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Una niña wichi de 13 años, internada en grave estado por un embarazo: “Se vulneraron todos sus derechos”

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Una nena wichí de 13 años está internada en el Hospital Perrando de Resistencia, Chaco, por complicaciones derivadas de un embarazo. Es oriunda de un paraje campesino alejado de la ciudad: “Lo que sabemos del contexto en el cual vivía es que es de extrema pobreza y no estaba escolarizada, es decir que estaba realmente fuera del foco del sistema», relata a lavaca Liliana Ensisa, médica pediatra y Coordinadora Provincial de salud integral en la Adolescencia de la provincia. Las presunciones sobre lo que pasó, los altos índices de embarazo adolescente y mortalidad materna y el estado crítico del interior del Chaco.
Una nena wichi de 13 años está internada en grave estado de salud en el Hospital Perrando, en Chaco. Llegó presentando un cuadro de desnutrición crónica, anemia, neumonía y un embarazo de casi siete meses. Le realizaron entonces una cesárea de urgencia. El bebé, que pesó un kilo y trescientos gramos, murió unas horas después.
“El estado de salud de la niña sigue en estado muy grave, el pronostico es sumamente reservado”, informa a lavaca Liliana Ensisa, médica pediatra y Coordinadora Provincial de Salud integral en la Adolescencia de Chaco. “Además de la infección respiratoria grave se suma algo que se denomina fallo multiorgánico, entonces el manejo, la evolución y el pronóstico se vuelven mucho más graves”.

El caso

La niña de 13 años provino del paraje wichi “El Sauzal” y su primer acercamiento a un centro de salud fue en la ciudad de Castelli, en el Hospital Bicentenario. Dado su cuadro de complejidad fue derivada rápidamente a Resistencia: “Por edad entra al hospital pediátrico pero nuevamente se la deriva al hospital Perrando, que es el centro de mayor complejidad que tiene la provincia, precisamente porque contaba con una gestación evaluada en ese momento de 27 semanas. Ingresa directamente a la terapia intensiva debido a la gravedad del cuadro respiratorio. En el día de ayer se produce el parto por cesárea, evaluado al nacer un recién nacido de 30 semanas, de un kilo trecientos, que a las pocas horas de nacer fallece debido a la infección”, relata Liliana Ensisa.
La noticia apareció en redes sociales a través de un comunicado de Católicas por el Derecho a Decidir. Soledad Deza -abogada del caso Belén y parte de la guardia de abogadas feministas de la organización- le llegó la noticia por medio de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Así, en red, activaron para visibilizar. Dice Soledad a lavaca: “Teniendo en cuenta que Chaco tiene índice de mortalidad materna muy alto, la idea era que este caso no se oculte”.
La pediatra Ensisa ilustra el contexto en el que vivía la niña: “Vino de este paraje en una localidad muy distante de centros que tengan atención médica. Hay centros de salud pero con visitas médicas que son cada tanto; entonces directamente la traen a la localidad de Castelli con las dificultades geográficas y climáticas en esta época del año: hay muchas lluvias y las calles no están asfaltadas. Las dificultades de acceso real a un centro asistencial se vuelven más difíciles”.
La niña llegó acompañada por una tía y su padre; los médicos precisaron un traductor wichí para poder comunicarse. “Lo que sabemos del contexto en el cual vivía es que es un contexto de extrema pobreza, no estaba escolarizada, es decir que estaba realmente fuera del foco del sistema, digamos”.
Ensisa denuncia que el programa que llegaba con políticas socio sanitarias a parajes como el de esta niña wichí fue desarticulado por el gobierno. “Nosotros teníamos un sistema de llegada a través de políticas socio sanitarias con camiones que se instalaban en determinadas zonas de todo el impenetrable al cual he concurrido personalmente durante varios años. Este programa dejó de funcionar. No obstante hay centros de salud en esa zona, en cada paraje hay un centro de salud. Ahora, el paraje no es una ciudad, hay una distancia que a veces es entre 10 y 20 km para llegar al centro de salud. Y la verdad es que muchas veces estas personas no ocupan la oferta. La realidad es que uno debe llegar con ellos y hacer mayor propaganda, lo cual existía en el momento en el que se hacía este abordaje sanitario. Estábamos como en una campaña permanente. Hoy en día no hay porque en los recursos del Estado entendió que eso no era necesario. La realidad de ese sector de la provincia hasta que la accesibilidad de rutas en mejores estados no cambie, la realidad no va a cambiar. Hay personas que hacen relevamiento no solo desde la salud, sino por parte de desarrollo social y de la justicia, pero son muchos los casos. Si bien este es el caso que sale, que ocupa, que es una situación terrible, estas situaciones están crónicamente establecidas y agravadas por la situación económica. Ahora hay mayor desnutrición: esa es la realidad. Ellos están en situaciones muy complicadas porque viven pobres, pero ahora están en extrema indigencia”.

