Malón
El Malón de la Paz, de Jujuy al centro porteño: las cosas que hay que hacer para reclamar justicia

El Tercer Malón de la Paz continúa en Buenos Aires. En la Corte Suprema iban a recibir a sus integrantes, pero finalmente solo les permitieron dejar una carta en la mesa de entradas. El Malón estuvo en Plaza de Mayo, con las Madres, pero no hubo noticias ni respuestas de funcionario alguno. Hubo, al menos, reunión en Diputados. Los pueblos originarios salieron reclamando no solo empatía sino acciones concretas. Testimonios de integrantes de las diferentes comunidades, de la abogada que reclama algo más que empatía y de una actriz y bailarina torturada. Crónica de una jornada en la que las whipalas atravesaron el centro porteño.
Por Francisco Pandolfi
El Tercer Malón de la Paz no atravesó 8 provincias porque sí. No recorrió miles de kilómetros desde La Quiaca para llegar a pasear a Buenos Aires. No se encuentran frente a la Corte Suprema de Justicia, en una vigilia permanente en la Plaza Lavalle, porque tienen ganas de estar a la intemperie, de día y de noche, las 24 horas.
La causa de su movilización es que llegaron para buscar medidas concretas, con tres reclamos puntuales:
1) Exigir a la Corte Suprema que se expida respecto de la inconstitucionalidad de la reforma “exprés” ejecutada por Gerardo Morales, gobernador jujeño con aspiraciones vicepresidenciales.
2) Solicitar al Congreso de la Nación la intervención a la provincia de Jujuy.
3) Que el Congreso elabore y sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena.
Todo el tema está atravesado por la violencia institucional desatada por el gobernador y candidato a vicepresidente Gerardo Morales, y por el avance del modelo extractivo sobre todo de litio, que busca maquillaje legal para desconocer y desplazar a las comunidades originarias de las tierras que les corresponden.

Pueblos originarios ante la Corte Suprema. No los recibieron. Otro gesto de discriminación. (Foto Sebastián Smok).
La Corte, la burla y los pueblos originarios
Este jueves por la mañana el Malón se mueve para que las exigencias no queden en meras palabras escritas, o en diversos petitorios ya entregados con escasas respuestas. Camina el Malón por el cemento porteño, moviéndose para un lado, para el otro.
Dijeron basta en Jujuy. Ahora dicen basta en la Ciudad de Buenos Aires.
Una delegación intenta ingresar a los Tribunales de la calle Talcahuano al 500, la sede de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Está integrada por diez Pueblos Originarios de Jujuy y busca entregar un petitorio a esos jueces.
Busca ser escuchada
Frenan su ingreso en la puerta: parecería que no hay lugar para los indios.
Cuenta a lavaca Elia, una de las maloneras que salió el martes 25 de julio desde Perico, Jujuy: “Primero nos dijeron que podían ingresar sólo cinco personas; luego tres; luego una. Al final, no nos dieron ninguna respuesta. Es una burla, una falta de respeto; otra más. Otra discriminación a los pueblos originarios”.
Agrega Claudio, malonero de Abra Pampa: «Ayer nos dijeron que nos iban a recibir y hoy solo nos permitieron dejar una carta en la mesa de entrada».
Al salir, en una ronda improvisada, circuló la palabra. Con micrófono en mano, sentenció un malonero: “Esto no puede quedar así, esto nos tiene que dar más fuerza; necesitamos mucha paciencia porque de acá no nos vamos a ir con las manos vacías. Venimos por una causa justa, los jueces saben que está mal hecha la constitución de Gerardo Morales. Hay que buscar estrategias para conseguir lo que vinimos a conseguir; si hay encadenarnos, nos encadenaremos; si hay que morir, moriremos. Así somos los puneños; así somos los jujeños”.

Las whipalas y el Obelisco. Ronda de reclamo. Policías observando. (Foto Sebastián Smok)
Otra parte del Malón camina hacia el Congreso de la Nación. Los colores de las whipalas contrastan con la uniformidad del gris porteño. Tras varias propuestas al Congreso de la Nación, el Tercer Malón es convocado por la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamentos de la Cámara de Diputados para avanzar en la creación de dos comisiones bicamerales: una que investigue los abusos y la violación a los derechos humanos en Jujuy y otra específica de asuntos indígenas.
En ese ámbito alzan la voz integrantes del Malón, docentes y víctimas de la represión ejecutada por el gobierno de Gerardo Morales.
Desiderio Olmos, malonero de Tilcara y uno de los detenidos en las represiones les advierte a las y los diputados presentes y a los ausentes también: “Venimos a recordar a los políticos que están con un cargo por el pueblo, que juran cumplir la Constitución. Ténganlo presente. Abajo la reforma y arriba los derechos”.
Con una whipala colgada en su espalda, denuncia Javier Mamani, de la comunidad Cueva del Inca, Tilcara: “La represión la sufrimos todo el día, porque tenemos secuelas psicológicas, tenemos miedo de ver a la policía, de escuchar al gobernador; no podemos tener paz, estamos asustados, atormentados. Necesitamos que caiga la reforma para volver a sonreír. Es un calvario vivir así; nos instalaron el miedo”.
Agrega su experiencia personal en la represión en Purmamarca el sábado 17 de junio: “Me balearon en la cabeza y casi me muero desangrado; suplicaba seguir viviendo, fue desesperante. Fue una emboscada atroz, injusta, cobarde… cómo nos van a hacer eso a un pueblo, ni en una guerra se le hace eso a las personas”.

El Tercer Malón de la Paz acompañó a las Madres de Plaza de Mayo en su ronda de los jueves. Sus integrantes se acercaron luego a la Casa Rosada. Nadie los escuchó, nadie les respondió. (Foto Sebastián Smok)
Humahuaca: tres nuevos detenidos
María Fabiola Suárez, referenta de la Coordinadora contra la Violencia Institucional de Jujuydenuncia: “Esto empezó hace ocho años cuando Morales modificó el Tribunal Superior de Justicia, disciplinando jueces y fiscales para lograr la impunidad de hoy, los negocios de hoy. Así creció la pobreza, crecieron los despidos, los salarios de hambre y la represión que no para y hace que tengamos miedo de no volver a nuestras casas. Hace pocos minutos me llegó un mensaje: han detenido a tres hermanos en Humahuaca. No sabemos dónde están”.
Diagnóstico sobre democracia: “Necesitamos que se cree una comisión concreta que tome las denuncias de todas y todos para que se sepa la verdad, pero no necesitamos que quede en palabras. Los culpables deben pagar por los daños físicos y psicológicos. En Jujuy no hay democracia”.

Joel Víctor Paredes, 28 años, una de las víctimas que perdió un ojo por la represión desatada por el gobierno jujeño. «Que Morales de la cara, que no nos persiga con la policía. (Foto Prensa Cámara de Diputados)
Joel Víctor Paredes, de 28 años, recibió un balazo de goma en la cara y perdió el ojo derecho en la represión de Humahuaca. “Que se hagan cargo las personas responsables. Que Morales dé la cara, que no nos persiga con la policía. No sé mucho qué decir, estoy muy mal por lo que me pasó; espero se arregle pronto y haya justicia para todos. Nada más”.
Y nada menos.

