Nota
San Salvador contaminada: los vecinos tenían razón
Dos estudios de dos universidades nacionales detectaron la contaminación con agrotóxicos en tierra, agua y aire en San Salvador, Entre Ríos. Se constató, además, que las principales enfermedades son las respiratorias, y la primera causa de muerte es el cáncer de pulmón. Casi la mitad de los tumores diagnosticados ocurrieron en los últimos 5 años. Todas las muestras de agua presentaron plaguicidas, incluyendo el glifosato. Las investigaciones avalan lo denunciado por los vecinos durante años con censos caseros y marchas. Los informes completos.

Joan, una de las víctimas fatales en San Salvador, Entre Ríos por tumor cerebral
“En San Salvador está pasando algo grave, preocupante y que está relacionado con la alquimia a la que está siendo expuesta la población en los últimos 20 años. Los vecinos no estaban exagerando” el doctor e investigador Damián Verzeñassi, responsable académico de la Práctica Final de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario: “Hay una proliferación química que se ha liberado con una irresponsabilidad absoluta, con una falta de control por parte de Estado”.
La Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, junto al Espacio Multidisciplinario de Interacción Socioambiental (EMISA) de la Universidad de La Plata, realizó un perfil de morbimortalidad en San Salvador, municipio de Entre Ríos, además de estudios de la calidad de tierra, aire y agua del territorio a pedido del intendente Marcelo Berthet.
La investigación fue una respuesta a las demandas y movilizaciones vecinales que alertaban sobre el aumento de enfermedades y muertes por cáncer y su posible vinculación con el modelo productivo regional, que combina agrotóxicos y fumigaciones. “El resultado de nuestro trabajo muestra lo que significa tener convivir con aire, tierras y suelos con una carga química de gran magnitud”, plantea Verzeñassi, de la Facultad de Ciencias Médicas rosarina que organizó un Campamento Sanitario para realizar el relevamiento.
¿Qué dicen los resultados de los informes? “La principal causa de muerte en San Salvador en los últimos 15 años es el cáncer, principalmente de pulmón. La enfermedad crónica más referida tiene que ver con lo cardiovascular”. Otro de los datos: en 80 hogares hubo 84 casos diagnosticados de cáncer.
El doctor en Química, integrante del EMISA e investigador del Conicet Damián Marino, describe a lavaca lo que se encontró en San Salvador: “Hay campos y terrenos baldíos con galpones de acopio, venta y almacenamiento de granos. En esos suelos hay plaguicidas. Además, los dos arroyos principales tienen plaguicidas, y los valores presentan riesgo para la vida acuática. Todo expresa el patrón típico de un pueblo fumigado”.

La Facultad de Ciencias Médicas de Rosario realizó un Campamento Sanitario en San Salvador, Entre Ríos
Soja y la nube
San Salvador es un municipio entrerriano de 14 mil habitantes, a 56 kilómetros de Concordia y 200 de Paraná. Es la Capital Nacional del Arroz pero sólo quedan 8.000 hectáreas de ese cultivo, contra más de 30.000 de soja. “Estamos rodeados de fumigaciones”, dice Liliana, la mamá de Lía Yano que tenía 23 años cuando murió en abril de 2013 de un cáncer en el sistema nervioso central, después de parir a una beba llamada Milagros.
La inquietud por cientos de casos de enfermedades y muertes se materializó en un censo casero realizado por los vecinos y las vecinas, que activó la alarma: los registros indicaban que desde 2010 casi la mitad de las muertes eran producidas por diversos tipos de cáncer. Sin discriminación: bebés, niños, adultos, ancianos.
La revista MU acompañó parte de estos relevamientos de las universidades de Rosario y La Plata, en los que se podía escuchar en boca de los propios vecinos muchas de las problemáticas de salud de la población. El “polvillo” de los molinos arroceros, “las fumigaciones” y “las cloacas” aparecían como tres de los principales focos señalados. Uno de los encuestados describió que hay días que la ciudad “queda como flotando” por el polvillo. “Es una nube que envuelve al pueblo”, decía el hombre, 37 años. Otros manifestaban que los campos de soja estaban “muy cerca del pueblo”.
