía, son los de un proyecto de costura que solos, por su cuenta, se organizaron. Que solos buscaron los medios. Que solos resolvieron los problemas que tuvieron, que cualquier excedente que produce el taller de costura lo hacen ir a parar al conjunto de movimiento, y así sucesivamente.»
«El punto de referencia de la horizontalidad no es ni Toni Negri ni (John) Holloway (teóricos europeos). Son esas compañeras del proyecto de costura. Y de esto nosotros presumimos. Porque nos pensamos desde ahí. Nos-pensamos-desde-ahí. Desde esa autonomía que se entrega con el cuerpo. Por eso pegamos un cartel que dice más o menos: no sabe más el que más habla sino el que sabe hacer y resolver con el cuerpo muchas cosas que los eruditos por ahí no sabemos comprender. Eso es horizontalidad. Es uno de los componentes de la relación social.»
«Lo digo porque estamos recansados y repodridos de las chicanas sobre la horizontalidad. Es cierto. Cualquier pensamiento teñido del poder cree que la horizontalidad es una línea sucesiva de puntos. Una raya. Horizontalidad presupone que hay un colectivo que se piensa como tal. En el que los egoísmos, los individualismos, el hacer, se piensa en función del otro, del conjunto. Entre otras cosas más que podríamos debatir toda la tarde, pero no es el motivo de la reunión.»
Anunció luego que se tomaría una libertad: «Yo no soy el MTD de Allen, yo soy el Vasco, y voy a hablar desde ahí». Fue la formulación de un modo distinto de hacer las cosas:
«Nosotros tenemos cinco compañeros del MTD que tienen capacidad de escribir con soltura y desenvolvimiento. El problema es si lo que escribimos -y nosotros escribimos mucho- no está consentido, no tiene el sentimiento colectivo del conjunto. Miren. En una de las últimas reuniones, unánimemente se resolvió y se acordó, no se votó, que había una cuestión que no queríamos: no queremos construir en función del poder. Así de sencillito y de claro.»
«Y somos capaces de hacerles leer a todos los compañeros lo que escribimos y nos llama la atención cómo muchas veces nos corrigen los términos que utilizamos, las palabras que usamos, las cosas que no son consentidas por el conjunto. Y muchas veces se vota por mayoría. Pero muchos compañeros perciben muy finamente que se está votando sin consentimiento, y hemos hecho la práctica de volver todo para atrás y discutir todo aunque haya una mayoría. Y nos parece una práctica hermosa de horizontalidad.»
Luego señaló otra diferencia entre los MTD, referida a la historia reciente, y al futuro:
«Por ejemplo, el 19 y 20 de diciembre para nosotros no es un hecho más desde la perspectiva de la destrucción del poder. Porque acá hay un principio. Nosotros no queremos construir poder, queremos destruir el poder, como invento de la humanidad hasta acá, no sólo del sistema capitalista. Queremos destruir todas las valoraciones que hasta aquí ha construido el pensamiento de la modernidad. Todas. Y gestar una nueva subjetividad y nuevos valores. Por eso el que diga que no tenemos horizonte, se equivoca. Queremos destruir el poder y destruir el Estado, hacerlos mierda».
«Ni encuadrarlo, ni como dice Hollloway, ni sé qué pindonga de Mahoma. Nada. Ni mierda de encuadre: los queremos destruir. Y concebimos el poder no como una superstructura que está allá arriba (señalando al techo) sino casualmente como una relación social (señalando la ronda) dentro de la cual nosotros también estamos. Queremos nuevas relaciones sociales.»
Caracterizó al 19 y 20 de diciembre del 2001 no como un acontecimiento pasajero, sino como «un torrente de potencialidad social, una expresión de insurgencia social que arremete contra los valores del poder y del Estado». Luego, despotricó contra el concepto de multitud de Toni Negri: «¿Qué multitud ni las pelotas? El 19 y 20 no es producto del espontaneísmo de la multitud, todo venía de antes, de las asambleas del Comahue, de Cutral Có. Que haya un reventón como ese tiene que ver con que hay muertos, gente que ha venido poniendo el cuerpo desde la radicalidad y la ruptura. Sería muy hipócrita decir que no estamos trabajando para otro 19 y 20. Pero no desde la orgánica o tratando de formar un estado mayor que dirija el próximo 19 y 20».
«¿Si queremos hacerlo sin conducciones? Miren, hasta eso le discutimos al Toni Negri. No seamos boludos. Creemos que hay un momento dado en el que hay sujetos sociales que expresan la potencialidad del conjunto y se lanzan a ello. Lo que no queremos es eso de la vanguardia permanente. Ahora, si nos dicen «negristas» ni nos importa. Un mérito le reconocemos al Negri y al Holloway: habernos hecho pensar en un montón de cosas».
Alguien le hizo un gesto, y Vasco anunció: «Ya termino».
Por suerte, no se hizo caso a sí mismo. «Si hay una cuestión que rompimos desde la autonomía, es la fuente puntual, teórica, bíblica, eso de recitar de nuevo a dios. No queremos más».