Mijael Lamas este jueves en Diputados. Otra de las víctimas que perdió un ojo. La policía disparaba a corta distancia balazos de goma que apuntaban a la cabeza. (Foto Prensa Cámara de Diputados).
No todo es “empatía”
Su abogada Silvana Soledad Llanes, hace un diagnóstico sobre tanta gente, organizaciones e instituciones reducidas a las buenas intenciones: “Necesitamos una solución y medidas concretas; está bien la solidaridad y la empatía, pero necesitamos acción. En Jujuy no hay libertad de expresión ni división de poderes ni garantías constitucionales; lidiamos contra un monstruo. Hay muchas víctimas que tienen miedo de ir a atenderse porque si tenés algún rastro de bala de goma o de otra marca, sos un sedicioso o delincuente. Y no, no somos delincuentes. Nuestra profesión como abogados está siendo perjudicada, no tenemos la libertad de hacerlo; no podemos defender a nuestro pueblo porque somos perseguidos. Pedimos ayuda al Congreso de la Nación, que son nuestros representantes; deben ponerse de pie como hicimos los jujeños”.
Fernando Chiri, maestro de grado de una escuela de La Quiaca, representante del gremio ADEP: “Pensé que nunca más iba a ver estas represiones y sin embargo lo volvimos a vivir. El miedo ha vuelto, tanto que todo el tiempo tenemos miedo de que golpeen nuestras puertas”.

Símbolos de poder diferentes. Detrás, la casa de gobierno. Delante, la movilización de las comunidades. (Foto Sebastián Smok)
¿Cómo festejar 40 años de democracia?
Orlando Carriqueo, werken, vocero, referente Indígena del Pueblo Mapuche en Río Negro, habló vía zoom: “Es clave crear una comisión indígena en el Congreso de la Nación pero no sólo para discutir sino también para incidir; necesitamos no solo llorar las penas sino construir realidades distintas. Por eso el Poder Legislativo debe pensar propuestas que reclama la sociedad frente al Congreso y a la Corte Suprema de Justicia. Solo en tiempos de dictadura sufrimos la supresión de derechos como el de la protesta”. Y se pregunta: “¿Es posible festejar 40 años de democracia con estas problemáticas? ¿Es posible celebrar cuando se intentan sacar los derechos que tanta sangre costaron y siguen costando?”.
Liliana López, cacique de la comunidad La Loma, de Salta: “¿Hasta cuándo vamos a sufrir la quita de derechos? Pedimos respeto, no nos sentimos representados por nuestras propias instituciones, cegadas. Hace años que venimos presentando petitorios y poco nos acompañan. Exijo, no pido, a los diputados, al Presidente, al Estado, que se arme la comisión de pueblos indígenas y que formemos parte quienes estemos en el territorio, los que sufrimos en los territorios”.

(Foto Sebastián Smok)
La actriz torturada
Camila Müller, docente, actriz, bailarina, referente del colectivo de artistas en lucha, y torturada por la policía de Jujuy: “La persecución no empezó ahora; yo la sufro desde hace 8 años cuando fui despedida como docente en el Estado y continuó durante estos años. En la madrugada del 28 de junio, entraron cuatro personas a mi casa; me redujeron, me tabicaron, me golpearon; ejercieron violencia sobre mi cuerpo, física, psicológica. Abusaron de mí. Dejaron un mensaje muy claro que tiene que ver con mi militancia en la calle, con mis compañeres del arte. Hace una semana entraron por segunda vez, esta vez con una orden de allanamiento y no fui tabicada, por lo que pude ver a quienes ingresaron: tres oficiales de la Policía, uniformados. Además del destrozo de mi casa, me redujeron y me pidieron que así como salía en los medios a contar sobre el ataque que recibí el 28 de junio, salga en los medios a desmentirlo y a decir que esa versión fue pagada por un sector político para que yo hable y salga a inventar”.
La violencia de Estado provocó lo prebisible: “Junto a referentes de derechos humanos de la provincia decidimos que debía irme de Jujuy, dejar mi casa, mi lucha, mi vida”.
Y cierra su exposición con su estilo, con una canción que creó con el Grupo Siempre Vivas.
“Al marchar vuelvo a mirar, esos ojos que son mi raíz;
construyendo futuro, soy historia que no tiene fin;
lucha hermana, lucha;
la tiza es fuego, tu voz proyectil;
codo a codo, soy barrera, que abraza y sueña un mejor porvenir;
aunque arda la vista y desgarre la garganta,
no será opción dejar o partir;
lucha hermana, lucha; la tiza es fuego, tu voz proyectil”.

La whipala y la bandera argentina: los símbolos de una movilización que busca cambiar el presente para que exista un futuro. Reclaman la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena que les reconocen la constitución y los tratados internacionales, que se declare inconstitucional la reforma emprendida por Gerardo Morales, y la intervención a Jujuy. (Foto Sebastián Smok)
La discriminación
Desde el Congreso, desde los Tribunales, el Malón también comparte este jueves la ronda con las Madres en la Plaza de Mayo. Luego se acercan a las puertas de la Casa Rosada. Gritan, muestran carteles, exigen: «Intervención, intervención, intervención a la provincia de Jujuy».
No hay respuesta alguna.
El Malón da media vuelta y encara hacia la Plaza Lavalle para continuar la vigilia frente al palacio de Tribunales, la sede de la Corte Suprema.
En el andar, Carmen, de la comunidad Queta de la localidad de Abra Pampa analiza el día de hoy y las novedades hasta el momento: «Desde la Corte Suprema nos negaron nuestras exigencias. Nos niegan porque nos discriminan, por el origen que tenemos. Creíamos que los jueces iban a estar a favor, pero no».
Dice sobre el encuentro en el Congreso: «Fue positivo que nos hayan recibido, pero no alcanza con eso. Necesitamos la intervención y la nulidad de la reforma. Solo así servirán estas reuniones».
El grito de «intervención, intervención, intervención» de cientos de originarios caminando por Diagonal Norte es impresionante. Y en calles más angostas el eco que se forma hiela la sangre. El centro porteño mira el andar de cientos de whipalas y escucha otra canción que se entona una y otra vez, como entrando en un loop que nunca pierde intensidad:
«Cómo no voy a luchar,
cómo no voy a marchar
si nos quitan los derechos.
Por eso,
no nos callamos más».
Nota
Cumple un mes en Buenos Aires el Tercer Malón de la Paz y el gobierno crea una comisión investigadora por los abusos en Jujuy