La provincia

Según trascendió en Chaco hubo quince muertes maternas en lo que va del año. Ensisa responde: “Las cifras concretas se cierran en enero. Puede ser (sobre la cifra de 15), lo que sí puedo afirmar que sí es el número de muertes maternas que solemos tener por año. En algunos años no tenemos muertes adolescentes y este año sí”.
A pesar de que la provincia fue una de las primeras en adherir al protocolo de aborto no punible, aborto al cual debería haber accedido la niña, la mitad de los representantes en el parlamento votaron este año en contra del aborto legal. Dos senadores y una senadora representan a la provincia en la Cámara, Ángel Rozas (UCR), votó en contra de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, Eduardo Alberto Aguilar (PJ) y María Inés Pilatti Vergara (FPV), votaron a favor. De los siete diputados y diputadas de la provincia, 4 votaron en contra.
Cuando Soledad Deza y las abogadas se enteraron del caso, la nena ya estaba en terapia intensiva por lo que no pudieron contactarla. “Creo que lo más crudo es el abandono. La desnutrición en una criatura de 13 años no es en una semana, es desnutrición crónica. El abandono es crónico también”
La periodista Mariana Iglesias puso en números la ausencia del estado en la provincia: según el Indec, en Gran Resistencia el 39,2% de su población vive bajo de la línea de pobreza, el 8,8% es indigente. Otra alarma: la provincia tiene los índices de embarazo adolescente y mortalidad materna más altos que la media del país, según informe del Ministerio de Salud el 15% de los nacidos vivos son de madres adolescentes. De las chaqueñas menores de 20 años, el 10% son analfabetas o con primaria incompleta, el número duplica la media nacional.
Soledad abre la pregunta: “¿Qué tipo de políticas sanitarias tenemos? ¿Qué pasa cuando vos te alejás, te retirás, unos cuantos kilómetros del tejido urbano? Se reproduce la política que se da en nuestro país: centralista. No sé si acá lo que hay es una reacción de los sectores patriarcales conservadores fundamentalistas y un recrudecimiento de las posiciones radicalizadas frente al tema o es una impotencia estatal para llegar a lugares que no sean de fácil acceso, para llegar a todas las personas”.
La pediatra Ensisa remata: “Es un caso donde todos sus derechos han sido vulnerados. Uno no puede hablar que técnicamente haya sido una situación de abuso pero es una niña muy pequeña y conviviendo con una pareja desde muy chica. Ahora sí hay una denuncia hecha. Pero es como que nos quedamos muy cortos: no es sólo que hay un varón responsable de un abuso; en realidad el contexto general que uno tiene que rescatar es que están vulnerados todos sus derechos”.

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Mía: Cuando el arte abraza

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Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.

“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.

Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.

En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”. 

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143

Sábado 18 de marzo a las 21 hs

Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi

Entradas “a la olla”.

Podés reservar en este link:

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Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía

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La abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse analiza por qué es falsa la dicotomía que pretenden instalar sectores que siempre trabajan para categorizar las divisiones del movimiento feminista. Así crean grietas sociales que les permiten alentar congresos, investigaciones y polémicas de las cuales viven.

Por Cristina Montserrat Hendrickse

Una corriente muy minoritaria de los feminismos entiende que reclamar la sanción penal del femicidio es una actitud punitivista.

Llegan a tal conclusión partiendo del concepto de que el castigo refuerza la violencia.

Evidentemente la idea de la que se parte es correcta, pero el error de la conclusión reside en asociar pena a castigo. En no distinguir la finalidad de la pena que impone nuestro Derecho de la triste realidad de castigo que significa la ejecución efectiva de las penas privativas de libertad.

Los feminismos en nuestro país se encuentran justificados jurídicamente en la Convención Contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) incorporada a nuestra Constitución en 1994; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem do Pará) que es un tratado internacional de jerarquía superior a las leyes; y las leyes nacionales y provinciales que reglamentan a estos tratados.

Nótese que la convención de Belem do Pará obliga a los Estados a “sancionar” la violencia de género, además de prevenirla y erradicarla. El marco jurídico “sancionatorio” por excelencia es el Derecho Penal.

De allí que en nuestro sistema de derecho pretender eludir o abolir la punición de la violencia de género resulta jurídicamente anticonvencional, y por tanto anticonstitucional.

No por ello se deja de valorar el aporte del antipunitivismo feminista en cuanto sostiene que el castigo refuerza la violencia. Pero el problema del antipunitivismo reside en cuestionar al sistema (de origen convencional interamericano) de sanción de la violencia de género, y no al sistema de castigo que en los hechos (y apartándose del Derecho) sucede con la aplicación de la pena.

En efecto, la finalidad esencial de las penas privativas de la libertad es la reforma y la readaptación social de los condenados (art. 5.6. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también incorporada a nuestra Constitución en 1994), sin olvidar el mandato de que “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…” (artículo 18 de la Constitución Nacional). De ambas reglas de jerarquía superior surge que la finalidad jurídica de las penas no es el castigo, como erradamente lo entiende cierta expresión del feminismo antipunitivista, sino la resocialización.