Habló entonces de los más flamantes recientes debates sobre teoría política: «Tenemos también diferencias en la teoría. Si hay alguien que lo expresa cortito y directo como viaje de laucha es Marcos (el subcomandante zapatista) y no voy a hacer de Marcos un dios. Pero ¿cómo refleja él la cuestión de la teoría? Desde la negación del poder y de la centralidad. La niega de pé a pá. Por eso dice «dejen que la academia, los autores ajenos, sigan escribiendo. Lo valioso es cómo escribimos y hacemos teoría desde los movimientos, desde una práctica que presupone rectificaciones constantes. Entonces, tomar a Marcos desde lo teórico sin negar la cuestión del poder, nos parece un oportunismo. O-por-tu-nis-mo y lo decimos con todas las letras porque ahí también tenemos discrepancias muy fuertes.»
Alguien volvió a hacer un gesto, y Vasco repitió: «Ya termino».
Pero siguió: «También tenemos discrepancias en esto: no se puede ser autonomista y, al mismo tiempo, pretender la construcción del poder popular: son dos cosas que chocan de plano. Y si están buscando una tercera posición, nunca nos gustaron. Vean a este muchacho de Inglaterra que asume por izquierda y termina haciendo la guerra para el imperio por derecha. No nos gusta las terceras posiciones. O nos definimos por la radicalidad, por la ruptura permanente, por la negación de todos los valores que hasta aquí esta civilización nos ha metido en la cabeza, o no somos consecuentes».
Finalmente hizo un análisis sobre el actual gobierno, muy diferente de los que suelen estar a la moda:
«Hay quienes dicen que Kirchner es emergente de toda la lucha social que se viene dando. Nosotros tenemos otra caracterización. Es un tapón. Viene a frenar y a taponar la insurgencia social abierta en la Argentina, y lo hace nada menos que reconstituyendo el poder y la institucionalidad. Y toda búsqueda de consenso presupone siempre represión. Ese es el tema. Consenso -para la burguesía y el Estado- es represión. No represión abierta, persiguiendo a los piquetes, matando gente en la calle. No. Éste sabe que eso no lo puede hacer, que tiene que actuar de otra manera. Para destruir al movimiento social hace falta referenciarlo, institucionalizarlo, que se verticalice, hace falta comprarlo también con dinero, y además instrumentar una política represiva.»
«Textuales palabras de Kirchner: ‘Tenemos que copiar del movimiento social que desde la nada, desde la pobreza, hizo lo que hizo’. Es decir: todos los proyectos que estábamos construyendo, ahora los va a hacer el Estado. Salud, educación, talleres productivos. Y los va a sembrar alrededor nuestro. Y cuanto más cerca estén de los movimientos sociales que están haciendo esto, más va a reprimir todavía. Y va a sembrar cooperativas ofreciendo salarios buenos para que los compañeros vayan allí. Es una política represiva. Pero también es un desafío para nosotros, si somos capaces de tomarlo y darlo vuelta a ese proceso y seguir construyendo con las herramientas que tenemos para gestar nuevas relaciones.»
«Ya termino» dijo Vasco nuevamente, y redondeó:
«Si sólo ponemos comedores para que los compañeros coman, estamos jodidos. Si creemos que producir una huerta es simplemente sacar verduras para que los compañeros coman, estamos rejodidos. Si no sabemos hacer desde la huerta y de todo lo que nos tire el Estado, ser constructores de una nueva relación social, de nuevos valores, de nueva subjetividad, no estaríamos apostando a otro 19 y 20».
La ronda había comenzado con unos silencios densos. Alguien había propuesto: «Hablemos sobre lo que publicó lavaca«, aunque velozmente se pasó a centrar la charla en el contenido de ese debate, más que en quien tuvo ocasión de darle difusión. Pancho, de gorro de lana y bigotes, propuso evitar la vieja estrategia de matar al mensajero, y no eludir el asunto de fondo en una ronda a la que definió como «una manera insólita de construir» para alguien que -como muchos allí- viene de experiencias en las que las palabras «partido», «militante», «poder» y demás tenían un peso central. Propuso avanzar hacia lo desconocido. «No sabemos dónde se salda lo que produce este organismo». Es todo un dilema: la Ronda no genera comunicados, declaraciones ni odas. Julio, que suele coordinar las charlas, dijo hace tiempo que tal vez el principal registro de cada ronda se produzca que en cada uno de los que asiste ese día. Nada más. Nada menos.
Alberto, del MTD de Solano-quien había tomado la palabra en la reunión anterior- ratificó el rechazo a los que soberbiamente se ponen por encima de los movimientos para decirles qué tienen que hacer, el rechazo a las «orgas» (organizaciones políticas centralizadas y verticalistas), y a los que se pretenden vanguardias.