¿Qué saldo está dejando la movilización de pueblos originarios a la Capital Federal? Llegaron haciendo casi 2.000 kilómetros en contra de la reforma constitucional del gobernador Gerardo Morales en Jujuy, pidiendo la intervención de la provincia y audiencias con la Corte Suprema y el Poder Legislativo, sin éxito. El presidente Alberto Fernández se hizo eco del reclamo, decretando este jueves la formación de una comisión investigadora de los abusos y la violencia institucional en la provincia. La presencia de Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Horacio Pietragalla Corti junto al Malón. Lo que está en juego, en perspectiva histórica y alcance nacional: los derechos humanos, los recursos naturales, el derecho a la protesta, al territorio y una vida digna. Los debates sobre la extracción de litio, y la realidad de las comunidades donde se planifica la explotación. Reflexiones y peripecias de pueblos que denuncian la falta de democracia en medio de una dirigencia social y política ocupada en la carrera presidencial.
1° de agosto – 31 de agosto de 2023.
La realidad argentina se vive frenéticamente. Sin pausas, sin paréntesis, sin punto y aparte para enumerar algunos sucesos de este mes: llega a Buenos Aires el Tercer Malón de la Paz conformado por más de 400 comunidades originarias de Jujuy. Sexto aniversario de la desaparición seguida de muerte, en medio de una represión ilegal, de Santiago Maldonado. Javier Milei es el candidato presidencial más votado en las PASO. Al día siguiente, el ministro de Economía Sergio Massa devalúa el peso un 22%. Comienza el juicio por el asesinato de Rafael Nahuel en 2017 a manos y fusil del Grupo Albatros, de la Prefectura Naval. Lionel Messi se consagra campeón en los Estados Unidos. La oposición, con la complicidad del oficialismo, da media sanción en Diputados a una nueva ley de alquileres que perjudica aún más al inquilino. El bloque de países emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) anuncia la inclusión de la Argentina a partir de enero de 2024. Matan en Lanús a Morena, 14 años, y a esa conmoción le sigue el crimen del manifestante Facundo Molares Schonfeld, en el Obelisco (y ambos sucesos ya parecen tragados por el olvido). Fallece el fiscal Federico Delgado a los 54 años. El Canal 13 de televisión se burla e intenta ridiculizar a una mujer y un hombre de los pueblos originarios que viajaban en subte (y proponían eliminar prejuicios y planteaban que no era para reírse lo del Malón «porque son cosas que definen el futuro de un país»). El video viralizado mezcló racismo, discriminación, estupidez humana e ignorancia. Se lleva a cabo en múltiples provincias una nueva edición de la Marcha contra el gatillo fácil. El presidente de la Nación Alberto Fernández decreta la creación de la Comisión de Recepción y Análisis de Denuncias sobre Violencia Institucional en la provincia de Jujuy.
Entre el arribo al cemento porteño el 1° de agosto, y esta última noticia, publicada este jueves en el Boletín Oficial, hay un mes entero de un país convulsionado, en cuyo centro político se emplazan integrantes de Pueblos Naciones Atacama, Colla, Quechua, Chicha, Humahuaca, Fiscara, Tilián, Ocloya y Guaraní. Nueve naciones de más de 400 comunidades, organizadas en un único bloque denominado Tercer Malón de la Paz. Instaladas en Plaza Lavalle, frente a la Corte Suprema. Nada menor, en tiempos de fragmentaciones, divisiones, grietas, y tantos etcéteras.


Genialidad bananera
El Malón salió el martes 25 de julio desde La Quiaca y otras localidades de Jujuy provenientes de la Puna, de la Quebrada, de las Yungas, de los Valles, con destino a Buenos Aires. En el camino recorrió más de 1800 kilómetros, a micro y a pie, y otras seis provincias: Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Córdoba y Santa Fe. La decisión de traspasar las fronteras provinciales llegó después de una serie de reclamos denunciados y desoídos puertas adentro. Dulce, 48 años, malonera del Pueblo Churumata, introduce: “Primero, fue por la reforma inconstitucional que llevó a cabo Gerardo Morales. ¿Por qué es inconstitucional? Porque a los pueblos originarios no se nos consultó su contenido, como fija el convenio internacional de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Pero tiene muchas otras falencias, como no haberle comunicado al resto de la sociedad de qué se trataba hasta muy pocos días antes de la jura; como que había 90 días para discutir la nueva reforma y en menos de tres semanas ya la juraron; como que los políticos que fueron parte de la Convención Constituyente también eran diputados, el mismo gobernador, intendentes, que no renunciaron a sus puestos y ejercieron el doble cargo. Fuimos una genial república bananera, en la que a la noche Morales era gobernador y a la mañanita era constituyente… como si fuera una película de muchos años atrás, donde venía un dictador y hacía lo que quería. Así se vive hoy en Jujuy”.
La reforma exprés y a espaldas del pueblo derivó en manifestaciones que fueron reprimidas por un gobierno provincial que sembró el terror de diversas maneras: fuerzas policiales reprimiendo en motos y camionetas sin patentes; uniformados usando camionetas de empresas privadas para levantar gente (como en el Apagón de Ledesma en 1976, que derivó en el secuestro de más de 400 personas, 55 de las cuales siguen desaparecidas); fuerzas policiales disparando a la cabeza y a los órganos reproductores (al menos cuatro personas perdieron la vista en uno de sus ojos); persecución a periodistas y fotógrafos; amenazas a dirigentes de pueblos originarios, sociales, sindicales y docentes; incendio del auto de dos dirigentes sindicales; allanamientos a viviendas sin orden judicial; detenciones ilegales, y etcétera y etcétera.







Sin esperanza de ser escuchados en su provincia, y con la certeza de ser perseguidos, el Tercer Malón de la Paz consensuó viajar a Buenos Aires e instalarse en la Plaza Lavalle.
Frente a la Corte Suprema de Justicia, los tres reclamos concretos del Tercer Malón de la Paz
1) Que la Corte Suprema se expida sobre la inconstitucionalidad de la reforma de la Constitución.
2) Solicitar al Congreso de la Nación la intervención de Jujuy.
3) Que el Congreso elabore y sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena.
Con el paso de los días, sumaron otro punto, luego de que a decenas de manifestantes les llegaran multas y contravenciones por cifras mayores a los dos millones de pesos:
4) El cese de represión, hostigamiento, persecución, detenciones e imputaciones a dirigentes y autoridades indígenas en Jujuy.
UN MES EN BUENOS AIRES
A Eloy lo abriga un poncho azul holgado, una bufanda con los colores de la whipala y un sombrero con distintivos de dos banderas: la argentina y la que representa a los pueblos originarios. Sintetiza lo pasado en estos 31 días: “Fue un mes con momentos altos y bajos, de mucha preocupación por lo que continúa pasando en Jujuy, con persecuciones e imputaciones. Y acá que en muchos casos no nos atienden, no nos escuchan. Tanto en la Corte Suprema como en la Cámara de Senadores, y parte de los Diputados. El Tercer Malón de la Paz logró una victoria muy grande, que fue la derrota del dictador Morales y su partido político en la provincia de Jujuy (el candidato más votado fue Milei, con el 39.83%, seguido por la fórmula Rodríguez Larreta – Morales que obtuvo el 18.10%). Otros pasos muy grandes fueron el frenar algunos avasallamientos que sufríamos en la provincia, así como romper las barreras mediáticas y atravesar las fronteras a nivel nacional e internacional, a costa de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio”.
Luego de ir al Congreso de la Nación a pedir audiencias con ambas cámaras legislativas, integrantes del Tercer Malón fueron recibidos en cuatro oportunidades por diputados de Unión por la Patria y del Frente de Izquierda. ¿Del resto de los partidos políticos? “Nada”. ¿Del Senado? “Nada”. Cuenta Dulce: “En este mes no hubo voluntad del Congreso en general, ni para la intervención de la provincia ni para la ley de propiedad indígena. Sí tenemos unos cuantos diputados aliados, pero no la mayoría. Presentamos notas, pedimos audiencias con cada legislador, sin importar el partido, para que logren comprender y hagan el bien común, pero no se llega al número que necesitamos”.
Johana Arce tiene la capucha de su campera puesta para resguardarse un poco del frío invernal. Es de las naciones Kolla y Guaraní. Tiene 28 años, es comunicadora social y es parte del medio SISA, cuyo nombre homenajea a Bartolina Sisa, histórica luchadora aymara contra el colonialismo. “En lo comunicacional, con la llegada del Malón vimos cierta repercusión, bastante presencia de medios independientes, alternativos e incluso algunos hegemónicos, pero lamentablemente fue bajando y eso es parte de la indiferencia, la discriminación que se vive día a día, lo que también origina que el Malón haya viajado con demandas precisas y concretas que no fueron respondidas hasta el momento. En este mes, hubo varios hechos violentos en la permanencia pacífica, como la policía hostigando y no permitiendo –por directivas del Gobierno de la Ciudad–, poner carpas pese a las lluvias, a la exposición física y emocional; pero esto tampoco fue contemplado en los medios. En cuanto a las movilizaciones, que ya perdí la cuenta de la cantidad porque fueron un montón, tampoco hubo el acompañamiento necesario”. Profundiza el planteo: “Hay que tener en cuenta que las comunidades tienen su forma de organización asamblearia, todas las voces se van escuchando y así se llevan adelante las decisiones, sobre la marcha; eso muchos medios no lo tienen en cuenta a la hora de acompañar”.


