Nota
La UBA se abrió al Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados
Comenzó este jueves en el Hospital Clínicas y reunió a profesionales de la salud, sindicalistas, víctimas del agronegocio, investigadores e investigadoras, maestros y maestras, estudiantes. Debatieron las consecuencias del modelo transgénico en la jornada de apertura de este evento que se extenderá hasta el sábado.
“Este es un tema que los potenciales presidenciables deben tener en cuenta” dice a lavaca el decano de la Facultad de Medicina de la UBA, Sergio Provenzano, antes de intervenir en el Tercer Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados que se está desarrollando en esa Facultad. Y agrega: “La función de la universidad debe ser investigar y establecer vínculos concretos entre una afección, que puede ser el cáncer, y un agente etiopatogénico que lo pudo desencadenar. Hay que pensar el 24 por ciento de la morbilidad tiene que ver con el medio ambiente y que el 23 por ciento de los cánceres se deben al medio ambiente”.
El Congreso comenzó este jueves en la Sala Posadas del Hospital Clínicas y reunió a profesionales de la salud, sindicalistas, víctimas del agronegocio, investigadores e investigadoras, maestros y maestras, estudiantes, que desde las 14 escucharon y debatieron las consecuencias del modelo transgénico a lo largo de las mesas que se realizaron en la jornada de apertura de este evento que se extenderá hasta el sábado. El escenario original iba a ser el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la UBA, pero los cortes de luz empujaron su realización al Clínicas, exactamente a media cuadra.
Provenzano fue el primer orador del Congreso, presentado por el médico Medardo Avila Vázquez, coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud e integrante la red de Médicos de Pueblos Fumigados, quien cedió la palabra al decano de la Facultad de Medicina.
“Los ámbitos académicos debemos dar una señal clara de dónde está la investigación respecto a todo esto”, había apuntado Provenzano en diálogo previo con lavaca. “Y a partir de una investigación validada con cosas concretas podemos ayudar a que las políticas que se establezcan con respecto a salud sean cada vez más positivas, mejoren la calidad de vida de la gente de nuestro país y protejan a la comunidad de que el medio ambiente sea tan agredido. Este tipo de eventos instalan el tema y lo dejan vigente en la opinión pública en un contexto donde estamos próximos a elegir presidente. Es un tema que los potenciales presidenciables deben tener en cuenta”.
La verdad es la realidad
“Es una realidad que los ámbitos universitarios están preocupados”, sostuvo Provenzano. ¿Cuál es esa realidad? “Hay una cosa muy concreta: cuando el ser humano viene al planeta ya tiene la naturaleza instalada. Su inteligencia debe estar en compartir esa naturaleza y no hacerle perder la vitalidad y las cosas que ofrece”. ¿Algún ejemplo concreto? “Por ejemplo todo lo que significan las intoxicaciones de la tierra, de los alimentos, el cambio climático, el uso inadecuado de desechos químicos como está pasando actualmente en San Juan con el tema del cianuro volcado a los ríos que la gente toma. Todo este tipo de cosas alteran a la naturaleza”.
Provenzano sostuvo que la función de la universidad es investigar. “Y establecer vínculos concretos entre una afección, que puede ser el cáncer, y un agente etiopatogénico que lo pudo desencadenar. Hay que pensar que el 24 por ciento de la morbilidad tiene que ver con el medio ambiente y que el 23 por ciento de los cánceres se deben al medio ambiente”.
¿Qué opina de las declaraciones del ministro de Salud Daniel Gollán? “Todo ministro de Salud tiene que ver la realidad de su país y en función de eso alertar para que aquellas cosas que se están realizando de forma incorrecta funcionen y se organicen lo mejor posible. Por supuesto que traten de agredir lo menos posible a los hábitats donde está la gente de nuestro país”.
El ministro de Salud Gollán, cabe recordar, declaró el mes pasado a La Voz del Interior: «“Cuando la OMS toma posición y sube de categoría a estos agroquímicos diciendo que son peligrosos, hay que poner las barbas en remojo, porque esto quiere decir que ya hay evidencia científica suficiente para categorizarlo de esa manera».
Y dijo además sobre investigaciones del ministerio: “Lo que estamos encontrando está en consonancia con lo que sostiene la OMS, que hasta hace cuatro o cinco años se decía que no había mayor riesgo y hoy se está reconociendo que el riesgo es palpable”
El nuevo panorama
Los directores del Congreso fueron la licenciada Miryam Gorban, de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UBA, y el citado Avila Vázquez quien en su exposición compartió la investigación realizada en el municipio cordobés de Monte Maíz, cuyos resultados triplicaban los casos de cáncer según la media nacional en un distrito de sólo 8 mil habitantes. “Se usan aquí casi 1 millón de litros kilo de pesticidas. Eso equivale a 121 litros kilo por persona”, manifestó. También expuso investigaciones de otros científicos como Delia Aiassa y Fernando Mañas (Universidad Nacional de Río Cuarto) sobre los daños del glifosato en la salud.