Carla, la joven que tenía los 6 pesos sobre su mochila, criticó las imprecisiones del artículo de lavaca (mencionar a un MTD como firmante de un documento que no había firmado, y equivocar a qué barrio corresponde Juan Cruz D’Affuncio), dijo que de todos modos lo central del debate estaba reflejado en la crónica, y que el problema supera ampliamente a los MTD, ya que involucra a todos los que se interesan por la construcción de la autonomía: «Nos cuesta llevar adelante discusiones medianamente adultas. Y me parece bastante infantil lo de la carta esa. En los discursos no veo tantas diferencias, más bien en las prácticas. Todos somos fantásticos para decir ‘autonomía’ pero lo distinto es la práctica».
Tanto Vasco como Neka, de Solano, señalaron diversas imprecisiones en la carta abierta del MTD de Lanús (tal vez los errores provengan de la complejidad de estos movimientos que, según parece, abarca algunas veces a quienes los conforman). Más en el centro de la cuestión, Neka comentó que había visto muy agresiva la carta abierta realizada por Lanús, y que la clave, para ella, es qué se quiso decir con ‘dogma autonomista’. «Ese es el centro de toda la discusión, todo lo demás son adornos. Están los compañeros de Lanús, podrán explicar cómo lo interpretan».
Pablo repitió fundamentalmente lo expresado en la carta abierta, criticó la desconfianza que había percibido en la ronda anterior, y dijo que la autonomía es un dogma si no se admite que hay posiciones diferentes (las mayores precisiones pueden leerse en la propia carta abierta).
Vicky, del MTD Maximiliano Kosteki de Guernica, dijo que lo de Lanús le había parecido una manipulación mediática. Pablo dijo que simplemente habían querido responder en los mismos medios «donde se habla de nosotros».
Neka volvió a intervenir: «A veces el debate se vuelve tan fino que esconde otras cosas. A mí me preocupa en serio eso del dogma autonomista. Porque si acá intentáramos darle uniformidad al pensamiento sería un dogma. Si intentamos sacar definiciones todos por igual, sería un dogma. Para mí los compañeros de Lanús usan el dogma para responder a eso. Intentan purificar o purificarse de un montón de cosas del debate».
«También tenemos que decir, sin pegarle a ningún movimiento, a ninguna práctica, que venimos sufriendo el tema de la cooptación, la institucionalización que hay, las internas que hay en el campo popular, y eso no significa ponernos en contra del MTD de Lanús ni de nadie, sino expresar lo que estamos viviendo hoy».
Como suele ocurrir, hubo algunas intervenciones hacia otros temas: la escolaridad infantil, por ejemplo, o si la propia discusión no significa alejarse de la práctica que hace que a veces el problema de un movimiento sea, por ejemplo, la falta de electricistas. La ronda, en realidad, es una práctica de pensamiento, que además funciona entre gente que suele tener prácticas políticas y sociales; la solución del problema del electricista difícilmente se encuentre ahí, aunque Graciela (que no pertenece a ningún movimiento) aclaró: «Aquí estamos discutiendo cómo hacer que existan los movimientos sociales, para que les haga falta tener un electricista. Mientras tanto, pido que no se boicotee la discusión central».
Carla volvió a hablar para decir que, habiendo militado en el MTD de San Telmo, había visto problemas de rechazo a la discusión, y a las críticas internas. «Pero se ofendían los compañeros porque no se hablaba de lo maravilloso de los MTD sino de lo malo. Me siento parte de todo este movimiento, así que no estoy de acuerdo con eso de que no podemos hablar de los demás. Los de Lanús dicen ‘por qué hablan de prácticas que son ajenas’. Yo creo que todos podemos hablar, ¿por qué no? Y eso es parte de abrir las discusiones y hacerlas transparentes y públicas, como casi nunca sucede. Y creo que la división es entre las lógicas jerárquicas y las no jerárquicas, que pueden vivir en un mismo espacio. Por ejemplo, no estoy de acuerdo con el MST de Brasil que forma cuadros universitarios que saben mucho más que las bases. No es que esté en contra de las luchas, sino de las lógicas, y no sé por qué hay que tener miedo de decir si hacemos algo que es una porquería, y debatirlo en el conjunto».
Una asambleísta tomó la palabra para decir que el debate a partir de la anterior Ronda de Pensamiento «es inédito, y se dejó de toda esa paparrucha que ya la hemos padecido demasiado de todos los fundamentalismos de izquierda. Se empieza a hablar de un terreno resbaloso, que es la construcción de un espacio autónomo. Y en esa construcción va a haber diferencias enormes. Bienvenidas sean esas diferencias.»
Fue entonces cuando se produjo el debate entre Pablo y Vasco, que se reproduce al comienzo de esta crónica, que así comienza a redondearse.
Al finalizar esas intervenciones, Carla agitó los 6 pesos y anunció que era el sobrante de lo gastado en los actos del 21 de junio. Le avisaron que había quedado carbón sin pagar: cuenta saldada. Todos ayudaron a bajar los bancos de madera.
El destino de todas estas discusiones es incierto. La ronda se abrió y ahora fluye, aunque para esta crónica tal vez no quede más remedio que conservar cierta circularidad que permita anunciar:
La Ronda de Pensamiento Autónomo fue rara, clarificadora y enigmática.
Como siempre.