Marisa, docente de música, 42 años, esposo camionero, dos hijos mellizos –uno camionero, el otro trabajador en un molino arrocero-, fruncía la nariz cuando le preguntaban si había olores desagradables en el barrio: “Acá se sienten olores de todos lados. Hasta dentro de la casa”. Tomaban agua de canilla hasta que se enfermaron: “Tuvimos cuatro internados. Diarrea y vómitos. Dijeron que era un virus. No era algo de la comida porque mi hijo había comido en casa de mi mamá, yo en la escuela y mi marido en la ruta”.
El intendente, empujado por las denuncias vecinales, pidió los estudios
Lo que el viento no llevó
La investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario aplicó la metodología de muestreo aleatorio: encuestaron una casa cada cuatro, por sorteo. Así los investigadores eliminaron cualquier duda o acusación de sesgo y, lo que es más importante, establecieron una muestra representativa. Damián Marino, de La Plata, subraya que ambos grupos trabajaron de forma independiente: “Nunca nos vimos ni nos consultamos cómo iban nuestros estudios. Por eso nos sorprendió la coincidencia entre los mapas: las mayores concentraciones de contaminación coincidían con las zonas con más casos de enfermedades crónicas”.
Una de las principales preocupaciones de vecinas y vecinos era la cercanía a los campos sojeros, las fumigaciones y el polvillo que desprenden los molinos.
Verzeñassi: “El aire está cargado de partículas que tienen una química que no es la que uno esperaría encontrar en la ciudad. Esa química está asociada al proceso de producción de los molinos, que ventilan polvillo. Pero hay otro problema: en el polvillo analizado aparece glifosato. ¿Qué es lo extraño? Que en los molinos no se usa ese herbicida”.
¿Cómo se interpreta ese hallazgo? Verzeñassi: “El problema no está solamente en la liberación de partículas a partir del sistema molinero, sino mucho antes, en el proceso de producción de materia prima para esos molinos. En los alrededores de San Salvador hay campos arroceros y sobre todo sojeros. Dicen que en el arroz no se usa glifosato, pero estos son resultados. En el caso del arroz el glifosato se tira sobre la tierra para que no crezca nada más que la planta. Eso queda en la cáscara, que es la que rompe el molino en el proceso. Y el polvillo viene de esa cáscara, cargada con esa alquimia. Entonces, lo que a partir de este estudio uno puede pensar, es que el problema no es el molino solamente”.
Marino: “La partícula es un vehículo que moviliza plaguicidas en el aire. Si esto fue por el barbecho del arroz, si lo aplicaron al final del ciclo, o si la partícula una vez que entró en el aire absorbió la deriva de un campo de soja, no lo puedo decir, porque hacen falta iniciar estudios más complejos. Pero sí encontramos eso. Y todo esto es consecuencia de un tipo específico de modelo productivo”.
Verzeñassi agrega: “San Salvador es uno de los ejemplos más contundentes de lo que significa el modelo de producción. La pregunta es: ¿por qué puede pasar esto ahora? Hoy aparece el cáncer en esta magnitud porque acá hay un proceso previo de acumulación y de construcción de la enfermedad, que por lo menos lleva entre 15 y 20 años. Lo nuevo, lo que no había en San Salvador, era la soja y su paquete químico. Todo eso se viene acumulando en los últimos 15 años. Y Acá tenemos los resultados”.
Los resultados
La población relevada incluyó 828 hogares investigados al azar, que representan el 20,8 por ciento de viviendas habitadas tomando como referencia las casi 4 mil que figuran en el Censo 2010.
Al analizar la cobertura de salud, el 65% contaba con obra social o prepaga al momento del relevamiento, pero a la hora de utilizar los servicios de salud de la localidad de San Salvador:
- El 32,7 por ciento de la muestra utiliza solo el sistema público.
- El 37,3% solo el sistema privado.
- El 26,8% utiliza ambos sistemas.
Cerca del 50 por ciento de los que usan sólo el sistema público local no utilizan ningún servicio por fuera de este. Por el contrario, más del 40 por ciento de los que utilizan sólo el privado es el que también accede a la prestación de servicios fuera de San Salvador. La investigación subraya que las diferentes modalidades de atención en salud “es un impedimento para la adecuada notificación y registro de las enfermedades que no son de denuncia obligatoria o que no son consideradas como factor de riesgo para las principales causas de muerte”.