A la imposibilidad de poner carpas, medida que se sostiene, vale aclarar que los primeros días tampoco les permitieron instalar baños químicos. Los días de lluvia, agentes de la Policía porteña no permite que las y los malones se cubran con nylon y plásticos: “Pueden poner las lonas para resguardar las cosas de la lluvia, pero la gente no puede ponerse debajo porque eso sería acampar y no están autorizados”, fue la orden del oficial Pérez.
Jorge Angulo es coordinador del Consejo de Pueblos Originarios Llankaj Maki de Jujuy. Vive en Palpalá y es una autoridad indígena de la comunidad kolla Tawa Suyu (“De las cuatro regiones”). Tiene 45 años y lleva puesta una gorra negra con el nombre de su organización, que en quechua significa “Manos trabajadoras” y que lleva la figura de una mujer en el centro: “Estela Silos, referente indigena que falleció hace 8 años. Originaria, militante social, sindical, estudiantil. Ella armó este consejo. Fue una tremenda luchadora que nos dejó el espíritu de que todo se resuelve luchando y organizándonos”, expresa Jorge con voz firme. Comparte su balance de la permanencia frente a Tribunales: “Este mes vino a consolidar un proceso, un mensaje, la voz de que va a haber un cambio. PachaKuti le decimos, que significa el cambio de esta forma de vida, el inicio de un nuevo ciclo. Porque una cosa es el objetivo específico de hacer caer a la reforma y sobre eso hay que seguir buscando estrategias, abrir muchos caminos para lograrlo. Pero lo más fuerte es que el Malón vuelve a instalar la figura de los pueblos originarios como actor político, porque acá hay hermanos y hermanas preparadas, a la altura de cualquier funcionario. Venimos a decir no solamente que estamos resistiendo desde nuestras comunidades, sino también transformando la realidad que nos toca vivir. Que por los desarraigos, hacemos políticas de arraigo; que no solamente frenamos las mineras, sino que pensamos cómo nos desarrollamos. Logramos un objetivo que es ser parte de la agenda, pero no como indios pobres, sino como actores que queremos discutir la forma en que cambiamos esta situación. Cada gestión de gobierno nos ha ido relegando de nuestra función política; en el mejor de los casos solucionando las urgencias y emergencias, pero nada más. Y el Malón vino a poner un freno a eso. Este es el gran triunfo”.
Néstor Jerez es cacique del pueblo ocloya y uno de los voceros designados. Tiene pelo largo, sujetado por un trarilonco negro y blanco. El trarilonco es una cinta que rodea la cabeza a la altura de la frente, como vínculo con los antepasados. Su diagnóstico hasta el momento: “Hay muchos logros que quedan en segundo plano porque lo principal que necesitamos es la nulidad de la reforma y la intervención federal en la provincia. Pero el Malón ha triunfado porque ya es noticia mundial; porque la derrota de Morales en las PASO demuestra el poder originario en Jujuy; porque saliendo del territorio nacionalizamos el problema; porque hay un reconocimiento desde los diferentes movimientos sociales y sindicales al Malón como un actor político; porque realmente estamos demostrando otra forma de llevar adelante la política, donde todo es circular, donde las decisiones se toman en una asamblea, donde realmente el dirigente, la autoridad elegida, tiene que ejecutar lo que dice la asamblea y no al revés. Y también hemos triunfado porque seguimos poniendo en evidencia que la discusión pasa por dos modelos de vida totalmente diferentes y opuestos, como es el que venimos pregonando en los pueblos milenarios basado en el ‘buen vivir’ y el otro que está reflejado en la reforma de la Constitución que implica la continuidad del genocidio y que el gobierno se apropie de los territorios, de las tierras fiscales, el agua, los recursos naturales, la biodiversidad, la genética y prohíbe al pueblo jujeño a expresar su derecho; o sea, una dictadura y volver a la esclavitud”. Casi sin pausa, agrega: “Queremos creer que en Argentina hay Estado de derecho a pesar de que hasta ahora, los jueces de la Corte Suprema no respondieron a nuestro pedido de audiencia desde el primero de agosto, pese a que el procurador General de la Nación ya dijo que le corresponde a la Corte convocar a una audiencia pública”.

En todo el mes, día tras días, el Malón se acercó a la puerta de Tribunales y la respuesta fue el silencio, la puerta cerrada, el vallado. Pidieron audiencia, y no les contestaron. Desde el Servicio de Paz y Justicia (SerPaJ) presidido por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, también solicitaron audiencia, y no le contestaron. En los primeros días de agosto, Ricardo Lorenzetti, uno de los jueces de la Corte, había prometido recibirlos. Les dijeron que podrían pasar 10 maloneros. Luego 5. Luego 3. Luego 1. Entró Néstor Jeréz, pero sólo le permitieron llegar hasta la mesa de entrada. Le pidieron que deje un número de teléfono y que lo “llamarían”.
Les mintieron.
Y entonces, durante más de 50 horas cuatro maloneros realizaron una huelga total, de comida y de bebida, para exteriorizar la bronca. Y tres de ellos se encadenaron en las escalinatas de la puerta de entrada a la Corte.
Tampoco los recibieron. Ni se comunicaron.
La mentira y el ninguneo tienen nombre y apellido: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti.
Dulce está tomando unos mates para calentarse de una tarde fría, en la que el sol se empieza a despedir, muy lentamente. Hay un paralelismo con las respuestas obtenidas: “Pensamos que íbamos a tener avances con mucha anterioridad y la cuestión se está poniendo lenta, pero los hermanos estamos dispuestos a quedarnos, a luchar como el primer día; estamos pendientes para volver a hacer una huelga de hambre si es necesario. El decreto firmado por el presidente para conformar una comisión investigadora está bueno, pero no es la baja de la reforma ni la intervención de la provincia. Es algo, sí, aunque nuestro objetivo no está cumplido”. Añade: “No es lo que vinimos a buscar, pero esperemos que con este DNU gran parte de los hermanos pueda regresar a sus hogares porque muchos viven de su siembra, de sus animales. Por ejemplo, ya estamos fuera de la siembra de papa y de maíz; o sea, en enero y en febrero no van a tener ningún ingreso económico, no va a haber qué cosechar; y ya en septiembre entran a reproducirse los animales, si ellos siguen acá, en enero y febrero no va a haber animales. ¿Se entiende cómo nos estamos jugando todo quienes permanecemos acá?