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Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

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Gabriel González, 45 años, pintor, fue asesinado por personal de la Policía de la Ciudad el jueves navideño en el barrio de Lugano, en un nuevo caso de gatillo fácil que además fue registrado por las cámaras de los vecinos. Gabriel intentó intervenir cuando la policía le estaba pegando a uno de sus hijos. Estaba sin remera, descalzo, desarmado. Lo fusilaron a corta distancia, las imágenes que aquí reproducimos están disponibles y se observa perfectamente quién le disparó. En el barrio sostienen que hubo violencia policial, además, sobre algunos de los testigos, para que hagan el silencio necesario para permitir la impunidad del y los autores.

En la foto de portada se ve a la derecha a Gabriel en el momento en el que es impactado por los disparos policiales.

Además de su trabajo como pintor, Gabriel se dedicó especialmente a la contención de jóvenes con consumos problemáticos. Presentamos la información publicada por el diario Tiempo Argentino, integrante junto a lavaca de la Unión de Medios Autogestivos, un símbolo y una realidad sobre la violencia institucional de estos tiempos.  

Amigos, allegados y vecinos de Gabriel González, el muchacho de 45 años que murió en medio de una violenta represión de la Policía de la Ciudad, ocurrida en Navidad en Villa Lugano, marcharon en reclamo de justicia. La familia aseguró que fue asesinado a mansalva y denuncia un nuevo caso de gatillo fácil. 

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Las lágrimas de Nelly, la viuda de Gabriel González. (Foto: Gentileza Pablo Lecaros)

Nelly, la viuda de Gabriel, aún habla de su marido en tiempo presente. En diálogo con la prensa que se movilizó hasta Cruz y Escalada, en Lugano, donde se concentró la movilización, expresó: “Hace más de 25 años que comparto con él, que vivo con él, que la luchamos, salimos a laburar todos los santos días. Tanto él como yo, salimos a trabajar para tener las cosas que tenemos y lo que pudimos construir. La peleó siempre. No es una mala persona. No se merecía morir de esa forma. Quiero justicia por la vida de Gabriel”. 