En los 12 meses previos a la realización de la encuesta, en 387 hogares (casi el 50 por ciento), 584 personas tuvieron algún problema de salud. Se relevaron 684 referencias de problemas que incluyen 195 patologías diferentes.
Los problemas más frecuentes:El informe alerta sobre la “gran relevancia” que adquieren los problemas respiratorios, ya sean infecciosos o de origen alérgico. “Los únicos que no corresponden a patología respiratoria en estos diez más frecuentes son las diarreas y la dermatitis atópica”, dice el estudio. Pero todo queda mejor evidenciado cuando se agrupan las patologías: allí se observa que el 47 por ciento de los problemas de salud en el último año corresponden al aparato respiratorio.
80 hogares: 84 casos de cáncer
Otra manera de poder interpretar cuáles son los problemas de salud de la población es a través del análisis de las causas de fallecimiento. En el periodo comprendido por los últimos 15 años se recibió la referencia de 199 decesos. Según el informe: “Los tumores malignos llamativamente toman la delantera por sobre las enfermedades cardiovasculares con un no despreciable 39,7%, duplicando prácticamente a las segundas. Recordemos que a nivel nacional las principales causas de mortalidad son (ordenadas de forma decreciente) las enfermedades del sistema circulatorio, los tumores, las enfermedades respiratorias y las externas. En la provincia de Entre Ríos según un informe del Ministerio de Salud las principales causas de mortalidad en el año 2009 repiten el orden antes descrito para toda Argentina”.Según el estudio, entre 2000 y 2014, en 80 de los hogares visitados se refirieron 84 diagnósticos de cáncer. En el siguiente gráfico se observan estos diagnósticos agrupados en rangos de 5 años, “donde se observa una tendencia al aumento conforme al paso del tiempo”. El dato no es menor: “El 46,4% de los diagnósticos referidos se encuentran entre 2010 y 2014”
En ese sentido, el informe relaciona: “El cáncer de pulmón dentro de las primeras tres causas de muerte en una población que además refiere problemas respiratorios crónicos como causas frecuentes de morbilidad es coherente con la referencia a los “agrotóxicos/fumigaciones” y “arroceras/molinos arroceros/polvillos” como fuentes de contaminación más importantes”.
Verzeñassi razona: “¿Cómo el cáncer no le va a llamar la atención a los vecinos? La pregunta es: ¿por qué puede pasar esto ahora? Cuando le preguntás a esa misma gente cuáles son las fuentes de contaminación que identifican en la ciudad, primero dicen agroquímicos y fumigaciones, y después arroceras y polvillos. Cuando estos datos lo cruzás con datos ambientales del EMISA, podés ver que, efectivamente, en el aire en San Salvador existe un problema. ¿Cuál es la mayor fortaleza de este trabajo? Primero, entendemos que podemos darles una respuesta a los vecinos y vecinas de San Salvador que se movilizaron y generaron una corriente que hizo posible que un intendente nos pidiera el campamento. A partir de ahí dijimos: los vecinos tienen razón. En San Salvador está pasando algo grave, preocupante y que está relacionado con la alquimia a la que están siendo expuestos en los últimos 20 años. No estaban exagerando”.
Crimen sin castigo
Andrea Kloster es una de las vecinas de San Salvador que, a través de la organización Todos por todos se movilizó por las calles para exigir respuestas sobre qué es lo que les está pasando. No le sorprenden los resultados: “Era lo que todos decíamos. Lo que más me preocupa es el ahora: una cosa es no accionar si ignorás lo que sucede, pero otra cosa es ignorar lo que ya sabés. Las universidades están avalando lo que nosotros denunciábamos”.
¿Hubo reacciones luego de los informes? “Veo todo muy pacífico. A la presentación habrán ido, como mucho, 10 personas. Los concejales nunca abrieron la boca. Ni siquiera se tuvo en cuenta aquí como noticia. Hubo una reunión socioambiental a la semana y se dijo que se iba a hacer lo posible, pero hay cosas inmediatas que se pueden hacer que no tienen que perder ni un mes más. Por ejemplo, sacar los depósitos de veneno. Hay muchas cosas acá que, como quedó demostrado en los informes, tienen glifosato. Tampoco el Poder Judicial toma las denuncias. Nadie se hace responsable ni tampoco hay una pena por hacerle daño al otro”.