LA COMISIÓN INVESTIGADORA
La permanencia del reclamo, en Jujuy y en Buenos Aires, la consistencia de lo que exigen, una mesa de diálogo con la Secretaría de Derechos Humanos y con el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), junto al acompañamiento del SerPaJ, de muchas organizaciones indígenas, sociales y sindicales, derivaron en que el viernes 18 de agosto los recibiera en Olivos el Presidente de la Nación, Alberto Fernández. De esa reunión se consensuó el compromiso de crear la Comisión de Recepción y Análisis de Denuncias sobre Violencia Institucional en la provincia de Jujuy, que dependerá de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. El decreto que confirma su creación se publicó ayer en el Boletín Oficial. La Comisión, ya en vigencia, cuenta con un plazo de hasta sesenta días corridos para elevar el informe y tendrá como los siguientes objetivos:
–“Receptar las denuncias de abuso de autoridad, hostigamiento, persecución y demás casos de violencia institucional cometidos por la fuerza policial provincial contra manifestantes durante y después de la protesta contra la reforma constitucional de la provincia de Jujuy”.
–“Recopilar las observaciones formuladas por los organismos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y del Alto Comisionado De Las Naciones Unidas Para Los Derechos Humanos (ACNUDH), relativas a la actuación de la fuerza policial provincial durante las protestas llevadas a cabo por las diversas organizaciones sociales, sindicales, comunidades indígenas y demás ciudadanos en la provincia de Jujuy”.
–“Elaborar un Informe para el Congreso de la Nación y la Corte Suprema de Justicia, con las recomendaciones que aseguren el cumplimiento de las obligaciones asumidas por el Estado Nacional en los Tratados y Convenios Internacionales sobre Derechos Humanos”.
El decreto establece que la comisión estará integrada por un mínimo de cinco y un máximo de siete representantes, en carácter «ad – honorem». Asegura la norma: “Será coordinada por el Director Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional y estará compuesta además por la titular de la Dirección Nacional de Asuntos Jurídicos Internacionales en Materia de Derechos Humanos y por expertos de reconocida trayectoria en materia de derechos humanos, quienes serán designados por el Ministro de Justicia y Derechos Humanos”.
“Esta comisión es un paso importante, porque de ella participarán organismos nacionales e internacionales como la OIT, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, además de distintas áreas del gobierno nacional. Pero este paso no quiere decir que terminamos acá y nos volvemos a casa. Vamos a continuar esta lucha, será un proceso largo”, explica Eloy.
Nimia es una joven malonera de Susques, que representa a una franja etaria que se está levantando: “Este decreto lo ganó el Tercer Malón de la Paz poniendo el cuerpo todo el día, todos los días, luego de casi tres meses ausentes de nuestras casas, lejos de la familia, de no compartir un almuerzo ellos. Es un avance importante para demostrar que Gerardo Morales violó todos los derechos; con esto ganamos más fuerza para seguir luchando y volver a tener tranquilidad en nuestro territorio”.

Suma Néstor Jerez: “Esta comisión tiene que generar insumo que sirva para lograr el punto 4 de nuestro reclamo, y que cese la violencia institucional y la violación de los derechos humanos en Jujuy, y a su vez, el informe irá al Congreso y a la Corte Suprema como otro fundamento más para la intervención de la provincia y la derogación de la reforma”.
Dulce es menos optimista. “Está bueno lo que firmó el presidente, pero no vinimos a eso. De hecho, podríamos haber ido a cada ministerio, a pedir una cosa, a pedir otra cosa, pero no es el objetivo del Malón, que es bajar la reforma. No hay conquista intermedia para nosotros”.
–¿Tenés esperanza de que a partir de esta comisión investigadora se derogue la reforma?
–No. Lo que espero es que, una vez que se salga a la luz la investigación de esta comisión, se plante un nuevo jujeñazo y ahí sí se baje la reforma. El poder político actual siempre tiene algún convenio, siempre tiene algún negocio, siempre se deben favores, entonces no va a caer la reforma. Sí creo que cuando se muestre todo lo que pasó en Jujuy, el maltrato, los golpes, las heridas, las persecuciones, y el pueblo en general se entere de lo ocurrido en su totalidad, se levantará nuevamente. Decretos tenemos un montón, leyes también, pero sólo el pueblo podrá lograr bajar la reforma y eso es levantándose de nuevo. Venimos de tantas generaciones buscando liberarnos de los nuevos Estados que están sobre nuestro territorio, que una generación más que esté peleando, no nos va a cambiar. Así que pase lo que pase, lo vamos a seguir intentando.
LARGO PLAZO
El 9 de agosto se conmemoró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas y desde la vigilia se llevó a cabo una asamblea plurinacional pensando en fortalecer la unidad de las distintas naciones originarias. Fue una semilla más, no pensando en el corto plazo, sino de cara al futuro. Desarrolla Eloy: “En todas las provincias del país hay pueblos originarios preexistentes a la nación argentina y a partir de este Malón conseguimos aliarnos con muchos de ellos. Se están dando asambleas plurinacionales en diferentes lugares con el objetivo de construir una confederación de pueblos originarios”.
En el mismo sentido, cuenta Jerez: “Hay que entender que esta lucha va a ser larga porque del otro lado tenemos un monstruo, tenemos la agenda 2030, al nuevo orden mundial, al poder económico y concentrado, al imperialismo, a la corporación de las multinacionales que viene por todos. Por eso, uno de los caminos que ya estamos planificando es visitar cada una de las provincias. Ya nos llegaron invitaciones de varias, como Mendoza, Río Negro, Catamarca, donde iremos para seguir articulando y acompañándonos”.
Sergio Zerpa llegó a Buenos Aires con el Malón y hace unos días regresó a Abra Pampa. Desde el costado de la ruta, analiza: “Este Malón no sólo está siendo importante por lo que pasa en Buenos Aires sino a nivel local. Venimos de un proceso largo y este punto de inflexión hace que las comunidades originarias profundicen el volver a resurgir y a organizarse, sin dependencia de un partido político, sino del mismo sentimiento que nace de defender los territorios”.
Jorge Angulo dirige su mirada al porvenir: “El Malón ha generado un nuevo aire que ya está soplando en las diferentes provincias, en los diferentes pueblos. Aunque sea distinta la magnitud, siento que se está dando un proceso similar al que pasó cuando se transformó el Estado boliviano a Estado plurinacional, cuando no sólo hubo un cambio de gobierno sino una forma donde los originarios pasaron a ser factores políticos. Vamos por ese camino. Este proceso se profundiza con el Malón de la Paz pero viene de hace muchos años”.
Johana Arce nació en Jujuy hace 28 años. Pero debió mudarse a Buenos Aires. “Soy de Ledesma, y cuando el Malón partió en junio a San Salvador viajamos con mi hermana desde Buenos Aires para allá. Lo primero que sentí fue la fortaleza de la lucha, pero también la bronca. Y cuando llegamos acá el primero de agosto, fue potenciar esa bronca, y preguntarme ¿por qué hay que movilizarse hasta acá? ¿por qué tiene que ser acá donde Dios manda y se toman las resoluciones? Me pongo a pensar en mis abuelos, y también en cómo fue que llegamos a Buenos Aires.
¿Cómo llegaron?
-Desplazados. Igual que como muchos llegan a Buenos Aires.
Johana ahora no habla con palabras. Habla con los ojos. Con su emoción. Con su impotencia. Con sus recuerdos. Con su memoria. Con sus abuelos. Vuelve a hablar. Ella, y toda su gente que lleva consigo. “Mi historia familiar me da bronca. Más allá de la fortaleza, me da bronca. ¿por qué hay que llegar a este punto? ¿por qué hay que estar expuestos acá un mes, con respuestas vagas, con muchas respuestas vagas, como este decreto que también es vago, como muchas cuestiones que son vagas? Llegar a Buenos Aires es el desplazamiento forzado, es no poder estar en tu territorio. Alrededor del 2000, en Ledesma, nos desplazaron para plantar caña de azúcar y con mis papás nos vinimos acá, primero a Ciudad Evita, debajo de un puente, y después al barrio Carrillo, en Soldati. Esta reforma de Morales genera esto mismo: que uno pierda su territorio, provoca desplazamientos forzados, donde uno va perdiendo su cultura. La reforma es la pérdida del territorio, es la pérdida de la identidad y por eso acá sigue el Malón, buscando la manera de recuperarla”.
Nota
Malón de la Paz: reunión con Alberto Fernández, silencio de la clase política y judicial