La mujer recordó que llegó a la escena del crimen cuando a su pareja “ya le habían pegado. Tenía toda la cara ensangrentada. En todo momento traté de pararlo y que no le sigan pegando, porque lo estaban lastimando. Escuchaba cómo lo incitaban a pelear con ellos. Todo el tiempo lo incitaban a pelear. Él estaba enojado y ellos eran cada vez más. Le dieron un tiro muy de cerca”. Nelly también recibió heridas en las piernas y en los brazos. 

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

Entre sollozos, la viuda pidió a sus vecinos que no la dejen sola. “Luchemos. No es la primera vez que pasa algo así. Ellos vienen a matar, no vienen a apaciguar las cosas, a tranquilizar, sea lo que sea que esté pasando. Al amigo de él lo cagaron a palos, lo llevaron a la comisaría y le dijeron que no diga nada”. 

La mujer se refiere al amigo de Gabriel que en los videos, donde quedó registrada toda la secuencia, se advierte que intenta calmar a la policía. Gerardo, el hermano de la víctima, también mencionó “al muchacho que se llevaron preso, lo golpearon y lo amenazaron que lo iban a matar, le dijeron que conocían a su familia y a su casa. Para que no declare”.

Según pudieron reconstruir, el amigo de Gabriel fue liberado de la Comisaría 8A a eso de las 5 de la madrugada de este viernes. “Le aflojaron todos los dientes, le pegaron en las costillas entre el policía que disparó y había otro peladito. Todo para encubrir la cagada que se mandaron ellos”.

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

Por su parte, la abogada de la familia, Romina Ávila, precisó que “cuando le tiran a Gabriel, le tiran estando totalmente desarmado, indefenso y a una distancia prudencial del personal. Esto quiere decir que en ese momento no estaba agrediendo al personal. Tampoco se puede argumentar que hubo un exceso en legítima defensa, es lo que nosotros llamamos gatillo fácil”.

La asesora de la familia señaló en Radio Con Vos que esperan los resultados de la autopsia y las pericias, cuyos análisis preliminares deberían estar para este sábado. “Está documentado que quien dispara es un policía que bajó del patrullero. Tenemos su rostro, imagen por imagen. Ahora a pedido de la justicia, la Policía de la Ciudad, debería identificarlo”, esgrimió.

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

Gabriel era pintor y solía contener a los chicos del barrio que padecen consumo problemático. De hecho, comenzó con esa tarea social tras un contexto de abuso de drogas por parte de su hijo. “Era una persona humilde, hijo de migrantes, muy pujante, una persona que trabajaba y en ocasiones como esta, un festejo popular, participaba. Lo grave de su conducta ayer fue salir a la vereda a compartir con los amigos, sus vecinos. Es común eso acá. Los encuentros se comparten por más que a ellos no les gusten. Es parte de la cultura”, analizó la abogada. 

“Acompañaba a chicos con consumo, porque con su hijo dio una larga lucha por esa misma situación”, añadió Ávila, quien concluyó: “La Policía de la Ciudad sigue deambulando y caminando por acá. Son los mismos policías de la Comisaría Vecinal 8A que ayer estaban tomándole declaración a sus mismos compañeros que horas antes habían ido a herir de muerte a GabrielConviven con nosotros y el miedo es grande y está”

Respecto a la autopsia, la mujer indicó que los restos fueron trasladados este viernes a las 8 a la morgue judicial y que los resultados «van a ser sumamente clarificadores de lo que creemos y que sostenemos como teoría del caso, que para nosotros se trató de un hecho de violencia institucional. Que no tuvo ningún tipo de defensa, ni exceso en legítima defensa por parte del personal policial».

Matar por matar: la violencia policial porteña y el crimen en Lugano de Gabriel González

Foto: Gentileza Pablo Lecaros.

“Mi primo asesinado por la policía era un chico trabajador, nacido acá en el barrio, en la Villa 20. Era papá de Dante y Ángel de 21 y 25 años. Re familiero. En cumpleaños o reuniones familiares él siempre estaba en la parrilla haciendo el asado. Le encantaba compartir, era fanático de la pesca, un arquerazo del equipo del barrio que hace poco salió campeón. Cariñoso, amable, sencillo, solidario. Gabriel era muy valiente, no le tenía miedo a nada”, dijo a Tiempo Oscar Villaverde, primo de Gabriel y docente de la Escuela Técnica N° 13, Ingeniero José L. Delpini de Villa Lugano.

Fue el propio Oscar quien publicó en las redes en la tarde noche de ayer el asesinato de su primo: “Hoy en un forcejeo con la policía tras defender a su hijo asesinaron a quemarropas a mi primo Gabriel González e hirieron de bala a su mujer”.