“Es importante que este congreso se desarrolle en la UBA, que muchas veces le ha dado la espalda al tema”, señala a lavaca Mercedes “Mechi” Méndez, secretaria de prensa del Congreso y especialista en cuidados paliativos en el Hospital Garrahan, donde trabaja desde hace 20 años. “Eso habla de la importancia que está teniendo este tema y su trascendencia. Llega en un momento donde la OMS, un poco tarde y de manera bastante tibia para mi gusto, dijo por lo menos algo: el glifosato y otros agrotóxicos son agentes cancerígenos. De alguna manera respalda lo que los científicos venían viendo en sus laboratorios y salitas a diario, y lo que los vecinos venían denunciando muchos años atrás. Es lo que vio el doctor Andrés Carrasco y salió a denunciar. Se abre un panorama, no sé si alentador, pero que le ha dado la razón a un montón de denuncias que venían siendo ninguneadas”.
Profesionales, peras y olmos
Otra de las voces de apertura fue Jorge Yabkowski, presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), que sumó una visión interesante desde el campo sindical: “Ya no encontramos sentido a las reivindicaciones salariales sin atender la salud del usuario”. ¿Es común una afirmación de estas características desde el sindicalismo? “Estos problemas socioambientales realmente se introdujeron en la agenda de nuestra organización por la voluntad de los propios trabajadores y el imperio de las circunstacias”, subrayó Yabkowski a lavaca. “Nuestra federación está implantada en 22 provincias, entre ellas las sojeras, las mineras, y los dramas de la gente que atienden nuestros afiliados comenzaron a golpear y nos empujó a sumarlos a nuestra agenda. En 2011 mandamos una carta a los candidatos presidenciales donde hablamos de los derechos de los trabajadores y de los problemas de la salud pública. Hoy incorporamos fuertemente el tema de los agrotóxicos y la megaminería porque es muy importante, para construir un sindicalismo ciudadano, no encarar solamente nuestros derechos laborales sino también el problema del modelo extractivista. Por eso creo que va a ser muy importante este congreso para la sociedad en la medida en que esto ponga sobre la superficie lo que los candidatos mayoritarios socios del modelo están silenciando en la campaña”.
Yabkowski agregó que FESPROSA fue uno de los actores que se movilizó en los envíos de bidones de agua en solidaridad por el derrame de un millón de litros de agua cianurada de la corporación Barrick Gold en Jáchal, San Juan. Años atrás había participado en los cortes de ruta en Famatina (La Rioja) contra los proyectos de las multinacionales mineras. Y contó que hace un mes tuvo un diálogo con el propio ministro de Salud, Daniel Gollán. “Yo estoy en contra del extractivismo, pero ¿de dónde saco 30 mil millones de dólares para las cuentas públicas?”, fue el razonamiento del funcionario. Yabkowski acentuó: “Esa es la discusión que tenemos que dar”. Y sobre las declaraciones públicas de Gollán, agregó: “Hago la diferencia respecto de Manzur (Julio, ex ministro). No hablaba: es un cómplice absoluto. Necesitamos ministros de Salud más comprometidos. Pero nosotros no vamos a pedirles peras al olmo: vamos a seguir luchando para que esto entre en la agenda del Estado”.
Diez veces más
Otro de los disertantes fue Damián Verzeñassi, médico y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, responsable acdémico de la Práctica Final de la carrera de Medicina, que pone en marcha desde hace años una de las experiencias académicas más innovadoras de los últimos tiempos: los campamentos sanitarios. Alumnos y alumnas se instalan una semana en un pueblo y realizan un perfil epidemiológico del lugar, con metodología de muestreo y entrevistas con los vecinos y las vecinas. Así, a lo largo de los campamentos, el equipo de Verzeñassi detectó un incremento de enfermedades (diversos tipos de cáncer, hipotiroidismo, abortos espontáneos) a la par del incremento de la producción de eventos transgénicos en campos cercanos.
En ese sentido, mostró datos de algunos relevamientos en diversas comunas santafecinas (Murphy, María Teresa, María Susana) donde los tumores y casos de cáncer se triplicaban y hasta cuadruplicaban en los últimos 15 años. Cuando la media nacional es de poco más de 200 casos de cáncer cada 100 mil habitantes, los campamentos encontraron que en las comunas se registraba un equivalente a casi 2 mil casos cada 100 mil habitantes: diez veces más.
Verzeñassi abrió con una observación aguda: “Lo más jugoso no es lo que podamos decir en esta mesa sino lo que estamos viviendo y lo que podamos lograr todos juntos. A veces da la sensación de que nos encontramos los que ya estamos convencidos para convencernos más. Y la idea es cómo cambiar la estrategia para convocar a estos encuentros a quienes siguen creyendo que hasta que la OMS no reclasifique los químicos hay que seguirlos usando”. Además, sostuvo que ya no es posible sostener un paradigma sanitario en base a la relación causa/efecto, sino que estamos ante nuevos procesos. “Esa visión es parte del siglo XIX”, cuestionó.