Una conferencia de prensa del Tercer Malón de la Paz sin medios porteños, 22 días desde que llegaron desde Jujuy a Buenos Aires sin ser recibidos por la Corte ni por el poder Legislativo (salvo dos diputados), la espera en la Plaza Lavalle. Una frase para que se comprenda la discriminación: «Nosotros acá seguimos como patos y chanchos en medio del barro y el agua esperando que nos reciban autoridades que no funcionan para nada. Lo que está haciendo esta Corte de Injusticia es lamentable. Hoy cuando fuimos a exigir que nos reciban como lo hacemos cada día, los secretarios de los jueces sacaban la cabeza por la puerta como si fueran topos y mandaban a los policías a respondernos”.
Si es necesario llegará más gente de Jujuy para sumarse. Y una convicción: “De acá no nos vamos a ir”.

“En cinco minutos daremos inicio a la conferencia de prensa. TV Pública, Crónica, Canal 9, C5N, Telefé… en cinco minutos empieza la conferencia de prensa”.
La cadencia con la que el representante del malón va enumerando con su boca pegada al megáfono nombres de medios televisivos que no están ni estarán, sumado al silencio que le prosigue al finalizar su anuncio, es desolador. Desolador porque esa falta de interés mediático también es espejo y reflejo del desinterés de la política. De la política en casi todo el abanico que abarca la palabra. Partidaria y no partidaria. Sindical, social, ambiental.
En este caso, la espera no desespera. Quizá, por aquella frase que se le atribuye a César, en Egipto: «Quien nunca ha esperado nada, no podrá desesperar jamás».
Y la conferencia arranca, casi una hora después de la hora estipulada, con medios jujeños y comunitarios y autogestivos que sí le dan relevancia a temas territoriales que implican además la soberanía y el futuro de cuestiones tan delicadas como el litio, por poner un ejemplo.
Tres mujeres y dos hombres originarios se sientan alrededor de una mesa con un micrófono que gira según quien toma la palabra.
De espaldas, la Corte.
De frente, la escuela Presidente Roca y a su lado, el teatro Colón: la hostilidad está por todos lados.