El video filmado por un vecino dejó en evidencia el asesinato a quemarropa denunciado por quienes fueron testigos del brutal crimen. Se lo ve Gabriel sin remera, defendiéndose de los golpes contra media docena de efectivos policiales que lo golpean sin piedad.

De golpe, uno de ellos saca su escopeta y le dispara. La muerte fue instantánea y uno de los disparos hirió a la compañera de vida del asesinado y a otros vecinos que observaban con asombro la brutalidad policial.

https://twitter.com/mapadelapolicia/status/2004682374236569608?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E2004682374236569608%7Ctwgr%5Eac1d97fec004d4b6f43c539db126fd40cbc95cf4%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.tiempoar.com.ar%2Fta_article%2Fgatillo-facil-en-lugano-no-es-la-primera-vez-que-pasa-algo-asi-ellos-vienen-a-matar-no-vienen-a-apaciguar-las-cosas%2F

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Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

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El gendarme Héctor Guerrero será procesado por el ataque que hirió gravemente en la cabeza al  Pablo Grillo el 12 de marzo pasado (la foto de portada muestra a Pablo durante su recuperación, que aún continúa). La Sala II de la Cámara Federal porteña ratificó la decisión de la jueza María Servini que había sido apelada por el acusado. Además, pidieron investigar las posibles responsabilidades de quienes estuvieron a cargo del operativo. Presentamos aquí la información del diario Tiempo Argentino, uno de los integrantes de la Unión de Medios Autogestivos.

La Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones confirmó el procesamiento del gendarme Héctor Guerrero por las lesiones gravísimas producidas al fotógrafo Pablo Grillo y por el abuso de armas en otras cinco oportunidades durante la manifestación de los jubilados del 12 de marzo pasado.

Se confirmó el procesamiento del gendarme Guerrero por el ataque al fotógrafo Pablo Grillo

El gendarme Héctor Guerrero el día de su declaración ante la jueza María Servini.

El fallo de la Cámara lleva las firmas de los jueces Eduardo Farah, Martín Irurzun y Roberto Boico. En su voto, Boico además, exigió que se profundice la investigación por las eventuales responsabilidades de las autoridades a cargo del operativo.

La situación del gendarme Guerrero había llegado a la cámara de apelaciones luego de un planteo de la defensa del acusado en la que pidió revocar el procesamiento como presunto autor del disparo con una pistola lanza gases contra Pablo Grillo, quien sufrió heridas gravísimas durante la represión policial a aquella protesta de jubilados en el centro porteño.

El planteo de la defensa se produjo en el contexto de varias resoluciones judiciales polémicas que se dieron durante en la semana posterior al triunfo electoral de La Libertad Avanza (LLA), que tuvieron como principales beneficiarios a Mauricio Macri y Javier Milei, y como principales perjudicados a Cristina Kirchner y Guillermo Moreno. Sin embargo, el oportunismo no funcionó y este viernes los tres camaristas le dio un revés al gendarme al entender que el acusado debe ir a juicio.

Guerrero, asistido por los abogados Martín Sarubbi y Claudio Nuncija, solicitó revertir el procesamiento que oportunamente había sido dictado por la jueza federal María Servini. La defensa sostuvo que no está acreditado que el gendarme haya sido el autor del disparo y afirmó que su conducta se ajustó a los protocolos vigentes para el uso de armas lanzagases.

En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que interviene como querellante, respaldó la resolución de Servini y la validez de las medidas de prueba, entre ellas el relevamiento en el lugar del hecho, un informe balístico de la Policía de la Ciudad y la reconstrucción denominada “Mapa de la Policía”, elaborada por realizadores audiovisuales y peritos forenses.

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MU 210: La batalla final

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MU 210: La batalla final

El femicidio de Lucía Pérez a manos de dos narcos de Mar del Plata motivó el primer Paro Nacional de Mujeres. Tras una larga luchar familiar y social se logró la condena, pero ahora una nueva maniobra judicial puede dejar impunes a los culpables. Un ejemplo de que todo lo que conseguimos está en peligro. ¿Podrán?