Andrea aporta otro dato: “Los arroyos están contaminados pero cuando se hizo el relevamiento las autoridades decían que no sabían por qué estábamos tan preocupados por el agua. Es increíble la liviandad con la que hablan de cosas graves. Ahora son datos científicos: que el 75 por ciento de las personas tenga problemas respiratorios, o que la principal causa de muerte sea el cáncer de pulmón, son hechos graves. Muchos acá tienen naturalizado vivir así. Pero es imposible quedarse tan callados”.
¿Qué hay en el agua?
El EMISA de La Plata realizó muestreos en 21 sitios distintos durante cuatro jornadas distribuidas en abril y en noviembre. Tomó muestras de aguas (de red, pozo y superficial), suelos, sedimentos y material particulado sedimentable. En todas las matrices ambientales muestreadas se determinó la presencia de 31 plaguicidas de “uso histórico y relevancia agrícola actual” como glifosato, 2,4D, endosulfán y clorpirifos, entre otros.
El detalle:
- Hebicidas: glifosato y su metabolito ambiental AMPA, Atrazina, 2,4 D, Trifluralina y Acetoclor (La Atrazina, por ejemplo, es de los productos elaborados en Atanor de San Nicolás, que fue clausurada por orden judicial).
- Fungicidas: tebuconazol, epoxiconazol.
- Insecticidas: organoclorados (Aldrin, Edosulfan, DDT, DDD, DDE, Dieldrin, Endrin, Heptacloro, Heptacloro epóxido), organofosforados (clorpirifos, Diazinon, Paration, Metilparation, Malation) y piretroides (cipermetrina, Lambdacialotrina, Permetrina).
“En suelos y sedimentos se detectaron concentraciones principalmente de glifosato y AMPA, siendo los sitios más impactados los correspondientes a áreas urbanas (baldíos, veredas de galpones y expendedoras de agroquímicos)”, dice el informe. Agrega que el agua superficial, principalmente la muestra correspondiente al Arroyo Cañada Grande, presentó concentraciones de clorpirifos, cipermetrina y endosulfan por encima de los niveles guía recomendados por la SSRR para la protección de la biota acuática”.
Marino: “El arroyo viene de distintas fuentes. Es colector de toda la contaminación de los campos. Tanto en el sedimento como en el barro del fondo, es el principal receptor de los plaguicidas de los cultivos. Con esta información hay que buscar políticas provinciales. No se habla de dejar de producir, sino de cambiar la tecnología. La primera conclusión que saco es que se perdió tiempo en actuar. Pero la más dura es: dejemos de perder tiempo ya. Y es importante también la respuesta de la población: en la medida en que no tomen los informes como algo propio, no va a pasar nada”.
A la espera de la política
Verzeñassi: “La combinación de los estudios nos da herramientas para pensar que, donde cambió el modelo de producción, se encuentran este tipo de sustancias químicas y de enfermedades. Este trabajo demuestra la importancia de que el Estado esté atento al planteo que hacen los vecinos. Porque uno cuando está en lugar de toma de decisiones tiene que hacer un equilibrio muy grande entre todos los actores que intervienen en la construcción de una sociedad. No podemos salir a plantear que esto debe ser usado para salir a clausurar molinos, porque en general, además, la mayoría de los dueños de campos en San Salvador viven allí, y respiran el mismo aire”.
Concluye: “Lo más urgente es ver qué tipo de políticas implementa un Estado para empezar a ayudar a que el industrial o la persona que tiene un espacio de producción pueda hacer una conversión hacia un modo de producción saludable. El problema hoy es que hay una proliferación química que se ha liberado con una irresponsabilidad absoluta, con una falta de control por parte de Estado”.
Los informes completos
- Informe Ambiental en San Salvador
Facultad de Ciencias Exactas UNLP (en formato .pdf) - Informe Socio-sanitario en San Salvador
Facultad de Ciencias Méditas UNR (en formato .pdf)
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