Fotos: Sebastián Smok
Tercer Malón de la Paz: 22 días de soledad
Hoy es el día 22 desde que el Tercer Malón de la paz llegó a Buenos Aires con la esperanza de que los tres poderes les dieran soluciones concretas a sus reclamos. Desde aquel primero de agosto, Día de la Pachamama, en el mejor de los casos hubo reuniones sin ninguna solución de fondo a los tres puntos concretos que siguen exigiendo las más de 420 comunidades originarias jujeñas que integran el malón.
Los tres reclamos
1) Exigir a la Corte Suprema que se expida respecto de la inconstitucionalidad de la reforma “exprés” ejecutada por el gobernador jujeño Gerardo Morales.
2) Solicitar al Congreso de la Nación la intervención a la provincia de Jujuy.
3) Que el Congreso elabore y sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena.
Sobre el punto 1, la Procuración General de la Nación ya dictaminó que la Corte debe pronunciarse, pero no lo hace. El silencio, hasta ahora, es ensordecedor. Lo rompe a palabras María Eugenia: «Hoy volvimos a ir a la puerta de la Corte Suprema y hoy nos volvieron a ignorar».
Patos, chanchos y el cementerio
Quiebra también Salustriana ese silencio: «Nosotros acá seguimos como patos y chanchos en medio del barro y el agua esperando que nos reciban autoridades que no funcionan para nada. Lo que está haciendo esta Corte de Injusticia es lamentable. Hoy cuando fuimos a exigir que nos reciban como lo hacemos cada día, los secretarios de los jueces sacaban la cabeza por la puerta como si fueran topos y mandaban a los policías a respondernos; sí, hoy los policías fueron los secretarios de los jueces. Son traidores, se burlan de nosotros; todo el tiempo nos están faltando el respeto».
Lo tuerce a palabras Eloy: «Esta Corte Suprema que tenemos detrás lo que en realidad parece ser es un cementerio. Un cementerio donde nadie sale a responderle al pueblo”.
Sobre el punto 2 y el punto 3, que necesitan de la acción del Congreso Nacional, o de un decreto presidencial, cuentan las (no) novedades.
María Eugenia: “Tras no tener respuesta en la Corte Suprema nos fuimos al Congreso, donde ya habíamos quedado que a las 12 nos recibirían los diputados, pero nos recibieron menos todavía que la semana pasada. Solo dos: Juan Marino, de Unión por la Patria; y Alejandro Vilca, del Frente de Izquierda. Ambos se comprometieron a que mañana nos entregarán un papel donde los 118 diputados de Unión por la Patria, y los 4 del FIT, firmarán en contra de la reforma inconstitucional impuesta por Morales. Tenemos fe que será así”.
Lucas: “¿Dónde están los otros diputados? Que den la cara. Es ahora cuando los necesitamos. La gente los eligió para que trabajen, no para que estén de vacaciones. Les pregunto, ¿están en defensa de un pueblo o de un dictador?”.
Patricia: “Exigimos a los diputados del Partido Federal; a los de la LIbertad Avanza; a los de Avanza Libertad; a los de SER; a los del Movimiento Popular Neuquino, y a cada partido que tenga diputados, que aparezca. Lo mismo a los de Juntos por el Cambio, cuya ausencia es total. Es muy triste mirar para arriba, para abajo, a los costados, y no ver a nadie. Pónganse en nuestros zapatos, porque el futuro está en las manos de ustedes. Cumplan su función y hagan lo que tienen que hacer”.
Salustriana: “¿Cómo puede ser que nos reciban dos diputados siendo 256?. No funcionan; no hacen nada y no es lógico que esto sea así. Es una lástima que se hayan vendido, que sean cómplices vendepatria. No les importa de nosotros. Y el presidente también nos está faltando el respeto, no está haciendo nada de lo que podría. Me van a decir que un presidente no puede mandar carpas si así lo quiere. Siguen y siguen toreándonos a nosotros, pero no vamos a bajar los brazos”.
Con Alberto Fernández
El presidente Alberto Fernández recibió a una delegación del Tercer Malón de la Paz el viernes pasado en la Quinta de Olivos.
Cuenta Patricia: “El presidente nos aseguró que ya hizo las denuncias correspondientes a la Corte sobre lo que pasa en Jujuy”.
Cuenta Lucas: “El presidente se comprometió a que en el transcurso de esta semana firmará un decreto para avanzar en una comisión integrada por organismos nacionales e internacionales que investigará los hechos llevados a cabo en Jujuy”.
¿Sobre la intervención de la provincia y la ley de propiedad comunitaria? “No hay novedades”.
Este miércoles se cumplen 211 años del 23 de agosto de 1812 cuando comenzó el Éxodo jujeño, gesta en la que el pueblo, como parte de un plan táctico frente al ejército colonial español, abandonó su tierra, quemó sus campos y viajó hasta Tucumán por orden del general Manuel Belgrano. Eran mujeres y hombres. Eran niños, niñas, personas ancianas. Cualquier semejanza con la realidad, no es pura casualidad.
Dice Eloy: “Mañana desde la 14 concentramos en Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo para marchar al Congreso, donde conmemoraremos el Éxodo jujeño. Con la madre tierra no se juega. Con lo que se jura y se promete cuando se asume un cargo, no se juega. Que lo tenga claro Morales y el resto también”.
Cierra Salustriana: «En esta permanencia vendrá más gente desde Jujuy si es necesario. Nos obligan a hacer eso. Pasan los días, pero seguimos de pie; deben tener claro que a nosotros no nos arrodillan más. Les juro por la pacha y por el abuelo fuego que van a tener que respetarnos. Mañana conmemoramos el Éxodo jujeño y es importante para que se tenga en cuenta de lo que somos capaces. Nada han hecho hasta ahora, así que de acá no nos vamos a ir”.
Malón
Malón de la Paz: una asamblea plurinacional para que exista la democracia

Desde la Corte Suprema volvieron a anunciar que los pueblos originarios de Jujuy serán recibidos, mientras tres de sus integrantes transitan hacia los dos días de huelga de hambre absoluta, de sólidos y líquidos, encadenados a las escalinatas de la Corte en Plaza Lavalle, en el centro porteño. Ocurrió en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. El Malón de la Paz organizó una asamblea plurinacional histórica, y confirmó la ausencia de apoyo hasta en sectores que se autoperciben “progresistas”. Crónica de una jornada de sol, mientras se esperan definiciones para la situación jujeña y una reforma oficializada que busca arrasar con los derechos de las comunidades.
Por Francisco Pandolfi
Este 9 de agosto se conmemoró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Como si fuera parte de un regalo al revés, ni bien comenzada la jornada a escasos minutos de pasada la medianoche, irrumpió en la vigilia una decena de efectivos de la policía de la Ciudad. El paquete con moño contenía la amenaza de enviar a la Infantería y desalojar el corte en la puerta de Tribunales, que comenzó ayer con la decisión de tres integrantes del Malón de la Paz de encadenarse a las escalinatas de la entrada de la Corte Suprema y de comenzar una huelga de hambre total, tanto de comida como de bebida.
La amenaza policial se diluyó y fue parte del abanico de amedrentamientos que sufren hace más de 50 días las más de 420 comunidades originarias jujeñas nucleadas en el Tercer Malón de la Paz. Primero en Jujuy, ahora allí y también en Buenos Aires.

Imagen frente al Congreso. (Fotos Lina Etchesuri)
Lo que pasa en Buenos Aires es un espejo de lo que sigue sucediendo en la provincia de Jujuy. Algunos hechos que sucedieron en las últimas horas:
- La reforma parcial de la Constitución provincial acaba de ser publicada en el Boletín Oficial y ya entró en vigencia.
- El gobierno acaba de ordenar el desalojo del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) de Tilcara «de modo imperativo, en virtud de circunstancias urgentes e imprevistas, públicas y notorias, graves acontecimientos, por sorpresivas protestas indígenas en localidades del interior». Si bien no lo explica, las “sorpresivas protestas indígenas” refieren a los cortes en rutas nacionales que aún perduran en Jujuy «hasta la derogación de la reforma».
- En San Salvador se realizó este miércoles por la mañana una conferencia de prensa en contra del código contravencional de Jujuy que reveló las cuestiones con las que el gobierno persigue a quienes se manifestaron y se manifiestan, con multas que superan los 2 millones de pesos.
De la Multisectorial contra la Reforma declaran: «El código contravencional es ilegal, por lo cual todas las contravenciones que se están realizando hoy, son ilegales. El gobierno de Jujuy, antes incluso de Morales, se arrogó facultades que no tiene la provincia como legislar en cuestiones penales; por lo tanto, tenemos un código contravencional que hace lo que le está prohibido a la provincia hacer. No es Jujuy una republiqueta con un monarca, aunque parece porque se viola la Constitución Nacional. Morales tiene que sentir vergüenza de los mamarrachos ‘legales’ que está haciendo y usar a esos mamarrachos para perseguir al pueblo».
Este 9 de agosto por la tarde ocurrió la enésima marcha docente, en este caso organizada por el gremio que nuclea a la enseñanza media y superior. ¿Por qué marchan?
«Por los descuentos irracionales que se nos han efectuado».
«Por la reapertura de la mesa paritaria».
«Por la cobertura efectiva de la obra social».
«En repudio a las contravenciones y en solidaridad con el Tercer Malón de la Paz».
Jujuy late constantemente, con rabia, con bronca, con denuncia. Late en la provincia más norteña del país y también en Buenos Aires donde a la mañana se lleva a cabo una histórica asamblea plurinacional que, además de darle fuerza al reclamo, busca «una unidad entre los 40 pueblos naciones preexistentes que habitan el territorio argentino».