Las notas de esta edición:

MU 210: La batalla final

Negacionismo de Estado: Informe 2025 del Observatorio Lucía Pérez

¿Qué hay detrás de la avanzada oficial para negar los femicidios? Radiografía de cómo cada poder del Estado, por acción u omisión, busca ocultar las causas y consecuencias del asesinato de mujeres. Y por qué lo hace. Por Claudia Acuña


MU 210: La batalla final

El Aleph (versión putas): Entrevista a Georgina Orellano

¿Cuánto cuesta la vida? ¿Cuánto vale? La dirigente de AMMAR y la actualidad desde la esquina: lo que se ve, lo que no se escucha, las falsas soluciones progresistas, lo que hay que abolir. Lo narco, la revolución, el cuerpo, la salida. Una recoridapor sus tatuajes, y todo lo que significa ser puta. Por Claudia Acuña y Lucas Pedulla



MU 210: La batalla final

Carla Soggiu: La impunidad avanza

Carla recibió un botón antipánico por las agresiones de su pareja, que la ató, golpeó y violó delante de su hija de dos años. Semanas después de ese hecho, accionó cinco veces ese botón pero la policía no la encontró. Apareció muerta en el Riachuelo. Las complicidades, las burocracias, el rol de Diego Santilli y la lucha de una familia que define el caso como un femicidio de Estado. Por Francisco Pandolfi



MU 210: La batalla final

Alma y vida: El femicidio de Lucía Pérez, hoy

¿Qué es la justicia? ¿Cómo enloquecer a una familia? ¿Por qué buscan eliminar la figura de
femicidio? ¿Cuál es el rol práctico del Estado y el negacionismo? El Tribunal de Casación resolvió que el de Lucía Pérez no fue un femicidio. La política de la misoginia como aversión hacia las mujeres y el paralelismo con lo narco que vende droga junto a las escuelas. Las “sumisitas”, la violencia y el sometimiento. Marta y Guillermo: una familia que trabaja en comunidad, y las claves para que las pesadillas no sigan asesinando a los sueños. Por Sergio Ciancaglini



MU 210: La batalla final

Crónicas del más acá: Al trote

POR CARLOS MELONE



MU 210: La batalla final

El Caliban y las brujas: La obra Fuerza mayor, protagonizada por jubiladas

La alianza entre Jubilados Insurgentes con integrantes del Teatro Caliban parió está obra que pone en escena lo que pasa todos los miércoles frente al Congreso. Una forma creativa de elaborar la actualidad con las herramientas del teatro, para hacer sentir, pensar e interpelar a los más jóvenes. Por Franco Ciancaglini



MU 210: La batalla final

Sin berretines: Lo que nos cuenta la cárcel

Estudiantes de Sociología y Trabajo Social que cumplen condena en la cárcel de San Martín comparten sus reflexiones sobre la libertad, el encierro, y la actualidad más acá de las rejas. ¿Cómo funciona lo narco? ¿Qué implica buscar plata fácil? Lecciones sobre educación, berretines y prejuicios, el sentido de la vida, y la teoría de la bobalización. Por Sergio Ciancaglini



MU 210: La batalla final

Sin protección: Ley contra el Acoso y después

Perdió estado parlamentario el proyecto de ley de acoso en ámbitos laborales y académicos: una muestra de la desidia y el abandono de las políticas de género. Del caso Brieger a Milei, cómo sigue la organización de las mujeres para empujar lo imposible en tiempos de motosierra, fascismo y un Congreso estancado. Por Evangelina Bucari



MU 210: La batalla final

Con horizonte: 38º Encuentro Plurinacional en Corrientes

Cien mil personas participaron del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades. MU lo registró con crónicas día a día, que pueden leerse en lavaca.org. Compartimos aquí parte del registro fotográfico y una mirada sobre la trastienda de debates que explican mucho de lo que pasó en un evento extraño y extraordinario. Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel



MU 210: La batalla final

Sin cuerpo: La ¿impericia? en la causa de Cecilia Basaldúa

A lo largo de este 2025 la nueva instrucción que investiga el femicidio de Cecilia Basaldúa, ocurrido en el año 2020 en la localidad cordobesa de Capilla del Monte, Cambió fiscales, tomó nuevas pruebas y amplió testimoniales. Sin embargo, en el marco de un proceso judicial que avanzaba, una noticia coronó la impunidad en esta causa: hace cuatro años que el cuerpo de Cecilia fue retirado de la morgue judicial sin el consentimientode la familia. Por María Eugenia Marengo


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Femicidios, narcotráfico y Estado