De allí que se impone una diferenciación entre “antipunitivismo” y “abolicionismo” que permita distinguir: si se pretende que la pena no se constituya en castigo sino como resocialización (antipunitivismo); o si se pretende abolir todo tipo de pena (abolicionismo penal).

La primera debería hacer foco en una reforma penitenciaria feminista, que lejos de reforzar el patriarcado lo deconstruya, no aboliendo las penas, sino modificando su ejecución a la finalidad que el impone el Derecho.

La segunda implicaría la abolición de todas las prisiones; y además, el desafío de construir respuestas ante los crímenes o lo que cada sociedad considera crímenes.

Evidentemente el castigo refuerza la violencia. Por lo que el mismo debe ser eliminado del sistema de ejecución penal, pero no el sistema de sanción; salvo que se sostenga el abolicionismo, teoría también respetable, pero que resulta anticonstitucional en nuestro sistema de Derecho, al menos en materia de violencia de género ya que la República Argentina se obligó ante la comunidad interamericana a sancionarla.

Toda decisión que se aparte de ese compromiso violentaría el sistema jurídico argentino y comprometería a nuestra Nación frente a la Comunidad Interamericana exponiéndonos a ser destinatarios de reclamos, cuando no de sentencias condenatorias, ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.

En resumen: debatamos sobre las cárceles, no sobre las penas.

Cristina Montserrat Hendrickse

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Pergamino: sentencia contra los agrotóxicos y triunfo de la comunidad frente a un intendente

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La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la distancia de 1.095 metros dentro de las cuales están prohibidas las fumigaciones terrestres con agrotóxicos, y de 3.000 metros para las aéreas. De ese modo denegó el recurso de amparo presentado por el intendente pro agronegocio de Pergamino, Javier Martínez. La denuncia original había sido presentada por Sabrina Ortiz (en la foto principal), vecina de Pergamino, que en su reclamo contra el envenenamiento cotidiano que sufrían ella, su familia y sus vecinos, y sin encontrar quien la defendiera legalmente, terminó recibiéndose de abogada para encarar sus propias causas. La sentencia de primera instancia había sido dictada por el juez del juzgado penal 2 de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.

Frente a la ratificación de la Corte dijo a Sabrina Ortiz a lavaca, entre otras cosas:

  • “Se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa”.
  • “Celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Publicamos además la nota completa realizada en la revista MU.

Por Francisco Pandolfi

Madres fumigadas: Silvana, Erika, Paola, Juana, Natalia. Fotos: Nacho Yuchark.

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la distancia de 1.095 metros de prohibición de fumigaciones terrestres y de 3.000 metros para las fumigaciones aéreas, denegando el recurso de amparo que había presentado nada menos que el intendente de Pergamino, Javier Martínez, pretendiendo fumigar en todas partes, pese a las denuncias sobre los efectos de los agrotóxicos en la comunidad, el suelo, el aire y el agua.

El fallo en primera instancia, apelado por Martínez, había sido del Juez Carlos Villafuerte Ruzo, titular del Juzgado Penal Número 2 de San Nicolás, en septiembre de 2019, como medida protectoria paliativa urgente frente a las masivas fumigaciones.

Paola, su nieto con sobrepeso, su nieta con déficit de crecimiento, parte de los efectos en la salud de las fumigaciones masivas para cultivos transgénicos. Fotos: Nacho Yuchark.

Quien realizó la denuncia original ante la justicia federal fue la activista ambiental y abogada Sabrina Ortiz, también víctima de los agrotóxicos. Ante este fallo de la Corte Suprema de la Nación, explica a lavaca: “Esperábamos la resolución desde hace bastante tiempo, con muchas expectativas, pese que los últimos fallos que ha tenido la Corte en materia ambiental no han sido para nada alentadores. Sin embargo, para nosotros era casi seguro que iba a fallar a favor. Se me vinieron un montón de situaciones a la cabeza, sobre todo por cómo comenzó esta causa, por la salud de mis hijos, por las afectaciones que tuvieron, con las afectaciones que tuve en mi cuerpo; se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa. Fueron recuerdos muy tristes, muy angustiantes, dolorosos, del vivir cotidiano, de hecho todavía están en controles mis hijos y hay un montón de gente que la sigue sufriendo”.

Pedro y Guido, dos de los agricultores que descubrieron que se puede producir de modo sano en las zonas en las que se prohíben los agroquímicos. Fotos Nacho Yuchark

Relata también con asombro: “Me da mucho dolor, que sea el propio municipio el que intenta ir en contra de la salud de las personas. Me da mucha impotencia que el intendente Javier Martínez sea quien quiere que nos fumiguen en la cabeza. Al mismo tiempo, celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.

Aquí, el viaje, la investigación y la nota completa sobre la situación en Pergamino publicada en la revista MU: La capital del veneno.


https://lavaca.org/mu163/mu-en-pergamino-la-capital-del-veneno/

Salud humana y de la naturaleza: lo que está en juego en Pergamino, como caso testigo de tantos lugares del país.
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LA NUEVA MU. Lo que está en juego

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