Tres huelgas de hambre totales, de maloneros encadenados a la Corte Suprema (Fotos Lina Etchesuri)
Lo que dicen los pueblos
Las voces que hablan lo hacen en nombre de sus pueblos, mientras en paralelo algunos artistas hacen un mural impresionante en la calle, con un reclamo claro y urgente: «Arriba los derechos, abajo la reforma»
Dice el pueblo Ocloya:
«Lo que está pasando en Jujuy es lo que se viene para todo el país y por eso estamos acá. Somos las comunidades las que estamos marcando una nueva forma de hacer política, de dar vuelta esta estructura piramidal vertical, en una estructura horizontal, donde las decisiones las tomen las asambleas, las comunidades y no los dirigentes ni las autoridades. Hoy a las autoridades le toca acompañar, ir a la par de las comunidades y acatar las decisiones de la asamblea. Este es el modelo que también proponemos a los diferentes movimientos, instituciones, organizaciones. Entendemos que es una forma de hacer política diferente. Así que en esta asamblea plurinacional, lo que queremos es empezar a construir la unidad plurinacional. Empezar realmente a construir las bases de una convención constituyente plurinacional».
La interpelación al poder político no es porque sí. La gran mayoría de los partidos, de las organizaciones sociales –partidarias o no partidarias–, sindicales, de derechos humanos, no están acompañando el reclamo masivamente.
Dice el Pueblo Chicha:
«No podemos naturalizar estar viviendo una dictadura en Jujuy en la que se intenta entregar la provincia a las multinacionales extranjeras, a los chinos, a los franceses, a los ingleses, a todos los europeos que vinieron y vienen por nuestros recursos. En sus proyectos empresariales nos plantean como zona de sacrificio, lo que significa que para que estas grandes empresas funcionen deben morir los animales, destruir las montañas, envenenar las aguas y erradicar al hombre y a la mujer de la puna, de la Quebrada, de los valles, de todo Jujuy, de Salta, de Tucumán, de Catamarca. No vamos a naturalizar el arrodillemos ante las multinacionales».
La interpelación al poder empresarial no es porque sí, siempre al servicio de sus intereses económicos. El dirigente comunitario tiene una propuesta para hacerle frente y la vuelve canción: «¡El pueblo unido jamás será vencido!».

(Fotos Lina Etchesuri)
Dice el Pueblo Quechua:
«Es significativo estar acá, en una Corte Suprema que parece una monarquía. Es nuestro deber que cada ciudadano que vive hoy en Argentina entienda lo que pasa en Jujuy. Y acá incluyo a los comunicadores. No hemos visto desde que llegamos el 1° de agosto casi ningún medio de los grandes que informe por qué estamos acá. Entonces debemos considerar que hay periodistas que se venden, que son mercenarios y esa gente no sirve para construir un país soberano, autónomo. Por eso nosotros estamos llamando justamente a la construcción de la unidad de todos los pueblos para que haya soberanía, para que haya autonomía».
La interpelación al poder mediático no es porque sí. Hay más medios jujeños que medios masivos con sede central porteña. Debería ser un escándalo. Lo es.
Dice el Pueblo Mapuche:
«Somos 40 naciones originarias y hay 24 provincias en Argentina. No se trata de quién tiene más, pero sí es una responsabilidad para nosotros consensuar la lucha de todos los pueblos y llamar la atención de esta Justicia que ojalá algún día exista para nosotros. Sabemos que existe para otros; en el sur, para Lewis, para Benetton, para los cataríes, quienes representan otros intereses que no son populares. Pero no bajamos los brazos, jamás y no estamos solos: nuestros ancestros nos están acompañando donde estén».

(Fotos Lina Etchesuri)
“No vamos a estar de rodillas”
La interpelación al poder judicial tampoco es porque sí. Pidieron audiencia hace nueve días y no les contestaron. El jueves pasado los iban a recibir y solo les permitieron llegar a la ventanilla de entrada. Por eso, desde ayer el encadenamiento y la huelga total de los tres meloneros. Por eso, se sumó a la huelga de alimentos y bebidas Salustriana, mujer originaria que habla con lavaca sentada de espaldas a la Corte. «Tomé la decisión por indignación, por bronca y por seguir la resistencia junto a mis tres hermanos que tengo a mis espaldas. No esperábamos que la injusticia actuara así y ni nos reciba. Vengo de La Quiaca, el último rincón de Jujuy y no imaginé recibir este maltrato, esta discriminación. No vamos a estar de rodillas como ellos quieren. Y estaré acá hasta que nos reciban».
El cacique Néstor Jerez le cuenta a lavaca: «Hace unas horas llegó un llamado desde adentro de la Corte. Nos prometieron que mañana nos reciben los jueces. Todavía no sabemos el horario ni quiénes estarán, pero es la nueva promesa. Esperamos que la cumplan».

(Fotos Lina Etchesuri)
La soledad y la huelga de hambre
Además de Salustriana, Marcos, Walter y Lucas siguen encadenados y en huelga total ya hace más de 30 horas, desde ayer al mediodía. Hacen pis en un papagayo. Y no hicieron caca todavía.
Ni así apareció la sensibilidad de «la política». Los cuatro dicen estar «bien», «enteros», «de pie» y ven desde sus lugares de permanencia cómo por la tarde arranca el Malón a marchar desde Tribunales al Congreso para llevar a cabo un whipalazo. Detrás de las comunidades originarias sólo se encolumna la CTA Autónoma. Nadie más. Luego se sumarán un par más, como el FOL y Marabunta. Al mediodía habían acompañado la asamblea algunxs integrantes de la UTEP. Nadie más.
La soledad a veces desespera, aunque no al Malón. El objetivo es claro, más allá del mayor o menor acompañamiento. Entonces día a día hacen más y más carteles. «Señores jueces la vida de nuestros hermanos peligra»; «Morales sos un caradura».
Entonces cuatro mujeres se paran delante de la columna y caminan y cantan y sostienen la bandera del Tercer Malón de la Paz. Entonces una de ellas Nélida, sigue ahí, no en su casa, en su tierra, en su «haciendita». Está ahí Nélida, cansada pero convencida, caminando por Talcahuano, doblando en Avenida de Mayo, llegando al Congreso, rodeándolo, parándose al frente de una institución legendaria que los recibe con las puertas cerradas. Entonces pese a todo Nélida, de Abra Pampa, dice: «Estoy fuerte para seguir y seguiremos fuertes hasta que nos reciban».
Y ahí también va Manuel Llampa, de Cusi Cusi, a 40 kilómetros de La Quiaca y a 4200 metros sobre el nivel del mar. Ahí va, diciendo que extraña a sus montañas, a sus cerros. Ahí va y ahí sigue, firme, con su camperita de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Para él, el lobo jujeño no es su club, es su gobernador: «Desde que se aprobó la reforma, Jujuy es un caos. Entonces cómo nos vamos a ir de acá sin una solución. Deben intervenir la provincia. Tienen la responsabilidad de hacerlo porque ya no se puede vivir así, con un gobernador que nos trata no como personas sino como una hacienda; con un gobernador que nos prefiere muertos. Así que estamos con muchísima fuerza porque el pueblo originario está apto para todo. Lucha hasta lo último, lucha hasta el final».

(Fotos Lina Etchesuri)

(Fotos Lina Etchesuri)

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