El científico agregó que “el problema ya no es sólo el glifosato”, sino que este es sólo uno de los componentes inmersos dentro de la producción de eventos transgénicos. Y alertó: “Es probable que estas industrias hagan lo que hizo Philip Morris con el tabaco. Se van a parar aquí y van a decir: ´¿Saben qué? Nos hemos equivocado, pedimos disculpas, esto hacía mal, tenemos reservas para pagar juicios, pero ahora tenemos algo que supera la química y son nuestros nuevos organismos genéticamente modificados”. Expresó que dos factores a recuperar son la diversidad y el tiempo. “El maíz necesitó 10 mil años para ser maíz”, ejemplificó. “No pueden cuatro tipos en un laboratorio querer limitar la diversidad”.
Y concluyó: “Permítanme decir: el problema es que estamos haciendo el trabajo que tiene que hacer el Estado. Y la verdad que eso, en algunos casos, me indigna. Que las vecinos y los vecinos sean quienes construyan los mapas epidemiológicos es inadmisible. No podemos seguir permitiendo eso. No por una cuestión hegemónica y de soberbia: es nuestro trabajo. Y es fundamentalmente responsabilidad del Estado. Y es responsabilidad de nosotros que el Estado se haga cargo de lo que tiene que hacerse cargo. Para empezar y garantizar la democratización de la información de los registros epidemiológicos que hay en el país. Y que, si no los hay, se hagan cargo los responsables que cobran sueldos que no lo están haciendo. Porque, si no hay información, es imposible desarrollar política de salud seria en cualquier lugar”.
Aquí el programa completo del Tercer Congreso Nacional de Médicos Pueblos Fumigados
Viernes 16 de octubre
AULA MAGNA 10HS 4º Mesa
Testimonios de pueblos Fumigados de Provincia de Buenos Aires y Entre Ríos Los Toldos (Margot), Villa Ramallo y San Salvador (ER)
10 – 11,30 hs: 5º mesa. Salud en pequeños pueblos fumigados: Dr. Arturo Serrano (San Vicente S. Fe), Dr. Fabián Pace (Murphy, S. Fe), Dr. Dario Gianfelici (Entre Rios). Dra Maria Seveso y Dra Analia Otaño: impacto de los agrotóxicos en el Chaco
11,30 – 13 hs: 6º mesa. Agrotóxicos y Alimentos Soberanía alimentaria y monocultivos: Dra. Miryam Gorban. Agrotóxicos en su mesa: Dr. Damián Marino Antropología alimentaria: Dime que comes y te diré quien eres: Dra. Patricia Aguirre
14.30 – 16 hs: 7º mesa. Coordina Dr. Alvaro Mendez. Genotoxicidad y exposición a agrotóxicos: Dra. Delia Aiassa (UNRCuarto). Cáncer y exposición a agrotóxicos en Argentina: Prof. Dr. Eduardo Maturano (UNCórdoba) Trastornos generales del desarrollo y agrotóxicos: Dr. Nicolás Loiacono Malformaciones Congénitas y agrotóxicos: Dra. Eli Tesan
16,30 – 18 hs: 8º mesa. Bioética, Ambiente y Salud. Coordina: Dra. Monica Heinzman Decano de Medicina UBA: Sergio Provenzano. Presidente FESPROSA: Jorge Yabkosky. Fiscal Federal de Tucumán: Gustavo Gomez. Pensamiento del Papa Francisco: Rafael Velazco.
18 – 19:30 hs: 9º mesa. Pueblos originarios y campesinos frente al agronegocio Felix Diaz, Qarashé comunidad Qom: Potae Napocna Navogoh Campesinos del Valle de Conlara (San Luis)
Sábado 18 de Octubre,
AULA MAGNA Facultad de Medicina UBA
08:30 – 10 hs 10º mesa: Resistencia social al agronegocio Campaña Paren de Fumigarnos. Santa Fe Paren de Fumigar Mar del Plata Resistencia a Monsanto en Córdoba: Asamblea Malvinas Lucha por la Vida.Todos los 25 sin Monsanto
10 – 11,30 hs. 11º mesa. Científicos argentinos y agrotóxicos. Coordina Dra. Alicia Massarini. Dr. Rafael Lajmainovich, CONICET, UNL. Agrotóxicos y cultivos transgénicos, 19 años de ecocidio de anfibios en los agroecosistemas argentinos. Dr. Aristides Pochetino, CONICET, UNR. Estudios sobre toxicidad de 2.4 D Científicos que aportaron al IARC información sobre glifosato (Gisella Poletta, etc.)
11:30 – 12:30 hs 12º mesa. Ing. Agr. Javier Souza Casadinho, agrotóxicos y sus alternativas Ing. Agr. Ana Brocoli, alternativas al agronegocio.
12:30 – 14 hs 13º mesa: Derechos humanos y agrotóxicos: Iniciativas judiciales
15:30 – 18 hs: Plenario de Pueblos Fumigados.-
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.
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